El libro de los ángeles, mejor dicho, el libro secreto de los ángeles, es uno de los manuscritos esotéricos más extraños y controvertidos de la edad media. El título completo de la obra es Angelous ael Sabastu, y está dividido en trece libros menores, de los cuales sólo sobreviven dos: el libro segundo (De rerum Angelicae) y el libro decimotercero (Convocatio et gaudere); e incluso éstos sólo se han conservado parcialmente.
La historia de este manuscrito es un verdadero desafío para historiadores y bibliófilos, ya que son pocos los autores que llegan a citarlo en sus propias obras. Durante la inquisición, sólo el nigromante Leonardo diGugglielmo cita algunos pasajes del Libro de los Ángeles; y debieron pasar más de trescientos años hasta que otro autor, también adepto a las artes mágicas y conocido con el seudónimo de Eliphas Levi (Alphonse Louis Constant), publicase alguna escueta referencia a nuestro misterioso libro de los ángeles.
Se cree que el manuscrito fue escrito por alguna orden monástica, posiblemente por los monjes benedictinos, a comienzos del siglo XIII. Pero de hecho, el texto no presenta ninguna referencia temporal, y la presunción de que pertenece a esa época está ligada al estudio de las lenguas, ya que a lo largo de todo el texto pueden verse algunas costumbres que los copistas de aquel siglo solían emplear en las marginalia, las cuales son una serie de pequeñas anotaciones que los monjes medievales solían adosar en los márgenes del libroque copiaban. Para que tengan una idea de cómo eran estas notas al márgen, observen esta imagen del Códex Emilianensis.
De los libros perdidos poco se sabe; sólo algunas fragmentarias referencias en tres catálogos del siglo XIX, los cuales enumeran las adquisiciones hechas por la biblioteca del diplomático François Ducasse, padre del conocido Conde de Latréamont, de quien, dicho sea de paso, se sospechaba que dedicaba sus noches a elaborar extraños conjuros y hechizos.
El título del libro ya presenta una gran dificultad, ya que Angelous ael Sabastu es una frase ambigua que solía utilizarse entre los magos medievales. Lo misterioso del asunto radica en que la frase puede leerse de cuatro maneras, y todas significan cosas distintas.
Angelous ael Sabastu significa “Los ángeles poseen el secreto”, Angelous es una deformación de la palabra latina Angelus, “ael” es un vocablo asirio, cuyo significado depende de su ubicación dentro de una frase, ya que puede significar “manuscrito” (en realidad, “tabla”, ya que en ellas escribían los pueblos mesopotámicos), “posesión” y “sufrimiento”. La palabra Sabastu es definitivamente sumeria, y significa “susurro, secreto, algo que debe comunicarse en voz baja”.
Si leemos la frase de derecha a izquierda significa: “Posee el secreto de los ángeles”. Finalmente, la última lectura literal que puede hacerse del título es en estilo encriptado, es decir, las oraciones comienzan en las palabras escritas en minúscula siguiendo hacia la derecha, y saltando desde allí hacia la primera palabra escrita en mayúscula a la izquierda; dando como resultado: "El Libro secreto de los ángeles".
Los manuscritos sobrevivientes están divididos en dos partes: ambos poseen una pequeña introducción a diversas historias y leyendas sobre ángeles, las cuales presentan cierto parecido con algunas tradiciones sumerias que contienen un fuerte simbolismo esotérico, y luego se entra de lleno en la magia ceremonial, para la que se dan completos detalles sobre cómo invocar y someter la voluntad de los ángeles, tanto la de los ángeles de luz como los de las tinieblas.
Pero las intrucciones para invocar a los ángeles no son caprichosas, ni están libradas a los deseos del convocante, ya que todos los rituales tienen que ver con el sexo; es decir, se dan precisiones sobre cómo utilizar a los ángeles como medio para conquistar a una persona.
Si el mago elige utilizar a los ángeles de la luz, los hechizos son de amor, y no intentan quebrar el libre albedrío de la persona amada. Pero si el oficiante decide utilizar losconjuros para invocar a los ángeles de las tinieblas, los hechizos son puramente sexuales, y están pensados para someter, no para enamorar: Su vehículo principal es la conquista mediante la invasión de ideas y fantasías sexuales que el mago envía hacia determinada persona, la cual, tarde o temprano, se rendirá ante la insistencia de los embates psíquicos.
La traducción de los mantras y rituales con los que supuestamente pueden invocarse a los ángeles están escritos en latín vulgar, lo cual nos permite realizar una traducción bastante confiable.
Esperamos poder publicar pronto algunos de estos extraños rituales. Hasta ahora, sólo hemos podido traducir tres pequeños fragmentos de las leyendas previas. La mayor parte de de los rituales mágicos se dan en el libro XII, Convocatio et Gaudere, que significa “Llámalos y obtén placer”. Los rituales aquí descriptos se basan en la magia sexual, y en la invocación de íncubos y súcubos, los cuales son una especie de seres que viven y se alimentan de la energía sexual, con los que puede mantenerse relaciones sexuales; pero cuya función principal consiste en ayudar a los mortales a disfrutar de todas las posibilidades del sexo, incluyendo la creación de amutetos, talismanes y filtros mágicos tendientes a lograr que determinada persona sienta un irrefrenable impulso sexual hacia el practicante.
