Capítulo 1
Cómo Diana Dio a luz A Aradia (Herodius)
¡”Es Diana! ¡Aquí!
se eleva en lo alto."
-Krats' Endymion
"Sea más brillante
La medialuna de la Reina de las Estrella en su noche de bodas."
-Ibid.
Esto es el Evangelio de las Brujas:
Diana
amó desmesuradamente a su hermano a Lucifer, el dios del Sol y de la
Luna, el dios de la Luz, que era exageradamente narcisista, y por causa
de su orgullo fue desterrado del Paraíso.
Diana tuvo una hija con
su hermano, a quien dieron el nombre de Aradia ( Herodius). En esos días
había en la tierra muchos ricos y muchos pobres. Los pobres fueron
hechos esclavos de los ricos.
En esos días eran muchos los esclavos que fueron tratados cruelmente;
atormentados en cada palacio y en los calabozos de cada castillo.
Muchos
esclavos consiguieron escapar y huyeron del país; así llegaron a ser
ladrones y gentes de mal vivir. En vez de someterse a sus opresores,
planearon su fuga y robaron a sus amos para después matarlos. Así se
convirtieron en ladrones y asesinos, morando en las montañas y en los
bosques para evitar la esclavitud.
Diana dijo un día a su hija Aradia:
“En verdad fuiste concebida y creada por el Espíritu,
Pero naciste para volver a ser otra vez mortal;
Debes volver a bajar a la tierra para instruir a mujeres y hombres.
A todo quién este dispuesto a estudiar la brujería en tu escuela.
Nunca mas serás hija de Caín, ni como a la raza a la que pertenece.
Malvado e infame por el sufrimiento,
Como los judíos y cíngaros errantes,
Ladrones y bribones; como a ellos……………..no serás...
Y serás la primera de brujas conocidas;
Y serás ante todo mi embajadora en el mundo;
Y enseñarás el arte de envenenar,
De envenenar a los que son señores poderosos de todo;
Si, tu harás que mueran en sus palacios;
Y atarás el alma del opresor (con el poder);
Y cuando halles un campesino que es rico,
Entonces enseñarás a la bruja, tu alumna, cómo
arruinar todas sus cosechas con tempestades horribles,
Con relámpagos y con truenos,
Y con granizo y viento...
Y cuando un sacerdote le cause mal y la hiera
por sus creencias, le retornará el daño
por duplicado, y lo hará en mi nombre……..
Diana, la Reina de todas las brujas
Y cuando los sacerdotes o la nobleza
os digan que debéis poner vuestra fe
En el Padre, en el Hijo, y en María, entonces contestareis:
"Vuestro Dios, el Padre, y Maria son
Tres diablos..."
"Para mi no es el verdadero Dios ni Padre;
Ya que he venido para exterminar el mal,
A todo hombre malvado y a su obra destruiré.."
"El que es pobre sufre con el hambre penetrante,
Y el trabajo duro en la miseria, y a menudo también
por el encarcelamiento indebido; aún así
su alma será recompensada por sus sufrimientos,
Y será feliz en el otro mundo,
”El Mal es el destino de todos quien os hace el mal !"
Después de que Aradia fue enseñada a dominar la magia y la brujería, a cómo
destruir la mala raza de opresores, ella enseñó a sus alumnos y les dijo:
Cuando me habré marchado de este mundo,
Siempre que vosotros tengáis la necesidad de algo,
Una vez el mes, y cuando la luna este llena,
Os reuniréis en algún lugar del desierto,
O en un bosque solitario y adorareis al poderoso
espíritu de vuestra reina,
Mi madre, La Gran Diana. Ella gustosamente
os enseñará toda la brujería que aún no habéis aprendido
Sus secretos más profundos, entonces mi madre
os enseñará, la verdad de todas las cosas aún desconocidas.
Y seréis liberados todos de la esclavitud,
Y entonces seréis libres en todo;
Y como signo que sois realmente libres,
Estaréis desnudos en vuestros ritos, tanto hombres
como mujeres; esto durará hasta que
el último de vuestros opresores será eliminado;
Y haréis el juego de Benevento
apagando las luces, y después de esto
celebrareis vuestra cena así.
Capítulo II
El Sabbat, Treguenda o Reunión Bruja
Aquí sigue la cena, en lo que debe consistir, y en lo que se dirá y se hará para
consagrarlo a Diana.
Tomareis comida y sal, miel y agua, y haréis este conjuro:
¡Te conjuro, OH! Comida
Quién alimenta verdaderamente nuestro cuerpo, y de quien sin ti
no podríamos vivir, Tú que antes de llegar a ser flor,
como semilla entraste en la tierra,
Dónde se esconden los más profundos secretos, y entonces cuando el
suelo
se remueve asemejando al polvo con su danza con el viento,
mientras con paciencia, revolotean los secretos extraños
Y antes, cuando aun estabas en el oído,
como un dorado grano brillante, entonces
las luciérnagas acudieron a lanzar su luz en ti
para ayudar en tu crecimiento, porque sin su ayuda
No podrías crecer ni llegar a ser hermoso;
Por lo tanto perteneces a la senda
de las brujas y de las hadas, al igual que
las luciérnagas pertenecen al sol...
Reina de las luciérnagas Apresúrate,
Ven a mí ahora en veloz carrera,
¡Arría tu caballo al oír ahora mi canto!
¡Arría, OH! arría al hijo del rey
¡Venga, apurale y tráemelo a mí!
¡El hijo del rey pronto te libertará!
porque tu eres siempre brillante y justa en el arte,
Bajo un cristal te mantendré; y mientras allí,
con lupa estudiaré tus secretos ocultos,
Antes de que todos tus brillantes misterios sea revelados por
completo,
Si, toda la ciencia maravillosa y confusa de nuestra vida,
de nuestra cruz y de las que están por venir.
Así a todos los misterios conoceré,
Si, aún hasta el del ultimo grano;
Y cuando esto por fin yo realmente sepa,
¡Luciérnaga, libre te dejaré partir!
Cuándo los secretos oscuros de la Tierra sean sabidos por mí,
¡Mi bendición, por fin, te daré!
Aquí sigue el Conjuro de la Sal.
Te conjuro , sal, aquí! aquí en mediodía,
Exactamente en el centro de una corriente
Tomo mi lugar y veo el agua alrededor,
Igualmente el sol, y no pienso en nada más
Mientras aquí además del agua y el sol;
toda mi alma gira en la verdad a su alrededor;
no deseo verdaderamente ningún otro pensamiento,
Anhelo aprender la verdad de las verdades,
Ya que he sufrido mucho tiempo con el deseo
de conocer mi futuro y lo que en mi destino esta por venir,
Si lo bueno o malo prevalecerá en él.
¡Agua y el sol, sed favorables a mí!
Aquí sigue el Conjuro de Caín.
Te conjuro, OH! Caín, cuando tú no puedes
Tener el descanso y la paz hasta que seas liberado
del sol donde estas prisionero del arte, mientras debes ir
golpeando tus manos y corriendo rápidamente
Te invoco para que me permitas saber mí destino;
¡Y que el mal cambie su curso para mí!
Si me concedes esta gracia, yo lo veré claro
en el agua y en el esplendor del sol;
Y tu, OH! Caín, dirás de palabra
todo lo que en mi destino deberá ser.
Y si no concedes mi deseo,
¡Que no puedas tu conocer la paz y la dicha!
A continuación seguirá el Conjuro de Diana.
Harás bizcochos o galletas para comer, con vino, sal, y miel, le darás forma de
medialuna o astado, y los pondrás a hornear, mientras dirás:
No cuezo al horno el pan, ni con ello la sal,
Tampoco cocino la miel con el vino;
Cuezo al horno el cuerpo y la sangre y el alma,
El alma de la gran Diana, que no
conozca el descanso ni la paz, y sienta
el cruel sufrimiento hasta que otorgue lo
qué yo solicito con todo mi deseo,
¡Se lo pido desde lo más profundo de mi corazón!
¡Y si la gracia es otorgada, OH! Diana
En tu honor celebraré este banquete,
Comeré y agotaré la copa profundamente,
Bailaremos y saltaremos desordenadamente,
Y si concedes la gracia que requiero,
cuando el baile sea más desenfrenado, todas las lámparas
serán extinguidas y amaremos libremente
Y así esto será hecho:
Todos
se sentarán a la cena desnudos, los hombres y las mujeres, y después
del banquete, bailarán, cantarán, harán la música, y gozarán del amor en
la oscuridad, con todas las luces apagadas; ya que será el Espíritu de
Diana quien las extinga, y así bailarán y harán música en su honor.
Y
sucedió que Diana, después de que su hija había alcanzado su misión y
agotado su tiempo en la tierra entre los mortales, la recordó, y le dio
el poder que cuando ella había sido invocada...habiendo hecho alguna
buena acción … ella le dio el poder de satisfacer a los que la habían
conjurado otorgándoles el éxito en lo pedido
Para bendecir o maldecir con amigos de poder o enemigos (hacer el
bien o el mal).
Para conversar con espíritus.
Para encontrar tesoros escondidos en ruinas antiguas.
Para conjurar los espíritus de los sacerdotes que murieron dejando
tesoros ocultos.
Para entender la voz del viento.
Para cambiar agua en vino.
Para leer en las cartas.
Para saber los secretos de la mano (quiromancia)
Para curar las enfermedades.
Para convertir a los feos en hermosos.
Para domesticar bestias silvestres.
Y cualquier cosa que pidieran al espíritu de Aradia, se otorgaría a los que
merecieran su favor.
Y así deben ellos invocarla:
¡Así busco a Aradia! ¡Aradia! ¡Aradia! En la medianoche, en la
medianoche entro en un campo, y conmigo llevo el agua, el vino, y la
sal, - llevo el agua, el vino, y la sal, y mi talismán - mi talismán, mi
talismán, y una pequeña bolsa roja la que alguna vez sostengo en mi
mano – el engaño dentro, el engaño dentro, la venta, con la sal en
ello, en ello. Con el agua y el vino que me bendigo, me bendigo con
la devoción para implorar un favor de Aradia, Aradia.
¡Aradia! ¡Mi Aradia!
