lunes, 28 de mayo de 2012

El llamado del demonio

La posesión demoníaca es un transtorno del comportamiento cuyo origen se atribuye a causas completamente distintas según el análisis sea realizado desde un de vista religioso o científico.
En general, las manifestaciones de un poseído incluyen: o personalidad «borrada», convulsiones, respiración agónica,1 acceso a conocimientos ocultos (gnosis) y a extranjeros (glossolalia), cambios drásticos en la entonación vocal y en la estructura facial, aparición repentina de lesiones (arañazos, punciones y diferentes marcas) y fuerza desproporcionada.



[Valparaíso, Chile] El diario La Estrella de Valparaíso publica un espeluznante relato con las experiencias de una mujer exorcista de la región. Un demonio, cuyo nombre no entrega, había poseído a una amiga. La historia habla por sí sola. La posesión demoníaca es una de los fenómenos sobrenaturales más difíciles de digerir, pues implica aceptar la existencia de toda una legión de seres demoníacos que se nos enseñó a desdeñar como cuentos de viejas. Pero los testimonios, aunque incomprensibles por ahora, son indesmentibles. Sigue la nota:

Tener Dentro el Demonio No Es un Chiste Para Nadie... Muchos piensan que los exorcismos se dan sólo en las películas, que no pasan en la vida real o que los satánicos pertenecen a sólo exageraciones de la prensa. Sin embargo, ‘Loreto', como prefirió llamarse ‘la Exorcista', la única mujer en la zona que realiza este tipo de prácticas, nos cuenta su experiencia con el mismo demonio en el cuerpo de su amiga.


Los síntomas más claros de tener el demonio dentro era que "tenía un peso en los hombros, reaccionaba de forma agresiva a cualquier cosa que le dijeran, tenía rabia contenida y tomaba alcohol como nunca antes, además fumaba por lo menos una cajetilla diaria de cigarrillos siendo que nunca antes ella había fumado..."
Agrega: "Sus defensas estaban bajísimas y su ánimo por los suelos..." nos cuenta ‘Loreto' médium y exorcista de un oscuro lugar de la quinta región.


Ella estaba trabajando en ese tiempo con un amigo teólogo que hacía de sacerdote para el ritual del exorcismo.
Señaló que "jamás pensamos que nos iba a costar tanto sacar el demonio de su cuerpo; imagínate que comenzamos a las 8 de la noche y terminamos cerca de las 4 de la mañana.


‘Loreto' cuenta que el Demonio que estaba en el cuerpo de su amiga era muy poderoso y se volvía loco y más potente cada vez que su amigo recitaba oraciones en latín.
Su amiga estaba "tiesa" pero escupía mucho, gritaba y hasta se reía cada vez que nombrábamos a Dios. Respondía en dialectos, se le desfiguraba la cara y su voz era ronca, agitaba la cabeza con mucha velocidad y fuerza. No la daba vuelta como en las películas nos dice, sólo la movía. Ya era muy tarde, cuando pensábamos que se iba, volvía y se reía a carcajadas con otra voz y mi amiga- cuenta Loreto- estaba con otra cara.


Iba y Venía
Relata: "La última vez que volvió el demonio, porque iba y venía en el cuerpo de mi amiga, comenzó a ofrecernos cosas; que nos iba a ayudar con dinero, estatus social y cualquier cosa que quisiéramos..."
" Y mientras nos hablaba se apagaban las luces de la casa.. Las prendíamos y él las volvía a apagar, era la fuerza de un huracán lo que se sentía..."
Prosigue, "Mientras hablaba salía olor a excremento, de hecho toda la habitación tenía olor a putrefacción; entre aroma a morgue y fecas humanas.
Sigue contando, "De la única forma que logró salir este demonio que buscaba venganza, según lo que pudimos entender cuando dejaba de hablar en otras lenguas, fue cuando quisimos probar la respuesta inversa a echarlo, comenzamos a hablar más despacio diciéndole que queríamos ser sus amigos, que dejara de hacer mal porque esas actitudes no ayudaban a que creciera el amor. Nombramos la palabra ‘amor' y reaccionó con furia los primeros segundos, pero luego se comenzó a debilitar y el cuerpo de Daniela se soltó, quedó tirada en un sillón, el olor comenzó a retirarse aunque la casa seguía impregnada.


