La primera civilización humana -la prediluviana- tenía
las mismas características de hoy. Hubo dos clases de personas
enteramente diferentes, y hubo también algunos personajes
símbolos de cada una de ellas.
La Primera Ciudad.
El
documento aquí reproducido terminó en las manos de un Nodista del
Sabbat por medios cuestionables. A través de negociaciones y una oferta
de recíproca inspección de un fragmento del Libro de Nod del cual no se
había oido antes, este Nodista acordó el permitirme ver este
documento, y copiarlo. Espero, que ese Nodista este tan satisfecho por
lo que le mostré, como yo lo estoy con lo que él me mostró.
A traves de algunas cuidadosas investigaciones y algunas
cultas conjeturas, siento (como muchos otros eruditos que han visto este
documento) que fue escrito en algún momento durante los últimos veinte
años por un erudito Brujah de no poca reputación llamado Aristotle
deLaurent. El Anciano Brujah, Critias, situa a deLaurent en Inglaterra
en algun momento a comienzos del 1900.
Hay un fragmento de una historia obtenida de un Sabbat llamado Choros
de que deLaurent estuvo en Nueva York alrededor de 1935, y que solicitó
al entonces Cardenal de Nueva York, Arthur Cooke, un notable
Erudito-Nodista por propio derecho, autorización para ver 7
(aproximadamente) fragmentos del Libro de Nod de los que se suponía
aquella Arquidiócesis estaba en posesión. El que se le haya permitido o
no el ver estos documentos es desconocido. Es sabido, sin embargo, que
él reapareció en Oslo tiempo después de la Segunda Guerra Mundial para
ver un supuesto documento en posesión de un Anciano Malkavian llamado
Thorsson. Thorsson sostiene que nunca se encontró con deLaurent, por
otra parte, Thorsson tambien sostiene que el Océano Atlántico no existe.
Análisis de sustancias químicas y cromatógrafo realizados
por el Tremere Logan de Viena indican con una certeza del 95% que el
documento visto por mí esta escrito con vitae de Vastago, y Logan
sostiene que él sabe que la sangre es Brujah en origen. Él se niega a
decirme como sabe esto. Sin embargo, estoy dispuesto a conceder ese
punto a Logan, y ambos sentimos que deLaurent fue el autor de estos
pasajes. Fue encontrado el año pasado en una carta escrita a Beckett,
chiquillo de deLaurent, que deLaurent está aún vagando alrededor de
ruinas en Turquía, esperando encontrar aún más evidencia de la Primera
Ciudad, y quizás, aunque improbablemente, un Libro de Nod completo.
Pienso que hablo por todos los eruditos cainitas,
independientemente del Clan o la Secta, cuando agradezco a deLaurent por
su investigación y escrituras. En cualquier lugar donde él pueda
estar, buena suerte, amigo.
Troll, Arconte Nosferatu Ciudad de Nueva York, Septiembre, 1995.
La Historia Conocida de la Primera Ciudad.
Lo que conocemos de la Primera Ciudad viene de una pequeña
selección de fragmentos de tabletas, cascos de vasijas, y monumentos
tallados descubiertos después de dos mil años de entierro. La Primera
Ciudad era única en su naturaleza vampírica. Allí, las dos generaciones
de los Niños de Caín, la segunda y tercera generación, crearon para
ellos una sociedad que se adaptó a sus particulares costumbres,
necesidades, y poderes vampíricos.
Por
lo que ha sido desenterrado, sabemos que los Vástagos de la Primera
Ciudad eran el peldaño superior de la jerarquía, con Caín, desde luego,
situado en lo mas alto. Aunque los tres Niños de Caín (Enoch, Zillar e
Irad) fueran supuestamente el siguiente peldaño, varios de la Tercera
Generación, Nietos de Cain, disfrutaron de una posicion especial
(notablemente Saulot, quien estaba siempre al lado de Caín, sobre todo
en los ultimos días) igual a la de la Segunda Generación.