El Arte te hizo mi hija, con él que era
el más malo de todos los espíritus, quién desde antaño
ha reinado en los infiernos cuando fue expulsado del cielo,
Quién con su hermana te engendró a ti,
Pero como tu madre se arrepintió de su defecto,
Y deseó por compañero a un espíritu quién
Debía ser benévolo,
¡Y no malévolo!
¡Aradia, Aradia! Te Suplico
¡por el amor que ella profesó por ti!
¡Y por el amor que yo siento también por ti!
¡Te invoco para que me concedas la gracia que pido!
Y si esta gracia es otorgada, manifiéstese ante mi
uno de estos tres signos claramente:
El silbido de una serpiente,
La luz de una luciérnaga,
¡El sonido de una rana!
Pero si rehúsas conceder este favor, entonces
no conocerás en el futuro ni paz ni la alegría,
Y seas obligada a buscarme en la distancia,
Hasta que vengas, rápido, a otorgarme mi deseo,
y entonces podras regresar de nuevo
A tu destino. ¡Que así sea!
Capítulo III
Cómo Diana Hizo Las Estrellas Y La Lluvia
Diana
era el primer ser creado antes toda creación; en ella estaban todas
cosas; lo nuestro estaba en ella misma, la primera oscuridad, ella se
dividió; en la oscuridad y la luz fue dividida. Lucifer, su hermano y el
hijo, ella misma y su otra mitad, eran la luz.
Y cuándo Diana vio
que la luz era tan hermosa, la luz que era su otra mitad, su hermano
Lucifer, ella anheló un deseo magnífico. Deseando para recibir la luz
otra vez su oscuridad, para saborearlo en el más alto éxtasis, y en la
delicia, ella tembló con el deseo. Este deseo era el alba.
Pero Lucifer, la luz, escapada de ella, no cedería a sus deseos; él era la luz que
vuela en las partes más distantes del cielo, el ratón que vuela antes del gato.
Entonces
Diana acudió a los padres del Principio, a las madres, los espíritus
que eran antes del primer espíritu, y lamentándose ante ellos de que
ella no podría prevalecer con Lucifer. Y ellos la elogiaron por su
coraje; ellos le dijeron que para subir, primero debe caer; para llegar a
ser la reina de las diosas ella debe llegar a ser mortal.
Y en
los años, con el tiempo, cuando el mundo fue hecho, Diana continuó en la
tierra, como hizo Lucifer, quien había sido expulsado del cielo, y
Diana enseñó la magia y la brujería, de dónde vinieron brujas y hadas y
trasgos, duendes y gnomos - todo lo que se parece al hombre, pero no es
mortal.
Y vino así que Diana tomó la forma de un gato. Su hermano
tuvo un gato a quien él amó más allá de todas las criaturas, y durmió
cada noche en su cama, un gato hermoso, mucho más que cualquier otra
criatura, un hada: él no lo sabia.
Diana prevaleció con el gato
para cambiar formas con ella; entonces ella se acostaba con su hermano, y
en la oscuridad asumió su propia forma, y así que por Lucifer llegó a
ser la madre de Aradia. Pero por la mañana él se da cuenta de que ha
estado con su hermana, y que por eso la luz había sido conquistada por
la oscuridad, Lucifer estaba extremadamente enojado; pero Diana,
haciendo uso de la brujería lo encantó con sus engaños y él se rindió a
su amor. Este fue el primer encantamiento; ella tarareó la canción, era
como el zumbido de las abejas, una rueca que hace girar la vida. Ella
hizo girar las vidas de todos los hombres; todas las cosas giraban en la
rueda de Diana. Lucifer giró en la rueda.
No conocían a Diana las
brujas y espíritus, las hadas y los elfos que moraban en el desierto,
los trasgos, como su madre; ella se ocultó en la humildad y era un
mortal, pero según su voluntad ella se elevó otra vez encima de todo.
Ella tenía pasión por la brujería, y se hizo tan poderosa allí, que su
grandeza no podía ser ocultada.
Y así vino a pasar una noche, en la reunión de todas las brujas y hadas, ella declaró
que oscurecería los cielos y la convertiría a todas las estrellas en ratones.
Todos los presentes dijeron:
"Si hicieras una cosa tan extraña y maravillosa, reconoceremos tu poder y serás
nuestra reina."
Diana
salió a la calle; tomó la vesícula de un buey y una pieza de dinero
brujo, que tiene un borde de un cuchillo - con estas piezas de dinero
cortan la tierra en busca de pistas en las huellas humanas - y ella
cortó la tierra, y surgieron muchos ratones con los que llenó la
vesícula, y sopló en la vesícula hasta que estalló.
Y sucedió una
gran maravilla, la tierra que estaba en la vesícula pasó a ser el cielo
en lo alto, y durante tres días hubo una magnifica lluvia; los ratones
se convirtieron en estrellas. Y habiendo hecho el cielo y las estrellas y
la lluvia, Diana se proclamó Reina de las Brujas; ella era el gato que
gobernó a los ratones de las estrellas, el cielo y la lluvia.
Capítulo IV
El Encanto De Las Piedras Consagradas a Diana
Encontrar una piedra con un hoyo en ella es un signo especial del favor de Diana. El
que así lo haga la tomará en su mano y repetirá la siguiente ceremonia -
He encontrado una piedra sagrada en la tierra.
¡OH! Destino, te doy las gracias por tan feliz hallazgo.
También al espíritu que sobre este camino
me ha guiado;
Y es esto realmente bueno para mí
¡Mi buena Suerte!
Me levanto por la mañana con el alba más temprana,
Y voy a caminar por valles hermosos y agradables,
Por todas las montañas y praderas,
Buscando la suerte mientras sigo adelante vagando,
Buscando el dulce olor de la menta y la verbena,
Porque ellas traen la buena en todo.
Las guardo seguras y con cautela en mi pecho,
Que nadie las pueda descubrir, es algo sagrado y secreto,
y así les hablo:
"OH! Verbena, seas tu un beneficio y una
bendición para esta bruja,
OH! Bendice a el hada que te ofreció a mi"
Era Diana quien realmente vino a mi,
Fue por la noche en un sueño, y me dijo:
"Si quieres mantener a la gente malvada lejos de ti,
Entonces mantén guardada la verbena y el lamentar
se alejara de ti"
¡Gran Diana! Tu,
Reina del Arte en el cielo y en la tierra,
Y en las tierras infernales - si, Tu con tu arte,
protectora de todos los hombres desgraciados,
De ladrones y asesinos, y también de mujeres
Quiénes van por una mala vida, que has conocido
Que su naturaleza no era mala, tu, Diana
Has conferido sobre ellos todavía alguna alegría en la vida.
OH! puedo sinceramente en otro tiempo
así conjurarte en el que no tengas paz
o felicidad, en el que estés en el más grande
de los sufrimientos en el cual
yo requiera la fe más estricta en ti
[Aquí
tenemos una vez más la amena a la deidad, al igual que un esquimal u
otro Shaman, que representa la forma primitiva más grosera de conjurar
en la que se amenaza a los espíritus. Una evidencia de esto también se
encuentra entre católicos romanos groseros. Como cuándo S. Bruno, hace
algún años, en un pueblo de Roma, no escuchó las oraciones de sus
partidarios para la lluvia, ellos atascaron su imagen en el barro del
río, la cabeza hacia abajo. Inmediatamente comenzó a llover, y el santo
fue restaurado con honor a su lugar en la iglesia..]
El encuentro
de una piedra redonda, sea esta grande o pequeña, es una buena señal,
pero nunca debe ser regalada, porque el receptor entonces obtendrá la
buena suerte, y algún desastre acontecerá al donador.
Al encontrar una piedra redonda, levanta los ojos al cielo, y tira la piedra
tres veces hacia lo alto (cogiendola cada vez), diciendo:
Espíritu de buen presagio,
Quién del arte viene para ayudarme,
Por seguro que tenia gran necesidad de ti.
Espíritu del Duende Rojo,
Desde el momento en que vienes para ayudarme en mi necesidad,
Rezo para que no me abandones;
Te ruego entres ahora en esta piedra,
Así en mi bolsillo puedo llevarte,
Y en cuanto tenga alguna necesidad,
Podré llamarte para que me ayudes,
No me abandones ni de noche ni de día.
Si presto dinero a cualquier hombre y no
pagara su deuda cuándo sea debido, yo te invocaré,
¡Y Tu Duende Rojo, harás que pague su deuda!
Y si él se negara obstinadamente,
Vaya con él tu grito "Brie - brie!"
Y si él duerme, lo despertaras con una sacudida,
¡Y le taparas los ojos y lo asustarás!
Y lo seguirás de cerca a todos los sitios donde él vaya.
Enséñale con tu incesante "Brie - brie!"
Que sus obligaciones olvidara y
estará en apuros hasta que él pague sus deudas.
Y mi deudor al día siguiente traerá el dinero
que me debe o me lo enviará inmediatamente,
Entonces te rezaré a ti:
¡OH! mi Duende Rojo, ven en mi ayuda
O si me peleo con la persona a quien amo,
Entonces, espíritu de la buena suerte, yo rezaré para que vayas
A ella mientras duerme y le cojas por el cabello,
¡Y la traigas por la noche a mi cama!
Y por la mañana, cuando todos los espíritus van
A su reposo, antes de que tu regreses de nuevo a la piedra sagrada
la llevaras de nuevo a su hogar,
Y allí la dejaras dormida. ¡Por lo tanto, espíritu!
¡Te suplico hagas de esta piedra tu hogar!
y me obedezcas en todo cuanto te ordene.
Siempre en mi bolsillo estarás,
¡Y tú y yo no nos separaremos jamás!
Capítulo V
El Conjuro del Limón y los alfileres Sagrados a Diana
Un limón repleto de alfileres de diferentes colores siempre trae buena suerte.
Si
recibes como obsequio un limón lleno de alfileres de colores diversos,
sin ninguno negro entre ellos, significa que tu vida será perfectamente
feliz, próspera y alegre.
Pero si hay algunos alfileres negros
entre ellos, puedes disfrutar de buena suerte y buena salud, pero
mezclado con pequeños problemas. [Sin embargo, para disminuir su
influencia, puedes realizar la ceremonia siguiente, y pronunciar este
conjuro.]
