Por una parte al realizar preguntas sobre quien era Maria Magdalena, la mayoría de gente dice que era una prostituta que siguió los pasos de Jesús y se convirtió en una buena creyente.
Lo curioso es que en ningún sitio se dice que Maria Magdalena era
prostituta, aunque se dice que en donde vivía se practicaba la
prostitución (pero al parecer no dicen que ella era prostituta).
Es curioso pues hay otro hecho que creemos que está en las escrituras y no lo están, por poner un ejemplo:
Si preguntamos cual era el fruto prohibido del paraíso la respuesta es sin ninguna duda: Una manzana, pero ¿En donde dice que es una manzana?, pues en ninguna parte.
Es verdad que se dice que Jesús expulso de ella 7 Demonios, pero esto puede interpretarse de muchas maneras y para nada dice la Biblia Oficial que era una prostituta. Incluso en 1969 la propia iglesia católica comunicó que se había difamado la imagen de Maria Magdalena. Y me pregunto ¿Con qué fín?
Sabemos que era sabia y al parecer estaba siempre cerca de Jesús,
recordemos que fue la primera en ver la resurrección y por tanto algo
preferente debía ser.
Según el evangelio de Felipe (no es oficial, pero al parecer es auténtico), dice que Maria Magdalena pasaba mucho tiempo a solas con Jesús y que al parecer había cierto odio de Pedro hacia Magdalena.
Según algunos textos gnósticos, Maria Magdalena recibió enseñanzas
secretas de Jesús y al parecer tras la muerte (o no), de Jesús, hubieron
distintas maneras de interpretar las enseñanzas. Una más mística, donde
incluía al hombre y a la mujer como iguales y por tanto con los mismos
derechos religiosos y espirituales, que sería el cristianismo de Maria Magdalena
y después una línea mucho más conservadora, que sería la seguida y
dirigida por Pedro, que mantendría a la mujer como inferior al hombre en
lo espiritual y lo material, que sería el Cristianismo que se impuso por ser una sociedad machista y conservadora.
Como todo estas historias son hipótesis, no podemos afirmar, ni negar
nada, solo podemos ser lógicos y es por esta razón que es muy posible
que Maria Magdalena fuera una discípula y Apóstol importante, sin descartar la posible relación de pareja con Jesús.
A este último hecho hay que informar a los defensores de que no había nada entre ellos, porque no lo pone la Biblia, también hay que reflexionar entonces y preguntarnos ¿dónde están las mujeres
de los demás apóstoles?. Si todos eran de edad avanzada, todos deberían
tener incluso hijos, pero en los textos no se mencionan.
La historia de Jesús es muy misteriosa y si intentamos reflexionar sobre
su vida no es para blasfemar, sino para enriquecernos y ver que Jesús
era también humano y que lo importante era su mensaje, aunque si se
descubriera que Maria Magdalena era algo más que una devota de Jesús, si se descubriera que incluso pudo tener descendencia, si se descubriera que Pedro impuso un cristianismo lejos de los deseos del propio Jesús, podríamos asegurar que el Vaticano podría sufrir un terremoto interno y externo.
No pretendo, incomodar a nadie, personalmente tengo un gran respeto por
Jesucristo y es por esta razón que intento saber cual era su verdadero
mensaje, cual era su verdadera filosofía y como fue su nacimiento, su
infancia, su adolescencia, su madurez, su muerte y su posible
resurrección, ¿acaso el saber la verdad es pecado?
Los datos que nos
ofrecen los evangelios son escuetos. Lucas nos informa que entre
las mujeres que seguían a Jesús y le
asistían con sus bienes estaba
María Magdalena, es decir, una mujer llamada
María, que era oriunda de Migdal Nunayah, en griego
Tariquea, una pequeña población junto al lago de
Galilea, a 5,5 km al norte de Tiberias. De ella Jesús
había expulsado siete demonios, que es lo mismo que decir
"todos los demonios". La expresión puede entenderse como
una posesión diabólica, pero también como
una enfermedad del cuerpo o del espíritu.
