EVANGELIO
DE MARÍA
(Fragmento copto berolinense)
[Faltan las páginas
1-
6].
PALABRAS DE JESÚS
La materia y el mundo
7 [...] entonces,
¿será destruida o no la materia? El Salvador dijo: «Todas
las naturalezas, todas las producciones y todas las criaturas se hallan
implicadas entre sí, y se disolverán otra vez en su propia
raíz, pues la naturaleza de la materia se disuelve en lo que pertenece
únicamente a su naturaleza. Quién tenga oídos para
escuchar, que escuche.
La materia y el pecado
Pedro le dijo: «Puesto que nos lo has explicado todo, explícanos
también esto: ¿cuál es el pecado del mundo?».
El Salvador dijo: «No hay pecado, sin embargo vosotros cometéis
pecado cuando practicáis las obras de la naturaleza del adulterio
denominada «pecado». Por esto el bien vino entre vosotros,
hacia lo que es propio de toda naturaleza, para restaurarla en su raíz».
Prosiguió todavía y dijo: «Por esto enfermáis
y morís, puesto que
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[practicáis lo que os extravía. Que quien pueda comprender]
comprenda. [La materia engendró] una pasión carente de la
semejanza, puesto que procedió de un acto contra natura. Entonces
se produce un trastorno en todo el cuerpo. Por esto os dije: Estad en armonía
(con la naturaleza), y si no estáis en armonía, sí
que estáis en armonía ante las diversas semejanzas de la
naturaleza. Quien tenga oídos para escuchar, que escuche».
Últimos preceptos
Después de decir todo esto, el Bienaventurado se despidió
de todos ellos diciendo: «La paz sea con vosotros, que mi paz surja
entre vosotros. Vigilad para que nadie os extravíe diciendo: «Helo
aquí, belo aquí», pues el hijo del hombre está
dentro de vosotros; seguidlo. Los que lo busquen lo hallarán. Id
y proclamad el evangelio del reino. No
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impongáis más preceptos que los que yo he establecido para
vosotros, y no deis ninguna ley, como el legislador, para que no seáis
atenazados por ella».
Dicho esto, partió.
Nota
de Mario: Usted debe notar la calidad de interpretción de las palabras
de Jesús, escritas o
dictadas
al menos sin duda por María Magdalena, y Leví.
INTERMEDIO
Ellos, sin embargo, estaban entristecidos y lloraban amargamente diciendo:
«¿Cómo iremos hacia los gentiles y predicaremos el
evangelio del reino del hijo del hombre? Si no han tenido con él
ninguna consideración, ¿cómo la tendrán con
nosotros?».
Entonces Mariam se levantó, los saludó a todos y dijo
a sus hermanos: «No lloréis y no os entristezcáis;
no vaciléis más, pues su gracia descenderá sobre todos
vosotros y os protegerá. Antes bien, alabemos su grandeza, pues
nos ha preparado y nos ha hecho hombres». Dicho esto, Mariam convirtió
sus corazones al bien y comenzaron a comentar las palabras del [Salvador].
10 Pedro dijo:
«Mariam, hermana, nosotros sabemos que el Salvador te apreciaba más
que a las demás mujeres. Danos cuenta de las palabras del Salvador
que recuerdes, que tú conoces y nosotros no,
que nosotros no hemos escuchado». Mariam respondió diciendo:
«Lo que está escondido para vosotros os lo anunciare».
Entonces comenzó el siguiente relato:
Nota
de Mario: aqui Pedro por celos pone prueba a M.M.
PALABRAS DE MARÍA MAGDALENA
Visión de María
«Yo —dijo— vi al Señor en una visión y le dije:
«Señor, hoy te he visto en una visión». Él
respondió y me dijo: «Bienaventurada eres, pues no te has
turbado al Verme, pues allí donde está el Intelecto, allí
está el tesoro». Yo le dije: «Señor, ahora, el
que ve la visión ¿la ve en alma o en espíritu?».
