lunes, 13 de febrero de 2012

Un cuento de Ennoia

Introducción.
       Estimado Inyanga, Mientras me dirigía a todos en el Elysium era exacto, hay unos detalles sobre mi carrera con esa manada del Sabbat que yo decliné mencionar. Como digo, cuando yo llegué a los tipos malos allí simplemente me familiarizé mejor con alguien que yo estoy suponiendo era un Tremere. Yo no conocí al tipo. Sin embargo, cuando yo me escapé del Sabbat, los pobres patanes estaban trabajando sobre tener 3/4 de hamburguesa y sobre 12 pintas de aullar (Si usted sabe lo que yo quiero decir). Luego después me doy cuenta de algo de pegar afuera los intestinos de los tipos. Era un pedazo corto y grueso de lápida de arcilla y algunos papeles enrollado en plástico. No bromeo, él estaba llevándolo dentro de él. Yo supongo que los tipos del Sabbat lo extrañaron, o simplemente no tenían tiempo para agarrarlo. Yo no podría hacer cabezas de colas del grupo en la lápida, pero yo he incluido los volúmenes del papel debajo. ¿Ha oído usted cualquiera de esto antes? Le parece estar hablando en particular sobre el Clan Gangrel. ¿Qué piensa usted en él?

Saludos, Gus.

Fragmento del Circulo de Lilith.
       Lo... [texto perdido]...irst la Hija de la Luna ...Ella hizo que Lilith descansara y diera a luz a los primeros niños de Adán. Y el primero de éstos era una hija que en la llenura del tiempo tomó el nombre de Ennoia. Lilith dejó a esta hija en el cuidado de lobos. A tiempo, Ennoia maduró y dio jaque mate al más fuerte de su jauría. Ella les dio hijos e hijas fuertes, algunos que estaban llevando su forma y otros la forma de sus padres. Todavía dentro de cada uno era la semilla del otro, y ellos caminaron como hombres o corrieron como lobos como era su testamento. Es de ellos que los Lupinos rastrean su linaje.

       En el futuro, Ennoia se cansó de estos compañeros y se descontentó con su vida. Ya que sus niños habían crecido fuertes y bellos, ella dejó la jauría para viajar por el mundo. Inmortal como sus padres, ella vagó como pudo algunos años, y vino por fin a una ciudad levantada por sus medio-hermanos, los descendientes de Adán y su segunda esposa. Ésta fue la primera gran ciudad de hombre - Enoch la ciudad de Caín. Y en Enoch, con su gran belleza y la naturaleza algo terrosa la hicieron irresistible, y ella fue bien recibida.

       Ella estuvo allí durante muchos años. De nuevo ella tenía muchos compañeros y volvió a dar a cada uno de ellos hijos e hijas fuertes. Algunos dicen que el Rom saltó de una tal unión, pero quién puede decir de verdad. El poder del Rom no viene de la sangre de Ennoia aun cuando ellos son de su línea--y todavía se entrelazan sus caminos y destinos.

       En el fondo, ella se volvió una fuente de discordia en esta proto-ciudad, y siguiendo una serie de casualidades recordativo del cuento de Helena de Troya, Enoch, Caín el Primero tomo cuenta, que Ennoia estaba manejando la ciudad. Ella los maldijo a todos, ella volvió su cara a la ciudad amurallada y vagó de nuevo.

       De lo que transcurrió en los años siguientes, poco es conocido, pero en el fondo, un Chiquillo de Caín la buscó y rogó su retorno con él a Enoch. Era Irad, el general de los grandes ejércitos de Enoch (aunque los textos más tarde le dan el nombre de Dracian). Ennoia vio su fuerza, su corazón honorable y ella se enamoró de él. Ella volvió con él, y aunque él no pudiera satisfacer sus apetitos, le importaba poco, porque él demostró interesarse de otra manera. En su pasión por nosotros, no paso mucho antes de que ella se hiciera uno de nuestra Sangre.

       Un tiempo después, otro cómo Irad, el cazador Absmiliard orgulloso y terrible, vuelto de las llanuras salvajes que lleva heridas dolorosas. Su Sire Caín se encolerizó enormemente por el cuento de Absmiliard del lobo-bestia crueles e implacables que lo cazan en grandes jaurías. De noche ellos lo acosaron. De día ellos los cazaron en sus refugios. Y sólo con gran suerte y habilidad consiguió él sobrevivir para decir el cuento.