Como una Golpiza
Volvió en sí quejándose, sentía como si le hubieran dado una golpiza, se sentía extenuada y no se acordaba de nada de lo que había vivido, nos dice ‘Loreto'. De inmediato se quedó dormida mientras el teólogo y yo limpiábamos la casa. "Esa noche ni el teólogo ni yo dormimos; el olor a muerte y maldad aún lo sentíamos vivo, rondando en cada rincón de la casa...." 
 
 

No hay que burlarse del diablo

Quizá ya hayas escuchado miles de cuentos y chistes donde se mofan de el demonio, pero hay que tener cuidado, ¿por qué digo esto? lo que contaré a continuación: no me lo contaron, sino que yo lo ví con mis propios ojos, y fue una experiencia totalmente traumatizante y que no se lo deseo a nadie.

Hace aproximadamente 5 años, asistí a un campamento de verano que realizaría la iglesia en la cual yo me congrego, la mayoría de los que asistimos a ese campamento éramos solo jóvenes, acompañados de Pastores y otros dirigentes de la iglesia, salimos un Jueves por la tarde, y pasaríamos todo el fin de semana acampando, como era un retiro espiritual pasamos la mayoría del fin de semana en charlas, seminarios y estudios. Pero siempre dedicábamos las noches para hacer fogatas y realizar juegos, estabamos divididos en grupos, y cada grupo tenía a su cargo animar aquella velada y hacer más dinámica la diversión.
Era sábado por la noche, ya habíamos cenado y estabamos listos para disfrutar de un buen rato, al grupo que le correspondía animar esa noche, tenía como forma de divertir realizar una escenografía en donde imitaban al diablo, en la escena habían ángeles, demonios y el diablo, la chica quien interpretaba el papel del diablo, empezó a desempeñar su papel muy bien, todos nos reíamos mucho, pues las cosas que hacían eran muy graciosas y divertidas, pero de repente empezó a soplar el viento, era tan fuerte que inclinaba los árboles.
Y luego pasó algo, de la fogata se levantaron enormes llamaradas de fuego que casi llegaban a nosotros, nos levantamos de donde estabamos sentados y todos un poco asustados, nos quedamos callados. De repente empezamos a oír una carcajada espeluznante y diabólica, y todos nos quedamos pálidos y paralizados al ver aquella escena, era la chica que había interpretado al diablo, estaba flotando en el aire, y luego caía al suelo, se revolcaba, echaba espumarajos por la boca, y se seguía riendo de nosotros, se metió al fuego y empezó a tirarnos carbones encendidos, nosotros no lo podíamos creer nuestra amiga estaba siendo poseída por el mismo demonio, del cual hace minutos atrás estábamos burlándonos. Y dijo algo que nunca olvidaré en mi vida: ¿POR QUE NO RÍEN AHORA?, RÍANSE AHORA.
Los pastores y otros dirigentes que nos habían acompañado en el viaje estaban igual que nosotros de atónitos, ante aquel suceso, solicitaron la ayuda de todos los hombres que nos encontrábamos allí, y las mujeres fueron llevadas a otra lugar. Solo recuerdo que entre 7 hombres no la podíamos sostener, porque se soltaba y nos empujaba, tenía una fuerza extremadamente grande, como pudimos la amarramos con lazos dobles y fuertes y 7 pastores oraban y la ungían tratando de exorcizarla, pero el demonio hablaba a través de la chica, blasfemando y maldiciendo a diestra y siniestra, pasaron varias horas, el trabajo fue duro y agotador, al fin después de 7 horas de luchar con el diablo, se logró sacar al demonio de aquella chica, quien había quedado muy lastimada y golpeada por lo que le había obligado a hacer ese espíritu maligno, inmediatamente se la llevaron al hospital para atender las quemaduras de 2º y 3er. grado que le habían provocado aquella posesión.
Hoy en día aun hacemos esos retiros y campamentos, pero ahora con una gran diferencia, ya nunca más volvimos a realizar ese tipo de dramatizaciones, se prohibió estrictamente realizar esas actividades.
(Se preguntarán ¿que pasó con la chica? pues la verdad, nunca la volví a ver, lo que único que supe de ella, es que se fue para otro país)

Una mala temporada…

Verano de 1977 en Enfield, barrio periférico del norte de Londres. Anochece y Peggy Harper acuesta a dos de sus cuatro hijos. El clima es templado y  todo parece presagiar otra larga y tranquila noche estival. Pero algo sucederá esa noche, algo que será el comienzo de una larga y terrorífica temporada de sucesos paranormales que, a día de hoy, todavía siguen sin tener explicación.