Debajo de todos los Vástagos estaban los Niños de Seth, es
decir los humanos, excepto por uno. Ese era el Amo de los Sirvientes,
el original aquel-que-sirve, llamado Jabal en algunos mitos. Jabal era
igual a uno de los Nietos de Caín porque era muy cercano a Cain. Había
muy poca de la propia sangre de Jabal en su cuerpo, era en su mayoría
la sangre de Cain.
Aquellos-que-sirven, los ghouls de estos días, eran el peldaño
siguiente, seguidos por todos los criados mortales que asistían a los
vastagos. El resto - los que cultivaban la tierra, trabajaban, etc.-
eran los últimos.
Sin embargo, no
juzgue mal a los Vastagos de esa época. Ellos hacían lo que su padre,
Caín, les dijo debían hacer. Caín realmente se sentía como un tío para
esos huérfanos niños de Seth, y él vió como su deber protegerlos y
guiarlos. Él tomó su deber en serio. Algunas de las leyendas muestran a
Caín el Legislador como un tigre, y un lobo, y un halcón, atacando a
los enemigos de la gente. Ellas le muestran también sentado en juicio
sobre un Trono de Marfil en medio de un gran Tribunal - al parecer los
poderes de Auspex en ese entonces eran bastante considerables como para
permitir a Caín (o al Vástago residente) examinar el corazón de un
hombre y distinguir si él había actuado bien o mal.
Caín era también capaz de ver cuando uno de los Poderes de
sus niños había sido utilizado sobre un humano. Él era también capaz de
cancelar los efectos de cualquier Disciplina usada en su cercanía. Era
este dominio total de todas las Disciplinas lo que mantuvo a Caín en
el poder, realmente, ya que aunque él era un rey decente y un
legislador honesto, sus Disciplinas aseguraron que el resto de los
poderosos Vástagos se mantuviera en línea. Caín tenía la capacidad de
crear Disciplinas nuevas sobre la marcha si lo deseaba. Se piensa que
su poder de hacer esto fue el precursor de la Disciplina de Taumaturgia
y las varias Sendas Taumaturgicas.
Esclavos.
Se piensa que los esclavos de Enoch eran cautivos habitantes
de la nación de Seth, la tribu de pastores que eventualmente
engendraron Noe y los suyos. Esto daría significado a la idea bíblica
de que la tierra estaba siendo corrompida por el mal en los tiempos de
Noe, ya que seguramente Caín se complacía a él y a sus niños en este
período.
La mayor parte de los esclavos
trabajaban en los campos para producir el alimento para los criados
humanos de Caín y sus niños. Ellos eran en su mayoría proscritos y
bárbaros capturados, y fueron probablemente dominados hasta la
sumisión. Es sólo por el nombre para los esclavos que sabemos que ellos
eran esclavos: todos los pictogramas que representan a esclavos en
Enoch les muestran sin ataduras y libres.
Alimentación.
Quedé anonadado al conocer que la costumbre del Banquete de
Sangre, de la que el Sabbat según se dice participa, fue duplicada en
tiempos antiguos por Caín y su corte. En un banquete, Caín tendría a
varios criminales condenados atados por sus tobillos a postes encima de
la mesa. Los Vástagos presentes podrían alimentarse a placer de estos
prisioneros hasta que ellos murieran por el tratamiento. Los dibujos
representan a Caín y varios de sus chiquillos bebiendo de una pileta de
sangre que es alimentada por tres mortales invertidos que sangran en
ella.
Sabemos, también, que mucho se
sabía entonces sobre el sabor de la sangre y como mejorarlo. Varios de
los "cocineros" del tiempo de Enoch aprendieron las variadas hierbas y
comidas y las bebidas que, cuando ingeridas por el esclavo alimenticio,
causarían el balance correcto de dulce y salado, plenitud y suavidad
para la sangre de los esclavos alimenticios.