       Ennoia oyó sus palabras y el miedo crecieron en su pecho. Ella supo que él habló de sus primeros niños, y ella supo su naturaleza. Ennoia dudó de las palabras de Absmiliard y asume su gran orgullo, arrogancia y crueldad que más probablemente era la causa de la rabia de sus niños, si cualquier ataque hubiera ocurrido de verdad.

       Ella suplicó a Irad para que escuchara sus miedos, pero su enojo era grande y su deber claro. Pero ella buscó al público con el propio Caín y le pide parecer cerca y revisar. Pero su línea había sido mal hechas, el concilio de guerra se formó y ella fue desairada. Se pusieron planes para la próxima guerra y Ennoia temió por sus niños. Ahora el propio Caín llevó los ejércitos de Enoch hacia la guerra. Ennoia desesperó y convocó a Lilith su madre.

       Y Lilith vino.

       Ennoia le dijo a su madre de la guerra creciente entre sus nuevos Kindred y los primeros niños de su útero mortal. Ella habló de cómo sus súplicas a Irad y Caín no fueron oídas, y ella rogó el consejo de su madre y ayuda.

       Lilith confortó a su niña y prometió ayudarla.

       Muchas preguntas realizó Lilith a Ennoia para poder involucrarse con su nueva familia. Y Ennoia le contó de Caín, y sus niños y sus nietos. Ella habló sus nombres. Ella contó sus naturalezas, sus amores, sus rivalidades y sus pecados, algo que podría ayudar a su madre a encontrar la respuesta que ella buscaba. Y así hizo Lilith aprenden de la necesidad de Caín por el amor a Zillah. La oscuridad pasó brevemente encima de la cara de Lilith, pero entonces ella sonrió y le dijo a su hija que la guerra acabaría pronto.

       Brevemente después de esto, Caín encontró una Vieja arrugada luchando en las llanuras salvajes. Ella vió su corazón y ofreció mostrarle cómo ganar el amor de Zillah y le pregunta solo a Caín si busca un acuerdo entre sus aliados y los ser-bestia. Para que Caín se devolviera sólo a su ciudad y descubriera a sus niños y la alevosía de Absmiliard. Y la víbora era maldita y desterrada.

       Caín entonces envió la hija de Ennoia e Irad que hiciera la paz con los Cambiaformas, porque ella había aprendido mucho de sus costumbres. Logro un acuerdo tenso de paz con las tribus de la luna, y Ennoia cantó canciones de gracias y alabanza a su madre. Lilith oyó éstos y sonrió. Pero cuando Ennoia volvió a Enoch, ella encontró que recientemente Caín parecía tener con ella un gran disgusto, a pesar del éxito de su misión.

       Caín recordó la súplica más tempranas de Ennoia que ella detendría la ira de los ser-bestia, y sospechó que la aparición del Viejo arrugado no era ninguna coincidencia. Él miro dentro del corazón de Ennoia y vio la parte que ella había tomado en la trampa del Viejo arrugado. Y el enojo ardió como llamas en los ojos de Caín.

       "La recibí a la vista de mis Chiquillos. Enoch ha sido manejado por nosotros por un tiempo muy largo; y su retorno me ha traído sólo tristeza. Yo no cuido qué el camino usted toma, pero puso sus pies en él esta noche, y sabe que usted nunca sabrá de hogar nuevamente."

       Y con esta maldición, Ennoia se volvió y se dispuso a salir. Pero entonces algo de la naturaleza orgullosa de su madre subió a su pecho, y antes de dejar el vestíbulo de Caín, ella se volvió a enfrentar con su Trono De marfil de nuevo. Ella maldijo a Caín por necio.

       Si él hubiera tenido en cuenta su advertencia, la conspiración de Absmiliard no habría tenido éxito. Los otros de su generación no se habrían halagado de la rebelión; los Lupinos no lo sostendrían como su enemigo de sangre; y no se habrían herido así penosamente a Irad. Pero él prefirió la palabra de un hombre bonito con una lengua color de plata.

       No desde la noche del crimen de Absimiliard los otros habían vistos tal rabia en la cara de Caín. Ni habría ellos llamado de nuevo hasta que el joven Malkav le bajo la ira de Caín difamando su imagen.

       Y así se dirigió finalmente Caín a Ennoia: "Usted me ha traicionado, y todos aquéllos de su sangre, por amor a las bestias, de usted la mujer infiel!" Cain gritó de rabia. "Para que queden, las marcas de su verdadera obediencia crecerán en usted, siempre que su enojo lo tome o usted ceda ante la tentación. Vaya ahora porque yo no lo conozco, y pronto ninguno será capaz."

       Y con eso, Ennoia dejó la ciudad de Caín.



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