Que están pendientes de las congregaciones del nuevo Israel, para recibir instrucciones en cuanto a cómo deben proceder, porque ya se ha diversificado el mensaje, y está apresurado a llegar a todo rincón. Prepárense que tenemos solo cuatro tiempos para actuar, todos los demonios menores han sido encarcelados, pero está de acuerdo al plan. No hay oportunidades para fallar.
Carta a los Apóstoles en Jerusalén
1. Estas son las señales que han de seguir a los que creen en las palabras del Señor, y las señales son para que crean a la palabra, a manera de confirmación, pero miren con cuidado que aquellos no sigan a las señales más que a quien les da la autoridad para hacerlas, porque ya saben lo que ocurrió en el desierto, pues el duro corazón de los hebreos, aunque habían visto las señales no creyeron, y miren el duro corazón del pueblo que siguió al Mesías, que aunque vieron las señales no creyeron, mas otros le buscaban por ver las señales, y porque les alimentaba con el pan que multiplicó, de modo que les sabía mejor el pan hecho con trigo de la tierra que el no hecho con manos, el pan que venía del cielo, el que es toda palabra que sale de la boca del Señor.
2. De modo que estas señales les serán por confirmación : El que crea y sea bautizado obtendrá la salvación, pero el que no crea será condenado, y los que crean expulsarán demonios en nombre del ungido, hablarán nuevas lenguas, tomarán con sus manos a las serpientes, y aunque bebieren veneno no les hará daño, pondrán sus manos sobre los enfermos y sanarán. De modo que vayan al mundo y anuncien a todos esta buena noticia. (Esta carta debe ser entregada presto, lo más pronto posible, después de que se vaya su Señor, y procuren que lo que dice suceda, a manera de que crean en ella, corre hijo de Mercurio con la velocidad del rayo a entregar esta carta).
Carta a los congregados en Roma
3. Están divididos a causa de su búsqueda, de modo que retrasemos a Pablo en su misión, porque está pronto a viajar a Roma, pero vez tras vez le hemos estorbado. Porque en Roma está sin sutura su congregación, pues entre judíos y griegos no hay armonía, porque unos siguen pidiendo señales y otros siguen pidiendo sabiduría, de modo que denles lo que están pidiendo, desvíenlos del camino. La idea es que entiendan que el hombre puede lograr su salvación a través de hacer deudor a Dios, porque él no puede condenar a aquellos que ayudan a las viudas y atienden a los huérfanos, Dios no podrá matarles si ellos cumplen con la ley, y atienden al prójimo en sus necesidades, y a los judíos se les prometió la heredad, el cielo, por ser judíos tienen la promesa asegurada, pues Dios no puede revocar su palabra.
4. El hombre es capaz de salvarse por su propio esfuerzo, por ello debe siempre hacer el bien, debe ser justo, no robar ni matar, no cometer
excesos, ni pervertir su comportamiento natural, no debe allegarse a animales ni a seres de su mismo sexo, porque todo esto está contra lo que Dios exige, porque él tiene exigencias para poder darles el perdón. Porque Dios les ha dado libertad completa de elegir el bien o el mal.
5. Expresen estas cosas a los hijos que están en Roma, que entiendan que Dios no abandonará a su pueblo escogido, y que a los griegos por ellos salvará, de modo que todos los hombres son perdonados si hicieren lo bueno. Pero deben los hombres mantenerse fieles a Dios más que a los hombres, por ello se negarán a participar en las fiestas que hagan los infieles, en las fiestas a sus dioses, en lo que comen, en lo que beben, deben recordar la ley del levítico y a cabalidad deben cumplirla, porque todo es ley con respecto a Dios, y debe cumplirse con diligencia cada palabra, con esto, Dios aplastará a Satanás.
6. Sepárense pueblo de Dios, tanto judíos como griegos, no celebren sus fiestas ni coman lo que está prohibido, porque la ira del Señor está sobre la cabeza del transgresor.
