En unos viejos documentos fechados entre los
s.XII y XIII, se relata el milagro de la expulsión del demonio del
cuerpo de una joven peregrina que manifestó sus síntomas durante una
romería en Oviedo en el s.XII.
En unos viejos documentos fechados entre los s.XII y XIII, se
relata el milagro de la expulsión del demonio del cuerpo de una joven
peregrina que manifestó sus síntomas durante una romería en Oviedo en el
s.XII.
El documento (esta contenido en los manuscritos de
Kohler publicados en la “Revue de l´Orient Latín”) y cuenta como una
noche un hombre violo a una mujer, la cual quedo embarazada. Esta mujer
en un momento de rabia lanzo una maldición contra su futuro hijo y se lo
entrego al demonio. Al fin del embarazo dio a luz a una niña de la cual
se ocupo durante los siete primeros meses de vida hasta que el diablo
fue a recogerla para llevársela con el. Durante los siguientes dieciséis
años el demonio la rodeo de todo tipo de riquezas y caprichos
enseñándole también todas las lenguas del mundo e incluso la llevo a
visitar diferentes países volando junto a el.
Al cumplir diecisiete años el diablo se la llevo a una abadía de
“monjes negros” benedictinos situada en Jaca (En la Edad Media los
monjes benedictinos llevaban camisa de lana y escapulario, el habito
superior era negro por eso el pueblo los llamo “monjes negros” en
oposición a los cistercienses que llevaban túnica blanca y escapulario
por lo que se los llamo “monjes blancos”) y allí la abandono por un
tiempo mientras que el se dedicaba a atormentar a los monjes. En este
momento hizo aparición el apóstol Santiago el cual marco con su uña un
dedo de la joven con la señal de la cruz. Al darse cuenta el diablo de
lo ocurrido se introdujo en el cuerpo de la joven y comenzó a dar voces
terribles.
Los monjes se dieron cuenta de que era el diablo el que hablaba por
boca de la joven y en un momento en que este abandono su cuerpo la
desvistieron proporcionándole nuevas ropas y quemaron las que traía. La
joven permaneció con los monjes un año aunque intento escapar en algunas
ocasiones sin lograrlo. Pero el diablo había dicho que solo abandonaría
su cuerpo si San Salvador o Santiago se lo ordenaban por lo que la
muchacha emprendió viaje a San Salvador.
Al llegar a Oviedo se postro ante el Arca Santa de las Reliquias,
pero el diablo entro nuevamente en ella dando grandes voces. El
archidiácono y protector de la reliquia le coloco la estola encima y el
diablo empezó a gritar “¿Por qué me estrangulas? ¿Por qué me sofocas? Tu
me estas encerrando. Quitad esto” refiriéndose a la estola. Al separar
esta un poco del cuerpo de la chica esta dijo: “Interrogadme sobre todo
lo que queráis y yo os responderé y os diré lo que no sabéis. Os hablare
de los reyes y de los condes, de los príncipes y potestades, de las
dignidades apostólicas y de los pontífices, de los legados y de los
primates, de los clérigos y de los sacerdotes, de las monjas y de los
monjes, de los pobres y de los ricos, de los señores y de los siervos,
de los casados y de los continentes, de los tontos y de los sabios; os
responderé sobre estos todo lo que preguntéis.” El archidiácono temeroso
de que fuesen revelados ciertos secretos no permitió preguntas y dijo
“¡Sal!” a lo que el diablo respondió “Tanto la amo que no puedo dejarla,
porque a gusto saldría si no la amáseme fue dada por su madre, la
alimente, le puse el nombre de Oria y la instruí en todas mis artes
¿Cómo la voy a perder?”
Mando el archidiácono traer entonces la Cruz de los Ángeles ante la
cual la joven volvió a entrar en trance dando gritos y retorciendo el
cuerpo de forma antinatural... El hombre se compadeció de ella y aparto
un poco la reliquia a lo que el diablo grito “¡Quitad esto, quitad esto!
Os diré lo que queráis de los príncipes” Luego comenzó a hablar en
distintas lenguas con el archidiácono siempre sobre los mismos temas y
prometió abandonar a la joven aunque anuncio que antes volvería a
poseerla dos veces mas. Cuando abandono el cuerpo de la joven quedo como
muerta pero cuando empezó a respirar el archidiácono la llevo a su casa
donde cuido de ella.
