Las
teorías cosmológicas de este ingeniero austriaco son uno de los fundamentos de
la visión del mundo nazi. Hanns Hörbiger, creía que entre «los materiales
cósmicos de construcción» que componen el Universo había agua en su «forma
cósmica»: hielo. Este hielo forma grandes bloques que giran alrededor de las
estrellas jóvenes.
El sabio
austriaco sostenía que esos bloques de hielo en órbita siguen un camino espiral
de modo que, finalmente, se precipitan contra la estrella, causando una enorme
explosión. La estrella despide entonces una masa de materia derretida que gira
y forma un nuevo planeta.
La
creencia de que los planetas describen una órbita espiral llevó a Hörbiger a
afirmar que, originalmente, había cuatro lunas alrededor de la Tierra; la
presente es la única que queda. La última colisión de una luna con la Tierra,
hace unos 13.000 años, causó, según él, la desaparición de la Atlántida, el
continente que los nacionalsocialistas consideraban la cuna de la raza aria.
Himmler
estuvo muy interesado por las teorías de Hörbiger e hizo publicar un tratado
sobre la teoría del hielo cósmico dentro de una serie de manuales para los SS
(ala paramilitar del partido Nazi). Y el mismo Hitler declaró que construiría
un observatorio, en la ciudad de Linz, dedicado a los tres grandes cosmólogos:
Copérnico, Kepler y... Hörbiger.
1 -
PRIMERO
Sistemas
y satélites - pequeño viaje - nuestra luna - la Luna es de queso
Desde
siempre nuestro satélite, la Luna, nos ha llamado la atención. Es el objeto
celeste más brillante de nuestro sistema, después del Sol, y el más cercano. La
Luna es de los poetas y los insomnes, de los locos y los enamorados, de los
asesinos y de los visionarios.
Su atracción
gravitacional es la causante del flujo y reflujo de los mares pero también
actúa en nuestras mareas internas y en nuestros humores. Pero no es éste el
único satélite del sistema solar. Lunas distintas orbitan alrededor de otros
planetas. Con un paseo a través del espacio podremos encontrar algunas
curiosidades.
Por orden
de distancia creciente desde el Sol, los planetas que componen nuestro sistema
son: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.
Los dos planetas más cercanos al Sol no tienen satélites. Se considera a Venus
como un planeta casi gemelo a la Tierra, pero....
En Worlds
in Collision (1950) el Dr. Velikovski sugiere que un cometa gigante colisiona
con Marte. De ese choque cósmico nace Venus. Esto explica sus elevadas
temperaturas de superficie y sus vapores de hidrocarburos. También explicaría
la anormal rotación del planeta sobre su eje, ya que es el único planeta que
gira en sentido inverso a todos los demás.
Marte
tiene dos satélites, o lunas: Fobos y Deimos, Miedo y Terror respectivamente y
son dos de las lunas más pequeñas y extrañas del sistema solar. Con un diámetro
de 16 y de 8 km solamente, son las únicas que orbitan a su planeta a mayor
velocidad de la que el propio Marte rota sobre sí mismo y lo hacen en órbitas
casi circulares sobre el ecuador.
Deimos
tiene un período de revolución de 30 horas y Fobos de tan solo 7 horas y media,
tomando como referencia tiempos de rotación marcianos. Es interesante pensar
que un observador situado en Marte vería salir a Fobos por el Oeste y ponerse
por el Este, tres veces al día.
La teoría
de los planetoides nos dice que estas dos lunas son fragmentos del Cosmos
captados por el planeta Marte, pero es asombrosa la precisión de ambas órbitas
situadas casi en el mismo plano ecuatorial.
Carl
Sagan sugería que Fobos era una luna artificial hueca, y esta conclusión estaba
basada en la anormal velocidad de Fobos, velocidad que es justamente la misma
que llevan nuestros satélites artificiales.
Marte
está achatado por los polos pero al mismo tiempo es convexo en el ecuador por
lo que la forma del planeta es elíptica y se considera que rota sobre tres
ejes. (Datos proporcionados por la sonda Mariner IX en 1971).
Júpiter
tiene por lo menos 13 lunas que se han numerado según el orden de
descubrimiento. Cuatro de ellas son visibles con un pequeño telescopio, son las
lunas de Galileo, descubiertas en 1610. Es probable que las otras lunas sean
planetoides cautivos, atraídos por la enorme fuerza de gravedad de Júpiter.
Amaltea,
la luna V, es la que está más cerca del planeta. Las lunas I, II, y III, de
masa importante interaccionan entre sí formando un sistema de resonancia
análogo al observado en electricidad o acústica.
Saturno
tiene 11 satélites que orbitan más allá de los anillos. Titán es el mayor de
ellos y con un diámetro de 5800 km es el mayor del sistema solar. El último
satélite, Themis, fue descubierto por W. Pickering en 1905.
Urano
tiene 5 lunas pequeñas cuyos diámetros oscilan entre 300 y 1100 km y sus
períodos de revolución entre 1,5 días y 13,5 días de Urano.
Neptuno
tiene 2 satélites: Tritón y Nereida. Tritón es una de las lunas más grandes del
sistema y da una revolución completa al planeta en 6 días. Nereida, mucho más
lenta, lo orbita en 362 días, siendo además mucho menor que su hermano Tritón,
tan solo 320 km de diámetro.
Plutón
tiene un satélite casi tan grande como el planeta mismo, pero de masa mucho
menor, por lo que puede considerarse a Plutón como un planeta doble de hecho.
La
distancia media de la Tierra a la Luna es de 380000 km. Una de las
características son su fases. En fase nueva tiene el hemisferio iluminado de
cara al Sol y es por eso que no la vemos, en fase llena está opuesta al Sol,
totalmente iluminada. La Luna siempre nos presenta una misma cara.
El
período entre dos fases nuevas es de 29,5 días. El plano del movimiento está
inclinado 5° 8´ respecto al Sol y eso hace que veamos a la Luna más baja o más
alta en el cielo.
El
movimiento de la Luna es hacia el Este y se mueve diariamente a razón de 13°
12´ por lo que sale con un retraso de 50 minutos de un día al siguiente. Como
aparece más tarde cada día, la vemos en distintas fases a diferentes horas del
día y de la noche. La Luna llena sale a la puesta del Sol todo el año, en
cuarto menguante lo hace hacia la media tarde, a medida que se acerca a la fase
nueva sale con el Sol y no podemos verla, la Luna creciente la veremos hacia el
fin de la tarde o al principio de la noche.
La órbita
de la Luna está inclinada respecto de la eclíptica (proyección del plano de la
órbita terrestre sobre la esfera celeste, o en otras palabras, es el recorrido
del Sol a lo largo de un año) y esta inclinación hace que los eclipses
solamente se puedan dar en fase nueva o llena y cerca de los nodos, puntos de
intersección del plano de la eclíptica con la órbita de la Luna, y por tanto
cada 6 meses.
Cuando la
Luna pasa por el cono de sombra que proyecta la Tierra tendremos un eclipse
lunar, en fase de luna llena. Astrológicamente la Luna se ha asociado a la personalidad,
los rasgos instintivos y de comportamiento. El adjetivo "lunático"
nos suena ahora muy familiar.
Pero la
Luna es de queso..... nos dice Italo Calvino. Sí! La Luna es de queso... y se
derrite.
2-
SEGUNDO
El Big
Bang - más explosiones - el fuego y el hielo
Se dice
que todo el Universo fue creado a raíz de una explosión hace unos 4000 millones
de años. En el Principio todo el Cosmos estaba contenido en un único punto, un
solo átomo de densidad infinita que contenía toda la materia y la energía del
Universo. Este átomo, alcanzando niveles críticos de existencia, estalla,
arrojando la materia que encerraba en su interior y dando comienzo a su
expansión hacia el infinito. Tal es la teoría del Big Bang, la explosión
iniciadora, que, por otra parte, no dice nada acerca del origen de este primer
punto crítico.
