El capítulo 16 describe el castigo de aquellos que
adoran a la bestia. Los capítulos 17 y 18 describen la
destrucción de Babilonia. El capítulo 19 describe la
destrucción de la bestia y el falso profeta. Y el capítulo 20
describe el final de Satanás. Compare con Heb. 10:12-13 en donde Cristo
espera a que sus enemigos se conviertan en estrado de sus pies.
La clave para leer este pasaje en Apocalipsis, cap. 17-18,
por primera vez es entender que Dios se está refiriendo a Roma
como la mujer y al emperador (o imperio) como la bestia. El Imperio Romano se
extendía sobre una gran área geográfica y había
conquistado muchos reinos. Estos reinos debían extender su lealtad a
Roma. El emperador vivía en forma extravagante como la mayor parte de
Roma, y grandes cantidades de artículos de lujo y de esclavos eran
importadas hacia Roma. De aquí el lamento sobre su caída por
parte de los mercaderes y pilotos de barcos que habían perdido sus
negocios. Para entonces había una gran inmoralidad dentro de Roma y
ésta se había extendido a las provincias circundantes, por
ejemplo Corinto. Las cartas a los Corintios fueron escritas para corregir
muchos de los problemas que esto traía aparejado. Encontramos en
Apocalipsis a la mujer Jezabel que se da como ejemplo de esto dentro de la
iglesia de Tiatira (2:20). Roma también persiguió a los santos,
lo que se menciona en este capítulo. Recuerde que Juan estaba en Patmos
por su fe. Recuerde también que emperador e imperio son intercambiables.
Así que Roma y su imperio son su modelo para estos capítulos. Sin
embargo, hay un significado más profundo porque Juan está usando
el término general, Babilonia, y no específicamente Roma,
así que no se aplica sólo a aquellos tiempos sino que se extiende
hacia delante en el tiempo para cubrir todos los futuros regímenes
impíos de los que Roma es su ejemplo corriente, pero que
alcanzarán su clímax con el imperio del anticristo.
La mujer es la personificación de aquella ciudad
terrenal que puede verse en contraste con la ciudad celestial de Nueva
Jerusalén. Ella es una falsificación terrenal de la ciudad
celestial. Está cubierta de joyas preciosas, perlas y oro, al igual que
la Nueva Jerusalén. Se la debe contrastar con la mujer del
capítulo 12 que representa a los elegidos de Dios y que está
vestida del sol, con la luna debajo de sus pies y una corona de las doce
estrellas sobre su cabeza. Ella es la copia terrenal de la sociedad celestial
de Dios, que es Su iglesia. Ella es el mundo que es la sociedad humana,
organizada independientemente y que desafía a Dios. La vemos en
Caín, que asesinó a su hermano y salió de la presencia del
Señor para fundar una ciudad (Gn. 4:16-17). La vemos en Babel en donde
la humanidad, en rebelión contra Dios, conspiró en conjunto para
hacer una torre que llegara hasta el cielo (Gn. 11:4), una religión de
obras. Vemos que mujer y la ciudad son una ciudad compuesta: Egipto, Sodoma y
la Jerusalén terrenal (11:8). Siendo un ejemplo, representa la
religión falsa o apóstata como la Jerusalén terrenal que
persiguió a los profetas y crucificó a nuestro Señor.
También representa al mundo con los deseos de la carne, los deseos de
los ojos, y la vanagloria de la vida (1 Jn. 2:16). Representa el poder mundial,
las riquezas del mundo, el comercio mundial, las religiones del mundo y el
comercio y la cultura del mundo. Su destrucción ocurre con la
séptima copa (16:17) cuando un terremoto gigantesco hace que las grandes
ciudades de la naciones sean destruidas, la gran ciudad de Babilonia es partida
en tres. En Babel comenzaron a construir una ciudad con una torre que llegaba
hasta el cielo a fin de hacerse un nombre para ellos, pero Dios los
había esparcido alrededor del mundo, y aun hoy todas las principales
ciudades del mundo compiten para construir rascacielos más altos que el
otro. Uno sólo tiene que pensar en Manhattan con sus grandes
rascacielos, las torres gemelas del World Trade Center, que son monumentos a
los logros del hombre. Cuando estos sean destruidos el comercio será
destruido y los que lo usaban para enriquecerse harán luto por su
desaparición. Hailey comenta que ella es el tercer método que usa
Satanás para destruir a la iglesia, después de las dos bestias
que representan el poder político y la religión falsa o la
doctrina falsa. Ella representa el mundo de la lujuria, todo lo que apela a la
carne, a la mente o nos induce o seduce lejos de Dios, de la misma forma que ha
seducido exitosamente a los reyes y a los habitantes de la tierra lejos de
Dios.
Al considerar la identidad de la mujer, deben considerarse
los siguientes puntos:
- Se la describe como la prostituta, lo que contrasta con la novia (la iglesia)
- Babilonia, la ciudad terrenal, debe ser contrastada con la ciudad celestial, la nueva Jerusalén
- La gran ciudad es descrita figurativamente como "Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado" (11:8)
- Se sienta sobre muchas aguas, que son pueblos, multitudes, naciones y lenguas
- Se la debe distinguir de la bestia sobre la cual se sienta y que la destruye
- Es la ciudad de poder, lujo excesivo y gran riqueza
- Ellla persiguió a los santos
- Gobierna sobre los reyes de la tierra
- Está asociada con la música, el comercio, la agricultura, el matrimonio, los mercaderes y la persecución
- Con ella los reyes de la tierra cometen adulterio y los habitantes son intoxicados con el vino de sus adulterios
- En vista del énfasis del libro en que sólo Dios debe ser adorado, debe ser vista como la tentadora que tienta a los hombres a alejarse de Dios
v. 1 - Vino entonces uno de los siete ángeles que
tenían la siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven
acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que
está sentada sobre muchas aguas - Esto da comienzo a una nueva
escena. La destrucción de la gran ciudad ya ha sido mencionada en la
séptima copa (16:19). Esto se amplía ahora en estos dos
capítulos. Uno de los siete ángeles que tenía las siete
copas llena de las siete plagas le mostró a Juan el castigo de la gran
prostituta. Compare esto con el mismo ángel que le mostró a Juan
la novia, la esposa del Cordero. Una es castigada; la otra se convierte en la
esposa del Cordero (ver 21:9). La palabra griega para castigo (krima) se
traduce en otras partes como juzgado (18:20 cf. 20:4). La gran
prostituta claramente debe ser contrastada con la novia, la esposa del Cordero,
la Nueva Jerusalén y podría ser entonces la iglesia
apóstata, aunque no parece haber mucho aspecto religioso en ella (es
mucho más probable que la iglesia apóstata sea llamada
adúltera). Hay varias referencia a la gente que se prostituye. Algunas
son sobre los paganos (Ex. 14:15) pero otros están relacionados con el
pueblo de Dios (Dt. 31:16, Ez. 16:15). La raíz de la prostitución
mencionada aquí es la idolatría, la avaricia (Col. 3:5); es
tremendamente rica. Una prostituta vende su cuerpo por dinero. Babilonia vende
su alma por la riqueza y el poder sobre los reyes de la tierra que son sus
amantes. Uno se acuerda de las palabras de Jesús en Mt. 16:26,
"¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y
perdiere su alma?" Se la llama la "gran" prostituta. Compare
esto con la expresión "Babilonia la grande". Sin embargo se da
una referencia velada a Babilonia en 11:8 donde la gran ciudad es donde yacen
los cuerpos de los dos testigos (la iglesia) y la gran ciudad es descrita como
"en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también
nuestro Señor fue crucificado". Hay aquí una referencia a la
Jerusalén terrenal, el hogar de los fariseos que Jesús castiga en
términos que no admiten dudas. Babilonia está también
asociada estrechamente con la bestia que tienen a la vez poder político
y eclesiástico como se muestra en el capítulo 13. Así, la
gran prostituta es la gran ciudad, que es Babilonia. Representa el sistema
mundial que incluye a la iglesia apóstata que es tan mundana que es
parte del mundo. Se sienta sobre muchas aguas que luego se explican como
"pueblos, multitudes, naciones y lenguas" (17:15). Esta
expresión en cuatro partes significa que gobierna todo el mundo.
En la Biblia otras ciudades son descritas como prostitutas.
Nínive por su brutalidad (Nah. 3:4) y Tiro por su mundanalidad que
involucraba el comercio con todas las naciones (Is. 23:15-15, Caird).
Jerusalén es condenada por su injusticia (Is. 1:21-23,
"¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel?"
Adorar a otros dioses es asemejado a la prostitución (Ex. 34:14-17, Lev.
17:6-7). La idolatría es también prostitución (Lev.
