1-
Introducción
El
Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (N.S.D.A.P.) tiene su
origen en una de tantas asociaciones (bund) en las que el pueblo alemán tendía
a organizarse de forma natural. En este caso se trataba de la Germanenorden (la
Orden de los Germanos), fundada el 12 de marzo de 1912, que también incorporaba
La liga del Martillo y otros grupos de carácter nacionalista y antijudío.
En mayo
de 1914, la Germanenorden (GO) convocó a todas las asociaciones nacionalistas
germánicas a un congreso, con el objetivo de crear una sociedad secreta que
pudiera hacer frente al poder mundial del judaísmo. En agosto, los miembros de
la GO eran ya varios millares, afiliados a centenares de logias en las cuales
las ideas de Guido von List y Lanz von Liebenfels eran apreciadas tanto por su
investigación de la antigua tradición aria como por su antijudaísmo.
2- El
yoga de la Thule
Pero será
en 1916 cuando la GO reciba un impulso decisivo con la irrupción de Rudolf von
Sebottendorff. Joven inquieto y aventurero, después de haberse matriculado en
el Politécnico de Berlín viajó por todo el mundo y se instaló durante un tiempo
en El Cairo, donde estableció contacto con el misticismo islámico y con la
enseñanza de los derviches Mevlevi.
De estas
primeras experiencias extrajo el núcleo de una enseñanza iniciática que
perfeccionó durante los años posteriores en Constantinopla, donde estuvo al
servicio de Hussein Pasha como superintendente de sus propiedades.
Sebottendorff entró a formar parte de una logia del Rito de Memphis y creó un
sistema de meditación y respiración con técnicas de posicionamiento de las
manos y el cuerpo. Su actividad espiritual se nutrió también de la antigua
sabiduría egipcia, porque ya en 1900 había visitado la pirámide de Keops en
Giza, estudiando su significado cosmológico y numerológico y aproximándose así
a la gnosis oculta de la teocracia faraónica. Poco a poco, Sebottendorff llegó
a la conclusión de que runas y misticismo islámico tenían un origen común y, a
partir de esta idea, continuó sus estudios elaborando una especie de yoga
silábico, en el cual después de haber adoptado ciertas posturas físicas
especiales y realizando una respiración controlada, se recitaban ciertas
sílabas místicas (mantras). Su sistema se proponía acumular la mayor fuerza
cósmica posible dentro del cuerpo y dirigirla a unos puntos concretos para
captar sabores y olores sutiles, hasta acceder a la percepción de la
"sombra negra". Este logro señalaba el comienzo de una nueva vida
espiritual y se ritualizaba dando al discípulo un grado iniciático. El paso
siguiente lo conducía a niveles superiores de meditación, hasta alcanzar la
visualización interior de los colores, con un sistema inspirado en los
Ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola, que también fue una de las
fuentes espirituales en las cuales se inspirarían para diseñar el sistema de
meditaciones de las SS, en el castillo de Wewelsburg. Todas estas técnicas
habían tenido como objetivo el perfeccionamiento del individuo para conserguir
su conversión en un ser espiritual completo, según la misma enseñanza, entre
otras, de la masonería turca. Así como la masonería occidental se hallaba bajo
dominio del judío, la masonería turca, no lo estaba, conteniendo mucho del
conocimiento antiguo.