En el libro XII hay siete rituales de magia sexual, siete mantras de invocación y sometimiento (cuatro para dominar a los ángeles, y tres para someter la voluntad del ser amado), siete ceremonias para la creación de amuletos y talismanes de atracción sexual, y siete conjuros para invocar ángeles (cuatro para convocar a los ángeles de la luz y tres para los ángeles oscuros: íncubos y súcubos).
La mayoría de los rituales son bastante simples de realizar, ya que el manuscrito no sugiere la utilización de plantas y hierbas extrañas, ni de enormes calderos hirviendo con los restos de animales imposibles de encontrar, tanto para nosotros como para las pobresbrujas medievales.
Casi todos los conjuros y hechizos se focalizan en la correcta utilización de palabras y frases mágicas, que deben realizarse en momentos muy precisos del día, y durante determinadas fases lunares.
La historia de este manuscrito es un verdadero desafío para historiadores y bibliófilos, ya que son pocos los autores que llegan a citarlo en sus propias obras. Durante la inquisición, sólo el nigromante Leonardo diGugglielmo cita algunos pasajes del Libro de los Ángeles; y debieron pasar más de trescientos años hasta que otro autor, también adepto a las artes mágicas y conocido con el seudónimo de Eliphas Levi (Alphonse Louis Constant), publicase alguna escueta referencia a nuestro misterioso libro de los ángeles.
El origen del Libro de los Ángeles.
Se cree que el manuscrito fue escrito por alguna orden monástica, posiblemente por los monjes benedictinos, a comienzos del siglo XIII. Pero de hecho, el texto no presenta ninguna referencia temporal, y la presunción de que pertenece a esa época está ligada al estudio de las lenguas, ya que a lo largo de todo el texto pueden verse algunas costumbres que los copistas de aquel siglo solían emplear en las marginalia, las cuales son una serie de pequeñas anotaciones que los monjes medievales solían adosar en los márgenes del libro que copiaban. Para que tengan una idea de cómo eran estas notas al márgen, observen esta imagen del Códex Emilianensis.
De los libros perdidos poco se sabe; sólo algunas fragmentarias referencias en tres catálogos del siglo XIX, los cuales enumeran las adquisiciones hechas por la biblioteca del diplomático François Ducasse, padre del conocido Conde de Latréamont, de quien, dicho sea de paso, se sospechaba que dedicaba sus noches a elaborar extraños conjuros y hechizos.
El Misterio detrás del Título.
El título del libro ya presenta una gran dificultad, ya que Angelous ael Sabastu es una frase ambigua que solía utilizarse entre los magos medievales. Lo misterioso del asunto radica en que la frase puede leerse de cuatro maneras, y todas significan cosas distintas.
Angelous ael Sabastu significa “Los ángeles poseen el secreto”, Angelous es una deformación de la palabra latina Angelus, “ael” es un vocablo asirio, cuyo significado depende de su ubicación dentro de una frase, ya que puede significar “manuscrito” (en realidad, “tabla”, ya que en ellas escribían los pueblos mesopotámicos), “posesión” y “sufrimiento”. La palabra Sabastu es definitivamente sumeria, y significa “susurro, secreto, algo que debe comunicarse en voz baja”.
Si leemos la frase de derecha a izquierda significa: “Posee el secreto de los ángeles”. Finalmente, la última lectura literal que puede hacerse del título es en estilo encriptado, es decir, las oraciones comienzan en las palabras escritas en minúscula siguiendo hacia la derecha, y saltando desde allí hacia la primera palabra escrita en mayúscula a la izquierda; dando como resultado: "El Libro secreto de los ángeles".
Significado oculto del Título:
Hasta ahora, sólo hemos dado las tres lecturas literales que pueden hacerse del título, sin embargo existe una cuarta, tal vez la más inquietante de todas. Para realizarla hay que utilizar una herramienta dialéctica llamada interiectio imperati, la cual consiste en tomar todas las variantes descubiertas y aplicar una lectura cabalística, es decir, leyendo las letras como si fueran números primos, y buscando un paralelo en diferentes alfabetos hasta encontrar uno que nos devuelva una frase coherente. En este caso, el alfabeto secreto utilizado para el título del manuscrito es el latino, y su resultado final es, aproximativamente:
"Existe un Secreto para poseer a los Mensajeros, el Secreto es Uno y descansa en este manuscrito".
La Magia de los Ángeles.
Los manuscritos sobrevivientes están divididos en dos partes: ambos poseen una pequeña introducción a diversas historias y leyendas sobre ángeles, las cuales presentan cierto parecido con algunas tradiciones sumerias que contienen un fuerte simbolismo esotérico, y luego se entra de lleno en la magia ceremonial, para la que se dan completos detalles sobre cómo invocar y someter la voluntad de los ángeles, tanto la de los ángeles de luz como los de las tinieblas.