En el instante en que llega la medianoche,
He escogido un limón en el jardín,
He escogido un limón, y con él
Una naranja y una fragante mandarina.
Reúno con cuidado éstos preciosos frutos,
Y digo con tranquilidad:
"Tu, quién Reinas en el arte del sol y de la luna
¡Y de las estrellas -! aquí te llamo
Y con el poder te conjuro
¡Para que me concedas el favor que te suplico!
Tres cosas del jardín aquí he reunido:
Un limón, una naranja y una mandarina;
los he reunido para que me traigan la buena suerte.
Dos de ellos cojo en mi mano,
Y que me deberá servir para mi destino,
¡La reina de las estrellas!
Entonces haga esa fruta permanece la firma en mi alcance.
[Algo
aquí es omitido por la SRA. Supongo que los dos frutos son tirados sin
mirarlos al aire, y si el limón permanece, la ceremonia puede proseguir.
Esto es evidente, ya que el conjuro se confunde con una dirección de la
prosa para cómo actuar]
Diciendo esto, mirando hacia el cielo, encuentro el limón en una mano y una voz
me dice:
"Toma
muchos alfileres, y con cuidado clavalos en el limón, los alfileres
deben de ser de muchos colores y así tendrás buena suerte, y si decides
regalar el limón a alguien o algún amigo, ponle muchos alfileres de
colores variados.
"Pero si deseas que el mal acontezca a alguien, introdúcele algunos alfileres negros.
"Pero para esto debes pronunciar un conjuro diferente”:
Diosa Diana, yo te conjuro
Y en voz alta te llamo,
Que no conozcas nunca ni la paz ni la alegría
Hasta que consientas en darme toda tu ayuda.
Por lo tanto mañana al mediodía
te esperaré, llevando una copa de vino,
Con esto una lente o un pequeño cristal.
Y trece alfileres que pondré en el encanto;
los cuales serán completamente negros,
¡Pero tu, Diana, tu los convertirás a todos en negros!
Invocarás ante mí a los demonios del infierno;
y los mandaras como compañeros del Sol,
Y todo el fuego infernal en sí
Esos demonios traerán, y traerán consigo el poder
Al Sol para hacer hervir este rojo vino,
Para que estos alfileres por el calor puedan ser candentes;
Y con ellos yo llenaré el limón aquí,
Y a quien le sea dado este limón repleto de alfileres
La paz y la prosperidad no conocerán jamás.
Si esta gracia me concedes
¡DA una señal a mi rezo!
Antes de que el tercer día se desvanezca,
Permíteme oír o ver
Un viento rugiente, una es trepidante lluvia,
o el rumor del granizo en la llanura;
Hasta que uno de estos tres signos me sea mostrado,
La paz, Diana, no conocerás.
Responde a la invocación que te he mandado,
o el tormento no te abandonara ni de día ni de noche
Como
la naranja es la fruta del Sol, así es el limón a la Luna o Diana, su
color es amarillo. Sin embargo, el limón especialmente escogido para el
encanto debe de ser siempre verde, porque "se pone con fuerza" y se
transforma en negro. No es muy sabido que la piel de la naranja y la del
limón, presionadas y bien sujetas y combinadas con un adhesivo puede
transformarse en una sustancia dura que se puede moldear o puede ser
usada para muchos propósitos. He dedicado un capítulo a esto en un
trabajo todavía no publicado titulado Cien Artes Secundarias. Esto fue
sugerido a mí por el limón endurecido que me entregó una bruja para un
encanto.
Capítulo VI
Un Hechizo para Atraer el Amor
Cuándo
un mago, un devoto de Diana, uno que venera la Luna, desea el amor de
una mujer, él la puede transformar en la forma de un perro, cuando ella,
olvidándose de que es, y de todas las que hace, viene inmediatamente a
su casa, y allí, toma otra vez su forma natural y permanece con él. Y
cuando es el momento de regresar a su casa, ella vuelve a transformarse
un perro y una vez en su hogar volverá a ser una chica. Y no recordará
nada de lo que ha sucedido, o solo unos pocos fragmentos
insignificantes, que parecerán como un sueño confuso. Y ella tomará la
forma de un perro porque Diana jamás tiene un perro a su lado.
Y este es el hechizo que al ser repetido por él traería un amor a su hogar.
(El principio se este hechizo es una introducción de la naturaleza de esta
ceremonia)
Hoy
es viernes, y quiero levantarme muy temprano, no he sido capaz de
dormir en toda noche, he visto una chica muy hermosa, la hija de un
señor rico, y a la que no tengo esperanzas de seducir. Si ella fuera
pobre la podría tentar con dinero; pero como es rica, no puedo hacerlo
así. Por lo tanto tendré que hacer un conjuro para que Diana me ayude.
¡Diana, hermosa Diana!
Si realmente tu arte es tan bueno como hermoso,
Por todo el culto que te he dado,
Y toda la alegría del amor que has conocido,
¡Te suplico que me ayudes en mi amor!
Qué en verdad desciendas
y puedas hacer que
si la gracia que busco en ti me es concedida,
sea llamada, por mi invocación, tu hija Aradia,
Y envíala hasta la cabecera de la muchaha,
Y déle a esa chica la semejanza de un perro,
Y la haga entonces venir a mí habitación,
Y una vez este ella aquí yo te invocaré de nuevo
para que ella pueda recobrar su forma humana,
Tan hermosa como ella era antes,
Y puede yo entonces hacer el amor con ella hasta que
Nuestras almas queden completamente satisfechas de placer.
Entonces con la ayuda de la poderosa Reina de las Hadas
Y de su hija, Aradia,
Pueda ser ella, otra vez, ser transformada en un perro,
¡Y luego, una vez más, a la forma humana como antes!
Así
sucederá que la chica, en forma perro, volverá a su casa sin ser vista
ni despertar sospechas, para que así suceda será hecho por Aradia; y la
chica pensará que todo ha sido un sueño, porque así habrá sido encantada
por Aradia.
Capítulo VII
Para encontrar o comprar algo, o para tener buena suerte en
ello
El
hombre o la mujer que, cuando deba viajar y quiera verse libre de
cualquier peligro o riesgo de accidente, o para tener buena suerte al
hacer una compra, como, por ejemplo, si un erudito desea encontrar algún
libro o manuscrito antiguo e inédito y a un precio económico, o si
alguien desea comprar algo muy codiciado y o para encontrar piezas
únicas y raras. Este conjuro sirve para la buena salud, la alegría de
corazón, para alejar el mal y vencer la enemistad. Estas son las
palabras que se beben recitar:
En un día Martes y a una hora temprana
Yo haré girar la rueda de la buena fortuna hacia mi,
En primer lugar en casa y luego cuando salga,
Y con la ayuda de la hermosa Diosa Diana
¡Invoco a la suerte antes de salir de esta casa!
Primero con tres gotas de aceite elimino
toda mala influencia, y humildemente rezo,
OH! Tú, hermosa Diana,
aleja de mí todas las malas energías,
y dirigelas a mi peor enemigo
Cuándo la mala suerte salga de mi
la arrojaré fuera, en medio de la calle
Si me concedes este favor, OH! Hermosa Diana,
la campana en mi casa alegremente sonará
Entonces, contento y alegre
Iré a fuera a pasear,
Porque estoy seguro que con tu ayuda
Descubriré antes de retornar
Algunos libros finos y antiguos,
Y a un precio moderado.
Y encontrarás al hombre,
El que posee el libro,
Y descenderás penetrando en su mente
haciéndole ver que,
esto que estoy buscando no es un hallazgo
Y lo inducirás a que haga todo cuanto requiero.
O si es un manuscrito
Escrito en días antiguos,
Tú le harás actuar del mismo modo,
Y así me lo ofrecerá a un precio barato.
Y así compraré todo cuanto quiera
con la protección de La Gran Diana.
Este
conjuro ha sido expuesto, con alguna demora, en respuesta a una
pregunta en la que se requería un hechizo para antes de salir de casa,
para asegurarse que encontraría a la venta algún libro raro, u otro
objeto deseado, a un precio muy moderado. Por lo tanto la invocación ha
sido redactada para aplicarla a hallazgos literarios; pero los que
deseen comprar algo absolutamente en los mismos términos o condiciones,
será igualmente favorable, solo tienen que variar la petición,
conservando la introducción, en la que la consiste la virtud mágica. Sin
embargo, no puedo resistirme a la convicción, que es más aplicable a,
(y tendrá más éxito), búsquedas de objetos antiguos, material escolar y
objetos de arte. Esto debería ser grabado profundamente en la memoria de
cada bibliógrafo. Debe ser observado con seriedad, ya que el conjuro
obrará de forma contraria a no ser que quien lo recite lo haga con
verdadera fe, y esta no puede ser adquirida simplemente diciéndose a uno
mismo, " creo. " Para adquirir la fe verdadera en algo se requiere una
larga y seria disciplina mental, así debe de ser, de hecho, no se ha
hablado nunca tanto de una cosa como de la fe y ha sido tan poco
entendida. Aquí realmente, hablo con seriedad, para el hombre que quiere
entrenar su fe, creer en realidad y cultivar o desarrollar su voluntad,
trabajar en un mundo de común acuerdo considerando los milagros como
una realidad. Un tiempo vendrá cuando este principio formará no sólo la
base de toda la educación, si no también la de toda cultura moral y
social. Todo esto lo expongo en un trabajo que he publicado titulado ¿"
Tiene Fuerza de Voluntad? O como Desarrollar cualquier otra Facultad de
la Mente de forma habitual, " *c. Londres: Jorge Redway.
