Los Roba Grasa
(esta es nueva)
(esta es nueva)
En Perú hay muchas leyendas urbanas como leyendas históricas, yo les voy a contar una leyenda urbana, pero que se remite a la realidad, pues son hechos que sucedieron, mas o menos por los años 60 y 70 en la sierra peruana, donde los pequeños pueblos estaban alejados de las grandes ciudades y la población se dedicaba a la y el pastoreo y muchas de las personas eran ingenuas y sumisas.
Empezó a suceder algo espantoso, comenzaron a haber desapariciones entre los pobladores, primero el vecino del costado, luego la fulana de la esquina, así sucesivamente, tanto así que se podía contar que entre una familia había entre dos a tres miembros que habían desaparecido, por ser alejados estos pueblos no recibían la ayuda necesaria del estado y también le era ajeno el problema, hasta que una persona descubrió la forma como desaparecían los pobladores y hacia donde iba a parar
Una noche de tormenta un hombre llegaba cansado de laborar todo el día en la chacra, se había hecho tarde y la lluvia lo había agarrado desprevenido, con la ropa empapada y con el frio que calaba hasta los huesos aguardaba el paso pues calculaba aún una media hora para llegar a su destino, la noche le absorbía la visión y divisaba a dos pasos delante de el cuando de pronto sintió una presencia detrás de él, no veía nada pero sentía esa sensación, apuró el paso y la también lo hacia, empezó a correr y la sombra corría hacia el, desesperado y exhausto tropezó y la sombra se le vino encima y le golpeó la cabeza.
Cuando abrió los ojos sentía sus manos maniatadas y adormecidas, aún tenia el chorro de sangre que ya se secaba en su mejilla por el golpe, estaba en una lugar semis-oscuro y a su alrededor unos murmullos y risas chillonas se entremezclaban con gemidos, intentó liberar sus manos pero apretaba fuerte la soga con el que había sido maniatado, al acomodarse y sentarse sintió el piso húmedo como fangoso y un olor rancio y podrido, repto a la luz y sintió los chillidos mas fuertes, se incorporó mareado y se dio cuenta que estaba en una cueva y que unos lamparines agónicos alumbraban dentro de la profundidad.
Al ver con mayor claridad, pues su iris se había acostumbrado a la luz de la cueva, vio algo espantoso, en la cueva colgados como ropa recién lavada habían muchos cuerpos, algunos decapitados, otros sin las extremidades, desollados, había cuerpo de niños, de jóvenes mujeres, muchos de ellos conocido, su cuerpo se crispó, mas aún al sentir el grito espantoso de una mujer que aún viva le desollaban y le quitaban pacientemente la grasa de su cuerpo, con la fuerza que le quedaba y aprovechando que no lo veían buscó la salida, pues los de adentro lo creían aun desmayado, por suerte encontró la salida y corrió y corrió y llegó a su pueblo, contó todo lo que había visto, la gente indignada se juntó, con antorchas y armadas con lo que tenían en mano llegaron a la cueva, con temor entraron, encontraron todo lo que había descrito el que escapó, los cuerpos colgados y desollados, habría mas de cien cuerpos mutilados, y el piso era un río pegajoso de sangre y resbaladizo, están los lamparines el cuerpo aún tibio de la última persona que habían desollado, pero no encontraron a nadie mas.
Mucho después se descubrió la verdad, llegó la prensa por fin la policía y personal calificado, descubrieron que los cuerpos tenían todos sus órganos menos la grasa, grasa humana, a estos hombres se les conoció posteriormente como "Pichtacos" eran desalmados enfermos que se dedicaba al tráfico de la grasa humana con fines comerciales, hasta ahora se habla de los pichtacos y quedó grabada en la mente de los peruanos como una de las tantas leyendas urbanas.
La Herencia del Abuelo
Hace mucho tiempo existía en un pueblo una chica llamada Magdalena. El abuelo de dicha chica padecia cáncer y los médicos decían que no viviría mucho tiempo.
El anciano hizo el testamento y dejó parte de herencia a Magdalena. El día de la muerte Magdalena se puso muy triste pero como ponia en el testamento, tuvo su parte de herencia, la cual era una muñeca de porcelana.