Para
explicar el origen de nuestro propio sistema, el sistema solar o heliocéntrico,
encontramos dos teorías comúnmente aceptadas:
1 - Los
planetas nacen de una explosión parcial del Sol cuando una enorme masa estelar
pasa muy cerca y le arranca una parte de materia que es la que daría lugar a
los planetas conocidos. La estrella que ha rozado el Sol sigue su trayectoria
perdiéndose en el espacio.
2 - La
explosión que da origen a nuestro sistema es de una estrella, un sol, gemelo al
nuestro.
Pero
hemos encontrado otra teoría que nos habla del origen de nuestro sistema. Se
trata de la Cosmogonía Glacial de Horbiger. Poco o nada conocida, esta doctrina
se contrapone con todos los principios de la ciencia oficialmente reconocida,
pero tiene la cualidad de admitir todas las antiguas tradiciones, amalgamar
antiquísimos pensamientos, reintroducir leyendas, mitos y profecías. Nos habla
de cataclismos y mutaciones, del fuego y del hielo.
Esta
teoría nos dice que hay en el espacio un cuerpo estelar millones de veces más
grande que nuestro Sol, y mucho más caliente. Un planeta gigantesco formado de
hielo cósmico choca con la estrella de fuego y penetra profundamente en su
masa. Después de centenares de miles de años el vapor de agua resultante hace
que este sol estalle. Unos fragmentos se pierden en el espacio, otros caen
nuevamente al cuerpo central y otros son proyectados a una región intermedia
que es la que daría lugar a nuestro sistema.
Nuestros
planetas están sujetos a dos fuerzas: la fuerza de proyección de la explosión,
que los aleja, y la fuerza de gravitación, que los atrae a la masa más poderosa
situada en su proximidad.
Estas
fuerzas no son iguales. La fuerza gravitatoria es constante pero la fuerza que
los aleja disminuye con el paso del tiempo ya que el espacio no es vacío, está
formado de materia sutil, gases y cristales de hielo cósmico. Es debido a este
espacio discreto que esa fuerza de repulsión va disminuyendo.
Al irse
frenando lentamente a través del velo espacial, cada planeta se va acercando al
más próximo por el que es atraído quedando, al fin, cautivo y describiendo una
órbita en espiral que se va haciendo cada vez más pequeña.
De esta
forma, con el paso de los milenios, cada planeta caerá hacia el más próximo y
al final todo el sistema caerá a su vez, en forma de hielo, hacia el Sol.
Pasarán
cientos de miles de años y el vapor de agua acumulado hará que todo comience
otra vez con una gran explosión. Renacimiento perpetuo en el Universo y la
lucha eterna de atracción y repulsión entre el hielo y el fuego.
3-
TERCERO
La
espiral - Marte
Durante
algunas decenas de miles de años parecerá que la distancia entre dos planetas
se mantiene constante, pero llegará un momento en que se podrá apreciar una
sutil variación. Y es que la espiral es concéntrica y poco a poco la luna se
irá acercando a la Tierra.
La
gravitación del satélite se hará mayor, las mareas serán más poderosas, las
aguas de los mares ascenderán e irremediablemente cubrirán las tierras. Plantas
y animales tendrán menos peso y crecerán.
La
irradiación cósmica será más potente y podrá actuar sobre los cromosomas
alterando mecanismos genéticos que producirán Mutantes, nuevas formas de vida,
Gigantes.
La luna
se sigue acercando y, orbitando a gran velocidad, estalla antes de chocar con
la Tierra convirtiéndose en un anillo de hielo, rocas y gases que cada vez gira
más rápido para caer finalmente sobre el planeta.
No se ha
terminado todo... Tras esta Caída unos pocos sobrevivientes elegidos tendrán la
oportunidad de asistir a fantásticos y extraños fenómenos. Durante muchos miles
de años la Tierra no tendrá satélite y en esta permanente noche sin luna
sabremos de los cambios extraordinarios y las mutaciones sin fin en medio de los
Diluvios. Mezclas y simbiosis de razas nuevas y razas antiguas, formas modernas
y viejas que se entrecruzan, se aparean y dan origen a nuevos seres, a nuevas
especies.
El
próximo en la lista es Marte que siendo más pequeño que la Tierra terminará por
acercarse indefectiblemente, pero es muy grande para ser una nueva luna. Marte
pasará cerca de la Tierra, rozándola, y será atraído por el Sol hacia el que
caerá.
Marte
arrancará la atmósfera de la Tierra en su cercano pasaje. Los mares, en
ebullición, harán estallar la corteza terrestre. La Tierra, sin vida ahora,
seguirá girando en espiral y alcanzada por planetoides helados del espacio se
transformará en un gran globo de hielo que terminará cayendo, a su vez, en el
Sol.
Y después
de millones de años de acumulaciones de vapor de agua en este Sol, una nueva
explosión dará lugar a nuevas Creaciones.
4- CUARTO
Las tres
lunas - Dragones y Mariposas - Gigantes y Dioses
Nuestros
cielos conocieron otras lunas y la actual es la cuarta. Por tres veces masas heladas
orbitaron en espiral alrededor de la Tierra precipitándose al fin. Esta Luna
actual también caerá a su tiempo pero al ser más grande que sus hermanas
predecesoras el cataclismo será mayor.
Recordemos
que antes de su caída la luna estalla y aumenta su velocidad orbital
transformándose en un anillo de materia y gases. Es este anillo el que cae
cubriendo a la Tierra con una banda circular. Solamente se fosilizan los seres
vivos con la caída del satélite ya que en tiempos normales los organismos se
pudren. Es por este motivo que hablamos de una era Primaria, una era Secundaria
y una Terciaria. Nosotros vivimos en el Cuaternario, la era de la cuarta Luna.
Se puede
pensar, entonces, que una gran variedad de especies han podido medrar y también
desaparecer, a lo largo de los tiempos, sin dejar rastro, sin que podamos tener
registros, ya que solamente hay fosilización con la caída lunar.
La luna
se acerca a la Tierra lentamente y durante un intervalo de algunos cientos de
miles de años su atracción es poderosísima. En ese período la distancia Tierra
- luna es de solamente 2 a 3 diámetros terrestres, lo que da lugar al
crecimiento desmesurado de los seres vivos. Es el período del gigantismo.
Y es así
como a finales de la era Primaria (Paleozoico) nos encontramos con vegetales,
anfibios e insectos gigantes, de los cuales nuestros sorprendentes insectos
actuales son un pálido reflejo, lejanos parientes degenerados.
Y a fines
del período Secundario (Mesozoico) nos sorprenden los reptiles: diplodocus,
iguanodontes, tyranosaurus rex. Animales de 30 metros de altura. Las
radiaciones cósmicas son enormes ahora y dramáticas mutaciones hacen ensanchar
los cráneos, los animales comienzan a caminar erguidos, otros más empiezan la
aventura del vuelo.
Cruzamientos.
Hibridaciones fantásticas: Grifos, Centauros, poderosos Dragones,
Hombres-pájaro, Inteligencias con alas de libélula, Mariposas telepáticas.
Hacen su
aparición los primeros mamíferos y tal vez, mutaciones mediante, los primeros
hombres de hace 15 o 20 millones de años, cuando esta luna orbitaba muy cerca
de la Tierra.
¿Son
estos, acaso, los antepasados de los Gigantes a los que hace referencia El
Génesis y que vivían 500 o 900 años?
Nada
impide que estos primeros hombres, Gigantes, sean altamente inteligentes, de
gran desarrollo psíquico y enormes poderes de comunicación y que se organicen
socialmente en otros modelos muy diferentes de los nuestros. Una cultura
síquica. Clanes telepáticos....
