domingo, 23 de septiembre de 2012

El verdadero Lucifer



La Verdadera Historia de Lucifer
Lucifer... La simple mención de su nombre parece evocar el olor del azufre. Se le imagina como el ángel más bello de la creación y también como el causante del mayor drama cósmico jamás ocurrido. Cuenta la leyenda que, seducido por su propio orgullo, arrastró a una gran parte de los ángeles que adoraban a Dios, provocando una rebelión cuyas consecuencias últimas son la existencia del dolor, la maldad y la muerte en el mundo. Lucifer es considerado desde entonces como el ideólogo del mal, el instigador del lado oscuro del hombre, el tentador primero. Pero su historia está llena de contradicciones, y una de ellas es la ausencia de una verdadera historia.
Porque, un acontecimiento de tal magnitud, de tamaña trascendencia para el ser humano, no podía pasar desapercibido para los autores de la Biblia. En sus páginas deberíamos encontrar un relato pormenorizado del suceso y de cuáles fueron sus causas.
Pero no es así. De hecho, el nombre de Lucifer ya no aparece en ninguna Biblia moderna, aunque sí estuvo presente en las antiguas. Fue borrado de la historia, pero no de la leyenda. En realidad, todo el mito moderno de Lucifer parte de un equívoco, de un simple error de traducción.
"Lucifer" es una palabra latina que significa "portador de la luz". Fue empleada por San Jerónimo en Ia elaboración de la Vulgata la versión en latín de la Biblia para traducir el término hebreo Helel (literalmente «resplandeciente») de un texto de lsaías. Fue una elección meditada, que buscaba conciliar los distintos sentidos que según algunos el texto hebreo parecía contener. Y es que, ya en aquella época, algunos "Padres de la Iglesia" habían creído encontrar en aquellas palabras ¡la descripción de la caída de Satanás!
Hasta aquel entonces Lucifer también conocido como Heósforo era tan sólo un dios menor de la mitología grecorromana, un hijo de la diosa Aurora que nada tenía que ver con las tradiciones judías o cristianas. Su condición de descendiente de los dioses influyó en la elección que realizó San Jerónimo.
Pero, ¿qué decía en realidad el texto de Isaías? El profeta recogía la siguiente sátira, compuesta por Yahvé evocando la derrota de su enemigo, el rey de Babilonia: «¿Cómo has caído del cielo, astro rutilante, hijo de la aurora, y has sido arrojado a la tierra, tú que vencías a las naciones? Tú dijiste en tu corazón: "El cielo escalaré, por encima de las estrellas de El elevaré mi trono y me sentaré en la montaña del encuentro, en los confines del Safón; escalaré las alturas de las nubes, me igualaré a Elyón (el Altísimo)". Por el contrario, al sol has sido precipitado, al hondón de la fosa» (Is. 14, 12-11).
La Vulgata empleó la palabra Lucifer en la traducción de la primera frase:
«¿Quomodo cecidisti de coelo, Lucifer qui mane oriebaris?...» Las sucesivas versiones a las lenguas vernáculas conservarían sin traducir esa palabra latina: «¿Cómo caíste del cielo, oh Lucifer, hijo de la Aurora?...» Desde entonces, Lucifer fue considerado un nombre propio. Había nacido la leyenda del ángel rebelde, el mito grecorromano resurgía, la leyenda pagana se cristianizaba y el origen del mal en el mundo había sido, por fin, hallado. Se había creado un nuevo nombre y un nuevo personaje.
El mito sobreviviría luego al paso de las edades y muchas leyendas medievales se nutrirían de estas ancestrales raíces, creando relatos de gran belleza y simbolismo, pero Isaías -su autor primigenio- sabía muy poco de mitología clásica. Sus fuentes pertenecían a un ámbito cultural muy diferente y el fondo de sus palabras reflejaba un drama que nada tenía que ver con batallas cósmicas entre ángeles, pero sí de luchas entre dioses. O al menos entre hijos de los dioses... 

