Ritual de los Levitas, de Sacrificios y Holocaustos, y otras leyes
1. Todas las ofrendas deben ser consumidas por el fuego en símbolo eterno de dejación, abstinencia, y confianza en su restitución. La ofrenda debe ser fruto del trabajo, labor en que uno se empeña, y siempre en sustitución misma de la vida de quien la entrega, salvo las ofrendas que se hacen para solicitar paz u otros favores. Porque en la ofrenda desinteresada está la paz, y una falsa ofrenda es condenación que se acumula en el libro de las provocaciones.
2. Toda la ofrenda es consumida por el fuego, convirtiéndose en cenizas. El acto es realizado por un mediador entre Dios y el hombre que lo necesitare, un sacerdote, y el aroma de la ofrenda quemada sube hasta la morada de Dios en olor agradable para él.
3. El sacerdote debía ser de la tribu de Leví, pues el significado de la palabra es “Enlazador”, Leví hijo de Jacob trajo maldición a la casa de su padre, por la contienda de Dina su hermana, por lo que Jacob pronunció en su lecho de muerte : Simeón y Leví son hermanos, armas de iniquidad son sus manos, en su consejo no entre mi alma, ni mi espíritu se junte con ellos, porque por su furor mataron hombres, y en su temeridad destrozaron toros, maldito sea su furor, que fue feroz; y su ira, que fue dura, yo los apartaré en Jacob, y los esparciré en Israel.
4. Mas Moisés declaró de Leví : Tu Tumim y tu Urim sean para el varón piadoso a quien probaste en Masah, con quien contendiste en las aguas de Meribá, quien dijo de su padre y de su madre : Nunca los he visto; quien no reconoció a sus hermanos, ni a sus hijos conoció, pues ellos guardaron tus palabras y cumplieron tu pacto, ellos enseñarán tus juicios a Jacob y tu Ley a Israel, pondrán el incienso delante de ti y el holocausto sobre tu altar, bendice, Yahvé, lo que hagan y recibe con agrado la obra de sus manos, hiere los lomos de sus enemigos y de quienes los aborrezcan, para que nunca se levanten. Pues los hijos de Leví tomaron cada uno su espada a la hora de vengar a Dios sobre quienes adoraron al Toro de oro, cuando Moisés tardó en bajar del monte. Pues amaron más a Dios que a su propia sangre.
5. Y esta es la característica del que debe ser el Enlazador de Mundos, del sacerdote al servicio de Dios, debe desenfundar su espada ante la blasfemia y aun aniquilar a su familia si esta ofende al Señor.
6. Y estos son los rituales que los hebreos debían reconocer, los cuales son modelo de lo que ocurre en el cielo, modelo de lo que sucedería en el último día, cuando el sumo sacerdote prometido bajaría a la tierra : Holocausto de Consagración, Ofrenda de alimentos, Sacrificio de reconciliación, Expiación por el error y Expiación de culpa por omisión.
7. A la manera de Abel, quien observó a lo alto, al cielo, y oyó y vio la manera de conseguir redención, sacrificios de paz, sangre derramada. A la manera de Abraham, al entregar a Isaac en símbolo de total abstinencia, de total sumisión. Para celebrar pactos entre el Señor y el demandante, aun como demandante el Señor. El sacrificio es un símbolo
de entregar la vida, y nunca se debe entregar la vida misma en sacrificio, no es acepto al Señor, pues el símbolo no es la sustancia misma de las cosas, pues él proveerá el verdadero significado del símbolo.
8. Y las ofrendas se harán según ordenanzas, pues los hebreos no son lo mismo que el resto de las naciones. Pues es pueblo escogido para mostrarse como modelo y mostrar el modelo de lo porvenir. Son la sombra de lo que habrá en el cielo, la oscuridad de la luz.
9. El hebreo ha de ser cuidadoso pues, ya que es apartado para el Señor, no igual a las demás naciones, no se comporta como ellos, hasta el tiempo señalado en que lo temporal sea reemplazado por lo establecido. Harán continuamente sacrificios por sus culpas y errores hasta que llegue el sacrificio perpetuo, ofrenda total por el error, como lo señaló Abraham en el monte en que había de ofrecer a Isaac, porque el Señor proveerá de animal para el sacrificio.
10. Y de cada sacerdote, enlazador de mundos, se hará consagración, con sangre se hará, porque en la sangre está la vida, la sangre es el alma. Pues de cada ser es la sangre la que provoca el movimiento, y sin movimiento no hay vida. Se rociará de sangre todo utensilio y las vestiduras, pues es símbolo de dejación, pues la vida no importa si no hay servicio a Dios.
11. Y no se debe hacer como lo hicieron Nadab y Abiú, pues ofrecieron inciensos en lugar que no fue consagrado, ni ellos estuvieron consagrados, pues las ordenanzas son para cumplirlas, ritual estricto para el hebreo, encendieron incienso del cual Dios no les había mandado, por lo cual salió del cielo fuego y los quemó en presencia del altar.
12. Porque las ordenanzas en cuanto a bebidas y comidas son para separar a los hebreos de las demás naciones, pues son escogidos por Dios para entregar el modelo de lo que había de venir, y no la sustancia misma de las cosas. Pues desde el cielo les mostró el modelo, el tabernáculo y la caja, el altar y el mar de vidrio, la mesa y el candelabro, todo de cuanto hay en el cielo para servir al trono.
13. Y por ello declaró animales puros e impuros, de los que se podía comer y de los que se debían abstener. De los que viven en el mar, de los que están en tierra y aun de los que vuelan. Porque son pueblo separado para servir de modelo de lo que había de venir, pero no son la sustancia misma de las cosas.
14. Y todo aquel que no cumpla con las ordenanzas en cuanto a comportamiento, de las bebidas y comidas debe ser muerto, extirpado del pueblo. Y aun el extranjero que se una al pueblo ha de acatar estas ordenanzas, pues se hace miembro del pueblo de Dios.
15. Aun en cuanto a las enfermedades había ordenanzas, los partos, y el vestir, porque son pueblo separado para el Señor, porque se daría a conocer por medio de ellos, debían ser separados y santos, como Dios lo es. Porque aunque todo consistía en un modelo, de ello viene lo que es en verdad.
16. Aun la pureza sexual estaría controlada, pues no harían lo mismo que las otras naciones, se conservarían separados en cuanto al comportamiento sexual, no serían como los pueblos que los rodearían,
pues no se acostarían con animales, ni con menores, ni con personas de su mismo sexo, serían fieles a su mujer, aun cuando puedan adoptar concubinas. Ni la desnudez debía presentarse, aun los sacerdotes no habían de subir por gradas al altar, no sea que su desnudez se mostrase ante el Señor.
17. La sangre que es la vida, carne con la sangre, no debía comerse, es símbolo de la vida. Cada animal debe desangrarse completamente antes de ser consumido. Cualquiera que la comiere será eliminado del pueblo de Israel.
18. No harán como los demás pueblos, pues no mentirán ni se robarán, no matarán ni oprimirán a sus hermanos. No maldecirán al sordo, ni pondrán delante del ciego tropiezos. Amarían a sus hermanos como a ellos mismos. No mezclarán las semillas de animal ni de los productos del campo. Todo adulterio trae castigo, muerte segura.
19. Celebrarán las fiestas a su tiempo, el sábado cada siete días, la primera luna del mes, y cada cincuenta años se ha de perdonar toda deuda en un día de gozo, celebrarán la pascua como lo indica la ordenanza, con lechugas u otras hierbas amargas, con panes sin levadura, celebrarán las primicias de la cosecha, del fruto de la labor de sus manos, el día en que habitaron en tiendas, y la asamblea solemne.