Los evangelios sinópticos la mencionan como la
primera de un grupo de
mujeres que contemplaron de lejos la crucifixión de
Jesús y que se quedaron sentadas frente al sepulcro
mientras sepultaban a Jesús. Señalan que en la
madrugada del día después del sábado
María Magdalena y otras mujeres volvieron al sepulcro a
ungir el cuerpo con los aromas que habían comprado;
entonces un ángel les comunica que Jesús ha
resucitado y les encarga ir a comunicarlo a los
discípulos.
Juan presenta los mismos datos con pequeñas
variantes. María Magdalena está junto a la Virgen
María al pie de la cruz. Después del
sábado, cuando todavía era de noche se acerca al
sepulcro, ve la losa quitada y avisa a Pedro, pensando que
alguien había robado el cuerpo de Jesús. De vuelta
al sepulcro se queda llorando y se encuentra con Jesús
resucitado, quien le encarga anunciar a los discípulos su
vuelta al padre.. Esa es su gloria. Por eso, la tradición
de la Iglesia la ha llamado en Oriente "isapóstolos"
(igual que un apóstol) y en Occidente "apostola
apostolorum" (apóstol de apóstoles). En Oriente hay
una tradición que dice que fue enterrada en Éfeso y
que sus reliquias fueron llevadas a Constantinopla en el siglo
IX.
María Magdalena ha sido identificada a menudo con
otras mujeres que aparecen en los evangelios. A partir de los
siglos VI y VII, en la Iglesia Latina se tendió a
identificar a María Magdalena con la mujer pecadora
que, en Galilea, en casa de Simón el fariseo, ungió
los pies de Jesús con sus lágrimas.
Por otra parte, algunos Padres y escritores
eclesiásticos, armonizando los evangelios, habían
identificado ya a esta mujer pecadora con María, la
hermana de Lázaro, que, en Betania, unge con un perfume la
cabeza de Jesús. Como consecuencia, debido en buena parte
a San Gregorio Magno, en Occidente se extendió la idea de
que las tres mujeres eran la misma persona. Sin
embargo, los datos evangélicos no sugieren que haya que
identificar a María Magdalena con María, la que le
unge a Jesús en Betania, pues parece que ésta es la
hermana de Lázaro. Tampoco permiten deducir que sea la
misma que la pecadora que según Lucas ungió a
Jesús, aunque la identificación es comprensible por
el hecho de que San Lucas, inmediatamente después del
relato en que Jesús perdona a esta mujer, señala
que le asistían algunas mujeres, entre ellas María
Magdalena, de la que había expulsado siete
demonios.
Además, Jesús alaba el amor de la
mujer pecadora: "Le son perdonados sus muchos pecados, porque ha
amado mucho" (Lc 7,47) y también se descubre un gran
amor en el
encuentro de María con Jesús después de la
resurrección. En todo caso, aun cuando se tratara de la
misma mujer, su pasado pecador no es un desdoro. Pedro fue infiel
a Jesús y Pablo un perseguidor de los cristianos. Su
grandeza no está en su impecabilidad sino en su
amor.
Por su papel de relieve en el
evangelio fue una figura que recibió especial
atención en algunos grupos marginales
de la primitiva Iglesia. Son fundamentalmente sectas
gnósticas, cuyos escritos recogen revelaciones secretas de
Jesús después de la resurrección y recurren
a la figura de María para trasmitir sus ideas. Son relatos
que no tienen fundamento histórico (a mi parecer,
todavía los teólogos de la Universidad de
Navarra, no se dan cuenta que todo los evangelios carecen de
fundamento histórico, empezando de quienes lo
escribieron). Padres de la Iglesia, escritores
eclesiásticos y otras obras destacan el papel de
María como discípula del Señor y
proclamadora del Evangelio. A partir del siglo X surgieron
narraciones ficticias que ensalzaban su persona y que se
difundieron sobre todo por Francia.
Allí nace la leyenda que no tiene ningún fundamento
histórico (nos preguntamos que fundamento histórico
buscan, para encontrar la verdad) de que la Magdalena,
Lázaro y algunos más, cuando se inició la
persecución contra los cristianos, fueron de
Jerusalén a Marsella y evangelizaron la Provenza. Conforme
a esta leyenda, María murió en Aix-en- Provence o
Saint Maximin y sus reliquias fueron llevadas a
Vézelay.