El
lector, sin embargo, quien declara tener una fe absoluta en las brujas,
puede aplicar este escrito a diario, antes de dirigirse a hacer
cualquier clase de adquisición en tiendas y establecimientos
comerciales, al ir en busca de objetos perdidos, o, de hecho, para la
búsqueda de cualquier clase de objeto. Si se inclina a la belleza en la
forma femenina, obtendrá buena suerte; si es un hombre de negocios, los
negocios serán suyos. El botánico que lo pronuncie antes de adentrarse
en un bosque probablemente descubrirá alguna planta nueva, y el
astrónomo en la noche puede estar casi seguro de descubrir un nuevo
planeta, o al menos un asteroide. Este conjuro debería ser recitado
antes de ir a las carreras, visitar a amigos, lugares de
entretenimiento, comprar o vender, hacer discursos, y sobre todo antes
salir de la cacería o siempre que se tenga que salir de noche, ya que
Diana es la diosa de la persecución y de la noche. Pero……….. El
infortunio recaiga sobre el que lo tome a broma
El capítulo VIII
Para Tener un Vino Bueno o un Vino muy Bueno con la ayuda
de Diana
Quien
desee tener un buen vino fino y añejo, debe tomar un cuerno lleno de
vino y dirigirse a sus viñedos, allí donde crecen las cepas y entonces
beber del cuerno diciendo:
Bebo, mas no es vino lo que bebo,
Bebo la sangre de Diana,
Lo que antes era vino ahora se ha transformado en su sangre,
Y derramándolo sobre mis viñedos en crecimiento,
me dará como recompensa buenos vinos,
Aunque es tenga que ocuparme de la vendimia,
No debo preocuparme por su cuidado, pues podría suceder
que la uva madurase en la luna menguante,
Entonces todo el vino se estropearía, pero
Si al beber de este cuerno yo bebo la sangre -
La sangre de la Gran Diana - por su ayuda -
beso la mano a la luna nueva,
y rezo a la Reina para que ella proteja mis uvas,
desde el instante en que nace el primer brote
hasta que sea una uva madura y perfecta,
Y más adelante en la vendimia y al final
hasta que el vino sea hecho haga – y será bueno!
Y así podré tener éxito y conseguir un gran beneficio de él
cuando por fin sea vendido,
Acuda la buena fortuna a mis viñedos,
¡Y a toda mi tierra, por siempre así será!
Pero si mis vides padecen de algún mal horrible,
Tomaré mi cuerno, y valientemente soplaré el vino
en la bóveda de la medianoche, y haré
tal estruendo, un terrible y tremendo sonido
Que tu, bondadosa Diana, aunque lejos,
por muy lejos que puedas estar, oirás mi llamada,
Y abriendo la puerta o la ancha ventana,
te precipitaras sobre el viento veloz,
Y hallándome me salvarás - eso es, salvaras a mis vides,
me ahorrarás una angustia horrible;
pues si perdiera mis vides seria mi ruina,
pero con tu ayuda, Diana, yo me salvaré.
Esta
es una invocación tradicional muy interesante, y probablemente muy
antigua de una gran evidencia intrínseca muy llamativa. Ya que ello en
primer lugar es dedicado a un tema que ha recibido poca atención - la
conexión de Diana como la luna con Bacchus, aunque en el Dizionario
Storico Mitológico magnífico, por Pozzoli y otros, expresamente es
afirmado que en Grecia su adoración fue asociada a la de Bacchus, de
Esculapius y de Apolo. El puente de conexión es el cuerno. En una
medalla de Alexander Severus, Diana de Ephesus lleva el cuerno de la
abundancia. Esto es el cuerno o el cuerno de la luna nueva, sagrado a
Diana. Según Callimachus, el mismo Apolo construyó un altar que
consistía enteramente en cuernos a Diana.
La conexión del cuerno
con el vino es obvia. Era usual entre los ancianos Eslavos, que el
sacerdote de Svantevit, el dios del Sol, mirara si el cuerno que el
ídolo sostenía en la mano estaba lleno de vino, para así profetizar una
buena cosecha en el siguiente año. Si estaba lleno seria así; si no, él
llenaba el cuerno, bebía de su contenido, y reemplazaba en la mano del
ídolo y predecía que todo iría eventualmente bien. El lector puede
apreciar que esta ceremonia es extrañamente similar a la de la
invocación italiana, la única diferencia es que en una es al Sol, y en
la otra es a la Luna a quien se invoca para asegurar una buena cosecha.
En las Leyendas de Florencia hay una de la Vía del Corno, en que el héroe, cayendo
en un tonel de vino, es salvado de ahogarse naciendo sonar un cuerno con una
fuerza
tremenda. El sonido, que llega a una distancia increíble, aún a
tierras desconocidas, hacia apresurar a todos como si estuvieran
encantados para salvarle. En este conjuro, Diana, en las profundidades
de cielo, es representada como precipitándose en el sonido del cuerno, y
saltando por puertas o ventanas para salvar la vendimia de quien lo
sopla. Hay una cierta afinidad singular en estas historias. En el
cuento de la Vía del Corno, el héroe es salvado por el Duende Rojo
Goodfellow, que le da un cuerno, y es el mismo espíritu que aparece en
el conjuro de la Piedra Redonda, que es consagrada a Diana. Esto es
porque el espíritu es nocturno, y el asistente de Diana - Titania
Besar
la mano a la luna nueva es una ceremonia desconocida y muy antigua,
este rito, aún en su tiempo, fue considerado como pagano y prohibido –
siempre se ha considerado anticuado y pasado de moda - como cuando él
declaró (XXXI, 26, 27), " Si contemplara la luna caminando en su
resplandor ... y mi corazón ha sido en secreto atraído o mi boca ha
besado mi mano ... esto también era una motivo para ser castigado por
el Juez, ya que supuestamente, supondría haber negado a Dios. " De esto
debe ser deducido que el rito no contemplaba que Dios hizo la luna y
todas las demás cosas, o sea que tomó a la luna como una deidad
independiente. En cualquier caso, es curioso ver como los viejos ritos
prohibidos todavía viven, y tan heréticos como lo fueron.
Es
evidente que tal como ha llegado a mí la tradición, esta, omite una
parte de la ceremonia, la cual puede ser substituida por cualquier
autoridad clásica en la materia.
Cuándo el campesino realiza este
rito, no debe actuar como hizo una vez cierto africano, criado de un
amigo mío, que cada mañana debía salir y verter una libación de ron
sobre un fetiche y lo que hacia era verterlo en su propia garganta. El
campesino debe rociar también las vides, así como los granjeros de
Devonshire que observando todas las ceremonias de la Navidad, rocían,
también de un cuerno, sus manzanos
El capítulo IX
Tana y Endamone, o Diana y Endymion
"Ahora
es fantástico que Endymion, morador del Olimpo, de dónde fue expulsado
a exigencias del respeto a Juno, fue desterrado durante treinta años a
la tierra. Y siéndole permitido durante este tiempo dormir este en una
cueva del Monte Latmos, Diana, fascinada por su belleza lo visitó cada
noche hasta que ella tuvo con él cincuenta hijas y un hijo. Y después
de esto Endymion fue recordado en el Olimpo."
-Diz. Stor. Mitol
A
la siguiente leyenda y escritos les fueron dados el nombre o título de
TANA. Este era el antiguo nombre Etrusco de Diana, que sigue siendo
conservado en la Roma Toscana. En más de un trabajo italiano y francés
he encontrado algún relato de cómo una bruja encantó a una chica para
acostarse con un amante, pero esto es la única explicación de la
ceremonia entera conocida por mí.
Tana era una hermosa diosa, ella
se enamoró de un maravilloso y hermoso joven llamado Endamone; pero en
su amor se cruzó una bruja que era su rival, aunque Endamone no le
prestaba ninguna atención.
Pero la bruja estaba decidida a
conseguirlo, fuera como fuera, y con esta intención convenció al criado
de Endamone para que le permitiera acceder una noche a su habitación. Y
cuando estuvo allí, asumió el aspecto de Tana, la que él amaba, para
que él estuviera encantado en recibirla, tal como pensaba, y le dio la
bienvenida con un apasionado abrazo. Más esto le favoreció en su poder,
ya que ello le permitió conseguir un mechón de su cabello con el que
podría realizar un conjuro mágico.
Entonces ella fue a su casa,
tomó un trozo del intestino de una oveja, formado una bolsa con él, e
introdujo en ella el mechón de cabello que había tomado de Endamone
junto con una cinta roja y una negra, atadas juntas, una pluma, pimienta
y sal, y entonces cantó una canción.
Estas son las palabras, del antiguo conjuro.
Esta bolsa para Endamon tejí,
Es mi venganza de amor,
Del amor profundo que tuve por él,
Lo que yo haga , no regrese a mi,
Más quede grabado en lo más sagrado de Tana,
¡Y así Tana nunca será tuya!
cada noche en la angustia
¡Por mí oprimido estarás!
día a día, hora a hora,
Haré que sientas el poder de la bruja;
Con pasión serás atormentado,
Aún con placer no serás contentado;
Envuelta en un falso sueño estará,
sabiendo que amada es por ti,
como muerta, pero jamás morirá,
Sin poder pronunciar una palabra,
Su voz por ti no será oída;
Atormentado por la angustia del Amor,
¡No habrá alivio para ti!
No podrá ser roto este poderoso hechizo,
Y de este sueño jamás despertará;
Poco a poco te irás consumiendo,
Como las velas colocadas en una esquina.
Poco a poco los sentimientos mueren,
aún reviven alguna vez pero la mentira los tortura,
Fuerte es el deseo, mas, débil se torna,
Sin poder moverse o hablar,
Con todo el amor que sentía por ti,
Tu sentimiento atormentado es,
De todo el amor que sentí antes
lo transformo en un sentimiento que se quema en el odio,
Para siempre te doblegarás en el tormento,
y me sentiré vengada y contenta.
Pero
Tana, que era MUCHO MAS poderosa que la bruja, aunque no podía romper
el hechizo por el que le obligaba a dormir, tomó de él todo su dolor
(supo de él en sueños), y abrazándolo, ella cantó este contra hechizo.
¡Endamone, Endamone, Endamone!
Por el amor que siento por ti, y que
sentiré hasta mi muerte,
Tres cruces en la cama hago,
Y luego tres castañas de caballo salvaje tomo,
En esta cama las herramientas escondo,
Y luego abro la amplia ventana,
para que la luna llena puede lanzar su luz
brillante y alegre sobre el amor,
Y entonces le rezo allá en lo alto
para que conceda a nuestro amor un éxtasis salvaje,
Y lance su fuego en nuestros corazones,
para que nunca puedan separarse;
¡Y una cosa más quiero pedirte!