20. Las blasfemias no serán perdonadas, son motivo de lapidación. Respetarás el reposo de la tierra, y la labor de tus manos cesará y descansarás. Pues setenta semanas ha de descansar la tierra de su agobiador.
21. En año cincuenta has de hacer el perdón de las deudas, es modelo de lo que ha de venir. Habría bendiciones en la obediencia y maldiciones en la desobediencia. Consecuencias desastrosas y muerte para el infractor.
22. Todo puede ser rescatado, y entre hermanos no se usurparán los derechos. Pues los hebreos son pueblo separado, sacado de Egipto con fuerza y poder y con mano que obra milagros. Dios vigilará cada paso y escribirá en el libro de la provocación, aun en rollos escribirán los ángeles todo lo que vieren, para el día de la lectura, en el que sean abiertos los rollos. Pueblo separado son de las naciones de la tierra.
23. Consulta estas leyes al mediador, guárdalas en el corazón, reflexiónalas y vívelas, pues son leyes de carácter unificador. Consérvalas para siempre, transmítelas a tus hijos. Aun hasta el día en que cese el sacrificio continuo y se establezca lo que había de venir.
24. Aun la décima parte entrega a tu Dios, y ve cómo te abre las puertas del cielo y te colma de bendiciones, es ley de tu creador.
Dictador de Leyes
25. Estas ordenanzas y leyes, y muchas otras entregó Moisés al pueblo hebreo, con ellas Dios el Señor intentó separar un pueblo, y mostrarse por medio de este al mundo entero, serían luz entre tinieblas. Pero sus hijos se rebelaron, los que él escogió le desobedecieron, mal ejemplo
fueron para el resto de los hombres, pues las leyes no cumplieron, y buscaron la forma de ofender a su Dios.
26. Animales enfermos trajeron para ofrenda, de las sobras del cereal hicieron quema, incienso de materiales no permitidos ofrecieron. Violaron a mujeres y varones se acostaron con varones, hicieron todo y aun más de lo que hacían los otros pueblos, de los que se debían separar. Entonces el Señor fijó un tiempo, y el tiempo ya no sería más.
27. Traería maldición sobre los hombres, castigo aterrador. Pero algunos de los hombres conservaron su integridad, siguieron la ley que Dios les entregó. Porque no era difícil de seguir, no estaba arriba en el cielo como para que alguien fuese por ella, ni tan debajo de la tierra que nadie la pudiese alcanzar. Bastaba tener el corazón dispuesto y la mente atenta. Y siempre teniendo puestos los ojos en el galardón, que es agradar a Dios.
28. Y fue todo como el modelo del cielo, como lo hacíamos nosotros los ángeles, como lo seguimos muchos haciendo. Pero los hombres hicieron mofa de lo que hay en el cielo, del trono y de los ángeles. Cambiaron la virtud por el error, tratando de engañar a Dios ofrecieron menos que la décima parte, amaron más las riquezas que al perdón, y se hicieron los hombres vanos.
29. Provocaron al Señor de continuo, lo pusieron a prueba después de estarle probando. Generación estúpida, hombres que son menos que basura, menos que el polvo que pisan los pies. Y Dios después de casi exterminarlos deja un resto, pequeño grupo de hombres que respetaron sus ordenanzas. Por ellos el sacrificio continuo se mantuvo hasta que vino la real redención.
30. Mas cuando el sacrificio continuo acabó, la ley se perfeccionó, ya las ordenanzas en cuanto a comidas y bebidas cesaron, pues vino lo que es perfecto, el molde del modelo que Moisés observó. Ahora podrán comer cerdo, pues se reemplazó con una ley mejor. En el corazón se escribió con cincel y martillo, Dios mismo puso la ley en el corazón, y quien la lea le sigue, ciego, a donde Dios le quiera llevar. Y es por estos que Dios tiene esperanza, es a estos a quien debo exterminar.
Deuteronomio 28
31. Y Dios mismo me da la respuesta, me escoge como castigador, soy el ángel que trae la muerte, el cobrador, hoz traigo en mi mano, para decorar con cabezas mi habitación. Partes humanas decorarán mis paredes, vísceras pondré como alfombra y del dolor me alimentaré.
32. Pues Dios me eligió como instrumento de su furor, soy la espada con la que toma su venganza, soy quien dirige los cuatro vientos, y mis caballos salen a la caza, persiguiendo al resto de la descendencia de Eva, los que me hieren la cabeza, por eso yo les heriré en el talón.
33. Pues para quien cumple con la ley están las bendiciones, cualquiera que oyere la voz de Dios y ponga en práctica las ordenanzas, pues por ellas se alcanza la vida, bendecido serás en todos los caminos, tus hijos, tus frutos, tu tierra, bendecido serás al entrar y bendecido serás al salir,
Dios mismo derrotará a tus enemigos y abundancia de alimentos tendrás, bendecirá Dios toda la obra de tus manos, estarás como cabeza y no como cola, si obedecieres hoy los mandamientos, ni te apartares a servir a otros dioses, toda la bendición del Señor te alcanzará.
34. Pero si no oyeres la voz de Dios para procurar cumplir con todos los mandamientos y ordenanzas, maldita tu existencia y tu vivir, vendrá toda maldición sobre ti, maldita será tu tierra, tus hijos y el fruto de tus manos, maldito será tu entrar y maldito será tu salir. Todo lo que hicieres está destinado al fracaso, todo lo que levantares será destruido, el Señor te enviará dolor y fiebres, enfermedad tras enfermedad, te perseguirá el ardor y la sed, los cielos no te darán la lluvia ni la tierra su fuerza. Polvo y cenizas vendrán de los cielos. Hasta que mueras. Serás derrotado por todos tus enemigos, siempre has de huir de delante de ellos, los cadáveres desparramados de tu pueblo cubrirán la tierra, y aves se alimentarán de ellos. Aun más que las plagas que viste en Egipto te asediarán, pues al ángel de la muerte envío delante de ti. Desposarás mujer pero otro dormirá con ella. Edificarás casas en las que no habitarás, plantarás viñas y otro las disfrutará, tus animales serán muertos delante de ti, tus hijos e hijas serán entregados en manos de extranjeros y con tus ojos los verás desfallecer. Serás oprimido y quebrantado día a día, otro pueblo se saciará de tus frutos. Y llevarás enfermedad de la cual no podrás sanar.
35. Al rey que hubieres puesto delante de ti lo llevarán a tierras de una nación que no conoces, y servirás a dioses de palo y de piedra. Todas las naciones se reirán de ti y serás mofa y refrán para los pueblos. Tus hijos e hijas se irán en cautiverio y serán esclavos, servirán a naciones ajenas que no conocías. Toda tu cosecha será comida por insectos. Nación lejana será cabeza y tú serás cola. Por cuanto no serviste al Señor tu Dios, no lo seguiste con alegría de corazón, vivirás con hambre y con sed. Todos harán guerra contra ti y te matarán. Entre hermanos se enturbiarán y se consumirán unos a otros. Al recién nacido devorarán por el hambre, al que dieren a luz comerán ocultamente para saciar su carencia. Si no cuidares en poner por obra la ley, todo esto te acontecerá. Plagas más grandes que las que viste en Egipto.
