Fantasmas,
espítirus, espectros, aparecidos,… La existencia o no de estos
fenómenos y apariciones es y será siempre tema de controversia, sin
embargo, para las personas que han tenido encuentros con estos seres
son un hecho, y ahí están sus datos y testimonios; esto no sólo les pasa
a personas anónimas, sino también a los famosos. En este Post sacamos a
a la luz algunas experiencias vividas reconocidas por reconocidos
actores de Hollywood que, afirman fervientemente haber tenido encuentros
fantasmagóricos.
Keanu Reeves y el fantasma de su novia
Keanu
Reeves, actor canadiense nacido en el Líbano en 1964, afirmó
abiertamente que tuvo experiencias con fantasmas. Ésto lo hizo delante
de todos los medios de comunicación en una entrevista realizada durante
el estreno de su película "Constantine" en 2005.
Tras
el abandono de su padre cuando sólo era un niño, éste se marchó a vivir
a Canadá con su madre, y cuando solamente tenía 5 años jugando en su
habitación, sentado en su cama, miró hacia la puerta, y vio que algo que
definió como una “masa blanca incorpórea” que atravesó su puerta, cruzó
la habitación, y tal y como había aparecido, desapareció.
Ya
siendo adulto, mantuvo una relación con la actriz Jennifer Syme, de la
que esperó una hija. Desgraciadamente su hija nació muerta y ambos
cayeron en una gran depresión que provocó su ruptura. El actor se vió
obligado a tomar diversos medicamentos debido a esta depresión, y a tal
punto llegó, que se le pudo ver jugándose la vida en su moto por las
calles de Nueva York, con las luces apagadas y pasando a toda velocidad
entre coches y camiones. Sin embargo, el tan ansiado accidente nunca
llegó. Un año después ambos consiguen superar este bache, y su amistad
vuelve a surgir, siendo vistos por la prensa cenando tranquilamente.
Un
año después de estos hechos y cuando todo parecía empiezar a marchar
bien, el 2 de abril de 2001, Keanu Reeves, recibe una llamada de la
madre de Jennifer Syme, en la que le dice que ésta ha tenido un
accidente con su coche, un Jeep Grand Cherokee del 99, dando numerosas
vueltas de campana y saliendo despedida por el cristal delantero del
coche, muriendo en el acto. Reeves no lo puede creer, y él mismo llama a
numerosos tanatorios de la ciudad para saber si es cierto.
Al
poco tiempo, y estando en Texas en un almuerzo con un amigo, el actor
afirma haber visto una figura femenina que se materializó en pleno día.
Estos hechos fueron narrados por el propio Reeves en dicha entrevista,
sin vergüenza alguna. Muchos puedes llegar a pesar que esta realidad que
él vivió pudo deberse a los medicamentos que estaba tomando por su
depresión, sustancias que pudieron catalizar mejor una realidad que
existe o no, o tal vez sólo en su mente.
A
principios de la década de los 80, un jovencísimo Nicolas Cage se
encontraba viviendo en la casa de su tío, el mismísimo director Francis
Ford Coppola ya que éste quería ser actor y su tío se había ofrecido a
ayudarle en los primeros pasos de su carrera.
Cage
dormía en la buhardilla de la vivienda, en la que había habilitada una
pequeña habitación para que éste durmiera. La casa era bastante antigua,
y el ático muy ruidoso por el crujir de la madera del suelo y por los
numerosos murciélagos que habían anidado en las cámaras de aire de los
muros, que hacían bastante difícil para el actor poder conciliar el
sueño.
Una
de aquellas noches, nada más apagar la luz escuchó un sonido al que no
estaba acostumbrado; como si unos dedos tanteasen el pomo de la puerta y
lo hicieran girar lentamente. Al escuchar esto, encendió rápidamente la
luz, y pudo comprobar que no eran imaginaciones suyas y que
verdaderamente esto estaba sucediendo. Finalmente la puerta se abrió, y
bajo el dintel pudo ver una silueta femenina. Lo primero que pensó fue
que era su tía que había subido a darle las buenas noches, y de hecho
éste le hizo el gesto, pero no obtuvo ninguna respuesta.
Aquella
silueta extendió uno de sus brazos y comenzó a avanzar hacia él. Vio
como la figura se deslizaba, sin ningún pie o piernas debajo de su ropa,
sólo una larga cabellera negra que le tapaba la cara. Sólo pudo gritar y
arrojar su almohada a esta visitante, que la atravesó limpiamente y
comenzó a desvanecerse. Aquella misma noche, Nicolas Cage abandonó la
casa de sus tíos sin atender a ruegos y peticiones y sin demora alguna.
Sin
embargo esto no quedó ahí. Tal vez para vencer a sus fantasmas del
pasado, hace pocos años, en 2007, el actor compró la “casa encantada”
más célebre y reconocida de los Estados Unidos, la Mansión Lalaurie, en
Nueva Orleans. Durante la época de la esclavitud, un médico cometió
numerosas atrocidades contra los esclavos negros entre sus paredes,
entre torturas, mutilaciones y disecciones sin anestesia, por lo que la
mansión ganó la fama de que en su interior se escuchan voces y se ven
sombras.
A
pesar de ello y tras muchos intentos, ni el actor ni su familia han
logrado pasar una sola noche en su interior. Nicolas Cage puso a la
venta esta casa un año después de su compra, sin hacer ninguna
declaración sobre su experiencia en el interior. A día de hoy, la casa
sigue en venta.
Sting y los fantasmas juguetones
Gordon
Matthew Thomas Sumner, más conocido como Sting, también se ha sumado a
la lista de personalidades que han declarado abiertamente haber tenido
experiencias paranormales. Con muy corta edad, en el jardín de su propia
casa veía a unos hombres ataviados con extrañas vestiduras: cascos,
escudos, espadas y lanzas, pero no sabía quienes eran. Posteriormente,
ya en el colegio, pudo comprobar que esos visitantes que él veía eran
soldados romanos.
