domingo, 12 de febrero de 2012

El portador de la luz.

Seguramente uno de los personajes más míticos, por no decir el único, más temido, incomprendido, vapuleado, maltratado y denigrado de la historia de la humanidad ha sido sin duda la figura de LUCIFER.

El supuesto Ángel caído que se opuso, discrepó y se enfrentó a su supuesto padre (Dios) porque envidiaba su poder y quería ser tan poderoso como Él, ha sido el argumento para semejante linchamiento y para los intereses de la soberanía y la dictadura de los que así lo han querido. Este argumento, en base, muy ambiguo, bastante infantil y hasta cierto punto estúpido para alguien que ya es mayorcito para que le cuenten cuentos y chismorreos divinos, se empieza a revelar como una de las muchas mentiras que ha sido obligado a tragar en sus años de dictadura de Fe... A lo mejor me he pasado, pero en mi experiencia personal y con las personas fanáticas del Dios sempiterno, he llegado a la conclusión, de que es mejor elegir otras opciones algo más flexibles e interesantes...

Para hablar de este incómodo personaje y sobre todo para que no le tachen a uno de lo que no es, y de lo que nunca llegará a ser, hay que hacer referencias hacia qué partes ha tratado mejor o peor al Ángel de la luz, LUCIFER: Eosphorus o Phosphorus, términos en latín de los cuales procede este mítico nombre rebelde y que viene a significar literalmente “Portador de la Luz” que como dijo el ocultista Albert Pike: “...curioso nombre para el príncipe de las tinieblas” en relación a su alegoría sobre Baphomet, Prometeo, Thot, Iblis... que vienen a ser lo mismo que LUCIFER, según él.

IGLESIA VERSUS LUCIFER

En este sentido mejor pasar de puntillas sobre la Iglesia, puesto que se ha encargado por activa y por pasiva de convertir al Portador de la Luz en el foco y génesis de todo el mal y todo lo nefasto, bárbaro y horripilante de la historia, pero aquí entraría en la fácil acusación de que, en este sentido, la Iglesia ha sido la organización que se ha llevado la palma por esto mismo, puesto que en tanto y en cuanto ha originado el odio y todo el mal que ha habido en la humanidad conocida, si nos atenemos a las torturas, quemas, asesinatos y guerras entre los “seguidores de la LUZ” y las persecuciones que ha realizado a éstos entre sus fieles, algunos de ellos extremadamente fanáticos; empero, sí quería hacer una salvedad con aquellos que amparados en la fe católica han sido personas maravillosas, tolerantes y llenas de luz (que también ha conocido uno) como los misioneros, o personas entregadas a la caridad por medio de su Fe y en las cuales siempre he visto que han sido engañadas por los verdaderos jerifaltes católicos y a lo mejor no han encontrado otra clase de fe en la que poder expresar mejor todo ese potencial que poseían y que ha sido reprimido y tergiversado. Son resplandores y luces en las oscuridad. Dicho queda.

Según este dogma Apostólico-Romano, LUCIFER es el Ángel caído que por rebelarse contra su padre creador fue arrojado a la Tierra junto a todo su ejército de ángeles caídos y deshonrados para mayor desgracia de la humanidad. También dice que fue el Ángel perfecto, el hijo pródigo, bello y especialmente sabio y poderoso, lo cual parece una contradicción que siendo un ser divino, tan poderoso, inteligente y sabio, fuera una estupidez que se rebelase contra su creador y provocase una rebelión o algo parecido...¿por qué? ¿por el poder?, ¿por la gloria?...no sé, es demasiado infantil, algo que siempre se me ha atragantado y me ha hecho levantar una ceja. No me lo trago, vamos.