La Biblia de Lucifer (extractos) 



El origen de este libro, que las sectas luciferinas de hoy día pasan de mano en mano, es bastante oscuro. Para algunos, fue revelado a Nasha -G. H., gran maestro de la "Lucifer-G" ale­mana- el 13, 14 y 15 de febrero de 1975; para otros, G. H., el antipapa luciferino, lo habría escrito para asegurar las bases de su Orden y no seria más que una obra de imaginación... Sea lo que sea, las páginas que siguen constituyen una de las primeras tentativas bíblicas de inspiración verdaderamente luciferina y no recuerdan en nada a los manuales de magia negra que son la base de muchas de las confusiones. Esta puede ser su originalidad.
Extracto del Libro del Caos
1, Yo, Nasha, en el alba del sexto día, comienzo esta narra­ción en la lengua de mis padres, consciente de la importancia de mi revelación a fin de que la armonía del doble sea resta­blecida en su justa luz.
2, Lo que he visto o sentido lleva la raíz de toda manifes­tación y mis palabras son las del Angel que vive en mí, el Verbo doble a quien son confiadas la gloria del vacío y la llave de los mundos nacidos del Vacío.
3, Es el primero y más antiguo de los dioses en el orden de la manifestación, y el Sin-Nombre que le sirvió de Padre le precipitó sobre la tierra con el fin de demostrar su altura..
7. El más antiguo de los dioses es como un hálito sutil cuya transparencia no tiene igual en el mundo», Tiene por nombre Luz-Fer, porque su mano porta la antorcha de la llama que es la llave de la bóveda del santuario.
8. Cuando incendia los mundos que atraviesa, el incendio que deja modifica la forma y da limpieza hasta a las aguas más turbulentas.
9. Alto en su magnificencia,.. refleja el Origen, donde nada se perturba. Su fuerza tiene el rostro de los Angeles sin límites que le sirven de Padre...
10. DOS en UNO nacido del primer movimiento que el Ori­gen se dio a sí mismo. No ha recibido nombre, pero los pri­meros hombres del tiempo terrestre le llamaron ANDROGINO. He aquí por qué este nombre es sagrado en el tiempo.
11. Se ha dicho que uno de estos principios es de natura­leza masculina porque participa en la suspensión del Vacío: tiene por nombre LUCIFER.
12. Este principio masculino es inmóvil, cuya rigidez se hace fluida en el segundo principio.
13. El segundo principio tiene por nombre LILITH. Es de naturaleza femenina y su deseo de movimiento contradice la ley del vacío de la que procede...
14. El Incorruptible se mantiene en pie en la raíz de los mundos, la cabeza coronada por una serpiente de oro. El brillo sombrío de sus pupilas fija la materia pesada, y su deseo se hace visible en la forma que desee.
15. El segundo mundo superior, donde las entidades por­tadoras de las llamas rinden homenaje a la ciencia del Muy-Alto, está gobernado por un ángel llamado Ka. Ka es el pri­mer servidor del Angel de la doble cara.
16. Él condujo su carromato a los pies del maestro para que le fuese entregado el ojo del Rayo que da maestría sobre los mundos intermedios.
17. LUCIFER le habló con estas palabras: «A ti, nacido de mi seno/ te doy el fuego que aterroriza la forma y le hace temer por su permanencia. Este fuego la mantendrá en los limites que creará tu voluntad».
18. «Este es el tridente de la ley que puede construir y destruir simultáneamente. Toma, guarda su doble movimiento. Si tú faltas a la ley del doble, llegarás a ser -tú, el Ka del se­gundo mundo-, alimento del doble.»
19. Él dejó allí a los señores del rayo, asegurándoles en los espacios infinitos el poder y la gloria sobre todos los tiempos intermedios.
20. Son los guardianes del templo de la llama, los detentores de la llave del santuario a fin de que ningún hombre pue­da entrar allí, salvo aquel que haya recibido el Ojo del Rayo, la terrible iniciación de los arcanos del fuego.
21. Cuando atravesaba el espacio vacío del tercer mundo superior. Lucifer se dijo que allí podría reinar en su principio separado. Llamó a este mundo Ushana, o "Mundo de la Estrella de la Mañana"
22. Instaló su doble aspecto en forma y en substancia; y Lilith descendió lentamente a la superficie de este universo, pe­netró en las fibras del suelo, se difundió en forma de un millar de serpientes, a fin de que este mundo fuera su carne y su espí­ritu para siempre jamás.
