domingo, 27 de mayo de 2012

Figuras en Acambarro

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En 1923, Waldemar Julsrud, comerciante de origen alemán, y el padre Fray José María Martínez descubrieron el emplazamiento arqueológico de Chupicuaro, de la época preclásica, que contenía vasos, tazones y figurinas de la cultura india más antigua conocida, llamada con el nombre del sitio, de una antiguedad de hasta 1 000 años antes de J.C.( anterior a los indios Tarascos, la cultura india más antigua conocida en aquella época ).
Este descubrimiento “clásico” no suscitó ninguna polémica en cuanto a su paternidad disputada por un coleccionista rival.
Unos años más tarde, en julio de 1944, Waldemar Julsrud, de 69 años de edad hizo un descubrimiento clamoroso en Acambaro, pequeña ciudad mexicana situada a menos de 300 kms al noroeste de México, en la provincia de Guanajuato.
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Mientras se paseaba a caballo a lo largo de una zanja cerca de la colina del toro, con uno de sus empleados, un granjero llamado Odilon Tinajero, su atención fue atraída por un trozo de cerámica que salía del suelo. Era una figurina de terracota de un estilo que desconocía.
Mandó a su empleado cavar y llevarle todas las piezas similares que podría encontrar. Unos días más tarde, Tinajero se presentó con una carretilla llena de estos artefactos. Julsrud se quedó estupefacto por el estilo y la diversidad de las figuritas. Hizo un trato con su empleado : él le pagaría 1 peso por cada figurina entera y nada por las estropeadas que, sin embargo tendría que entregarle ( y que conservó ).
Su objetivo era evitar que su granjero las fabricara ( de todos modos no hubiera tenido suficiente tiempo ni maña y el precio pagado era demasiado bajo ) e incitarle a excavar con mucha precaución.
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Las figuritas fueron descubiertas por grupos de entre 20 y 40 en el interior de pozos a una profundidad variable de 1 m 20 hasta 1 m 80.
No eran pozos funerarios, puesto que sólo se encontraron 6 calaveras durante las excavaciones. Según la hipótesis del Sr. Julsrud, parece que habían sido sepultadas de prisa para evitar su saqueo por los primeros colonos españoles.
Más de 33 500 objetos de cerámica ( en mayoría ), piedra, jade y obsidiana fueron encontrados. Todos son únicos, ninguno ha sido duplicado. Su tamaño varía desde unos centímetros hasta menos de un metro. Varios tipos de arcillas fueron utilizados ( su examen daría una indicación valiosa de su procedencia ), y todos fueron fabricados por el método del “fuego abierto” ( entonces la fabricación de objetos falsificados no habría sido inadvertida por el humo y las grandes cantidades de leña - rara y cara en esta región - necesarias. )
A pesar de su gran diversidad, se pueden clasificar, según su estilo, por centenares incluso por millares, como procedentes de culturas diferentes.
Igual que el Dr Cabrera ( fallecido en diciembre del 2001 ), conservador de las Piedras de Ica, el Sr Julsrud nunca hizo negocio con su descubrimiento. Su objetivo era científico y su deseo de proteger un patrimonio, que estimaban único para la humanidad, nunca falló. Siempre con mucho gusto enseñaron las piezas a los que lo deseaban y no dejaron de luchar para que los científicos se interesaran a su descubrimiento y acudieran a examinarlo… En vano… ¿ Por qué ?
Una de las principales razones  del rechazo de este descubrimiento reside en las representaciones de esas figuritas.
Representan, entre otros, dinosaurios, animales desconocidos, reptiles, algunos con características aviarias ; ciertas parecen indicar una forma de domesticación de pequeños reptiles y dinosaurios, grandes monos, otras muestran claramente actos de zoofilia con reptiles, por fin, muchas representan divinidades desconocidas, vida cotidiana y objetos usuales ( pipas, instrumentos de música, etc… ) …
¿ Hombres junto con dinosaurios ?  Todo el mundo sabe que resulta imposible !
Un hombre, hereje desde luego, se interesó por este descubrimiento : Charles Hapgood, profesor de historia y antropología en la Universidad de New Hampshire. Se desplazó para investigar, encontrar e interrogar a los protagonistas del asunto. De su viaje, trajo algunas pruebas para analizarlas según los métodos más modernos y recientes de la época ( a finales de los años 60 ).
Las medidas ( con carbono 14 ) sacadas en 1968 por el Laboratorio de Isótopos Inc. de New Jersey se escalonan desde ¡ 1 110 antes de J.C. hasta 4 530 años antes de J.C. !
En 1972, los fechados por termoluminiscencia hechos por la Universidad de Pensilvania sobre 2 figurinas fueron de ¡ 2 500 años antes de J.C. !
Algún día los detractores de Glozel( 1924 ) y de Acambaro ( 1944 ) tendrán que explicarnos cómo es posible fabricar objetos falsificados que, más tarde, serán sometidos a pruebas científicas rigurosas de fechado ( termoluminiscencia y carbono 14 ) ¡ desconocidas en la época de su descubrimiento !
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Historial sucinto de este descubrimiento y de su controversia…