Pero esto no importa para la fe católica: LUCIFER asociado a Satanás es el malo de la película y punto. Es el Anticristo, la bestia 666, según el terrible Apocalipsis de Juan que sólo ver la clase de DIOS que aparece en el mismo y que inflige castigos, iras, cóleras y fuerzas destructoras a la humanidad, sí que merece, en este caso, el calificativo del verdadero Diablo o el más feroz de los demonios...

“Aquí se requiere sabiduría. Quien tenga ingenio que descifre el numero de la bestia. Es cifra que designa a un hombre. Su cifra es seiscientas sesenta y seis...” (Apocalipsis, 18) En esta cita bíblica se hace mención al Anticristo, pero con esto pasa como con las profecías de Nostradamus y demás, que según la mente calenturienta que las asimile así significará una cosa u otra, y en cada caso más delirante o fanática.

Tonterías.

O una de dos. O todo este rollo bíblico es un malevaje simbólico extremadamente complejo incluso para un cabalista, un hebreo talmúdico o un verdadero experto en la materia (ni aun así), o es todo una invención de los primeros ministros de la iglesia que, amparados por el emperador Constantino y luego por los demás interesados, en que hubiera una sola religión que unificara su decrépito imperio se lo sacaran todo de una inmensa manga, como así lo apunta Fernando Conde Torrens en su Libro “Simón, Opera Magna” en el cual recoge que un tal Simón escribió e inventó no sólo todos los evangelios, sino que dejó su marca en modo de acróstico en cada de uno de los versículos. En fin, muy interesante.

Otras calificaciones, entre otras muchas, que convierten al Ángel de la Luz en algo que, muchas veces, el sólo nombrarlo incomoda (cuando no aterroriza) a más de uno y uno se arriesga a que lo miren de aquella manera, so pena de tener que explicar el porqué este nombre para uno mismo representa algo bello y muy atractivo, pues siempre ha sido así.

...Y cuando se quiere buscar razones del porqué este ser, supuestamente, tan bello, inteligente y lleno de divinidad quiere que la humanidad se hunda en la miseria, en la oscuridad y en la maldad, las explicaciones siempre se quedan ambiguas y faltas de sentido y de sensatez. ¡Ya! hay que usar la fe, la palabra de DIOS y todo eso, pero por ese camino siempre se llega al más terrible fanatismo, ofuscación y locura. Pero seamos un poco sensatos y no nos dejemos llevar por esta misma degeneración ideológica. En este sentido la historia de LUCIFER y de la supuesta “guerra en los cielos” pasa a ser algo metafórico, alegórico y también, por qué no decirlo, romántico a los ojos de cualquiera que se identifique con el inconformismo que, a veces, produce el darse cuenta de las cosas, o ser medianamente lúcido y sensato; ser un progresista que cree en la capacidad y la voluntad del ser humano para evolucionar hacia ser mejores personas, más elevadas, perfectas si cabe; y de que a uno no le meten y no se traga una trola de semejante calibre. Ser algo inteligentes y/o usar el sentido común y otros sentidos que a lo mejor no son tan comunes...

LA REBELIÓN DE LUCIFER SEGÚN EL LIBRO DE URANTIA.

El libro de URANTIA es un manuscrito supuestamente originado por unas comunicaciones extraterrestres o de a saber de dónde, en la cual se da un giro mucho más sugestivo y sobre todo más razonable, si se puede y cabe, a la historia del Ángel archirebelde. En dicho libro se habla largo y tendido de las razones y motivos que provocaron dicha rebelión y su consiguiente degeneración tanto de LUCIFER como de todo su ejército que le siguió y apoyó.

La historia de este libro es muy sugerente, muy romántica y hace falta un buen tiempo en digerirlo y sobre todo en comprender algunas cuestiones, que bien uno se podría convertir en un exegeta del mismo. Hay una opción más fácil, la cual recogió J.J. Benítez en su libro “La Rebelión de Lucifer” (Planeta, 1985). En dicho libro se detalla o se resume de una manera más o menos sencilla todo el proceso que originó y desencadenó la rebelión del soberano de multitud de mundos y su repercusión para con Urantia, que así llama este libro a nuestro planeta Tierra.