En 1913
Sebottendorff regresó a Alemania y se afilió a la Germanenorden, convirtiéndose
en responsable de su sección bávara. Con él encontramos al joven Walter
Nauhaus, estudioso de las tradiciones esotéricas, y a otros exponentes de
aquella cultura pangermanista en la cual se daba tanto el ocultismo como la
investigación histórica en la línea de List, buscando la cultura aria original
para contraponerla al poder mundial judío, en el cual veían la mayor amenaza,
como corruptor legendario de la raza aria, la cual había venido degenerando
desde el final de la Edad de Oro. Por este motivo, la logia realizaría una
labor de información y propaganda racial con demostraciones científicas de la
decadencia provocada por la mezcla con otras razas. Sebottendorff escribe que
"La antigua masonería había sido, en el pasado, custodio de una doctrina
secreta, transmitida a los miembros de aquellas hermandades de constructores
medievales que erigieron las catedrales góticas. Reencontramos en la doctrina
profesada por los alquimistas y los rosacruces, que se habían afiliado a las
corporaciones, una masa importante de enseñanzas sapienciales arias". Una
de estas enseñanzas es la "construcción del Halgadom" (el
"templo interior" de los rosacruces) de ahí que, tras detallar el
proceso que, según su criterio, sufrió la masonería medioeval hasta convertirse
en "instrumento del judaísmo", escribía: "Frente a la
contrainiciática construcción del templo de Sión, empuñamos la espada de hierro
y el martillo y dedicaremos nuestro empeño a la edificación del Halgadom
germánico (…) La historia nos enseña que mientras el ario construye, el judío
destruye".
En su
libro "Antes que Hitler llegara" (1933), Sebottendorff afirmó que las
obras de List y Liebenfels "eran un inestimable patrimonio de datos digno
de tenerse en cuenta, a pesar de su mística a ultranza" y sostuvo que
Philipp Stauff, conocido por sus investigaciones rúnicas, había reunido en la
Asociación de los seguidores de List a los auténticos discípulos de éste. La
logia berlinesa de la Sociedad Guido von List se escindió y en 1912 Stauff y
sus colaboradores entraron a formar parte de la Germanenorden (GO). Por tanto,
disponemos de un respaldo documental sólido para afirmar que, desde esas
fechas, la GO tenía en su interior guías como Stauff, Nauhaus, Sebottendorff y
otros que aprobaban y practicaban las enseñanzas de List y Liebenfels. Si
añadimos los ejercicios de yoga de la masonería turca y la preparación
iniciática de Sebottendorff, tenemos que admitir que la GO estaba impregnada
por un saber ocultista que, de cara a las masas, expresaba abiertamente su
ideología con discursos nacionalistas, así como a través del órgano oficial de
la logia, Runen, dirigido y financiado por Sebottendorff, cuyo primer número
apareció en enero de 1918.
Las
ceremonias importantes se realizaban durante los solsticios, como era costumbre
entre los antiguos germanos, y el emblema de esta sociedad incluía una
esvástica, según las enseñanzas de la ariosofía. Los adeptos de la GO llevaban
asimismo un anillo rúnico; el mismo anillo de poder –diseñado por Karl
Willigut, conocido como "Weisthor", el "consejero-mago" del
Reichsführer SS Himmler– que encontraremos más tarde entre los oficiales
superiores de estas tropas de asalto como distintivo, con las runas y una
calavera por fuera y la firma de Himmler por dentro.
3- Hitler
guía la Thule
El 18 de
agosto de 1918 la logia bávara de la GO cambió oficialmente su nombre por el de
Sociedad Thule, como cobertura para las actividades políticas. En este
contexto, Thule Bund significa el regreso a la mítica Edad de Oro en lo que
esta sociedad consideraba la zona de origen de la civilización aria. Las
ceremonias de iniciación reclamaban la mítica patria nórdica y ligaban el
ritual masónico con la religiosidad wotánica solar, algo evidente en los
símbolos de la esvástica y en la imagen de Odín-Wotan que reproducían los
pliegos oficiales de la logia.
Entre los
invitados de la Thule a dictar conferencias encontramos a personajes que
habrían de jugar un papel clave en el Partido NS, como Alfred Rosenberg,
articulista del "Muenchener Beobachter" (el periódico de la Thule que
se transformaría en el "Völkischer beobachter", órgano oficial del
Partido Nacionalsocialista), o al futuro ministro de cultura, Dietrich Eckart,
maestro espiritual de Hitler. Otro miembro destacado de esta sociedad era
Rudolf Hess, estudioso de esoterismo, gran amigo de Hitler y también de Hans
Frank, que sería el futuro gobernador de Polonia en 1939.
