sábado, 25 de febrero de 2012

Grimorio de Armadel 41

LA TABLA RACIONAL O LA LUZ QABALISTICA:
PENETRANDO DE CIERTA MANERA ENTRE LOS
OCULTOS MAS SECRETOS DE LOS CELESTIALES,
LOS TERRESTRES Y LOS INFERNALES


LOS PRIMEROS CARACTERES

Los primeros caracteres que deberás escribir sobre un pergamino
virgen, en domingo a la hora del Sol, será la primera letra de tu nombre,
dentro de un semicírculo “A”, y la primera letra de tu apellido en el
semicírculo “B”. Te deberás colgar el pergamino en el lado izquierdo cerca
del corazón, antes de que procedas a invocar a los espíritus, con el propósito
de que te obedezcan y de que cumplan todos tus deseos.




 ISRAEL tuvo que comenzar desde el Principio, desde los Días de la
Eternidad. ¡Oh mi Alma! posees en ti misma el estudio y el seguimiento
propio, y fuera de ti la Voluntad de tu Señor PELECH, cuyo nombre es
JESÚS; para que la Paz sea tuya, cuando Memoroth el Asido y Metrum
vengan hacia ti por turnos, con la Ley Eterna, y seas disturbado en todos los
caminos. Pierde pronto tu voluntad, ¡Oh Alma mía! deja que a esta hora del
día, sean oídas tus lágrimas y tu llanto. Porque también el Señor te ha elegido
para afligirte en este día, a través de la profundidad y multitud de mis
iniquidades, con las que he excitado tu ira, y con las que me he hecho malvado
ante tí inintencionadamente, puesto que también he sabido guardar mis
 mandamientos.
El Señor Dios me presiona duramente a causa de mis pecados; pero
nunca rebajará hasta El mi alma; por lo que tú deberás caer dentro de las
manos de Dios Nuestro Señor, ya que en El, encontrarás la Misericordia, tanto
como en las manos del hombre. Vuelve entonces, alma mía y humíllate ante
Dios Nuestro Señor. El Señor tu Dios, ha creado a Israel, y verdaderamente es
una Providencia que actúes a la vista de Dios, y que llores ante El, porque El
te observa constantemente y escucha tus plegarias y las del Pueblo de Israel.
Llora ante el Señor con gran insistencia, y humíllate ante El, alma mía,
en la castidad, en el ayuno, en la bondad, en el poder, y observa que tus
plegarias llenen tu corazón con la voluntad de Dios Nuestro Señor, porque así,
todas las cosas serán añadidas a ti. Desde el fondo de tu corazón, tus lágrimas
le dirán al Señor “Yo he pecado y nunca volveré hacia ti Señor, sin que Tú me
hayas humillado”. En ti, se ve por siempre, en todo el corazón a Jesús, en
castidad y sobriedad, en perdón y paciencia, y de forma en que tú, alma,
poseas la fe, la esperanza y la caridad; orando constante y confidentemente. Y
entonces tú, podrás ver en el Principio del Génesis, la visión de los
Querubines, como los viera Ezequiel.

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