Para ser sinceros a Magdalena no la gustó nada la muñeca y terminó tirándola a la basura. Por dentro se sentia triste por rechazar de ese modo la herencia del abuelo y queria recuperarla. Por la noche, cuando se acostó vio la muñeca dentro de su cama y al lado de ella habia una nota en la que ponía: "La herencia del abuelo".
Un vaso con agua por favor
Un grupo de amigos de no mas de 10 años estaban jugando en la casa de uno de ellos . Suena el timbre y uno de ellos atiende la puerta, era una niña de no mas de 8 años que pasó a pedir un vaso con agua, el niño amablemente fue a la cocina para buscar un vaso y dárselo pero al regresar la pequeña ya no estaba.
Tres días después suena el timbre, el niño abre la puerta y era la misma niña de la otra tarde, le preguntó por que se había ido pero ella no le respondió, le pidió un vaso con agua. El niño algo confundido fue a buscar lo pedido pero al volver se dio cuenta que no estaba, el ya creía que era un chiste y cerró la puerta con furia.
5 minutos mas tarde vuelve a sonar el timbre pero esta vez era una mujer llorando, le preguntó a el si había visto a su hija, ella le mostró una foto de la niña que venía a pedirle el vaso con agua y el niño sorprendido le cuenta que la vio, al parecer llama la policía al teléfono de la mujer informándole que encontraron su cuerpo y ella sin decir nada se retira de la casa.
Al día siguiente el jugaba con sus amigos como todos los fines de semana. Otra vez se escucha el timbre, quién era?, La niña pidiendo el vaso con agua el va a buscar el vaso y encuentra a su peluche con un cuchillo clavado en él, asustado tira el vaso y cuando vuelve la niña no estaba, cierra la puerta y sube alterado a su habitación con sus amigos pero, cuando llega, ellos ya no estaban allí. Miró por las ventanas para ver si se habían ido pero se dio cuenta que sus ventana se volvieron de plástico y al cerrarse la puerta aparece ella...
Detras de la Pantalla
"No creas todo lo que dicen", muchas veces somos victimas de lo que vemos o escuchamos, caemos totalmente en las mentiras de la gente. A veces aprendemos la lección y no volvemos a caer en la misma trampa, otras veces, seguimos haciéndolo sin darnos cuenta de cual fue el error. ¿Pero que pasaría si después de aprender la lección, alguien te demuestra que no todo lo que ves es falso?
Mi nombre es Isabel, pero prefiero que me llamen Bel para acortarlo. Soy una niña normal de 16 años que le gusta pasar un buen susto de vez en cuando, por eso suelo buscar por Internet algún relato que me erizó los pelos, pero después de haber leído tantos deje de creer en ellos, y perdieron su gracia poco a poco.
Un día, encontré una extraña leyenda urbana que decía que si te metías a cierta pagina a cierta hora, una mujer te vendría a visitar y te arrancaría los ojos. Por supuesto, yo no creí en esa historia, "ya no saben que inventar" me dije, y lo deje. Se lo pasé a una de mis amigas, pareció entusiasmarle, y me retó para que hiciera lo del relato. Mi ego no me permitía quedar mal parada en ese reto, así que acepte, y me vi forzada a estar sola frente a un monitor, con las luces apagadas, a media noche y a punto de entrar a esa pagina. Debo admitir que me dio miedo, ¿Y a quien no? Espere los segundos exactos para entrar a esa pagina, y al ver los cuatro ceros en la hora del monitor, apreté el botón "actualizar" del navegador.
"Esta pagina Web no esta disponible"
¿Lo habré escrito mal? Antes de que se acabara el minuto de la media noche, lo intente varias veces y nada, aparecía otra pagina, un error, nada, ¡Nada! Esa supuesta pagina no existía, solo era una leyenda urbana.
Luego de hacer una foto para que mi amiga me creyera que cumplí con el reto, me puse a dormir como siempre. Al día siguiente, le mostré la foto y me gane la admiración de los que no se atrevieron a entrar, pero uno de ellos parecía no importarle, no era que el también lo hubiese hecho, sino que decía que yo realmente no había demostrado nada, ya que eso no era "real".
