LAS LEYES DE LOS VAMPIROS
Tal como fueron reveladas a Armand por Santino
PRIMERA
Que
cada aquelarre debe tener su líder y sólo él podría ordenar la
operación del "Oscuro Truco" sobre un mortal, viendo que los métodos y
los rituales fuera apropiadamente observados.
SEGUNDA
Que
los Dones Oscuros no deben entregarse nunca a tullidos, lisiados o a
niños, o a aquéllos que no puedan, incluso con los Poderes Oscuros,
sobrevivir por sí mismos. Que se entienda también que todos aquellos
mortales que reciban los Dones Oscuros deberían ser hermosos en persona
para que así el insulto que se hace a Dios sea mayor cuando se lleve a
cabo el "Truco".
TERCERA
Que
nunca debe un vampiro viejo realizar esta magia por miedo de que la
sangre del novato sea demasiado fuerte. Puesto que todos nuestros dones
incrementan de forma natural con la edad, y los ancianos tienen
demasiada fuerza para transmitirla. Heridas, quemaduras – estas
catástrofes, si no destruyen a la Criatura de Satán, sólo incrementarán
sus poderes cuando se cure. Y sin embargo Satán guarda al rebaño de los
poderes de los ancianos, puesto que casi todos, sin excepción, se
vuelven locos.
A
este particular, que Armand observe que no había vampiro que viviera
entonces y que fuera mayor de 300 años. Ninguno vivía entonces que
pudiera recordar el primer aquelarre romano. El diablo llama
frecuentemente a sus vampiros a casa.
Pero
que Armand comprenda aquí también que el efecto del "Oscuro Truco" es
impredecible, incluso cuando se transmite por parte del vampiro muy
joven y con todo el debido cuidado. Por razones que nadie sabe, algunos
mortales, cuando nacen a las Tinieblas, llegan a ser tan poderosos como
Titanes, mientras que otros pueden ser no más que cadáveres que se
mueven. Es por eso que los mortales deben elegirse con habilidad.
Debería evitarse a aquéllos con gran pasión e indomable voluntad, así
como a los que carezcan de tales por completo.
CUARTA
Que
un vampiro jamás puede destruir a otro vampiro, excepto el maestro del
aquelarre, que tiene poder sobre la vida y la muerte de su grey. Y es su
deber además el conducir a los ancianos y a los locos al fuego cuando
no puedan seguir sirviendo a Satán como deberían. Es su obligación
destruir a todos los vampiros que no hayan sido debidamente "hechos". Es
su obligación destruir a aquéllos que estén heridos de tanta gravedad
que no puedan sobrevivir por sí mismos. Y finalmente es su obligación el
buscar la destrucción de todos los proscritos y todos aquéllos que
hayan violado estas leyes.
QUINTA
Que
ningún vampiro revelará jamás su verdadera naturaleza a un mortal y
dejará al mortal que viva. Ningún vampiro debe revelar jamás la historia
de los vampiros a un mortal y dejarle vivir. Ningún vampiro debe poner
por escrito la historia de los vampiros ni ningún verdadero conocimiento
de los vampiros por miedo a que dicha historia sea encontrada por los
mortales y la crean. Y el nombre de un vampiro no debe ser conocido
jamás por los mortales, excepto de su lápida, y jamás debe ningún
vampiro revelar a los mortales la ubicación de su guarida o la de otros
vampiros.
Pese a estar tomado de los libros de entrevista con el vampiro, la realidad es semejante a la mascarada.
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