Los esclavos incapaces de trabajar en el campo invariablemente
eran convertidos en esclavos alimenticios. Estos esclavos eran
probablemente encantadores a la vista (un glifo muestra a un esclavo de
alimentacion vestido con velo y joyas) y altamente condicionados para
responder al Beso.
Calendario.
Enoch observó las estaciones de plantación, como todas las
comunidades agrícolas. Hay evidencia de que había una gran celebración
en la Casa Alta de Caín cada luna nueva, y una gran acción de gracias la
noche del día después de un eclipse. Ese podría haber sido el momento
cuando los hombres-lobo eran mas propensos a atacar, si en realidad
eran hombres-lobo los que rondaban durante este tiempo, y no demonios
como algunos han sugerido.
Caín
proporcionó un calendario muy avanzado para la epoca. Un año en la
víspera del solsticio de verano, Caín pintó una línea roja de su propia
sangre sobre la pared circular de su Casa Alta. La línea mágicamente
se movia día a día, rodeando despacio la casa hasta que regresaba al
solsticio otra vez. Fue por este auspicio que Cain proporcionó a los
ciudadanos de la Primera Ciudad un calendario.
Cría.
Mucho ha sido aprendido sobre la cruza de humanos con otros
humanos y el control de la natalidad desarrollado ya sea por Vástagos o
mortales. Los humanos eran desarrollados para objetivos específicos,
como ser fuerte para la alimentación, o ser un buen guerrero, o un buen
trabajador. Si usted era frecuentemente sobresaliente en sus tareas,
usted podía ser seleccionado para mejorar su línea. Esto se haría en una
casa llamada el Templo de Lilith, el que no era ningún templo y
probablemente ni siquiera estaba dedicado a Lilith. Dos humanos podrían
tener sexo ritual allí y luego nunca verse el uno al otro nuevamente,
sobre todo si ellos servían a dos amos distintos.
Los Vástagos con Auspex eran al parecer capaces de decir
inmediatamente si una mujer había quedado preñada despues de una unión.
Religión.
A diferencia de la mayoría de las culturas de los tiempos
antiguos, no había ninguna religión en Enoch. Caín prohibió la adoración
de Aquel que está en lo Alto, habiéndole dado vuelta su rostro, y no
permitiendo a sus subditos ningún viaje al templo para limpiarse del
pecado. De hecho, Cain a menudo hablaría detenidamente ante la corte
sobre como todos ellos estaban condenados a pudrirse en el infierno,
sobre como sus plegarias y ruegos caerían en oídos sordos cuando el
tiempo de Armagedon llegara y sobre cuan realmente malvados los Vástagos
son como raza.
Los hijos de Caín y los hijos de Set
Lectura: Génesis 4:1 - 5:32.
En
estos dos capítulos, encontramos la historia de la humanidad
antes del diluvio, desde el nacimiento de Caín hasta el
nacimiento de Noé. Prácticamente los primeros 1.600 años de la
historia del mundo están resumidos en ellos.
Es
interesante ver que las características del mundo en esa época
son muy similares a las características del mundo nuestro hoy
en día; por supuesto, guardando ciertas proporciones (en cuanto
al desarrollo de la ciencia, por ejemplo). Pero en los
principios básicos, el mundo de entonces era muy parecido al de
ahora.
La descendencia de Caín
En
el capítulo 4 vemos a Caín y Abel, y cómo Caín dio
muerte a su hermano. El comienzo de la vida humana es una tragedia
entre dos hermanos: el primer hijo da muerte al primer hermano.
Luego Caín es desterrado. Habiendo sido originalmente labrador
de la tierra, se convierte en un hombre errante, un vagabundo.
"Y
conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz
a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad
del nombre de su hijo, Enoc. Y a Enoc le nació Irad, e Irad
engendró a Mehujael, y Mehujael engendró a Metusael, y Metusael
engendró a Lamec" (Gn. 4:17-18). Si sacamos la cuenta,
desde Adán hasta Lamec hay siete generaciones. Lamec es el séptimo
desde Adán por la línea de Caín. Y lo primero que hizo Caín
cuando tuvo a su primer hijo fue edificarle una ciudad. Le
puso el nombre de su hijo a la ciudad. Estaba tan orgulloso como padre:
¡El primer hijo! Y le pone a la ciudad el nombre de su hijo. Un
acontecimiento. ¿Quién no podría entenderlo? Y luego
continuó su descendencia, hasta Lamec.