"Haz oído hablar de ¿La noche de los que lloran?" dijo, me dio un papel con la dirección de una pagina Web muy extraña, estaba escrita con letras y números, no podía entender lo que decía. Bajo la dirección habían unas instrucciones, decían que debía entrar con las luces apagadas, a media noche y totalmente sola. "Clásico" me dije, esto no era nada nuevo para mi, luego de leerlo varias veces, vi una frase que no había visto antes ya que estaba con una letra muy pequeña "Debes entrar completamente sola", me extrañe, al parecer era importante ese punto, como sabia que solo era una leyenda urbana solo lo arrugue y lo guarde dentro de uno de mis bolsillos.
Tiempo después, vi una noticia realmente extraña en la televisión, una persona había muerto frente a su computador, cualquiera diría que no tenia nada de especial, si no fuera que esa persona tenia medio cuerpo pegado a la pantalla del monitor "Es como si alguien hubiese roto el vidrio de una ventana y lo hubiese tirado de los brazos desde adentro, para luego volver a poner un vidrio en medio de su cintura y dejarlo atrapado", nunca había visto algo así, pero lo que luego oí fue lo que me dejo petrificada "Luego de buscar el historial en su equipo, descubrieron que la ultima pagina en la que se había metido fue una extraña Web hecha de números y letras, nadie sabe aun su significado".
Al instante recibí una llamada, era mi mejor amiga diciendo que vendría corriendo a mi casa. Cuando la veo llegar, llega desesperada diciendo que había encontrado algo "Fascinante" que yo debía ver. Entramos a mi habitación y se puso a buscar en Internet la dirección que me había dado esa persona, aparecieron un montón de foros y otras paginas en que alertaban a la gente "No entre a esa pagina" "No se arriesgue" "Mi tío se murió por culpa de esa pagina", millones de personas tratando de que nadie entrara a esa pagina Web.
"¿Y tu crees que si a ellos les hubiese pasado algo malo, estarían allí alertando a los demás?" Nadie dijo nada acerca de que era lo que uno veía al entrar a esa Web, ni porque estaba escrita de esa forma.
No pude evitar sentir miedo al ver todas esas advertencias, mi amiga parecía muy entusiasmada "¿Que tal si probamos nosotras esta noche?". Cuando dijo eso, asentí al instante, como un acto reflejo, trate de negarme de inmediato, pero me siguió insistiendo, no me quedaba otra, debía asumir y entrar en esa pagina.
Esperamos que se hiciera de noche y nos pusimos a probar entrar en esa pagina, comprobamos varias veces que estuviera bien escrito, pero solo aparecía un mensaje de error "Esta pagina Web no esta disponible". Quizá fuese como la otra Web, donde solo se podía entrar a medianoche. Una vez que vimos los cuatro ceros, entramos a la pagina. Solo había un fondo negro, y unos números en la esquina inferior derecha de la pagina. No había ningún botón que nos llevara a la pagina siguiente, nada, solo esos números que subían muy lentamente.
Mi amiga empezó a desesperarse, chiqueó como loca toda la pantalla, pero solo logro soltar el pequeño botoncito del mousse, que lo tenia fallando desde hace mucho tiempo "Vaya porquería de pagina", dice, y se levanta, dejándome sola en la habitación, antes de que saliera, tomo el mousse para buscar si había algo que ella no logro encontrar, y cuando paso el puntero sobre los números, aparece un mensaje escrito en blanco en medio de la pantalla.
"B13NV3N1D0"
Llame a mi compañera para que viniese a ver lo que había encontrado, volvió corriendo y se sentó a mi lado como estábamos antes. chiqueó el mensaje y nos llevo a una nueva pagina, tenia también el fondo negro, y había un pequeño mensaje en el centro que decía algo así como "¿H45 V3N1D0 C0MPL3T3T4M3NT3 S0L4?", y dos opciones abajo que ponían "si" o "no". Mi amiga ni siquiera me preguntó, puso "Si", apareció otra pantalla completamente en negro, y se quedo allí por bastante tiempo. Nos miramos por un rato, tratando de adivinar que era lo siguiente, pero un chillido ensordecedor nos hizo devolver la vista a la pantalla, solo había un mensaje que decía "¿P0RQU3 M13NT35?", nos llevamos las manos a los oídos, mi amiga suplicaba que apagara los parlantes, pero yo siempre los tengo apagados, me puse a buscar una manera de apagar el sonido, trate de cerrar la pagina, pero el botón "X" no estaba, apreté el botón de apagado, trate de desconectar el computador, pero el chillido no cesaba, Tratamos de salir de la habitación, pero el chillido era tan fuerte que apenas podíamos mantenernos en pie, cuando el chillido cesó, una imagen apareció en la pantalla, mi amiga, que aun estaba sentada frente al monitor, se puso a gritar.
