Según
la descripción de Sekien, es un espíritu que rondaba la provincia de
Ōmi y quien en vida, fue un ladronzuelo que robaba el aceite de las
lámparas de papel, por lo que como castigo su alma se convirtió en una
bola de fuego (Hito-dama)
al morir. Según
el mito, su espíritu renació en la forma de un niño hecho de flamas,
que se dedica a lamer el aceite de las lámparas.
Otros relatos dicen que la apariencia del Abura-akago es la de un niño normal pero con una lengua áspera por lamer aceite caliente. En el pasado fue un niño cuya madre murió de manera desafortunada por lo cual ella se transformó en una Hito-dama y fue entonces que el niño se convirtió en un Abura-akago que consume el aceite para así conservar la llama de su madre. Al Abura-akago se le puede ver como un niño rondando las casas en busca de lámparas de aceite junto a una bola de fuego que flota en los alrededores.
Otros relatos dicen que la apariencia del Abura-akago es la de un niño normal pero con una lengua áspera por lamer aceite caliente. En el pasado fue un niño cuya madre murió de manera desafortunada por lo cual ella se transformó en una Hito-dama y fue entonces que el niño se convirtió en un Abura-akago que consume el aceite para así conservar la llama de su madre. Al Abura-akago se le puede ver como un niño rondando las casas en busca de lámparas de aceite junto a una bola de fuego que flota en los alrededores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario