martes, 20 de noviembre de 2012

La pandilla de la sangre


Si vas conduciendo por la noche y te cruzas con un coche con las luces apagadas no le des las luces largas, porque esa puede ser la última cosa que hagas.

Se ha extendido una noticia o leyenda urbana mediante el correo
electrónico donde, supuestamente, un agente de la policía advierte de que una banda organizada tiene un método de iniciación que consiste en conducir con el coche por la noche y con las luces apagadas. El primero en avisarlos, mediante el intercambio de luces largas será perseguido por esta banda hasta matar a todos los ocupantes del coche que les avisó con las luces.
(Esta leyenda urbana ha recorrido el internet anunciando la acción de dicha pandilla en España, Centroamérica, Nuevo Laredo... y hasta Joaquín López Dóriga la dio como noticia en su noticiero hace año y medio).

 

 

La Pandilla Sangre en México…

EL periodismo en México se ha desvirtuado, en muchas ocasiones olvida su misión, su función social y convierte a la noticia en mercancía y al ciudadano en cliente, con ello se olvida la ética, se omiten conscientemente las bases del oficio y para muestra un botón, el caso que se presenta a continuación denota la falta de responsabilidad periodística de los principales medios de comunicación ante un rumor hecho noticia.
El 22 de octubre del año 2005, el Procurador de Justicia de Quintana Roo, Bello Melchor Rodríguez, alertó a la población en general a tomar precauciones al conducir de noche, luego que un día antes habían recibido de la Dirección General de Asuntos Internacionales e Interpol, una alerta de que integrantes de una pandilla denominada “Sangre”, relacionada con la Mara Salvatrucha, que viajaban en un carro con las luces apagadas, estaba matando a aquellos que le hicieran un cambio de luces.
Según el documento, ese fin de semana sería de iniciación en esa pandilla por lo que los individuos que deseen ser miembros, conducirán con las luces apagadas buscando a quienes hagan el cambio de luces.
El periódico El Universal fue el único diario de circulación nacional que reprodujo esta información, cosa que pasó desapercibida en un primer momento. Periódicos locales retomaron la información en los días subsiguientes, más como una nota anecdótica que como una verdadera alarma. Sin embargo, dicha información nunca fue comprobada, es decir, se omitieron los principios básicos del periodismo, se excluyeron las principales reglas de comprobación de datos antes de su publicación.
El miércoles 26 de octubre la periodista Adela Micha transmitió durante su noticiero “Por Adela”, esta información, misma que fue retomada al día siguiente por Carlos Loret de Mola, en Primero Noticias, donde dio cuenta del modus operandi de este grupo delictivo: “como prueba para aceptar nuevos integrantes a esta banda se les pide que aborden un vehículo, que no prendan sus faros y que simplemente asesinen a todos los tripulantes del coche que les haga cambio de luces”.
El conductor dijo que: “las autoridades han dejado claro que no se trata de una simple broma de Internet, el asunto es para tomarse en serio”, mientras enseñaba el oficio enviado a la Procuraduría General de la República por la Interpol.
Con ello, pareciera que dicho documento era la prueba fehaciente de lo que decía, pero tampoco cuestionó la validez de éste, una práctica que debido a la inmediatez de la noticia termina por repetirse en innumerables casos.
Ahora bien, Loret de Mola también aseguró que en Acapulco e Ixtapa-Zihuatanejo se había declarado toque de queda por esta situación y aunado a las declaraciones en televisión, esa misma mañana en la prensa escrita, concretamente en Milenio y El Universal advertían de la existencia de esta pandilla en su sección metropolitana.
Lo que empezó como un rumor, era ya la noticia más importante. La información fue retomada por la mayoría de los noticieros en el transcurso de la tarde, máxime cuando el vocero de la Presidencia, Rubén Aguilar, confirmó la nota.
Durante su conferencia matutina, dijo que el gobierno estaba enterado de esta agrupación, así como sus objetivos de atacar con armas de fuego automovilistas y aseguró que la Procuraduría General de la República estaba informada y actuaría al respecto. Es decir, en ese momento la telaraña mediática había succionado a fuerzas políticas en el caso.
Conforme fue pasando el día la histeria fue creciendo, a mediodía, Adela Micha retomaba este dato y aseguraba que la Procuraduría General de la República, el procurador del Estado de México, Alfonso Navarrete Prida; la Agencia Federal de Investigación, la Interpol, y Seguridad Pública del estado de Quintana Roo, Sinaloa y Michoacán, dijeron saber de su existencia y estaban trabajando en ello.
En una nota publicada en el portal de Esmas Noticias, aseguraba que “es verdad, existen, están en México. No operan aquí, pero vienen a reclutar a gatilleros, a asesinos”. “Ante esta forma de violencia extrema contra automovilistas al azar, las autoridades en México han decidido informar a la población y la advertencia es esa: señor, señora, cuide a sus hijos, a sus adolescentes que ya están pensando en la fiesta de cada fin de semana, hable con ellos, que si salen y ven algún auto con las luces apagadas, no les hagan ningún cambio de luces y que en cuanto puedan, den aviso a la policía. Es la única forma en que podemos protegerlos, haciéndoles saber del peligro que corren”.
Realizaba un llamado a organizarse y pasar la voz de la presencia de la banda “Sangre” en el país, toda vez que ya se habían recibido denuncias a través de correos electrónicos. Ello da muestra de la inconsciencia periodística y la manipulación de la información, retomando el principio noticia e igual a mercancía, periodismo igual a vender.
