Algunos
cazafantasmas e investigadores del mundo fantasmal tienden a meter este
tema “debajo de la alfombra”; ya sea porque no les ha ocurrido todavía,
o porque las pocas o muchas veces que han lidiado con casos parecidos,
por un motivo u otro, han quedado demasiado avergonzados para hablar del
tema, sin embargo, el fenómeno, muy por encima de su rareza y del hecho
que el obvio morbo referente al tema en la cultura popular, la
posibilidad de contactos sexuales deseados o no entre seres fantasmales y
personas vivas es una realidad real, palpable para muchos
–principalmente víctimas inocentes-, y tema de algunos de los estudios
más apasionantes y obviamente, controversiales del mundo paranormal.
Muchos
creen obviamente –y no soy quién para juzgarlos-, que todo esto es el
absurdo paranormal en el más alto grado,… pero los antecedentes de los
reportes acerca de encuentros sexuales entre entidades del mundo
espiritual y personas vivas llegan en muchos casos a ser tan frecuentes y
tan antiguos que una ligera revisión permite descartar la imagen creada
en la mente del común de la gente al respecto, tal como fue presentada,
de manera picaresca y cómica en la recordada primera entrega de la
película “Cazafantastmas”: para la gran mayoría de la gente, la
actividad sexual paranormal (como prefieren llamarla los
investigadores), suele ser cualquier cosa, menos tema de risa en casi
todos sus casos.
Antecedentes
La
posibilidad de encuentros íntimos entre seres encarnados y
desencarnados ha estado presente desde el inicio de la historia humana,
principalmente en mitos y leyendas que han creado el corpus de
creencias de muchas religiones y cultos antiguos y repartidos en todo el
globo, por lo que no me extenderé en esto, debido a que en todas las
culturas, ha sido aceptada la posibilidad de contacto amorosos entre los
vivos y los fallecidos y rebuscar en busca de registros de encuentros
íntimos no es muy difícil para un lector acucioso; más bien reseñaré los
casos que más han atraído a través de la historia a investigadores
parapsicológicos y psiquiatras: en la Baja y Alta Edad Media empezaron a
registrarse minuciosamente los reportes acerca de encuentros sexuales y
abusos perpetrados por entidades del mundo espiritual: los famosos
“íncubos” o “súbucos”, los cuales aún son analizados por la psicología
moderna. Ya entrado el siglo XIX y con la expansión del espiritismo a
nivel mundial, empezaron las investigaciones serias con respecto a las
agresiones sexuales por parte de entidades y espíritus del denominado
“bajo Astral”.
Pero
no fue sino hasta 1974, cuando los parapsicólogos de del Laboratorio de
Parapsicología de la Universidad de California se toparon con el caso
de Carla Moran (Doris D), uno de los primeros casos documentados y
analizados de actividad sexual paranormales (y vale destacarlo, uno de
los casos más extremos y agresivos); el ya famoso caso de “El Ente” y el
cual nunca pudo explicarse satisfactoriamente. A partir de entonces,
son pocos los parapsicólogos que nieguen la posibilidad de no sea
posible encuentros sexuales de algún tipo con un ente desencarnado, pero
aún así, es un tema aún un tanto vetado.
Hay
muchos fantasmas que aún vagan buscando amor en este mundo,.. y también
hay los que buscan un contacto más íntimo y a veces carnal, por lo que
asumiendo que un fantasma o alma en pena está “atrapada” en nuestro
mundo por causas y bajas pasiones terrenales en muchos casos, ya no se
descarta que existan fantasmas que quieren tener encuentros sexuales con
los vivos. La experiencia de un real contacto sexual paranormal –para
los que lo han experimentado-, es tan vívida que realmente puede
convertir a cualquier persona en creyente convencido, ya en el caso del
investigador paranormal como en cualquier otra persona.
¿Dónde y cómo puede ocurrir?
Por
supuesto, hay muchos lugares embrujados en el mundo donde uno puede ir
“a la caza” de experiencia real de la actividad sexual paranormal. Hay y
se han investigado reportes de lugares tales como hoteles,
restaurantes, cementerios, espacios públicos en todo el mundo en el que
los encuentros sexuales con fantasmas son más que comunes y se dan cada
día. En bien sabido embrujada ciudades como Gettysburg, San Francisco,
Nueva Orleans, Sacramento, Portland y la mayor parte de Oregon, París,
Roma y Tokio Charlotte, Carolina del Norte para nombrar solo algunos. La
historia más frecuente y común es las referentes a las “entidades
molestosas”: la típica y archiconocida palmada grosera por parte del
fantasma que frecuenta desde décadas un bar o restaurante embrujado. De
este tipo de historias, hay casi una por cada ciudad o pueblo del mundo.
Igualmente,
son muy frecuentes las entidades fantasmales que se manifiestan como
una suerte de más agresivos abusadores invisibles: los fantasmas que
realizan el “frottage” (frotarse), con sus ocasionales víctimas: roces
que pueden la nítida sensación de contacto de casi todas las partes del
“cuerpo” (del fantasma se entiende), incluyendo las nalgas, los pechos,
abdomen, muslos, pies, manos, piernas y órganos sexuales “astrales”, sin
penetración. Toda una agresión por parte de un pervertido fantasmal. Si
una experiencia así puede ser muy desagradable, ¡imagínese si descubre
que lo ha perpretado contra usted un ser que no es de este mundo!; tanto
en este caso como en el anterior, sucede más frecuentemente a mujeres,
pero no es una regla general.