«LUCIFER era el soberano máximo del sistema de Satania, según el Libro de Urantia, compuesto por 607 mundos o planetas en los cuales los Lanonandek eran la raza que gobernaba este sistema o sistema de sistemas. LUCIFER era algo así como el hijo pródigo de esta raza de soberanos, y éstos a su vez respondían a los grandes mandatarios del universo local de Nebadon el cual tenía su sede en Edentia capital, que era donde residía el Dios local, en este caso Mikael, jefe de los ángeles, arcángeles, serafines, querubines y demás jerarquía celestial múltiple. Este a su vez respondía ante el consejo de los “Ancianos de los Días” en los que estaba la potestad para dirigirse hacia el universo central de Uversa y la isla del Paraíso Eterno donde residía el Dios padre fuente de todo»

LUCIFER nunca estuvo de acuerdo en que los seres mortales de los mundos primitivos tuvieran que sufrir y padecer tanto por su evolución y ascendencia, y sobre todo empezó a estar en desacuerdo con sus superiores, puesto que sospechaba muy mucho, de que la idea del Dios-padre era un invento de los superiores de los universos, incluido Mikael y que éste no existía – de ahí podría venir que en el satanismo se niegue la existencia de Dios – por eso LUCIFER empezó a fraguar la idea de provocar una rebelión en los mundos que él gobernaba y así mismo hacer independientes a todos ellos de los mandos superiores y que fueran los príncipes planetarios y sus cohortes de ángeles los que administraran sus respectivos planetas de forma autonómica pero bajo su supervisión y la de su lugarteniente, Satanás, que aquí también aparece como un Ángel igualmente bello y divino.

Según en el libro de Benítez y en el de URANTIA (pues el primero fue prácticamente basado, por no decir copiado en el mismo, sólo que cambiando los nombres y lugares. Por ejemplo: en vez de llamar al planeta Tierra URANTIA Benítez lo llamó IURANCHA que es la pronunciación en Inglés del nombre de URANTIA (sic). En los dos se detalla el “Manifiesto de la Libertad de Lucifer” en el que se recoge todas las razones por las que este Soberano decide rebelarse contra Mikael y contra todo su ejercito de arcángeles, serafines y demás tropas celestiales, todas ellas comandadas por el Arcángel Gabriel.

Gabriel en una visita a Jerusem (sede del soberano rebelde) y ante las sospechas de que iba a ser inminente una rebelión en el sistema de Satania, alertó a Mikael de que LUCIFER estaba fraguando dicha sublevación... claro que, todavía Mikael no era el Dios absoluto e incontestable de su Universo Local pues le faltaba una última y séptima efusión mortal para alcanzar el poder absoluto del universo de Nebadon, y así poder castigar la rebelión y a su instigador LUCIFER y a todos sus seguidores rebeldes. De esta manera se quedó al margen de dicho acontecimiento, dejando a LUCIFER con total libertad.

Esta efusión de Mikael se daría lugar en Urantia (la Tierra) en la encarnación de Jesús de Nazaret, el Cristo, para así con su auto-sacrificio en la Tierra y la consecución de su gran obra crística proclamarse soberano supremo de su Universo. Alertado por su lugarteniente Satanás el cual vio que Mikael no residía en Edentia y que en su lugar gobernaba Emmanuel, Satanás informó a LUCIFER que Mikael se había llevado a cabo su séptima efusión carnal y se había encarnado en cuerpo mortal en Urantia.

Esta fue la única vez que LUCIFER visitó Urantia- la Tierra, para convencer a Mikael (puesto que era ahora un ser mortal) de su rebelión y que desistiera de su obra alquímica; pero como se vio fue inútil su intento. Por ello que en la Biblia, según siempre los urantianos, se dijera en los evangelios “Así Jesús venció a Lucifer en la cruz” ...