Si de mi enamorado está,
Y en mi ayuda su amor ha dedicado,
A su llamada acudiré veloz.
Así
que vino a pasar que la diosa justa hizo el amor con Endamone como si
ellos hubieran estado despiertos (pero comunicándose en sueños). Y
desde este día, quien quiera hacer el amor con alguien en sueños,
debería adoptar el recurso de la hermosa Tana, y si así lo hace
obtentra el éxito.
Esta leyenda, coincidiendo en muchos detalles
con el mito clásico, se entremezcla extrañamente con prácticas de
brujería, pero aún éstos, si se investigaran, se demostraría que son
tan antiguos como el resto del texto. Así el intestino de oveja - usado
en vez de la bolsa roja de tela o lana que se emplea en la magia
benéfica - la cinta roja y negra, que mezcla los hilos de la alegría y
el infortunio, la pluma, la pimienta y la sal, se emplean en muchos
otros conjuros, pero siempre traen el mal y causan sufrimiento.
Yo
nunca lo he visto, pero es verdad, que Keats en su exquisito poema de
Endymion se aparta completamente del espíritu y significado del mito
antiguo, mientras que en el malvado encanto de la bruja lo desarrolla
minuciosamente. El concepto es que un hermoso joven es besado por la
Diosa Diana, de castidad reputada, en sus sueños. En la mitología
antigua esto significa que, al principio, de la oscuridad y la luz, o
del día y la noche nacen las cincuenta y una (ahora cincuenta y dos)
semanas del año. O sea, Diana, la noche, y Apolo, el sol, o la luz en
otra forma. Esto es expresado como el trato sexual durante el sueño,
que, cuando ocurre en la vida real, generalmente tiene para el agente
activo alguien quien, sin ser absolutamente modesto, desea conservar
las apariencias. El carácter establecido de Diana para el Iniciado (por
lo cual ella fue insultada amargamente por los Padres de la Iglesia)
era el de un hipócrita hermoso que persiguió aventuras amorosas en el
secreto silencioso.
"Así como Endymion se pone con la Luna,
igual hizo Hippolytus y Verbio."
Pero
hay una idea delicadamente extraña, exquisitamente y sutil en la
concepción del aparentemente casto "limpia, luna fría" lanzar su luz
viva por la cautela en los recreos escondidos de la oscuridad y la
actuación en los misterios ocultos del amor y los sueños. Así que Byron
la tomó como original, pensó que el sol no aparece en
la mayoría
los ritos prohibidos de los seguidores de la luna, y esto se acentúa en
el poema italiano de la bruja. En él la luna se invoca claramente para
la protección de un amor extraño y secreto, y cuando la deidad es
invocada especialmente por tal de hacer el amor. La invocación dice que
se abre la ventana, que la luna brilla espléndidamente en la cama, como
nuestro amor es brillante y hermoso...y rezo para que ella nos dé un
magnífico éxtasis.
El temblor, la misteriosa y hermosa luz de la
luna, que parece lanzar un espíritu inteligente o la emoción sobre la
Naturaleza silenciosa, y el débil despertar de sombras que se alzan en
pensamientos y alientan a cada árbol y roca para asumir la apariencia de
una forma viva, pero los que, brillando y respirando, todavía duermen
en un sueño, no podría escapar a los griegos, y ellos lo expresaron
como Diana que abraza a Endymion. Pero como la noche es el tiempo
sagrado al secreto, y como la verdadera Diana de los Misterios era la
Reina de la Noche, quien llevó la luna creciente, y la amante de todas
las cosas ocultas, incluyendo "los pecados secretos de las dulces e
iniquidades amatorias," allí fue conectado a este mito MUCHO MAS de lo
que el ojo ve. Y solamente en el sentido a que Diana, como se creía,
era la Reina de las brujas y de la Noche, o la Venus-Astarte nocturna,
hasta ahora el amor por dormir con Endymion debe ser entendido como
sensual, sagrado y alegórico. Y esto es completamente en este sentido
como las brujas en Italia, quienes pueden reclamar con algún derecho de
ser sus verdaderas herederas, han conservado y han entendido el mito.
¡Esto
es una realización de amor prohibido o secreto, con la atracción de la
débil y hermosa luz de la luna, con el encanto de hadas y espíritus de
lo sobrenatural - un romance combinado de una forma extraña - el
hechizo de la Noche!
"Hay un peligroso silencio en esa hora
Una calma que sale de la habitación para el alma llenar
Para abrirse a si misma, sin el poder
de llamar a su entero autocontrol;
luz de plata que santifica árbol y flor,
belleza cubierta y suavidad profunda superior,
alienta también al corazón, y derrama sobre él
una languidez amorosa y que no repose."
Este
es el significado del mito de Diana y Endymion. El proceder divino o
estético (que para los griegos era lo mismo) la pasion, el secreto, y lo
prohibido. El encanto de las aguas robadas que son dulces,
intensificado a la poesía. Y es notable que haya sido conservado tan
extrañamente por la tradición italiana.
Capítulo X
Madona Diana
Erase
una vez, en un tiempo muy lejano, en el Condado de Cettardo, una
muchacha de una belleza asombrosa, que fue prometida a un joven tan
hermoso como ella misma; pero aunque de buena cuna y bien criados, la
suerte o la desgracia de la guerra y el destino los habían hecho a ambos
extremadamente pobres. Si algún defecto tenia ella, este era su gran
orgullo, por lo que no consentía en casarse si no era como ella deseaba,
con un gran lujo de detalles, buenas ropas, una gran fiesta y muchas
damas de honor.
Y esto llegó a ser para la hermosa Rorasa, pues ese era su nombre, tal objeto de
deseo, que su cabeza medio enloqueció, y las otras chicas que la conocían, por no
decir
de los muchos hombres a quien ella había rechazado, la ridiculizaban
amargamente, preguntándole cuando se celebraría la lujosa boda, junto
con muchas otras burlas, debido a eso, en un momento de locura, fue a la
cima de una torre muy alta, y de se lanzó al vacío; y cayó por un
barranco terrible que había debajo.
Más no se causó ningún mal, ya
que mientras caía se le apareció una hermosa mujer, no perteneciente
al mundo mortal, y tomándola de la mano la transportó por el aire a un
lugar seguro.
Toda la gente alrededor que vio o se enteró de esta
proeza gritó, "Milagro, Milagro" e hicieron una magnífica fiesta, y
fueron a persuadir Rorasa que ella había sido salvada por la Madona.
Pero
la dama que la había salvado, acudió a ella secretamente y le dijo,
"Si tienes cualquier deseo, sigue el Evangelio de Diana, o lo que se
llama el Evangelio de las Brujas, que venera la luna."
"Si tu adoras a la Luna, entonces
lo que tu desees obtendrás"
Entonces la hermosa chica salió sola por la noche y fue al campo, y arrodillada en
una piedra de una ruina vieja, ella veneró a la luna y a Diana así invocó:
¡Diana, hermosa Diana!
Tu que me salvaste de una muerte espantosa
cuándo yo caía por el barranco oscuro
Rezo para que me concedas otro favor.
Dame una boda gloriosa, repleta de muchas
cosas hermosas y grandiosas y muchas madrinas;
Y si este favor me concedes,
¡En verdad que del Evangelio de las Brujas seré!
Cuándo
Rorasa se despertó por la mañana, ella se encontraba en otra casa,
dónde todo era mucho mas bonito, y una hermosa doncella la dirigió a
otra habitación, donde fue vestida con un lujoso vestido de bodas de
seda blanca y diamantes, era su traje de novia de verdad. Entonces
aparecieron diez señoritas, todas espléndidamente vestidas, y con ellas
muchas personas distinguidas con las que ella fue a la iglesia en su
carruaje. Y todas las calles se llenaron de música y de gente que
llevaba flores.
Entonces ella encuentra al novio y se casa
conforme a los deseos de su corazón, diez veces más grandemente de lo
que había soñado jamás. Después de la ceremonia, tuvo lugar allí un
banquete en el que toda la nobleza de Cettardo estaba presente, y,
además, el pueblo entero, ricos y pobres, fueron invitados.
Cuándo
finalizó la boda, las madrinas le hicieron cada una un regalo
magnífico – una le dio diamantes, otra un pergamino en oro, después
pidieron permiso para ir a la sacristía y allí tranquilos durante unas
horas, hasta que el sacerdote mandó a su monaguillo a preguntar si
necesitaban algo. Pero lo que más asombró a la juventud fue al
contemplar las diez imágenes talladas en madera y terracota junto a
Diana de pie sobre la luna, enormemente adornada y de un valor inmenso,
con la semejanza de las diez damas de honor.
Por lo tanto el sacerdote puso estas imágenes en la iglesia, que es la más antigua
de Cettardo, y por eso ahora en muchas iglesias se puede ver a la Madona y la
Luna,
pero es Diana. El nombre Rorasa parece provenir del latino ros rocío,
rorare, para rociar, rorulenta, roció - de hecho, la diosa del rocío.
Su gran caída para ser levantada por Diana sugiere la caída de rocío
por la noche, y su transformación en el vapor bajo la influencia de la
luna. Es posible que este sea un cuento mítico, latino muy antiguo. La
seda y los diamantes blancos indican el rocío.
Capítulo XI
La Casa Del Viento
La
historia siguiente no pertenece al Evangelio de las Brujas, pero la
agrego como confirmación del hecho que el culto a Diana existió durante
mucho tiempo junto con la Cristiandad. El título que figura en la
original la Sra., que fue escrito por Magdalena, después de haberlo oído
de un hombre que era nativo de Volterra, es La Peregrina de la Casa
del Viento. Puede agregarse que, tal como se relata en el cuento, la
casa en cuestión todavía sigue en pie.
Hay una casa de campesinos
en la subida a Volterra, que se llama la Casa del Viento. Cerca de
allí hubo una vez un pequeño palacio, en donde vivió un matrimonio con
su hijo, una niña a la que ellos adoraban. Si a la pequeña le ocurría
cualquier cosa, aunque solo fuera un simple dolor de cabeza, se
preocupaban y sufrían temiendo lo peor.
