La hipótesis del simio acuático (AAH por sus siglas en inglés), o teoría del simio acuático como es frecuentemente llamada, es una hipótesis que trata de indicar y mantener que los antecesores inmediatos de los humanos y otros homínidos vivieron por un tiempo significativo en un ambiente semi-acuático sobre la costa africana.
(Entendiendo por semiacuático alternancia de periodos en tierra y
periodos en el agua para huir de depredadores o buscar crustáceos).
Indicando que este hipotético hecho habría influido en su evolución, debido a que en este ambiente habrían tenido que obtener la mayoría de sus alimentos de la zona costera
y lagunas poco profundas tierra adentro, antes de que sus descendientes
homínidos regresaran a una existencia más puramente terrestre.
Esta es una posición que actualmente no es sostenida por la biología, ni la antropología (disciplina especializada en el tema); y más bien permanece viva principalmente en la literatura comercial y no científica.
Cuando se formuló la hipótesis del simio acuático, el punto de vista convencional y el mayoritario de la evolución humana, era que los primeros homínidos evolucionaron en las sabanas
africanas (Esta teoría de las sabanas africanas posteriormente
evolucionaría en una teoría científica que actualmente postula que los homínidos evolucionaron en la selva o en un ambiente semiselvático, presentando un origen terrestre sin influencias semi-acuáticas en su evolución).
Max Westenhofer en el año 1942, en el The Road to Man (Der Eigenweg des Menschen)
sería quién originalmente sugirió la hipótesis del simio acuático. Sin
embargo esta fue dada más a conocer en 1960, por el biólogo marino Sir Alister Hardy
(1896-1985), cuando aún no existía toda la información recopilada
actualmente sobre la evolución humana; la cual llevaría a postular su
origen selvático.
Posteriormente, la escritora feminista Elaine Morgan reviviría la hipótesis de una forma considerada actualmente pseudocientífica; al desarrollar y promocionar la AAH en su primer libro sobre el tema, The Descent of Woman (La Descendencia de la Mujer), en 1972. Posteriormente escribiría otros libros que seguirían esta temática: The Aquatic Ape (El Simio Acuático) en 1982, The Scars of Evolution (Las Cicatrices de la Evolución) en 1990, y The Aquatic Ape Hypothesis (La Hipótesis del Simio Acuático) en 1997.
Si la terotia es falsa por que tantos encuentros en los mares?
Cuando escuchamos o leemos la palabra sirena en seguida nos viene a la
mente la figura de la mujer-pez. ¿Y si el de las sirenas fuese distinto al que conocemos?
¿Estamos seguros de que conocemos bien la antigüedad? Es necesario
revisar el pasado de la especie humana y darnos cuenta que todavía hay
mucho que no conocemos. Adentrémonos entonces en el mundo desconocido de
las Sirenas.
Mujeres-ave
Cuando creemos que algo ya lo sabemos no nos molestamos en averiguar si
es cierto. En este caso si nos dirigimos al diccionario de la Real
de la Lengua Española nos sorprenderá la definición de sirena
que nos hace: “Cualquiera de las ninfas marinas con busto de y
cuerpo de ave, que extraviaban a los navegantes atrayéndolos con la
dulzura de su canto.” Como podemos comprobar, en el arte griego las
sirenas aparecen representadas ya desde la época arcaica como
mujeres-ave, bien aisladas, bien en la escena junto a la nave de Ulises.
Existían mujeres-pez dentro de la mitología griega pero eran otro
de ninfas marinas como el caso de las Ondinas e incluso las Nereidas en
la cultura grecolatina.
La Odisea
Homero es el primero que nos menciona a las Sirenas en su famoso libro
La Odisea que recopila una serie de cantos que se trasmitían de forma
oral. En el canto XII, la hechicera Circe le dice a Ulises: “Ya estáis,
pues, al final del primer . Ahora, escucha lo que voy a decirte,
que algún día te lo hará recordar un dios. Tendréis que pasar primero
cerca de las Sirenas, que encantan a cuantos hombres se les acercan.
