Dejadme contaros
Primera
amante de Caín,
Primera
esposa de Caín,
5 La
más dulce sangre,
La
más suave piel,
Los
más claros ojos.
Sola
entre sus nuevos hijos,
A
Ella[iii]
amó Caín.
10 Y Ella
desconocía su amor,
Girándole
la espalda.
Ni
regalos, ni sacrificios,
Ni
perfumes, ni plomas[iv],
Ni
bellos bailarines,
15 Ni
cantantes, ni bueyes,
Ni
esculturas, ni bellas ropas,
Nada
transformaría
Su
pétreo corazón
En
dulces frutos.
20 Y
Caín tiró de su barba[v],
Y
lloró sobre su cabello,
Y
erró por la naturaleza,
De
noche, pensando en ella.
Quemándose
por ella.
25 Y una
noche se encontró
A
la Bruja, cantándole
A
la luna.
Caín
dijo a la Bruja:
“¿Por
qué cantas así?”
30 Y la
Bruja contestó:
“Porque
suspiro por aquello
Que
no puedo tener...”[vi]
Dijo
Caín a la Bruja:
“También
yo suspiro.
35 ¿Qué
puede uno hacer?”
La
Bruja sonrió y dijo:
“Bebe
mi sangre esta noche,
Caín,
padre de Vástagos,
Y
vuelve mañana,
40 De
noche.
Entonces,
te mostraré
El
saber de la Luna”[vii].
Caín
entonces bebió
Del
desnudo cuello,
45 Y se
fue.
Bajo
la siguiente noche,
Caín
encontró a la Bruja
Durmiendo
sobre una roca.
“Despiértate,
Bruja”,
50 Díjole
Caín, “He vuelto”.
La
Bruja abrió un ojo
Y
dijo: “Estoy soñando
Con
tu solución.
Bebe
de mi otra vez,
55 Y
vuelve mañana, de noche.
Trae
un cuenco de cerámica.
Trae
un cuchillo afilado.
Tendré
entonces tu solución”.
Otra
vez más Caín bebió
60 La
sangre de la Bruja,
Quien,
inmediatamente,
Cayó
en profundo sopor.
Cuando
Caín volvió,
A
la siguiente noche,
65 La
Bruja lo miró,
Y
sonrió. “Felicidades,
Señor
de la Bestia[viii]”,
Dijo
entonces la Bruja,
“Tengo
el saber que buscas.
70 Toma
algo de mi sangre,
En
el cuenco que traes,
Mézclalo
con estas bayas,
Y
con estas yerbas,
Y
bébete el elixir.
75 Serás
irresistible.
Serás
potente[ix].
Serás
dominante[x].
Serás
ardiente.
Serás
candente.
80 El
corazón de Zillah
Se
fundirá,
Como
la nieve en primavera”.
Y
Caín bebió el elixir,
Pues
estaba enamorado,
85 De
Zillah, la de claros ojos,
Y
tanto deseaba su amor.
Y
la Bruja se rió,
Se
rió alto y claro.
¡Ella
lo había engañado!
90 ¡Ella
lo había atrapado!
Caín
estaba furioso,
Más
allá de todo límite,
Quería
desgajar a la Bruja,
Recurrió
a sus poderes
95 Para
obtener toda su fuerza.
La
Bruja se rió otra vez,
Y
dijo: “No lo hagas”.
Y
Caín no pudo hacer nada
Que
fuera en su contra.
100 La
Bruja se rió otra vez,
Y
dijo: “Ámame”.
Y
Caín no pudo hacer nada
Excepto
contemplar
Sus
ancianos ojos
105 Y desear
su curtida piel.
La
Bruja se rió y dijo:
“Hazme
inmortal”.
Y
Caín la Abrazó,
Y
ella rió de nuevo,
110 Rió
con en puro éxtasis
Del
Abrazo,
Pues
no le dolió.
“Te
he hecho poderoso,
Caín
de Enoch, Caín de Nod,
115 Pero
siempre estarás atado
A mí.