Pero la
segunda luna llega a su fin y se rompe. Estalla y en forma de anillo cae a la
Tierra. La segunda luna se ha derretido...
Algunas
especies sobreviven a la catástrofe y deben adaptarse a las nuevas, terribles
condiciones. La fuerza de gravitación terrestre es casi insoportable. También
los Gigantes se deben modificar para continuarse en los recién llegados largos
tiempos de las noches sin luna.
Esta
adaptación supone muchos cambios drásticos y cuando la tercera luna es
capturada y hace su aparición por primera vez en el cielo, ya algunos Gigantes
se han vuelto más pequeños y mucho menos inteligentes, infinitamente más
estúpidos. Se han perdido algunos poderes, y son estos hombres empequeñecidos y
mucho más pobres síquicamente nuestros verdaderos antepasados, que serán
guiados, civilizados y educados por los Gigantes puros, que aparecidos al final
del Mesozoico sobreviven aún, seres triunfantes, a la segunda caída lunar.
Todos los
Antiguos se saben descendientes de Dioses y Gigantes. La Polinesia, Egipto,
Asiria, México, Grecia, Escandinavia. Todas las tradiciones, todas las leyendas
nos hablan de Gigantes que desarrollaron a los hombres, que les enseñaron la
agricultura, los educaron en las artes, los guiaron en las ciencias y los
iniciaron en el manejo de su propia espiritualidad... Es la gran era del
Terciario (Cenozoico) que durará varios millones de años. Es la era en la cual
el hombre alcanza su más alto grado técnico, su más elevado punto espiritual...
Es la era
de cuando nuestros Maestros eran Gigantes y el hombre tenía un pasado reciente
y una mente abierta y fresca para saber de las asombrosas criaturas, de las
enormes Serpientes y los rugientes, flameantes Dragones de fines del
Secundario.
5- QUINTO
Tiahuanaco
- Las dos Atlántidas
La
tercera luna se acerca a la Tierra, las aguas de los mares crecen en mareas
incontenibles y los hombres de hace un millón de años suben a las altas
montañas con sus Reyes, sus Maestros, los Gigantes, desarrollando nuevos
centros de civilización. Nada nos sorprende ya. Se han hallado sedimentos
marinos a 4000 metros de altitud en la cadena de Los Andes. Son las huellas del
nivel de las aguas del final del Terciario.
Nuevos
centros de civilización: Tiahuanaco sería uno de esos nuevos centros de
civilización superior. ¿Y porqué no?. Tiahuanaco tiene características
sorprendentes. Paredes de 70 toneladas, pilares de 100 toneladas, estatuas de 8
toneladas. Todas cinceladas en una sola pieza. ¿Maestros Gigantes?
En ese
lugar se han encontrado esculturas del todoxón, animal que solamente vivió en
el Terciario, y entre las ruinas de Tiahuanaco se hallaron restos fósiles del
mismo.
Un
calendario esculpido en un pórtico de piedra de 10 toneladas marca la posición
de la luna en cada hora del día y su movimiento, real y aparente, en otros
cielos antiguos, muy distintos del nuestro. Y es que hay que saber que
Tiahuanaco es 100000 años anterior al fin del período Terciario.
Una
tradición de Nueva Guinea nos habla, hoy, de la Luna como creadora del hombre y
predice, además la caída de la misma.
El monje
tibetano Lobsang Tuesday Rampa afirma haber visto en su Tibet, en el Potala,
tres sarcófagos que contienen Gigantes, con un hombre de tres metros de altura,
bañados de oro, y además mapas estelares de cielos antiguos y extraños.
Los Reyes
Gigantes saben que la luna terminará por caer, pero gracias a su alto grado de
Conocimiento logran retrasar ese cataclismo y prolongar esta Edad Atlántica.
Pero la
tercera luna se cae... Termina por caer, las aguas descienden y los centros
Atlantes se ven súbitamente aislados, incomunicados entre sí. No son ahogados
por las aguas, sino que, paradojalmente, se ven asfixiados por su descenso.
Los
sobrevivientes deben descender hacia el limo cenagoso de las llanuras que los
mares han dejado al descubierto. Pasarán miles de años para que una escasa
vegetación, apenas provechosa, se desarrolle. Y mientras tanto, los Gigantes
han casi llegado a su fin. Los hombres se embrutecen mientras dura este período
sin luna de 140000 años y bajo la dirección de los últimos Reyes Gigantes
renacen, casi sin fuerzas, otras civilizaciones en las altas llanuras del Norte
al tiempo que restos de la Antigua Atlántida permanecen aún en los cinco altos
puntos del Terciario: Tibet, Abisinia, Nueva Guinea, el México de los toltecas
y el centro superior de esa irradiación, Tiahuanaco.
Nos
encontramos entonces frente a dos Atlántidas: la de los Andes, Tiahuanaco, con
sus cuatro centros irradiados y la del Atlántico Norte entre los paralelos 40 y
60 de latitud, de mucho más baja categoría. ¿Es esta la segunda Atlántida a la
que nos refiere Platón? ¿Existe esta Isla que Platón afirma?
Platón es
propagador de verdades muy antiguas y si creemos en él debemos también creer en
la realidad de los cataclismos periódicos. La tradición afirma que la Atlántida
corrió igual suerte que el Egipto antiguo algunos miles de años más tarde, pero
Egipto se benefició levantando su lecho merced a fuerzas telúricas luego de un
tiempo de immersión.
Podemos
ver los chotts, los lagos de las regiones de mesetas de Argelia y Túnez,
desecados y tapizados de una gruesa costra de sal. El Sahara y Egipto están
formados en su mayor parte por suelos de arena marina. Encontramos las huellas
de corrosión por las aguas en los estratos de la Esfinge de Gizeh y en las
columnas de los templos faraónicos. Y los sacerdotes, sabedores de la
catástrofe, hacían construir los hipogeos reales profundamente excavados en la
roca viva y sellaban herméticamente sus accesos. Existe un tiempo para todo, y
la Atlántida termina también por desaparecer.
6- SEXTO
La cuarta
Luna
Según
Horbiger, hace unos 12000 años, la Tierra captura su cuarta luna. Es nuestra
Luna actual. Nuevos cataclismos acompañan esta asociación. Los mares corren
desde las zonas polares hacia el centro, la Tierra engrosa en las regiones de
los trópicos, comienzan los períodos glaciales.
La
segunda Atlántida desaparece bajo las aguas impetuosas que fluyen del Norte. La
Biblia nos habla del Diluvio y de la Caída del Paraíso Terrenal. El misterioso
Apocalipsis tal vez se refiera a catástofes que los hombres han visto y vivido y
recuerdan a través de los siglos.
La cuarta
Luna está muy alta y los Gigantes, agotados, van degenerando. Y en este punto
todas las mitologías nos hablan de combates entre Gigantes, y entre hombres y
Gigantes. Los hombres se embrutecen y también se rebelan.
Tenemos
recuerdos ancestrales, hincados profundamente en el tiempo, que nos hablan de
Seres Superiores. Los Egipcios de los tiempos de Herodoto afirman que los
Antiguos aprendieron sus artes de los Dioses. Antiquísimas pinturas chinas nos
muestran al Dragón Lunar cerniéndose sobre la Tierra. Y es que la Luna es de
queso...
Se
volverá a derretir y esta cuarta Luna caerá hacia nosotros como sus
predecesoras. Y habrá nuevos cataclismos y diluvios. Vendrán los largos siglos
de las noches sin Luna y en esos tiempos tendremos otras mutaciones, nuevas
razas, oleadas fantásticas de vida nueva nos llevarán una vez más a los reinos
de los Gigantes, a las comarcas de los Cíclopes de super-desarrollada glándula
pineal en su tercer ojo, a las islas de los Elfos, a los países de los
Dragones, a los territorios de Lo Imposible.
