Según la arqueología oficial, la civilización más antigua del mundo fue
la de los Sumerios, que prosperó en el actual Irak hace 5000 años. La
mayoría de arqueólogos e investigadores opina que las precedentes
culturas neolíticas no alcanzaron un grado de evolución por el que se
les pueda llamar “civilización”, es decir, una sociedad organizada,
jerárquica, basada en la agricultura, donde exista un sistema que haga
respetar las reglas y donde algunos grupos de personas se dediquen a las
artes, sean éstas plásticas, pictóricas o relacionadas con la cerámica.
Sin embargo, ciertos investigadores de todo el mundo sostienen que
existieron varias civilizaciones antediluvianas que fueron destruidas
por el repentino alzamiento de los mares, hace 11.500 años, justo en la
ocasión del derretimiento de los glaciares (el diluvio universal,
descrito en muchos libros, entre los cuales la Biblia, la epopeya de
Gilgamesh y el Mahabarata).
En efecto, se hallaron en diversas partes de los océanos algunas
extrañas estructuras sumergidas a una profundidad de 5 a 600 metros. Me
refiero a los muros de Bimini
(mar de las Bahamas), a las enigmáticas construcciones sumergidas a lo
largo de la península de Guanahacabibes (Cuba), a los muros ciclópeos
situados en el mar al frente de la isla de Yonaguni, en Japón, y a las edificaciones líticas descubiertas en el golfo de Khambat, en el estado de Gujarat, en India.
No obstante, de todas las citadas, sólo en las ubicadas a lo largo de la
costa de Gujarat (incluido el sitio sumergido de Bet Dwarka), se
encontraron varias evidencias arqueológicas, o bien objetos elaborados
por el hombre.
En el 2000, el Instituto Nacional de Tecnología Marina de la India
anunció haber hallado, en el lecho marino al frente de la costa del
estado de Gujarat, a 40 metros de profundidad, estructuras megalíticas
parecidas a una ciudad. El descubrimiento fue confirmado un año después
por el ministro de Ciencia y Tecnología Murli Manohar Joshi, quien
afirmó que las construcciones sumergidas son los restos de una ciudad
que fue arrasada por una súbita inundación, y además, se dijo que las
ruinas mostraban un fuerte parecido con las de Harappa y Mohenjo-Daro,
antiguas ciudades que se remontan al 2700 a.C., pertenecientes a la
antigua civilización del Indo.
La arqueología tradicional remonta estas antiguas civilizaciones hindúes
a la cultura neolítica llamada Mehrgarh (10.000 a.C.), a la que le
sigue, durante la edad del bronce, la cultura Zhob. Efectivamente,
después de las excavaciones hechas en Queha se encontraron hermosas
cerámicas que ilustraban animales estilizados, como dromedarios, y
algunas estatuillas que representaban a la Diosa Madre, las cuales se
pueden comparar con las de la civilización del Indo.
Sin embargo, según algunos estudiosos, el origen de la civilización del
Indo debe ser buscado en Khambat y en sus asombrosos hallazgos.
Hay dos hipótesis sobre el por qué se encuentra sumergida ahora la zona frente al golfo de Khambat.
La primera tesis se refiere justamente al derretimiento de los glaciares
de todo el mundo, el cual causó un alzamiento repentino de los mares,
de aproximadamente 120 metros. La segunda propuesta, desarrollada por
algunos geólogos, sugiere que algunos movimientos tectónicos de escala
extraordinaria causaron la sumersión de parte de la que fue costa del
mar denominado hoy “Arábigo”.
Durante el mes de noviembre de 2001 se efectuaron otras exploraciones
subacuáticas. Se utilizaron sonares que localizaron el lecho de un río,
ahora sumergido, de unos noventa kilómetros de longitud, además de
extrañas estructuras perpendiculares y paralelas a más o menos 40 metros
de profundidad, distantes unos 20 kilómetros de la actual línea de
costa.
Durante aquellas búsquedas se recuperaron varios objetos de cerámica,
madera tallada, algunos dientes humanos y varios objetos semi-preciosos,
muchos de ellos perforados. Los pedazos de madera fueron sometidos a la
prueba del carbono 14 y obtuvieron datación del 7500 a.C.
Según el estudioso Witzel, el hecho de haber encontrado madera con
datación de hace 9500 años no es una prueba definitiva de que haya sido
utilizada por el hombre exactamente en aquel lugar, puesto que pudo
haber sido arrastrada hasta allí por las crecidas de ríos o por
aluviones. Si se hubiera encontrado incrustada en un estrato geológico,
hubiera podido ser datada con mayor certeza.
En el 2003 y en el 2004 se efectuaron otras exploraciones subacuáticas y se encontraron otros objetos de cerámica.
Los hallazgos fueron enviados a algunos laboratorios hindúes y europeos
(Oxford y Hanover). y a través del método de la termoluminiscencia,
obtuvieron datación de 13.000 a 31.270 años atrás. El geólogo hindú Shri
Batrinarayan confirmó la autenticidad de los descubrimientos,
sosteniendo que las reliquias fueron analizadas con la técnica de
difracción de los rayos X. Según el estudioso, el material arcilloso
utilizado en la terracota encontrada bajo el agua es típico de la zona y
fue cocido a 700 grados para obtener la cerámica.