El Gozo de Dios
36. Así de esta manera gozará Dios en arruinarlos y destruirlos si no obedecen su voz, se deleitará en arrancarlos de la tierra, los esparcirá por todos los pueblos, de un extremo hasta el otro, servirán a dioses de palo y de piedra, aun a animales inmundos, vivirás en temor hasta la muerte, pues al menor ruido te espantarás. Gozará Dios haciéndote el mal, así como gozó haciéndote el bien cuando te sacó de la tierra de servidumbre, de Egipto. Esperarás el sueño de la noche, pero se convertirá en pesadillas, ni aun el dormir te dará descanso. Pues Dios se deleitará en tu ruina, te enviará pesadillas, y al final, el ángel de la muerte tocará tu puerta y entrará por tu ventana. Volverás a Egipto a servir y ya no habrá vuelta atrás.
37. Y ese también es mi deleite, porque yo soy quien ha sido escogido para arruinarte, para todo aquel que no cumpla con el mandamiento, y el mandamiento es este : No añadirás palabra alguna a la ley, oye Israel, y el Señor tu Dios, el Señor UNO es, y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente, y con todas tus fuerzas, y a tu prójimo como a ti mismo.
38. Y yo sé que no has de cumplir, y me he puesto mi ropa de batalla, mi espada reluce y está sedienta por tu sangre, he preparado mis carros, cuatro caballos tengo preparados, uno para cada tiempo, y me han desatado, y correré por la tierra haciendo todo el mal que el Señor me mandó hacer, y me deleitaré en tu castigo, y ofreceré mal por bien, y bien por mal. Porque sé que tu naturaleza es el error, y más temprano que tarde caerás, y Dios se ensoberbecerá contra ti, y yo seré el palo con que él te castigue.
39. Y juro por mí mismo que no habrá misericordia en el día del castigo, que es cada día de tu vida, porque naciste fallando a la ley, y morirás por causa de ella. Porque la ley te muestra el error, mismo que cometes de continuo, por tanto sin ley serías inocente, pero la ley te acusa, y yo soy tu acusador, y día y noche estaré delante del Señor declarando tus faltas, a razón de que me envíe a darte todos los males que él ya ha declarado que te enviaría.
40. Besa mi mano cuando llegue por ti, pues acaso seré clemente, pero tu sangre estará en mi espada, porque la venganza de Dios sobre ti, por desobedecerle, es también mi venganza, y aun más de lo que mandare para ti, te daré. Porque te aborrezco hombre, porque eres menos que basura, y la ley te declara culpable, y yo soy el castigador. Infringes la ley con tus mentiras y delitos, con tus asesinatos y robos, hieres al huérfano y a la viuda le quitas su vestido, el mal que yo te pueda causar no es comparado con el mal que causas tú. Acaso seré ángel instigador. Te acusaré día y noche de cuantas faltas cometas, y yo mismo seré enviado a reclamar la infracción.
Números
41. Y miré a los hebreos, a los hijos de Israel, a los hijos de los extranjeros que habían escapado de Egipto junto con ellos, y miré y conté en conteo a todos los que habría de destruir, a todos los que faltarían a la ley, a todos los culpables, de entre ellos, no había ningún justo, sobre todos vendría mi ira, el castigo enviado por Dios : Seiscientos tres mil quinientos, sin contar las mujeres ni los niños, solo aquellos que podían empuñar un arma, contra los que podían defenderse. Pues haré guerra contra ellos, enviaré a los principales de otras naciones para que les derroten, ángeles aliados que custodian cada nación.
42. Y está preparada la mesa, veinticuatro comandantes se preparan para guerrear, para ordenar destrucción, para cumplir el designio que Dios promete a los que le son infieles :
43. Lucifer : Luz temprana, el primero de los creados, luz se apaga de sus ojos y monta en cólera, en su soberbia está su fuerza, y no se detiene ante el derramamiento de sangre, su ira es hacer la voluntad de quien le envió, batalla dará contra los infieles, contra los que intentan pisotear el cielo, contra todo hombre que no puede volar.
44. Leviatán : Legal y genuino rey de las aguas, que remece a todo espíritu y espera pacientemente por su presa, reposa bajo las aguas y la inmensidad gobierna, es astuto de corazón y no se compra con sobornos, hará lo que el Señor le mande, hundirá los barcos que trafican tesoros, especias y esclavos, todo navío atormentará.
45. Behemoth : Bravo cazador en tierra, su cuerpo fuerte es impenetrable, arremete con todo una vez que emprende el ataque, nada le detiene, devorará las cabras y ovejas, todo animal del campo, pisoteará los sembrados, enviará fieras para matar a los que no cumplen con la ley.
46. Bel : Brillante es su llama, señor del fuego, asolará los valles y quemará toda piel que camine bajo el sol, es insaciable y provocará la sequía en tiempos que los hombres dejen de seguir a Dios. Por mandato de él secará las fuentes de las aguas y cerrará los cielos, hará llover de el solo cenizas y carbón. Monte de fuego, monte de Marduk será el ídolo que coloques, que todos los de Babel doblen rodilla ante ti.
47. Moloc : Mandarás a los hombres a arrojar a sus hijos al fuego, te deleitas en el dolor, vergüenza y oprobio te han llamado, no tienes corazón, a la orden estás presto a reinar, pues eres rey de la amargura, de quienes en su locura sacrifican vidas humanas, vidas de niños pequeños, pasados por fuego han sido, en tus manos han de quedar. Eres el consejero a oídos del hombre en su penumbra, que hagan por ti ordalías y que se mutilen sus dedos, quiébrales su conciencia y que cometan atrocidades, háblales al oído y convénceles de matar.
48. Dagón : Dorado dios de los filisteos, grande en poder, el juez Sansón se burló de ti, destruyó tu templo (lo viste en el oráculo), tu hora de la venganza ha llegado, prepárate para matar, tres mil de los tuyos murieron, has de matar a trescientos mil, del mar has venido a la tierra, eres parte de la tierra y del mar, envía allá a tus muertos, arrástralos hasta el fondo del mar. Quema sus barcos y llévalos al lugar de las tres esquinas, hazlos perecer, hazlos desaparecer.
49. Baal : Buenos días pasaste como cananeo, pues eras señor de señores, te multiplicaste en jurisdicciones y sabes que están por acabar, te enseñoreas de todo territorio y pones tus maderos en todo lugar elevado, en toda la tierra se te rinde culto, pues no tienes forma común y toda ofrenda se hace a ti. Dios te manda en este día castigar a su pueblo, pues te alabarán en vez de a Dios, y te hincharás de orgullo, pero en tu hora, antes de tu derribe, afrenta a los hebreos, hazlos caer, procura que su castigo sea mayor.
50. Astarté : Astuta esposa de Baal, pues eres su señora, y sobre él gobiernas, que tus pedidos sean cabezas de hombres a la hora de tu boda, no sabrá nadie que eres demonio varón, aunque toda la creación lo sepa. Toma venganza de la naturaleza, multiplica los hijos de los
hebreos, pues mientras más sean, más habrán de errar, y por cada falta un hijo les darás.
51. Quemós : Quién diría que tu derrota sobre el ángel de los amonitas te entregaría el título de su dios, pues a Moab se te fue encargado, pero sobre Milcom te fuiste en guerra, y arrebataste su tierra, su jurisdicción, porque eres fuerte, les das en posesión a tus ahijados muchas tierras y bienes, colmas a tus guerreros con premios. Antes que te arrebaten tu luz toma venganza de los hebreos, has que el rey de Israel que ha de venir te levante ídolos en todos los montes altos, para encender la ira de Dios sobre ellos, ídolos de todos los dioses, de cada uno de nosotros, y que el rey que viene provoque su total ruina y dispersión.