17:6-7, Ez. 16:17, 23:49). La mayoría de las referencias en el Antiguo
Testamento a la prostitución se refieren a la apostasía
espiritual en la adoración de ídolos de Israel o Jerusalén
(ver Ez. 16:1 ff., Lev. 20:4-6, Dt. 31:16, 2 Cr. 21:11, Jer. 2:19-21, Jer.
3:1-3, Ez. 23:49, Oseas 9:1. En Num. 15:38-39 a los israelitas se les dice que
obedezcan los mandamientos de Dios y que no se prostituyan yendo detrás
de sus corazones y de sus ojos.
Como con otras descripciones figurativas de la gran ciudad,
como Egipto, Sodoma y Jerusalén (16:19), Babilonia es una ciudad
compuesta como Nínive, Tiro y Jerusalén indican más
arriba. Las endechas de lamentación sobre la destrucción de
Babilonia en el próximo capítulo son tomadas principalmente de
los cantos de ruina sobre Tiro, Nínive y Babilonia en el Antiguo
Testamento. No hay ninguna evidencia concluyente que sugiera que Babilonia sea
la iglesia apóstata. Esta idea es más probable que haya surgido
de la escuela historicista durante los tiempos de la Reforma, que veía a
la Iglesia Católica Romana como Babilonia. Aunque debería ser
contrastada por cierto con la Nueva Jerusalén (la iglesia), Walvoord
dice que el capítulo 17 se refiere a la Babilonia eclesiástica, y
el capítulo 18 a la Babilonia política. Su argumento principal es
que está sentada sobre la bestia, la que representa el poder
político, y que en consecuencia ella debe representar el poder
eclesiástico. Que esté sentada encima de la bestia sugiere que la
bestia la sostiene y, por otro lado, que está en un papel dominante, al
menos exteriormente. Ha habido sugerencias también de que Babilonia es
el falso profeta o la segunda bestia que ya no es necesario para sostener el
poder de la primera bestia. Esto haría que la trama tenga sentido, pero
no hay evidencia sustancial que apoye este punto de vista. Que la iglesia
apóstata sea parte de Babilonia es cierto. Sin embargo, el modelo de
Egipto, Sodoma y Jerusalén indica esto también, así como
la Jerusalén apóstata es llamada prostituta junto con
Nínive y Tiro.
v. 1 - Ven acá, y te mostraré la sentencia
contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas - El
ángel quiere mostrarle a Juan su castigo y destrucción, que son
descritas en v. 16 y en la séptima plaga (16:19) y en 18:8. Encontramos
aquí, en los capítulos 17 y 18, tanto una descripción como
un castigo de uno de los enemigos de la iglesia. La destrucción y
castigo del resto de sus enemigos se tratan después. No debe ser
confundido con la mujer de Ap. 12 La mujer es la ciudad de Babilonia (ver v.
18). Es insolente, orgullosa e idólatra. Se llama a sí misma la
reina eterna (Is. 47:7). Ver también la descripción de Tiro en
Ez. 27, 28. Tiro es también un tipo de Babilonia. Un lamento sobre la
caída de Tiro se usa como base para el lamento de los mercaderes y los
capitanes de barcos en 18:11-19. Babilonia indica el mundo de la industria,
comercio, arte y cultura que intentan inducir y seducir al creyente lejos de
Dios. La descripción del rey de Tiro en Ez. 28:12 se piensa a menudo que
describe el origen de Satanás (ver también Is. 47:7-13 para una
descripción de Babilonia y Is. 23, especialmente v. 17, donde Tiro
"volverá a comerciar, y otra vez fornicará con todos los
reinos del mundo sobre la faz de la tierra". Se la describe en Ap. 17:18
como "la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra". En el
tiempo de Juan sería Roma, que había conquistado a muchas
naciones. Como prostituta, seduce a la gente fuera de Dios y hace que sean
infieles, así como una prostituta seduce a los hombres de sus esposas,
ella hace multiplicar a los infieles entre los hombres (Prov. 23:28). Las aguas
son explicadas en 17:15, como "pueblos, muchedumbres, naciones y
lenguas." Note esta descripción en cuatro partes, que indica que su
reino se extiende sobre los Cuatro Rincones del mundo. Sin embargo, muchas
aguas es probablemente una referencia a los canales de irrigación de la
antigua Babilonia (Jer. 51:13). Ella también está sentada sobre
la bestia del agua (muchas aguas) que tiene autoridad sobre toda tribu, pueblo,
lengua y nación (13:7).
v. 2 - con la cual han fornicado los reyes de la tierra,
y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su
fornicación - El adulterio aquí es su adulterio espiritual,
que es seguir a los ídolos y los deseos de sus propios corazones en vez
de obedecer los mandamientos de Dios. Se menciona también la avaricia
como idolatría (Col. 3:5) como en el materialismo del mundo moderno. La
mujer se prostituyó en desafío de Dios y los reyes y las naciones
la siguen en desobedecer los mandamientos de Dios. Al hacerlo se intoxican como
con vino y no entienden sus propias acciones. Un ejemplo de la prostituta es el
comercio de Tiro (Is. 23:17, "y volverá a comerciar, y otra vez
fornicará con todos los reinos del mundo sobre la faz de la
tierra") cuyo pecado básico es el materialismo. Los reyes de la
tierra se unen a la mujer en sus pecados, y al hacerlo son infieles a su
Creador. Los reyes se unen a Roma en buscar riqueza y poder. Swete habla de
reyes de la tierra como gobernadores de territorios, que han sido absorbidos
por el Imperio o son aliados a él, y han promovido sus objetivos. El
adulterio del que son culpables estos reyes es compra el favor de Roma al
aceptar su soberanía y con ella sus vicios y sus idolatrías. Si
Roma era la tentadora, las naciones y sus gobernantes se mostraron listos para
satisfacerla. Pocos reyes de este tipo quedaban dentro del Imperio, pero Juan
está hablando del pasado. Él podía recordar, por ejemplo,
los príncipes de la familia de Herodes. Los reyes se han unido a ella en
sus pecados, como lo hace el resto del mundo que sigue el ejemplo de los reyes.
Dos veces más, en 18:3 y 18:9, hay referencias a los reyes de la tierra
que cometen adulterio con ella. En ambas hay referencias a sus lujos, es decir
su materialismo. Jesús advierte a sus discípulos que estén
en guardia contra todo tipo de avaricia, y que la vida del hombre no consiste
en la abundancia de sus posesiones (Lc. 12:15).
v. 2 - y los moradores de la tierra se han embriagado con
el vino de su fornicación - No sólo los reyes sino los
habitantes de la tierra están ebrios con su vino. Los habitantes de la
tierra agregan esto a sus pecados. Están ebrios con su vino, así
como persiguen a los santos (6:10), se regodean sobre su muerte (11:10), adoran
a la bestia (13:8) y en 17:8 están aquelos cuyos nombres no están
en el libro de la vida del Cordero. En 14:8 ya hemos oído la
descripción de Babilonia como la ciudad que hizo que las naciones
bebieran el vino enloquecedor de sus adulterios. Ver la descripción de
Jeremías de su caída en Jer. 51:7, "Copa de oro fue
Babilonia en la mano de Jehová, que embriagó a toda la tierra; de
su vino bebieron los pueblos; se aturdieron, por tanto, las naciones". El
mundo es seducido por su esplendor y la copa de oro en su mano que está
llena de cosas abominables. En Ef. 5:18 se nos recuerda que su embriaguez lleva
a la disolución (pecado desenfrenado). En Nahum 3:1-7, Nínive es
condenada porque "seduce a las naciones con sus fornicaciones, y a los
pueblos con sus hechizos" (v. 4); era una "ciudad sanguinaria, toda
llena de mentira y rapiña, sin apartarse del pillaje" (v. 1); se la
describe como que tiene "la multitud de las fornicaciones de la ramera de
hermosa gracia, maestra de hechizos" (v. 4). Podemos ver de aquí de
dónde Juan consiguió parte de su lenguaje. Hughes comenta que aun
una gran ciudad que una vez fue fiel (Jerusalén) puede volverse una
prostituta (Is. 1:21). De aquí la distinción entre la vieja
Jerusalén que se ha vuelto la ciudad de este mundo caído y la
nueva Jerusalén, la ciudad de Dios, que viene de arriba y es libre y
pura (Gal. 4:25, Heb. 11:10, 16, 12:22, 13:14, Ap. 3:12, 21:2). La
fornicación y la prostitución que se mencionan acá son
simplemente la infidelidad a Dios, que se vuelve una expresión de
orgullo no santo y la ambición centrada en el humano, en odio y
violencia, en vicio e inmoralidad, y en todo tipo de idolatría que, sea
adoración a las imágenes o adoración del dinero o del
poder mundial, es la adoración de la criatura en vez del Creador
(Hughes). En términos simples podemos decir que el mundo es mundano; se
ha entregado a las cosas de este mundo en vez de a las cosas de Dios (1 Jn.