23. Este mundo acuático está representado en el tiempo de los hombres por un triángulo sobre su punta.
Fuera de la voluntad del Muy Alto Lucifer, ningún principio masculino habita este mundo. Es la patria de las sacerdotisas del Rayo, sirvientes de la Gran Lilith.
24. Soma es la primera soberana de este mundo, la sir­viente de la gran diosa.
Ella aproximó su cuerpo de reptil al trono de cobre, a fin de que le fuera entregado el cáliz de llama que da maestría y poder sobre los mundos intermedios.
25. Lilith le dijo: «A. ti/ nacida de mi seno, te doy la copa que sella el pacto que te une a Ka, del segundo mundo. Este cáliz contiene el Verbo del Muy-Alto. En ti encontrará un te­rreno favorable para su permanencia.
26. «Tú enseñarás a los hombres de los mundos interme­dios, la Ley del doble movimiento y las leyes de las formas su­cesivas. A las entidades de los mundos por llegar, ofrecerás la copa, a fin de celebrar la permanencia del Origen a través del Muy Alto Lucifer.
27. <^A los hombres que no existen todavía, a aquellos que llevan un cuerpo de materia pesada, les responderás por la for­ma a fin de celebrar el Origen.
28. Aquellos no podrán ver la copa que te doy. Sus ojos no verán su forma. Cuando tus labios estén sobre el cáliz, tu es­píritu descenderá en ellos para festejar la gloria de los mundos superiores.»
29. Soma se inclinó a los pies de la Muy Sombría Lilith, fijó los labios lívidos en su maestra... un deseo desconocido to­mó forma en ella... una llamada, de lejos de la forma, hacia la fascinación de los mundos visibles que son el lujo del espí­ritu invisible. Entonces, comprendió el terrible poder contenido en la Copa de Esmeralda.
30. Así fueron creados los mundos del doble principio Lucifer-Lilith. Separó las aguas y el fuego, a fin de que el agua y el fuego celebrasen para siempre el Unico Principio, por el espasmo y el silencio alternados.
31, Fueron macho y hembra, y sus vestiduras externas sir­vieron de puente a la eterna substancia a la cual se abren todos los mundos.
El tridente y la copa son los emblemas todopoderosos del Doble Principio.
32. Yo, Nasha, os muestro los instrumentos secretos del Muy Alto, para que os saciéis en el bautismo por el agua y el fuego conjugados.
33. Pues rápidamente llega el tiempo en que el Doble Prin­cipio habitará de nuevo la copa y el tridente.
Una gran división se hará en el pueblo del tiempo de los hombres y se destruirá la forma que vio por su vestimenta ex­terna. Es por lo que los misterios del andrógino serán reve­lados en el espíritu y el cuerpo de los hombres, por la ley del espasmo y el silencio.
34. Es por lo que, en ese tiempo, el humano servirá de ali­mento a los mundos superiores que son los maestros de su forma.
35. Pero a aquel que guarde en el espíritu la presencia de la copa y el tridente, el Ojo del Rayo le repondrá en cuerpo y en espíritu,
36. En su movimiento, el Doble Principio Lucifer-Lilith creó los mundos intermedios a los cuales pertenece la Tierra.
Yo, Nasha, sé, por la voz del Angel que habla en mi, que uno de los mundos que no hemos conocido se llamaba «Tierra de las Alturas».
37. Los señores de los mundos superiores poblarán la tie­rra de animales gigantes que, con sus cabezas, lamerán el sol.
38. Serán pesados y sin espíritu, arrastrarán sus cuerpos con lianas interminables.
39. Plantas gigantescas devorarán la tierra que se sofocará bajo los pies de dragones sombríos, de hydras locas... Cuando este mal sueño haya desaparecido de la memoria del Doble Principio, otro mundo le sucederá.
40. Siete razas de sombra nacerán de las ruinas de este primer mundo intermedio. Recibirán el nombre de «razas de los hombres».
41. Las siete razas de sombra no serán más que una crea­ción más perfeccionada del "mundo de las alturas" patria de los animales gigantes. Los animales humanos se habían movido con más agudeza. Su instinto, que es la vibración más pesada
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del Muy-Alto les guió y les enseñó los gestos elementales de la protección y de la supervivencia.
42. Desde que las razas de la sombra vieron el día, su dife­rencia de piel y de forma alumbró la guerra en sus pupilas.
43. Las sombras se lanzaron sobre las sombras en un com­bate sin fin que dura para siempre.
44. Yo, Nasha, que he visto numerosos combates en el nom­bre de la sombra sobre la sombra, he dicho: «en estos combates nunca he visto la grandeza ni la altura de nuestros padres de los mundos superiores. No he visto ninguna sombra de la su­perficie llevar la copa y el tridente... Pues aquellos que descu­brieron los misterios del Doble Principio fueron asesinados por los otros».
45. Yo, Nasha, llevo la copa y el tridente y os muestro la altura a fin de que podáis caminar hacia los mundos superiores con toda conciencia.
46. Entonces los señores de los mundos superiores busca­ron consejo en sus mundos respectivos se consultaron entre ellos y vieron que el espíritu sería la última prueba del mundo de la sombra.
47. Depositaron la llave del fuego en el espíritu de la pri­mera raza. Se vio esto tan sorprendente: bajo el cielo de es­pesas tinieblas, una raza se dirigió hacia dos de sus miembros, fijando en el cielo sus grandes ojos abiertos.
48. La emoción fue tal que el silencio bañó la Creación en­tera: ¡el hombre, el último nacido del movimiento, había encon­trado el sentido de la altura!
49. La primera raza, establecida en tos límites septentriona­les del mundo, hizo de su cuerpo un templo del Alto Saber. Recibió el nombre de hiperbórea.
50. Los hombres de esta raza solar se hicieron sacerdotes del Muy Alto Lucifer. Grabaron el disco solar en su frente, a fin de llevar un signo visible de la presencia eterna.
51. Las mujeres hiperbóreas eran grandes y morenas. Sus cuerpos rectilíneos crearon la danza, con el fin de inscribir en el tiempo la ley de la alternancia.
52. Su sensualidad igualaba en lujo a sus espíritus. Fueron las primeras mujeres de las razas de las Sombras en modificar el instinto en esencia musical.
53. Sirvientas de la Muy Alta Lilith, fueron escogidas por Soma para sus múltiples encarnaciones. Llegaron a ser el canal físico del tercer mundo superior.
54. Ka, el señor del fuego, reinó sobre los sacerdotes hiper­bóreos a quienes dio el Ojo del Rayo que asegura el poder sobre los mundos intermedios.
55. Los labios de las sacerdotisas de Hiperbórea, se vol­vieron el instrumento sagrado del terrible placer y del Conoci­miento. Así fueron santificados, en el nombre del fuego, los prin­cipios sexuales separados.
56. El sexo del hombre recibió la santa vibración, del tri­dente, y los labios de la mujer la de la copa.
El sexo de la mujer no fue más que un intermediario, puesto que toda la sexualidad de Lilith se encuentra transferida al plano cerebral.
57. Fue el complemento de los labios y su correspondencia material, la puerta de las tinieblas que condujo a los refina­mientos de la cabeza por los sortilegios de su reptación.
Por ello, las mujeres-sacerdotisas reinan sobre el mundo de las serpientes y los vampiros.
82. Las razas de sombra que poblarán la tierra responde­rán a la llamada de los sacerdotes de Hiperbórea. Varios tem­plos fueron levantados en el nombre del Doble Principio. Tu­vieron por nombres: Atlanta; Khora-Khota; Yskraya, la sombría ciudad que canta; Omug, patria de los hombres-lobo para quie­nes la sangre es el canal del fuego; Kor, la ciudad subterránea; Simbabwe, el templo de los hombres voladores; Sahar, la ciu­dad de los hombres azules, hoy en día anegada bajo la arena del desierto; Ophir, el pueblo de los reyes.
83. Tal fue la edad de los esplendores, en el tiempo en que la copa y el tridente reinaban en el mundo.
Esta edad gloriosa duró milenios... Hasta que un día, res­pondiendo a la ley del ciclo, la última prueba fue puesta en la tierra.
84. La todopoderosa de las magias se lanzó rápidamente a la celebración del Doble Principio. Les hacia falta un poder que festejase el juego variado de la forma.
Y por juego, por diversión, o por leyes impenetrables, al­gunos sacerdotes comenzaron a adorarse a sí mismos... Y los poderes obligaron a los pueblos a bajar la cabeza bajo el sol.