¡Loco será quien se detenga a escuchar sus cánticos, pues nunca
festejaran su mujer y sus hijos su regreso al hogar! Las Sirenas le
encantaran con sus frescas voces. La pradera en donde habitan tiene a su
alrededor una orilla blanqueada por los huesos de los hombres cuyas
carnes se perdieron... ¡Pasa sin detenerte después de taponar con blanda
cera las orejas de tus compañeros! ¡Que ni uno solo las oiga! ¡Tu solo
en la nave puedes oírlas si quieres, pero con los pies y las manos
atados y en pie sobre la carlinga, hazte amarrar al mástil para saborear
el placer de oír su canción! ¡Y ordena a tus compañeros que si les
suplicas o les ordenas que te suelten, den una vuelta mas a la cuerda!
(...)”
Origenes
Aunque en La Odisea de Homero no encontramos ninguna descripción de
cómo son las sirenas físicamente, una de las versiones del mito nos
cuenta que las Sirenas eran tres hermosas ninfas (en algunas versiones
hasta cuatro), de voz melodiosa y destreza incomparable para tañer la
lira y cantar. Se llamaban Licosia, Ligea y Parténope y eran hijas del
río Toas o Aqueloo y de la Ninfa –aunque muchas veces se nos ha dicho
que era una Musa- Caliope. Vivian en un promontorio llamado Sirenusa,
entre las costas de la isla de Capri y la península italiana.
Para el poeta Ovidio, las sirenas no siempre tuvieron esa forma, sino
que en un principio eran mujeres muy hermosas compañeras de Persefone
(diosa del mundo subterráneo y compañera de Hades). En distintas
versiones del mito se nos dice que fueron castigadas por Demeter entre
otros muchos dioses a causa de su pasividad ante el secuestro de una de
ellas por Hades. Castigo o ayuda para poder recuperar a la sirena
secuestrada, lo único que sabemos es que desde ese momento se
convirtieron en un híbrido con busto de mujer y cuerpo de ave.
Otros relatos
La verdad es que varios héroes pasaron por su isla. En el caso de los
Argonautas, se cuenta que pasaron muy cerca de la isla de las sirenas,
pero que Orfeo que acompañaba a Jasón en su búsqueda del Vellocino de
Oro, logra resistir gracias a que tenía fama de cantar maravillosamente
hizo uso de su talento con tanta armonía y tan melodiosamente, que no
las escucharon por lo que se salvaron de su terrible destino. Butes (uno
de los argonautas) no pudo soportar la tentación y se lanzo al mar,
pero Afrodita lo rescato. Posteriormente, como hemos visto
anteriormente, Ulises consiguió pasar cerca de las sirenas sin caer en
su influjo gracias a que estaba atado al mástil del barco, al menos eso
nos cuenta el relato.
Su canto
En La Odisea se nos dice que lo que cautiva de las sirenas es el canto
en si, pero fijémonos también en lo que le dicen a Ulises y veremos que
hay muchos más que un cántico melodioso: “¡Ven aquí, acércate a
nosotros, Ulises tan elogiado, honor y gloria de la Acaya!... Detén tu
nave y ven a escuchar nuestras voces. Jamás un negro navío doblo nuestro
cabo sin oír las dulces melodías que salen de nuestros labios. Después
de deleitarse con ellas, quienes las escucharon se van alegres
conociendo muchas cosas que ignoraban, pues nosotras sabemos todas las
penalidades que los dioses infligieron en la guerra de Troya a los
argivos y a los troyanos y estamos enteradas de cuanto ocurre sobre la
Tierra.”
Cuenta la
leyenda que si un hombre era capaz de oírlas sin sentirse atraído por
ellas, una de las sirenas debería morir. En el caso de Ulises le toco a
Parténope y una vez muerta las olas la lanzaron hasta la playa y allí
fue enterrada donde se instalo posteriormente un templo que se
transformo con el tiempo en la actual ciudad de Nápoles. Lo que hacían
las sirenas con su canto en realidad, eran decirles a los navegantes
aquello que precisamente querían escuchar y mas a marineros que llevaban
mucho tiempo navegando a veces casi sin rumbo fijo. Las sirenas les
ofrecía ese cobijo que estos solitarios marineros necesitan siendo la
mejor manera de atraerlos y devorarlos supuestamente, ya que en La
Odisea no nos especifica que hacían las sirenas con los náufragos.