De esta manera Mikael convertido en Dios absoluto de su Universo local abolió la rebelión, enviando a LUCIFER a ser preso en los satélites - prisión del universo de Nebadon y a todos los príncipes de los 37 planetas que se apuntaron a la causa luciferina a sucumbirlos en las tinieblas, incluido el príncipe de Urantia-Tierra Caligastia, de ahí podría provenir el adjetivo de “Príncipe de las Tinieblas” o el genuino “diablo” puesto que, en este caso de Caligastia, su objetivo no era otro que atraer a los seres mortales –ascendentes y terrestres-urantianos hacia las tinieblas y la oscuridad para de esa manera vengarse de Mikael, pero en este caso no es LUCIFER sino Caligastia...según el documento Urantiano.

...Y así los planetas que fueron arrastrados hacia esta rebelión, quedaron sumidos en una cuarentena o aislamiento, tanto de las fuerzas celestiales como de la comunicación con los otros planetas hermanos y compañeros de su evolución. Según los Urantianos, esto explicaría las tinieblas y el desamparo que hay en el mundo, y el aumento de la racionalidad, escepticismo y el caos que rige la humanidad en la faceta espiritual (...) pero claro, todo esto se acabaría cuando el Juicio contra LUCIFER se celebrara, se le condenara y se le exterminara por decreto... como muy bien dice Benítez por medio de su personaje “Shinue” en su obra y haciendo un guiño al ángel rebelde argumenta al serafín archivador que le informa de todo esto: “¿no se supone que Dios-padre es todo misericordia?...

Toda esta historia y además de otras muchas que presumiblemente fueron originadas por la rebelión de LUCIFER, entre las que destacan el fracaso de Adán y Eva (entes extraterrestres cuasi-divinos procedentes del planeta-paraíso de Edentia, de ahí que hicieran una réplica de su planeta en la Tierra que se denominaría el Edén...) enviados a Urantia- Tierra para su aporte cuasi-divino y la evolución biológica-técnica de los terrestres/urantianos; todo esto se explaya en dicho manuscrito, y más resumido y ameno para gente poco paciente en estas cuestiones divinas en el libro de J.J. Benítez.

Qué duda cabe de que uno y otro son auténticas herejías para la suprema y omnipresente Iglesia, puesto que tira por tierra muchas cuestiones innegables e incontestables de su credo y fe.

Pero dejémonos de guerras interestelares y de jerarquías inacabables que se describe en el libro de Urantia que, como ya he dicho, es una historia más cercana a la causa (perdida) de LUCIFER y su rebelión que no se ajusta en absoluto a una supuesta conciencia mucho más elevada y divina de la que un mortal pudiera abarcar.

¿No es estúpido que un ser de la inteligencia de LUCIFER, tan sabio e hijo pródigo del universo, no se diera cuenta de que la negación de una fuente-Dios-origen de todo es algo ininteligible sobre todo para con ese estado evolutivo y mucho más estúpido rebelarse contra esa causa en sí misma?...digo yo.

SATANISMO O ATEISMO

Lejos de creerse todas estas teorías, existen corrientes de pensamiento o filosofías que apoyadas en la figura de LUCIFER y, en éste caso, en la de Satanás han formado asociaciones e instituciones como la Iglesia de Satán de Antón Sandorf La Vey. En estos casos las personas usan estos arquetipos para basar todas sus creencias y dogmas que desde luego escapan a todo lo que es anticristiano y sobretodo antirreligioso y dar así forma a un culto que como veremos no es tan satánico como se conoce.