Pero,
¿cómo llegó Hitler a la Thule y al Partido NS?. Después de combatir en la I
Guerra Mundial, donde sería condecorado con la Cruz de Hierro, y ser herido en
las trincheras, regresó a Munich, donde trabajó como informador de la policía
militar, interesada en reunir información sobre algunos grupos revolucionarios
y bolcheviques que operaban en dicha ciudad. Con este objetivo, en septiembre
de 1919, el futuro Führer participó en una reunión del Deutsche Arbeiterpartei
(DAP), el Partido de los Trabajadores Alemanes y pantalla política de la Orden
o Sociedad Thule, fundado el 5 de enero de ese mismo año en una cervecería de
Munich por Anton Drexler, miembro de la Thule.
Hitler
quedó vivamente impresionado por las ideas del nuevo partido –que estaban en
perfecta sintonía con las suyas– y presentó a sus superiores un informe
favorable. Volvió a visitar el grupo y se inscribió en el mismo como afiliado
número 7. Poco tiempo después asumía la presidencia y la organización acabó
adoptando el nombre de Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes
(N.S.D.A.P.). La Orden de Thule había encontrado al jefe adecuado y su propio
destino político. En esta orden se promovía la idea de que el pensamiento
científico debía enfocarse en la misión de demostrar y desarrollar las
cualidades latentes de la raza aria. Volvemos a encontrar aquí las ideas
de la ariosofía, que serían aplicadas con la típica disciplina alemana por las
SS durante el III Reich. Por lo tanto, la Thule tenía como objetivo crear una
élite destinada a ocupar los puestos clave en la conducción de la nación en
busca de su ser, velando por su purificación eugenésica. Esta ideología venía
siendo difundida por la corriente ariosófica desde la segunda mitad del siglo
XIX hasta los primeros años del S XX. En la base de este pensamiento subyace un
recuerdo, una nostalgia por los orígenes, en el sentido de una Caída desde la
pureza original (la Edad de Oro) como efecto del pecado (la mezcla con razas
distintas) y la convicción de que el judío actua siempre como promotor de dicha
degradación.
Llegados
a este punto disponemos elementos para afirmar que la Orden de Thule, de la
cual el nacionalsocialismo nació como brazo político, catalizó una corriente de
pensamiento que tenía su origen en una demanda religiosa, como ocurrió en el
caso de la ariosofía. Sin embargo, la Thule fue dejada a un lado por Hitler
cuando llegó al poder. El Führer decidió convertir el NSDAP en un gran partido
de masas mientras la Thule fue perdiendo importancia a medida que éste ganaba
protagonismo. Una vez transformado el Führer ungido por su pueblo, la matriz
ocultista de la cual había surgido el partido carecía de función, dado que
éste, era la nueva religión de una Alemania redimida.
Sin
embargo, no cabe duda de que Sebottendorff y otras personalidades de la GO y de
la Thule fueron vitales en la formación del Führer y en la formulación de su
doctrina política. Para confirmar este aspecto basta una mirada a los miembros
más famosos y a la influencia que tuvieron sobre Hitler:
-
Dietrich Eckart, a quien consideraba su mentor, era el maestro al cual recurría
en busca de consejos y sugerencias sobre diversos asuntos. Hitler lo
consideraba un hombre de sabiduría superior. Eckart era un estudioso de lo
oculto y de la magia tibetana y estaba introducido en la alta sociedad de
Munich. Probablemente las largas conversaciones que mantenía con Hitler
regularmente le permitieron transmitirle sus conocimientos. Estaba convencido
de que la raza aria había de mantener una guerra terrible en todo el mundo
contra las razas que eran inferiores en determinados aspectos. El destino
escatológico del mundo, se realizaría a través de la victoria final de la raza
aria, única portadora de la salvación espiritual.
