sábado, 28 de enero de 2012

Vengan y vean..........


Lilit



Vengan y vean. De la grieta del gran abismo, arriba, vino cierta hembra, el espíritu de todos los espíritus. Su nombre: Lilit.
Y en el mismo comienzo existió con el hombre. Cuando Adán fue creado y su cuerpo había sido terminado, mil espíritus del lado izquierdo se reunieron alrededor de él. Todos querían ganar la entrada a su cuerpo, pero no podían; al final el Santo, bendito sea, los increpó. Así pues Adán yacía, cuerpo sin espíritu; tenía una palidez verdosa y todos estos espíritus revoloteaban a su alrededor. En ese momento una nube descendió y los alejo a todos. En relación con este momento está escrito: “Dijo Dios:’Produzca La tierra almas vivientes’” (Génesis, 1:24). Ya hemos explicado que la hembra quedó preñada por el macho en el alma de adán y produjo el espíritu compuesto de dos lados, como debía de ser, para que pudiera ser infundido en Adán. Este es el significado de “sopló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente” (Ibíd., 2:7)—un alma en verdad viviente. Quienquiera que tenga dudas acerca de esto porque no sabe si se refiere  a la vida de abajo o a la vida llamada “Israel”, o si es macho o hembra, debe observar que no dice “el ser viviente”, sino “un ser  viviente”, sin determinación, lo que puede significar todo. Cuando Adán se levantó su esposa estaba unida a él por un lado; el alma santa que se encontraba en él se extendía por este lado y por el otro, y nutría a ambos porque en ambos estaba comprendida. Posteriormente el Santo, bendito sea, dividió a Adán y preparó a su hembra. Éste es el significado de “Y procedió Yahveh, Dios a construir de la costilla que había tomado del hombre una mujer” (Ibíd. , 2:22). “La costilla” es algo que hemos explicado antes, tal como aparece en Éxodo (26:20): “Y para el otro lado del tabernáculo, el lado del norte…”[1]. Y : “Y  a traérsela al hombre” (Génesis. , 2:22), ataviada como una novia para el pabellón nupcial.
  Cuando Lilit vio esto, huyó. Ahora está en las ciudades del mar y todavía se empeña en hacer daño a la humanidad. Cuando el Santo, bendito sea, destruya la perversa Roma y la convierta en eterna desolación traerá a Lilit y la establecerá en las ruinas, que estarán desoladas para siempre. Éste es el significado de “allí la chotacabras ciertamente tendrá reposo y hallará para sí un lugar de descanso” (Isaías, 34:24).[Zohar III, 19 a]
“Y pasó Dios a decir:’Lleguen a haber lumbreras en la expansión de los cielos…’” (Génesis, 1:14). “Lumbreras” o “Luceros” están escritos de manera defectuosa al significar que la asfixia fue creada para los bebés. Después de que se ocultó la iluminación del primer lucero, se creó una concha para la parte central[2]  y esta concha se extendió y produjo otra concha.[3] Cuando surgió, ascendió y descendió y llegó a “los pequeños rostros”,[4]  quiso unirse a ellos y tomar forma dentro de ellos y no abandonarlos jamás. Pero el Santo, bendito sea, se la llevó de ahí y la trajo al mundo inferior cuando creó a Adán, para que regulara este mundo. Cuando vio a Eva, que estaba ligada a la espalda de Adán y cuya belleza era como la de los reinos superiores, cuando vio su imagen perfecta, se alejo volando de ahí y deseó, como al principio, unirse a los “pequeños rostros”. Los guardianes de las puertas celestes no les permitieron acercarse. El Santo, bendito sea, se lo reprochó y la mandó a las profundidades del mar, donde habitó hasta que Adán y Eva pecaron. Entonces el Santo. Bendito sea, la extrajo de las profundidades y ahora reina sobre todos los niños, los “pequeños rostros” del género humano, que merecen ser castigados a causa de los pecados de sus padres. Ella va de un lado a otro en el mundo y llega al terrenal Jardín del Edén y habita ahí al lado de una espada flamante, porque tuvo origen en ese lado de la flama. Cuando la flama da vuelta, ella vuela y atraviesa el mundo para encontrar niños que deban ser castigados; les sonríe y los mata. Esto sucede con la luna menguante, ya que la luz disminuye. Y este es el sentido de me´orot (lumbreras, luceros). [Zohar I, 19 b]
  El secreto de los secretos: de la fuerza del medio día de Isaac,[5] pero también del abrigo de las vides,[6] brotó un retoño desnudo que comprendía tanto al macho como a la hembra, como un lirio rojo, y se extendieron en varias direcciones, por diversos caminos. El macho se llama “Samael” y su hembra[7] está siempre incluida en él. Así como en el lado de la santidad hay macho y hembra, de la misma manera en “el otro lado” hay macho y hembra, incluidos el uno en el otro. A la hembra de Samael se le llama “serpiente”,”mujer de prostitución”, “el final de la carne”, “el final de los días. Dos espíritus malignos están unidos entre sí. El espíritu masculino es bueno;[8] el espíritu femenino se extiende en varias direcciones y por diversos caminos, y está unido al espíritu masculino.
Ella se llena de adornos, como una abominable prostituta, y espera en las esquinas de las calles y avenidas para atraer a los hombres. Cuando un tonto se le acerca lo abraza y besa, mezcla su vino con veneno de serpiente para él. Cuando él ha bebido se desvía hacia ella, y cuando ella ve que él se ha desviado del camino de la verdad se quita todos los adornos que se había puesto por este tonto.[9]
He aquí las galas que utiliza para seducir a la humanidad: tiene el cabello largo, rojo como un lirio; la cara blanca y rosada; seis pendientes le cuelgan de las orejas; su cama está hecha de lino egipcio; rodean su cuello todos los ornamentos del Este; su boca está formada como una puerta pequeñita, embellecida con cosméticos; tiene la lengua aguda como espada y sus palabras son suaves como el aceite; labios hermosos, rojos como lirios, endulzados por todas las dulzuras del mundo. Está vestida de púrpura y aderezada con treinta y nueve adornos.
Este tonto se desvía hacia ella, y bebe del vaso de vino, y comete prostitución con ella, completamente enamorado. ¿Qué hace ella? Lo deja dormido en la cama y asciende a los reinos superiores; lo acusa, adquiere autoridad[10] y desciende. El tonto despierta pensando en solazarse con ella como antes, pero ella se quita sus galas y se convierte en una feroz guerrera que se enfrenta a él vestida con una túnica de llamas. Una visión horrenda que aterroriza tanto al cuerpo como al alma: llena de ojos espantosos y en la mano una espada afilada con gotas de veneno suspendidas. Mata al tonto y lo arroja al Gehinom.

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