52. Berit : Buenos tratos has hecho, con los hijos de los hombres, cumple en cada pacto tu palabra, para que continúen ofreciéndote sacrificios de animales y de trigo, a ti en vez de a Dios, pues para eso fuiste puesto en la tierra, para hacer convenios con todo aquel que desee pacto con un demonio, ofréceles regalos y ellos nos darán su vida, la de sus hijos e hijas, con todo, el Señor se enfadará aún más con ellos y nos enviará a aniquilarlos.
53. Nehustán : Naces del dolor de los hombres, en serpiente de bronce se te formó, y tú nos representaste a todos el día del perdón, pues te clavaron al madero y con ello se mostró lo que sucederá con todos nosotros. Eres el fuego ardiente, muerde el talón de los hombres, hiéreles sus partes bajas, que no miren al cielo, no sea acaso que Dios nuevamente se arrepienta de hacerles mal a los hombres y terminemos como tú. Pues Moisés te levantó en el desierto, y todos los que te miraron fueron sanados, hagamos que los hombres no merezcan el perdón, llevémoslos a la ruina total, que no tenga Dios más opción.
54. Nabú : Nadie es como tú en cuanto a sabiduría, pues le darás a todos tus súbditos conocimiento y ciencia, en letras y artes, escritura y amor, darás a los hombres con qué ocuparse, distráelos de su atención a Dios, has que escriban poemas, has que pinten los cielos, has que estén ocupados y provócales mucho ocio o diversión, conviértelos en egoístas, dales vanidad.
55. Pitón : Perdiste tu cordura al destruir Maldek, pues pensabas que ahí irían a parar los hombres, los que eran tus esclavos, creíste que Dios se los llevaría ahí. Pero no te aflijas pues hiciste un buen trabajo, en añicos dejaste aquel lugar. Y se te dieron hombres como esclavos, al pueblo de los hebreos, ladrillos de barro y paja hacen para ti, ídolos elevados te construyen. Aliméntalos de pan y cebollas, y acostúmbralos a la esclavitud, pues ese es el pago de quien es estúpido, de todos los hombres, de cada uno.
56. Merodach : Maldad trajiste al corazón de la creación, en el mismo inicio de la vida insertaste la maldad, y los animales se deformaron en el vientre de la hembra, y causaste malformaciones a las criaturas marinas, en tierra abominaciones se llamaron, formaste plantas que comen carne, y peces que se avientan fuera del mar, enormes bestias fueron de tu intelecto, pues no creaste nada nuevo, si no que lo creado tergiversaste. Y de tu ingenio nació tanto el grifo como el centauro, y tan maravillosas
fueron tus creaciones artísticas que los hombres las adoraron, buen trabajo compañero mío.
57. Tartac : Terminaste haciendo que Nimbas y Anamélec te sirvieran a los pies, eres quien derrota aun a sus mismos hermanos, tienes como servidores a otros caídos, no te importa la hermandad, ni padres ni hijos, pides a cambio como favor la muerte por fuego de pequeños, que quemen para ti a sus propios hijos. Y es tan grande tu influencia que todo habitante de Samaria te ha de rendir culto, has hecho que olviden por completo la ley de Dios.
58. Peor : Provocaste la ira de Dios el día en que engañaste a Balaam, pues a los hijos de los hebreos les provocaste a fornicar, sí, con hijas de tus seguidores, de quienes te adoraban, y contaminaron aún más su prole, e hiciste que de ellos cayeran más de veinte mil a filo de espada, y provocaste enojo en los ancianos de Israel, y en Dios, que nos mandó a aniquilarles. Y en esto consiste vuestra misión, engañen y hagan contienda, que Dios nos lo tiene permitido, y anoten cada mala obra de los hijos de Abraham, anótenla en libros para llevárselas al altísimo, para acusar a los hombres en el día de su juicio, y hagamos ver a Dios que cometió un error al reemplazarnos con los hombres, pues los hombres son polvo, menos que pelusas de las que hay bajo una cama.
59. Refán : Reniegas de tu linaje, te has separado de tus servidores, pues solo eres poderoso, y harás que luego de que los hebreos pierdan todas sus tierras, vayan a la tuya, a adorarte y a rendirte homenajes, a que sacrifiquen por ti sus bienes más preciados, a su hijas y a sus mujeres, y entonces Dios se enfadará aun más, y aún más los ha de dispersar, por entre todos los pueblos de la tierra, para que sigan contaminándose con el alimento que les dan cada uno de los demás dioses. Es plan perfecto que dará resultados.
60. Zebub : Záfate de ese título de señor de las moscas, ese que te dieron los hebreos al conocer a tu ídolo alto, pues te han hecho burla, pues toma en ellos venganza, porque de príncipe pasaste a ser ridículo, dios que para nada sirve, sin fuerza ni poder, sin sirvientes y sin tierras, pero recupera Ecrón y recupera tu oráculo, vende consejos de amor, vende adivinación, diles mentiras, diles que van a sanar cuando van a enfermar, hazles creer que vencerán cuando Dios ya les concedió la derrota, engáñales siempre, has que crean a la visión de las estrellas, invéntales para cada día su carta astral, búrlate de ellos haciéndolos caer en ruina, que se diviertan mientras con sus runas y augurios, déjales ver el más allá, y ríe al último, y búrlate de su burla, te creyeron tonto, y los tontos serán ellos, los hombres que creen a tus palabras.
61. Ivits : Indiscutiblemente tuyos son dieciséis millones setenta y un mil setecientos cuarenta y siete ángeles caídos, están por toda la tierra, a tu orden agobian a los hombres, les causan enfermedades, fiebres y malestar, cansan sus espaldas y ya no quieren trabajar, les provocan decepción, los deprimen. En sí no tienes fuerza, ni eres de tamaño descomunal, eres a decir verdad, el más débil de los caídos, pero te obedecen a causa de tu hermosura, a causa de tu voz, eres diestro en engañar y confundes con tu brillo espectacular, cada uno de los tuyos te
adora, ángel adorando a ángel, hacen lo que les pidas a cambio de que te puedan mirar a los ojos, tanta es tu belleza y tanta es tu crueldad. Envía tus hordas de malignos a acabar con la tierra, que a cada hombre le instiguen a errar, que se enfrenten con los ángeles guardianes de cada ser, y que les mantengan ocupados mientras agobiamos a sus protegidos. Que se hagan pocos, que se hagan muchos, no dejes que los guardianes protejan al hombre, elevaremos tu poder, pues has sido grandioso, te rendiremos homenajes.
62. Nergal : Nos has dado tu gloria, a los reyes de la tierra les has dado tu gloria, quien contra ellos tenga propósitos insolentes si es un noble morirá por armas, si es rico se convertirá en pobre, lo que tema le vendrá a aquel que toque a uno de tus escogidos, todo el que tenga pensamiento vil sobre quien pusiste tus ojos; nos mandas a que nos congreguemos todos a mitad del cielo, dioses honrarán a los reyes que has puesto sobre las naciones de la tierra, serás pastor de los diez reyes de la tierra.
63. Rimón : Ruegan a ti en tu templo, hecho maravillas de manos de hombres tus servidores, puesto que concedes todo cuanto te piden, pues eres señor de las lluvias y de las tormentas, eres fuerte y aun hasta al mismo Dios te atreverías a atacar si caminare sobre tus mares. Fuerte eres en demasía, pues devoraste a Tamuz haciéndote de sus poderes, para luego vomitarle, y eres capaz ahora de dar arroces y trigo, de que la fruta brote a miles, cosas con qué alimentar el ganado. Distrae a todo hombre de adorar a Dios y dales ocupación en los campos, que ninguno se ocupe en arrodillarse ante el Señor, mata a sus terneros para que le culpen, auméntalos para que te adoren.