En base a estos descubrimientos, la ciudad sumergida de Khambat sería la
más antigua del mundo, remontándose a 9,5 milenios atrás.
Hay que agregar que otros estudiosos, sin embargo, escépticos de las
conclusiones del geólogo Batrinarayan, sostienen que los objetos
sometidos al procedimiento de datación no son genuinas cerámicas
producidas por el hombre, sino simple arcilla que se consolidó en el
curso de los siglos. Hay un fuerte debate enfocado en algunos objetos de
forma irregular que tienen algunas perforaciones en la parte central.
Respecto a esto, el doctor Asko Parpola, profesor de Historia antigua de
India en la Universidad de Helsinki, considera que sería más adecuado
llamar al lugar sumergido al frente de la costa de Khambat “pueblo
neolítico”, pero no civilización. Al menos, es prematuro llegar a
conclusiones apresuradas sin poder contar con información más precisa y
segura. Además, el doctor Parpola también opina que, como las corrientes
submarinas son muy fuertes en esta zona, es muy probable que las
estructuras líticas paralelas sean el producto de miles de años de
erosión de la arena y no bloques de piedra artificiales erigidos por
antiguos hombres del neolítico para construir su ciudad. Además, Parpola
piensa que sería bueno que un arqueólogo subacuático hiciera un
análisis, puesto que los responsables del NIOT (National Institute
Marine Technology of India, Instituto Nacional de Tecnología Marina),
que efectuaron las investigaciones, son geólogos y expertos en técnicas
subacuáticas, pero no tienen una preparación arqueológica específica.
Lamentablemente, como lo mencioné antes, la zona es peligrosa ya que a
causa de las fuertes corrientes y el agua turbia no es que aconsejable
que vayan buzos, por lo que obligatoriamente deben utilizarse robots
para recuperar el material sumergido. Este método puede dañar los
vestigios, pero tal como están las cosas ahora, se trata del único
recurso posible.
Según Iravatham Mahadevan, uno de los más grandes expertos en antiguas
escrituras védicas del mundo, hay que ser escépticos, pero no
pesimistas: las estructuras paralelas y perpendiculares que se extienden
por kilómetros, no pueden ser una simple broma de la naturaleza, sino
que muy probablemente son estructuras megalíticas que se remontan al
7.500 a.C. Además, el estudioso Mahadevan también afirma que los sonar
capturaron la imagen de una gran estructura rectangular que no puede ser
una formación natural.
El doctor Mahadevan, que manifiesta un cauteloso optimismo, sostiene que
los conocimientos actuales no están en capacidad de decir si los restos
de Khambat representan el origen de la civilización del Indo, sino que
más bien se puede hablar de pueblo megalítico que se sumergió luego de
fuertes turbulencias tectónicas, probablemente repentinas.
Cuando se le preguntó al doctor Mahadevan si confiaba en las dataciones
efectuadas con el método carbono 14, respondió que, según él, el pedazo
de madera con datación de hace 9.500 años pudo haber sido transportado
de otros lugares, mientras que lo que más indica la presencia del hombre
son algunas piedras semi-preciosas, algunas de ellas perforadas, clara
señal de actividad humana.
Otro sitio sumergido de gran importancia fue estudiado por el arqueólogo
buzo S.R. Rao en Bet Dwaraka, en el Gujarat también, donde se
encontraron ciclópeas estructuras sumergidas.
Bet Dwarka es un sitio arqueológico conocido desde 1930, pero sólo en
1983 el Instituto Nacional de Oceanografía comenzó a llevar a cabo
investigaciones específicas y bien calculadas. Se comprobó que la ciudad
sumergida se extiende en seis sectores distintos, a aproximadamente un
kilómetro de la costa. La ciudad sumergida de Bet Dwarka se remonta al
II milenio antes de Cristo, se recuperaron en efecto varios objetos de
cerámica, los cuales, sometidos a la prueba de la termoluminiscencia,
obtuvieron datación del 1528 a.C. Una de las cosas extrañas de Bet
Dwaraka es que fueron halladas algunas ánforas que pueden estar
relacionadas con la cultura romana. Algunos investigadores desarrollaron
la hipótesis de que hubo un naufragio de un barco de Roma, mientras que
otros sostienen que las ánforas en cuestión se obtuvieron por medio de
algunos intercambios comerciales en la ruta de la seda.
Todo eso comprueba que el nivel de los mares era mucho más bajo
(aproximadamente 120 metros), desde el fin de la última glaciación hasta
el I milenio antes de Cristo, y los lugares sumergidos, que aún no han
sido estudiados, son decenas en el mundo, si no cientos.
El problema de Khambat es que el sitio se encuentra a unos 40 metros de
profundidad, las corrientes son fuertes y el agua extremadamente turbia,
lo que dificulta mucho cualquier intento de enviar buzos y de tomar
fotografías.
Por ahora el misterio de Khambat permanece tal cual, pero quizá en los
años siguientes, cuando se perfeccionen las técnicas de recuperación de
vestigios y arqueología subacuática incluso en lechos marinos de difícil
acceso, podremos saber más sobre la antigua civilización del Indo y
sobre sus probables orígenes, los cuales ahora se encuentran sumergidos.
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