Era la imagen de una persona, tenia la piel muy blanca, no tenia cabello ni boca, pero de alguna manera parecía que estuviese sonriendo. Mi amiga trato de levantarse y salir corriendo, pero lo que vi a continuación fue lo que no es posible explicar con palabras. El extraño ser saco ambos brazos por la pantalla del monitor y tomo a mi amiga de los suyos, la empezó a tirar hacia adentro, yo trate de ayudarla, la tome de la cintura y trate de mantenerla conmigo, pero solo logre mantener sus piernas fuera, la pantalla se puso en negro nuevamente, y se quedo allí, con medio cuerpo fuera de la pantalla. había dejado de patalear, ya no se movía. Me di la vuelta para ver si el resto de su cuerpo estaba al otro lado de la pantalla, nada, no había nada detrás del monitor, era como si una trituradora la hubiese destrozado. Salí corriendo a buscar ayuda, nadie me creyó lo que vi.
¿Y quién me iba a creer?
Luego de muchos años, comprendí que hay cosas inexplicables en este mundo, y algunas cosas que no tienen por que ser ciertas. Desde ese día, cada vez que encendía el monitor, recordaba las escenas que vi ese día, pensaba en lo que pude haber hecho y no hice para ayudarla, que pude haber tomado en serio las advertencias que me dieron...
Una vez me dijeron que no todo lo que decían era cierto, que no todo lo que mostraban era real.
...Ahora debo vivir con las consecuencias.
PD:averigue el link,si quieren se los doy,la leyenda es verdad entre a las 0000 y aparecio una cosa toda demoniaca sin ojos ni nariz toda palida y ahi sali corriendo del cuarto
La Chica del Baile
Era la década de 1960 aproximadamente, en Argentina, la ciudad de Buenos Aires, un chico salió a bailar y conoció a una chica, al salir del baile, hacía frío en la calle, entonces como la chica no tenía abrigo, el chico le dió el abrigo de él, y le dijo que al otro día pasaría por la casa de la chica para buscar el abrigo, ambos se fueron a sus casas.
El otro día, a la mañana, el chico pasó por la casa de la chica, tocó el timbre y salió la madre de la chica, y le preguntó que necesitaba o a quién buscaba, el chico le dijo hola, busco a una chica que salió a bailar anoche y como hacía frío le preste mi abrigo, creo que su nombre era, emmm, ¿Romina? .
La mujer se quedó mirándolo y le dijo Romina se llama mi hija .
El chico se arregló el pelo y le preguntó ¿ella está ahora? .
La mujer lo miró con cara de no entender nada y le dijo mi hija murió hace 5 años en un accidente automovilístico, está enterrada en el cementerio de la Recoleta .
El chico la mira boquiabiero y le dice ¿es broma? .
La mujer entra a la casa y le da un papelito donde decía un número y letra de tumba.
El chico, asustado, se va corriendo al cementerio, busca la tumba de la chica, y mira una lápida que decía "Romina Lucero" Nacida el 20/06/1941 Muerta el 06/10/1955, y colgada de la lápida, el abrigo del chico...
El arbol de la niña
Respecto a la leyenda de la chica de la curva, hay una versión conocida en una comarca de Tarragona que vuela sobre las mentes de los adolescentes.
En el tramo que comprende Les peces-Albinyana, hay un árbol conocido como "el arbol de la niña"
Hay varias versiones y se asemejan a las citadas en su relato.
Una es que iban dos chicos en una moto y al pasar por la curva donde se encuentra el árbol creyeron ver una chica ahorcada en él, tuvieron un accidente por el impacto y quedaron malheridos falleciendo poco después (llegan a decir que lo que colgaba no era nada más que una bolsa de basura...) (también se dice que era una chica a la que habían violado, cosa que la gente se cree menos).
Otra versión es que esa chica aparece de vez en cuando porque dicen que murió ahí.
