martes, 31 de enero de 2012

Breve Historia del Sabbat.


      Entre los siglos XIII y XIV los chiquillos del clan Lasombra se volvieron contra sus ancianos cometiendo amaranto sobre sus sires. Viendo el éxito de una empresa tan alocada, los Tzimisce les imitaron rebelándose contra el sin par yugo bajo el que sus ancianos les mantenían. Aunque según algunos, curiosamente hubiesen sido los Lasombra quienes copiaron la rebeldía de los Tzimisce, y no al reves, pero parece asumido que fueron los Lasombra quienes iniciaron el alzamiento.Habiendo sido destruidos Lasombra y Tzimisce en persona por su propio clan, en otros clanes surgieron individuos que se rebelaron contra su clan, formando los denominados anti-tribu.Los intentos (y éxitos) de amaranto a lo largo de Europa trajeron la atención de los mortales y la iglesia, y los vampiros fueron perseguidos y quemados muchos de ellos en la hoguera. Hardestadt, un Ventrue, inició un movimiento político que desembocó en la firma de la Convención de Thorns en 1493, creándose la Camarilla. Temiendo el poder de los ancianos de la recién nacida Camarilla (que afirmaba tener autoridad sobre cualquier cainita existente, partidario de ella o no) muchos rebeldes volvieron con la cabeza gacha prefiriendo las represalias a destinos peores. Este concilio (la Camarilla) fundó las seis tradiciones de Caín, y puso fin a la colaboración que los rebeldes mantenían con el clan Assamita, pues este clan había colaborado con los rebeldes dando caza a otros vampiros movidos por su adicción a la vitae vampírica. Como parte de este tratado, el grueso del clan se sometió “voluntariamente” a un ritual lanzado por Tremere y sus 7 discipulos (el consejo de los 7 del clan Tremere) por el cual los Assamitas quedaban incapacitados para realizar amaranto, a cambio de lo cual, los antiguos de lo que ahora era la Camarilla se comprometían a cesar en sus ataques contra su fortaleza de Alamut en Oriente Medio. (Si bien algunos Assamitas renegaron de este pacto y se unieron a los rebeldes como anti-tribus). En lo sucesivo, los rebeldes que se mantuvieron firmes en su decisión de combatir a los antiguos comenzaron a usar el termino Sabbat para referirse a pequeños grupos de nunca más de una decena de vampiros que se mantenían unidos a través del tiempo. Venciendo la Camarilla en Europa, los rebeldes en general emigraron al Nuevo Mundo, donde los antiguos nunca habían pisado. Abrazando sus ideales de libertad, en el Nuevo Mundo estalló una guerra interna entre los rebeldes (que ya usaban el termino Sabbat para referirse a los opositores a La Camarilla) causada por aquello de querer cada vampiro todas las libertades para si, chocando siempre su libertad con la de otros. En medio de estas luchas internas, la Camarilla entró en el Nuevo Mundo y se hizo fuerte. Sorprendido el Sabbat con la guardia baja. Nuevamente fueron derrotados por los antiguos. Negándose a fracasar, los rebeldes miraron hacia dentro viendo claramente cual había sido su error: la desorganización. Así que en 1803 se redactó el acuerdo de la compra (llamado así porque en ese mismo año Thomas Jefferson compró Luisiana a los franceses) momento cumbre en la historia de la secta, pues aparece el Sabbat como institución y se forja un espíritu de hermandad y “todo por la causa, la causa lo primero”. Aparecen los ritae, muchos de ellos influenciados por las tradiciones nativas americanas, pero todos ellos emanando directamente de los Tzimisce, corazón del Sabbat en ese aspecto. De todas formas, habiendo básicamente perdido toda América por su descuido excepto Canadá y México ante la Camarilla, Lasombras y Tzimisce se culparon mutuamente y estalló la segunda guerra interna entre los Sabbat. Nuevamente, en 1933, el Sabbat recapitula sobre su forma y redacta el código de Milán (introduciendo el concepto de ley en la caótica organización amante de la anarquía) en New York, ciudad que a pesar de sus intentos la Camarilla no había logrado arrebatarles. El código de Milán abre lo que es