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l espectáculo fue anunciado por todos los medios. Un famoso cantante venía a la ciudad. “Un evento histórico, jamás visto”, decía
el mensaje comercial que transmitían constantemente, las veinticuatro horas.
Había
expectativa. Era el comentario en todas las casas, en los pasillos de
edificios públicos y entre quienes se sentaban en las sillas del
parque. Todos querían que llegara la fecha. Uno que otro miraba con
ansiedad el calendario, procurando encontrarse con que el día había
llegado.
¿El escenario? Un enorme estadio, a las afueras. Los propietarios aseguraban que su capacidad era de cinco mil personas. “Será
suficiente”, dijo el empresario de espectáculos.
Se vendieron
pocas boletas. Muchos de los otrora entusiasmados señalaban que la
boleta era muy costosa. Pero la gran sorpresa ocurrió el
sábado siguiente, cuando antes de la hora de iniciar la presentación
el cantante, se hizo arqueo. Solamente quinientos veinte tiquetes
vendidos, pero casi cinco mil espectadores.
¿Qué ocurrió?
Cuando fueron a comprobar, los organizadores encontraron que en la
parte posterior había un enorme hueco. Lo que antes era una
fisura, los curiosos y aquellos que no querían pagar la entrada, lo
abrieron de tal manera que cabían varias personas.¡Sin darse cuenta, se
habían colado decenas de personas!.
La historia
me llamó poderosamente la atención y mientras la recreaba en el
ordenador, no hacía menos que asociarla con lo que ocurre a
millones de personas en todo el mundo: unas de manera involuntaria y
otras conscientemente, abren puertas al obrar de Satanás. Cuando toman
conciencia, descubren que están poseídos o bajo el
asedio de las fuerzas de las tinieblas.
Buscando puertas de entrada
Desde siempre
las ceremonias secretas en las que hay iniciación en alguna enseñanza o
doctrina, han existido. Por eso era común ver
–avanzada la noche—cuando hombres y mujeres ingresaban furtivamente a
cuevas o lugares distantes de los centros poblados, para celebrar sus
ritos. Los participantes eran concientes de lo que
ocurría. No obstante, pocos sabían del tipo de actividades de las
que eran partícipes.
Hoy día más
que antes, es fácil vincularse a acciones ocultas. Al crecimiento de esa
vinculación creciente y exponencial al ocultismo,
contribuyen los medios de comunicación, cada vez más poderosos desde
la invención de la imprenta y en nuestro tiempo, con los avances
tecnológicos y la Internet.
El problema
es cuando Satanás gana espacios y progresivamente toma control de una
persona, hasta inutilizarla, impidiéndole pensar con
coherencia. Su voluntad y sus fuerzas quedan sujetas a sus obras de
maldad.
Hace cerca de cuatro mil años Dios exhortó a su pueblo y a nosotros ahora: “Y si alguien recurre a espíritus y adivinos, y se corrompe por seguirlos,
yo me pondré en contra de esa persona y la eliminaré de entre su pueblo.”(Levítico 20:6,
versión Dios habla hoy)
Estar
inmersos, deliberada o inconscientemente a las prácticas ocultistas, no
solamente trae maldición sino que abre puertas a Satanás y sus
huestes para que tengan “derecho legal” sobre las personas para poseerlas u oprimirlas.
En el libro
del Cantar de los Cantares, nuestro amado Padre celestial nos advirtió
sobre el peligro de dejar que pequeñas zorras entren en
los cultivos, y más grave aún: que se lo permitamos: “Atrapad las zorras,
las zorras pequeñas que arruinan nuestras vides, nuestras vides en flor.”(Cantares 2:15, RVR
1995)
Hay quienes,
en procura de lograr resultados, satisfacer sus deseos y anhelos o en
procura de poder sobrenatural, abren puertas al enemigo y
el Adversario, que busca la destrucción del género humano, no
desaprovecha la oportunidad.
Es hora de
hacer un auto examen a los espacios y puertas que abrimos al mundo de
las tinieblas, sabiendo que urge cortar toda posibilidad
para que siga ganando terreno y obtener la libertad, creyendo
firmemente lo que dijo el Señor Jesús: “–Si
os
mantenéis fieles a mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”(Juan 8:31, 32,
versión Dios habla hoy)
Identificar
puertas abiertas, y cerrarlas en el poder de Jesucristo, es una tarea
ineludible e impostergable. Es hoy, ahora, no podemos
esperar a mañana. Si algo no debemos es ignorar la realidad, negar
que hayamos abierto puertas a pesar de estar inmersos en el ocultismo,
creer que el problema es para los demás o encerrarnos en
la frustración y la sensación de imposibilidad.
Una auto evaluación necesaria
Es importante
que el ministro cristiano haga junto con la persona que recibirá
liberación espiritual, una evaluación para identificar qué
puertas pudo haber abierto al ocultismo.
Permita que,
con toda calma, se examinen todos los episodios de la vida para que no
queden cabos sueltos, y que se pueda averiguar
eficazmente con qué hábitos o prácticas pudo tener vinculación.
El siguiente cuadro esquemático le será muy útil en ese proceso de auscultación:
PUERTAS ABIERTAS PARA LA POSESIÓN DEMONIACA
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Por aceptación personal
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Entre los métodos comunes figuran: Canalización de espíritus, por búsqueda de espíritus guía, por aceptación personal de
posesión, prácticas de pecado deliberadas.