7-
SÉPTIMO
El
Diluvio
Según las
tradiciones, el Diluvio sumerge a la humanidad en sus aguas, pero cierto número
de personas sobreviven, son los que encuentran la Gracia, los Elegidos. También
se señala la existencia de zonas privilegiadas, verdaderas arcas rocosas que
alojarán a los hombres que busquen refugio en ellas.
Dicen que
allí, durante un día de dos siglos de duración, las sucesivas generaciones
asistirán al gigantesco combate del agua y del fuego. Gozando de una relativa
calma, con una temperatura uniforme, con la claridad constante de un bajo
cielo, esperarán por una nueva Edad de Oro, nuevos cielos y un doble arco iris.
La Biblia
nos habla de Noé, los hindúes e iranios de Vaivaswata o Satyavrata, los griegos
nombran a Deucalión y Ogiges, en Caldea es Sisutros o Xixutros, en China es
Foki, los antiguos peruanos se refieren a Bochica y para los aztecas el elegido
es Coxcox o Tezpi.
La
leyenda asiria y caldea cuenta que los hombres, que fueron creados por Marduk,
se vuelven perversos y por ese motivo el consejo de dioses decide castigarlos.
Pero hay un hombre que es justo y amado por el dios Ea, se trata de
Utmapishtim, rey de Babilonia. El dios Ea revela al rey de la inminencia del cataclismo
y también le dice acerca de la manera de escapar: debe construir un arca en la
cual viajará el propio rey, su familia y sirvientes, los artesanos
constructores del arca y un grupo de animales. Las aguas cubren la tierra y
Utmapishtim, después de navegar durante siete días se detiene en una cumbre.
Libera entonces a una paloma y una golondrina que regresan a sus manos.
Más tarde
libera un cuervo que no regresa. Con esa señal sale el rey del arca y ofrece un
sacrificio a los dioses.
El
Diluvio de la Biblia nos refiere a Noé. La lluvia se enseñorea por 40 días y 40
noches, y las aguas recubren la tierra durante otros 150 días. Noé suelta un
cuervo que no regresa, atraído por los cadáveres. Y luego suelta una paloma que
vuelve ya que los árboles están todavía sumergidos. Noé espera aún otros siete
días, vuelve a soltar una paloma que esta vez regresa con una ramita de olivo
en el pico.
La
exactitud en el conteo de los días debe llamarnos la atención. Y es que deben
tomarse como días cíclicos, o años. Por lo tanto llovió durante 40 años y Noé
debió esperar 197 años. Noé es en griego Nu-omega-epsilon, contracción de
Neos-Helios, el nuevo sol. El arca simboliza el comienzo de una nueva era. El
arco iris es el signo de la alianza con Dios y el nuevo pacto que se establece,
pero también es el cinturón de Iris, la zona privilegiada.
El
diluvio bíblico de hace cientos de siglos debió haber dejado huellas muy
profundas, en los cambios geográficos y en los sobrevivientes. El perfil
geológico de los mares y los continentes actuales es muy distinto del de
aquella época. Cuentan que cuando se les preguntaba a los antiguos galos acerca
de lo que más temían respondían invariablemente: "sólo tememos una cosa:
que el cielo caiga sobre nuestras cabezas". ¿Recuerdos persistentes de
acontecimientos reales?
En el
Apocalipsis según Esdras, éste cuenta que estando descansando bajo un árbol
escuchó una voz que dijo: "Esdras...me he aparecido a Moisés... Le conté
gran número de maravillas, le enseñé los misterios de los días, le dí a conocer
los últimos tiempos y le dí esta orden: explica esto y esconde aquello."
8- OCTAVO
La
Alquimia - el gran incendio
La letra
S tiene, en alquimia, el mismo valor que la X griega (Ji) y toma su misma
significación esotérica. Es la traza helicoidal del Sol que llega al cenit de
su curva a través del espacio al producirse la catástrofe Cíclica. Es una
imagen teórica de la bestia del Apocalipsis, del Dragón de fuego y azufre de
los días del Juicio Final sobre la creación macrocósmica.
Y bajo
este signo alquímico encontramos una misteriosa inscripción, en clave, en una
antigua cruz de piedra de los países vascos: "il est écrit que la vie se
réfugie en un seul espace". Existe, entonces, una región, una zona, en la
cual la muerte no esperará al hombre cuando llegue la época del doble
cataclismo. Serán salvados los hijos de Elías, según palabras de las
Escrituras. Ellos llevarán una señal que los distinguirá y serán además los
encargados de elevar a los hombres regenerándolos, conduciéndolos en la cadena
de las tradiciones de la humanidad desaparecida.
Hay un
lugar y un tiempo para la expiación y se señala claramente al hemisferio
boreal. "Es por medio del fuego y en el fuego mismo que pronto será puesto
a prueba nuestro hemisferio" nos dice un Adepto. Y así como el fuego
alquímico separa el oro de los metales, el fuego separará justos y malos.
El Norte
sufrirá un incendio y el Sur una inundación.
En Mateo,
III, 11. nos dice San Juan, el Bautista: "Yo, cierto, os bautizo en agua
para penitencia; pero detrás de mí viene otro más fuerte que yo, a quien no soy
digno de desatar las sandalias; él os bautizará en el Espíritu Santo y en el
fuego."
Los
viejos alquimistas no nos hablan de un doble cataclismo en sí mismo sino que se
refieren "a la inversión de la bola", esto es exactamente el cambio
del eje, la caída de los polos, uno de los cuales toma súbitamente el lugar del
otro.
La
historia cíclica se abre en el capítulo VI del Génesis bíblico con el Diluvio y
se termina en el capítulo XX del Apocalipsis con el fuego del Juicio Final. El
primero fue escrito por Moisés, el salvado de las aguas. San Juan, el
Evangelista, figura sagrada solar, cierra el libro con los sellos del azufre y
del fuego.
Para los
Iniciados, cada período de 1200 años comienza y termina debido a una catástrofe
y la historia humana, evoluciona y se desarrolla entre dos polos, el agua y el
fuego, los cuales operan juntos y durante el mismo tiempo en una región de la
Tierra distinta y opuesta.
El gran
hacedor de este conflicto es la traslación solar, la ascensión del Sol al cenit
del polo. Es por esto que un mismo hemisferio es sumergido en las aguas al
final de un período y calcinado por el fuego al término del ciclo siguiente. El
Sur está sometido al sol y al fuego terrestre, el Norte al embate constante de
las aguas meridionales.
En el
ciclo anterior fueron las aguas del Diluvio las que anegaron el hemisferio
septentrional, entonces las llamas del Juicio lo consumirán cuando llegue el
final. "Oiréis hablar de guerras y rumores de guerras... Habrá hambre y
terremotos en diversos lugares; pero todo esto es el comienzo de los
dolores."
9- NOVENO
Las
cuatro Edades - Edad de Oro
Los
antiguos Maestros expresaban la rotación del gran período cíclico por medio de
un círculo dividido por dos diámetros perpendiculares. El círculo simboliza al
mundo, los diámetros en cruz simbolizan la redención. En el Medioevo las cuatro
fases del ciclo eran representadas por los cuatro Evangelistas y más
frecuentemente aún por los cuatro animales correspondientes que rodeaban a
Cristo, siempre en el mismo orden: león, ternero, hombre, águila. Gran cantidad
de construcciones de la época nos muestran esta disposición, la puerta real de
la Catedral de Chartres, la Iglesia de los Templarios de los Altos Pirineos,
etc.
Pero
también encontramos este dibujo de círculo con la cruz en otras culturas.
En la
mitología hindú el ciclo completo de toda la evolución del hombre se encarna en
una vaca que apoya sus pezuñas en cada uno de los cuatro cuadrantes. La vaca
simboliza la Virtud. Credagugán es la primera edad, la Edad de Oro de los
griegos que es también la edad de la Inocencia. La vaca-Virtud tiene las patas
firmemente apoyadas en tierra, una en cada sector.
En
Tredagugán, la Edad de Plata, la vaca está más débil y solo se apoya en tres
patas. Tuvabaragugán es la Edad de Bronce. La vaca descansa apenas en dos
cuadrantes. La cuarta y última edad es Calgugán, la Edad de Hierro, nuestra
Edad. La virtud humana, la vaca cíclica, alcanza su más alto grado de debilidad
y vejez, apenas está sostenida en una pata guardando un precario equilibrio.
Calgugán,
edad de infortunios, de decrepitud, de miserias. Calgugán no tiene más sello
que la muerte. Su jeroglífico es el esqueleto y sus atributos son los de
Cronos, o Saturno, el reloj de arena ya vacío que señala los tiempos cumplidos
y la guadaña, que también nos reproduce la cifra 7, número de la destrucción,
de la aniquilación y de la transformación.
El
Evangelio correspondiente a esta época, a esta Edad, es el escrito por Mateo.
Mateo
tiene en hebreo el significado de Regalo de Yahvé. En griego tiene una raíz
cuya significación es Ciencia, Conocimiento. Es el Evangelio según la Ciencia,
el último de todos y el primero para los avisados, ya que nos enseña que, salvo
un número pequeño de elegidos, todos deberemos perecer colectivamente.
La Edad
de Oro es la Edad Solar, personificada por Lucas Evangelista en el plano
espiritual. Lucas tiene la raíz latina de lux, lucis. Es por tanto el Evangelio
según la luz. Su atributo es el toro, o el buey alado, emblema del movimiento
ondulatorio que es devuelto a las condiciones posibles de existencia y
desarrollo de los seres.
Este es
el tiempo del Paraíso Terrenal de nuestros ancestros. Paraíso es Pardes en
persa, lo que significa Jardín Delicioso.
¿Dónde
está este Paraíso?
A causa
de cada revolución cíclica existe apenas una débil banda habitable que se halla
en el hemisferio Norte al comienzo de un ciclo y en el hemisferio Sur al
principio del siguiente. Sabemos que la Tierra está condenada a sucumbir para
poder renacer, tiene tiempos prefijados, momentos previstos y estas épocas
evolutivas están separadas por otros tantos períodos de inactividad.
Un ciclo
es el espacio de tiempo que separa dos convulsiones terrestres del mismo orden,
catástrofes que se consuman a raíz de una revolución completa. Las cuatro
Edades del mundo se suceden según el ritmo de las estaciones: primavera,
verano, otoño, invierno. Este período circular es llamado Gran Año o Ciclo
Solar.
10-
DÉCIMO
¿Evolución?
- la cadena - el Dragón
Horbiger
quedó olvidado en un desván y con él su Cosmogonía. El fin de estas notas no es
ni discutirlo ni validarlo. Solamente se ha mostrado una posibilidad distinta,
una concepción muy diferente a las corrientes oficiales.
La teoría
darwiniana de la evolución continua de las especies deja hoy muchas dudas y
apenas puede sostenerse. Algunos biólogos creen que la Naturaleza dejó de crear
nuevas especies animales hace 500 millones de años, después de la aparición de
los pájaros, y ninguna nueva criatura surge después de la aparición de los
primates y el hombre. A partir de ahí la evolución influye no en el hombre en
sí, sino en el homo sapiens y en sus sociedades.
Otros
opinan que las mutaciones espontáneas ya se han terminado para los animales
pero aún se producen en las zonas corticales del encéfalo humano, entonces la
modificación en la mentalidad es el aspecto sociológico del cambio. El hombre
pasa a ser un animal único en su desarrollo.
Otros, en
fin, plantean que la humanidad aparece cada vez que le resulta posible y no
como producto de una evolución lenta y contínua. Esto quiere decir que el
hombre pudo aparecer varias veces a lo largo de millones de años cuando las
condiciones para su existencia eran favorables. Sería, entonces, una forma
estable de vida que pasaría por muchos altibajos y ascensiones. Se manifiesta,
se extingue y es capaz de reaparecer.
Excavaciones
en el Chad nos muestran homínidos de 6 millones de años de antigüedad.
En 1856
se descubren los restos fósiles del hombre del Neanderthal que vivió hace 50000
años y que hoy parecería ser una cruza entre un homo habilis, mucho más
antiguo, o de un homo sapiens con un pitecantropus.
1948. El
Dr Leakey descubre en Kenya un fósil que pudo haber dado origen a los primates
y a los hombres. Antigüedad, 25 a 40 millones de años.
1959.
Leakey descubre en Olduvai un tipo homínido, el zinjantropus australopitecus.
Edad, 180 a 800 mil años.
1962.
Leakey. El kenyapitecus, antepasado homínido de 50 millones de años atrás.
1963.
Leakey en Olduvai. Homo habilis de rasgos notablemente parecidos a los monos.
Un millón ochocientos mil años.
La línea
de los homínidos avanzaba desde el muy antiguo australopitecus hasta el homo
sapiens que se suponía aparecido hace unos 25000 años. Luego seguía el
pitecantropus y más acá el hombre del Neanderthal, anterior al homo sapiens.
Leakey dice que nuestro antepasado único y directo es el homo habilis, siendo
que las otras ramificaciones de homínidos no tuvieron descendencia.
Pero se
han encontrado en Francia y Alemania algunos cráneos de extraordinaria
semejanza a la del homo sapiens pero extraídos de yacimientos antiquísimos.
Algo similar se ha encontrado en Etiopía. Tipos dispersos, ¿variaciones desde
el tronco principal de homo habilis?
Leakey
muestra un diente de un cráneo fósil, obtenido en Kenya, de lo que parece ser
un homínido de hace 8 millones de años. Los eslabones de la cadena no se dejan
unir. Darwin está en jaque y su teoría se derrumba.
La
concepción de especies que surgen, se desarrollan, mutan y desaparecen en el
curso de los tiempos no parece muy descabellada y casaría con los Conocimientos
que las Tradiciones todas se empeñan aún en mostrarnos a despecho de la
realidad científica actual.
Es que
ciencia y Tradición no se llevan bien. Es muy reconfortante imaginar mundos
distintos del nuestro, separados de la realidad invasora. Los niños lo hacen,
también los animales tienen esa capacidad y se dice que algunas mujeres y menos
hombres conservan en su estado adulto esa mente curiosamente abierta y fresca
que vamos cerrando por el camino debido a una educación que nos comprime, nos
deforma, para convertirnos en seres sociales.
Las
Tradiciones dicen mucho de lo que la ciencia no explica, pero esos
Conocimientos están reservados para unos pocos hombres y mujeres despiertos que
son capaces de comprender los Símbolos. Los Conocimientos que las Tradiciones
transmiten están siempre cuidadosamente velados.
De esta
manera decimos que el Dragón es un espíritu dador de inmortalidad, es la
bisagra que une la dimensión espiritual y la material. En su ser se amalgaman
las esencias y propiedades de ambos universos.
Juan
Evangelista, Jorge, Lupo, Silvestre, Patricio, Marcelo, Perpetua, son solo
algunos de los Santos que llevan en su entorno el símbolo del Dragón.
El Dragón
es una criatura eterna que funciona de puente y al mismo tiempo de cabalgadura
para los inmortales y para algunos hombres elegidos a los cuales elevan.
Confucio
vió en Lao Tsé el espíritu del Dragón. "La cara del Dragón es el rostro
del Emperador" decían en la antigua China y la perla del Dragón que el
soberano ostentaba en su cuello equivalía al brillo de su palabra. No hay
ningún Santo que pueda matarlo sin tener que convertirse él mismo en Dragón.
Tal es el caso de San Jorge, él mismo un Dragón. Y solamente aquellos que
conocen al Dragón saben también cómo vencerlo.
Fuente:
Nacionalsocialismo. Historia y Mitos.