el Sabbat actual. De cualquier forma, estalló una tercera guerra interna en el Sabbat (la más breve de todas, únicamente 100 noches de gore y sangraza). Estalló un tumulto de los Brujah antitribu en New York contra la unidad de los líderes del Sabbat, Tzimisces y Lasombra, que fracasó pero enemistó a los brujah antitribu con la secta. No pudiendo permitirse esto, el Sabbat reconoció a los caitiff (vampiros que ignoran a que clan pertenecen) el status de clan por derecho propio, tras muchos años de reivindicaciones por parte de su líder político Joseph Pander, otorgándoles el nombre de clan Pander, conocedores del aprecio de sus brujah por estos “desechos” y esperando ganárselos así nuevamente para la secta. La idea funcionó y en solo 100 noches todo estaba arreglado. Por tanto, aunque la camarilla ve / hace ver al sabbat como un aquelarre de vampiros salvajes, inhumanos y caóticos armados con armas de fuego y motosierras, partidarios de la anarquía y la ruptura de La Mascarada, que noche tras noche buscan cometer diablerie como adictos, y realizan ritos infernales, la realidad no es esa. Ciertamente los Sabbat son más inhumanos que la Camarilla, y caminan mucho menos entre el ganado, y ciertamente, no siguen las preciadas tradiciones de la camarilla (aunque a la hora de la verdad los Sabbat astutos reconocen la bondad de La Mascarada cuando es necesario) pero son (en su mayoría, pues a veces la Camarilla está en lo cierto) realmente rebeldes que ven como los antiguos manipulan a la estirpe a su antojo esperando el día de Gehena, en el que los Antediluvianos saldrán de su letargo y saciarán su sed con mortales y vástagos. El sabbat ve lo que los antiguos pretenden hacer, arrojar a sus chiquillos a los antediluvianos con la esperanza de negociar ellos su propia salvación, y se rebelan contra ello con fervor Brujah. Para los verdaderos Sabbat, la causa es lo primero, amantes la libertad, revolucionarios, pero al final................marionetas como todos ??? 


 
 Un poco de Ambientación.
  Historia de la Estirpe
 Los vampiros han existido durante siglos y siempre han dado la apariencia de inmutables a los ojos mortales. Incluso la sociedad ha sufrido evoluciones, conflictos y refriegas.
 Caín y las Primeras noches
De acuerdo con el mito de los Vastagos, el primero de ellos fue Caín, el primer asesino, que por el crimen que cometió, fue maldito por Dios y transformado en vampiro. Exiliado de su gente, Caín se vio forzado a vagar por los límites de la civilización, atemorizado por el sol y sediento de sangre. En su soledad, Caín encontró a una poderosa hechicera llamada Lilith, la primera mujer de Adán. Ella le enseñó como utilizar su sangre para realizar magia poderosa (de hecho, unos cuantos herejes dicen que fue Lilith, y no Caín, el Primer Vampiro). Lilith enseñó a Caín muchas cosas entre las cuales estaban las de usar su sangre para invocar poderes místicos, y para crear a otros como él.
  La Segunda Generación y la Primera Ciudad
 Después de muchos años, tal vez décadas, Caín vagó solo en el todavía joven mundo. Finalmente alcanzó un lugar donde el hombre tenía establecido un pueblo o ciudad, La Primera Ciudad.  Haciendo uso de sus poderes, se hizo a sí mismo Gobernador de esta ciudad. Por un largo periodo gobernó y los mortales eran felices. Pero Caín llegó a ser víctima de la misma aflicción que incontables veces fueron otros cainitas innumerables veces, Tristeza. Tres chiquillos hizo Caín y sus nombres fueron envueltos por el Mito, todavía estos son los mas aceptados: Enoch, Zillah e Irad. Ellos crearon su propia Progenie, la Tercera Generación, y pronto amenazaron con la superpoblación de vampiros a los mortales. Mortales e Inmortales convivieron juntos por años, pero los vampiros consideraban a los mortales como sirvientes, no como iguales; esto fue algo que Caín no aprobaba. Todo estaba en calma en los Dominios de Caín hasta que una Gran Inundación destruyo la ciudad, junto con muchos de los habitantes, incluidos mortales e inmortales.