Después de morir Jesus:
Según la tradición ortodoxa, María Magdalena se retiró a Éfeso con la
Virgen María y el apóstol San Juan, y murió allí. En 886 sus reliquias
fueron trasladadas a Constantinopla, donde se conservan en la
actualidad. Gregorio de Tours (De miraculis, I, ***) corrobora la
tradición de que se retiró a Éfeso, y no menciona ninguna relación con
Francia.
Más adelante, sin embargo, surgió en el mundo católico una tradición
diferente, según la cual María Magdalena (identificada aquí con María de
Betania), su hermano Lázaro y Maximino, uno de los setenta y dos
apóstoles, así como algunos compañeros, viajaron en barca por el Mar
Mediterráneo huyendo de las persecuciones en Tierra Santa y
desembarcaron finalmente en el lugar llamado Sainte Marie-de-Mer, cerca
de Arlés. Posteriormente, María Magdalena viajó hasta Marsella, desde
donde emprendió, supuestamente, la evangelización de Provenza, para
después retirarse a una cueva -La Sainte-Baume- en las cercanías de
Marsella, donde habría llevado una vida de penitencia durante 30 años.
Según esta leyenda, cuando llegó la hora de su muerte fue llevada por
los ángeles a Aix-en-Provence, al oratorio de San Maximino, donde
recibió el viático. Su cuerpo fue sepultado en un oratorio construido
por San Maximino en Villa Lata, conocido desde entonces como St.
Maximin.
Existe una antigua tradición cristiana de pintar huevos de Pascua. Estos
huevos simbolizan la nueva vida y a Cristo emergiendo de la tumba, de
hecho, los cristianos ortodoxos acompañan esta tradición con la consigna
:¡Cristo ha resucitado!.
Una de las tradiciones habla de que tras la resurrección, Tiberio invitó
a María Magdalena a un ágape y ésta sostuvo un huevo frente a él y
exclamó:¡Cristo ha resucitado!, éste se rió y le dijo que eso era tan
probable como que el huevo se volviera rojo mientras lo sujetaba y antes
de que acabara de hablar el huevo se volvió rojo.
Otra tradición habla de que el corazón sagrado de Cristo quedaría
encerrado en un recipiente con forma de huevo del que María Magdalena
sería guardiana.
Diversos artistas la han representado a lo largo de la historia. Suele aparecer pelirroja
El hijo perdido:
"Jesús mantuvo una relación sentimental con María Magdalena, tuvo un
hijo con ella llamado Judah y los tres fueron enterrados en unas tumbas
encontradas, las unas junto a las otras, en Jerusalén hace 27 años". Eso
-al menos- es lo que asegura el documental The Lost Tomb of Jesus (La Última Tumba de Jesús), firmado por el director de Titanic, el oscarizado James Cameron.
Ha hecho la cinta junto al cineasta israelí de origen canadiense Simcha Jacobovici.
Ambos dicen haberse basado para su trabajo en los años de investigación
de renombrados arqueólogos, expertos en documentos históricos y
especialistas en material genético.
La cinta sustenta esas teorías en el hallazgo, en marzo de 1980, de
unos sepulcros que supuestamente pertenecerían a Jesús y a su familia. Hace 27 años,
unos trabajadores de la construcción encontraron en el este de Talpiot,
un suburbio de Jerusalén, una cueva de más de dos mil años de
antigüedad con diez tumbas.
De acuerdo
con la Autoridad de Antigüedades de Israel, seis de esos nichos
tendrían grabados los nombres de Mateo; María Magdalena; Jesús, hijo de
José; María, madre de Jesús; José, hermano de Jesús; y Judah, hijo de Jesús.
Según Cameron, rigurosos estudios y análisis de ADN
demuestran que las sepulturas son las de Jesús y su familia, y tal
descubrimiento no significa que Jesucristo no resucitara tres días
después de su muerte, según la creencia cristiana.
Arqueólogos sostienen que las tumbas pertenecerían a una familia
judía con nombres muy similares a la de Jesús, nombres muy comunes, por
cierto, en aquella época, según el arqueólogo israelí Amos Kloner. "No acepto esta teoría", ha señalado Kloner a la BBC. "Lo que buscan es hacer dinero", ha añadido.
