La “alquimia sexual” es el proceso de transmutación de la energía
sexual en energía emocional y ésta en energía espiritual. La experiencia
erótica es muy diferente para alguien que solo se excita sin abrirse a
la capacidad de amar, a alguien que lo hace abriéndose al amor
incondicional y diferente aún a alguien que se excita, ama intensa e
incondicionalmente y además se conecta con un poder mas allá de sí
mismo. Esto permite entrar en un estado de éxtasis, un estado de gracia
en el que se funde con la fuente de toda creación y “desaparece de este
mundo”.
Este fenómeno le ha sucedido a algunas parejas aún sin proponérselo.
Cuando se logran mezclar estas tres energías primordiales, muchas
reportan que “perdieron conciencia del espacio donde se encontraban”, o
“como que entré en el no-tiempo y el no-espacio”. Algunas personas lo
han llamado estado de “black out”, porque no hay una percepción física
ni corporal, sino que se experimenta paz, armonía, quietud y plenitud
total. Los taoístas lo asocian al momento en que nos encontrábamos en
el útero de nuestra madre antes de nacer, un estado en el que no hay
pensamientos como tales, no han necesidades sin cubrir, solo hay paz,
armonía, plenitud y la sensación de conexión con el todo.
Es importante acabar con mitos tales como que “los hombres deben
tener ciertas actitudes dominantes, activas, machistas o agresivas y las
mujeres actitudes pasivas, sumisas, complacientes en todo lo que su
pareja solicite o demande, independientemente de si lo disfrute o no.
En diversas culturas que hombres y mujeres infrinjan estos roles puede
provocar malestar, incomodidad, intimidación y desconcierto .Lo cierto
es que en la intimidad erótica, todo es válido siempre y cuando se
cumplan tres reglas de oro: evitar hacerse daño a sí mismo, evitar
lastimar a terceros y que las prácticas sexuales sean consensuadas.
Desde el punto de vista del Tao, para expandir el placer en algo mas
allá del gozo focalizado en los genitales, se buscará equilibrar las
energías yin y yang durante la excitación. El objetivo consistirá en que
el placer se mantenga a “fuego lento”, esto es mantener el erotismo y
la excitación en períodos más largos de tiempo. Esto solo se logra
equilibrando “el fuego y el agua”, en oleadas de placer que van
creciendo hasta alcanzar estados de éxtasis, donde el gozo se mezcla con
espiritualidad, de eso se trata la alquimia sexual.
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