Pasaron
los años, abandonó su profesión de profesor de educación física para
darle un empujón a su carrera como artista, que antes tenía como hobbie,
pudiendo así mudarse de una pequeña casa en Newcastle a una lujosa casa
en Highgate, al norte de Londres, donde empezó a vivir experiencias
extrañas que ha declarado abiertamente. Al llegar a su nueva casa,
objetos que habían sido dejados conscientemente en algún lugar
desaparecían sin dejar rastro. Además, cuando se acostaba por la noche,
comenzaba a oír susurros que con el paso del tiempo se convirtieron en
palabras perfectamente audibles, y que seguía escuchando aún cuando se
levantaba a encender la luz.
A
pesar de ello no le dio mayor importancia, achacando estos fenómenos al
adormecimiento. Sin embargo todo cambió cuando nació su hija y los
fenómenos se intensificaron. Una noche no hubo susurros, sino gritos
pidiendo auxilio que salían de la habitación de su hija. Cuando llegó a
la habitación pudo ver como los juguetes de su hija, los móviles que se
ponen a los bebés, giraban a toda velocidad como si tuvieran un motor
muy potente. Miró hacia la ventana por si hubiera sido una corriente de
aire, pero ésta estaba cerrada. Cogió a su hija y salió corriendo.
Estos
fenómenos llegaron a tal punto que tuvo recurrir a los servicios de
parapsicólogos profesionales que actuaron en su domicilio. Al fin,
parece que hubo éxito. Después de esta intervención, las cosas dejaron
de desaparecer y los juguetes ya solo se movían para distraer a su
pequeña hija.
La pesadilla de Carrie Fisher
Carrie
Fisher, más conocida como la princesa Leia en la mítica saga de Star
Wars, ha tenido una vida bastante dura. Atada para siempre a este papel,
su carrera cinematográfica después de acabada la trilogía de "La Guerra
de las Galaxias" no ha sido ni brillante ni estelar, con serios
problemas mentales e incluso con las drogas. Ya tenía todo su difícil
pasado absolutamente superado, cuando tuvo que enfrentarse a otro
traumático encuentro que alterase su vida.
Residía
en una casa normal, en la que nunca había vivido ninguna experiencia
extraña y donde tenía por costumbre acoger en la habitación de invitados
a amigos y amigas que venían a visitarla. Uno de ellos fue Gregory
Stevens, asesor de comunicaciones del partido republicano, con una
brillante carrera política por delante. Sin embargo estaba pasando por
tiempos duros debido a ciertos rumores de su vida privada y condición
sexual que estaban amenazando seriamente su carrera política. El 26 de
febrero de 2005, cuando Fisher, su anfitriona, fue a su habitación para
ver como se encontraba su invitado, se lo encontró rodeado de pastillas,
un cocktail mortal que había provocado su muerte.
Desgraciadamente
la mente de Carrie Fisher no pudo soportar tal golpe, cuando las
semanas siguientes comenzaron a suceder acontecimientos extraños en la
casa: luces que se apagaban y encendían solas, grifos que se abrían sin
que nadie los accionara, o el sonido de pasos por la planta superior de
su casa. Ésto provoco el desmoronamiento de la actriz, con una nueva
recaída en las drogas.
Finalmente,
consiguió hacer acopio de fuerzas y se abrió a la opinión pública sobre
su condición de toxicómana y sobre los hechos que estaba viviendo en su
propia casa fue lo que le ayudó a superar estas dificultades.
Matthew Mcconaughey y la "Dama azul"
Uno
de los últimos en destapar sus vivencias con seres fantasmales, el
actor texano Matthew Mcconaughey nacido en 1969 de madre profesora y
madre jugador profesional de fútbol americano, estudió cine en la
Universidad de Austin.
El
actor compró una nueva casa en Los Ángeles donde vivir, y mientras
esperaba que llegara el camión de la mudanza al día siguiente con sus
muebles y pertenencias de su antigua vivienda, decide pasar la noche en
su nueva casa junto a su perro, en una pequeña tienda de campaña y un
saco de dormir.
El
inicio de la noche transcurre sin ningún sobresalto, hasta que a altas
horas de la madrugada, su perro, que estaba tranquilamente durmiendo
junto a él, lo despierta con fuertes alaridos, terriblemente asustado, y
hasta parece que su intención es de protegerlo ya que se tumbaba encima
de él ladrando fuertemente, para después salir corriendo despavorido de
la habitación.
Más
que asustado, Matthew Mcconaughey se encontraba desconfiado por si
alguien había logrado entrar en la casa, que se encontraba vacía hasta
su compra, por lo que decide salir al pasillo con un bate de baseball
como protección por si había logrado colarse algún ladrón. Sin embargo,
cuando llega al pasillo se encontró a un huésped que no se esperaba.
Empieza a ver una especie de neblina azul, según las propias palabras
del actor, que parece que representa a una figura, como una mujer
anciana. Queda rígido como una piedra por el miedo, y ambos, él y su
perro, salen corriendo, y la figura se desvanece.
No
sería la última vez que vería a, quien él mismo llama, Madame Blue. En
otra ocasión, ya viviendo en su nuevo domicilio, escuchó un fuerte
golpe, y vio como se materializaba ante sus ojos una moneda antigua que
ya no estaba en uso. De repente, Madame Blue vuelve a aparecer a su
lado.
A
pesar de ello, él mismo dice que no es un ser malo, sino que lo
acompaña, que se trata de una dama de otra época con algún que otro
asunto pendiente que no le hace ningún daño. Actualmente, ambos conviven
perfectamente.
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