La
doctrina del Hielo Eterno, la tierra hueca y el nazismo.
Los nazis
dieron fe de las doctrinas del Hielo eterno y la de la Tierra cóncava. El
ingeniero austriaco Hans Horbiger (1860-19 ?) fue el creador de la doctrina del
Wel o Welteislehre, es decir, doctrina del Hielo eterno.
Estudió
en la Escuela de Tecnología de Viena y realizó prácticas en Budapest. Fue
proyectista en la fábrica de máquinas de vapor y especialista en compresores.
En 1894 inventó un nuevo sistema de llaves para bombas y compresores y vendió
la patente a sociedades alemanas y estadounidenses obteniendo una gran fortuna.
Horbiger
sentía apasionamiento por las aplicaciones astronómicas de los cambios de
estado del agua -hielo, líquido y vapor-, las cuales había tenido que estudiar
para ejercicio de su profesión. Sobre esta base pretendió explicar toda la
cosmogénesis y toda la astrofísica. El mismo refería que súbitas iluminaciones
e intuiciones brillantes le habían abierto las puertas de una ciencia nueva.
En una
carta a un amigo ingeniero explica que tuvo una revelación cuando siendo un
joven ingeniero, observó un día una ola de acero fundido sobre la tierra mojada
y cubierta de nieve, la tierra estallaba con cierto retraso y gran violencia.
La
Welteislehre explica que en los cielos había un cuerpo enorme con una elevada
temperatura millones de veces mayor que nuestro actual Sol. Este super-sol
chocó con un planeta gigante constituido por hielo cósmico y este planeta de
hielo penetró en él. Nada ocurrió durante centenares de miles de años, hasta
que el vapor de agua hizo que todo estallara. Algunos fragmentos fueron
proyectados tan lejos que se perdieron en el espacio helado. Otros volvieron a
caer sobre la masa central donde se había originado la explosión.
Y otros
fueron lanzados a una zona intermedia convirtiéndose en los planetas de nuestro
sistema solar. Había 30 de ellos, son bloques que poco a poco se han ido
cubriendo de hielo. La Luna, Júpiter, Saturno son de hielo, los canales de
Marte son grietas de hielo. Sólo la Tierra no está dominada por el frío, en
ella sigue la lucha entre el hielo y el fuego.
A una
distancia igual a tres veces la de Neptuno, se hallaba en el momento de la
explosión, un enorme anillo de hielo y allí sigue estando. Es lo que los
astrónomos llaman Vía Láctea, porque algunas estrellas parecidas a nuestro Sol,
en el espacio infinito, brillan a través de ella.
Las
manchas que se observan en el Sol que cambian de forma y de lugar cada 11 años
son producidas por la caída de bloques de hielo que se desprenden de Júpiter.
Júpiter cierra su órbita alrededor del Sol cada 11 años.
En la
zona media de la explosión, los planetas del sistema al que pertenecemos
obedecen a dos fuerzas: la fuerza primitiva de la explosión que los aleja
y la fuerza de la gravitación, que los atrae a la masa más fuerte situada en su
proximidad. Estas dos fuerzas no son iguales. La fuerza de la explosión inicial
va disminuyendo, porque el espacio no está vacío, sino que hay en él una
materia tenue compuesta de hidrógeno y vapor de agua.
Además,
el agua que alcanza el Sol llena el espacio de cristales de hielo. De este modo
la fuerza inicial de repulsión se ve cada vez más frenada. Por el contrario, la
gravitación es constante. Por esto cada planeta se acerca más al próximo que lo
atrae, se acerca trazando círculos aparentes a su alrededor, en realidad
describe una espiral que se va encogiendo. Así tarde o temprano cada planeta
caerá en el más próximo y todo el sistema acabará por caer en forma de hielo en
el Sol.
Entonces
se producirá una nueva explosión y todo volverá a empezar.
La Tierra
ha captado por turnos 4 masas de hielo cósmico, estas han ido girando en
espiral alrededor de la Tierra acercándose cada vez más y cayendo sobre
nosotros. Es decir, han habido 4 lunas y la última de ellas es nuestra luna
actual. Toda la historia de nuestro planeta, la evolución de las especies y la
historia humana encuentran su explicación en esta sucesión de lunas en nuestro
cielo.
Cuando
cae la luna, estalla antes de tocarnos, girando cada vez más rápido,
transformándose en un anillo de rocas, hielo y gases igual que Saturno. Este
anillo cae sobre la Tierra recubriéndola circularmente y fosilizando todo
lo que se encuentra debajo de él, sólo se forman fósiles en el momento en que
cae este anillo.
Por esto
se ha podido registrar una época primitiva, una secundaria y una terciaria.
Como se trata de un anillo, sólo tenemos testimonios muy fragmentarios de la
historia de la vida en la Tierra. Esta caída de las lunas permite imaginar las
transformaciones de los seres vivos en el pasado y prever los venideros.
Cuando
las lunas se han acercado a una distancia de 4 a 5 radios terrestres la
gravitación cambia considerablemente y esto determina transformaciones en el
tamaño de los seres, ellos crecen en función del peso que pueden soportar.
Existe un período de gigantismo en el momento que el satélite se nos acerca, mutaciones
bruscas, los rayos cósmicos son más poderosos.
A finales
del período primario aparecen enormes vegetales e insectos gigantescos. A
finales del secundario aparecen los dinosaurios gigantes. Los seres aliviados
de su peso se yerguen, las cajas craneanas se ensanchan, las bestias levantan
el vuelo, a finales del secundario aparecen los mamíferos gigantes, tal vez los
primeros hombres, creados por mutación. Aparece nuestro antepasado gigante,
hace unos 15 millones de años.
Estos
gigantes eran sabios y buenos, medían unos 12 m de alto. Se le suponen grandes
poderes de comunicación telepática, civilizaciones basadas en el modelo de
centrales de energía psíquica y material.
La
segunda luna se acerca más y estalla cayendo el anillo, no hay ninguna luna en
el cielo. Sobreviven algunos ejemplares de las mutaciones gigantes producidos
al final del período secundario, subsisten disminuyendo de proporciones.
Todavía hay gigantes que
se van adaptando.
se van adaptando.
Cuando
aparece la tercera luna ya se han formado los hombres ordinarios, mas pequeños,
menos inteligentes, nuestros verdaderos
antepasados. Los gigantes que sobrevivieron son los que civilizan a los hombres pequeños.
antepasados. Los gigantes que sobrevivieron son los que civilizan a los hombres pequeños.
Todas las
leyendas, religiones y tradiciones desde Grecia a la Polinesia, desde Egipto a
México y a Escandinavia, refieren que los hombres fueron iniciados por
gigantes. La civilización, moral, espiritual y tal vez técnica alcanza su
apogeo sobre el globo.
La
tercera luna se va acercando, los mares suben, todas las aguas atraídas por la
gravitación del satélite, los hombres se dirigen a las montañas con los
gigantes, sus reyes. Ambos crean una civilización marítima mundial, la que se
identifica con la civilización Atlántida.
Es la
época de las construcciones megalíticas, las ruinas de Tiahuanaco. Los atlantes
en naves perfeccionadas dan la vuelta al mundo y conectan cuatro grandes
centros: Nueva Guinea, México, Abisinia y el Tibet. Todo esto explica las
similitudes existentes entre las más antiguas tradiciones que registra la
humanidad. Se extiende la civilización por todo el globo. Habían dos
Atlántidas, una la de los Andes -Tiahuanaco- y otra en el Atlántico norte la
que describe Platón.
Cae la
tercera luna, el agua desciende, los océanos se retiran, el aire se enrarece,
se marcha el calor. La Atlántida no muere tragada por las aguas sino porque se
retiran de ella. Las naves son arrastradas y destruidas, falta el alimento que
traían del exterior, mueren millones de seres, los sabios y la ciencia
desaparecen, la organización social se derrumba. Los supervivientes sólo pueden
descender a las llanuras pantanosas. Ha terminado el reino de los reyes
gigantes, los hombres sobre los que reinaban se han convertido en brutos.