Poco a poco la niña fue
haciéndose mayor y todo lo que pensaba su madre, que era muy devota,
era que la jovencita tenía que ser monja. Pero a la muchacha no le
gustó esto, y le dijo a su madre que lo que quería era casarse como
hacían las demás chicas. Un día, cuando miraba por su ventana, vio a
los pájaros revoloteando y trinando en las vides y entre los árboles
muy alegremente, y entonces le dijo a su madre que algún día desearía
tener una familia de pajarillos propios revoloteando alrededor de su
alegre nido. La madre estaba tan enojada que le dio un bofetón. La
joven lloró, pero le contesto a su madre vivamente que si la golpeaba y
la maltrataba, pronto encontraría la manera, con toda seguridad, de
escaparse y casarse porque ella no tenía la más mínima idea de ser
monja.
Al oír esto la madre se asusto seriamente, ya que ella
conocía perfectamente el temperamento de su hija, temió que la muchacha
no tuviera ya un amante y el escándalo que eso significaría; y los
chismorreos que habría de ello por todas partes, entonces pensó en una
señora mayor, de buena familia pero autoritaria, famosa por su
inteligencia para enseñar y por su poder de persuasión y pensó “ Esta
será la persona justa para inducir a mi hija a ser piadosa, llenará su
cabeza de devoción y hará de ella una monja.” Así que llamó a esta hábil
persona que designó inmediatamente como institutriz y asistente
constante de la señorita, quien, en vez de pelearse con su guarda, se
hizo fiel a ella.
Sin embargo, no todo en este mundo va
exactamente como nosotros querríamos, y nadie sabe qué pez o cangrejo
puede esconderse bajo una piedra en el río. Por lo que aconteció que la
institutriz no era católica en absoluto, como en su momento parecía, y
no fastidió a su alumna con ninguna amenaza de una vida de monja ni
siquiera con la aprobación de ello.
Y sucedió que la joven, que
tenia el hábito de mentir, se despertó en una noche de luna llena para
oír como los ruiseñores cantaban y oyó a su institutriz en la habitación
de al lado, y como que la puerta estaba abierta, entró y la vio a
fuera en un magnifico balcón. A la siguiente noche sucedió lo mismo, y
elevándose muy suavemente sin ser vista, contempló a la dama que rezaba
arrodillada a la luz de la
luna llena, lo que le pareció una
conducta muy singular, y tanto más por el hecho de que las palabras que
pronunciaba la dama arrodillada no podían ser entendidas de la mas
mínima manera y que seguramente no formaban parte de ningún acto
relacionado con la iglesia.
Y habiendo pensado mucho sobre tal
extrañeza, por fin, con tímidas excusas, le pregunto a su institutriz
sobre lo que había visto. Entonces esta, después de reflexionar durante
unos momentos, y comprometiéndola a guardar secreto a vida o muerte, le
dijo que era una cuestión de gran peligro y le hablo de la siguiente
manera:
"Yo, como tu, cuando era joven fui instruida por los
sacerdotes para adorar a un dios invisible. ¿Pero una anciana con quien
tenía mucha confianza me dijo una vez “por qué has de venerar a un dios
al que no puedes ver cuando ahí tienes a la luna con su esplendor bien
visible? Venérala e invoca a Diana, la Diosa de la Luna y ella te
concederá tus deseos” Esto es lo que debes hacer, obedecer el Evangelio
de las Brujas y de Diana que es la Reina de las Hadas y de la Luna”.
La
Joven siendo convencida, fue convertida al culto de Diana y la Luna, y
rezó con todo su corazón para encontrar un amante (aprendió el conjuro
de la diosa), pronto fue recompensada con la atención y la devoción de
un valiente y rico caballero, verdaderamente era el pretendiente que
cualquiera podría desear. Pero la madre, que fue poseída mucho más por
su carácter vengativo y su vanidad que por la felicidad de su hija,
enfureció de tal manera con este acontecimiento que cuando el caballero
se presentó a ella, le despidió diciéndole que su hija estaba destinada
a ser monja y una monja debía ser o de lo contrario debía morir.
Entonces
la joven fue encerrada en una celda de la torre sin ni siquiera la
compañía de su institutriz, y sufrió duramente un gran dolor, teniendo
que dormir en el suelo y pasar hambre y sabiendo que su madre tenía su
destino en sus manos.
Entonces, en medio de esta horrible
necesidad, rezó a Diana para que la libertara; cuando de pronto ella
encuentra la puerta de la prisión abierta y escapa fácilmente. Entonces
consiguió un vestido de peregrino y viajó por todas partes, enseñando y
predicando la religión de los antiguos tiempos, la religión de Diana,
la Reina de las Hadas y de la Luna, la diosa del pobre y del oprimido.
Y
la fama de su sabiduría y su belleza fue conocida en toda la tierra, y
la gente la veneraba, llamándola La Bella Peregrina. Por FIN su madre,
al saber de ella, y llena de un odio como jamás lo había estado y
después de muchos problemas consiguió que la detuvieran y la
encarcelaran. Y entonces con muy mal genio le preguntó si consentiría en
ser monja; a lo que la joven contestó que ya no era posible, porque
ella había dejado la Iglesia Católica y se había convertido en devota de
Diana y de la Luna.
Y viendo la madre que había perdido a su
hija, la denunció a los sacerdotes para que la atormentaran y le dieran
muerte como hacían con todos los que abandonaban su religión.
Pero la gente no estaba contenta con esto, porque ellos adoraron su belleza y su
bondad, y había muy pocos que no hubieran gozado de su caridad.
Con la ayuda de su amante ella obtuvo como ultima gracia, que la noche antes de
ser torturada y ejecutada pudiera salir con un guardia al jardín del palacio a rezar.
Esto
es lo que ella hizo, apoyada en la puerta de la casa rezó a la luz de
la luna llena a Diana, para poder ser liberada de la horrible
persecución a la que había sido sometida ya que hasta sus propios padres
la habían entregado a una muerte segura.
Sus padres y los sacerdotes y todos aquellos que buscaron su muerte estaban en el
palacio atentos por el temor a que ella pudiera escaparse.
Cuándo
de pronto, en respuesta a su oración se desencadeno una terrible
tempestad, un viento agobiante, una tormenta tal que ningún hombre había
visto jamás que derribó el palacio con todos los que estaban dentro,
no quedó piedra sobre piedra ni tampoco ningún alma viva de todos los
que allí se encontraban. Los Dioses habían respondido a su oración.
La joven escapo felizmente con su amante, se casó con él y la casa de campesinos
donde vivió es llamada todavía la Casa del Viento.
Esta
es exactamente la leyenda tal y como yo la recibí, pero admito que he
comprimido un tanto el texto original, que se compone de veinte
páginas, y que, en cuanto al acolchado innecesario, indica una
capacidad por parte del narrador para escribir una novela de moda,
moderna y mediana, aún un segundo francés valora que dice mucho. Es
cierto que en él no detallo las descripciones del paisaje, de los
cielos, de los árboles, ni de las nubes - que podría corresponder con
el de Volterra – mas es prolongado de manera que representa un regalo
para él. Sin embargo, su propia narrativa es extrañamente original y
vigorosa, como lo es tal reliquia del heathenism clásico puro, y de la
sobre vivencia de la fe en la mitología antigua, cuando todo el
Helenismo usado reflejado del Aesthetes no se puede igualar. Que un
culto sobre la creencia en divinidades clásicas haya sobrevivido hasta
nuestros días en la tierra del Papado, es un hecho mucho más curioso
que si un Mamut vivo hubiera sido descubierto en cualquier rincón de la
tierra, porque lo anterior es un fenómeno humano. Estoy seguro que
llegará el día, y quizás no este tan lejano, cuando el mundo de
eruditos se asombrará al considerar, aunque tarde, que un periodo
inmenso de la antigua tradición sobrevivió en la Italia Septentrional, y
cuán indiferente el culto lo consideraba; y es cierto que solo un
hombre, un extranjero, se ocupó seriamente de recopilarlo y
conservarlo.
Probablemente existían muchos episodios conmovedores
entre los mártires paganos a los que forzaron a abandonar a sus
queridos Dioses, tales como Diana, Venus, las Gracias, y otros, que
eran venerados por la belleza, al igual que existían entre los
cristianos que fueron lanzados a los leones. Ya que el pagano amó a sus
dioses con una compasión humana personal, sin el misticismo o el miedo,
como si ellos hubieran sido parientes consanguíneos; y había muchos
entre ellos que creyeron realmente que tal era el caso cuando alguna
doncella que dado algún paso en falso y salió de él atribuyéndolo todo a
algún dios, fauno, o sátiro; lo que resultaba muy conmovedor. Hay
mucho por decir sobre el tema así como también contra los idólatras o
devotos de imágenes, tal como oí una vez definirlo a una niña.
Capítulo XII
Tana La Diosa de Luna
La
siguiente historia, que apareció originalmente en las Leyendas de
Florencia, relatada a mí por la gente, no pertenece propiamente al
Evangelio de las Brujas, aunque no es estrictamente conforme a ello; no
podía ser omitido ya que se trata
del mismo sujeto. En la que
Diana aparece simplemente como la diosa lunar de la castidad, no como
una bruja. Me lo entregaron como Fana pero mi informador me dijo que
bien podía ser Tana; aunque no estaba seguro. Ya que Tana aparece en
otra historia, y el sujeto es ciertamente Diana, apenas puede haber una
duda sobre esto.
Tana era una chica muy hermosa, pero
extremadamente pobre, tan modesta y pura como hermosa y humilde. Ella
fue de un lado a otro, trabajando y cultivando la tierra en la granja y
llevando una vida honesta.
Había un campesino joven, un muchacho
muy feo, bestial, y bruto, que estaba profundamente enamorado de ella,
pero ella, no siendo el joven de su agrado, rechazaba todas sus
insinuaciones.