Pero las intrucciones para invocar a los ángeles no son caprichosas, ni están libradas a los deseos del convocante, ya que todos los rituales tienen que ver con el sexo; es decir, se dan precisiones sobre cómo utilizar a los ángeles como medio para conquistar a una persona.
Si el mago elige utilizar a los ángeles de la luz, los hechizos son de amor, y no intentan quebrar el libre albedrío de la persona amada. Pero si el oficiante decide utilizar los conjuros para invocar a los ángeles de las tinieblas, los hechizos son puramente sexuales, y están pensados para someter, no para enamorar: Su vehículo principal es la conquista mediante la invasión de ideas y fantasías sexuales que el mago envía hacia determinada persona, la cual, tarde o temprano, se rendirá ante la insistencia de los embates psíquicos.
La traducción de los mantras y rituales con los que supuestamente pueden invocarse a los ángeles están escritos en latín vulgar, lo cual nos permite realizar una traducción bastante confiable. Esperamos poder publicar pronto algunos de estos extraños rituales. Hasta ahora, sólo hemos podido traducir tres pequeños fragmentos de las leyendas previas, son los siguientes:
De los ángeles enamorados:
...al verlos sintieron temor y respeto, pues los Ángeles eran bellos como las joyas de la Noche de Dios, y brillantes como los ojos del lobo bajo la tempestad de la montaña. Así se sometieron a su voluntad: la imágen de los Ángeles Oscuros bajó sobre el lecho de las doncellas, y así concibieron brillantes hijos y radiantes hijas...
Del terror a los ángeles:
Desgarrando las puertas del este, la imagen de los ángeles oscuros causó terror y pesar en los hombres: las manos se alzaban para proteger los ojos ante tanto esplendor celestial, y los ángeles, mensajeros del Único que Es, batieron sus alas con furia, y los vientos lo destruyeron todo. Es así que los hombres de Gael Gauvain aman y temen a los ángeles de la oscuridad, ya que sus reflejos e imágenes son hermosas y terribles de contemplar.
Angelous Ael Sebastu, Libro XII, Convocatio et Gaudere.
De los Ángeles Oscuros:
...Al principio, oyeron sus voces como un rumor sobre las olas, como el anuncio de la tormenta; entonces, ávidos y curiosos, los mortales de Gael Inea atravesaron la noche para observar las bellas formas de los ángeles. Ahora bien, la visión de los ángeles llenó a los hombres de angustia, ya que los ángeles del Este son oscuros como las alas del cuervo en la noche eterna: sus ojos son grises, y resplandecen con el brillo ominoso de quienes conocen todos los rostros del espanto. Aquellos que contemplaron las formas de los ángeles jamás desearon hablar sobre ello cuando las sombras se extienden sobre la Tierra.
Angelous Ael Sebastu (El Libro Secreto de los Ángeles), Libro II, De rerum Angelicae.
Invocación de los Ángeles.
Esta es, a mi entender, la parte más atractiva y misteriosa del libro de los ángeles. La mayor parte de de los rituales mágicos se dan en el libro XII, Convocatio et Gaudere, que significa “Llámalos y obtén placer”. Los rituales aquí descriptos se basan en la magia sexual, y en la invocación de íncubos y súcubos, los cuales son una especie de seres que viven y se alimentan de la energía sexual, con los que puede mantenerse relaciones sexuales; pero cuya función principal consiste en ayudar a los mortales a disfrutar de todas las posibilidades del sexo, incluyendo la creación de amutetos, talismanes y filtros mágicos tendientes a lograr que determinada persona sienta un irrefrenable impulso sexual hacia el practicante.
En el libro XII hay siete rituales de magia sexual, siete mantras de invocación y sometimiento (cuatro para dominar a los ángeles, y tres para someter la voluntad del ser amado), siete ceremonias para la creación de amuletos y talismanes de atracción sexual, y siete conjuros para invocar ángeles (cuatro para convocar a los ángeles de la luz y tres para los ángeles oscuros: íncubos y súcubos).
La mayoría de los rituales son bastante simples de realizar, ya que el manuscrito no sugiere la utilización de plantas y hierbas extrañas, ni de enormes calderos hirviendo con los restos de animales imposibles de encontrar, tanto para nosotros como para las pobres brujas medievales.
Casi todos los conjuros y hechizos se focalizan en la correcta utilización de palabras y frases mágicas, que deben realizarse en momentos muy precisos del día, y durante determinadas fases lunares.
En lo posible, intentaré traducir un hechizo por semana. La idea es publicar un hechizo de amor, uno sexual, uno sobre la creación de amuletos sexuales, ,y uno sobre invocación de ángeles; aunque claro, todo depende de que el tema les interese.
"Existe un Secreto para poseer a los Mensajeros, el Secreto es Uno y descansa en este manuscrito".
pero despues de todo...solo los angeles poseen el secreto.
Me gusta tu publicacion, sera que me puedes dar mas informacion al respecto? yo se un poco, me gusta el tema!!
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