 Los Antediluvianos y los Clanes
Caín desapareció en el desierto, para no saberse nada más de él. Los tres vampiros de la Segunda Generación desaparecieron, de igual forma, en las neblinas de leyendas. Pero los 13 hijos de los de la Segunda generación, libres de ataduras, comenzaron a crear nuevos vampiros irresponsablemente. Se les terminó por conocer como Antediluvianos, y sus chiquillos creados a su imagen, heredaron sus dones y maldiciones magicas. Fue así como los clanes se formaron.
 La Edad Oscura
 Los clanes se expandieron por todo el mundo sembrando discordia y miseria. Aunque cada sucesiva generacion de vampiros era mas débil que la anterior, consiguieron este malestar por su cada vez más elevado número. En los zigurats de Babilonia, en los palacios de Creta, en los tribunales de Roma, los vampiros han gobernado como sombríos tiranos, utilizando siempre a los mortales como comida e inconscientes soldados. Vampiro luchó contra vampiro, clan contra clan, y así, desde las antiguas rivalidades de la Primera Ciudad, nació la gran Yihad, que todavía se está librando. Los Vástagos cometieron sus peores crímenes durante la temprana Edad Media. Durante este periodo, la mayoría de los vampiros gobernaron de forma abierta, asfixiando bajo su nocturno control tanto al campesino como al señor feudal. La población vampírica alcanzo niveles desorbitantes, y en aquella época dió la impresion de que los vampiros dominarían para siempre.
La Revuelta Anarquista
 De nuevo no pudo durar. Los Hijos de Caín, en su propia arrogancia, comenzaron a hacer alarde de su poder. Los aterrorizados campesinos hablaron de los monstruos que habitaban entre ellos, y la Iglesia comenzo a escuchar. Las noticias de algunos asustados clerigos dio como fruto a una frenética Inquisición, y los vengativos humanos se alzaron en una oleada de sangre y fuego. Aunque de manera individual son mucho más poderosos que los mortales, incluso el más poderoso vampiro no pudo resistir frente al gran número de humanos; vampiro tras vampiro fueron arrastrados fuera de sus guaridas y expuestos al fuego y a la luz del sol.  En esta agonía, un flujo de revueltas azotó a los Hijos de Caín. Los vampiros más jovenes, que habían sido utilizados como carne de cañón por aterrorizados antiguos con tal de defenderse de la Inquisición, comenzaron a alzarse contra sus sires. En Europa del Este, un grupo de vampiros aprendió a romper las ataduras místicas que los unían a sus progenitores. El continente entero se agitó bajo una nocturna revuelta, tan pronto como los rebeldes hijos se iban librando del yugo de sus amos. La Inquisicion y la revuelta de los vampiros "anarquistas" hicieron creer que la Estirpe no sobreviviría. Y de esta manera, en el siglo XV, se convocó un concilio. Siete de los 13 clanes se unieron en una organizacion bautizada como la Camarilla. Gracias a su superioridad numérica, la Camarilla consiguió vencer a los anarquistas y sus integrantes aceptaron convivir tras una gran Mascarada. Los señores de la Camarilla decretaron que jamás los vampiros volverían a gobernar de forma abierta. "Tendremos que escondernos entre los mortales, y ocultar nuestra naturaleza de nuestras presas, y en unas pocas décadas, sólo nos recordarán como mitos." Así pues, nació la Mascarada, y la Inquisición empezó a olvidar gradualmente su objetivo original. Aquellos anarquistas que no se unieron a la Camarilla, fueron expulsados a tierras desoladas, de las cuales emergerían más tarde como el temido culto Sabbat. Con el descubrimiento del Nuevo Mundo y el amanecer de la ciencia, la humanidad fue olvidando progresivamente a los Vastagos, relegándolos al estatus de leyendas infantiles. Pero, aunque ocultos, los vampiros seguían siendo una realidad. Las guerras de la Yihad crecieron, aunque las noches de guerra abierta fueron reemplazadas por repentinas emboscadas y la manipulación de peones humanos. Tejiendo sus telas a lo largo de las crecientes ciudades, los Vastagos cambiaron sus antiguos juegos por otros más metódicos, pero no por ello menos mortales.