64. Nisroc : Nínive será tu ciudad, en ella pon templo donde te adoren los reyes, templo tan grande que aunque sea destruido las ruinas evidenciarán de el, y has que todos vayan, y has fiestas tan grandes que en la memoria de los hijos de los hebreos reboten por años, y provócales a envidia, y que envidien lo espectacular dios que eres, porque no eres dios de prohibición, te permites todo, no hay ley más que adorarte y divertirse. Eres un dios simplón, pero por eso serás muy popular.
65. Tamuz : Te hiciste mortal, y te diste un nombre terrenal, Dumuzi fue tu nombre y desposaste mujer de la tierra, te hiciste pastor de ovejas, y cuidaste de la tierra, y se te maldijo con la fortuna y la ruina, y cuando la noche es igual al día la tierra recupera su fuerza, y cuando la noche es igual al día la tierra pierde su fuerza, y cada año has dado a los hombres seis meses de ruina y seis meses de fortuna, sobre la tierra habrá equidad entre lo bueno y lo malo, sobre las cosechas, sobre los ganados. Y viviste de primera mano la sequedad y también la inundación.
66. Sefón : Sabes que te luciste en el día de la huída de los hebreos, cerraste con tu desierto el paso de ellos, casi logras que los recapturaran, luchaste contra Miguel, pues eres señor de las huestes que no recibieron lugar, en tierras secas tuviste que hacer tus moradas, pero los hebreos pasaron por tu lugar. Los obligaste a maldecir a Dios causándoles sed, y les privaste de todo alimento. Ahora deberás
continuar esa tarea, pues seguirán avanzando hasta llegar a la tierra que Dios les prometió.
67. Y tratarán de cruzar por todos nuestros territorios, el Señor viene con ellos y frente a él Miguel, que no hay otro ángel como éste, y piensan derrotarnos a todos, uno a uno, pero antes de que lleguen a la tierra que se les prometió, hemos de demostrarle a Dios cuan malos son, cuantas fallas tienen, debemos abrirles el corazón, cosa que blasfemen contra Dios, que quebranten la ley, que se decepcione el Señor de su creación, y que no les dé la tierra, que no lleguen al árbol de la vida, no sea que vivan para siempre. Haremos entre todos reino que no sea dividido, dejemos de luchar unos con otros, somos todos ángeles caídos, hermanos. Y cerremos la ruta por donde han de pasar, que la vida entera del hombre sea ocasión de hacerles blasfemar, que Dios les odie como le odiamos nosotros, pues en el hombre, en su naturaleza está traicionar, matar, asesinar, nosotros solo hemos de regarles de agua turbia cual semilla, para que se hagan como maleza.
Levítico, la clave de la ley
68. Porque está escrito : Por tanto guardarás estos mandamientos, los estatutos y ordenanzas, porque haciendo estas cosas vivirás, esa es mi eterna palabra.
69. Pero vean ya, que si quien se entera de esta ley no la cumple, la sangre está sobre su cabeza, pues la ira de Dios cae sobre quien sea infractor de la ley, sea hebreo o de las demás naciones. Pues la ley está a la vista, y se toca con las manos, en toda la creación, pues Dios les ha dado el universo entero para que se puedan percatar de su presencia. Entonces, hermanos, estemos a pie de hacer todo lo posible porque el hombre caiga, pues con solo un error se hace transgresor y pierde toda credibilidad ante el Juez y Señor. Sea que el hombre asesine mucho o asesine poco, está ya su cabeza bajo el filo de nuestra espada. Sea que mire a su hermano para violentarle o que en su efecto lo haga, ya están sus miembros puestos en la máquina de torturar. Pues somos el palo que Dios usará para castigarlos.
70. Y ya tenemos el mandato y ya tenemos la aprobación, podemos tentar al hombre para probarle, mientras no tomemos su vida, pero en cuanto cometa un error, el pago por ese error Dios mismo lo dará, que es la muerte. En nuestras manos lo pondrá.
71. Miren cómo se purifican los hombres para asistir al ritual de adoración, se visten y lavan, comen liviano, se untan en aceites, asisten a la hora, miran al altar, pero uno de nosotros ocupará ese lugar, tomaremos la adoración que a Dios le deban dar, usurparemos ese lugar. Y nos pondremos de pie en los lugares sagrados. Y nos levantarán ídolos, palpables o impalpables, y nos rendirán culto. Pues no conocen a Dios, ni le amarán, ni le adorarán, porque hombres son, y no tienen entendimiento, de labios adoran solamente, pero su corazón está lejos de servir al Señor.
Manos a la obra, cuarenta años en el desierto
72. Los hebreos después de recibir la ley comenzaron a organizarse, partirían del monte Sinaí, rumbo a aquella tierra que se le prometió a la descendencia de Abraham, a sus hijos. Aburridos del mann nuevamente se pusieron a murmurar contra Dios, pues los demonios ya están haciendo su trabajo, causando hambre y sed por cada lugar por el que pasan los hebreos. Y cada vez que el pueblo murmuraba, por hambre o por sed, Moisés intercedía por ellos ante Dios, pues los hombres hasta con llanto y lágrimas pedían carne para comer y agua para beber, entonces Moisés iba hacia Dios llevando los reclamos, y Dios mismo le decía : Sé que no puedes soportar la carga de sobrellevar a este pueblo de dura cabeza, me vas a pedir que te quite la vida, pero porque te quiero te he dado esta misión, los has de llevar a la tierra que mana leche y miel, yo mismo les daré carne para que coman. Y Moisés reclamaba : Pero son más de seiscientos mil hombres, de dónde sacarás tanta carne para darles de comer. Y Dios le respondía : Crees que tan pequeño es mi poder acaso, ahora vas a ver si cumplo o no con mis palabras.
73. Pues así es la vida del hombre, un continuo dudar, no saben lo que les depara el mañana, todo lo creen confuso, no hay santos Dios entiende, todos desconfían de ti, no conocen tu poder, no ven tus obras.
74. Pero ese día bajaste a tu tienda, el tabernáculo que te hicieron con trapos y varillas, tanto fue tu poder y gloria que rebosó la tienda, y alcanzó a los setenta ancianos los que tuvieron espíritu por un minuto, y hablaron lenguas extrañas, lenguas de ángeles, aun los ancianos que estaban lejos de aquel lugar. Y entonces el Señor envió codornices, con ellas se saciaron, y fue tanto el furor con que se enfureció, que mandó a los demonios a matarlos, estando la carne en la boca de ellos quisieron más y comieron hasta que reventaron, aun la carne les salía por las narices. Muchos fueron los que murieron. Es el comienzo de nuestra grande labor.
75. El pueblo se puso nuevamente a murmurar, los hermanos de Moisés, Maria y Aarón le reclamaron el tener esposa de la tierra de los madianitas cosa que era contraria a la ley, pero estando los tres reunidos Dios bajó en espesa nube y les dijo : Cuando hay vidente de mi parte entre ustedes, hablo por medio de sueños y visiones, pero con mi escogido Moisés hablo cara a cara, y no será así con ustedes. Puesto que empezaron a envidiar a Moisés y buscaban con qué acusarle para que el Señor se deshiciera de él. Dios la castigó con lepra, pero Moisés nuevamente intercedió por ella con oraciones al Señor y fue sana.