En el caso del Satanismo del ocultista Antón S. La Vey, tenemos a un dogma o filosofía (nunca religión) en la cual se niega no sólo la existencia de Dios, sea como fuere, sino la existencia del diablo, Satanás, Lucifer, Mefistófeles, etc y de cualquier deidad divina, siendo estos satanistas radicalmente ateos. Usan el arquetipo de Satanás, en este caso, para producir un efecto de shock emocional para llevar a cabo sus estados alterados de conciencia. Una profanación a las creencias muy hundidas en el subconsciente para de esa manera sacar todo el potencial humano emocional posible; eso sí, siempre con un respeto mayúsculo a la Libertad tanto individual como colectiva y de todos los seres vivientes. Así mismo practican una devoción por los placeres terrenales, un culto a los pecados capitales, pero de una manera positiva y de auto superación. Por ejemplo: la Envidia, vista por el satanismo de La Vey resulta ser una motivación que considera convertir esa envidia en un sentimiento de superación, de voluntad y de ansiar lo mismo que se envidia, siempre y cuando sea de manera positiva, o lo que se podría llamar envidia sana, pero no pasiva, sino activa.

La Lujuria: en este caso se usa la misma lujuria para satisfacer los deseos sexuales tan reprimidos y enclaustrados a causa de la represión, tanto religiosa como social, haciendo del camino del sexo una vía hacia la realización personal y mágica; y en algunos casos espiritual (como ya se comentó en el artículo de Crowley-AOL Junio 2004).

En su libro “La Biblia Satánica” y sobretodo en su 2ª parte “El Libro de Lucifer” argumenta que tanto uno como otro son autocomplacencias que el ser humano como libre que es necesita para transformarse en un ser superior, en su propio dios...y así con todos los demás pecados: ira, avaricia, soberbia, vanidad, etc pero viéndolos desde el punto de vista de positividad, Libertad y superación personal, puesto que son inherentes al ser humano...

Hay otras facetas del Satanismo, pero que en este caso podríamos llamarlos “degeneración satánica” que efectivamente sí que creen en la figura del Diablo, Satanás y demás demonios y mucho; pero en este caso delegando en ellos la maldad, la destrucción y todo lo que sus bajos instintos les sugieran...pero que son, como siempre digo, descerebrados, necios e ignorantes que no tienen ni idea de lo que es todo esto... ni neuronas para albergarla si la tuvieran. En este caso usan la excusa de lo satánico o de quién sea que represente esa maldad para hacer sus fechorías y cabestradas, como si es el maléfico Dart Vader o el mismísimo fabricante de anillos, Sauron...

Desde luego, en mi opinión, este no es el camino a seguir, ni mucho menos éste último, si se quiere entender en esencia la figura mítica-simbólica de LUCIFER y lo que representa.

LUCIFERISMO Y LUCIFERIANISMO

Dentro de lo que se podría denominar filosofías luciferinas y más recientes como las luciferianistas, nos encontramos con sociedades, cultos y ordenes que a juicio de los que defienden la teoría de que LUCIFER es la Luz donde se concibe el conocimiento y la sabiduría para salir de las tinieblas en las cuales permanecemos; es el Prometeo que brinda el poder de los Dioses a los mortales, es el Baphomet de los templarios, el macho cabrio que regía los cultos paganos de las fiestas de la fertilidad y de la libertad, el dios astado Dionisio, los Thot, Horus, Amon egipcios; en definitiva todas las máscaras que ha tenido para de alguna manera ser el foco o el portador del Logos, del camino que nos saque de la oscuridad por medio de la salvación y la iluminación, cosa que puede chocar a cualquiera que piense que siempre ha representado lo contrario, pues en su onomástica reside su significado.

Sociedades y órdenes como los rosacruces, templarios, masones y más modernas como los Illuminati, Golden Dawn, Astrum Argentum, OTO, etc...siempre han relegado, eso sí, muy secretamente, de que en realidad son cultos que se rigen en la doctrina luciferina desde el punto de vista de que LUCIFER es el portador del conocimiento tanto logístico como esotérico a veces camuflado en las figuras de dioses que han adorado éstas mismas como Iblis, Pan, Baphomet, ...o cualquier figura mítica que ofrezca las revelaciones y habilidades para evolucionar y escapar de la oscuridad y sufrimiento que infringe la evolución espiritual.