Un rumor alarmó a un país y ya con éste convertido en verdad inobjetable, las instituciones públicas empezaron a involucrarse, el Senado de la República solicitó a la Secretaría Seguridad Pública federal garantizar la seguridad ante la presencia de esta banda delictiva, asimismo pidieron reforzar la vigilancia en caminos y carreteras federales de la frontera sur y llamaron a las Procuradurías Estatales de Michoacán y Quintana Roo y a la del Distrito Federal, a establecer un programa de vigilancia para inhibir cualquier acto delictivo.
La nota era tema nacional, en otras partes del país también se suscitó la alarma, el gobierno de Sinaloa anunció esa tarde que desplegaría una vigilancia nocturna especial para detener y sancionar a jóvenes que tomen como un juego, el circular con sus vehículos con las luces apagadas con la intención de generar psicosis entre la población.
Dijo que además se revisaría a cualquier vehículo que viajara de esta manera, para revisar si realmente eran miembros de esta agrupación o sólo eran jóvenes jugando, con lo que no rechazaba que la noticia pudiera ser verdad.
En Nezahualcóyotl, Estado de México, se anunció un operativo de vigilancia en los lugares en donde se tiene detectado actividades de grupos como la Mara Salvatrucha, para evitar actos de iniciación de la pandilla Sangre. En Acapulco, Guerrero, el gobernador Zeferino Torreblanca, dijo que informaría a la población y se tomarían las precauciones necesarias acerca de la supuesta presencia de la pandilla Sangre. En el Distrito Federal, las autoridades pidieron a los ciudadanos no alarmarse ante los supuestos ataques, el entonces Secretario de Seguridad Pública, Joel Ortega, calificó las versiones como rumores para distraer a la Policía.
El Procurador capitalino Bernardo Bátiz ratificó la autenticidad del documento de la AFI, pero coincidió con el Secretario de Seguridad local en que era una farsa. Sin embargo, esa noche la nota ya había sido repetida en casi todos los noticieros de radio y televisión, mientras que páginas y foros en internet estaban repletos de discusiones al respecto.
Fue entonces, cuando todo dio un giro de trescientos sesenta grados y algunos medios de comunicación empezaron a informar que la noticia podría ser falsa, pero sin desmentirla por completo. Es decir, hasta este momento hicieron lo que debieron haber hecho desde un principio, comprobar la validez de los documentos, de las declaraciones, buscar a los actores involucrados, verificar versiones, antes de trasmitir información, y más aún cuando ésta pudiese causas cualquier tipo de sicosis.
Al día siguiente, el viernes 28, La Jornada publicó en su edición impresa una nota en la que señalaba que un correo electrónico fue el origen de la “alerta” que Interpol Guatemala envió a las autoridades mexicanas y El Universal también presentó un reportaje, donde señalaba que el ministro de Gobernación de Guatemala, Carlos Vielmann, informó que el correo electrónico que alarma a todo México sobre el inicio de una nueva pandilla es falso y que se trata de personas interesadas en implantar terror. Daba a conocer que el Ministerio de Defensa de ese país, no tenía conocimiento de la existencia de una banda delictiva denominada Sangre.
En una nota aparte, daba cuenta de que leyenda urbana sobre la pandilla Sangre, nació en 1993, según la página de internet de snopes.com.
La referida página web hablaba de diferentes leyendas urbanas, entre ellas la llamada “Lights out/luces apagadas”, y afirma que el rumor es falso al tiempo de que proporciona ejemplos de correos electrónicos donde se alerta a la población estadounidense e inglesa sobre el ritual de iniciación de la pandilla Blood. También mencionaba que leyenda fue llevada al cine en el año 2000, con la película “Leyenda Urbana”
El periódico Milenio iba más allá y ponía en su primera plana: Alerta policiaca nacional por un chisme fantasioso. Movilización a causa de un e-mail sobre la pandilla Sangre; y con esto una mentira hecha verdad terminaba por desvanecerse, para el sábado 29 todos daban la nota como falsa, pero a pesar de esto, se siguieron generando reacciones.
La Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal dijo que multaría a aquellos automovilistas que intenten bromear al circular con las luces apagadas para atemorizar a los ciudadanos por la presunta operación de una banda denominada Sangre. El secretario de Seguridad Pública, Joel Ortega, hizo un llamado a la población para que no se dejara sorprender.
El 30 de octubre, el secretario de Gobernación, Carlos Abascal, comparó a la presunta pandilla juvenil Sangre con el mito del Chupacabras. Dijo que los dos sólo provocan distracción y desconcierto entre la sociedad mexicana, pues nunca existieron y negó tajantemente que existiera un grupo delincuencial con ese nombre: “No tenemos absolutamente nada sólido”.
Desde que se dio a conocer la nota el 22 de octubre, hasta mediados de noviembre, se encendió la alerta en casi todo el país, las recomendaciones de no salir a la calle y la histeria se dejaron sentir en el país, azuzadas por las notas e información inexacta de Adela Micha y Carlos Loret de Mola.
Una broma o bulo como también se le conoce, que tiene varios años rondando en el mundo, demostró la poca capacidad de investigación de varios medios de comunicación del país.
Aunque el dato estaba basado en una información proporcionada por la Interpol, pasó una semana antes de que alguno cuestionara el informe y su origen. Aunado con la transmisión en cadena nacional en los noticieros de Televisa, la información tomó un perfil de verdad absoluta.
El Universal, Reforma y Milenio informaron con reservas la posible falsedad de la nota, dejando abierta la posibilidad de que fuera verdadera. La misma reacción tuvieron las autoridades, que dieron por cierta la información.
Las consecuencias más obvias fueron el pánico e incertidumbre en la gente, que ante el “por si las dudas”, prefirió cuidarse para evitar problemas o situaciones peligrosas. 

 

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