76. Y se acercaron a las tierras de los cananeos, entonces Moisés envió espías para que le informaran acerca del lugar, escogió a Oseas de Efraín como cabeza de los exploradores, le dijo : Exploren el lugar, traigan frutos, vean cómo son las ciudades, si son hombres fuertes o débiles, tomaremos el lugar. Así fueron y exploraron todos los territorios cananeos, durante cuarenta días, y trajeron consigo frutos del lugar, y dieron el informe : Realmente es tierra que mana leche y miel, los frutos
que conseguimos son los más grandes, pero los hombres de allí son muy fuertes y sus ciudades muy fortificadas, están habitadas incluso por gigantes, pues por eso no podemos atacarles, ellos son más fuertes que nosotros, somos simples langostas ante ellos, pues matan hasta a su propia gente. Y el pueblo nuevamente se puso a murmurar.
77. Y en verdad que en aquella tierra habían gigantes, pues eran descendientes de los últimos Nefilim, y se han reunido todos en una misma tierra, y son fuertes, son hijos de los dioses.
78. Entonces los israelitas se pusieron a llorar y gritar con fuerza, se decían : Ojala hubiéramos muerto en el desierto, o a manos de Faraón, nos trajeron aquí para morir en la guerra, para que nuestras mujeres fueran tomadas por nuestros enemigos. Hagamos jefe a uno de nosotros y que nos regrese a Egipto. Mas Caleb y Josué se rasgaron sus vestidos en señal de dolor, y dijeron a la par : En verdad aquella es tierra que mana leche y miel, y el Señor estará con nosotros, es quien nos la prometió, por favor no se rebelen contra el Señor, pues él nos protegerá.
79. Y escuchamos en el cielo algo que nos llenó de gozo : Hasta cuándo van a seguir dudando de mí, incluso con todos los milagros que he realizado en medio de ellos, les voy a enviar un ángel, a uno que les cause una tremenda enfermedad, que acabe con todos ellos, y levantaré a otro pueblo para darle esta tierra.
80. Pero bajó a hablar con Moisés, y se acordó de su promesa : Los destruiré y haré de ti Moisés un pueblo más fuerte que este. Pero Moisés le dijo : Cuando los Egipcios sepan lo que has de hacer van a decir “el Dios que les habla cara a cara, con fuego y nube espesa, que los sacó de servidumbre con una gran mano, que los protege con columna de fuego, los mata ahora a todos en un solo día, no pudo hacerlos llegar a la tierra que juró darles por causa de que los otros dioses eran más fuertes y por eso los mató en el desierto”, por eso Señor cumple tus promesas, no te hagas mala fama, has con tu gran poder todo lo que has prometido, has dicho que no te enojas fácilmente, que perdonas la maldad y rebeldía, que es muy grande tu amor, perdonas aunque no dejas sin castigo a los que tienen culpa, ya que has tenido paciencia desde que los sacaste de Egipto, perdónales su maldad.
81. Y oímos la voz del Señor : Solamente a Caleb permitan el paso a la tierra prometida, puesto que tuvo fe en mi gloria, la que llena toda la tierra, en todo aquel que vio mi poder o alguno de mis milagros, hagan llover sobre ellos toda clase de maldiciones, que ninguno de ellos ponga pie sobre la tierra que les prometí, porque me han puesto a prueba vez tras vez y no se han convencido de que soy Dios, de que mi gloria llena toda la tierra, fui más fuerte que todos los dioses de Egipto y demostraré que soy más fuerte que los dioses de los habitantes de Canaán, más fuerte que los de Amaléc; que queden los cadáveres de los hebreos tirados por el desierto, todos los contados de veinte años para arriba, de los que vieron mi poder y tuvieron tiempo para discernir. Solo los hijos de los hebreos podrán cruzar, para que tengan tiempo de discernir, para que se percaten de que Soy el que Soy.
82. Entonces los diez espías que difundieron temor en cuanto a conquistar la tierra del cananeo, comenzaron a murmurar y con ellos hicieron murmurar a los israelitas, y Dios los escuchó desde lo alto, y envió a un ángel que les quitó las almas y nos las entregaron. Y vez tras vez volvían a murmurar.
83. Entonces por el temor, pues vieron que ellos murieron aun estando en pie, los hebreos se prepararon para tomar el lugar, la tierra prometida. Pero Moisés les dijo que no era la hora, Dios les debía enviar, de él debían recibir la orden. Pero no escucharon y muchos fueron, pues las palabras de Caleb decían que el Señor los protegería. Pero por su desobediencia, el dios de los Hormá fue enviado para derrotarlos, y fueron muertos muchos de ellos por su gran espada, y su legión de demonios. Porque el arca, la caja con el trono de Dios, no los acompañaba.
84. Se quedaron entonces los otros en el desierto, esperando las órdenes que Dios daba por intermedio de Moisés.
85. Un día sábado que vieron a un hombre recogiendo leños le capturaron y encerraron, pues estaba transgrediendo la ley. Entonces Moisés consultó a Dios qué debían hacer con él. Y Dios le contestó : Ese hombre es condenado a muerte, todos los israelitas deben arrojarle piedras fuera del campamento, hasta matarlo. Esto porque los demonios estaban sueltos, y hostigaban a los hombres, y los instigaban a cometer infracciones contra la ley. Pero la mayoría eran astutos, hacían el mal de forma encubierta, aprendieron aún a engañar a la ley.
86. Mas el Señor les dijo por medio de Moisés : Háganse recordatorios, escriban en los dinteles, cuélguenlos de sus dedos, así se acordarán de todos los mandamientos, porque son pueblo de dura cabeza, que olvida lo oído y visto con facilidad.
87. Pero el pueblo se puso a murmurar nuevamente contra Moisés y Aarón, decían : Ya basta de privilegios, el Señor está con todos y todos hemos sido escogidos por él. Y Moisés propuso una prueba, al siguiente día Dios mismo decidirá quiénes son escogidos por él, cuales son los consagrados. Y a Coré entonces Moisés le dijo, pues fue quien comenzó la rebelión : Contra Dios te has rebelado y no contra nosotros, él dispone quienes deben hacer durante las celebraciones y rituales, por qué ambicionas el sacerdocio, pues es para levitas. Mas Coré junto como a trescientos israelitas que apoyaban sus murmuraciones se enojó.
88. Entonces Dios se enojó mucho, y nos dijo : Vayan y mátenlos a todos, son pueblo que me aburre, son de dura cabeza y no entienden. Mas la oración de Moisés se comenzó a oír desde la tierra : Por esta maldad no culpes a todo el pueblo, no culpes por el error de uno a todos, si en verdad te soy escogido, solo a Coré y los suyos has de culpar, si soy acepto a tus ojos que se abra la tierra y de forma maravillosa solo ellos han de caer en ella. En cuanto terminó de hablar, envió a su ángel que abrió la tierra y se tragó a Coré, junto con su familia y toda su casa. Y el pueblo se espantó en demasía, prometiendo no volver a cometer el mal. Pero todo hombre es mentiroso.
89. Nuevamente se pusieron a murmurar los hebreos, otra vez por asunto de la sed, pues la sequía les sigue desde que se nos autorizó a probarles, de modo que no encontraron fuentes de agua durante mucho tiempo. Nuevamente los llantos “ojala hubiéramos muerto junto con nuestros hermanos cuando se los tragó la tierra, es mejor que ver morir a nuestros animales de sed, y que muramos nosotros mismos por no tener agua”. Entonces la vara de Aarón golpeó nuevamente la roca, y de ella brotó agua. Y estas serán las aguas de Meribá, pues recordarán la contienda de Dios con los hijos de Israel, en el día que le ponían a prueba aun viendo su mano fuerte y su gran poder. Por ello Dios nos mandó a matar a Aarón, porque él consentía en las murmuraciones del pueblo, sacándoles agua de la roca con su vara reverdecida.