A
menudo, algunos espectros invisibles utilizan el frottage como una
etapa temprana de la intimidad sexual, y antes de atreverse a un
contacto más explícito, o como un sustituto de la relación sexual pero
para mantener un mayor grado de control sobre la persona que están
embrujados, por lo que uno debe de tener cuidado al sufrir este tipo de
agresión fantasmal y no tomarla a la ligera.
La frontera que pocos traspasan: sexo con un fantasma
Hoy,
muchos cazadores de fantasmas y investigadores de fenómenos
paranormales son conscientes de lo que paso a reseñar pero deciden no
hacerlo público por muchas razones: muchos “cazafantasmas” e
Investigadores paranormales están saliendo en busca de fantasmas,…con el
propósito real y directo de tener y propiciar encuentros sexuales
reales con ellos:
“Comencé
mis experimentos, desafiando al fantasma a atacarme -nos cuenta una
investigadora norteamericana-, ”en el momento del inicio de mi
investigación, se conocía muy poco acerca de este tipo de fantasmas. La
estimulación de un fantasma real en mis pezones fue el primer encuentro
sexual real que tuve con una entidad invisible. Yo estaba muy
sorprendida, se asustó: esto me pasó en un lugar público en 1967.
Realmente pensé que estaba volviendo loca, pero sé que realmente le pasó
a mi”.
“Sin
embargo a partir de hoy y para mi, la única manera de documentar una
situación como la de un encuentro sexual con un fantasma real es que le
suceda a usted personalmente. De lo contrario, no tienen ninguna prueba,
salvo para tomar la palabra de la persona que le dice que pasó con
ellos”.
Para
un investigador neófito o un simple curioso, entrarle a este jueguito
es un asunto que es preferible evitar: una entidad invisible puede
penetrar fácilmente a través de las bragas, sostenes, pantimedias,
medias, o medias y la ropa sin ningún problema,...
“Durante
los años que he estado en contacto cercano con muchos que han
experimentado este tipo de comportamiento sexual con fantasmas reales, y
recientemente he estado en contacto con muchos grupos –de
investigadores-, que sus miembros lo han sufrido en varias ocasiones
–nos relata Greg Ashford, investigador paranormal-, muchos no saben cómo
detener esas actividades: yo les digo a ellos que busquen un exorcista”
“La
fascinación por el contacto sexual con fantasmas reales es lo que más
preocupa a muchos en la comunidad paranormal en la actualidad: hay
varios grupos en mi opinión de que están caminando en terreno peligroso.
Hay “cazafantasmas” incautos que piensan que lo que se ve en la
televisión es todo lo que te puede pasar y que para todo eso hay un
documento o una solución, pero cuando un fantasma los lleva sin que
ellos lo deseen, al nivel de placer sexual y del dolor, ¿qué harán
entonces?,… en mi opinión hay cazadores de fantasmas demasiado novatos
que pueden estar ya permanentemente dañados o mentalmente marcados de
por vida. y a menos que tomen conciencia de los peligros de lo que un
fantasma depredador sexual les pueden y les van a hacer”.
Greg
Ashford es un investigador paranormal que ha estado investigando los
fantasmas reales y la actividad de los mismos como perseguidores
sexuales, en todo Estados Unidos desde 1976. Sus estudios profundos le
han conseguido a él muchas asombrosas revelaciones sobre el mundo de los
fantasmas y de otras entidades que realmente nos agreden de golpe en la
noche.
La agresión sexual paranormal
Este
tipo de casos, no infrecuente es, de los más brutales y traumáticos y
como hemos podido ver, puede ser provocado por la víctima o no, y
provocarlo me parece algo menos que estúpido;
“Súbitamente,
a través de mi ropa que me sentí algo en mi región genital, y dos manos
me tomaron fuerte, sin soltar mis hombros, empujándome a la cama a la
fuerza. Luego se movió. Yo estaba en el pánico así que empecé a gritar
pero pesado una mano invisible y muy sólida me cubría la boca. Entonces
me di cuenta de que la presión de lo que sentí como un hombre grande que
estaba encima de mí y su presión sobre mis piernas cerradas. Todo se
interrumpió a los 20 minutos, al sentir el colapso pesado de ese cuerpo
encima de mí. Y luego de pronto ya no estaba. Y yo estaba temblando y
temblando por este contacto sexual fantasmal: me violaron, en esencia,
por una fuerza invisible, muy real, malvada, fuerte”-, nos relata una
víctima involuntaria de identidad en reserva.
Las
experiencias de actividad sexual paranormal son en fin un tema
delicado, aterrador en casi todos los casos, y algo para tomar en
serio,.. y esto aún si a alguien le parece interesante, como fetiche
personal, vivir tal tipo de experiencia.
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