 La Gehenna y las Noches Actuales
 Y las guerras continuaron durante siglos, y todavía lo hacen. La Yihad ruge como siempre lo ha hecho, aunque los castillos son suplantados por rascacielos, y las espadas y antorchas se convierten en ametralladoras y misiles, y los cofres llenos de oro son sustituidos por valores del Tesoro... el juego sigue siendo el mismo. Vástago lucha contra Vástago, clan contra clan, Camarilla contra Sabbat, y así lo han hecho durante eones. Los enfrentamientos vampíricos que nacieron bajo las noches de Carlomagno, terminan ahora en las calles de Nueva York; un insulto susurrado en la corte del Rey Sol puede verse contestado con una toma corporativa en SaoPaolo. Las abultadas ciudades proveen de incontables oportunidades para alimentarse, traficar con el poder y para la guerra.  Cada vez más, los vampiros hablan de la Gehenna, la largamente profetizada noche del apocalipsis, cuando los más antiguos de los vampiros: los míticos Antediluvianos, emergerán de sus ocultas guaridas para devorar a todos los jóvenes. Esta Gehenna, tal y como dicen los Vastagos, será el presagio del fin del mundo, y tanto vampiros como mortales serán consumidos en una inexorable oleada de sangre. Algunos intentan prevenirla, otros la aguardan de manera fatalista, y hay quien incluso la considera un mito. Sin embargo, los que creen en ella aseguran que el final está muy cerca, quiza sólo sea cosa de años...
Las Generaciones.
 Cuarta y Quinta.
 Se conoce a estos vampiros por el nombre de Matusalén, ya que son tan poderosos y reservados como los Antediluvianos. Muy pocos de los Matusalenes siguen activos, y menos, si su Vitae es el objetivo de muchos de los vástagos mucho mas jóvenes. Algunos rumorean, que están en Sopor, mientras que otros murmuran que los Líderes del Circulo Interior y el Sabbat, tienen como miembros poderosos Matusalenes.
Sexta, Séptima y Octava.
 Los jugadores visibles y mas conocidos de la Yihad, son miembros de estas generaciones, manejan gran poder e influencia, esto les hace ser los primeros peones para los Matusalenes y Antediluvianos. Son lo bastante poderosos como para creer que pueden resistirse a los manejos de sus mayores, sin saber, que ellos mismos son los peones. Así como la mayoría de los cainitas de estas generaciones tienen al menos unos siglos de antigüedad; los jóvenes se refieren a ellos como Antiguos.
 Novena y Décima.
 Los Vástagos de la Novena y Décima Generación viven una no-vida peligrosa, mas experimentados y ancianos que los neonatos o ancillaes, pero mas débiles y jóvenes para ganar influencia y poder que sus Antiguos. La mayoría fueron creados en la era moderna y, por ello, el temperamento de los Vástagos mas viejos les es ajeno.
 Undécima, Duodécima y Decimotercera.
  Muy pocos de ellos tienen unas décadas, tal vez una centuria como mucho. Siguen siendo criaturas poderosas, pero los dones especiales de la sangre de Caín (los poderes y aptitudes únicos) rara vez se encuentran aquí. La mayoría de los Personajes Jugadores provienen de estas generaciones.