Carta a los congregados en Corinto
7. En Corinto se ha predicado palabra con bastante diligencia, portada por varios evangelistas, de modo que está sólida su creencia, pero es esto mismo lo que los hará débiles. Porque la mayoría son griegos, y será fácil deshacer su congregación, porque están acostumbrados a adorar a los dioses, pero ellos ya no están, casi todos han sido encarcelados, de modo que tambalea el panteón. Entonces adorarán a los evangelistas como si fueran nuevos dioses, y están desesperados por adorar a cualquier cosa que parezca dios, entonces las señales que los evangelistas hagan, ellas les convertirán en dioses. Su trabajo aquí es dividir la congregación, que unos sigan a Pablo como si se tratase de un dios, y que otros sigan a Apolos, de esta manera se dividirán, pues los judíos que hay allí seguirán a Pedro.
8. Entonces se dividirá su creencia, porque la manera de enseñar de uno no es la misma que la del otro. Y tergiversen la buena noticia del perdón, hagan corruptos sus caminos, que se preocupen de cosas sin importancia en lugar de buscar al Señor.
9. Que sigan con sus orgías pues el Señor de todas formas se las va a perdonar, que sigan haciendo lo malo a los ojos de Dios, porque mientras más males más bienes les vendrán, porque Dios es bueno y perdona al transgresor, porque no se deleita en su muerte, mas quiere que se salve. Hagan toda clase de señales en medio de ellos, para desviarlos, que sigan a las señales más que al espíritu que las da, que hablen en lenguas de ángeles, que hagan bajar fuego del cielo, que desvíen su mirada más al espectáculo que al Señor.
10. Enséñenles que en la resurrección pueden volver a encontrar a sus seres queridos, que pueden encontrar a sus esposas e hijos, que volverá a ser como antes de morir, con un cuerpo material, de modo que crean que el cielo es como la tierra, que no sepan qué hay más allá, que prefieran quedarse en una tierra hecha paraíso en lugar de ir al cielo,
que prefieran la paz de las montañas y un lindo hogar, que rechacen al cielo, que prefieran la tierra, de modo que en el día final todos miren hacia atrás, no queriendo dejar lo que tanto han amado.
11. Hagan llegar allá las cartas que envían los evangelistas, de modo que duden de la autoridad de Pablo, porque él no es de los doce, no lo escogió el Señor, y no tiene más pruebas para afirmar de ello que solo su palabra. Pues hagan que su palabra no sea tomada en cuenta, que prefieran apóstoles que les hablen dulce, apóstoles que perdonen todas sus faltas, de modo que tengan en mejor estima a los que les dejan pasar toda maldad, que a Pablo que los corrige con dureza.
Carta a los Congregados en Galacia
12. Así como en Corinto deben hacer en Galacia, que apóstoles vayan y pongan en duda la autoridad de Pablo, porque no es uno de los doce. Envíen apóstoles que les enseñen doctrinas judías, toda la ley del levítico, a fin de que se confundan lo viejo con lo nuevo, y hagan que del cielo baje un ángel para que crean a estas palabras, porque la salvación viene si hacen buenas obras y dan los diezmos al templo, porque están sujetos a la ley todos aquellos que pretenden seguir a Dios, porque su palabra no es distinta de su esencia, se debe cumplir con todo precepto de la ley. De esta manera los hombres vivirán, cumpliendo la ley.
Carta a los Congregados en Éfeso
13. Este es el lugar en que se plantará la palabra final, en este lugar entonces se debe plantar la nuestra, que prefieran a los dioses antes que al creador, utilicen todas sus armas para dividir esta congregación, porque la palabra no debe ser terminada, no deben sellarse los libros, cuatrocientos veinte meses más y el sellador vendrá a sellar el libro, de modo que apresúrense en acabar con esta iglesia antes del día señalado. Porque miren qué armadura están por ponerse los hijos de Dios, con ella lucharán contra nosotros, pero no podrán resistirnos, por cuanto son hombres serán derrotados, porque el Señor les abandonó, y dejó a hombres débiles como Pablo para cuidarlos, y ni le creen a Pablo, por lo tanto serán exterminados, dispersos, difamados.