Dice
el versículo 19 que este Lamec tomó para sí dos mujeres. Esto
es una novedad: la primera vez que aparece un hombre teniendo dos
mujeres. Porque Adán tenía a Eva, y aun Caín tenía una sola
esposa, pero Lamec tomó para sí dos mujeres, lo que nos muestra
que desde este séptimo desde Adán por la línea de Caín
comienza la degeneración de los principios originales de Dios:
aparece un hombre bígamo. "El nombre de la una fue Ada, y
el nombre de la otra, Zila. Y Ada dio a luz a Jabal, el cual
fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados. Y el
nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que
tocan arpa y flauta. Y Zila también dio a luz a Tubal-caín,
artífice de toda obra de bronce y de hierro; y la hermana de Tubal-caín
fue Naama" (Gn. 4:19-22).
Los
hijos de Lamec empezaron a desarrollar una civilización; empezaron
a hacer más cómodo el mundo. Jubal fue un artista, un músico.
Es la primera vez que aparecen instrumentos musicales en la Biblia.
En tanto, Tubal-caín fue un hombre industrial, un artífice
de toda obra de bronce y de hierro, o como dice otra versión, 'de
todo objeto cortante de bronce y de hierro'. Pareciera ser que
fue este un hombre guerrero, que construía armas.
El séptimo desde Adán
Pero
quisiera que centráramos la atención en los versículos
23 y 24, referidos a Lamec, este séptimo desde Adán. Noten
ustedes que llega un momento en que Lamec piensa que tiene algo
importante que decir, y entonces convoca a sus mujeres. "Y
dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; mujeres de
Lamec, escuchad mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, y
un joven por mi golpe –Algunas versiones dicen "y un varón he matado por haberme herido"–. Si siete veces será vengado Caín, Lamec en verdad setenta veces siete lo será".
Aquí
encontramos a un hombre que, por la más mínima herida que
recibe, es capaz de matar; por la más leve ofensa que se le
inflige, él reacciona con violencia. El séptimo desde Adán
por la línea de Caín es un hombre bígamo, y además es un
hombre homicida, un hombre vengativo. Pero no sólo lo es, sino
que también se enorgullece de serlo, a tal extremo que llama a
sus dos mujeres para que escuchen sus dichos vengativos.
Lamec
es el séptimo desde Adán por la línea de Caín.
Nosotros sabemos que el número 7 en las Escrituras normalmente
simboliza la perfección de Dios. Pero aquí, el hecho de que
Lamec sea el séptimo desde Adán, significa también que con él
culmina un desarrollo, una forma de ser de una civilización que
ya está degenerada, que ya ha sido contaminada por el pecado y
que ha sido llevada al extremo de su maldad. Es lamentable. Siete
generaciones bastaron para que Caín tuviera un sucesor setenta
veces más perverso.
Los descendientes de Set
Sin embargo en esos tiempos no sólo existían descendientes de Caín. También existía otra clase de gente. "Y
conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo,
y llamó su nombre Set: Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido
otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín"
(Gn. 4:25). ¿Se imaginan ustedes el desconsuelo de Eva cuando fue
muerto su hijo Abel? La primera pareja de hermanos termina en el
fratricidio. Pero Dios la consoló y le dio otro hijo, Set, que
significa sustitución, o sea, Set vino a tomar el lugar de
Abel. Y de este Set hay una nueva descendencia. "Y fueron
los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y
engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días que vivió Adán
novecientos treinta años; y murió. Vivió Set ciento
cinco años, y engendró a Enós..." (Gn. 5:4-6). Y así sigue el relato.