Tengo que añadir que es un tramo que muchos adolescentes realizan andando en verano bien entrada la noche.
Nunca más ha pasado nada y creo que nadie tiene pruebas sobre lo que ocurrió diciendo que sólo es una leyenda para asustar a los chicos, pero la gente sigue teniendo mucho respeto a esa curva y a ese árbol y son muy pocos los que se atreven a ir solos andando por la noche por esa carretera (los que lo hacen procuran no mirar).
A mi alcance no están los medios necesarios e incluso la ignorancia me impide investigar los hechos, por lo que alguna vez me gustaría saber si realmente fue cierta esa historia...
El Silbon
Cuenta la leyenda que El Silbón recorre la región llanera con un silbido que estremece al ser escuchado. Confunde, pues cuando se escucha cerca es porque está lejos, y viceversa.
La señal confirmatoria de que el espíritu ronda el vecindario es un característico ruido de huesos que chocan unos con otros.
Se cree que los lleva en un saco, al hombro. Unos piensan que son los huesos de sus víctimas más recientes; otros, que pertenecen a su propio padre.
Para cuando se alcanza a oír el "craccrac", sin embargo, tal vez es demasiado tarde.
Cuentan que hubo una vez un joven que descubrió que algo extraño estaba pasando entre su padre y su esposa.
Unos dicen que el viejo le pegó a la joven. Otros sostienen que la violó.
"Lo hice porque es una regalada", fue la explicación que el viejo dio a su hijo.
La leyenda sigue con que el joven estalló en furia, y se enfrascó en una pelea a muerte con su padre.
De los dos, el padre llevó la peor parte. El joven le asestó un fuerte golpe en la cabeza con un palo, que lo tumbó en el suelo, donde el hijo se le abalanzó y lo ahorcó.
El abuelo del joven, que escuchó de la pelea, fue en busca de la víctima, a todos los efectos, su hijo. El abuelo juró castigar al joven, su propia carne y sangre, por el horrendo crimen que había cometido... contra su propia carne y sangre.
Poco tardó en encontrarlo. Entonces lo amarró y le propinó una andanada de latigazos con un "mandador de pescuezo", típico del llano.
"Eso no se le hace a su padre...Maldito eres, pa´ toa´ la vida", le decía.
Para completar la sanción, le frotó ají picante en las heridas y echó al perro de nombre Turéco para que lo persiguiera. Hasta el fin de los tiempos le muerde los talones.
Versión 1 del Silbón
Hay otra versión sobre los orígenes de El Silbón, pero no es más "amable".
El Silbón era un joven consentido, a quien un día se le antojó comer "asadura" de venado (el hígado, el corazón y el bofe del animal).
Para complacerlo, su padre fue de cacería. Pero la jornada estuvo mala. Como se tardaba, el joven salió a buscarlo. Cuando lo halló con las manos vacías, decidió matarlo y sacarle la "asadura".
El abuelo juró castigar al joven, crimen que había cometido.
El hijo entregó las entrañas a su madre para que se las cocinara. Como no se ablandaban, la señora sospechó y avisó al abuelo.
El látigo, el ají y el perro entran a escena igualmente en esta historia. Son las armas con las que el llanero se defiende de El Silbón, pues huye de ellas como de la peste.
Se cree que le succiona el ombligo a los borrachos. Y que para con los mujeriegos, no tiene piedad: que cuando tropieza con uno, lo vuelve pedacitos y le saca los huesos.