interview-with-a-poltergeist-.
.
La señora Harper es una divorciada de 40 años que vive con sus cuatro hijos en una bonita casa adosada del popular barrio obrero de Enfield. En mitad de la citada noche, los gritos de sus hijas Janet y Pete la despiertan y, alarmada, sube hasta su habitación. Todo está en calma, pero sus hijas, entre sollozos, le dicen que la su cama ha comenzado a agitarse violentamente. Peggy cree que todo ha sido una pesadilla de alguna de las niñas, las tranquiliza hasta que se vuelven a dormir y ella hace lo mismo.
Al día siguiente, las niñas vuelven a gritar y, en esta ocasión, le relatan a su madre como tras unos fuertes ruidos, una silla que hay en un rincón de la habitación ha comenzado a moverse sola. Peggy sigue sin ver nada extraño en la habitación y, para tranquilizar a las niñas, se lleva la silla a su cuarto, pero cuando apaga la luz y se dispone a salir del dormitorio de las niñas ella misma escucha unos fuertes ruidos procedentes del suelo de la habitación. Enciende de nuevo la luz y observa que todo está en orden; las niñas están en su cama y todos los muebles en su sitio. Vuelve a apagar la luz y los ruidos y unos fuertes golpes comienzan de nuevo a sonar… al encender de nuevo la luz contempla asombrada como un enorme baúl que hay contra una pared lateral se ha movido un par palmos… las niñas continúan en su cama y, Peggy, comienza a sospechar que lo ocurrido no es cosa de la imaginación de las niñas. Vuelve a poner el baúl en su sitio y, tan apenas se ha girado, el baúl se vuelve a arrastrar solo hasta la posición anterior. Esta vez con la luz encendida y ante sus narices.
.
chair
El miedo se apodera al instante de la señora Harper que sin pensarlo dos veces, saca a sus hijas de la habitación y acude en busca de auxilio a los vecinos de las casa próximas. Un grupo de vecinos registran la casa y el jardín en busca de algún posible intruso que estuviese causando los ruidos que Peggy les ha relatado completamente horrorizada, pero no encuentran a nadie. En cambio, cuando están tranquilizando a Peggy, todos escuchan los golpes que se suceden en cortos intervalos y que provienen del interior de la casa. Acto seguido llaman a la policía que, en un acta de servicio sorprendente, atestiguarían en declaración escrita como una silla se movía inexplicablemente por la casa y como se escuchaban los golpes de procedencia desconocida.
Durante los siguientes días los sucesos continúan. Muebles que se mueven, juguetes que vuelan solos por la habitación de los niños…
.
.
poltergeist_enfieldEstado de los muebles tras haberse movido
.
.
Los sucesos llegan a la prensa y el diario Daily Mirror envía a un equipo de experimentados reporteros para investigar el caso. Allí, el equipo del diario pudo contemplar los sucesos inexplicables. Una pieza de lego salió disparada y golpeó en la frente del fotógrafo Graham Morris cuando intentaba tomar una instantánea. El reportero George Fallows, viendo que la cosa no era una broma, puso en contacto a Peggy con Maurice Grosse, miembro de la SPR (sociedad para la investigación Psíquica).
Tras una semana sufriendo todo tipo de poltergeist inexplicables, el 5 de septiembre llega a la casa Grosse y los sucesos se pausan durante los siguientes tres días hasta que, al comenzar la noche del día 8 se reanudan los raaps y los golpes procedentes de la habitación de Janet. El investigador junto a los periodistas subieron las escaleras y al abrir la puerta de la habitación se encontraron a Janet dormida en su cama y, a su lado, una silla levitando en el aire a más de medio metro de altura. Al instante la silla bajó hasta su lugar y no se volvió a mover hasta una hora más tarde, cuando se volvió a repetir el mismo capítulo. Esta vez el fotógrafo Morris capturó el acontecimiento con su cámara. En ese mismo momento, Grosse y sus acompañantes pudieron ver como las puertas de los armarios se abrieron solas y como un juguete cruzó la estancia de un lado a otro suspendido en el aire. Grosse también notó una brisa fría recorriendo todo su cuerpo.
.
.
poltegeist_1
poltegeist_2
poltegeist_3Secuencia de fotografías tomadas con una cámara en la habitación de Janet, donde se ve
como la almohada de Margarita “salta” de la cama y hace que la pequeña se despierte de golpe.
.
.
Dos días más tarde, el caso Enfield era portada del Daily y todos los medios se hicieron eco de la noticia. Incluso ese mismo día, Grosse y la señora Harper participaron en un programa de televisión.
Los sucesos continuaron e incluso llegaron a convertirse en algo bastante peligroso para la familia Harper. A los objetos que se movían o desaparecían cambiando de lugar y a las interferencias eléctricas que averiaba los sistemas de grabación de los reporteros, se sumaban con el tiempo nuevos episodios como charcos de agua que aparecían sin motivo alguno, los muebles que eran lanzados escaleras abajo o los cajones que salían de sus lugares disparados. Cualquier objeto de la casa era susceptible de salir volando en cualquier momento, con el peligro de encontrarse en su ruta… de vez en cuando, brotes de fuego surgían de la nada y, del mismo modo, se extinguían sin dejar marca alguna de quemaduras, las cortinas se agitaban como en un vendaval estando todas las ventanas y puertas cerradas. En una ocasión, Janet aseguró que la cortina cercana a su cama se retorció varias veces en espiral para luego enrollarse en su cuello intentando estrangularla, todo esto, ante la presencia de su madre y tras, según contó Janet, sentir una fuerza invisible que la había sacado de la cama y la había arrojado hacia las cortinas.
.
.
porltergeist_enfield_1
porltergeist_enfield_2
porltergeist_enfield_3Secuencia donde se aprecia el movimiento de las cortinas
.
.
Otro de los fenómenos que solía ocurrir era el cambio en la voz de la pequeña Janet, que contaba con 11 años cuando los sucesos. De su garganta salía a veces una voz áspera y masculina que decía que pertenecía a varias entidades y que solía hablar en lenguaje soez y obsceno. Cuando esto sucedía, la pequeña Janet entraba en una especie de trance. Una de las voces aseguraba pertenecer a un hombre que había muerto en esa casa.
.
.
janet_enfieldJanet durante uno de sus trances
.
.
Cuando entraba en estos trances, tenían que sujetar fuerte a Janet porque adquiría una fuerza muy inusual en una niña de tan solo 11 años. A veces salía corriendo y se golpeaba la cabeza contra la pared mientras juraba y maldecía con su verborrea soez. Una vez incluso tumbó de un solo golpe a un trabajador social, ex -policía y muy corpulento,  que intentaba tranquilizarla junto a su cama.
Una noche que se encontraba en muy mal estado, un médico le administró 10 milígramos de Valium, que en condiciones normales es algo excesivo para cualquier niño. Al inyectarle el tranquilizante pudieron ver cómo salía de ella una suave luz. La acostaron en su cama y todos se quedaron en el salón del la planta baja. A los cuarenta minutos se escuchó una fuerte explosión que procedía de la habitación de la niña. Cuando abrieron la puerta, encontraron que Janet no estaba en la cama, ella había sido lanzada sobre una cómoda que se hallaba a tres metros de distancia y permanecía sobre ella, completamente dormida. Esto mismo se volvió a repetir aquella noche 3 veces más.
.
.
posesiones_demoniacasJanet dormida sobre la cómoda
.
.
Grosse llegó a comunicarse en varias sesiones con los supuestos entes inteligentes que estaban atormentando a la familia. A las preguntas de Grosse, ellos contestaban con golpes y raps. Un golpe un si, tres golpes un no. A la entidad que aseguraba haber muerto en la casa se le preguntó durante cuantos años había vivido allí, a lo que sonaron 53 golpes.
Psiquiatras y doctores locales estudiaron a Janet, que parecía ser el centro de la fenomenología e incluso se le llegaron a realizar estudios laringográficos para descartar que las voces que salían de su garganta no habían sido fabricadas conscientemente por ella misma. Janet pasó seis semanas en Maudsley Hospital en Londres Sur donde experimentó pruebas precisas para detectar cualquier anomalía tanto física como mental, pero no se encontró nada y durante ese tiempo la actividad poltergeist de la casa cesó completamente. Más tarde volvieron a reanudarse, aunque de un modo más esporádico y menos violento.
.
.
mg-t-3Grosse conteniendo a Janet durante uno de sus trances
Enfield%20PoltergeistComo en la 1ª fotografía, supuesta levitación de Janet. Ésta vez con su madre como testigo.
.
.
Grosse pronto se unió a la investigación con el escritor Lyon Playfair y los dos pasaron los siguientes dos años estudiando el caso, hasta que finalmente los sucesos cesaron por completo. 