2:15 ff. , Col. 3:2). El engaño de la riqueza y el deseo de otras cosas
vienen a distraer a una persona de Dios (Mr. 4:19).
v. 3 - Y me llevó en el Espíritu al
desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres
de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos - Juan fue
llevado en el Espíritu (ver también 1:10, 4:2, 21:10). En el
desierto, donde no hay distracciones y está a salvo de ella, la ve como
realmente es (xxxx). La ve sentada sobre la bestia, lo mismo que la bestia del
mar (13:1). En el cap. 13 la bestia es descrita como teniendo "siete
cabezas y diez cuernos; y en sus cuerpos diez diademas; y sobre sus cabezas, un
nombre blasfemo". Su color escarlata también la conecta con la
mujer que está vestida de escarlata. Algunos relacionan el escarlata con
el rojo del dragón, pero en realidad las palabras griegas son distintas.
Sin embargo las siete cabezas y los diez cuernos están de acuerdo con la
descripción del dragón en 12:3. La cercanía de la mujer a
la bestia está indicando una conexión cercana entre ambos. La
bestia está cubierta de nombres blasfemos (cf. 13:1, 5) lo que indica su
desprecio por Dios y Su pueblo, a quienes la mujer persigue (17:6). La mujer
está sentada sobre la primera bestia del mar, es decir que está
apoyada por el poder político de la bestia, y por tanto por
Satanás. El hecho que esté sentada sobre la bestia
indicaría que está en control, pero esto es ilusorio. Tenemos que
pasar tiempo en el desierto sin distracciones mundanas para verla tal como
realmente es (xxxx). Hay claramente una relación estrecha entre la mujer
y la bestia, porque la mujer está sentada sobre la bestia. Ella
está ebria con la sangre de los santos (ver v. 6) y la bestia
también hace guerra contra los santos (13:7). Ambos persiguen a la
iglesia; actúan en conjunto. Algunos ven en esto la alianza entre la
iglesia y el estado; la mujer eclesiástica monta a la bestia y
está en control de la bestia, o el estado.
v. 4 - Y la mujer estaba vestida de púrpura y
escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía
en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de
su fornicación - La tela púrpura y escarlata era muy cara y
sólo sería usada por los ricos (ver el hombre rico en Lc. 16:19).
Su riqueza también se indica por el hecho que brillaba con oro, piedras
preciosas y perlas (ver también la descripción de Tiro en Ez.
27:22). Los mercaderes en 18:16 describen a la gran ciudad como "vestida
de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de
piedras preciosas y de perlas". Debe notarse que estaba "adornada de
oro, de piedras preciosas y de perlas" y por lo tanto tiene alguna
similitud con la Nueva Jerusalén que es descrita también como
hecha de oro puro, decorada con todo tipo de piedra preciosa y perlas
(21:18-21). Es, por lo tanto, una copia terrenal de la nueva Jerusalén,
la ciudad de Dios. Es una falsificación; Satanás copia lo que
Dios crea (xxxx). En 17:18 la mujer es descrita como la gran ciudad que
gobierna sobre los reyes de la tierra, lo que es una alusión a la Roma
del tiempo de Juan. La Roma de ese día era muy rica y extravagante. Las
perlas era apreciadas en especial, y para mostrar su riqueza la gente
solía disolver una perla preciosa en vino y la tomaría (Barclay).
En v. 2 encontramos que "los moradores de la tierra se
han embriagado con el vino de su fornicación"; ahora vemos la copa
de oro en su mano de la cual la gente tomó, que estaba "lleno de
abominaciones y de la inmundicia de su fornicación". La mujer tiene
el atractivo de su apariencia atrayente pero su copa de oro está lleno
de inmundicia (Jer. 51:17). La copa de oro parece atractiva por afuera y tiene
éxito en seducir a los hombres lejos de Dios, que en consecuencia se
vuelven sucios. Juan está describiendo el espíritu del mundo y
"todo lo que brilla". La ve como Dios la ve, tal como es. El mundo y
su atractivo están descritos por Juan en 1 Jn. 2:16, "todo lo que
hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la
vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo". Algunos
también señalan que la púrpura y la escarlata son la
vestidura eclesiástica de la Iglesia Católica Romana, que en
algunas ocasiones involucra joyas brillantes y, por supuesto, la copa de oro.
El lado eclesiástico de la prostituta se encuentra también en v.
6, donde esta ebria con la sangre de los santos. En su mano hay una copa de
oro, otro símbolo de lujo y riqueza, de donde uno esperaría una
bebida pura y deliciosa. Pero, en cambio, está "lleno de
abominaciones y de la inmundicia de su fornicación (xxxx)".
"Esto resume las cosas detestables de su adoración de los
ídolos, sus vicios y las corrupciones que el mundo ofrece y por el cual
quiere seducir a la humanidad. El mundo podrá servir su bebida en una
copa de oro, pero lo que ofrece es abominable a la vista de Dios, y conduce a
la degradación y a la muerte (Prov. 9:13-18). Contiene todo lo que apela
a los deseos de la carne, el deseo de los ojos, la vanidad de la vida, pero
resulta en consecuencias sucias y bajas. Aunque Babilonia ofrece la copa al
mundo, ella a su vez se vuelve una copa de oro en la mano de Dios para
enloquecer a las naciones (Jer. 51:7). Ella tiene en su mano la copa de su
propia auto-destrucción a medida que las consecuencias de sus pecados se
vuelven contra ella (cf. v. 16)," (ver Hailey). La raíz de sus
abominaciones está en la idolatría (Dt. 7:25, 2 Pedro 4:3). Un
ejemplo contemporáneo de la copa de la inmundicia del mundo es la
televisión que muestra muchas cosas que a los ojos de Dios son una
abominación, "lo que los hombres tienen por sublime, delante de
Dios es abominación" (Lc. 16:15). Caird señala que la
palabra griega bdelygma (obscenidad) es la misma palabra usada en
"abominación desoladora" (Mr. 13:14).
Jesús usó la metáfora de la copa para
describir a los fariseos que parecían justos por afuera (limpiaban la
parte de afuera de la copa) pero por dentro estaban llenos de avaricia y
auto-indulgencia (Mt. 23:25). También usó la metáfora de
una copa para describir su propio sufrimiento, cuando tuvo que tomar la copa
que Dios le había dado (Mt. 26:39, Jn. 18:11). En la comunión
también tomamos de la copa para recordarnos de Su sufrimiento cuando
tomó de la copa del Padre hasta el final (1 Cor. 11:25), para que no
tengamos que tomar la copa de la ira de Dios.
La copa de oro contiene aquellas cosas que seducen e inducen
a los hombres lejos de Dios. La copa promete placer, poder y riquezas pero
tomar de la copa de ella resulta en destrucción. La forma de Dios es
tomar la copa de la negación propia y su bebida resulta en la vida
eterna. El uso de la copa aquí, llena de inmundicia, también
contrasta con la copa de vino de la furia de Su ira, que le dio a Babilonia la
grande (16:19). En 18:6 el ángel dice que Dios le preparará una
porción doble de su propia copa. En 14:10 la misma metáfora es
usada, los que adoran a la bestia beberán también de la copa del
vino de la ira de Dios. De la misma forma que ella le ofreció al mundo
tomar de la copa de su inmundicia y sus abominaciones, así ella y
aquellos que toman de su copa tomarán de la copa de la ira de Dios.
Tanto los que pecan como aquellos que causan el pecado serán castigados
por igual (Mt. 18:7).
v. 5 - y en su frente un nombre escrito, un misterio:
BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA
TIERRA - Su nombre revela su verdadero carácter. Esto presenta a la
mujer como Babilonia, la gran ciudad. Babilonia ya ha sido mencionada por el
segundo ángel en 14:8 y en la séptima copa cuando un terremoto
partió a la gran ciudad (Babilonia) en tres. Babilonia la grande es
entonces presentada. Babilonia es mencionada también más
figurativamente como "Sodoma, y Egipto, donde también nuestro
Señor fue crucificado" (11:8). Ahí encontramos una
definición de Babilonia que consiste en inmoralidad, crueldad y
persecución. Las ciudades concentran todo lo peor de la humanidad.
Babilonia está identificada como la gran ciudad en 18:10 y se la
describe como la ciudad de poder. La mujer es también identificada
claramente por el ángel como la gran ciudad en 17:8, "la mujer que
has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra." En
18:17 se la describe como teniendo gran riqueza. Se la llama la madre de las
prostitutas, y multiplica los que son infieles a Dios (Prov. 23:27). Una madre
produce más de su propio tipo. Una prostituta vende su cuerpo por
dinero. Babilonia vendió su alma por la riqueza y el poder (Mt. 16:26,
"¿qué aprovechará el hombre si ganare todo el mundo, y
perdiere su alma?"). La palabra misterio no debería ser parte de su
nombre. Misterio, en el sentido bíblico, significa algo desconocido para
los no iniciados pero que será obvio para los iniciados. Le misterio es
revelado por el ángel, empezando en v. 7. Otros grupos tienen nombres
sobre sus frentes, los que tienen la marca de la bestia (13:16, 14:9), los
144.000 que tienen el nombre de su Padre escrito sobre su frente (14:1, 22:4).
