sábado, 25 de febrero de 2012

Grimorio de Armadel 2

LA PREPARACIÓN DEL ALMA

Antes de invocar a los espíritus es necesario formar un círculo mágico,
y situarse justo en el centro de éste, después de esparcir el agua sagrada sobre
él, diciendo:
In Nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti.
Réspice in me per Sanctissimos Angelos Tuos in Nomine Jeus
Maria Virginea semper immaculata Nati, et Veritas Tua manet
in aeternum-Amen.
(En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
(Probadme por Tus Santísimos Ángeles, en el nombre de Jesús
hijo de María Virgen siempre Inmaculada, y haz que Tu Verdad
se mantenga eternamente. Amén).
Recordad que el alma debe estar preparada para emprender cualquier
Invocación y Trabajo, con la Castidad, el Ayuno, la Fe, la Esperanza y la
Caridad. Con Conocimiento, Entendimiento y Sabiduría.
(La Oración que se hace siempre antes de un Trabajo)
ORATION SEMPER PRECEDENS ACTUM
(Dirigatur quaese et humillime).
Deprecor Domine Deus Meus Omnipotens in conspectu Tuo
Operatio mea et comittentier mihi et operatione mea
sanctissimi.
Ad Majorem Nomini Tui gloriam, edificationem et utilitatem
proximi mei. Amén.
(En Tu Vista Señor Dios Omnipotente, ruego por mi Trabajo,
para que todos los Nombres Sagrados se hagan cargo de mi y de
mi Trabajo.
En la Gloria de Tu Nombre Mayor, y por la edificación y
provecho de mi prójimo. Amén).



Santi Andrea et Thoma circumvallate me.
Sancte Michael auxiliate omnibus operationibus meis quoniam
quis sicut Dominum Virtutum et nullus certe ni ni solus deus
meus magnus et terribile super omnes qui in exercitu ejus sunt
ideo enim voto voverint domino Deo meo Jesu me possidents et
circumvallante gratia sua et dominus Deus Jesus imposita mihi
Lege sua sit mihi semper a cuntis diebus et momentis vitae
meae in patrem et deum meum-et si vere Emmanuel amabilis.
Sancte Petre al glorium et utilitatem proximi ure in me omnes
iniquitates meas.
Sante Paule obviam este deprecationis meae.
Confitebor Jesu tibi Christi rex Aeternae gloriae verbum caro
factum est, ex Maria de Spiritu Sancte te humillime deprecor
per vulnere tua sanctissima quae sunt fons regenerationis
mostrae in fide et charitate per delectissimam Marium Matrem
tuam semper immaculatam et omnes sanctes tuos ne impediar
opere ad mortem justificari in fide et charitate quoniam fides
sine operibus mortua, non nobis domine non nobis sed nomini
tuo, nequando dicant gentes ubi est.
(Santa Andrea y Santo Tomás, rodeadme.
San Miguel auxíliame en todas mis operaciones, Tú cuya virtud es igual
a la del Señor, y asegúrate que ninguno de los otros dioses magnos y
terribles se encuentran en su ejército, y eleva mis votos hasta Nuestro
Señor Jesucristo, para que El me imponga su Ley todos los días de mi
vida y me rodeé con su gracia, como mi Padre y mi Dios, y sea así mi
verdadero y amabilísimo Salvador.
San Pedro en la Gloria y benefactor de mi prójimo, haz que ardan todas
mis iniquidades.
San Pablo, se propicio a mis suplicas.
Te confieso Jesucristo, Rey de la Gloria Eterna, Verbo hecho carne por
María y el Espíritu Santo, humildemente, por tus Sagradas Maravillas
que son la Fundación de nuestra Regeneración en la Fe y en la Caridad,
por Tu delicadísima Madre María, siempre Inmaculada, y por todos tus
Santos, que no interferirán en mi trabajo, que justificaré hasta la muerte
en fe y Caridad, hasta que la Fe sin el trabajo muera. No a nosotros,
señor, no a nosotros, si a Tu Nombre, cuando la gente diga: ¡Este es
El!).