Su silencio
En la versión clásica de Ulises hay algo que no nos cuadra. Si las
sirenas tenían tanto poder y su cántico podía traspasar cualquier cosa,
unos tapones de cera y estar atado férreamente a un mástil no parecen
suficientes medidas para vencer a las Sirenas. En sus “Obras completas”
de la editorial Teorema, Franz Kafka ofrece una peculiar versión de la
aventura de Ulises con las sirenas. Según nos cuenta Kafka: “(...) En
efecto, las terribles seductoras no cantaron cuando pasó Ulises; tal vez
porque creyeron que aquel enemigo solo podía herirlo el silencio, tal
vez porque el espectáculo de felicidad en el rostro de Ulises, quien
solo pensaba en ceras y cadenas les hizo olvidar toda canción y Ulises
no oyó el silencio. Estaba convencido de que ellas cantaban y que solo
el se hallaba a salvo (...)”
Esta versión de Kafka tiene varios defectos, da por hecho que Ulises
tenia tapones de cera puestos y según nos cuenta la Odisea se ató al
mástil precisamente para poder escuchar el canto de las sirenas. Esto no
es óbice para preguntarnos como pudo Ulises resistir el canto o el
silencio de las sirenas, un tema que hoy en día no podemos comprender
del mito.
Transformación de mujeres-ave a mujeres-pez
Muchas veces nos preguntamos en que momento estas mujeres-ave pasaron a
ser mujeres-pez, si fue un problema en la recopilación de los relatos
mitológicos o fue una adaptación hecha a propósito. Lo único que sabemos
es que en un momento dado la tradición nos cuenta que por culpa de su
belleza, las Sirenas se atrevieron a competir con las Musas, y en la
pelea, éstas las derrotaron y les arrancaron las plumas. Llenas de
vergüenza por la derrota, se retiraron a las costas de Sicilia, donde
cambiaron sus alas inservibles por una larga cola de pez. ¿Ésta es
realmente la respuesta a este cambio? Hoy en día no podemos asegurarlo y
habrá que seguir buceando en la versión mas antigua del mito par poder
averiguar la verdadera razón de esta extraña transformación. Especulando
un poco, a todos nos extraña que existan seres marinos con busto de
mujer y cuerpo de ave, una especie muy extraña de aves acuáticas. Lo
lógico en si es que los seres marinos tengan un cuerpo que les capacite
para moverse por las aguas y es por eso que en un momento determinado
del tiempo se produjese esta transformación en mujer-pez.
Posteriormente las sirenas pasaron a ser consideradas divinidades del
mas allá, y se suponía que cantaban para los bienaventurados en las
Islas Afortunadas. Fue así como pasaron a representar las armonías
celestiales y es así como las dibujan en los ataúdes y sarcófagos. Hasta
que llego la Edad Media y empezaron a ser consideradas como seres
malignos, pero ya entonces se consideraba estas criaturas como mitad pez
y cuyo propósito era molestar a los navegantes.
La realidad es que:
La sirena se junta en manada y viajan con ballenas y delfines siguiendo las rutas migratorias de estos, el canto de la sirena es el sonar con el que se guian en aguas abismales, y el cerebro debe ser mas desarrollado que el del hombre pese a las limitantes de facilidades como el ser humano. Pese a sus pobres armas fabricadas con huesos de pescados y tallados no se debe menospreciar su inteligencia, despues de todo han pasado siglos escondiendoce del hombre no?
No nos cabe duda que el poder secreto querra desmentir con informacion falsa la existencia de otros razas que existieron y fueron cazadas por el ser humano hasta el exterminio, a que le teme el ser humano? que no es el ptrimer y ultimo dueño de la tierra? teme a caso sus pesadillas un dia despierten y se vuelvan realidad?
La verdad siempre esta ahi....la verdad te hara libre.
La historia secreta del esta tierra apenas esta por ser contada....
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