Varios autores señalan que las prostitutas romanas usaban sobre sus
cejas rótulos inscritos con sus nombres (Morris).
De acuerdo con Horton, el nombre "Babilonia" es la
forma griega de la palabra hebrea Babel, que se deriva del hebreo
balal, "confundir", que produjo el sustantivo Balbel,
que evolucionó para que la primera l fuera asimilada a la segunda
b (ver Gn. 11:9). Los griegos solían agregar terminaciones a sus
nombres, así que la cambiaron a Babilonia. Babilonia estaba construida
en el sitio de Babel. Ellos quisieron construir una ciudad con una torre (Gn.
11:4). La torre representa la religión humana del esfuerzo propio.
También representa la unión de la política y la
religión. Milligan destaca que Babilonia significa "ciudad de
confusión" (ver Gn.11:9). La mujer debe ser vista como la ciudad de
la bestia que es Babilonia. La primera ciudad fue fundada por un asesino,
Caín, que no entendió los principios de la verdadera
religión como lo hizo Abel (Gn. 4:17). Abel reconoció que se
requería un sacrificio para agradar a Dios. Está también
el vínculo con la mujer Maldad de Zac. 5:6-11 que fue transportada en
una cesta para medir a la tierra de Babilonia donde se le construiría
una casa; la implicación es que Babilonia es donde mora toda la maldad.
En el versículo que estamos estudiando Babilonia la Grande es la madre
de las prostitutas y de las abominaciones de la tierra. En 18:23 se la describe
como la ciudad que por sus hechizos mágicos engañó a las
naciones. En 14:8 hizo que todas las naciones bebieran el vino enloquecedor de
sus adulterios. Cuando las lenguas de la gente en Babel fueron confundidas, su
maldad se extendió alrededor del mundo, así que todas sus
religiones e idolatría también se extendieron alrededor del
mundo. El reino de la bestia ejercita poder político y religioso como se
muestra en capítulo 13: la bestia del mar (político) y la bestia
de la tierra (religioso). Así, la bestia intenta terminar el proyecto y
crear un reino que Dios dijo que no debía ocurrir. Para hacer esto la
bestia usa la religión (la imagen de la bestia) para unificar al mundo,
en tanto que anteriormente el mundo estaba unificado por una sola lengua.
v. 6 - Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y
de la sangre de los mártires de Jesús - No sólo hace
que otros se embriaguen (14:8, 17:2) sino que ella misma está ebria con
la sangre de los santos. Estar ebrio con sangre es una figura del deseo de
violencia. La ciudad es descrita figurativamente como Sodoma, Egipto y
Jerusalén en 11:8. Jerusalén significa la religión de los
fariseos y saduceos que matan a los profetas y apedrean a los enviados a ella,
además de crucificar a nuestro Señor. Ella persigue a los santos,
tipificada por la vieja Jerusalén que mataba a los profetas (Mt. 23:37,
Ap. 11:8). Ebria porque no saben lo que hacen (Lc. 23:34). Juan probablemente
tiene en mente especialmente al sumo sacerdote y a principales sacerdotes que
crucificaron a Jesús (11:8, cf. Jn. 19:15). Pero no sólo
Jesús fue crucificado sino Sus seguidores también lo serán
(Mt. 23:34). Roma persiguió a los santos especialmente durante el tiempo
de Nerón y Domiciano, y más tarde durante la Reforma. Si bien es
principalmente la riqueza y el comercio de Babilonia que se describe
aquí, hay un costado religioso en ella que persigue a los santos. Ella
los persigue por que no beben su vino y por medio de sus vidas la condenan. Se
siente sobre la bestia quien hace guerra ella misma contra los santos (13:7) y
en este respecto hace alianza con ella y lleva a cabo su trabajo, haciendo la
obra de Satanás que está haciendo guerra contra los que obedecen
los mandamientos de Dios (12:17).
v. 6 - y cuando la vi, quedé asombrado con gran
asombro - El asombro de Juan era porque ve a la mujer montada sobre la
bestia espantosa, y ve la atracción del mundo tal como es. Estaba en el
Espíritu en ese momento así que vio la realidad espiritual. La
vio como Dios la ve. Quiera Dios abrir nuestros ojos espirituales
también.
29. 1. El misterio de la mujer y la bestia, explicado (17:7)
(Ap. 17:7) Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos. {8} La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será. {9} Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, {10} y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo. {11} La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a perdición. {12} Y los diez cuernos que has visto son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. {13} Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia. {14} Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de Señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles. {15} Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, y muchedumbres, naciones y lenguas. {16} Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego; {17} porque Dos ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios. {18} Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra.
v. 7 - Y el ángel me dijo: ¿Por qué te
asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la
trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos - Juan se asombra
de la mujer y la bestia, el ángel lo reprende apenas a Juan, y explica
el misterio de la mujer y la bestia. Esto probablemente traiga más
problemas que los que soluciona. El ángel describe con detalle a la
bestia primero porque es el más importante. La caída de la mujer
se describe en detalle más adelante. La bestia es la que sale del mar
(13:1) y sobre la que se sienta la mujer (17:3).
v. 8 - La bestia que has visto, era, y no es; y
está para subir del abismo e ir a perdición - "La bestia
que has visto" es la bestia de 17:3. La descripción de la bestia
que "era, no es, y será" está en contraste con
Dios que es, era y vendrá (1:4, 1:8, 4:8). La carrera de la bestia
parodia la del Cordero, porque el Cordero desciende del cielo y vuelve al
cielo, en tanto que la bestia asciende del Abismo y luego desciende
allí. Por lo tanto, puede ser considerado "un" o
"el" anticristo. Anti no significa "contra" sino la
antítesis (opuesto), o "en vez de"; es una
falsificación. Juan lo define como el hombre que niega que Jesús
sea el Cristo (1 Jn. 2:22) y Pablo dice que, "se opone y se levanta contra
todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el
templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios" (2 Tes. 2:4).
La bestia "no es" significa que no está ahora en la escena
mundial que anticipa su aparición futura, y es por lo tanto una
advertencia a la iglesia. De la misma forma el v. 10 los coloca en el reino del
sexto rey. La bestia sube del Abismo y vuelve a su destrucción en el
Abismo o infierno. Esto enfatiza la naturaleza satánica de la bestia al
venir del pozo del infierno y recibir su autoridad de Satanás (13:2, cf.
9:1, 9:11, 11:7, 20:3). Esto podría ser una referencia a Nerón
que una vez fue, ahora no es (se suicidó) y vendrá de nuevo, una
referencia quizás a una persecución renovada bajo Domiciano. Es
más probable que se refiera al anticristo final o el hombre de pecado
que está destinado a su destrucción (2 Tes. 2:3) del cual
Nerón y Domiciano serían tipos. En 13:3 encontramos que la bestia
tenía una herida mortal que había sido sanada.
v. 8 - y está para subir del abismo -
Ver 11:7: cuando los dos testigos han terminado su testimonio, entonces la
bestia que sube del Abismo los atacará y los vencerá. Es la misma
bestia que hace guerra contra los santos y los vence (13:7). Sale del Abismo,
que es la morada de los demonios. El hecho de que salga del Abismo lo vincula
con Satanás que es el ángel del abismo (9:11).
v. 8 - e ir a perdición - Será arrojado
al lago de fuego, junto con el falso profeta y, más tarde,
Satanás (ver 19:20).
v. 8 - y los moradores de la tierra, aquellos cuyos
nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el
libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y
será - Juan estaba asombrado cuando vio a la mujer. El mundo se
asombrará cuando vea a la bestia (ver también 13:3, donde el
mundo se asombra de la herida mortal que había sido sanada). Esto
podría ser una referencia al mito de Nerón redivivo, en que
Domiciano sería visto como Nerón resucitado. Hay algo acerca de
la reaparición de la bestia que asombra al mundo, probablemente porque
será tan inesperado como lo será la Segunda Venida de Cristo.
Será una sorpresa para el mundo que hará lamentación por
Su venida. Pero los santos que están en el libro de la vida no
serán engañados por él; aquellos conocen a su Dios lo
resistirán firmemente (Dn. 11:32).
v. 9 - Esto, para la mente que tenga sabiduría:
Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer -
Por segunda vez en el libro se requiere sabiduría, así como se
requiere sabiduría para calcular el número de la bestia (13:18).
La bestia tiene siete cabezas que son los siete montes sobre la que se sienta
la mujer. Esto la identifica con la Roma del tiempo de Juan. La gran ciudad es
más que sólo Roma, pero Roma era el ejemplo supremo en ese
tiempo. Su lujo excesivo, su orgullo y su persecución eran bien
conocidos, como sus siete montes. Johnson señala que la palabra
traducida acá como montes (oros:G3735) se traduce en otras partes
de Apocalipsis como montaña. También señala que los siete
montes se refieren a la bestia y no a la mujer. Las montañas
alegóricamente se refieren a los poderes del mundo en los Profetas (Is.
2:2, Jer. 51:25, Dn. 2:35, Zac. 4:7). Ver Dn. 2:35, "mas la piedra que
hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la
tierra". La expresión en el próximo versículo que son
también siete reyes identifica a las montañas como siete reyes.
v. 10 - y son siete reyes. Cinco de ellos han
caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es
necesario que dure breve tiempo - Se requiere sabiduría una vez
más. Las siete cabezas de la bestia son siete montes y
también siete reyes. Son siete encarnaciones de la bestia y el
número siete debe ser tomado simbólicamente. Cinco han
caído y uno es y otro aún no ha venido. Así
que una de las cabezas es actualmente un rey, pero note que en v. 11 la bestia
no es. Es posible que Juan se esté proyectando hacia atrás
al reino de Vespasiano. Los cinco que habían sido son, por tanto,
Augutso, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón; el que
"es" es Vespasiano; el que aún no ha venido es Tito (Barclay).
Hay muchas permutaciones más posibles, y ninguna es satisfactoria. Las
dificultades surgen de tomar "siete reyes" como un siete literal en
vez de significar completo, una serie completa de emperadores. Están
viviendo en el tiempo del sexto rey y es mayormente un tiempo de quietud. Hay
un solo mártir contemporáneo (Antipas) y parte de la iglesia
está dormida. Está colocando a sus lectores en el tiempo del
sexto por razones simbólicas: a la sexta trompeta y la sexta copa, las
fuerzas se reúnen para la demostración final, en tanto que cada
una de las séptimas describen un tiempo corto pero crucial de crisis. Si
no se mantienen despiertos ahora, cuando venga la crisis estarán entre
los habitantes de la tierra cautivados por la bestia - el Anticristo que no
discernieron (Sweet). El otro no ha venido, pero cuando venga "es
necesario que dure un breve tiempo". Esto muestra el conocimiento previo y
la voluntad de Dios. Es más probable que el rey "que es" sea
Domiciano, un tipo del anticristo venidero. El séptimo rey no es la
bestia, que es el octavo rey. Uno debe recordar también que los reyes
tienen reinos, así que los siete reyes pueden interpretarse
también como una sucesión de (no necesariamente siete) imperios.
En el próximo versículo encontramos que la bestia es un octavo
rey y que pertenece a los siete. Por lo tanto los siete reyes deben ser tomados
como una serie de imperios tiránicos que persiguen a la iglesia. Son
proto-bestias. Recuerde que estas siete cabezas son las cabezas de la bestia,
siendo el octavo rey el anticristo.
v. 11 - La bestia que era, y no es, es también el
octavo; y es de entre los siete, y va a perdición - La bestia no es
el séptimo rey que debe permanecer por un tiempo. Pero pertenece a los
siete y va hacia su destrucción. Su destrucción aparece en 19:20
y también en 2 Tes. 2:7-8. Note la repetición del v. 8, "la
bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a
perdición". Reaparecerá en el futuro del pozo del infierno e
irá a su destrucción. Apocalipsis está diseñado
para mostrarnos la victoria final del bien sobre el mal. Él es la
encarnación suprema de los siete reyes anteriores. Siete representa lo
completo y no debe tomarse literalmente. Ocho es uno más que siete, y
ocho es el número de Cristo; él es la falsificación de
Cristo (ver 13:18). La bestia pertenece a una serie completa de siete reyes,
estuvo presente una vez en el mundo pero no está aquí ahora, sino
que reaparecerá en el futuro en una forma nueva. Hay alguna validez en
el concepto de que podría aparecer en un imperio romano redivivo o aun
en un imperio papal. La bestia probablemente debe ser identificada con la
cuarta bestia de Dn. 7:23, "la cuarta bestia será un cuarto reino
en la tierra, el cual será diferente de todos los otros reinos, y a toda
la tierra devorará, trillará y despedazará". Su
destrucción se muestra en Dn. 7:26 (ver también Dn. 11:45).
v. 12 - Y los diez cuernos que has visto son diez reyes,
que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán
autoridad como reyes juntamente con la bestia - Diez es un número
simbólico y los diez reyes es un número completo de reyes, no
necesariamente diez. Reinan por una hora, un tiempo corto según lo ve
Dios. Esta hora es la última hora mencionada en su carta (1 Jn. 2:18).
Se unirán al anticristo para la última batalla que se menciona en
v. 14 y también en 16:14, 19:19. Podrían ser los reyes del este
(16:12). Los diez reyes pueden ser también los diez reyes de Daniel que
vienen del reino de la cuarta bestia (Dn. 7:24). También pueden ser los
reyes de la tierra mencionados en 19:19. Sea quienes sean, son "figuras
puramente escatológicas que representan a la totalidad de los poderes de
todas las naciones sobre la tierra que han de someterse al anticristo"
(Beckwith, citado por Mounce). El número diez es simbólico e
indica algo completo. No apunta a diez reyes específicos ni a diez
reinos europeos o a un imperio romano redivivo (Mounce).
v. 13 - Estos tienen un mismo propósito, y
entregarán su poder y su autoridad a la bestia - El propósito
que tienen en común es hacer guerra contra el Cordero (v. 14) y para
hacer esto le dan su poder y autoridad a la bestia que es otro rey. Sin
embargo, los propósitos de Dios son diferentes a sus propósitos,
que es que ellos destruyan a Babilonia (17:16-17).
v. 14 - Pelearán contra el Cordero, y el Cordero
los vencerá, porque él es Señor de Señores y Rey de
reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles
- El título Señor de señores y Rey de reyes se remite
atrás a Dt. 10:17 (también Sal. 136:3, Dn. 2:47, 1 Tim. 6:15) y
se repite en 19:16 que es presumiblemente la misma batalla. En 1:5 se lo
describe como "el soberano de los reyes de la tierra" y encontramos
su cumplimiento aquí. Así como la bestia hace guerra contra los
santos (13:7) y los vence, ahora hace guerra contra el Cordero pero pierde.
Esto se menciona en 19:19 que es la segunda venida. Los elegidos del Cordero,
seguidores elegidos y fieles son llamados su ejército (19:14). Esta es
llamada también al batalla de Armagedón de la sexta copa (16:14).
Esta es claramente la segunda venida (v. 15). Esto debe identificar a la bestia
como el anticristo a quien el Señor matará con el espíritu
de su boca y destruirá con el resplandor de su venida (2 Tes. 2:7-8).
Una vez más hay una referencia al salmo mesiánico 2:1-5. Para sus
seguidores elegidos y fieles, ver los ejércitos del cielo (19:14) y los
144.000 de 14:4.
v. 15 - Me dijo también: Las aguas que has visto
donde la ramera se sienta, son pueblos, y muchedumbres, naciones y lenguas
- Habiendo descrito a la bestia, el ángel ahora dirige su
atención a la mujer. "Las aguas que has visto" se refiere
atrás al v. 1 donde vio a la gran prostituta que se sienta sobre muchas
aguas. Estas son interpretadas como los pueblos del mundo, los que adoran a la
bestia y de donde surge la bestia. La bestia surge del mar que es
también las naciones. Note la descripción en cuatro partes, que
indica que ella gobierna sobre los cuatro rincones de la tierra.
v. 16 - Y los diez cuernos que viste en la bestia,
éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y
desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego - En
su deseo de poder la bestia y los diez reyes (diez cuernos) destruirán
el mundo, su comercio y su brillo, y así cumplirán con el
propósito de Dios. Nerón, el emperador, de hecho incendió
a Roma, lo que tipifica lo que está por venir. La bestia...
aborrecerá a la prostituta... y la quemarán con fuego. En Lev.
21:9 el castigo por ser una prostituta era ser quemada en el fuego. Su fin es
el fuego, del que el humo que sale sube por los siglos de los siglos (19:3).