Pero
hay una cosa notable aquí: Por la línea de Set, cuando
llegamos al descendiente número siete, nos encontramos con
Enoc. Y la historia de toda esta raza, de toda esta
descendencia de Adán por la línea de Set, tiene características
muy distintas de la descendencia de Caín. La culminación de
esta raza de hombres fieles, de hombres creyentes, es Enoc, el
séptimo. "Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas".
Cuando
Caín tuvo a su primer hijo edificó una ciudad y le puso
su nombre; en cambio, cuando Enoc tuvo su primer hijo, caminó con
Dios. Y cuando Set tuvo su primer hijo, ¿qué pasó?: "Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová"
(Gn. 4:26). Puede parecer una simple coincidencia, pero creo
que no lo es. Cuando un hombre tiene su primer hijo, esa es una
fecha muy importante para él, porque toma conciencia acerca de
lo que significa ser adulto y tener descendencia. Toma
conciencia de la responsabilidad no sólo sobre su vida, sino
sobre otros -en este caso, su hijo que acaba de nacer. Y en ese
momento, cuando nace el primer hijo, se toman decisiones
radicales. La decisión de Caín fue edificarle una ciudad a su
hijo; la decisión de Set fue comenzar a invocar el nombre del
Señor; la decisión de Enoc fue caminar con Dios.
Pregunto
a los padres jóvenes, los que tienen un solo hijo: ¿Cuál
ha sido su decisión, qué han decidido hacer con su vida
después que ha nacido su primer hijo? ¿Levantarle un reino en
el mundo? ¿O decidir de corazón invocar al Señor y caminar con
él?
Hay dos clases de gentes hoy en el mundo
Tenemos,
por lo tanto, dos clases de gente. Ambas tienen un tronco
común: Adán. Pero hacia un lado está Caín, hacia el otro
está Set, en reemplazo de Abel. Luego de Caín, hay cinco
hijos, hasta llegar a Lamec. Desde Set, hay también cinco descendientes,
hasta llegar a Enoc. Podemos decir que aquel mundo que cayó
bajo los juicios de Dios en el diluvio, estaba compuesto por
dos clases de gentes: los descendientes de Caín, que
construyeron una civilización, que amaron la vida sobre la
tierra, que pretendieron transformarla en un lugar habitable; y
los descendientes de Set, hombres que invocaban al Señor, que
comenzaron a vivir para Dios, y de los cuales no se dice que
hayan construido ninguna cosa en la que gloriarse humanamente
hablando; hombres que invocaban al Señor, que caminaban con él.
Ustedes
recuerdan que Caín derramó la sangre de su hermano, y cuando
Dios acude donde él y le hace algunas preguntas a fin de que
Caín reaccione, éste no reacciona. Cuando el Señor le dice: "Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido?",
esta frase sugiere que Caín tuvo la oportunidad de
arrepentirse. Dios le dio oportunidad para el arrepentimiento,
pero no lo hizo. Luego, le dice el Señor: "Maldito seas tú de la tierra que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano"
(Gn. 4:11). Esa sangre inocente que cayó sobre la tierra,
hablaba. Por eso dice: "La voz de la sangre de tu hermano clama
a mí desde la tierra", y más abajo: "Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra" (v. 12).
¿Cómo
podía esa tierra que recibió una sangre inocente darle frutos
a Caín? Sin embargo, él y sus descendientes, como no podían
ser agricultores, se dedicaron a la industria, a la ganadería,
a hacer objetos de arte, a desarrollar esas disciplinas o formas
refinadas de arte que el hombre civilizado llama 'del
espíritu'.
El mundo está hoy en la misma
condición. También hoy día hay una descendencia de Caín, y hay
una descendencia de Set. Sobre la faz de la tierra hay dos
clases de hombres. Unos están tratando de embellecer el mundo
para hacer de él un paraíso, y los otros están mirando más
allá, están poniendo su mirada en los cielos, están acercándose
a Dios. Y seguirán acercándose a él hasta tal punto que un
día el Señor se los va a llevar.
Aquella
civilización terminó con el diluvio, y sólo un descendiente
de Set –Noé con sus hijos– pasó por ese juicio de Dios, en el
arca. Todos los demás patriarcas longevos que aparecen en el
capítulo 5 de Génesis murieron antes del diluvio, ellos fueron
librados de los juicios de Dios.
En este
momento, al igual que entonces, está Lamec, y está Enoc; el
séptimo desde Adán por la línea de Caín, y el séptimo desde
Adán por la línea de Set. Con Lamec se cierra el ciclo de una
raza caída, de una raza degenerada, una raza corrupta. Lamec
fue el peor de todos. Por el otro lado, con Enoc, se cierra el
ciclo de una raza bendita, de una clase de gente dichosa que no
es de la tierra, sino del cielo. Lamec nos hace percibir la figura
del anticristo, que es el colmo de la maldad. En cambio, Enoc nos
sugiere la figura de aquellos que serán arrebatados cuando el
Señor Jesucristo venga.
En los días
de Enoc había mucha maldad. Y como estas dos razas vivían
juntas sobre la tierra, los hijos de Set tenían que soportar la
violencia, la maldad, la corrupción de los descendientes de
Caín. Sus almas seguramente se angustiaban a causa de la degeneración,
tal como ocurre hoy. Por eso, el libro de Judas, nos muestra a
este mismo Enoc, séptimo desde Adán, profetizando: "He
aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para
hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos
de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas
las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él"
(Judas 16). Este Enoc fue el primer profeta. Él anunció
los juicios de Dios sobre una humanidad sofisticada que se había
alejado tanto de Dios, que había llegado al extremo de la maldad.
Hoy
día, nosotros somos testigos de estas mismas cosas. ¿En
cuál descendencia se encuentra usted? ¿Dónde tenemos el
corazón, dónde tenemos la esperanza? Los hombres de la tierra y
los hombres del cielo; los terrenales o los celestiales. ¿En
cuál grupo está usted?
Toda esa raza duró
mil seiscientos años. Llegó un momento en que Dios no la
soportó más. Hoy en día, está a punto de que se acabe la
paciencia del Señor, y de nuevo vendrán los juicios de Dios,
juicios tan terribles o peores que aquéllos.
Pronto los Enoc despegarán de la tierra
Todos
tenemos un antepasado común. En este sentido, todos los
hombres descienden de Adán, y en eso -constitutivamente
hablando- no hay diferencia. Sin embargo, el Señor ha mirado
con buenos ojos a aquellos que, como Abel, ponen su mirada en
una ofrenda sangrienta, y se presentan delante de Dios con esa
ofrenda para expiación de sus pecados. Dios mira con agrado a
los que se presentan delante suyo premunidos de una sangre, la
sangre de Jesucristo. Y al igual que ayer, Dios también se
agrada en los que como Set invocan su nombre, "porque todo aquel
que invocare el nombre del Señor, será salvo".
Mientras
la maldad va en aumento, la santidad también va en aumento. Y
la justicia; y la consagración. Porque vendrá un día
–y falta muy poco para eso– cuando todos los Enoc despeguen de esta
tierra. Los que han caminado con Dios se levantarán, no por
propia fuerza, sino porque van a ser atraídos desde arriba. El
Señor Jesús será como un poderoso imán, que atraerá a todos
aquellos que son de su misma naturaleza. El Señor atraerá a
aquellos que han invocado su nombre, que han amado sus caminos,
que han decidido en su corazón servirle.
Quisiera
invitar a los hermanos, a las visitas o a los amigos que hoy
nos acompañan, para que hoy hagan una decisión profunda en su
corazón, para que salgan de aquí convencidos de que han
cambiado de raza, que han dejado una condición destituida, que
han cambiado desde hoy sus motivaciones, y aun su naturaleza.