Que los poderes religiosos desde siempre hayan perseguido, castigado y condenado este tipo de cultos es obvio, pues había que impedir por todos los medios que el hombre por él mismo y abjurando de la palabra de DIOS y no usando a los ministros católicos como medios y delegados del mismo, fuera capaz de liberarse del yugo y de la esclavitud que siempre ha infringido el miedo y el terror al pecado y a la herejía y que supone el enfrentarse al Día del Juicio Final y a ese terrible Dios castigador; el cielo y el infierno eternos, los purgatorios interminables. Empero, estas doctrinas “luciferinas” siempre han sido liberadoras de estos perjuicios y represiones, haciendo al hombre dueño y señor de su destino, conocedor de su procedencia, de su fuente y, por ende, convertirlo en un ser perfecto, un ser libre, una persona de grandes ideales progresistas, renovadoras y fraternales; conocedor de la naturaleza, tanto propia como de su alrededor, de su propia esencia divina, sin embargo, todo esto siempre se ha demonizado y satanizado interesadamente para que prevalezca la palabra de DIOS y su imperio siniestro sobre la Tierra.

Dicho esto, alguien podría pensar que se nos ha engañado: el bueno de la película es en realidad el malo, y en cambio el malo, en este caso LUCIFER, es el bueno; así lo han pensado los seguidores de la LUZ y sobretodo lo creen los modernos luciferianistas que, a diferencia de los luciferinos, piensan y asumen que el dios único, verdadero, el dios padre-fuente es LUCIFER, mientras que los luciferinos siguen creyendo que LUCIFER es hijo del Dios-fuente, el Ángel, el y/o los guías, Dios o dioses más asequibles, que camuflado/s en muchas formas, él relega en éste o aquellos, el conocimiento y la salvación por medio de la autorrealización personal y espiritual hacia lo que, en definitiva, todos aspiramos...en alcanzar la “gran obra”, el Logos, el Ketter, la Iluminación y la divinidad...vamos, que al final, como siempre, cambia las formas pero no el contenido y los caminos hacia el mismo.

LUCIFER al fin y al cabo es sólo un nombre mítico, un arquetipo de este poderoso subconsciente colectivo humano que lo único que nos debe de servir es para que podamos canalizar todo ese potencial espiritual y mental que tenemos y madurar la semilla divina para pasar a ser tan perfectos como este mismo arquetipo que representa la belleza y la suma perfección divina.

LA TRADICIÓN LUCIFERINA EN LA INICIACIÓN MASÓNICA.

Como anexo, uno se da cuenta de que como ya he dicho antes, la forma es lo de menos, lo importante es el fondo y la esencia...como así se hace ver a cualquier estudiante que sea iniciado en cualquier doctrina esotérica y/o exotérica bien sea en la iniciación masónica, rosacruz, illuminati, etc...se le hace ver esta máxima por medio de rituales o ceremonias que, en el caso de las ordenes iniciáticas con raíces anglosajonas como los masones, se utiliza el antiguo y primitivo rito de MEMPHIS MISRAÏM en el cual se hace ver esto mismo; o por medio de la leyenda luciferina del arquitecto del Templo de Salomón HIRAM ABIFF.

Tal como lo recoge en su último libro Gabriel López de Rojas “Por la Senda de Lucifer” (Martínez Roca, 2004) el citado héroe de la Maestría Masónica sería un descendiente del Dios de la Luz, LUCIFER, por medio de Samael- Iblis y una larga genealogía que abocaría en HIRAM ABIFF, el fundidor de Tiro, que era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí o de Dan. Esas dos tribus hebreas fueron las que volvieron al becerro de oro y renunciaron al elaborado por Moisés. HIRAM tuvo por padre a un tirio, también fundidor llamado UR - que en la lengua hebra significa Luz - y tal como apunta Gabriel López de Rojas, tiene total importancia la Luz en toda la ruta luciferina y en este caso de HIRAM ABIFF.