También corresponde al fin de los otros enemigos de Dios, el diablo, el
falso profeta y la bestia que son arrojados al lago de fuego y azufre (20:10),
y de los que adoran a la bestia y a su imagen (14:11, 20:15). Estos reyes
devoran sus carnes así como las aves comen la carne de los reyes y los
generales más adelante en la gran cena de Dios (19:17). La
destrucción de Babilonia también coincide con la séptima
plaga (16:17). Los diez reyes reciben autoridad por una hora junto con la
bestia y luchan contra el Cordero (17:14, ver también 19:19 que ubica la
destrucción de Babilonia cerca de la segunda venida de Cristo). Si
Babilonia se toma como el poder eclesiástico, entonces habiendo
conseguido lo que necesitaba de ella, que hiciera que el mundo adorara a la
bestia, ahora la destruye. Milligan, que ve a la mujer como la religión
falsa, da un ejemplo que Juan conocería, donde la iglesia falsa y la
bestia persiguen a la verdadera iglesia pero luego la bestia destruye a la
iglesia falsa. Cuando lo crucificaron a Jesús, Pilato les dijo a los
judíos, "¿A vuestro Rey he de crucificar? Respondieron los
principales sacerdotes: No tenemos más rey que César" (Jn.
19:15). Tenemos un ejemplo de la mujer que monta o controla a la bestia, y sin
embargo en 70 d.C. los ejércitos romanos tuvieron éxito en
destruir a Jerusalén por completo y todos los que estaban en ella.
v. 17 - porque Dos ha puesto en sus corazones el ejecutar
lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta
que se cumplan las palabras de Dios - Ellos, la bestia y los diez cuernos,
son ayudantes dispuestos. Su propósito es hacer guerra contra Cristo y
Su ejército (ver v. 14) pero Dios los usa para llevar a cabo sus
propósito a fin de destruir a la prostituta.
v. 18 - Y la mujer que has visto es la gran ciudad que
reina sobre los reyes de la tierra - En el Antiguo Testamento la dos
ciudades indicadas como "gran ciudad" son Nínive y
Jerusalén, y está también la "gran Babilonia".
La interpretación de la mujer como la gran ciudad, significa Babilonia
(ver 18:2, 10, 21, es decir Babilonia la grande). En el tiempo de Juan era
Roma, un tipo de Babilonia. Roma representa todo lo que es del mundo. Babilonia
gobierna sobre los reyes de la tierra, como lo hacía Roma y todas las
otras ciudades capitales de los imperios del mundo. Probablemente se la coloca
última a fin de presentar la próxima sección sobre su
destrucción. Deberíamos ver a la gran ciudad, que es el mundo,
como una falsificación de la Nueva Jerusalén que es, por
supuesto, la Iglesia. La gran ciudad es una ciudad compuesta. La vimos primero
en 11:8 que es donde yacen los cuerpos de los dos testigos. La ciudad es
llamada figurativamente Sodoma y Egipto donde su Señor fue
también crucificado. También sabemos que estaba ebria con la
sangre de los santos (17:6). La ciudad terrenal gobierna el mundo; la
Jerusalén celestial es gobernada por Cristo (xxxx).
(Ap. 18:1) Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. {2} Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, Ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. {3} Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites. {4} Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; {5} porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. {6} Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble. {7} Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto; {8} por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga.
Como trasfondo hay que ver los siguientes pasajes:
- La Caída de Lucifer descrita en Is. 14:12
- Una endecha contra el rey de Tiro (Ez. 27:1-11)
- Canto de destrucción de Babilonia (Is. 13:19-22)
- Canto de destrucción de Edom (Is. 34:11-15)
- Cantos de destrucción de Babilonia (Jer. 50:39, ver también Jer. 51 que contiene muchos de los pensamientos de Ap. 18:3
- Canto de destrucción de Nínive (Sof. 2:13-15)
v. 1 - Después de esto vi a otro ángel
descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria.
{2} Y clamó con voz potente - El ángel tiene una gran
autoridad delegada por Dios, así como Satanás le dio a la bestia
una gran autoridad. El ángel debe anunciar la caída de la gran
ciudad que es la ciudad de la bestia. La tierra fue alumbrada con su gloria que
viene de la gloria de Dios cuando el ángel estuvo en la presencia de
Dios en el cielo. Así como el rostro de Moisés brilló con
la gloria después de que estuvo en la presencia de Dios. El ángel
es similar en su descripción al de Ez. 43:1-2 donde la tierra estaba
radiante con la gloria de Dios. La gloria del ángel es apropiada a la
grandeza de su anuncio y su autoridad para proclamar la palabra de Dios
relacionada con la caída de Babilonia.
v. 2 - diciendo: Ha caído, Ha caído la gran
Babilonia - El ángel anuncia la caída de Babilonia la Grande.
Esto es una repetición del anuncio del ángel en 14:8 (ver
también Is. 21:9, "Cayó, cayó Babilonia; y todos los
ídolos de sus dioses quebrantó en tierra"). Esto nos
recuerda también de la caída de un antiguo rey de Babilonia,
Belsasar, en Dn. 5:26, "Contó Dios tu reino, y le ha puesto
fin". La repetición de "Ha caído" indica la
certeza del juicio.
v. 2 - y se ha hecho habitación de demonios y
guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y
aborrecible - Después de su destrucción estará
desierta. Esto es ampliado por el ángel en 18:21-24. Ya está
habitada por espíritus inmundos que provocan a los hombres a acciones
impuras (xxxx). Después que el hombre ya no está ahí, los
demonios andan dando vueltas buscando descanso (Lc. 11:24). La
descripción en este versículo es una clásica
descripción bíblica de una ciudad desolada (Jer. 9:11, 50:39,
51:37, Is. 13:29-22, 34:8-15).
v. 3 - Porque todas las naciones han bebido del vino del
furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con
ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus
deleites - El ángel da las razones para su destrucción. Ella
sedujo a las naciones, a los reyes y a los mercaderes para que sean infieles a
Dios (ver también 17:2). Ver Jer. 51:7, "Copa de oro fue Babilonia
en la mano de Jehová, que embriagó a toda la tierra; de su vino
bebieron los pueblos; se aturdieron, por tanto, las naciones." Los reyes
se unen a ella en sus pecados contra Dios. También comparten su poder y
su lujo (ver v. 9). Los mercaderes también se hacen ricos de su deseo de
más y más lujo. Vemos esto ahora en el mundo; los ricos se
vuelven más ricos y los pobres, más pobres. Lo que se condena
aquí es el lujo excesivo. Los mercaderes lamentarán la
pérdida de un comercio redituable (18:11, 15, 23).
v. 4 - Y oí otra voz del cielo, que decía:
Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de
sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas - Esto es claramente
una advertencia a los santos. Hay dos significados aquí. Primero, para
que salgan, en el sentido de separarse de sus pecados; segundo, de huir a fin
de evitar su juicio (ver 1 Cor. 11:32, Jer. 51:6, 45). Así como Lot
huyó de Sodoma antes de su destrucción (Gn. 19:12 ff. ), los
israelitas huyeron de Egipto, el pueblo de Dios huyó de Babilonia (Jer.
51:45) y la iglesia primitiva huyó de Jerusalén para evitar la
persecución antes de su destrucción, así al pueblo de Dios
se le dice que deje Babilonia antes que venga la destrucción sobre ella.
Este es un mandamiento personal de Dios. Esto tiene un eco a lo largo de las
Escrituras, comenzando desde Abraham, al que se le dijo que dejara su tierra
(Gn. 12:1). Estaba esperando una tierra mejor, celestial, y Dios le
había preparado una ciudad para él (Heb. 11:8-16). Esto encuentra
su cumplimiento con la Jerusalén celestial más adelante en
Apocalipsis. Encuentra un eco en 2 Cor. 6:16 donde el pueblo de Dios es llamado
fuera; es decir deben ser un pueblo santo, separado del mundo y de su pecado.
Note que la palabra iglesia en el Nuevo Testamento es ekklesia,
lo que significa una Asamblea de los llamados afuera por Dios. Esto
debería ser leído junto con las advertencias a las iglesias de
Pérgamo (Balaam idolatría, inmoralidad) y Tiatira (Jezabel,
idolatría, inmoralidad) en mente. Los santos no pertenecen al mundo,
pero han sido escogidos del mundo (Jn. 15:19, cf. Stg. 4:4 y 1 Jn. 2:15-17).
v. 5 - porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y
Dios se ha acordado de sus maldades - Así como el hombre
trató de hacer la torre Babel para llegar hasta el cielo (Gn. 11:4),
ahora sus pecados han llegado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus
maldades; no se ha olvidado (cf. Jer. 51:9). En la séptima copa Dios se
acordó de Babilonia la Grande y le dio la copa llena del vino de Su ira
(16:19). Note que esto está en contraste con los santos, de cuyos
pecados Él no se acordará más. (Heb. 8:12, 10:17, Jer.
31:33).
v. 6 - Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble
según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida,
preparadle a ella el doble - En Ex. 22:4 un ladrón debe pagar el
doble de la propiedad que fue robada (v.4, 7, 9). Babilonia debe ser pagada por
sus obras, su castigo debe ser de acuerdo con sus acciones (Jer. 50:29, Sal.