No podemos seguir depositando nuestra confianza en un mundo que
se cae a pedazos. ¡Oh, pero hay salvación para aquellos que
invocan el nombre de Jesús! Hay salvación, hay oportunidad.
Estas
no son sólo verdades bíblicas que hemos sacado del libro de
Génesis; son principios espirituales que tienen plena vigencia
hoy en día.Y también quisiera invitar a todos
aquellos que –siendo ya hijos de Dios– hoy necesitan tomar una
decisión radical a favor del Señor. Ustedes pertenecen a la
raza de Set, a esta generación de hombres celestiales; pero tal
vez han estado viviendo como los hijos de Caín, amando las
cosas del mundo, construyendo en la tierra algo de lo cual
aferrarse y en lo cual gloriarse. Quisiera invitarles también,
amados hermanos, para que hagamos una decisión profunda en nuestro
corazón.
El Señor viene pronto. No es
necesario quedarnos hasta los días de Noé, porque Noé tuvo que
presenciar los juicios de Dios. Nosotros, al igual que Enoc,
podemos irnos antes. Noé fue el décimo desde Adán, Enoc fue el
séptimo. Nos conviene alinearnos con el séptimo, no con el
décimo.
¿Anhelas la venida del Señor para
irte con él? Cuando la tierra te parezca estéril, y no te da su
fruto; cuando aquí abajo sólo tienes lágrimas, significa que
tú eres del cielo y no de la tierra, porque si fueras de la
tierra estarías disfrutando aquí como el mundo lo hace. En
cierto modo es bueno que a los hijos de Dios nos vaya mal en la
tierra, porque así nuestra mirada se levantará hacia los
cielos, de donde esperamos al Salvador y Señor Jesucristo, que
nos llevará con él para siempre.
***
EL APOCALIPSIS DE LOS OSCUROS
La Gehenna será
Sobre la faz de la Tierra.
Observad la sombra que vuela,
Observad el dragón que se alza,
Observad la oscuridad
Que lenta se desliza,
Observad la sombra de luna,
Observad el ángel que muere,
Observad la virgen que llora,
Observad los nuevos chiquillos,
Observad los Sin-Clan que corren.
Entonces habrá un tiempo,
Cuando el Sire expulse al Chiquillo,
Cuando abandone al Chiquillo
A la merced del sol;
Y no habrá perdón
Para aquellos Sin-Clan,
Mestizos aunque encuentren
Sus Sires olvidados;
Sobre los odiosos Sires
Caerá la maldición
De Ariel, la maldición
Que proviene de Caín,
Pues será la maldición
De los cazadores cazados.
Aquellos de entre los Sin-Clan
No tendrán senda a seguir,
Ni familia que nombrar,
Ni generación que abrazar,
Ni tradiciones que cumplir,
Ni costumbres que dar,
Ni hospitalidad que ofrecer
¿Por qué creáis estos huérfanos?
¿Por qué los dejáis en la calle?
Ellos son la oscura semilla
De nuestra pedricïón,
Ellos se ünirán
Con aquellos que nos odian,
Ellos seguirán los pasos
Del Chiquillo de Brujah,
Ellos harán que la sangre
Rauda y roja se deslice,
Ellos occirán los muertos,
Ellos comerán nuestra especie,
Ellos golpearán
Y gritarán a nuestras puertas,
Ellos llorarán alto
Pidiéndonos justicia.
Sin-Clan, todos,
Destruirán nuestros muros.
Sin-Clan, todos,
Conocerán caminos secretos.
Sin-Clan, todos,
Son el sucio logro de Lilith.
Sin-Clan, todos,
Justo han Despertado.
Sin-Clan, todos,
¡Ni familia, ni símbolo,
Ni lealtad ni antiguo!
Cuidaos de quienes andan
Sin un Clan que los proteja,
Pues serán nuestra perdición.
¡Pobres! Adoptad los huérfanos
Siempre que podáis hacerlo,
Pero vigiladlos bien,
Ya que en su interior
Germina la semilla
De la maldad de su Sire.
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