Violadores del más allá

1982. Hollywood, Los Ángeles. Se estrena una sorprendente película. La protagoniza la actriz Barbara Hershey, que interpreta a una californiana acosada por un supuesto espíritu que incluso llega  a violarla. Por su dureza y su espectacularidad, en pocas semanas el filme se convierte en un éxito mundial. Se titula El Ente. Lo sorprendente es que estaba basada en hechos reales que fueron convenientemente investigados por los expertos.

La génesis de este caso nos remonta a mediados de la década de los setenta. Y no sitúa en una casa de clase media estadounidense en donde vive Carla Moran, una joven madre de familia que acababa de enviudar. Sus hijos apenas son unos adolescentes. Viven en San Diego, intentando salir adelante, una batalla diaria que se complica cuando en la vivienda empiezan a ocurrir sucesos extraños: objetos que se mueven, pasos espectrales, extraños ruidos…
El Ente
Fotograma de la película El Ente. Barbara Hershey
Pero la presencia invisible va más allá. Carla la nota y siente tanto que incluso piensa que la toca. Fue el comienzo de una terrible pesadilla que alcanzó cotas insoportables cuando, en una ocasión, sintió cómo unas manos invisibles la atraparon y empujaron contra la cama. Acto seguido, siente cómo ese ente la viola.
La primera reacción fue visitar al psiquiatra, que tras los primeros exámenes determina que Carla no está enferma. Para intentar resolver el caso aparecieron, a petición del galeno, los investigadores de la Universidad de California, la famosa UCLA. Kerry Gaynor y Barry Taff encabezaron la comisión; junto a ellos trabajó el psiquiatra Howard Lond.
Los estudiosos realizaron un pormenorizado estudio de los hechos. Tras las primeras jornadas de trabajo, lo que parecía un delirio se convirtió en algo digno de ser estudiado, toda una moderna historia de íncubos y súcubos, los diablos de las leyendas medievales que tenían por costumbre invadir las estancias privadas de las doncellas, a quienes incluso llegaba a violar.
La universidad cedió a los estudiosos un laboratorio perfectamente equipado en donde simularon una réplica de la vivienda de Carla Moran. Por su experiencia previa, estaban convencidos de que los hechos estaban vinculados a la persona y no al lugar. Y sabían, además, que el fenómeno se repetía con cierta frecuencia. “El supuesto espíritu, antes o después, volverá a surgir”, pensaron.
Y no se equivocaban…
Lo que se plantearon fue comprobar cómo actuaba el enigmático ente. Tras varias semanas de investigación, la violenta presencia invisible se deja sentir: la piel de Carla se hunde, como si una m ano del más allá la tocara. En ese instante, todos los instrumentos comenzaron a trabajar y las cámaras incluso captaron una especia de esfera luminosa próxima a la víctima.
Carla_moran
entity
Luces fotografiadas sobre Carla Moran
A continuación, Carla Moran empezó a convulsionarse, como si de nuevo fuera atacada por la entidad. Sintió zarandeos, golpes, empujones… Pocos minutos después, de un instante a otro, todo concluyó. Atónitos, los tres investigadores prepararon el acta de lo que habían observado. También identificaron y tipificaron lesiones en la víctima: contusiones violentas en la espalda, arañazos en el pecho, muslos enrojecidos… Pero lo más grave llegó con el examen ginecológico, puesto que se identificaron en Carla desgarramientos internos idénticos a los registrados en caso de violación.
the_entity
El problema es que en su informe los tres estudiosos se vieron en la obligación de identificar al agresor como algo desconocido en invisible. Nunca habían investigado un caso similar. Y nunca antes, en la historia de la parapsicología, se había podido contrastar un episodio tan sorprendente, pero había otro problema: los ataques no cesaban en modo alguno, se repetían constantemente… Incluso en tres ocasiones diferentes se sospechó que Carla estaba embarazada, pero los médicos afirmaron que se trababa de embarazos psicológicos. Nadie lo discute, pero el problema radica en que dichos embarazos llegaban después de ataques como el descrito. Y en ellos no había nada de psicológico; al contrario. Se llegó incluso a efectuar en exorcismo, pero sin éxito alguno. Los fenómenos sólo cesaron meses después, cuando la presencia invisible comenzó a distanciar en el tiempo sus acometidas hasta que desapareció de la vida de Carla…





 

No hay comentarios:

Publicar un comentario