lunes, 18 de junio de 2012

Paranormal sexual encuentros

Algunos cazafantasmas e investigadores del mundo fantasmal tienden a meter este tema “debajo de la alfombra”; ya sea porque no les ha ocurrido todavía, o porque las pocas o muchas veces que han lidiado con casos parecidos, por un motivo u otro, han quedado demasiado avergonzados para hablar del tema, sin embargo, el fenómeno, muy por encima de su rareza y del hecho que el obvio morbo referente al tema en la cultura popular, la posibilidad de contactos sexuales deseados o no entre seres fantasmales y personas vivas es una realidad real, palpable para muchos –principalmente víctimas inocentes-, y tema de algunos de los estudios más apasionantes y obviamente, controversiales del mundo paranormal.

Muchos creen obviamente –y no soy quién para juzgarlos-, que todo esto es el absurdo paranormal en el más alto grado,… pero los antecedentes de los reportes acerca de encuentros sexuales entre entidades del mundo espiritual y personas vivas llegan en muchos casos a ser tan frecuentes y tan antiguos que una ligera revisión permite descartar la imagen creada en la mente del común de la gente al respecto, tal como fue presentada, de manera picaresca y cómica en la recordada primera entrega de la película “Cazafantastmas”: para la gran mayoría de la gente, la actividad sexual paranormal (como prefieren llamarla los investigadores), suele ser cualquier cosa, menos tema de risa en casi todos sus casos.

Antecedentes
La posibilidad de encuentros íntimos entre seres encarnados y desencarnados ha estado presente desde el inicio de la historia humana, principalmente en mitos y leyendas que han creado el corpus de creencias de muchas religiones y cultos antiguos y repartidos en todo el globo, por lo que no me extenderé en esto, debido a que en todas las culturas, ha sido aceptada la posibilidad de contacto amorosos entre los vivos y los fallecidos y rebuscar en busca de registros de encuentros íntimos no es muy difícil para un lector acucioso; más bien reseñaré los casos que más han atraído a través de la historia a investigadores parapsicológicos y psiquiatras: en la Baja y Alta Edad Media empezaron a registrarse minuciosamente los reportes acerca de encuentros sexuales y abusos perpetrados por entidades del mundo espiritual: los famosos “íncubos” o “súbucos”, los cuales aún son analizados por la psicología moderna. Ya entrado el siglo XIX y con la expansión del espiritismo a nivel mundial, empezaron las investigaciones serias con respecto a las agresiones sexuales por parte de entidades y espíritus del denominado “bajo Astral”.

Pero no fue sino hasta 1974, cuando los parapsicólogos de del Laboratorio de Parapsicología de la Universidad de California se toparon con el caso de Carla Moran (Doris D), uno de los primeros casos documentados y analizados de actividad sexual paranormales (y vale destacarlo, uno de los casos más extremos y agresivos); el ya famoso caso de “El Ente” y el cual nunca pudo explicarse satisfactoriamente. A partir de entonces, son pocos los parapsicólogos que nieguen la posibilidad de no sea posible encuentros sexuales de algún tipo con un ente desencarnado, pero aún así, es un tema aún un tanto vetado.

Hay muchos fantasmas que aún vagan buscando amor en este mundo,.. y también hay los que buscan un contacto más íntimo y a veces carnal, por lo que asumiendo que un fantasma o alma en pena está “atrapada” en nuestro mundo por causas y bajas pasiones terrenales en muchos casos, ya no se descarta que existan fantasmas que quieren tener encuentros sexuales con los vivos. La experiencia de un real contacto sexual paranormal –para los que lo han experimentado-, es tan vívida que realmente puede convertir a cualquier persona en creyente convencido, ya en el caso del investigador paranormal como en cualquier otra persona.

¿Dónde y cómo puede ocurrir?
Por supuesto, hay muchos lugares embrujados en el mundo donde uno puede ir “a la caza” de experiencia real de la actividad sexual paranormal. Hay y se han investigado reportes de lugares tales como hoteles, restaurantes, cementerios, espacios públicos en todo el mundo en el que los encuentros sexuales con fantasmas son más que comunes y se dan cada día. En bien sabido embrujada ciudades como Gettysburg, San Francisco, Nueva Orleans, Sacramento, Portland y la mayor parte de Oregon, París, Roma y Tokio Charlotte, Carolina del Norte para nombrar solo algunos. La historia más frecuente y común es las referentes a las “entidades molestosas”: la típica y archiconocida palmada grosera por parte del fantasma que frecuenta desde décadas un bar o restaurante embrujado. De este tipo de historias, hay casi una por cada ciudad o pueblo del mundo.