- En la
Thule también hallamos a Karl Haushofer, quien había sido agregado militar en
Tokio. Éste se dedicó al estudio de las doctrinas teosóficas y quedó convencido
de que los arios habían pasado y levantado imperios y civilizaciones por
diferentes zonas de Asia, como el mismo Tíbet, lugar que creía podía ser uno de
sus lugares de origen. Con el estallido de la I Guerra Mundial regresó a
Alemania y se adhirió a la GO. Al final del conflicto aceptó el cargo de
profesor de geopolítica en la Universidad de Munich, donde profundizó en un
concepto de sangre y suelo según el cual la supervivencia de una raza depende
de la conquista del lebensram (espacio vital). Su interés por las ciencias
ocultas incluía la astrología, de la que era un entendido, como Sebottendorff.
Todos estos elementos los encontraremos también en Hitler y otros líderes del
Partido, como el general Ludendorff, que participó junto con Hitler en el
intento de tomar Munich, el Putsch de Munich, en la famosa marcha del 8 de
noviembre de 1923, e incluso en el presidente Hindenburg, quien sustentaba una
creencia que combinaba varios elementos esotéricos y astrológicos.
-
Haushofer frecuentó a Hitler durante el periodo de su detención en Landsberg,
donde éste había sido recluido por su participación en el fallido Putsch de
Munich. Es difícil creer que Haushofer no le hubiera hablado de lo que era su
pasión, es decir, de la búsqueda de Agartha y de la sabiduría tibetana, la cual
bebe de fuentes arias. Las misiones en el Tíbet de la sección Ahnenerbe de las
SS, encargada de realizar una variedad de secretos estudios científicos,
antropológicos y ocultistas, y el posible hallazgo de cadáveres de tibetanos en
el búnker de Berlín en mayo de 1945 parecen confirmar que Hitler compartía
estas ideas. Las visitas de Haushofer a la prisión obedecían a que allí
compartía celda con Hitler otra personalidad que formaba parte de la Thule:
Rudolf Hess.
- Rudolf
Hess había nacido en Alejandría (Egipto) el 26 de abril de 1894 y era hijo de
un comerciante bávaro. En 1908 era alumno del "Pädagogium" de
Godesberg-am-Rhein. De 1910 a 1914 estudia lenguas extranjeras en la Suiza
francesa y luego sigue cursos comerciales en Hamburgo. Se enrola como
voluntario en el Primer Regimiento Bávaro de infantería al declararse la
Primera Guerra Mundial. Herido en 1916. Después de su restablecimiento
participa en los combates de Rumanía. Herido nuevamente en 1918. En 1919 se
dedica a actividades comerciales, estudios históricos y económicos. Herido
nuevamente en 1921 cuando la liberación de Munich. Participa en el
"Putsch" del 9 de noviembre de 1923, compartiendo cautiverio con
Adolf Hitler en Landsberg, en 1924. Después de la liberación de Landsberg, Hess
llega a ser asistente del profesor de geopolítica alemán Karl Haushofer, siendo
su alumno preferido. Hess encontró a Hitler en Munich en 1920 y quedó
impresionado por su carisma. Se afilió al NSDAP y pronto se transformó en su
hombre de confianza. Numerosos testimonios hablan de la fuerte amistad entre el
Führer y Hess, el único con quien Hitler se tuteaba. Hess era vegetariano, como
Hitler, y se hacía preparar las comidas con procedimientos bioclimáticos,
siguiendo los preceptos de la medicina homeopática. Ambos compartían el mismo
interés por la sabiduría aria presente en las culturas de Asia y por la
astrología. Hess tenía un círculo de amigos interesados por el conocimiento
oculto y secreto. En la prisión de Landsberg, Hitler y Hess prepararon juntos
el libro "Mein Kampf" (Mi Lucha), que recoge una doctrina política
cuyas raices se fundamentan sobre la ariosofía.
Desde
estos primeros años, el nacional socialismo alemán irá adquiriendo cada vez más
fuerza hasta convertirse en el único poder de Alemania.