137:8). En Jer. 16:18 se les paga el doble por su pecado de idolatría
(cf. Is. 40:2). De la misma forma que usó la copa de oro para tentar al
mundo a que se aleje de Dios, así será usada para juzgarla (cf.
Ap. 17:2, 4, 18:3, Jer. 25:15, 51;7) y beberá de la copa llena del vino
de la furia de su ira (16:19) que involucra la destrucción de las
ciudades del mundo por un terremoto.
v. 7 - Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en
deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón:
Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto -
Vemos aquí que su castigo es justo. Consigue tanta tortura y
aflicción como la gloria y el lujo que se dio a sí misma.
"dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y
no veré llanto" (cf. Is. 47:5-12). Ella es arrogante, pero Dios lo
ve todo y la juzga como corresponde. La caída de Babilonia se describe
en Is. 47. Esto es también una denuncia de la Reina del Cielo (Jer.
7:18, 44:17). Es también una advertencia a la iglesia de Laodicea que
tenía la misma actitud, y decía, "Yo soy rico, y me he
enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad" (3:17). Juan está
usando a la prostituta para mostrar a la iglesia, especialmente a los
cómodos laodicenses, la verdadera naturaleza de la prostituta. El
cristiano no debe amar al mundo ni las cosas que están en el mundo. El
mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para
siempre. (1 Jn. 2:15-17).
v. 8 - por lo cual en un solo día vendrán
sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque
poderoso es Dios el Señor, que la juzga - El "por lo cual"
se refiere a v. 4-7. El "un día" indica lo repentino de su
juicio. Las plagas son probablemente las siete copas, especialmente la
séptima pero también la quinta. Dios la juzga según sus
palabras "Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré
llanto". Se sienta como una reina y le viene la muerte. No soy una viuda y
le llega el luto. Vivía en el lujo y le llega el hambre. Consigue una
doble porción de su propia copa (v. 6). Dios usa la bestia y los diez
reyes para juzgarla. Ellos comerán sus carnes y la quemarán con
fuego (17:16, Zac. 9:4, Is. 47:9). En Lev. 21:9 el castigo para la hija de un
sacerdote que se vuelve prostituta es ser quemada en el fuego. Finalmente, note
que no importa cuán poderosa es Babilonia, es el Señor Dios el
que la juzga (como lo muestra el ángel con gran autoridad en v. 1) es
más poderoso que ella.
30. 1. Lamento por Babilonia (18:9)
Esto tiene mucho en común con el lamento por Tiro en
Ez. 26 y 27. Babilonia es descrita como una ciudad de poder y de gran riqueza.
En una hora pierde ambos. Ver también Is. 23:1-18 para un lamento sobre
Tiro. Note el triple énfasis dado por reyes, mercaderes y marineros de
la hora de su caída y ruina (v. 10, 17, 19). Este es otro ejemplo del
uso de tres para describir la estructura de la ciudad (cf. 11:8, 16:19,
Milligan). Como la gente ha basado su vida y su esperanza en la mujer que
representa la riqueza y los placeres de esta vida, cuando es destruida su
esperanza desaparece y por lo tanto ellos lamentan su desaparición. Esta
gente estaba enamorada del mundo y de las cosas de este mundo (ver 18:12 ff.) y
por lo tanto lamentan su desaparición (1 Jn. 2:15-17). Esto está
en contraste con los santos que se alegran sobre su destrucción porque
el mundo la persiguió (18:20, 19:2).
Los reyes hacen lamento por su pérdida de poder y
lujo. Los mercaderes y marinero hacen lamento por su pérdida de riqueza
mediante el comercio con las cosas del mundo. Note que los mercaderes llevan a
cabo su comercio por tierra mientras que los marineros comercian en el mar; de
esta forma cubren todo el mundo. Jesús nos advierte que la vida de un
hombre no consiste en la abundancia de sus posesiones (Lc. 12:15 ff.)
30. 1. 1. Los reyes de la tierra hacen lamento (18:9)
(Ap. 18:9) Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio, {10} parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio!
v. 9 - Y los reyes de la tierra que han fornicado con
ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán
lamentación sobre ella - Los reyes compartieron su lujo que ahora es
destruido. Por lo tanto, lloran y hacen lamento sobre ella (cf. Ez. 26:16,
27:35). Le humo de su fuego aparece porque es destruida con fuego (ver
versículo anterior y 17:16). Juan usa una expresión similar,
"humo de su tormento" para describir el tormento de aquellos que
adoran a la bestia (14:11). En 19:3 los santos, los apóstoles y los
profetas que habían sido perseguidos por ella gritan
"¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos".
Note que la bestia, el falso profeta y el dragón son arrojados al lago
de fuego (20:10).
v. 10 - parándose lejos por el temor de su
tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad
fuerte; porque en una hora vino tu juicio! - Los reyes hacen lamento por su
pérdida de poder. Sin ella, su poder se ha ido. Están aterrados
porque se ha ido su seguridad. Habían cometido adulterio con ella y por
lo tanto estaban unidos a ella en su destino (xxxx, cf. aquellos que cometieron
adulterio con Jezabel y que comparten su destino a menos que se arrepientan de
sus caminos, 2:20-23). Los reyes de la tierra son despachados más tarde
(19:19-21). Babilonia ha perdido su poder en una hora, que es el mismo tiempo
que los reyes reciben autoridad como reyes, junto con la bestia (17:12). Su
pena es la pena del mundo, no la pena santa que lleva al arrepentimiento (2
Cor. 7:10). Su pena está totalmente centrada en ellos mismos. Caird
comenta que la hora de persecución (17:12) está equilibrada por
la hora de retribución. Esto supone que los diez reyes son los mismos
que los reyes de la tierra. Debe tenerse en mente también que los diez
reyes ayudan a destruir a la prostituta, así que es improbable que sean
el mismo grupo. Considere el lamento sobre la destrucción de Egipto (Ez.
32:10, "y dejaré atónitos por ti a muchos pueblos, y sus
reyes tendrán horror grande a causa de ti, cuando haga resplandecer mi
espada delante de sus rostros; y todos se sobresaltarán en sus
ánimos a cada momento en el día de tu caída".
30.1.2. Los mercaderes hacen lamento (18:11)
(Ap. 18:11) Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más mercaderías; {12} mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino fino, de púrpura, de seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de mármol; {13} y canela, especias aromáticas, incienso, mirra, olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos y carros, y esclavos, almas de hombres. {14} Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca más las hallarás. {15} Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando, {16} y diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas! {17} Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas.
v. 11-13 - Hay siete categorías de bienes, la
mayoría artículos de lujo:
Tesoros
|
Oro, plata, piedras preciosas
y perlas
|
Telas finas
|
Lino fino, púrpura,
seda y tela escarlata
|
Materiales de
construcción de lujo
|
Todo tipo de madera olorosa,
artículos de todo tipo de marfil, madera costosa, bronce, hierro y
mármol
|
Especias, etc.
|
Cargas de canela, especias,
incienso, mirra y olíbano
|
Alimentos
|
De vino, aceite de oliva,
harina fina y trigo
|
Ganado
|
Bestias, ovejas, caballos y
carros
|
Esclavos
|
Y almas de hombres
|
v. 11 - Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen
lamentación sobre ella, porque ninguno compra más
mercaderías - los mercaderes hacen lamentación no sobre
Babilonia sino porque han perdido su comercio. Sigue una lista de siete partes
de las mercancías que comerciaban los mercaderes.
v. 12 - mercadería de oro, de plata, de piedras
preciosas, de perlas, de lino fino, de púrpura, de seda, de escarlata,
de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto de madera
preciosa, de cobre, de hierro y de mármol - La mujer estaba decorada
con muchas de estas cosas. Estaba vestida de púrpura y escarlata, y
estaba resplandeciente con oro, piedras preciosas y perlas (17:4). Compare con
su descripción dada por los mercaderes en 18:16, "¡Ay, ay, de
la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de
escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas!"
Comerciaban en perlas pero se perdieron la perla de gran precio que les hubiera
dado entrada a la Nueva Jerusalén (Mt. 13:45, Ap. 21:21).
v. 13 - y canela, especias aromáticas, incienso,
mirra, olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas,
caballos y carros, y esclavos, almas de hombres - El vino y el aceite no
fueron dañados por el tercer sello (6:6); el trigo escaseaba y la cebada
no era comerciado por los mercaderes porque es una comida de pobres, no es un
lujo.
v. 14 - Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de
ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca
más las hallarás - "Los frutos codiciados" es
probable que sean aquellas cosas listadas en los versículos anteriores.