Igualmente, son muy frecuentes las entidades fantasmales que se manifiestan como una suerte de más agresivos abusadores invisibles: los fantasmas que realizan el “frottage” (frotarse), con sus ocasionales víctimas: roces que pueden la nítida sensación de contacto de casi todas las partes del “cuerpo” (del fantasma se entiende), incluyendo las nalgas, los pechos, abdomen, muslos, pies, manos, piernas y órganos sexuales “astrales”, sin penetración. Toda una agresión por parte de un pervertido fantasmal. Si una experiencia así puede ser muy desagradable, ¡imagínese si descubre que lo ha perpretado contra usted un ser que no es de este mundo!; tanto en este caso como en el anterior, sucede más frecuentemente a mujeres, pero no es una regla general.

A menudo, algunos espectros invisibles utilizan el frottage como una etapa temprana de la intimidad sexual, y antes de atreverse a un contacto más explícito, o como un sustituto de la relación sexual pero para mantener un mayor grado de control sobre la persona que están embrujados, por lo que uno debe de tener cuidado al sufrir este tipo de agresión fantasmal y no tomarla a la ligera.

La frontera que pocos traspasan: sexo con un fantasma
Hoy, muchos cazadores de fantasmas y investigadores de fenómenos paranormales son conscientes de lo que paso a reseñar pero deciden no hacerlo público por muchas razones: muchos “cazafantasmas” e Investigadores paranormales están saliendo en busca de fantasmas,…con el propósito real y directo de tener y propiciar encuentros sexuales reales con ellos:

“Comencé mis experimentos, desafiando al fantasma a atacarme -nos cuenta una investigadora norteamericana-, ”en el momento del inicio de mi investigación, se conocía muy poco acerca de este tipo de fantasmas. La estimulación de un fantasma real en mis pezones fue el primer encuentro sexual real que tuve con una entidad invisible. Yo estaba muy sorprendida, se asustó: esto me pasó en un lugar público en 1967. Realmente pensé que estaba volviendo loca, pero sé que realmente le pasó a mi”.

“Sin embargo a partir de hoy y para mi, la única manera de documentar una situación como la de un encuentro sexual con un fantasma real es que le suceda a usted personalmente. De lo contrario, no tienen ninguna prueba, salvo para tomar la palabra de la persona que le dice que pasó con ellos”.

Para un investigador neófito o un simple curioso, entrarle a este jueguito es un asunto que es preferible evitar: una entidad invisible puede penetrar fácilmente a través de las bragas, sostenes, pantimedias, medias, o medias y la ropa sin ningún problema,...

“Durante los años que he estado en contacto cercano con muchos que han experimentado este tipo de comportamiento sexual con fantasmas reales, y recientemente he estado en contacto con muchos grupos –de investigadores-, que sus miembros lo han sufrido en varias ocasiones –nos relata Greg Ashford, investigador paranormal-, muchos no saben cómo detener esas actividades: yo les digo a ellos que busquen un exorcista”

“La fascinación por el contacto sexual con fantasmas reales es lo que más preocupa a muchos en la comunidad paranormal en la actualidad: hay varios grupos en mi opinión de que están caminando en terreno peligroso. Hay “cazafantasmas” incautos que piensan que lo que se ve en la televisión es todo lo que te puede pasar y que para todo eso hay un documento o una solución, pero cuando un fantasma los lleva sin que ellos lo deseen, al nivel de placer sexual y del dolor, ¿qué harán entonces?,… en mi opinión hay cazadores de fantasmas demasiado novatos que pueden estar ya permanentemente dañados o mentalmente marcados de por vida. y a menos que tomen conciencia de los peligros de lo que un fantasma depredador sexual les pueden y les van a hacer”.

Greg Ashford es un investigador paranormal que ha estado investigando los fantasmas reales y la actividad de los mismos como perseguidores sexuales, en todo Estados Unidos desde 1976. Sus estudios profundos le han conseguido a él muchas asombrosas revelaciones sobre el mundo de los fantasmas y de otras entidades que realmente nos agreden de golpe en la noche.

La agresión sexual paranormal
Este tipo de casos, no infrecuente es, de los más brutales y traumáticos y como hemos podido ver, puede ser provocado por la víctima o no, y provocarlo me parece algo menos que estúpido;

“Súbitamente, a través de mi ropa que me sentí algo en mi región genital, y dos manos me tomaron fuerte, sin soltar mis hombros, empujándome a la cama a la fuerza. Luego se movió. Yo estaba en el pánico así que empecé a gritar pero pesado una mano invisible y muy sólida me cubría la boca. Entonces me di cuenta de que la presión de lo que sentí como un hombre grande que estaba encima de mí y su presión sobre mis piernas cerradas. Todo se interrumpió a los 20 minutos, al sentir el colapso pesado de ese cuerpo encima de mí. Y luego de pronto ya no estaba. Y yo estaba temblando y temblando por este contacto sexual fantasmal: me violaron, en esencia, por una fuerza invisible, muy real, malvada, fuerte”-, nos relata una víctima involuntaria de identidad en reserva.

Las experiencias de actividad sexual paranormal son en fin un tema delicado, aterrador en casi todos los casos, y algo para tomar en serio,.. y esto aún si a alguien le parece interesante, como fetiche personal, vivir tal tipo de experiencia. 

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