La Séptuple Maldición
Cuando Lilith hablo le ordenó a Lamec
que anotara al final de sus palabras una
advertencia para el sabio.
“Maldita sea la cabeza del escriba que
altere un solo ápice o carácter de estas verdaderas
palabras. Su rostro será deformado y los hijos de
sus partes no lo conocerán.”
“Siete veces maldita sea la cabeza del mercader que
venda estas palabras por oro en la plaza del mercado.
Él será vendido como esclavo y su nombre
perderá su lustre.”
“Siete veces siete sea maldita la cabeza del incrédulo
que dañe estas palabras por fuego o agua o por
desmoronamiento de tierra. Por ese mismo poder
habrá de sufrir tormento y una vergonzosa muerte.”
“Bendita sea la cabeza del escriba que trasmita con
diligencia estas palabras. Él será reconocido en su
vejez y sus hijos le honraran.”
“Siete veces bendita sea la cabeza del estudioso que
estudie estas palabras con reverencia. Su nombre
perdurará y sus enseñanzas fructificarán.”
“Siete veces siete sea bendita la cabeza del santo
varón que rescata estas palabras de la destrucción.
Él vivirá por siempre y su memoria será honrada
entre los sabios.”
Lamec anoto las palabras de advertencia que Lilith
le había dicho.
Y yo, Solón de Alejandr ía, he copiado todas las
palabras fielmente de los carácteres angélicos para
consuelo de mi soledad. Que la bendición de la
Madre Celestial descienda sobre mi cabeza. Amén.
Fin del Liber Lilith
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