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Posesión por pecados transmitidos generacionalmente
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Pecados
ancestrales, Enfermedad mentales, Brujería, Pecados sexuales,
Relaciones sexuales fuera del matrimonio,
Homosexualismo, lesbianismo, Adulterio, Incesto,
abuso infantil, bestialismo, Sexo con los demonios, Pornografía
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Vinculación directa al ocultismo
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Astrología,
Necromancia, Brujería, consultar con el espíritus de familiares
muertos, Proyección Astral, Tablero De Ouija,
Maria Sangrienta, Elevación de la tabla, Bola De la
Magia Ocho, Encantamientos o maldiciones, Telepatía Mental, Cursivo
Automático, Trance, Guías espiritistas, Cartas de Tarot,
Levitación, Satanismo, Lectura de la palma,
Astrologia/horóscopos, Hipnosis, Magia blanca o negra, Calabozos Y
Dragones, Pactos de sangre o cortarse usted mismo, Objeto de
encantos o de la suerte como amuletos, Espíritus
sexuales (íncubos, subcubos), Artes marciales, Supersticiones, Nueva
Era, Masones, Cultos de la ciencia, Yoga Liebres Krishna,
Hinduismo, Budismo, Musulmanes, Otras religión o
cultos no-Cristianos, Juegos ocultos o violentos del vídeo y de
computadora, películas, TV, música
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Experiencias traumáticas
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Violaciones,
accidente, ataques de fieras, internación abrupta en un hospital,
abandono, maltrato o abuso sexual infantil y en
otras épocas de la vida. En todos los casos, hay una
experiencia con una carga emocional tan fuerte, que arrasa con el
aparato psíquico de la persona.
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Maldiciones
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Magia negra, magia roja, macumba, vudú o por maldiciones directas de los padres o alguien con relación familiar muy
cercana.
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Contaminación de los sentidos
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Drogas, pornografía, películas de terror o con demasiada violencia, rock pesada, música hinduista, lectura de material
violento o pornográfico, pensamientos de perversión sexual.
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Una vez
realizado un listado de las actividades ocultistas en las que la persona
pudo estar inmersa o bien, cuando hay certeza de la forma
específica como voluntaria o involuntariamente tuvo contacto con el
mundo de las tinieblas, es importante que renuncie a cada aspecto,
práctica o hábito. Es de suma importancia que lo haga de
manera conciente y voluntaria.
Lo más probable es que en el proceso Satanás le haga sentir
que el hombre o la mujer en
esa situación, jamás podrá escapar de sus garras; sin embargo son
estrategias de engaño y temor que procura infundir nuestro adversario
espiritual en aras de evitar que alguien, a quien por
muchos años ha mantenido atado, escape de su dominio.
No crea jamás
las mentiras y las amenazas del Adversario espiritual. Usted y yo somos
hijos de Dios y Jesucristo es nuestro capital.
Recuerde que en la Biblia leemos: “Hijitos,
vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo.”(1 Juan 4.4), y también: “Ninguna arma forjada contra ti, prosperará, y tú condenarás toda lengua
que se levante contra ti en el juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová: su salvación de mí vendrá», dice Jehová.”(Isaías 54:17)
Dios es quien
pelea nuestras batallas y por tal motivo, quien nos protege. Cuando
alguien renuncia al mundo de las tinieblas lo más probable
es que vengan ataques, pero son “estertores” de muerte del enemigo,
que está vencido y lo sabe muy bien, por la obra del Señor Jesús en la
cruz.
¿Qué ocurre cuando se abren puertas al enemigo?
Hemos
insistido que cuando se abren puertas al Adversario, él toma ventaja y
genera influencia demoníaca en la persona. Hay cuatro niveles
sobresalientes en este tipo de ingerencia de maldad sobre alguien
que permitió el ingreso de Satanás y sus huestes a su vida, de manera
voluntaria o inconsciente: la opresión, el tormento y la
enajenación.
El siguiente cuadro ilustra cada una de las categorías de influencia del mal sobre una persona:
TIPOS DE INFLUENCIA DEMONIACA
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Opresión
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Se presenta en creyentes y no creyentes. El enemigo busca vencer la residencia de la persona. Opera por tentación y
persecución. Se abren puertas a la influencia destructiva a través del pecado (Cf. 1 Pedro 5:8).
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Tormento
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El
demonio opera dentro de la persona, especialmente en alguna área
específica. Él es quien domina allí. Puede evidenciarse
con insomnio, aislamiento, sentimientos de
persecución, depresión, desasosiego, problemas sucesivos, inclinación al
suicidio. Es una situación permanente en su vida (Cf. Mateo
15:22; Marcos 7:29).
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Posesión
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La persona pierde control de sus pensamientos y acciones. (Ataques sorpresivos, sin explicación médica, pérdida de coherencia
y lucidez mental, desdoblamiento de la personalidad)
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Enajenación
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Posesión demoníaca completa: cuerpo, alma y espíritu. Pérdida total de dominio.
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Recuerde
siempre que identificar las puertas abiertas a las fuerzas de las
tinieblas, es fundamental para avanzar hacia la liberación de
espíritus. Es esencial que se produzca en la persona, de un lado
conciencia del peligro en que se encuentra, y de otro lado, la renuncia
voluntaria.
No podemos
dejar que siga avanzando la maldad en el mundo y en hombres y mujeres
por indiferencia o por asumir una actitud pasiva.
Usted y yo
somos hijos de Dios y soldados de Jesucristo. Él nos creó con planes
maravillosos, que escapan a todo nivel de comprensión; sin
embargo, fruto de las artimañas de maldad del enemigo, nos roba esas
bendiciones y es necesario poner un freno a su influencia.
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