4- El
ritual de iniciación
Para
confirmar el carácter religioso de la Orden de Thule, examinamos brevemente el
ritual de iniciación. Esta velada litúrgica era un evento de etiqueta y
mientras los novicios permanecían en una habitación contígua, en la sala de la
Logia el Maestro ocupaba su asiento con baldaquín, protegido simbólicamente por
dos caballeros con túnica blanca y cascos adornados con cuernos. Enfrente se
sentaban el tesorero y el secretario, mientras el heraldo se situaba en el
centro de la sala. En el punto opuesto al Maestro, en una zona denominada
"Bosque del Grial", se sentaba el Bardo y delante de éste el Maestro
de ceremonias, vestido con un hábito azul. Alrededor se distribuían los
hermanos, mientras un órgano y un piano acompañaban musicalmente a un pequeño
coro de "elfos de la floresta". Con una gran solemnidad, se comenzaba
con el Tannhauser de Wagner. A la luz de las velas los hermanos se hacían la
señal de la esvástica retrógira –en sentido izquierdo– y el Maestro les
respondía con el mismo signo. Los novicios eran introducidos en la sala con los
ojos vendados, mientras el Maestro les hablaba sobre la visión del mundo
ario-germánica de la Orden y se encendía la "sagrada llama del
bosque". El Maestro blandía la lanza de Wotan y los dos caballeros
cruzaban sus espadas encima de ella: luego se producían una serie de llamadas y
respuestas de reconocimiento acompañadas por el Lohengrin y los novicios
prestaban juramento ante la Orden. Se proseguía con rituales en los que se
personificaban figuras divinas del panteón germánico, creando así una atmósfera
mágica por la que el novicio sellaba su pacto con la Orden.
5- El
Reich de los Mil Años.
A lo
largo de las épocas, iluminados, filósofos y sabios han anunciado el Paraíso
Terrestre, o vaticinado el retorno al caos y la destrucción de la ciudad
terrestre, verdadero reino de Satanás. En la época medieval, vino a añadirse a
estos mitos el del Gran Monarca o Mesías Imperial, soberano que debía reinar sobre
toda la cristiandad e imponer la paz final precediendo sobre la tierra la
venida de Cristo Rey. En España, en Francia, y sobre todo en Alemania, hubo
monarcas poderosos dispuestos a acoger favorablemente tales predicciones, que
sólo podían favorecer las tentativas de restauración imperial. Por el
contrario, el Papado siempre ha visto con malos ojos a estos profetas que
fustigaban los excesos de la Iglesia. En el mejor de los casos, las profecías
hacían escaso favor al trono pontificio. El "cesaropapismo" fue
siempre considerado por Roma como el peor enemigo de la Iglesia. Federico
Barbarroja, Federico II (Hohestaufen), o Napoleón, están ahí como ejemplo. La
Iglesia no soporta que una autoridad al margen de ella intente desempeñar un
papel en la dirección espiritual; y esto es lo que conducirá a la Reforma. La
unión del sacerdocio y el Imperio parece, sin embargo, necesaria con objeto de
realizar esta Jerusalén nueva de la que habla el Evangelio y que debería ser el
ideal de la cristiandad. En la revelación cristiana de las visiones de san Juan
que recibiera en la isla de Patmos, el libro del Apocalipsis o la Revelación,
hallamos este principio anunciador del fin de los tiempos.
En
Occidente es donde las tentativas de la restauración imperial se sucederán.
Desde Carlomagno a Hitler, pasando por Federico I (Barbarroja) y Napoleón. La
Iglesia vela por impedir toda restauración del Mesías Imperial, del orden
romano o germánico que destruiría su omnipotencia. Tras la ruina del mundo
antiguo y el fracaso de la restauración justinianea, el reinado de Carlomagno,
emperador de Occidente, aparece, en medio del caos de los pueblos (800-814),
como una nueva edad de oro para los partidarios del Imperio, y el recuerdo del
emperador de barba florida, seguirá estando vivo en el pueblo junto con la
nostalgia de la Pax romana. Esto es lo que explica la leyenda del Emperador
Dormido.