La leyenda de HIRAM ABIFF nos cuenta que fue instruido e iniciado durante un descenso al centro de la Tierra por Tubalcaín, su antepasado fundidor, y éste le transmitió la tradición y leyenda luciferina:

«Al comienzo de los tiempos, hubo dos dioses que se repartieron el Universo, Adonai, el amo de la materia y el elemento Tierra, e Iblis (Samael-Iblis, LUCIFER) el amo del espíritu y el fuego. El primero crea al hombre del barro y lo anima. Iblis y los Elohim (Dioses delegados) que no quieren que éste sea un esclavo de Adonai, despiertan su espíritu, le dan inteligencia y capacidad de compresión. Mientras Lilith (hermana de Iblis, Samael, LUCIFER) se convertía en la amante de Adán (el primer hombre) enseñándole el arte del pensamiento, Iblis seducía a Eva y la fecundaba y, junto con el germen de Caín, deslizaba en su seno una chispa divina (según las tradiciones talmúdicas, Caín nació de los amores de Eva e Iblis y Abel de la unión de Eva y Adán).
»Mas tarde Adán no sentirá más que desprecio y odio por Caín, que no es su verdadero hijo. Caín dedica su inteligencia inventiva que le viene de los Elohim, a mejorar las condiciones de vida de su familia, expulsada del Edén y errante por la Tierra. Un día, cansado de ver la ingratitud y la injusticia, se rebelará y matará a su hermano Abel.
»Caín aparece ante HIRAM ABIFF y también le explica su injusta situación, añadiendo que en el curso de los siglos y los milenios, sus hijos, hijos de los Elohim e Iblis, trabajarán sin cesar para mejorar la suerte de los hombres, y que Adonai, celoso tras intentar aniquilar a la raza humana tras el diluvio, verá fracasar su plan gracias a Noé, que será avisado por los Elohim y los “hijos del fuego”.
»Al devolver a HIRAM a los límites del mundo tangible, Tubalcaín le revela que es el último descendiente de Caín, del Ángel de la Luz e Iblis y que Balkis pertenece también al linaje de Caín, que es la esposa que le está destinada para la eternidad...»

Así mismo en la iniciación, sobre todo masónica, se le hace ver al aspirante en la “cámara negra” la palabra VITRIOL que viene a decir en latín: VISITA INTERIOREM TÉRREA, RECTIFICANDO INVENIES OCULTUM LAPIDEM (Visita el interior de la tierra y rectificando encontraras la piedra oculta o piedra filosofal).

Ambos mensajes, tanto el de la leyenda de HIRAM ABIFF hacia el centro de la Tierra donde recibe la revelación o la piedra filosofal, como el del mensaje de la palabra VITRIOL nos hace ver que hay que ir al centro de las cosas, al origen, no quedarse en la superficie sino indagar en su más íntima esencia. El iniciado debe ver en el interior de todo y en el suyo mismo y excavar para encontrar lo que se halla escondido en las superficies siempre engañadoras.

Así pues la tradición luciferina en las órdenes iniciáticas se podría interpretar como el camino iniciático para buscar el tesoro que todos llevamos escondido en lo más profundo, y que por los miedos, represiones y limitaciones que nos han impuesto nos es imposible dilucidarlo. Estas doctrinas nos producen la necesaria transformación y metamorfosis como para tener el conocimiento necesario y ver la existencia desde otros ángulos mucho más flexibles, tolerantes y llenos de significado. LUCIFER no es más que otro ángulo, otro apoyo, muleta, desde donde podemos hallar esa piedra filosofal, esa Gran Obra alquímica, la autorrealización y el paso hacia la eternidad y la inmortalidad. 

 

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