Reservito
Durante primavera, la zona de costanera sur suele ser uno de los paseos más populares del domingo. Las familias y grupos de amigos concurren allí en busca del contacto con la naturaleza, que en Buenos Aires resulta muy difícil de conseguir. En ese lugar se encuentra la Reserva Ecológica. Se trata de un predio, antiguamente bañado por las aguas del Río de la Plata, que fue ganado a dicho curso fluvial a base de relleno de escombros y tierra traída de otras partes de la ciudad. Hoy, es un área protegida, que recrea el ecosistema que hallaron los colonizadores españoles cuando arribaron allí. Consta de una gran variedad de árboles y plantas, y algunas lagunas. Unas cuantas especies animales habitan en esa franja costera, la mayoría son aves autóctonas, y también, aunque en menor numero, hay mamíferos. Estos últimos han dado origen a una leyenda muy difundida entre los visitantes que surcan los senderos de la reserva. La misma asegura que al caer el sol, un extraño animal de características mitológicas, quizás familiarizado lejanamente con el lobo, recorre errante todo el sitio en busca de carne fresca. Este tipo de leyendas produce efectos muy disímiles entre la gente. Están los que no creen, los que no saben si creer o no, pero por las dudas se van a la hora del crepúsculo, y están los que quieren quedarse para ver con sus propios ojos si existe tal ejemplar. A esos últimos, pertenecía el grupo de tres amigos que esa tardenoche decidió permanecer allí, a la espera de que apareciera el animal conocido como: “Reservito”. Sobre la manera en que “Reservito” llegó a la costa de la ciudad existen varias teorías y conjeturas, pero la más aceptada es que bajo por el Paraná, flotando en uno de esos montículos de troncos y ramas que ese río arrastra desde el litoral. A que especie pertenece es un misterio. Quienes lo han visto, lo describen como una mezcla de can y roedor, con algunos rasgos de anfibio.
Al atardecer, el cielo se puso rojizo, mientras unas nubes grises se acercaban amenazantes, rodeando a la luna llena que colgaba baja, cerca de la gente que comenzaba a abandonar la reserva. Los tres amigos no le prestaron mayor atención a esa situación meteorológica. Habían planeado quedarse y averiguar todo lo que pudieran acerca de “Reservito”, y no estaban dispuestos a renunciar a ese propósito por culpa de una tormenta, aun sabiendo lo torrenciales que suelen ser estas en primavera. Entonces, sin cambiar de parecer, y siguiendo al pie de la letra su plan, se escondieron en unos pastizales, con el fin de no ser advertidos por los guardias que patrullaban el predio. Junto con ellos también ocultaron sus bicicletas, acostándolas sobre la grava, que era suficiente para cubrir totalmente esos rodados. Una vez que se percataron de que eran las únicas personas en ese lugar, iniciaron la búsqueda. El pronunciado descenso de la temperatura y la oscuridad reinante, impregnaban la atmósfera con un aire tenebroso. Los muchachos decidieron separarse y, portando cada uno una linterna, encararon por cuenta propia la tarea de hallar a “Reservito”.
Ahora las nubes tapaban completamente la luz de la luna. Los caminos zigzagueantes no se diferenciaban en nada uno de otro. El silencio se imponía en todo el terreno. Hasta que Pablo, uno de los muchachos, oyó un sonido proveniente de la maleza. Apuntó su linterna hacia allí, y vio algo moverse. Bajó de su bicicleta y se internó en ese sector, para investigar de qué se trataba lo que acababa de oír. Pero dio un paso en falso.
Es sabido que en la reserva los pastizales están más bajos que los caminos, y que, por lo tanto, suelen acumular agua, haciendo que se formen zonas realmente cenagosas. En pocos minutos sus piernas se enterraron en el lodo. En vano gritó pidiendo auxilio; sus amigos estaban muy lejos de ese lugar. Para colmo, los alaridos que emitió en forma desesperada, lograron alertar a “Reservito”, el cual se acercó sigiloso, dueño de una gran destreza para moverse en el lodazal; sus dedos unidos por una piel membranosa le daban esa cualidad.
Cuando sus amigos volvieron a ver a Pablo, éste ya no vivía. La bicicleta estaba sobre el camino, y dentro del pastizal había pedazos suyos por todas partes.”Reservito” devoraba esos trozos de carne humana y, al notar que los otros dos muchachos lo observaban, intentó atacarlos. Rápido de reflejos, uno de ellos prendió fuego una rama y se la arrojó al animal. Enseguida el fuego se extendió por todo ese sector, y los dos jóvenes lograron escapar. Después llovió, y el agua caída del cielo apagó el incendio, que de otra forma hubiera reducido a cenizas al resto de la vegetación. Dicen que “Reservito” sobrevivió.
El Anciano de la Casa Blanca
Habia una vez un hombre que vivia en una casa blanca en cierta aldea y lo sabia todo sobre todos los que vivian en dicho lugar.
En la misma aldea vivia una mujer que tenia una hija de nombre Sally. Un dia le dio a Sally un par de guantes amarillos, amenazándola con matarla si los perdia.
