Al comienzo de los tiempos, hubo dos dioses
que se repartieron el universo, ADONAI, el amo de la materia y el
elemento tierra, e IBLIS (Samael, Lucifer, o Baphomet), el amo del
espíritu y el fuego. El primero crea al hombre del barro y lo anima.
IBLIS y los ELOHIM (dioses secundarios), que no quieren que este sea
esclavo de ADONAI, despiertan su espíritu, le dan inteligencia y
capacidad de comprensión.
Mientras LILITH (hermana de IBLIS,….) se convertía en la amante de Adán
(el primer hombre) enseñándole el arte del pensamiento, Iblis seducía a
Eva y la fecundaba y, junto con el germen de Caín, deslizaba en su seno
una chispa divina (según la tradición talmúdicas, Caín nació de los
amores de Eva e Iblis, y Abel de la unión de Eva y Adán.
Más tarde Adán no sentía más que desprecio y odio por Caín, que no es su
verdadero hijo. Caín dedico su inteligencia inventiva, que le viene de
los Elohim, a mejorar las condiciones de vida de su familia, expulsada
del edén y errante por la tierra. Un día cansado de ver la ingratitud y
la injusticia, se rebelara y matara a su hermano Abel.
Caín añadiendo que en el curso de los siglos y los milenios, sus hijos,
hijos de los Elohim e Iblis, trabajaran sin cesar para mejorar la suerte
de los hombres, y Adonai, celoso tras intentar aniquilar a la raza
humana tras el diluvio, vera fracasar su plan gracias a Noe que será
avisado por los hijos del fuego.
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