Te
he hecho señor de todos,
¡Pero
jamás me olvidarás!
Tu
sangre, potente como es,
120 Ahora
atará a quien la beba,
Al
igual que tú hiciste,
Una
vez cada noche,
Durante
tres noches.
Serás
el señor,
125 Serán
tus esclavos,
Como
tú eres el mío.
Y
aunque Zillah te amará,
Como
tú deseaste,
Tu
me amarás, para siempre.
130 Ve
ahora, y reclama
Tu
amada concubina.
Yo
te esperaré
En
los lugares más oscuros,
Mientras
preparo más pócimas
135 Para
tu salud”.
Y
así, muy deprimido,
Caín
volvió a Enoch,
Y
cada noche,
Durante
tres noches,
140 Zillah
bebió de su Sire,
Aunque
no lo supo.
Y,
la tercera noche,
Caín
anunció
Que
se casaría[xi]
con Zillah,
145 Su mas
dulce Chiquilla,
Y
ella aceptó.
[i] N. de T.: He traducido
cuento porque me ha parecido el término más apropiado. Sin embargo, no hay que
pensar en él como un cuento infantil, apenas con valor por sí mismo, sino en un
texto narrativo parabólico.
[ii] Zillah, a veces traducida como Sylah. Este Cuento está traducido desde
un texto original mucho más influido por el folklore. Una versión de este
cuento sigue siendo contada por algunos de los Vástagos más ancianos de Rusia,
y tengo razones para creer que ha arraigado de algún modo en la cultura popular
rusa (N. de T.: Según la Biblia [Gn
4, 19], Zillah es esposa de Lémec, junto con Ada, y no de Caín).
[iii] Hay que recordar que entre los Vástagos no hay ningún tipo de tabú
“incestuoso” para con la sangra de tu chiquillo. Además, esto es quizá un
indicativo del comportamiento de los Matusalenes: a menudo crean chiquillos
para alimentarse de ellos.
[v] Un escandaloso modismo mal traducido, pero uno que creí tenía
importancia literaria: ¡Imaginad a Caín, con una barba larga y espesa tirando
de ella! Esta es quizás la una descripción del aspecto físico que poseemos de
Caín, y su origen es dudoso.
[vi] Esta Bruja es un misterio para los arqueólogos que intentan establecer
el origen de esta historia. Yo tengo la sensación de que la Bruja es una
especie de chamán/hechicera/sacerdotisa quien quizás sabía algo a cerca de Caín
gracias a su relación con un demonio o algún otro tipo de espíritu familiar.
Manteniéndose firme en su paradigma alegórico, Beckett sugiere que debe
tratarse de una metáfora de la atracción que sentimos por la sangre y el
control que tiene sobre nosotros (N. de
T.: Tanto la atracción como la sangre).
[vii] Otra clave: está relacionada con la Luna. En un principio creí que sus
orígenes eran los de un Lupino chamán, pero aprendí de mis amigos Gangrel que
no suelen alterar sus conjuros de ese modo.
[viii] Otros han traducido en este fragmento el título de Caín como “Señor de
la Furia de la Sangre” (N. de T.: el
original inglés es, para quien le interese, Master
of the Blood Fury.)
[ix] N. de T.: Comparando esta
palabra con los otros calificativos que recibe Caín de boca de la Bruja, sólo
puede ser interpretada con un significado sexual. Sin embargo, es de todos
sabido que los vampiros pierden el apetito sexual cuando son Abrazados por el
deseo de la sangre. Supongo que utiliza este término únicamente para dar
énfasis a los beneficios que obtendrá Caín al beber el elixir.
[xi] En Enoch, el matrimonio entre Vástagos era común. He leído fragmentos
del “Himno de Amor a Zillah” que me han llevado a creer que conllevaba la
posesión específica de los esclavos y de la propiedad, al igual que ciertos
privilegios, como la habilidad de invocar temporalmente el poder del cónyuge.
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