Sally estaba muy orgullosa de sus guantes pero era tan descuidada que perdió uno de ellos. Después de haberlo perdido, la muchacha recorrió una hilera de casas de la aldea, preguntado en cada puerta si habian visto su guante. Pero todos contestaron negativamente y le dijeron que buscara al anciano que vivia en la casa blanca.
Asi que Sally se dirigió a la casa blanca y le preguntó al anciano si habia visto su guante. El anciano le dijo:
Yo tengo tu guante, te lo daré si me prometes no decirle a nadie donde lo has encontrado. No lo olvides: si se lo cuentas a alguien, te sacaré de la cama cuando den en el reloj las doce de la noche.
Y le devolvió el guante a Sally.
Pero la madre queria saber como habia perdido el guante y preguntó:
¿Dónde lo encontraste?
No me atrevo a decírtelo, contestó Sally, pues si lo hago el anciano me sacará de la cama a las doce en punto de la noche, ante esto su madre replicó:
Atrancaré todas las puertas y cerraré todas las ventanas. Luego hizo que Sally le contara dónde habia encontrado su guante.
Asi que la madre de Sally atrancó todas las puertas y cerró todas las ventanas. Sally se acostó a las diez en punto y se puso a llorar. A las once comenzó a gritar en voz alta y a las doce oyó una voz que le susurraba al oido pero que poco a poco aumentaba su intensidad:
Sally, estoy subiendo el primer escalón
Sally, estoy subiendo el segundo escalón
Sally, estoy subiendo el tercer escalón
Sally, estoy subiendo el cuarto escalón
Sally, estoy subiendo el quinto escalón
Sally, estoy subiendo el sexto escalón
Sally, estoy subiendo el séptimo escalón
Sally, estoy subiendo el octavo escalón
Sally, estoy subiendo el noveno escalón
Sally, estoy subiendo el décimo escalón
Sally, estoy subiendo el undécimo escalón
Sally, estoy subiendo el duodécimo escalón
¡¡Sally, estoy a la puerta de tu dormitorio!!
¡¡¡SALLY, TE HE COGIDO!!!
El Espiritu del niño muerto
"Cuando ocurren cosas, normalmente es a una persona o un grupo de personas compartiendo la misma experiencia, pero esto que voy a contar sucede en un pueblo, y ocurre a todos sus habitantes, los cuales ya están acostumbrados... Pero yo, como visitante, y mis primas, hemos vivido unas experiencias que a la gente de allí les parece "normales".
Fuimos a ese pueblo donde mis tíos tenían en las afueras una casa cerca del pantano. Para ir al pueblo tenías que seguir un camino de tierra durante cuatro kilómetros hasta llegar.
Como en la casa de noche nos aburríamos, mis tíos nos acercaban al pueblo en coche para que pasáramos allí unas horas con los chicos del pueblo. Era verano y las noches invitaban
a pasarlas hablando y disfrutando de compañía.
Los chicos del pueblo al principio nos parecían muy fantasiosos o que nos querían meter miedo. Decían que algunas noches se oía el gemido de un niño pidiendo ayuda... pero no venía de ninguna parte, sino de todo el pueblo. Cada uno de los habitantes lo oía en su propia casa, en la calle, en la tienda, en el bar... partía de las paredes, del suelo... a veces incluso sentían un empujón violento que los lanzaba al suelo... Contaban que
incluso una mujer embarazada perdió a su hijo en la plaza una tarde en la que se encontraba hablando con unas amigas al sentir que unas manos aprisionaban su vientre con tanta fuerza que la hizo abortar allí mismo. Ella estuvo a punto de morir y cuando se recuperó, se fueron del pueblo y no volvieron a él.
Les preguntamos que quién podría provocar esas cosas... y que después de lo de la mujer ¿cómo es que la gente no se va del pueblo también? Entonces nos contaron una especie de leyenda y del por qué creen que "eso" atacó tan ferozmente a la mujer.
Hacía unos diez años, unos niños del pueblo decidieron irse una noche de verano a otro pueblo vecino. Para ello tenían que atravesar un campo donde en uno de los laterales estaba el cementerio que compartían los dos pueblos y que se hallaba justo a la mitad del camino.