Ellos toman nota de lo final de su destrucción.
v. 15 - Los mercaderes de estas cosas, que se han
enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su
tormento, llorando y lamentando - Ellos harán lamentación
porque han perdido la fuente de su riqueza (18:3). Su tormento es ser quemada
en el fuego (17:16, 18:8, 9). Se paran lejos de ella, a una distancia
prudencial de su quema, como hicieron los reyes. Ellos podrían ser los
próximos en unirse a ella en su castigo, ya que se hicieron ricos de sus
lujos.
v. 16 - y diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que
estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba
adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas! - Su riqueza, descrita
en el versículo anterior, se ha arruinado en poco tiempo, una hora (cf.
18:10, los reyes lamentan; 18:19, los marineros lamentan). La hora corresponde
al período de autoridad de los diez reyes, junto con la bestia (17:12)
que la llevan a su ruina (17:16).
30.1.3. Los hombres de mar hacen lamentación (18:17)
(Ap. 18:17) Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas. Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos; {18} y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad? {19} Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido de sus riquezas; pues en una hora ha sido desolada! {20} Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella.
v. 17 - Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y
marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos - Los
hombres de mar se mencionan acá porque complementan a los que comercian
en tierra, los mercaderes. Así, en conjunto, comercian en tierra y en
mar, que es el reino del diablo ("¡Ay de los moradores de la tierra y
el mar!, porque el diablo ha descendido a vosotros...", 12:12). Ellos
hacen lamentación, como los mercaderes, porque han perdido su fuente de
riqueza (Ez. 27:25). Ellos también, como los reyes y los mercaderes, se
paran lejos, aterrorizados por su tormento.
v. 18 - y viendo el humo de su incendio, dieron voces,
diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad - Los
reyes de la tierra también vieron el humo de su incendio (18:9). Ver
también el lamento sobre Tiro en Ez. 27:32.
v. 19 - Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron
voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad, en la
cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido
de sus riquezas; pues en una hora ha sido desolada! - Tomado del lamento
sobre Tiro en Ez. 27:30. Ellos lloran y hacen lamentación por su
pérdida de riqueza más que por sus pecados.
v. 20 - Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros,
santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella
- Compare con Jer. 51:48, "Los cielos y la tierra y todo lo que
está en ellos cantarán de gozo sobre Babilonia, porque del norte
vendrán contra ella destruidores, dice Jehová". En contraste
con el lamento de los reyes, los mercaderes y los hombres de mar, el pueblo de
Dios en el cielo es llamado a alegrarse sobre ella por que Dios la ha juzgado
por la forma en que trató a los santos mientras estaban en la tierra.
Esto es sólo una orden inicial para que los que están en el cielo
se regocijen sobre su destrucción. Sigue una descripción de su
destrucción. Después de esto, en 19:1, el cielo estalla en una
gran voz, gritando la alabanza a Dios porque ha condenado a la gran
prostituta y ha vengado la sangre de Sus siervos. Hay un regocijo similar en el
cielo cuando Satanás es expulsado (12:12). Son los del cielo los que han
sido perseguidos por la gran ciudad. Su sangre ha sido vengada, así que
ahora deben regocijarse. Ella ha muerto a los santos (17:6) y a los profetas
(18:24). Dios finalmente ha reivindicado a Sus siervos, los mártires,
cuando clamaron por justicia y para que su sangre sea vengada (6:9, 19:2). Esta
es la única vez que los apóstoles de Dios se mencionan en este
libro. Se los incluye porque ellos han sido perseguidos también, junto
con los santos y los profetas (Lc. 11:49, Ap. 18:24). Los profetas se mencionan
más que los apóstoles porque hay una tradición más
fuerte de profetas siendo perseguidos (Mt. 5:12). Tanto apóstol como
profeta es un ministerio de la iglesia (1 Cor. 12:28). Dios la ha tratado de la
misma forma que ella ha tratado a Su pueblo. Este principio se ve
también en 18:6, "Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle
doble según sus obras". Es el principio de sembrar y segar (Gal.
6:7).
30. 2. Destrucción final (18:21)
(Ap. 18:21) Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada. {22} Y voz de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti; y ningún artífice de oficio alguno se hallará más en ti, ni ruido de molino se oirá más en ti. {23} Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones. {24} Y en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra.
Note las seis frases que indican la completa
destrucción de Babilonia (Hendriksen):
- Babilonia... nunca más será hallada
- [la música] ... no se oirá más en ti
- ningún artífice de oficio alguno se hallará más en ti
- ni ruido de molino se oirá más en ti
- luz de lámpara no alumbrará más en ti
- ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti
v. 21 - Y un ángel poderoso tomó una
piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo:
Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y
nunca más será hallada - Esto está basado en el rollo
sobre el que Jeremías había escrito todos los desastres que
vendrían sobre Babilonia. El principal camarero, Seraías,
debía leerlo y atarlo a una piedra y arrojarlo al río
Éufrates y debía decir, "Así se hundirá
Babilonia, y no se levantará del mal que yo traigo sobre ella; y
será rendidos" (Jer. 51:60-64). Esto es seguido por la
declaración en seis partes de lo que no se encontrará
más en ella (Ez. 26:21). Esto nos debería recordar también
de lo que dijo Jesús, "cualquiera que haga tropezar a alguno de
estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase
al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del
mar" (Mt. 18:6). El verdadero crimen de la prostituta es que tienta al
pueblo de Dios a pecar.
v. 22 - Y voz de arpistas, de músicos, de
flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti; y ningún
artífice de oficio alguno se hallará más en ti, ni ruido
de molino se oirá más en ti - Compare esto con las palabras
del Señor a Tiro en Ez. 26:13 y a los habitantes de la tierra en Is.
24:8. Contraste la falta de música con los redimidos (14:2) que tocan
sus arpas
v. 23-24 - Luz de lámpara no alumbrará
más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti;
porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus
hechicerías fueron engañadas todas las naciones. {24} Y en ella
se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que
han sido muertos en la tierra - "Luz de lámpara no
alumbrará más en ti" está en contraste con la Nueva
Jerusalén donde la gloria de Dios da luz y el Cordero es su
lámpara (21:23). En la Nueva Jerusalén, el Cordero es el novio y
la iglesia su novia y las voces serán muy evidentes (ver 19:6). Sus
mercaderes eran los grandes hombres del mundo (Is. 23:8) que hicieron lamento
por ella en 18:11-17. Compare esto con las palabras de Jeremías al
pueblo de Judá cuanto estaban por ir a la cautividad porque no
obedecieron al Señor ni escucharon a Sus profetas (Jer. 25:10, "y
haré que desaparezca de entre ellos la voz de gozo y la voz de
alegría, la voz de desposado y la voz de desposada, ruido de molino y
luz de lámpara"). Contraste esto con la bienaventuranza de las
bodas del Cordero (19:9). Esto nos recuerda también de dos juicios
anteriores: en los días de Noé la gente estaba comiendo, bebiendo
y casándose, y el diluvio los destruyó a todos; en los
días de Lot la gente estaba comiendo y bebiendo, comprando y vendiendo,
plantando y edificando (note que no se menciona el casamiento) pero luego
fueron destruidos por fuego y azufre del cielo. Entonces Jesús nos
recuerda que será igual que esto cuando Él venga de nuevo (Lc.
17:26-30). Un ejemplo contemporáneo sería Pompeya, en 70 d.C.
(Sweet). Las razones que se dan para el juicio son:
- Por su hechizo mágico todas las naciones se descarriaron (cf. Nahum 3:4)
- En ella se encontró la sangre de los profetas y de los santos, todos los cuales habían sido muertos en la tierra (cf. las almas debajo del altar, 6:9, y en 19:2 donde es vengada en ella la sangre de Sus siervos (Jer. 51:49).
Nínive era conocida por derramar sangre, por
hechicería y brujería (Nahum 3:4, "a causa de la multitud de
las fornicaciones de la ramera de hermosa gracia, maestra en hechizos, que
seduce a las naciones con sus fornicaciones, y a los pueblos con sus
hechizos". El v. 24 es similar en su pensamiento a Jer. 51:49, "por
los muertos de Israel caerá Babilonia, como por Babilonia cayeron los
muertos de toda la tierra". Nínive y Jerusalén (Mt. 23:37)
son tipos de Babilonia descritos acá por Juan. En ella se
encontró la sangre de los profetas y de los santos. En 17:6 vimos que la
mujer estaba ebria con la sangre de los santos. Ella persiguió a los
santos y consiguió su retribución justa. No es sólo una
perseguidora sino que es responsable por la sangre de todos los que han sido
muertos en la tierra. Así que es mucho más que la iglesia
apóstata; ella representa el deseo de poder y riqueza que hace que las
naciones vayan a la guerra por estos motivos. Ella reina sobre los reyes de la
tierra y es, por lo tanto, en su ambición, responsable de todas las
guerras.
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