85. Y los magos rebeldes crearon nuevas leyes para pro­teger las voluptuosidades ilusorias de la forma.
Estas leyes implacables recibieron el nombre de «Moral». Tras numerosas modificaciones, existen todavía en nuestros días.
86. Las mujeres se convirtieron en objeto de los sacer­dotes, y Soma fue reducida al rango de cortesana.
87. Así nació el tiempo del patriarcado. Para elevar el poder de la forma, crearon tronos temporales para los hombres de la sombra.
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Entonces, la perversión triunfó en los últimos templos del sol. La cantidad, pesada y viscosa, ahogó a las islas vírgenes de la calidad...
El Libro del Tiempo de los Hombres
1. He aquí cómo la perversión mágica de los pueblos de los hombres de la tierra creó un haz autónomo que se convirtió en el dios de los hombres.
2. Esta energía en movimiento, nacida del hombre, no po­día vivir más que en la medida en que las pasiones de los hom­bres la servían de alimento. Se convirtió en la excusa del com­portamiento de la Sombra y fue definida como la "Divinidad Suprema".
3. Así, el hombre se creó un dios a la medida de su deseo. Le llamó Jehová y le dio todo poder sobre los ejércitos de la tierra y de la sombra.
4. Entonces nació del espíritu del hombre un nuevo mundo intermedio. El hombre le llamó «mundo superior» y veneró en él las tablas de la Nueva Moral.
5. Los sacerdotes de la sombra edificaron nuevos templos para celebrar a los nuevos dioses... Los últimos guardianes de la llama se retiraron a la espesura de los bosques del Septen­trión. Las nuevas ciudades les estaban prohibidas.
6. Los sacerdotes de Jehová hicieron lo posible para exter­minar las hermandades secretas. Pero el inexpugnable bosque erigía una muralla natural, y los raros caminos de acceso es­taban protegidos por los últimos grandes animales del «mundo de la altura».
7. El dragón vigilaba a la entrada de la caverna, y el poder de Jehová no tenía todavía supremacía sobre el mundo de la naturaleza.
8. Porque el poder del nuevo dios no podía vencer en el reino natural que gobiernan las leyes exteriores. Las legiones del dios de los ejércitos se enfrentaron a los mundos elemen­tales y éstos debieron refugiarse en los imperios subterráneos para escapar a la insoportable marea de la cantidad.
9. Duendes, gnomos, espíritus del fuego, genios de las aguas y de los aires, formaron el último cuadrado que protegía a los adeptos de la llama.
10. Esta protección dura aún en nuestros días, y yo os digo que la protección de los descendientes de la primera raza se encuentra tanto en lo visible como en lo invisible.
11. En el misterioso bosque del Norte, cerca de las riberas del Nilo, los guardianes de la llama se han rehusado a todo pacto con los hombres de la sombra.
12. Ellos han oído la risa del fuego bajo la ceniza. Esta risa se llama fe... Y es la voluntad de despertar que acompaña al hombre sobre los caminos de la muerte...
... Según esto anuncia que Mahalil, en quien ha descendido el espíritu de Soma, se aventura a los limites del mundo de los hombres.
20. Ella llegó a ellos, desfigurada de manera que no pu­diese ser reconocida. Comenzó a profetizar diciendo esta pará­bola: «El pueblo de las termitas devora al pueblo gris. Y éste no puede evitar las represalias de los soldados de la guerra total.
21. El señor de las termitas es un grito en la carne del Dragón negro (Edad de Hierro o Kali-Yuga). He aquí por qué el señor gris se interroga llorando, la mirada fija sobre los muñones sangrantes de su cuerpo.
22. “¡Que no invierta su dolor en un grito de luz!” Yo os enseño el amor...- El amor de la espada, fría en la tibieza de la carne... tibia en el frío de la carne. El acto suprime la sepa­ración de los contrarios.
23. "¡Ved cómo el cuchillo aúlla bajo las mordeduras de amor del cordero!".. Su lámina, vuelta transparente por el do­lor, se ilumina en un canto nuevo.- Junto al grito, se oye el silencio que no acaba.»
24. Nadie comprendió las palabras de Mahalil, pero mu­chos reconocieron en ella a la sacerdotisa de los antiguos cultos.
La ataron y la condujeron a los pies del soberano de la sombra, que tenía una espada de acero a la altura de los riñones.