Cuando ya estaban bien avanzados oyeron un crujido a sus espaldas. Era el hermano menor de uno de ellos. Le instaron a que se volviese a casa pues no querían cargar con críos y éste se negó en rotundo, más que nada es que le daba miedo volverse solo.
Entonces decidieron despistarle. Al llegar a la altura del cementerio dijeron que iban a jugar para esconderse en él. Como había luna llena se veía bastante bien, este chico aceptó sin sospechar nada... Ya en el cementerio, uno contaba y los demás se escondieron todos juntos, mientras este chico se escondía en otro lado pensando que todos estaban haciendo lo mismo.
Cuando ya le perdieron de vista, los chicos se reunieron y salieron por una de las tapias dejando a este chico escondido. No podían evitar reirse de lo fácil que había resultado engañarlo hasta que oyeron un grito desgarrador... Al principio pensaron que se trataba de una broma, hasta que el segundo grito reaccionaron y volvieron a entrar en el cementerio... Estuvieron buscando por todas partes pero no le encontraron, gritaron su nombre, dieron vueltas y más vueltas y nada.
Al cabo de muchas horas, cuando ya despuntaba el alba decidieron buscar ayuda en el pueblo con la esperanza de que el chico les hubiese gastado una broma y se hubiese ido a casa.
Al llegar al pueblo, el hermano fue a su habitación, no había dormido allí, la madre le preguntó por su hermano pequeño y éste le tuvo que contar la verdad. La madre avisó al padre y éste a todo el pueblo... Salieron todos en busca del muchacho al cementerio.
Cuando llegaron allí, uno de los vecinos descubrió con terror que el cuerpo del chico se encontraba en una de las fosas que acababan de abrir días antes para un nuevo difunto... El chico tenía la cabeza reventada, los huesos de las piernas y de los brazos retorcidos en una figura grotesca, los ojos cristalizados por el pánico y la boca en una mueca de absoluto terror...
Fue un día negro en todo el pueblo, nadie se explicaba lo que había ocurrido allí. El hermano, con los años, fue internado en un psiquiátrico pues decía que su hermano se estaba vengando de él, le veía en todas partes, le pegaba... Los médicos le diagnosticaron neurosis obsesiva posttraumática, pero no podían explicar los contínuos moratones que aparecían por todo su cuerpo, incluso en la cara...
Al cabo de unos años, la madre de estos hermanos se quedó embarazada... y a los siete meses le ocurrió lo que ya contaron antes: Algo había provocado la muerte de su bebé y quizás su propia muerte de la que escapó por poco. Los chicos decían que los gritos que oían por las noches eran iguales que los que oyeron en el cementerio.
Oyendo esta historia la verdad es que les creímos... habíamos pasado un buen rato de miedo y nuestro tio nos vendría pronto a recoger para llevarnos a casa...
Cuando íbamos hacia el coche, sentí un golpe fuerte en mi espalda que me obligó a apoyarme en mi prima de una forma violenta. Casi nos vamos las dos al suelo... Miré hacia atrás, pero los chicos estaban hablando entre ellos a unos tres metros de nosotros.
Mi tío dijo que me había tropezado. Mi prima, sin convencerse del todo, fue hacia los chicos, cuando de repente volvió la cabeza hacia el otro lado de forma violenta... Dijo que alguien la había abofeteado... y tenía una mano marcada en la cara... una mano pequeña...
Nos asustamos muchísimo... y empezamos a gritar presas de la histeria... Los chicos vinieron a auxiliarnos mientras mi tío abría el coche rápidamente para meternos dentro. Los chicos hicieron una barrera con sus brazos protegiéndonos de lo que fuese y pudimos meternos en el coche. Por el cristal pude ver cómo golpeaban a algo invisible que les estaba atacando. Mi tio condujo a gran velocidad tocando el claxon como un loco. Al llegar a la casa llamó a mis otros tios y todos fueron al pueblo a ayudar a los chicos, pero ya todo había pasado. Éstos se encontraban agotados por la lucha, con arañazos, golpes... pero dijeron que estaban acostumbrados, que no pasaba nada.
Las agresiones en ese pueblo son esporádicas y no siempre a las mismas personas... pero ellos sienten que tienen que estar ahí para que ese niño que murió de forma tan violenta no esté solo... Llegará el momento en que pueda descansar en paz."
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