El dogma actual es que los Dinosaurios desaparecieron TODOS hace 65 millones de años. ¿ Porqué habrían desaparecido todos, mientras que algunos mamíferos y prácticamente todos los reptiles sobrevivieron ?
Oficialmente, conocemos la existencia de los dinosaurios desde sólo un poco más de 2 siglos…
Por consiguiente, oficialmente, resulta imposible que hombres que vivieron hace 3 000, 4 500 e incluso 6 500 años, hayan podido describir y fabricar figurinas que representan animales que acabamos de descubrir ahora.
Respecto a este dogma, muchos descubrimientos, igual que el de Acambaro, son negados a pesar de las evidencias del fechado… porque no encajan con lo que se cree que sabemos. Prescindimos así de nuevos elementos capaces de hacer evolucionar nuestro conocimiento. Hasta ahí hemos llegado…

  • 1923, Waldemar Julsrud es el codescubridor de la civilización de Churicuaro, descubrimiento disputado por un coleccionista local, rival que se empeñará en desacreditarlo.
  • 1944, cerca de la colina del Toro, descubre varios millares de figurinas de cerámica de estilo desconocido.
    Se esfuerza en interesar a los científicos, se pone a disposición de los curiosos y de la prensa, con la cual comete un error. Ante la insistencia de las cuestiones, cederá, hasta el punto de revelar su propia teoría, la cual hará “poner el grito en el cielo” a todos los arqueólogos : según él, estas figurinas en donde se ven hombres en compañía de dinosaurios ¡ provienen de Atlántida !  !
  • Desde 1945 hasta 1946, Carlos Perea, responsable arqueológico de la región de Acambaro para el Museo de antropología de Méjico, presenciará varias excavaciones oficiales emprendidas por el Museo Nacional y el Museum americano de Historia Natural, durante las cuales se encontraron también figurinas de dinosaurios.
    A pesar de que los hallazgos de Julsrud no estén oficializados, no queda ninguna duda en cuanto a su autenticidad.
  • En 1952, el arqueólogo americano Charles C. Di Peso acude a Acambaro durante 3 días, y permanece durante 4 horas en casa de Julsrud.
    Convencido de la autenticidad de las piezas, quiere comprar algunas para su museo. Julsrud se niega porque nunca tuvo la intención de sacar provecho de su descubrimiento y no quiere ver su colección diseminada antes de ser examinada por los arqueólogos. Acaba de hacerse un nuevo enemigo. Di Peso encuentra entonces a un coleccionista rival para comprarle unas figurinas, pero este último no posee más que artefactos Tarascos. Para no perder la venta y sin duda para ajustar viejas cuentas, el vendedor cuenta al arqueólogo americano que todo el asunto es una mixtificación montada por Tinajero ( empleado de Julsrud ) y sus dos hijos.
    Di Peso se satisfacerá de esta explicación sin ninguna verificación. A su regreso, su reseña no sufrirá ninguna duda, todo el asunto no es nada más que una broma muy perfeccionada que engañó a Julsrud ( nadie se atreve a poner su honradez en duda ). En su artículo de abril de 1953 de American Antiquity, explica cómo llegó a esta conclusión : durante una excavación por Tinajero observó que la tierra había sido movida antes, y concluyó lógicamente que los artefactos fueron colocados para volver a ser descubiertos en su presencia. La explicación es muy diferente y será comprobada más tarde: Tinajero descubrió efectivamente el escondite, pero no tuvo tiempo suficiente para terminar un trabajo minucioso y para evitar su saqueo tapó el hoyo. Volvió con Di Peso, satisfecho de no defraudar al arqueólogo y sobre todo no hacerle perder el tiempo. El infierno está empedrado de buenas intenciones, según se dice…
    Di Peso asegurará estar convencido del fraude después del examen minucioso de cada una de las 32 000 piezas descubiertas en aquella época. ¡Y eso en un lapso de 4 horas ! Pretende haber examinado con meticulosidad 133 piezas por minuto! durante 4 horas sin parar ! no se trata de un arqueólogo sino de ¡ Supermán !
