¡Quieto! ¡Escucha del cuervo
El planto! Y la quietud
Del viento, abrasadora,
Se alza sobre las calles.
Las altas torres esconden
La oscuridad del día.
Cuando se hagan realidad
Los süeños de Lasombra,
El día en que la luna
Se deslice como sangre
Y el sol se alce negro en el cielo;
Éste, sin duda, será
El día de los Condenados,
Cüando se alzarán
De Caín todos los hijos.
Y el mundo quedará frío,
Y el suelo escupirá,
Hirviente, mugrientos entes;
Grandes tormentas caerán,
Fuegos encenderá el rayo;
Cubrirá a los animales
Una pléyade de úlceras;
Sus cuerpos caerán, quebrados.
Entonces, nuestros Abuelos
Se alzarán de la tierra.
Romperán ellos su ayuno
En de nos la prima parte.
Nos consumirán por completo.
Será en el segundo día
Cuando volverá Caín,
Llamando a sus Chiquillos
Para poder encontrarse
En el lugar acordado,
En la Primera Ciudad.
Y los llamará por señas
Desde su trono de basalto.
Y Caín dirá en voz alta
Los nombres de quien se debe
Destruir, pues grandes son
Los crímenes cometidos.
Y, a quienes consumieron
La sangre del corazón
De sus sires, se llevará
Frente al Trono Negro,
Y beberán de Caín
La sangre. Y la sangre
De Caín comerá su sangre.
Traerán a la misma
Madre Oscura, y allí,
En el valle de Enoch,
Habrá üna batalla,
Un duelo del Padre Oscuro
Contra la Madre Oscura.
La Reina-Demonio morderá,
Y el Rey Condenado aún más.
No sabemos qué pasará,
Pero el cielo llorará,
Y la tierra bajo dél,
Y las fuerzas infernales
Correrán a raudales,
Liberados de la tierra.
Y en el día tercero
El silencio reinará;
Cuervos comerán carroña;
Las plagas danzarán
En medio de las ruinas;
Y los últimos Salvajes
Dejarán este lugar;
Las últimas de las Bestias
De la Luna lucharán,
Y caerán; y un imperio
De sangre harán para sí
Los Antediluvianos.
Con espolones de acero
Sus tierras regirán,
Arrancarán corazones
De lo que aún viva,
Y todo lo que sobreviva
Vendrá y vivirá
En la Última Ciudad,
La ciudad de Gehenna.
Se instaurará un reino
De ün millar de años.
Y no habrá ni amor,
Ni vida, ni compasión.
Los poderosos, esclavos;
Los virtuosos locos serán.
Todos los dones buenos
Corrompidos serán
Por quien cuyo poder
Venga de los infernales
Reinos, será el Padre
De toda Oscuridad.
Cuando las nieves consuman
Toda extensión de tierra,
Cuando el sol palidezca
Como una vela en el viento,
Entonces, y sólo entonces,
Una mujer nacerá,
La última hija de Eva,
Y en ella se escribirá
El destino de todos.
Pero no conoceréis
A esta mujer, excepto
Por tener tatuada
En su cuerpo la marca,
La marca de la Luna;
Su rostro verá el dolor,
El odio y la traición,
Pero en ella reside
La última esperanza.
Y podréis reconocer
Estos tiempos por el tiempo
Que rija la Sangre Débil,
Incapaz de Engendrar;
Y los conoceréis
Por aquellos Sin-Clan,
Quienes vendrán a regir;
Y los conoceréis
Con el nombre de Salvajes,
Que caza nos darán
Hasta en la mayor ciudad;
Y los conoceréis
Al despertar los Antiguos,
Al alzarse la Bruja
Y consumir a todos;
Y los conoceréis,
Pues una mano negra
Alto se levantará,
Y estrangulará
A quien se le oponga,
Y aquellos que ingïeren
La sangre del corazón
Se volverán prósperos,
Y todos los Vástagos
Con los suyos se unirán,
Y la Sangre será rara,
Tanto como los diamantes.
Observad estas señales,
¡Acercándose están!
La Gehenna será
Sobre la faz de la Tierra.
Observad la sombra que vuela,
Observad el dragón que se alza,
Observad la oscuridad
Que lenta se desliza,
Observad la sombra de luna,
Observad el ángel que muere,
Observad la virgen que llora,
Observad los nuevos chiquillos,
Observad los Sin-Clan que corren.
Entonces habrá un tiempo,
Cuando el Sire expulse al Chiquillo,
Cuando abandone al Chiquillo
A la merced del sol;
Y no habrá perdón
Para aquellos Sin-Clan,
Mestizos aunque encuentren
Sus Sires olvidados;
Sobre los odiosos Sires
Caerá la maldición
De Ariel, la maldición
Que proviene de Caín,
Pues será la maldición
De los cazadores cazados.
Aquellos de entre los Sin-Clan
No tendrán senda a seguir,
Ni familia que nombrar,
Ni generación que abrazar,
Ni tradiciones que cumplir,
Ni costumbres que dar,
Ni hospitalidad que ofrecer
¿Por qué creáis estos huérfanos?
¿Por qué los dejáis en la calle?
Ellos son la oscura semilla
De nuestra pedricïón,
Ellos se ünirán
Con aquellos que nos odian,
Ellos seguirán los pasos
Del Chiquillo de Brujah,
Ellos harán que la sangre
Rauda y roja se deslice,
Ellos occirán los muertos,
Ellos comerán nuestra especie,
Ellos golpearán
Y gritarán a nuestras puertas,
Ellos llorarán alto
Pidiéndonos justicia.
Sin-Clan, todos,
Destruirán nuestros muros.
Sin-Clan, todos,
Conocerán caminos secretos.
Sin-Clan, todos,
Son el sucio logro de Lilith.
Sin-Clan, todos,
Justo han Despertado.
Sin-Clan, todos,
¡Ni familia, ni símbolo,
Ni lealtad ni antiguo!
Cuidaos de quienes andan
Sin un Clan que los proteja,
Pues serán nuestra perdición.
¡Pobres! Adoptad los huérfanos
Siempre que podáis hacerlo,
Pero vigiladlos bien,
Ya que en su interior
Germina la semilla
De la maldad de su Sire.
No hay comentarios:
Publicar un comentario