El Salvador respondió y dijo: «No la ve ni en alma ni en espíritu,
sino que es el Intelecto que se halla en medio de ellos el que ve la visión,
y él es el que [...]».
[Laguna: faltan las páginas
11-
14].
La ascensión del alma
15 [...] a
él, y la Concupiscencia dijo: «No te he visto bajar y ahora
te veo subir. ¿Por qué mientes, si me perteneces?».
El alma respondió diciendo: «Yo te he visto, pero tú
no me has visto ni me has reconocido. Por la vestimenta, que era tuya,
y no me reconociste». Una vez dicho esto, (el alma) se apartó
con gran alegría y seguidamente cayó en manos de la tercera
potestad, la llamada Ignorancia. Esta interrogó al alma diciendo:
«¿A dónde vas? En maldad estás atenazada; puesto
que estás dominada, no juzgues». El alma dijo: «¿Por
qué me juzgas tú a mí, si yo no te he juzgado? Yo
he sido dominada, pero no he dominado. No he sido reconocida, pero be sabido
que el
universo está siendo disuelto, tanto en las cosas
terrenales
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como en las cosas celestiales».
Una vez el alma hubo sobrepasado la tercera potestad, continuó
ascendiendo y divisó la cuarta potestad, la de siete formas. La
primera forma es la tiniebla; la segunda, la concupiscencia; la tercera,
la ignorancia; la cuarta, la envidia de muerte; la quinta, el reino de
la carne; la sexta, la loca inteligencia de la carne; la
séptima, la sabiduría irascible. Estas son las siete potestades
de la ira, las cuales preguntan al alma: «¿De dónde
vienes, homicida? ¿A dónde vas, dueña del espacio?».
El alma respondió diciendo: «Lo que me ata ha sido matado
y lo que me atenaza ha sido aniquilado, y mi concupiscencia se ha disipado
y mi ignorancia ha perecido. A un mundo he sido precipitada
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desde un mundo, y a una imagen desde una imagen celestial. La ligadura
del olvido dura un instante. En adelante
alcanzaré el
reposo del tiempo
(kairós), del tiempo
(chrónos),
(el
reposo) de la eternidad, en silencio».
EPÍLOGO
María Magdalena reveladora de Jesús
Después de decir todo esto, Mariam permaneció en silencio,
dado que el Salvador había hablado con ella hasta aquí. Entonces,
Andrés habló y dijo a los hermanos: «Decid lo que os
parece acerca de lo que ha dicho. Yo, por mi parte, no creo que el Salvador
haya dicho estas cosas. Estas doctrinas son bien extrañas».
Pedro respondió hablando de los mismos temas y les interrogó
acerca del Salvador: «¿Ha hablado con una mujer sin que lo
sepamos, y no manifiestamente, de modo que todos debamos volvernos y escucharla?
¿Es que la ha preferido a nosotros.
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Entonces Mariam se echó a llorar y dijo a Pedro: «Pedro, hermano
mío, ¿qué piensas? ¿Supones acaso que yo he
reflexionado estas cosas por mí misma o que miento respecto al Salvador?
Nota
de Mario: Pedro continúa con su desprecio hacia M.M. actitud tomada
por muchos padres
de
la iglesia hacia las mujeres. Este tema lo veremos mas adelante cuando
hablemos sobre el
papel
como "diaconisas" de las mujeres hasta los años 1000.
Entonces Leví
habló y dijo a Pedro: «Pedro,
siempre fuiste impulsivo. Ahora te veo ejercitándote contra una
mujer como si fuera un adversario. Sin embargo, si el Salvador la hizo
digna, ¿quién eres tú para rechazarla? Bien cierto
es que el Salvador la conoce perfectamente; por esto la amó más
que a nosotros. Más bien, pues, avergoncémonos y revistámonos
del hombre perfecto, partamos tal como nos lo ordenó y prediquemos
el evangelio, sin establecer otro precepto ni otra ley fuera de lo que
dijo el Salvador».
Luego que
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[Leví hubo dicho estas palabras], se pusieron en camino para anunciar
y predicar.
El evangelio según Mariam.
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