"Nosotros hemos hecho nuestro trabajo; y ahora es momento de que se
abra el debate", ha dicho Cameron. Vecinos de la zona en que se hallan
los nichos han declarado que están encantados con el documental.
"Esto significa que el precio de nuestras casas subirá porque los
cristianos querrán vivir aquí", ha manifestado una mujer a la BBC.
El documental será emitido en todo el mundo por Discovery Channel y amenaza con armar un revuelo similar o mayor al levantado en su día por El Evangelio de Judas, de National Geographic.
Discovery cita a Aarón Brody, profesor de estudios
bíblicos y arqueología de Museo Bade en California, quien asegura que
los osarios y las tumbas “son muy típicos de la región en esos tiempos”.
Documentos.
De acuerdo con Discovery, al menos cuatro de los más importantes
epigrafistas han corroborado que las inscripciones de los osarios
corresponden al llamado Periodo Herodiano (por Herodes, rey de Israel
entre 1 a. de C y 1 d de C).
Frank Moore, profesor emérito del departamento de
Lenguas y Civilizaciones del Oriente Medio en la Universidad de Harvard,
“el arameo en el que están escritos estaba en uso en esa época”.
Jodi Magness, jefa adjunta del departamento de
Estudios Religiosos de la Universidad de North Caroline, aseguró que
“los datos corresponden a los de un Jesús histórico, tal como se
desprende de lo descrito incluso en la Biblia”.
Además de la inscripción “Judah, hijo de Jesús”, otra caja dice
“Jesús, hijo de José”, y otra “María”, versión latina de Miriam”. Matia,
la palabra aramea que designa a Mateo, y una escrita en griego, que
dice Mariamne e Mara, que de acuerdo con Francois Bovon, profesor de
Historia de las Religiones de Harvard, es como en esos tiempos se
identificaba literalmente a “María, la cercana al Maestro”, es decir, la
María Magdalena histórica, quien encontró vacía la tumba de Jesús en
uno de los Evangelios.
En uno de los libros apócrifos, no incluidos en la
Biblia y llamado “Actos de Felipe”, escrito en griego en el siglo 14, se
menciona a Mariamne, hermana de Felipe, en un significativo enunciado
que dice: “eran los apóstoles y Mariamne, esta última quien inspiraba
fortaleza al grupo, y quien después tuvo su propio núcleo de seguidores,
llamados Mariamnistas, quienes perduraron hasta bien entrado el siglo
3”.
¿ADN sagrado?
Los estudios de ADN fueron realizados por el laboratorio más
importante de estudios paleogenéticos del mundo, que pertenece a la
Universidad Lakehead de Notario, Canadá.
Carney Matheson, experto de esta Universidad,
examinó los restos encontrados en las cajas marcadas con los nombres de
Jesús y María Magdalena, y determinó que no tenían ninguna relación de
parentesco.
Los expertos no han encontraron material genético suficiente para
establecer sin lugar a dudas que el ADN de la caja correspondiente a
Judah sea de un hijo del Jesús histórico, “pero las muestras son
consistentes”.
Estadística.
Un argumento posible contra la historia que cuenta la Tumba de Talpiot es que los nombres es esta familia son una coincidencia.
Andrey Feuerverger, profesor de estadística y
matemáticas de la Universidad de Toronto, calculó las posibilidades de
que las coincidencias entre los miembros de una familia pudieran
repetirse en esta época y las cruzó con todas las inscripciones en
tumbas encontradas en el siglo 1 en Jerusalén.
Para “Jesús hijo de José” encontró una frecuencia de uno en 190 veces, mientras que para Mariamne, una en cada 160.
De forma conservadora, él dividió los números resultantes por 25 por
ciento, un stándard estadístico, y luego entre 1000, como un estimado
que considerara todas las tumbas existentes –y las no descubiertas—, y
los resultados son apabullantes: La tasa de probabilidad de las
coincidencias de nombre es al menos 600 a 1, o de otra manera, la
conclusión es afirmativa 599 veces en 600.
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