Pero una noche, cuando ella regresaba sola de la
finca donde trabajaba a su hogar, el joven que se había escondido en un
matorral, saltó sobre ella gritando, "No puedes escapar, ahora serás
mía”
Al ver que nadie la podía ayudar, solo la luna llena contemplándola desde el cielo,
Tana desesperada se arrodilla y llorando dice:
"No tengo a nadie en la tierra quien me defienda,
solo tu me ves en este aprieto;
¡Por lo tanto te invoco a ti, OH! Luna
Con tu arte tan hermosa y brillante
Dirigiendo tu esplendor sobre toda la humanidad;
Te invoco para que ilumines la mente
de este pobre rufián, que hacerme el mal quiere aquí,
o aún algo peor. Lanza tu luz en su alma,
Que él me permita estar en paz, y pueda
regresar en tu luz a mi hogar"
Cuándo ella hubo pronunciado estas palabras, apareció ante ella una forma brillante
y oscura, que dijo:
"Alzate y regresa a tu casa
Eres merecedora de esta gracia;
Nadie te molestará más,
¡La más pura de toda la tierra!
Vete como la Diosa que eres,
La Diosa de la Luna,
La Reina de todas las brujas"
Así sucedió como Tana se convirtió en la Diosa de la Luna.
Aunque
la esencia sea tratada de un modo diferente, es un poema de pura
melodía, y al igual que en el de Wordsworth "La beata oscura y el
malvado violador." En ambos Tana y la anciana dama son sorprendidas y
amenazadas; ambas invocan a un poder superior:
"Fría e impasible luna sobre su cabeza,
Así sobre sus rodillas reza la beata;
El joven salteador oyó lo que ella había dicho,
Y su helado frío se dirige a lo lejos."
El
centro dramático es el mismo en ambos. La versión inglesa transforma
con sobriedad un abeto incurable de fiebres palúdicas infligidas a un
avaro y joven campesino; la poetisa-bruja italiana, en un sentido más
suave, o con más compasión por la heroína, deja al bruto de lado sin la
más mínima mención, y diviniza a la doncella, identificándola con la
Luna. El antiguo es más práctico y probable, éste es más poético.
Vale
la pena comentar, a pesar de la digresión, que hay una inmensa mayoría
de gente que puede percibir, sentir y valorar la poesía en meras
palabras o formas – es decir, objetivamente - y apenas darse cuenta
cuando se presenta subjetivamente como un pensamiento, pero no cuando se
presenta como una clase de verso o forma regular. Un experimento
curioso que merece ser estudiado es tomar cualquier pasaje de algún
poeta famoso; escribirlo en pura i sencilla prosa, prestando atención a
su verdadero significado, y si aún así le emociona como la
poesía,
es de primera clase. Pero si ha perdido absolutamente su encanto, es
de segunda clase o inferior; el mejor no puede ser compuesto por meras
palabras tintadas de asociaciones, debe ser con imaginación y
sentimiento.
No es tal la diferencia con el sujeto como se podría
imaginar. Leyendo su significado subjetivamente, me sorprendo a menudo
por el hecho de que en estas tradiciones Brujas que he reunido hay una
imaginativa y maravillosa poesía, que sobresale de los distantes
esfuerzos de muchos poetas modernos, y que sólo requiere la ayuda de
alguien hábil en palabras para asumir el más alto grado. Una prueba de
lo que he afirmado puede ser encontrada en el hecho de que, en tales
poemas famosos como el de el Encuentro de la Lira, por James Russell
Lowell, y sobre la invención de la Flauta de Pan, por la Sra. Browning,
lo que formó la parte más exquisita y refinada de los mitos originales
es omitido por ambos autores, simplemente porque lo perdieron o no lo
percibieron. Ya que en el antiguo nadie nos dice que esto era la
respiración del dios Aire (que era el alma inspiradora de la música
antigua, y la Bellaria de la mitología moderna de las brujas) sobre un
filamento seco de tortuga, que sugirió a Hermes la fabricación de un
instrumento con el que hizo la música de las esferas e indicó el curso
de los planetas. En cuanto a la Sra. Browning, ella abandona totalmente a
Syrinx, es decir, la voz de la ninfa que permanece tranquila en el
tubo que había sido su cuerpo. Ahora en mi mente, la antigua narrativa
de la prosa de estos mitos es mucho más profunda, poética y ágil, y
mucho mas inspirada en la belleza y romance, que son las versiones
rimadas y bien moderadas pero muy imperfectas dadas por nuestros
poetas. Y de hecho, tal necesidad de la inteligencia o la percepción
puede ser encontrada en todos los poemas clásicos, no sólo de Keats,
pero si en casi cada uno de los poetas de la época que trataron con
elementos griegos.
Esta magnífica inspiración le es permitida a
pintores y poetas, pero cuando toman un subjetivo, especialmente una
profunda tradición, y no perciben su estilo, simplemente nos dan algo
muy bonito, pero carente del significado aunque han hecho su trabajo de
la mejor manera que han podido, o así debe de haber sido. Este defecto
no ocurre en el italiano ni en las versiones de las brujas de Toscana
de las fábulas antiguas; al contrario, ellos aprecian agudamente, e
incluso ensanchan, el espíritu antiguo. A menudo he tenido la ocasión
de observar que no era imposible que en algunos casos la tradición
popular, hasta esto ahora existe, ha sido preservada más completa y
exactamente que en los relatos que encontramos de cualquier escritor
latino.
A propósito de esto, recordaría a ciertos lectores que si
encuentran muchos defectos en la gramática, faltas de ortografía, y
otras cosas peores en los textos italianos en este libro, no hagan,
como algún corrector distinguido ha hecho de atribuirlos a la
ignorancia de su autor si no también a la de la persona que reunió y
registro dichos artículos. Me acuerdo ahora de esto porque he visto en
una copia de
mi Leyenda de Florencia que circulaba por la
biblioteca, que alguna alma cuidadosa se había esmerado en corregir con
un lápiz todos los arcaísmos. Quien fuere, el o ella, se parecían a un
cierto lector de En donde, él o ella estaban como un cierto lector de
Boston, que en un libro mío corrigió la ortografía de muchas citas de
Chaucer, Spenser, y otros en el más puro, o más impuro, Webster; dando
así la impresión de que yo era un completo ignorante en ortografía. En
cuanto a escritos o libros de contenidos considerados como hirientes,
que casi siempre pertenecen en parte a la posteridad, es una vulgaridad
así como también una falta de moral, e indica qué la gente es más de
lo que ellos sueñan.
"Sólo un canalla tan rastrero como un ladrón
Escribiría en un libro o arrancaría una de sus hojas,
incluso su robo, se conoce también,
Para usar libremente de lo que no es suyo propio."
Capítulo XIII
Diana y Los Niños
Había
una vez en Florencia una familia noble, pero tan pobre que sus días de
fiestas eran contadísimos. Sin embargo, vivían en un viejo palacio
(que estaba en la calle ahora llamada La Vía Cittadella), que era un
elegante edificio antiguo, y así que ellos mantenían una apariencia
valiente ante el mundo, aunque había muchos días en los que no tenían
apenas algo para comer.
Un gran jardín rodeaba el palacio, en él
había una antigua estatua de mármol de Diana, representada como una
hermosa mujer que parecía estar corriendo con un perro por su lado.
Tenía un arco en la mano, y en la frente lucia una pequeña luna. Y se
decía que por la noche, cuando todo estaba tranquilo, la estatua
cobraba vida y se escapaba del jardín no regresando a él hasta que el
sol empezaba a subir en el firmamento.
El padre de la familia
tuvo a dos niños, que eran buenos e inteligentes. ¡Un día llegaron a
casa con muchas flores que les habían regalado, y la niña le dijo a su
hermano: "La hermosa dama del arco debería tener algunas de éstas
flores!"
Diciendo esto, colocaron las flores ante la estatua e hicieron una guirnalda, que el
chico colocó en la cabeza.
En
ese momento entro en el jardín el magnifico mago y poeta Virgil, quien
lo sabia todo acerca de los Dioses y las Hadas y dijo sonriente:
"Habéis ofrecido correctamente las flores a la Diosa, igual que se
hacia en la antigüedad; ahora todo aquel que permanezca aquí deberá
pronunciar la oración apropiada, que es la siguiente:"
Y él pronunció la invocación a Diana:
¡Encantadora Diosa del arco!
¡Encantadora Diosa de las flechas!
De todos los sabuesos y de toda la caza
Tu que proteges el cielo estrellado
Cuándo el sol se hunde en su sueño
Tu que llevas la luna sobre tu frente,
Quién prefiere la persecución en la noche
A cazar en la luz del día,
Con tus ninfas musicales
Del cuerno – cazadora tu misma,
la más poderosa: Te invoco
Piensa, aunque solo sea por un instante,
¡En nosotros que te invocamos!
Entonces Virgil les enseñó también el hechizo que debe ser pronunciado para
conseguir algo bueno que se requiera en especial así como la buena fortuna
Diosa justa del arco iris,
¡De las estrellas y de la luna!
Poderosa Reina
¡De cazadores y de la noche!
Pedimos tu ayuda sagrada,
Que tu nos puedas conceder
¡La mejor de las fortunas!
Si atiendes a nuestra sagrada invocación
Y nos concedes la buena suerte,
¡Danos ahora como prueba una muestra!
Después de haberles enseñado esto, Virgil de fue.
Los
niños fueron rápidamente a contar a sus padres todo cuanto había
acontecido, el padre, impresionado, les dijo que lo mantendrían en
secreto, no contarían a nadie ni tan solo una ligera insinuación de lo
ocurrido. Pero lo que más les asombro fue que a la mañana siguiente,
cuando se levantaron y salieron al jardín, hallaron frente a la estatua
un ciervo recién cazado, con el que pudieron disfrutar de buenas cenas
durante muchos días; a partir de entonces no quisieron hacer juegos de
ninguna clase sobre ello, cuando el rezo con fervor había sido
pronunciado. Había un vecino de esta familia, un sacerdote, que odiaba
completamente el culto a los dioses de antaño, y a cualquiera que no
perteneciera a su religión, un día, paseando ante el jardín, vio la
estatua de Diana adornada con rosas y otras flores. ¡Y se enfureció
tanto que viendo una col tirada en la calle, la refregó en el barro y la
arrojó, goteando, sobre la cara de la Diosa diciendo: "Contempla, tu,
mala bestia de la idolatría, esta es la adoración que tienes de mi, que
el diablo te lleve!"
¡Entonces el sacerdote oyó una voz en la
penumbra, entre las densas hojas, y esto es lo que dijo:”Esto esta bien!