90. Y ahora Nehustán ponte de pie, ve a los hebreos y arrebátales su trigo, que sea comido por insectos, larvas de mosca, y así no tendrán pan y nuevamente murmurarán contra el Señor. Y sucedió que los hebreos volvieron a murmurar “Para qué nos hiciste salir de Egipto, para morir de hambre en el desierto, pues no tenemos pan, estamos cansados del mann”. Entonces Dios mandó a Nehustán a castigarles, y el tomó la forma de una serpiente, y envió a muchas serpientes venenosas a que hirieran a los hijos de Israel, pero el pueblo se arrepintió de las murmuraciones con que había hablado, y castigó a Nehustán por enviar tan cruel castigo al pueblo que él había escogido. He hizo que Moisés levantara una serpiente, ídolo de Nehustán, sobre un palo y la clavó, y todo aquel que mirara a la serpiente que fue hecha de bronce, sabría que el Señor elimina para siempre el error si le confiesan de labios y asumen el arrepentimiento de su error. Y todo aquel que era mordido por las serpientes venenosas debía mirar al ídolo clavado en el madero, recordar el perdón de su error, y recobraría su salud, y no moriría.
91. Y así nos pasamos cuarenta años en el desierto, tentando y probando a los hombres, los que fallaban en su palabra, Dios nos enviaba a castigarles, luego estos se arrepentían, y su culpa caía sobre nosotros, pues era el pueblo escogido por Dios, y les perdonaba vez tras vez. Y luchamos contra sus ángeles, y tuvimos victorias y derrotas. De todas maneras muchos hebreos cayeron, se rindieron a nuestro poder, y nos adoraron, hicieron ídolos de nuestra imagen, y fueron para siempre quitados del libro de la vida. Sin embargo, sabemos que Dios ama al hombre, y que planea algo para restituirles, no sabemos qué, pero cuando lo haga, estaremos ahí para acusarles en el juicio, de modo que todo hombre pase por mentiroso, que se muestre la sangre que hay en sus manos, de modo que Dios no pueda dejarles sin su merecido castigo.
92. Y los hebreos comenzaron a apropiarse de la tierra, y los dioses que estaban a cargo de las jurisdicciones comenzaron a caer. Pero solo cayeron los más débiles, los dioses fuertes esperan, pues aun no ha llegado su turno. Eso era algo que esperábamos. Sin embargo, los más fuertes de los ángeles protectores han caído, de ahora en adelante les daremos tiempo de paz, pero no los descuidaremos del todo.
93. Moisés continuamente les recordaba las promesas de Dios, y ellos continuamente las olvidaban.
Moisés es privado de la tierra prometida
94. Y un galardón importante obtuvimos, pues de tantas veces que Moisés intercedió a favor del pueblo, que se contaminó del mal de ellos, hay veces que dudó de si Dios podría cumplir lo que había prometido, y por ello se encendió el furor de Dios, el Señor le increpó : “Tampoco tú entrarás en la tierra, tus ojos la podrán ver, pero jamás llegará tu pie a pisarla. Estoy harto de aquellos por quien intervienes, me son decepción, no saben hacer el bien”.
95. Y durante cuarenta años Dios los cuidó, enviando a sus ángeles a protegerles de nosotros las huestes de la oscuridad, de nosotros quienes les agobiábamos y les hacíamos caer. Ni sus ropas se gastaron aunque anduvieron en el polvo y la arena del desierto.
96. Y le dijo a Moisés : A Josué has de instruir en todo el plan que sigue, pues desde este monte puedes ver la tierra que él ha de tomar, puesto que eres mediador de este pueblo que me maldice en lo secreto, aun en público murmuran mal de mí, por eso no entrarás en la tierra que mana leche y miel, la que juré a tus padres, no pasarás del Jordán.
97. Y quedaron en la jurisdicción de Peor. De modo que Moisés le indicó al pueblo : No han de adorar a los dioses que verán, ni se inclinarán ante sus ídolos, es cosa detestable al Señor, no hagan imagen de hombre o animal, ni de pez, de nada de la tierra, ni del mar, ni que vuele por los cielos, ni de las estrellas, ni de la luna ni del sol, no te rindas ante ellos, ante ninguno del ejército del cielo, no te dejes seducir de modo que les sirvas, pueblo escogido de Dios son, no sea que enciendan su ira y los elimine, pues ya ven que por causa de ustedes me ha privado de cruzar el Jordán, ya han visto todo su poder, señales y milagros, y han oído su voz de en medio del fuego, aprendan de lo que han vivido, guarden sus mandamientos y entonces les irá bien y Dios prolongará sus días, aun para siempre.
98. Y puso Moisés todo por escrito, para memoria del pueblo, y puso como primero el gran mandamiento : El Señor tu Dios, el Señor uno es. Y cuando crucen a la tierra que mana leche y miel y estén bien, no olviden a Dios, y ríndanle homenajes, adoración y acción de gracias. Y de todo lo que hay en aquellas tierras, destrúyanlo, no tomen de sus mujeres, no sea que los arrastren a adorar a otros dioses, no deben seguir su ejemplo, pues aquellas tierras me son abominación, y si tu mismo hermano te incita a adorar a otros dioses, no se lo perdonarás e irremisiblemente le matarás; no se harán incisiones en su cuerpo, ni se raparán, no se harán ningún tipo de marcas en su cuerpo, pues hijos son del Señor, pueblo separado, no harán como las demás naciones.
99. Y les introdujo Moisés palabra del Señor : Debes hacer todo lo que yo te mando, no añadirás ni quitarás. Cuídate, pues se levantarán profetas como si fuera en mi nombre, y harán señales y soñarán sueños, y te dirán “vayamos a adorar y servir a otros dioses”, cuídate, pues yo los envío a razón de ver si de verdad me amas y cumples con mis mandatos, les estoy probando a ver si me adoran de todo corazón y con
toda su alma, vean que les envío al espíritu del engaño, para probar de ustedes su amor.
100. Y en el cielo Dios me mandó llamar, me dijo : Ve a probar a los hijos de Israel, tú y los tuyos, no sea que este pueblo que escogí me sea traidor y me abandonen, no sea que me amen solo de labios y su corazón ciertamente esté lejos de mí, solo que respetes la regla, y no les tienten más de lo que puedan soportar, de ninguno tomes vida si yo no te la entrego, y todos los cuerpos han de quedar en el desierto, salvo si yo reclamare alguno de ellos; por tanto, vete Lucifer a la tierra, tú con los tuyos, y provócales contra mí, para que en verdad resulte que me amen, serán más fuertes que tú, y enviaré contigo a mi legión de ángeles, no sea que se te pase la mano con ellos y les des más de cuarenta castigos, que es solo lo que te permito.
101. Volamos entonces a las tierras que nos habían dado, por jurisdicción, para sojuzgar a los hombres y para probar a los hebreos, y se nos dio toda la tierra, y soy dueño de ella, toda gloria y potestad de los reinos de la tierra son míos, y a quien quiera los doy.
102. Luego de dictar todos los mandatos, de los que hablaré un poco más a continuación, Dios le mandó a Moisés subir al monte Nebo en tierra de los moabitas, y le dijo : Por razón del agua en Meribá, en el desierto de Zin, por cuanto no me santificaste en medio de los hijos de Jacob, mas te uniste a la murmuración, este mismo es el monte donde has de morir, verás desde aquí la tierra que les doy a los hijos de Israel, pero ciertamente no entrarás en ella, tu vida tomo hoy, reúnete con los tuyos, con tu hermano Aarón, y con todo el pueblo.
