¡Consejera
honorable, Ornamento del Cielo, Júbilo de An!
Cuando el
dulce sueño ha finalizado en la alcoba,
Tú
apareces como brillante luz del día.
Cuando
todas las tierras y la gente de Sumeria se reúnen,
Aquellos
que duermen sobre los tejados y aquellos que duermen cerca de las murallas,
Cuando
entonan tus alabanzas, y te traen sus inquietudes,
Tu
estudias sus palabras.
Tu rindes
un cruel juicio contra el malhechor;
Destruyes
al perverso.
Ves con
ojos amables al íntegro;
A ése le
das tu bendición.
Mi Señora
mira con dulce sorpresa desde el cielo.
El pueblo
de Sumeria en procesión ante la sagrada Inanna.
Inanna,
la Señora de la Mañana, es radiante.
Yo entono
tus alabanzas, sagrada Inanna.
LA Señora
de la Mañana es radiante sobre el horizonte.
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