Ahora te advierto, tu ofrenda esta hecha, ahora yo cumpliré mi parte
del juego; por la mañana tendrás la respuesta."
Toda esa noche el
sacerdote sufrió sueños horribles, y cuando por fin, justo antes de las
tres se durmió, se despertó repentinamente de una pesadilla en la que
le pareció como si tuviera algo pesado sobre su pecho. Y algo cayó
realmente de él y rodó por el suelo. Y cuando se levantó y lo recogió y
lo miró a la luz de la luna vio que era una cabeza humana medio
podrida.
¡Otro sacerdote, que había oído su grito de terror,
entró en su habitación, y mirado la cabeza, dijo, "conozco esa cara! Es
de un hombre a quien confesé, y que fue decapitado hace tres meses en
Siena."
Tres días después, el sacerdote que había insultado la diosa murió.
La
historia anterior no me la dieron como perteneciente al Evangelio de
las Brujas, pero si como uno de una serie muy extensa de tradiciones que
relacionan a Virgil como un ilusionista. Pero tiene su lugar apropiado
en este libro, porque contiene la invocación y el conjuro a Diana,
éstos son notablemente hermosos y originales.
Cuando recordamos
como estos 'himnos' han sido transmitidos o conservados por ancianas, e
indudablemente muy tergiversados, cambiados, y deformados en la
transmisión, esto no deja parecer maravilloso que tanta belleza clásica
todavía permanezca en ellos, como, por ejemplo, en-
¡Encantadora Diosa del arco!
¡Encantadora Diosa de las flechas!
¡Tu que proteges el cielo estrellado!
Robert
Browning era un magnífico poeta, pero si comparamos todos los poemas
italianos de las brujas y de Diana con muchos discursos admirando a
Diana - Artemisa, seguramente será admitido por críticos imparciales que
los escritos son completamente iguales al siguiente por el bardo-
Soy la diosa de los tribunales de ambrosía,
Y de aquí salvadora, la Reina del Orgullo superado
por ninguno cuyos templos blanquean este mundo;
A lo largo del cielo hago rodar mi resplandeciente luna,
Me deshago en el Infierno sobre mi paz de pálida gente,
En la Tierra, yo, protejo a sus criaturas, guardia de
cada loba preñada y del amarillo zorro que se esconde,
Y de cada cría inexperta de madre con pluma,
Y todo el amor de los verdes lugares solitarios que frecuentan.
Aunque
bonito, no iguala en la forma o el espíritu a los conjuros, que son
hechos con verdadera devoción. Esto puede ser observado aquí con pena,
aunque es verdad, que en un gran número de los tratamientos poéticos
modernos sobre la mitología clásica, los escritores, a pesar de todo su
genio como artistas, han elaborado un trabajo rococó que así parecerá a
otra generación, simplemente han omitido el punto debido a la
ignorancia de algo vital. Aquiles puede ser admirablemente dibujado,
tal como lo he visto, con una peluca de Louis XIV y una cimitarra
turca, pero de todos modos uno no deja de pensar que el diseñador podía
haber sido un poco más familiar con el vestuario y los utensilios
Griegos.
Capítulo XIV
Los Mensajeros del Duende de Diana y Mercurio
El
cuento siguiente no me fue dado como perteneciente al Evangelio de las
Brujas, pero como Diana aparece en él, y la concepción es
completamente sobre Diana y Apolo en otra forma, lo incluyo en la
serie.
Había hace muchos siglos un duende, o espíritu o diablo, y
Mercurio, que era el dios de la velocidad y de la rapidez, estaba muy
satisfecho con este diablillo, y le concedió el don de poder correr
como el viento, con el privilegio de que todo aquel a quien
persiguiera, fuera espíritu, hombre o animal, él lo alcanzaría.
Este
duende tenía una hermosa hermana, que como él, hacía los recados, no
para los dioses, si no para las diosas (había un dios femenino por cada
dios masculino, incluso en la escala inferior de los pequeños
espíritus); y Diana en el mismo día concedió a esta hada el poder
siguiente: quien quiera podría perseguirla, pero ella jamás seria
alcanzada.
Un día que el hermano vio a su hermana correr como el
destello de un relámpago a través del cielo, sintió un extraño y
repentino deseo de alcanzarla. Así que se lanzó tras ella; pero aunque
su destino era el poder alcanzarla, ella había estado predestinada para
que nunca nadie lo consiguiera, y así lo que hizo un dios superior fue
equilibrado por otro.
Así que los dos siguieron volando
recorriendo y recorriendo los extremos del cielo, al principio todos
los dioses reían a carcajadas, pero cuando se dieron cuenta del caso se
pusieron serios, y uno le preguntaba al otro como debía finalizar la
enfrenta.
¡Entonces el Gran Dios-Padre dijo, "Observad la tierra,
que está en la oscuridad y la penumbra! Transformaré a la hermana en
una Luna, y a su hermano en un sol. Y por más que corra jamás escapará,
mas él jamás la agarrará con su luz, solo llegará a ella de lejos; los
rayos del sol serán como las manos, que quieren alcanzar a la que va
delante con su calor aunque ella no los podrá eludir jamás."
Y
así se dice que esta carrera empieza de nuevo cada primero de mes,
cuando la luna tiene frío, es cubierta con muchos abrigos como una
cebolla. Pero mientras transcurre la carrera, la luna entra en calor y
va lanzando una prenda tras otra hasta que queda desnuda y entonces se
detiene, y de nuevo se viste y la carrera empieza otra vez.
Como
las brillantes gotas que caen de las enormes nubes tempestuosas, del
mismo modo los grandes mitos de antaño son separados en pequeños
cuentos de hadas y como estas gotas, en su momento se reúnen.
"En
los lagos o arroyos silenciosos y solitarios" como el sombrero de
Villon, los mitos aún más insignificantes son formados nuevamente de
las caídas aguas. En este cuento tenemos claramente el perro hecho por
Vulcano y el lobo - Júpiter formuló la pregunta para petrificarlo -
como se puede leer en el quinto libro de Julius Pollux, o cualquier
otro referido a la mitología.
"También es sabido que el sabueso rastreador,
Fue cambiado por Júpiter para apedrear."
Es
curioso como en este cuento la luna es comparada con una cebolla. "La
cebolla," dice Friedrich, "era, debido a sus muchas capas, entre los
egipcios el emblema y jeroglífico de la luna en sus muchas formas, cuyas
diferentes fases son tan claramente diferenciadas cuando se corta por
la raíz, también porque su crecimiento o disminución están en
correspondencia con el planeta. Por lo tanto fue dedicado a Isis, la
Diosa de la Luna." Y por esta razón la cebolla era considerada sagrada
por tener en ella misma algo de la divinidad; por lo cual Juvenal
razonaba que los egipcios eran tan felices por tener a dioses que
crecían en sus huertos.
Capítulo XV
Laverna
Este
curioso cuento, con su conjuro, no estaba en el texto del Evangelio,
pero con toda seguridad pertenece a esta serie de leyendas conectadas
entres si. Diana es declarada como protectora de todos los desgraciados,
ésos para quien la noche es su día, mayormente ladrones; y Laverna,
como podemos comprobar en Horacio y Plautus, era prominentemente la
patrona del hurto y la bribonearía. En esta historia ella aparece
también como bruja y humorista.
Me fue entregado como una tradición de Virgil, quien a menudo aparece como un
entendido en la ciencia maravillosa y oculta de los tiempos antiguos.
Aconteció
en un tiempo en que Virgil, que conocía todas las cosas ocultas o
mágicas, pues era mago y poeta, oyó un discurso por un famoso orador que
no tenía nada que ver con él, y le preguntaron su opinión sobre ello. Y
él contestó, "Me es imposible decir si todo ha sido una introducción o
todo ha sido una conclusión; ciertamente no había cuerpo en ello. Era
como ese pez de quien uno no sabe si es todo cabeza o todo cola, o sólo
cabeza y cola; o la diosa Laverna, de quien nadie ha sabido jamás si
es toda cabeza o todo cuerpo, o ni uno o lo otro, o ambos."
Entonces el emperador preguntó quien era esa deidad, ya que él nunca había oído
hablar de ella.
¡Y
Virgil contestó, "Entre los dioses y los espíritus del los tiempos
antiguos – Así nos sean favorables alguna vez! Entre ellos había una
mujer que era la más astuta y bellaca de todos ellos. La llamaron
Laverna. Era ladrona, y muy poco conocida entre las otras deidades, que
eran honestas y solemnes, ella raramente estaba en cielo o en el país
de las hadas.
"Casi siempre estaba en la tierra, entre ladrones, y carteristas, y alcahuetas - vivió
en la oscuridad.
"Una vez aconteció que ella se dirigió a un mortal, un gran sacerdote, en la
apariencia de una hermosa y majestuosa sacerdotisa de alguna diosa, y le dijo: -
“Tienes una propiedad que deseo comprar. Donde deseo construir un templo a
nuestro Dios. Te juro sobre mi cuerpo que te pagaré dentro de un año'
"Por lo que el sacerdote le vendió la propiedad.
"Y
rápidamente Laverna vendido todo cuanto en la propiedad había, todas
las cosechas, el grano, el ganado, la madera, y las aves caseras. Allí
no quedó nada de valor.
"Pero en el día fijado para el pago Laverna no apareció. ¡La ambulante diosa estaba
muy lejos, y había dejado a su acreedor en la estacada!
"Al mismo tiempo Laverna fue a un gran señor y le compró un castillo, lujosamente
amueblado y de ricas y extensas tierras.
"En esta ocasión ella juró por su cabeza que pagaría la propiedad entera en seis
meses.
"Y
como había hecho con el sacerdote, así actuó con el señor del
castillo, y robó y vendió cada astilla, los muebles, el ganado, los
hombres, y los ratones - allí no quedó ni para alimentar una mosca.
"Entonces el sacerdote y el señor, que se dieron cuenta de todo, apelaron a los
dioses, quejándose de haber sido robados por una diosa.
"Y pronto conoció todo lo que Laverna había hecho.
"Por lo tanto fue llamada a juicio ante todos los dioses.
Fin.
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