103. Entonces Moisés pronunció un canto de bendición a las tribus de Israel : Al gran Yo Soy, el que trae el fuego de la ley en su mano derecha, amó a su pueblo, y le dio la guía, el que habita en la zarza dará bendiciones a las doce tribus, tómales Señor en tus brazos, humilla a sus enemigos. Y Dios tomó la vida de Moisés, y envió a Miguel para sepultar su cuerpo, en lugar que el pueblo no vio. Y así cesó el profeta Moisés, no hubo ninguno como él hasta el tiempo señalado, ninguno que hablara con Dios cara a cara y se impregnara de su gloria, ninguno a quien la faz de Dios le provocara cabellos blancos, ninguno que se prestara para hacer los actos milagrosos que el Señor hizo por medio de él, en las tierras de Egipto y en el desierto. Y sucedió en cabeza del pueblo a Josué, a quien llenó de espíritu y sabiduría.
104. Y es parte de nuestra victoria, galardón de mi dura labor, y quise tomar mi trofeo, fui por el cuerpo de Moisés, para zarandearlo y ultrajarlo, para verlo pudrirse en la tierra, que los gusanos se alimentaran de él, pues me fue fastidio y agonía, hombre que ve el rostro de Dios, sentía dolor en el corazón cada vez que Dios le hablaba, me era insoportable que Dios le amara, se llevó para sí con su muerte el privilegio de conocer a Dios, de verle y hablar con él, y es por eso que quiero su cuerpo, pues le hice caer, le hice homicida y blasfemador, impetuoso de las palabras del Señor. Y desenterré el cuerpo, y lo tomé con mis manos, pero vino a mí Miguel, el arcángel de Dios, y no hay otro como él, fuerte en poder, y luchó contra mí por el cuerpo de Moisés, y
luchamos seis días arduamente, sólo él y yo, ningún otro se sumó a la batalla, yo peleé con el fuego y él con el agua, trató de apresarme con cadenas, pero las rompí, quise arrancarle sus alas pero fue fuerte, quise devorarle pero no me lo permitió, nos enfrentamos seis días, hasta que el Señor nos llamó.
105. Padre te expongo mi caso, para que esclarezcas la situación, Moisés cometió asesinato, sus manos manchadas con sangre no pueden entrar al cielo, blasfemó de tu poder y te fue desobediente, no merece más miramientos, pues eres puro y no toleras la impiedad, desde la arena la sangre del egipcio clama revancha, manchó sus ropas con sangre de inocentes, niños de pecho a los cuales le mandaste matar, consintió en la muerte de sus hermanos los que te difamaron, está sucio, no le puedes recibir. Tus ojos son santos y puros, no puedes tolerar el error, y Moisés cometió muchos, sus ropas no están blancas, no puede su pie estar delante de ti, sabes que debes entregármelo.
106. Mas Miguel ante esto sólo dijo : Que el Señor te reprenda, sólo él debe juzgar. Y se fue de delante de la presencia de Dios, tomé el cuerpo de Moisés y lo bajé a tierra, sin embargo, ahí le dejé, me basta que vuelva al polvo, porque polvo es.
Segunda Ley, repetir para no olvidar (palabras por medio de Moisés)
107. Todo hombre o mujer que no cumpla con el pacto de la ley, con las ordenanzas y mandatos, debe irremisiblemente ser muerto, le sacarán fuera del pueblo y le apedrearán, primero sus acusadores y luego todo el pueblo, con fin de que muera por lapidación.
108. Para acusar no recibirán testimonio de un solo testigo, pues todo asunto se resolverá con el testimonio de dos o más testigos, esto para que investigues muy bien, no sea que el acusador acuse en falso, en tal caso no perdonarás al calumniador, la sentencia sobre él estará, debe morir por lapidación. Así apartarás el mal que hay en medio de ti. Cobrarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente. Mano por mano, y pie por pie. Porque así como hacen mal a un hermano, así recibirán.
109. Cuando hayas pasado el Jordán y seas dueño de las tierras que te daré, dirás en tu corazón : Voy a poner rey sobre mí, como todas las naciones que hemos derrotado, como lo hay en las naciones en rededor. Entonces pondrás a uno que Dios te escoja, ningún extranjero, a uno que sea hermano. Pero no se debe aliar con Egipto, pues saliste de ahí como esclavo, no volverás a hacerte su servidor. Nunca debes volver por el mismo camino. No tomará para sí mucho oro, ni lo amontonará como se hace con la plata. Se hará copias del libro de la ley y leerá de continuo. No deberá tener muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe, no tendrá mujer extranjera, no sea que le incite a servir y a adorar a sus propios dioses. No se aprenderá según las costumbres de las naciones a las que vas a destruir, no pasarán a sus hijos por fuego a esos dioses, no consultarán a adivinos, ni a quienes ven sortilegios, ni agorero, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque las naciones que esto hacen, son abominación a Dios, por eso las exterminarás.
110. Conforme a como le pediste a Moisés, a los pies del monte en la tierra de Horeb, no volveré a hablarte más de frente pueblo de dura cabeza, pediste no oír más mi voz, ni ver el fuego de mi gloria, por miedo de morir, y lo acepto, entonces un profeta como Moisés te levantaré, de en medio de tus hermanos, pondré mis palabras en su boca y hará todo lo que le mande, pero a quien sea que no escuche su voz yo le pediré cuentas.
111. Profeta que pretendiere hablar en mi nombre, palabra que yo no he hablado, o que hable en nombre de dioses ajenos, ese profeta morirá. Y cuando te preguntes en tu corazón cómo has de reconocer al profeta que mienta, le probarás, si el profeta habla palabra y no se cumple, esa no ha sido palabra de tu Señor, de su presunción habló ese profeta, no tengas temor de él, irremisiblemente ha de morir.
112. Sucederá que todas las maldiciones te caerán por no cumplir mis mandatos y mi ley, y te esparcirás por las naciones, y servirás a otros dioses, pero cuando estés inmerso en el error y te arrepientas de todo corazón, como de Egipto te haré volver. Y cumplirás, pues no hay mandato demasiado difícil que no puedas cumplir, no está en el cielo como para que digas que debas subir allá, ni debajo de la tierra para que debas morir y traerlo. No olvidarás las palabras, pues están cerca de tu corazón. Yo he puesto hoy delante de los hombres el bien y el mal, la vida y la muerte, pues de todo árbol del jardín pueden comer hasta saciarse, pero fruto del árbol del conocimiento no deben comer, porque ese día morirán, quien dude de la ley, la ley no cumplirá, y por causa de la ley morirá, pues la ley le acusará.
113. Y tú Lucifer, a ti te pongo por guarda del árbol de la vida, no permitas que el hombre se acerque, no sea que coma de él y viva eternamente. Has de cuidar que sólo los dioses lo tomen.
114. Y me dispuse, y puse mi ejército, la tercera parte de las estrellas del cielo, y cuidaremos del árbol, daremos del fruto del árbol del conocimiento a los hombres a fin de que duden de la ley y no la cumplan, y no vivan, y ninguno de ellos volverá a tocar el árbol de la vida. Y haremos que cada ser quiebre la ley, cada cual hará infracción de ella, por cuanto su naturaleza es la traición, porque con traición nos desterraron del cielo por causa de los hombres, contra los hombres es nuestra venganza, prepárense ángeles caídos, ningún hombre ha de volver a mirar al Señor.
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