 Decimocuarta y Decimoquinta.
Nacidos hace poco tiempo, los vástagos de estas generaciones son productos de sociedades que han recibido los beneficios de la rapidez de los cambios (y han sido víctimas de ellos). Su sangre es, con mucho, demasiado diluida, y están demasiado alejados de Caín como para poder transmitir la Maldición.
 Organización.
 Los vampiros se dividen según muchos campos. Desde el más amplio al más pequeño, podríamos clasificarlos del siguiente modo (siempre teniendo en cuenta que es una clasificación aproximada; no hay prácticamente nada absoluto en el Mundo de Tinieblas): primero según su secta, suponiendo que el vampiro pertenezca a alguna (Camarilla, Sabbat, Inconnu), segundo, según su clan o línea de sangre, y por último dentro de cada clan hay otras subdivisiones más pequeñas (en la mayoría de los clanes, no siempre).
 La Camarilla.
Probablemente la organización de vampiros más extensa del mundo. La Camarilla está compuesta de clanes de vampiros que siguen al pie de la letra las seis tradiciones, mediante las cuales se garantiza que la Mascarada no se rompa. En caso de que algún vástago imprudente viole las leyes, el castigo es severo, incluso llegando en los delitos más graves a la pena de muerte. Se encuentran infiltrados en la sociedad humana, controlando a menudo empresas, medios de comunicación, y a menudo gobiernos enteros.  Clanes de la Camarilla. Los clanes son cada una de las líneas que discurren directamente desde un 3ª generación. Todos los vampiros que abrazó un determinado 3ª, con sus descendientes, y los de éstos..., todos ellos forman un clan. Cada uno de los clanes tiene unas habilidades propias, unos gustos comunes, una mentalidad similar, y todos ellos comparten una debilidad. Los clanes de la camarilla son los Brujah, los Malkavian, los Nosferatu, los Toreador, los Tremere y los Ventrue.
 El Sabbat.
Durante las revueltas que llevaron a los vástagos a rebelarse contra sus sires, tan sólo dos clanes tuvieron éxito (o al menos eso creen) en haber eliminado a sus antediluvianos: los Lasombra y los Tzimisce. Éstos no vieron la necesidad de mantenerse ocultos de los ojos de los mortales; no eran más que ganado del que podían alimentarse cuando quisieran, no eran una amenaza seria de la que debieran esconderse. Junto a disidentes de los otros clanes crearon una secta, el Sabbat, con unos propósitos específicos.
 El Inconnu.
 Ésta es sin lugar a dudas la secta más misteriosa que existe actualmente en el Mundo de Tinieblas. Hay vampiros tan poderosos que no precisan estar respaldados por una legión de compañeros. Éstos suelen ser los miembros del Inconnu. Asociados para lograr objetivos secretos, muy poco se sabe de éstos vástagos, salvo que son extremadamente poderosos, y que mantienen lealtad fraternal los unos con los otros.
 Los Independientes.
 Hay clanes que, por una razón o por otra, han decidido mantenerse al margen de la gran lucha que mantienen el Sabbat y la Camarilla. Éstos son los no-alineados, entre los que se encuentran los Seguidores de Set, los Ravnos, los Giovanni y los Assamitas. Además recientemente los Gangrel se han separado de la Camarilla y han pasado a tener un estatus de independientes.
 Líneas de sangre.
 A veces, con el paso de los siglos, algunos vampiros evolucionan de un modo distinto al que lo hacen el resto de sus compañeros de clan. Por lo general esto es algo excepcionalmente raro, y todos los mortales que sean abrazados por un vástago de este tipo pasarán a formar parte de lo que se llama una línea de sangre, descendientes de un clan, pero diferentes en algunos aspectos, habitualmente con alguna disciplina nueva y exclusiva. 

 http://perso.wanadoo.es/vampiros/pics/arte/0274.jpg

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