Tras la
muerte de Federico II (1250), la leyenda se centró en él. Luego, en el siglo
XVI, nuevamente recayò en Federico Barbarroja. "Desde entonces, para los
alemanes, el emperador prometido duerme en las profundidades de una gruta de
Turingia. Está sentado ante una mesa de piedra, y, dado que duerme, su barba
rodea ya varias veces el contorno de la mesa. En ocasiones se despierta para preguntar
al pastor que le vela: "¿Vuelan todavía los cuervos alrededor de la
montaña?", y el pastor responde tristemente: "Sí." El emperador
reemprende entonces el sueño secular, esperando el día en que conducirá a
Alemania a la cabeza de todos los otros pueblos". "Entonces, el Reich
que durará mil años abarcará toda Europa", como subraya Eric Muraise,
"la leyenda del emperador dormido adquirirá una nueva magnitud cuando se
apoye en la transposición poética de la leyenda del Grial, copa santa, cuya
revelación purificará y unirá toda la cristiandad desmembrada. Sin embargo, la
vía de transmisión será diferente. El mito del Grial nace en la Galia y de aquí
pasa a Germania".
Joachim
de Flore (1145-1202), abad del monasterio cisterciense de Corace (Sicilia), era
un espíritu místico y un alma preocupado por el mal que veía penetrar en el
santuario, la Iglesia y comparaba ésta con una cueva de bandidos. Joachim
anuncia el juicio de Dios que herirá a la Iglesia por el poder de los nuevos
caldeos, es decir, Alemania. Además, el monje anuncia el Anticristo, y predecía
a Ricardo Corazón de León que este Anticristo ocuparía el trono pontificio. El
"Evangelio eterno" de Joachim de Flore tuvo un gran éxito en el seno
del movimiento antirromano. Según esta obra, la Humanidad se divide en tres
etapas o estados: el reinado del Padre, el del Hijo y el del Espíritu Santo,
que coincide con el fin de los tiempos. Los creadores del Tercer Reich, tomaron
su nombre y su sentido de este "tercer estado" o del Espíritu Santo
del que habla Joachim de Flore, aunque oficialmente se afirmara que la adopción
del nombre de "Tercer", tenía una razón meramente histórica.
En Italia
encontramos a Dante, afiliado a la secta de emanación templaria de los
"Fideli d’Amore". Dante sitúa al Papa en uno de los siete círculos
del Infierno y se adhiere al partido imperial de los gibelinos.
En la
gigantesca lucha que opone al emperador y al Papa, dos clanes, en los que
encontramos otra vez juntos a cátaros, valdenses, gibelinos y templarios, se
enfrentan en el curso de los cuatro siglos que van desde el año 1000 a l 1400.
Federico I "Barbarroja" tuvo grandes dificultades con el Papa, pero
no supo, como sus predecesores, transponer la lucha al plano de las ideas.
Federico II, emperador desde 1220 a 1250, adoptó la vía más sutil del
esoterismo. Emperador de Alemania, rey de los romanos, rey de Sicilia, rey de
Jerusalén, Federico II de "Hohestaufen" fue un soberano prestigioso.
Esta gran inteligencia, este enemigo irreductible del papado fue iniciado al
sufismo islámico, hablaba varias lenguas, entre ellas el árabe y el griego. Por
el esoterismo, el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico buscaba él
también, la llave de las cosas ocultas por la búsqueda del conocimiento a
través de la historia del Graal y el conocimiento antiguo. También hacia 1228,
Federico II fue iniciado, en San Juan de Acre, en los misterios templarios; fue
elegido por los templarios y los caballeros teutónicos, ligados por un pacto,
para ser el emperador del mundo. El plan fracasó, porque la Iglesia Católica
supo atacar a sus enemigos en frentes y momentos diferentes. Pero el hecho
subsiste, y un vestigio singular de esta época es el castillo octogonal de
Castel del Monte, en Sicilia. Esta construcción servía para reuniones secretas
y debía ser la sede del Nuevo Imperio. Federico II supervisó por sí mismo la
construcción, que pone de manifiesto un plan oculto de arquitectura templaria
imbuido del simbolismo sagrado de las cifras.