Al día siguiente sábado, volvió a la iglesia y a la hora tercia
(hacia las nueve de la mañana) volvió a entrar en ella y el archidiácono
mando traer nuevamente las reliquias, pero el diablo temeroso de ellas
salio del cuerpo de la joven dejándola nuevamente como muerta.
Al día siguiente el archidiácono la llevo ante el altar de San
Salvador pero nuevamente el diablo penetró en ella levantándola en el
aire y lanzándola contra el altar pese a que varios hombres jóvenes y
fuertes intentaban sujetarla.
Al ver el trato que el diablo daba a la joven y lo maltratada que se
encontraba por los golpes contra el altar y el suelo, el archidiácono
mando a los que estaban en la iglesia que orasen y dijo al demonio “Sal de ella, miserable”,
a lo que este contesto que solo lo haría ante el altar de Santiago, al
ser llevada ante el altar el demonio dijo que no saldría sino ante el de
San Salvador. Todo esto lo hacia como burla para los presentes, pero el
archidiácono cansado ya de tanta burla mando traer nuevamente la Cruz
de los Ángeles a lo que el diablo contesto “Me la comeré”.El archidiácono coloco uno de los brazos de la Cruz sobre la boca de la joven diciendo “Ahora come, si puedes”.
La joven comenzó a convulsionarse de tal manera que los presentes
temieron que pudiera morir por lo que la Cruz fue apartada de ella. El
demonio insistió en volver a revelar secretos pero el canónigo le
respondió que lo único que le interesaba era que liberase a la joven. El
demonio contesto diciendo que el deseaba hacerlo pues se encontraba
atormentado y al preguntarle el motivo de su presencia contesto: “El
Salvador me envió para ejemplo del mundo” y lanzando un lamento salio de
la muchacha para no volver aunque amenazando de que aun podría
ocasionar muchos males.
Después de esto, la joven se quedo a vivir en Oviedo donde espero al
obispo Guncullus para que la bautizase con el nombre cristiano de Maria.
A partir de ese momento se convirtió en una joven hermosísima y de gran
corazón.
Durante el tiempo que permaneció en Oviedo se sentaba ante la iglesia
y contaba a la gente su experiencia. También contaba como en el mes de
agosto de hacia siete años una tormenta descargo sobre Oviedo una gran
cantidad de granizo que llegaba hasta las rodillas de la gente mientras
ella lo veía subida en una nube.
Al analizar esta historia observamos varias cosas:
La historia esta contada con gran minuciosidad, lo cual hace pensar
que su autor fue testigo presencial de los hechos. Pero surge una
pregunta. ¿Esta el autor contando una posesión demoníaca o bien esta
haciendo referencia al mitológico personaje asturiano del Nuberu?
Hay que recordar que el Nuberu carga y descarga las nubes a su libre
albedrío, lo cual tendría relación con la tormenta caída en Oviedo.
En cuanto a la posesión demoníaca, la iglesia exige condiciones para
poder hablar de posesión verdadera. Se basan en el libro sagrado Rituale
Romanun. Este libro esta fechado en el 1614, bastantes siglos mas tarde
que los hechos que se relatan por lo que difícilmente podrían haber
analizado la verosimilitud de la posesión.
Según este libro existen unos síntomas físicos y psíquicos que
determinan la existencia de posesión diabólica: histeria, paranoia, odio
a Dios, a la Virgen, a los símbolos sagrados... hablar lenguas
desconocidas manteniendo conversaciones en dichos idiomas lo cual recibe
el nombre de xenoglosia, suspensión en el aire, clarividencia…. Todas
estas circunstancias concurren en la historia que nos ocupa , la única
que no figura es la clarividencia debido sobre todo a la negativa del
archidiácono a conocer lo que el demonio decía saber.
- Fuentes: “Sancta Ovetensis” de Ramón Cavanilles.
- Benito Jerónimo Feijoo “Teatro critico universal”.
- Rituale Romanun, Pauli V, Pontificis Maximi jussu editum.
- Asturias, paraíso sobrenatural de Antonio Fontela Talin.
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