En la vida no estamos exentos de situaciones
complicadas o por el contrario parecen haber personas que han nacido con
estrella. Es común ver como a quien le toca la lotería una vez, es
probable que le vuelva a pasar, para explicar tanta supuesta
coincidencia o desatinos en la vida existe lo que se conoce como Karma,
que no sería otra cosa que nuestra lección a aprender en esta vida.
Esoteristas y personas vinculadas al mundo del
espiritismo nos aseguran que incluso antes de nacer, en esa realidad
universal de la cual partirían las almas, una persona o entidad
espiritual antes de nacer ya elige su propio destino e incluso las
enfermedades y algunas de las situaciones por las cuales pasará durante
su tiempo en el mundo material, esto desde luego es arduo difícil de
entender, sería aceptar que una persona que sufre un cáncer de la forma
más dolorosa, esta persona antes de nacer ya habría decidido tenerlo y
pasar por toda una serie de circunstancias angustiosas, seguramente
todos pensamos en reencontrarnos con nuestros seres queridos en el
momento en que la muerte llame a nuestra puerta, y muy probablemente así
sea, a pesar de que la mediumnidad nos habla de que quienes nos vienen a
buscar en nuestros últimos momentos no han de ser necesariamente
nuestros familiares, si no aquellas personas que en nuestra vida nos
fueron afines y con las cuales mantuvimos un lazo especial.
Los niños muertos incluso antes de nacer, también tendrían su
explicación más esotérica, pues representa que todo cuanto decidimos
pasar en esta vida es voluntario e incluso en el último momento nos
podemos arrepentir y decidir otra cosa, con lo que inexorablemente al
arrepentirnos, el niño el cual albergaría esa alma no llegaría a nacer.
Personas más escépticas o negativas dicen que simplemente nacemos y
morimos, que no hay nada más allá de nuestra muerte y que somos fruto
del azar de la evolución, evidentemente todo evoluciona, cualquier
persona realiza cambios durante su vida, bien por decisiones propias o
por imposiciones. A nuestra condición humana no le es fácil el admitir
la muerte, al menos tal y como nos la han hecho creer, en realidad no le
tememos a perder nuestro cuerpo, pero sí a perder nuestra consciencia, a
perder nuestro propio y más intimo Yo. Parce un absurdo que nuestra
existencia no tenga fin alguno, aunque nuevamente se trata de una
apreciación humana, ya que puestos a no encontrar sentido, ¿acaso lo
tiene el mutilar a un animal o hacerle sufrir simplemente por absurda
diversión? Por mucho que intente buscar explicación en el Karma,
sinceramente no la encuentro, la única explicación es que estaríamos
ante “mentes paranormales”.
No son pocos, incluso científicos que apuntan a que somos fruto de la
creación de “otras inteligencias” algo similar a la clonación que el
ser humano realiza en estos momentos o a la manipulación genética,
sinceramente me parece más creíble que la teoría de la evolución.
Todo tiene un por qué, incluso la enfermedad puede ser la herramienta de lección en nuestra vida.
En ocasiones aparece en nuestra vida una persona con la
cual creemos que pasaremos el resto de nuestros días, algo que en un
principio aparece como bello en no pocas ocasiones se transforma para
que en más o menos tiempo llegue el fin, quien en un principio parecía
nuestra alma gemela y con la que durante tiempo hemos compartido tanto,
se esfuma, en muchos casos ni tan siquiera dejando rastro, tantas cosas
compartidas, tanto hablar de un futuro en común para que
irremediablemente circunstancias que ni tan siquiera sabemos como
aparecen, decisiones y palabras que ni tan siquiera sabemos el por que
las hacemos o decimos propician un fin inexorable. Cuando esto ha
sucedido y hacemos profunda reflexión encontramos numerosos puntos
inconexos, acciones que no son comunes en nosotros y a las cuales no
encontramos explicación, pues muy a pesar de todo sí es probable que
todo tenga su explicación, ninguna persona aparece en nuestra vida por
nada, todo tiene un por que, una persona necesita de otras que propicien
determinadas circunstancias para aprender determinadas lecciones,
pudiendo ser negativas o positivas, puede que para verdaderamente
aprendamos a valorar el amor sea necesario el aprender que es perderlo,
o tal vez una persona aparece en nuestra vida con el fin de ayudarnos a
decir NO, algo tan sencillo, pero que a tantas personas les cuesta
tanto. Si analizamos en profundidad y en soledad una relación afectiva
terminada, seguramente encontraremos puntos de evolución en ambas partes
de la pareja, no se trata de buscar culpables ni víctimas, si no
lecciones de vida, de un aprendizaje que hemos conseguido gracias a la
otra persona, lo doloroso es que cuando esta lección de vida, este
aprendizaje como anteriormente he expuesto termina, la relación, nuestra
relación con esa otra persona también ha terminado, aunque esto jamás
ha de ser impedimento para nuestros sentimientos, probablemente esa
persona que nos acompañó durante un tiempo pueda ser quien nos acompañe
hasta el final, pero ello requiere nuestro esfuerzo, si a pesar de todo
no se logra es por que nuestro destino, por que nuestros caminos
evolutivos se separan y es necesario que cada uno parta por caminos
diferentes, en ocasiones caminos paralelos que jamás vuelven a juntarse,
pero no todo es negativo, nos guste o no, nuestro caminar continua y
nada sabemos de lo que nos encontraremos más allá.
Llegados a este punto quisiera mencionar una máxima que me parece enormemente positiva y apropiada:
“El hombre no puede descubrir nuevos horizontes si teme perder de vista la costa”
Hay que tener en cuenta que la rueda del Sansara, la
rueda del destino es imparable y sigue girando en sentido ascendente o
descendente según el punto en el que nos encontremos, a pesar de ello
nos preguntamos, por que tardo tanto en que mi vida cambie, sobre todo
cuando nos encontramos en momentos difíciles, la explicación es que
nuestros cambios dependerán de la velocidad de la rueda del destino,
para cumplir determinadas expectativas en nuestra vida para unos u otros
será necesario encontrarse en sentido ascendente o descendente.
¿Pero, por que me vuelve a pasar a mí esto?
La respuesta es que no todo está escrito o
predeterminado, tenemos cierta libre elección, así por ejemplo si
evitamos el pasar por una situación sin que nuestro aprendizaje haya
concluido, el tema quedará pendiente con lo que volveremos a pasar por
una situación análoga hasta que completemos aquello que debamos
aprender.
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