Luego
hace 12 millones de años la Tierra capta su cuarta luna, la actual. Nuestro
planeta se hincha en los trópicos. Los mares del norte y del sur afluyen hacia
la mitad de la Tierra y recomienzan las edades glaciales del norte. La segunda
Atlántida, la del Atlántico norte es tragada por las aguas. Viene el Diluvio
que describe la Biblia. Los gigantes vivos degeneran, luchan entre sí, combaten
hombres y gigantes. Se habla de las leyendas de Urano, Saturno, de David y
Goliat. En la Biblia se citan temas sobre gigantes, Números 13:33 y Job 26:5.
Así el
hombre ha quedado solo, abandonado, en degeneración. Una civilización humana,
humanista, la civilización judeo cristiana, minúscula y residual.
Pero nos
acercamos a otra edad, volverán las mutaciones, volverán los gigantes. Estamos
en el cuarto ciclo.
Durante
milenios sin luna aparecen las razas enanas que degeneran y sin prestigio, los
animales que se arrastran, como la serpiente que evoca la caída. Durante las
lunas altas existen las razas medianas. Antes de caer las lunas, giran
alrededor de la Tierra creando condiciones diferentes en aquellos lugares que
no están debajo de su trayectoria por lo cual la Tierra ofrece un espectáculo
variado, después de varios ciclos lunares: razas en decadencia, razas que se
elevan, seres intermedios, degenerados y aprendices del porvenir, precursores de
las futuras mutaciones, esclavos del ayer, enanos de las antiguas noches y
señores del mañana.
El
futuro, después de milenios sin satélite, el planeta Marte se nos acercará,
pero es muy grande para ser capturado, para que gire a nuestro alrededor,
rozará nuestro planeta, nos arrancará nuestra atmósfera y se dirigirá hacia el
Sol hasta caer en él. Nuestros océanos se agitaran en torbellino y hervirán,
bañándolo todo y la corteza estallará.
Nuestro
planeta muerto seguirá girando en espiral y será alcanzado por los planetoides
helados y se convertirá en inmensa bola de hielo que a su vez se dirigirá
contra el Sol. Después de la colisión, vendrá la calma, el vapor de agua se irá
acumulando durante millones de años, hasta que un día se producirá una nueva explosión
y otras creaciones en la eternidad de las fuerzas ardientes del Cosmos.
Phillip
Fauth (1867-1941) astrónomo aficionado, dedicado a la observación de la Luna,
publicó en 1913 La cosmogonía glacial de Horbiger. La mayor parte de esta obra
había sido escrita por el propio Horbiger.
En el
verano de 1925 se le envió una carta personal a los sabios de Alemania y
Austria: "Es preciso elegir entre estar con nosotros o contra nosotros. De
la misma manera que Hitler limpiará la política, Has Horbiger barrerá las
falsas ciencias. La doctrina del Hielo eterno será el símbolo de la
regeneración del pueblo alemán. ¡Tened cuidado, formad a nuestro lado antes de
que sea demasiado tarde!".
Horbiger
era todo un profeta, un iluminado, se consideraba un sabio. Operaba como jefe
de un partido. Se distribuían folletos, se organizaban mítines, agitadores
interrumpían conferencias de astrónomos y gritaban "¡Fuera los sabios
ortodoxos, seguid a Horbiger!" Los directores de instituciones científicas
recibían tarjetas amenazadoras: "Cuando hayamos triunfado, usted y sus
colegas tendrán que mendigar en las aceras".
El
movimiento horbigeriano publicó en pocos años tres grandes obras doctrinales,
cuarenta libros populares y centenares de folletos. Editaban una revista: La
llave de los acontecimientos mundiales.
Al inicio
hubo protestas por parte de científicos y sabios demostrando lo absurdo de la
teoría de Horbiger. Pero se alarmaron cuando el Wel adquirió proporciones de
una moda y vasto movimiento popular. Esta resistencia disminuyó cuando Hitler
tomó el poder, aunque en las universidades se enseñaba todavía la astronomía
científica. Algunos ingenieros y sabios renombrados apoyaron la doctrina del
Wel, como Lenard que había trabajado con Roentgen en los rayos X, el físico Oberth,
Stark conocido por investigaciones sobre espectroscopía, y otros.
Hitler
apoyaba abiertamente a Horbiger, creía en él. La historia de la humanidad según
la teoría de Horbiger con sus grandes diluvios y las migraciones sucesivas, con
sus gigantes y sus esclavos, sus sacrificios y epopeyas respondía a la
supremacía y guía aria.
Las
afinidades del pensamiento de Horbiger con los temas orientales de las edades
antediluvianas, de los períodos de salud y castigo de la especie, apasionaron a
Himmler. A medida que se precisaba la teoría del Wel surgían correspondencia
con las visiones de Nietzsche y con la mitología wagneriana. Horbiger encajaba
estrechamente con el pensamiento del nazismo.
Los
orígenes fabulosos de la raza aria, descendida de las montañas habitadas de
gigantes o superhombres de otra época y destinada a gobernar el planeta,
quedaron establecidos.
Un
folleto de la Wel decía: "Nuestros antepasados nórdicos se fortalecieron
en la nieve y el hielo, por esto la creencia en el hielo mundial es la herencia
natural del hombre nórdico. Un austríaco, Hitler, expulsó a los políticos
judíos; otro austríaco, Horbiger, expulsará a los sabios judíos. El Führer ha
demostrado, con su propio ejemplo, que el aficionado es superior al
profesional. Ha sido necesario otro aficionado para darnos la comprensión
completa del universo".
Hitler
llegó a decir: "Hay una ciencia nórdica y nacional socialista que se opone
a la ciencia judeo liberal". Esto nos demuestra que no sabía qué
cosa es la ciencia.
También
dijo: "Se nos lanzan anatemas como si fuésemos enemigos del espíritu. Pues
bien, sí lo somos. Pero en un sentido mucho más profundo de lo que haya soñado
jamás la ciencia burguesa en su imbécil orgullo".
Los
teóricos del nazismo y del Wel se reunieron en conferencias: Rosenberg y
Horbiger, rodeados de sus mejores discípulos. Los dignatarios nazis llamaban a
Horbiger "El Copérnico del siglo XX".
El
arqueólogo inglés H. S. Bellamy, horbigeriano, descubre en los Andes a 4 000
m de altura restos de sedimentos marinos que se extienden unos 700 km.
Esto le hizo pensar que las aguas a fines del terciario subían hasta allí y
Tiahuanaco, cerca del lago Titicaca, sería uno de los centros civilizados de
aquel período y por las gigantescas piedras, toma como prueba de la existencia
de gigantes por sus monumentos megalíticos.
En la
posguerra Bellamy pidió autorización a la URSS para ir al monte Ararat a buscar
el Arca de la Alianza que describe el Antiguo Testamento. La agencia TASS
publicó una negativa categórica y declararon fascista la actitud
intelectual de Bellamy. En Francia M. Denis Saurat universitario y poeta se
erigió de portavoz de Bellamy. (Hace poco otros místicos especularon sobre la
existencia del Arca de Noé en el monte Ararat).
En 1952,
un escritor alemán, Elmar Brugg publicó un libro en honor a Horbiger: "La
teoría del hielo eterno no constituye solamente una obra científica
considerable. Es una revelación de los lazos eternos e incorruptibles entre el
cosmos y todos los acontecimientos de la Tierra. Ella enlaza los
acontecimientos cósmicos con los cataclismos atribuidos a los climas, con las
enfermedades, las muertes, los crímenes.