    Pretenderá que las piezas son falsas debido a la ausencia de residuos terrosos en los huecos. Julsrud se honraba simplemente con limpiarlas meticulosamente como lo habría hecho cualquier arqueólogo autentico. Por otra parte, y el hecho fue confirmado por testigos, las piezas que no habían sido limpiadas llevaban tales residuos, etc…
Tocamos aquí un punto importante de la historia cuando argumentos no científicos sobrepasan el verdadero desarrollo de una investigación honrada ; al no poder llevarse figurinas, decidió hechar el descrédito sobre el asunto por venganza, por despecho, para ¿ no poner en peligro su fama ?
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Nunca lo sabremos.
Las medidas científicas efectuadas menos de 20 años más tarde le contradirán. Sin embargo el mal está hecho, para cualquier arqueólogo clásico el “ pueblo de Julsrud ” no es más que una superchería y nadie se atreverá en adelante a examinar el asunto y arriesgar su carrera y su fama.
  • En 1954, el gobierno mejicano manda a un equipo de arqueólogos, conducido por el Dr Eduardo Noguerain, a investigar en el sitio y excavar en otro emplazamiento, en donde otras figurinas son halladas. Concluyen a la autenticidad del emplazamiento, y cumplimentan con entusiasmo a Julsrud, delante de numerosos testigos. Sin embargo, 3 semanas más tarde, en su informe, desmientan la autenticidad de las figurinas de Julsrud por causa de representaciones de dinosaurios, ¡Demasiado fantásticas para ser verdaderas !
Entre la verdad y una carrera arruinada, la elección es difícil para algunos… Y se arriesgan en negar sus propios descubrimientos…
  • En 1955, primera visita de Charles Hapgood (profesor de historia y antropología en la Universidad de New Hampshire ) en Acambaro durante la cual fijará los emplazamientos y presenciará las excavaciones. Se quedará convencido de la autenticidad del descubrimiento.
  • En 1968, segunda visita de Charles Hapgood en Acambaro para llevarse algunas muestras y someterlas a los últimos métodos fiables de fechado: el Carbono 14 y la termoluminiscencia.
3 muestras fueron entregadas al Laboratorio de Isótopos Inc. de New Jersey para ser fechadas con carbono 14 :
Muestra N°1 ( I-3842 ) :
3590 + 100
1640 antes de J.C.
Muestra N°2 ( I-4015 ) :
6480 + 170
4530 antes de J.C.
Muestra N°3 ( I-4031 ) :
3060 + 120
1110 antes de J.C.
  • En 1972, Arthur Young entrega otras muestras al laboratorio de la Universidad de Pensilvania para fechado por termoluminiscencia :
    Las fechas de estas muestras eran uniformes, alrededor de 2 500 años antes de J.C..
Estas medidas científicas son fiables. Por lo tanto ¿cambiaron los arqueólogos de opinión? No, porque se agarran a su dogma. ¡Imposible que los hombres hayan conocido los dinosaurios ! Y eso a pesar de la evidencia…
  • En 1978, 2 saqueadores son sorprendidos en flagrante delito de excavación salvaje cerca de la colina de la cabra. Detienen 3 300 figurinas entre las cuales dinosaurios. Estas figurinas les sirven de moneda a cambio de armas (¿los traficantes de armas se harían pagar con abalorio ? ). El Tribunal consideró que esos artefactos eran auténticos y los condenó a encarcelamiento.
  • En 1990, un arqueólogo independiente, Neal Steedy, eligió arbitrariamente, para excavaciones, un emplazamiento alejado del de Julsrud. Encontró unos cascos, pero ninguna figurina. Las pruebas al carbono 14 les atribuyeron una antigüedad de entre 4 000 y 1 500 años. Pero estos datos fueron rechazados y se proclamó que tales fragmentos no habrían podido permanecer más de 20 años en el suelo ( ¡ sic ! )
    Los vestigios de los Chupicuaros lo pueden, pero no los de Julsrud… 

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