LA MAGIA DE ARMADEL
Tomando en cuenta que ya poseemos la explicación del círculo mágico,
el cual hemos de emplear para la Invocación de los espíritus, con el fin de
escapar a la malicia y de los peligros que ellos emanan, procederemos a
prepararnos espiritualmente, para que tu mismo te encuentres listo en los
servicios del espíritu que deseas asumir, y así mismo comprendas el poder que
éste tiene, y como puede él corresponder a las demandas que le propongas.
Al llegar a este punto, es menester que te coloques en el medio del
círculo, y desde allí protagonizarás la operación; fuera del círculo trazarás el
Sello Secreto del espíritu que llamas a tu servicio. El círculo deberá estar
correctamente formado, de acuerdo a las instrucciones recibidas y aprendidas.
Una vez hecho esto, en el centro del círculo, y después de haber recitado el
Padrenuestro, el Ave y el Credo, deberás repetir el siguiente conjuro:

CONJURO
Omnipotens Aeterne Deus, Qui totam Creaturam condidisti in
laudem et honorem tuum, ac ministerium hominis, oro ut
Spiritum de ordine mittas, qui me informal et doceat quo illum
interrogarevo, non mea voluntas fiat, sed Tua, per Jesum
Christum Filium Unigenitum. Amen.
(Omnipotente y Eterno Dios, a Quien todas las criaturas
comprendidas adoran y honran, ministerio del hombre, ruego a tu
Espíritu de ordenada emanación, que informe y enseñe la luz en
este interrogatorio, no a mi voluntad, sino a la tuya, por
Jesucristo Hijo Unigénito. Amén).
Este conjuro es válido en cualquier idioma, si bien es cierto que se le
adjudica mayor fuerza al ser pronunciado en latín.


INTERPRETACIÓN Y UTILIZACIÓN DEL CONJURO
¡Oh Eterno y Ominipotente Dios!. Tu que has creado a cada uno de los
seres para Tu propia alabanza y honor, y para el Ministerio del Hombre, te
ruego que mandes hacia mi el espíritu (aquí hay que dar el nombre del espíritu
invocado) de la Orden (aquí se debe mencionar la Clase y Orden a la que
pertenece el espíritu), quien me informará y enseñará, acerca de todas aquellas
cosas que le demande, y nunca bajo mi voluntad sino por la tuya, a través de
tu Unigénito Jesucristo. Amén.

EL PERMISO PARA RETORNAR
Quia Placide et quiete venisti, et hac petitione mihi respondisti,
ago Deo gratias in Cujus Nomen venisti, ite in pace ad loca tua
et rediturus ad me cum te vocavero per Christum Dominum
nostrum. Amén.

TRADUCCIÓN DEL PERMISO PARA RETORNAR
Viendo la apacibilidad y quietud con que has venido, y viendo
que has respondido a mis peticiones, doy gracias a Dios, en
nombre de Quien tú has venido. Retorna pues a tus habitaciones,
y mantente dispuesto a venir nuevamente cuando te llame en
cualquier tiempo. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén.
Después de haber repetido esta conjuración tres veces, sí resulta que el
espíritu no se ha hecho patente, deberás repetir tres veces el siguiente conjuro.
Y estas conjuraciones, deberán ser escritas en un pergamino virgen, junto con
el Permiso para Retornar.
(Aunque el texto parece un poco confuso es obvio que el primer conjuro
pertenece a la parte más antigua del texto, así como el Permiso para Retornar,
mientras que el segundo conjuro, es una añadidura posterior, como veremos
ahora, ya que además de no estar escrito en latín, mezcla a los dioses griegos
con los dioses hebreos).

EL CONJURO
(Que sirve en caso de que el anterior falle).
Yo (aquí dices tu nombre propio) te Conjuro a ti ¡Oh Espíritu! (aquí
debes decir el nombre y la orden a la que pertenece el espíritu), por la
grandeza de los Sagrados Nombres Divinos de Dios, por los cuales te
demando que aparezcas inmediatamente ante mí en agradable forma y sin
ruidos, y sin nada que pudiera injuriar a mi persona, para que respondas a todo
aquello para lo que te requiera; y te conjuro por el Grandioso Nombre del Dios
Viviente, y por estos, Sus Nombres Sagrados:

EL ELOHIM ELOHO ELOHIM SEBAOTH ELION EIECH
ADIER EIECH ADONAY JAH SADA Y
TETRAGRAMMATON SADAY AGIOS O THEOS
ISCHIROS ATHANATOS AGLA.
Amén.
Después de haber pronunciado este conjuro tres veces seguidas, es
necesario hacer lo mismo durante tres días continuos, en el mismo lugar y a la
misma hora.
Y cuando tu deseo sea satisfecho, y una vez que hayas obtenido del
espíritu lo demandado, deberás permitirle regresar y partir de ti, diciéndole:
“¡Ve en Paz al lugar de donde has venido, y que te ha sido destinado
para toda la Eternidad; que haya paz entre vosotros y nosotros!”.


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