Y abre
así unas puertas completamente nuevas al conocimiento de la marcha de la
humanidad. El silencio de la ciencia clásica al respecto, sólo puede explicarse
por la conspiración de los mediocres". En este párrafo vemos la creencia
sobre las influencias astrológicas y la total aberración basada en ideas
propagadas por un escritor.
Una
encuesta realizada en 1953 por Martin Gardner arrojó que había más de un millón
de discípulos de Horbiger en Alemania, Inglaterra y EE. UU.
La idea
de que nuestro planeta es hueco se encuentra en todas las épocas. En muchos
textos religiosos se menciona una Tierra hueca, y que debajo de nosotros moran
muertos, espíritus, el infierno. Orfeo busca a Eurídice en las profundidades de
la Tierra. Igualmente el héroe sumerio Gilgamesh baja a lo profundo para
visitar a su antepasado Utnapishtim. Ulises ofrece un sacrificio para que los
espíritus de los antiguos surjan de las entrañas de la Tierra. Dante sitúa el
infierno en los círculos inferiores. A principios del siglo XIX nace en EE. UU.
la idea de que la Tierra es cóncava.
Un
excapitán de infantería de Ohio, Cleves Symnes de San Louis, Missouri, pensaba que
todo en este universo es hueco, como los huesos, los pelos, los tallos de las
plantas, y por tanto los planetas también. Plantea que la Tierra estaba
compuesta por cinco esferas sólidas concéntricas, colocadas una dentro de otra,
todas ellas habitables tanto en el interior como en el exterior, todas ellas
provistas de aberturas polares, por donde los habitantes de cada esfera podían
pasar de cualquier punto del interior a otro, así como al exterior.
Tan
convencido estaba que envió cartas hechas el 10 de abril de 1818, a los
miembros del Congreso de EE. UU., a directores de universidades y otros
explicando su teoría de la Tierra cóncava y que él podía demostrarlo.
Symnes
organizaba conferencias y al morir dejó muchas notas sobre su teoría. Su hijo
continuó esta idea y le añadió que cuando se
cumplieran los tiempos, se descubrirían las Diez Tribus perdidas de Israel viviendo en el interior de la más externa de las esferas.
cumplieran los tiempos, se descubrirían las Diez Tribus perdidas de Israel viviendo en el interior de la más externa de las esferas.
Otro
estadounidense, Cyrus Read Teed que gustaba de la literatura alquimista proclamó
en 1870 que la Tierra es cóncava, pues había recibido esta inspiración
por los libros de Isaías. Teed fundó una especie de religión y difundió su
doctrina por un folleto llamado La espada de fuego. En 1894 había captado más
de cuatro mil fanáticos. Se le llamó a su religión Koreshismo y llego a decir
que cuando muriera su cadáver no se iba a corromper, pero sus fieles tuvieron
que embalsamarlo al cabo de dos días de haber muerto.
Al
terminar la Primera Guerra Mundial un joven aviador alemán prisionero de
Francia, Bender, descubre unos viejos ejemplares del periódico de Teed, La
espada de fuego, y algunos folletos de propaganda de la Tierra cóncava. Se
convirtió en un crédulo de esta doctrina e inspirado funda un movimiento en
Alemania: Hohl Welt Lehre. Prosigue los trabajos de otro estadounidense,
Marshall B. Gardner que había publicado una obra en 1913 para demostrar que el
Sol no estaba encima de la Tierra, sino en el centro de ésta y que emitía
rayos cuya presión nos mantenía en la superficie cóncava.
Para
Bender nuestro planeta tenía las mismas dimensiones que la señalada por la
geografía, pero es hueca y la biosfera se encuentra en la superficie interna,
la atmósfera tiene un grosor de 60 km y después se enrarece hasta el
vacío absoluto del centro, donde se encuentran tres cuerpos, el Sol, la Luna y
el universo. El universo es una bola de gas azulado en el cual brillan unos
granos de luz que los astrónomos llaman estrellas.
Cuando
esta masa azul pasa por delante del Sol cae la noche sobre una parte de la
concavidad terrestre y los eclipses son por la sombra de aquella masa sobre la
Luna. Creemos en un universo interior situado encima de nosotros porque los
rayos luminosos no se propagan en línea recta, son curvos, a excepción de los
infrarrojos.
La
doctrina de Bender llegó a ser popular en los alrededores de 1930. Algunos
dirigentes nazis y oficiales superiores de la marina y de la aviación creían
en Hohl Welt Lehre.
En abril
de 1942, con el asentimiento de Goering, Himmler y de Hitler, una expedición
secreta fue hacia la isla báltica de Rugen, bajo la dirección del Dr. Heinz
Fisher, experto en rayos infrarrojos. Dirigieron sus aparatos hacia el cielo en
un ángulo de 49 grados durante muchos días. El propósito fue demostrar
científicamente que la Tierra es cóncava, que habitamos en la pared interior de
una esfera. Mediante la reflexión de estas ondas se obtendrían imágenes de
puntos extraordinariamente alejados en el interior del globo. Otro objetivo era
obtener por reflexión imágenes de la flota enemiga inglesa en Scapa Flow.
Cuando
concluyeron que era un fracaso la verificación de esta idea, el prestigio de
Bender decreció ante los jefes nazis y a pesar del afecto que Goering sentía
por él, Bender fue enviado a un campo de concentración donde murió.
Los
horbigerianos, se alzaron con el triunfo y pedían la prohibición de artículos a
favor de la Tierra cóncava. Se pidió el arbitraje de Hitler cuya respuesta fue:
"No necesitamos en absoluto una concepción coherente del mundo. Los dos
pueden tener razón".
En la
postguerra Fisher declaró que los nazis le hacían realizar un trabajo de locos,
lo que entorpecía considerablemente sus investigaciones.
Se ha
señalado que Hitler perteneció a la Sociedad Thule cuando era cabo, 1920,
sociedad teosófica alemana relacionada directamente con la Sociedad Vril o
Logia Luminosa e indirectamente con la inglesa Golden Dawn. A la Sociedad Thule
pertenecían Alfred Rosenberg, Dietrich Eckardt, Rudolf Hess y Karl Haushoffer.
Este último aseguraba que el origen del pueblo alemán se hallaba en Asia
central, la raza indo germánica y que perteneció a una sociedad budista en
Japón, vivió en la India y en el extremo oriente.
El
coronel SS Wolfram Siervers fue el administrador de la Sociedad de
investigación de la herencia de los antepasados, la Ahnenerbe, que se crea en
1933. Había sido fundada a título privado por su maestro espiritual el místico
Frederich Hielscher, amigo del explorador sueco Suen Hedin, el cual había
vivido largo tiempo en el Tibet y desempeño un importante papel de
intermediario en el establecimiento de las doctrinas esotéricas nazis.
La
finalidad de la Ahnenerbe era investigar la localización, el espíritu, los
actos, la herencia de la raza indo germana (arios) y comunicar al pueblo, bajo
forma interesante, los resultados de estas investigaciones. Esta misión debe
ejecutarse empleando todos los métodos de exactitud científica. Algunos señalan
que Himmler creó una sección especial, un servicio de información encargado del
terreno de lo sobrenatural.
La Ahnenerbe
creó una lista que incluía a los Rosacruces, el simbolismo de la supresión del
arpa en el Ulster, la significación oculta de las torres góticas y de los
sombreros de copa de Eton, etcétera. Hubo conversaciones con Skorzeny para
organizar una expedición cuyo objeto era el robo del Santo Grial.
En el
Tibet y por orden de Sievers, el Dr. Scheffer establece relaciones con los
monasterios de los lamas. En 1943, después de la caída de Mussolini, el
Reichsfuhrer reunió en las afueras de Berlín a los seis ocultistas más celebres
de Alemania para adivinar el lugar donde el Duce estaba prisionero. Además se
mencionan algunas conferencias del estado mayor que comenzaban por una sesión
yogui.
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