Y le preguntaron A Caín, el viejo Padre:
"¿Por qué nos ordenas Que no
Abracemos
A aquellos que amamos?" Y Caín les dijo a ellos:
"El Amor es
la dulce lluvia Que lentamente cae De Aquél en lo Alto.
El Amor es
el Don De la vida. ¿No recordáis la Maldición De Ariel?
¿Que comeríamos
sólo cenizas,
Beberíamos sólo sangre? La sangre no es dulce lluvia,
Nuestra bebida Toma la vida".
Y los ojos de Caín Tomaron el aspecto
De las Visiones,
Y se detuvo, y habló: "Pero si alguna vez A uno de
nosotros
Un mortal nos da amor, Sin Ordenes, sin Temor,
Sin
compulsión alguna Un Amor es dado Libremente, entonces
Este Amor será
Como la gentil lluvia Incluso para el más bajo De todos nosotros.
Y
aunque jamás Deberemos Abrazarlo,
Éste nos alimentará Como si
cenáramos En la mesa de nuestro Padre,
Satisfacerá Nuestra más
profunda sed. ¡Pero escuchadme, Chiquillos míos!
Los Hijos de Seth,
siempre Nos odiarán una y otra vez,
Pues somos sus predadores, Somos
sus Señores,
Y ellos lo saben, En lo hondo de su alma. ¡No busquéis el
Amor Entre ellos!
No os lo darán. No seáis locos."
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