El Reich
de los mil años, profetizado por Juan en el Apocalipsis, entendían los
Nacionalsocialistas que este tiempo era el necesario para regenerar la raza
completamente, de modo que llegara así a poseer las mismas que tenía la mística
raza de los orígenes.
6-
Esoterismo y acción: la toma del poder del Nacionalsocialismo
Como
hemos visto, el nacimiento del Partido Nacional Socialista de los Trabajadores
Alemanes (NSDAP) está ligado a la Germanenorden, la cual vino a dar lugar a la
Orden de Thule, nombre tomado de la mítica Patria de los hiperbóreos. Hitler y
los Nacionalsocialistas no desvelaron el secreto de sus actividades ocultistas
y el hecho de que su cosmovisión se había nutrido, entre otros, de las ideas de
List y Lanz., pero hemos comprobado cómo el movimiento Nacionalsocialista es la
derivación política de una corriente subterránea u oculta de la historia.
También se ha dicho que Hitler fue ordenado por el mismo Lanz como miembro de
la ONT (Orden del Nuevo Temple). Hitler supo utilizar todos estos elementos
para, en medio de la desestabilización general, conseguir erigirse en líder y
Führer del pueblo alemán. Una filosofía idealista, como el empuje ariosófico y
patriótico de la emoción völkisch (popular), pudo así llegar a expresarse en
una manifestación vigorosa, entusiasta y desbordante del arquetipo Odín-Wotan.
7- Miguel
Serrano y el Hitlerismo Esotérico en la actualidad
Miguel
Serrano, miembro activo del movimiento NS chileno, es una personalidad clave en
el movimiento Nacionalsocialista actual. Nació en 1917, y durante la Segunda
Guerra Mundial, fue un activo colaborador del NS en Chile. En 1947 viajó a la
Antártida en una expedicíon chilena al continente austral, buscando a los
supervivientes del NS. Entre 1953 y 1962, ejercería como embajador de Chile en
la India, donde se convirtió en un experto en las tradiciones, leyendas y
ocultismo tibetanos. Más tarde llevaría la embajada chilena en Yugoslavia, de
1962 a 1964, con acreditación en Rumanía y Bulgaria y posteriormente en
Austria, de 1964 a 1970. Serrano, además fue el representante diplomático de
Chile en el Organismo Internacional de Energía Atómica en Viena, y en el
Organismo de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Industria. Tuvo
contacto con Julius Évola y mantuvo una buena amistad con Indira Gandhi, Herman
Hesse y C. G. Jung, otros. Su relación con el Dalai Lama, a quien recibió en
India cuando este escapaba de la invasión comunista al Tíbet, raya en la
"hermandad espiritual". No es de extrañar, por tanto, que cuando el máximo
representante del budismo visitó Chile, en 1992, se saltara todo el protocolo
para acudir a abrazar efusivamente a Miguel Serrano en el Aeropuerto de
Santiago, ante la comprensible incomodidad de las autoridades chilenas. La
trilogía de Serrano: "El Cordón Dorado"; "Adolfo Hitler, el
último Avatara" y "Manu, el hombre que vendrá", se han
convertido en la fuente de inspiración para algunos nuevos colectivos
Nacionalsocialistas en la actualidad, grupos que pretenden heredar el
esoterismo, el misticismo y el heroismo de las Waffen-SS, los templarios y su
sagrada misión de reencontrar las Fuentes del Conocimiento.
En una
entrevista (revista AÑO CERO, marzo de 2003), a la pregunta de "¿Cómo
describiría la dimensión mística del Führer?", Serrano contesta que
"Tal y como lo hizo el profesor Jung, quien comparó a Hitler con Mahoma.
También como Savitri Devi, quien lo declaró un avatara. Krishna fue un avatara;
hay quienes afirman que también lo fue Buda. Es decir, como la encarnación de
una divinidad que viene a abrir o cerrar una época en la historia de la
humanidad."
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