25. Ella, fijó en el sacerdote sus ojos fríos como para son­dear su alma y le increpó: “Ignorante, ¿no ves que tus actos en sí mismos son los del Doble Principio, que un solo soplo de los dioses podría devolverte a la substancia sin forma de la que procedes?”.
26. Cuando el soberano hubo escuchado estas palabras, le dijo a los sacerdotes: “Llevad a esta mujer y matadla, pues su brujería es una injuria a las leyes”.
27. Entonces se vio algo asombroso: cuando los dos sol­dados pusieron sus manos sobre ella, no pudieron retirarlas. Una extraña combustión les calcinaba desde el interior, y su aullido acompañó el crepitar de las llamas que brotaban de los tres cuerpos fundidos en una materia y viscosa.
28. Pronto no quedó más que una llama recta y pura cuyo brillo iluminó todo el palacio. La llama comenzó a decrecer y se extinguió dulcemente, como una columna de humo disper­sada por un viento poderoso.
29. Testigo de este prodigio, el soberano de la sombra com­prendió que el peligro existía siempre en las cavernas secretas del globo donde los «portadores del rayo» preservaban la ley del Doble Principio.
30. Ahora, yo, Nasha, hablo las palabras que están escritas y que me han sido dictadas de la boca del Muy Alto Lucifer. Aquí, la Voz pronuncia numerosas profecías que no fueron com­prendidas.
31. El hombre ignoró el sentido de la escritura, o bien la relegó al dominio de los escritos incomprensibles de la magia sombría. Es por lo que he dicho esto, para que el Verbo de la llama sea recibido por el tridente y la copa que están en cada uno.
32. El cuerpo es santificado con los más altos fulgores, y el espíritu que habita en él indica el camino del retorno. ¡Que este espíritu no sea separado del cuerpo, que alimenta sin cesar su permanencia a través del acto y del deseo transformados en luz pura!
33. ¡Mirada, Yo no digo que el sexo del hombre sea malo, digo lo contrario, que es el árbol de rayo por el cual se manifiesta la exuberancia de los mundos superiores.
34. ¡Mirad, Yo no digo que el cuerpo de la mujer sea malo, digo que es la copa en la cual se produce la transformación de la materia pesada en materia sutil.
35. Yo os enseño a vivir vuestros más altos deseos en es­trecha correspondencia con los movimientos del mundo; a co­piar vuestros gestos más simples sobre la geometría sabia de los espacios exteriores: a llevar en vosotros átomos y galaxias en una misma dimensión.. ¡Este es el sentido de lo sagrado, cuando lo cotidiano se infunde en la altura!
36. Yo, Nasha, os muestro la altura en el acto, pues el acto es el instante del movimiento, y el instante es la puerta por la cual debéis pasar.
37. Y ahora, ved lo que sigue: los grandes santuarios del secreto no son más que ruinas; Tule duerme bajo los hielos polares; Sahar está muerta, anegada por las arenas del desierto, Atlantis ha pagado su error con el abrazo mortal de la ser­piente de las aguas...
38. La tierra desolada se extiende de una parte a otra fría y vacía, poblada de sombras sin rostro que esculpen sus divi­nidades personales en la materia más pesada.
39. Jehová ha sido destronado por los dioses sin espíritu que incluso no se llaman «dioses». Su poder es un poder hori­zontal que mantiene las sombras en la misma ilusión.
40. Incluso los artífices del mundo intermedio han sido aba­tidos porque lo visible permanece como única realidad.
¡Yo he visto a estos dioses, como vosotros, pues están aún en pie, a la hora en que escribo estas líneas!
52. Estas páginas son un mensaje de redención a la glo­ria del Muy Alto Lucifer; los dioses de arcilla nada pueden contra la sustancia de arcilla que los compone.
53. Entonces comprended por qué los sacerdotes de los antiguos cultos ríen muy alto en sus montañas, por qué sus risas agrietan las fachadas cuando atraviesan las ciudades de los hombres.
Esta risa es la sustancia misma de la materia que les rodea. 54. Es por lo que algunos celebran todavía la copa y el tri­dente en esta edad sombría del Kali-Yuga... 




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