Carta a los Congregados en Filipos
14. Corran hacia Filipos, que hacia allá se dirige el amor, porque el Señor murió por ellos, y ellos no deben recibir esta noticia, por tanto lleven a mensajeros de falsa paz, que sean enemigos de la cruz, porque solo los malditos de Dios sufren la muerte, todo hombre transgresor es colgado en el madero, a ninguno que sea aprobado por Dios le lleva la muerte, por eso hagan que se dude en la resurrección, porque de nada sirve la vida, pues en el final se encuentran a la muerte, y pensamiento sobre pensamiento no hay más esperanza, porque de qué sirven una eternidad al servicio de un Dios que nos abandonó.
Carta a los Congregados en Colosas
15. Con señales del cielo y un gran terremoto devastaremos Colosas, porque el Señor traerá aquí palabra de profecía, de antes que los tiempos fuesen, pondrá revelaciones de visión, a Pablo entregando tesoros que nadie debe conocer, exterminen a espada si es necesario, que no quede quien oiga la palabra que trae salud. Que se vuelvan a dioses de piedra que les protejan de la furia de la tierra, y que busquen en la sabiduría el bienestar de sus almas, en el conocimiento el bienestar del cuerpo, y con engaños hagan que los colosenses se crean indignos de la salvación, que no entiendan la renovación del corazón, mas que sigan siendo los mismos aun después de su conversión.
Carta a los Congregados en Tesalónica
16. Especial cuidado tengan con los tesalonicenses, pues son astutos y difíciles de engañar, ustedes son todos ángeles de segundo grado, seguro si bajara alguno con señales y milagros ellos creerán a todo cuanto digan. Por ello háganles creer que el cielo está cerca, que ninguno se entere de que aun no es el tiempo de la salvación, que desfallezcan en la esperanza que se tarda, por cuanto ninguno conoce el tiempo de la llegada de su Señor, pues saben que vendrá en la noche como ladrón, pero no saben a qué hora, pues la hora es determinada en los cielos, y todos los ángeles aunque enterados del día y hora, ninguno puede hablar de ella directamente, pero que sepan que está cerca, y que esperen y se decepcione su corazón porque la hora no llega, que vendan sus casas y toda posesión a la espera del Señor, que den todo su dinero a los pobres y se queden sin nada, que sufran por ellos mismos la amarga decepción.
Carta a los Congregados en Laodicea
17. Pongan en Laodicea riquezas sin número, que tengan un lugar grande con muchos libros, háganse maestros en el error, y con engaños que esperen lo que no viene, pues van a creer que saben, pero son todos necios, esperarán una hora señalada, pero habrán fallado, y creerán ser los escogidos del Señor porque tienen libros y conocimiento, pero es el conocimiento de Dios el que salva y no el susurrado por los demonios, y que nunca sepan quien les habló, y si lo supiesen, háganlos sordos a todos, que no sepan que yo soy su Señor.
Preparación Final
18. Está el veneno comenzando a correr por las venas del que estaba en el suelo, y está pronto a morir, pues no sabe que le he mordido. Pues si su Dios los abandonó, qué esperan de mí entonces, acaso amor.
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Judíos y Griegos
De modo que la promesa que se extiende por Abraham a todas las naciones lleva mandamiento, uno que para los hombres es imposible de cumplir : Yo soy el Dios todopoderoso, anda delante de mí y sé perfecto.
El Judío y el Griego
1. Quién es el judío y quién es el griego, no son acaso todos llamados a una misma mesa, pues todos tienen a un mismo Señor, el pueblo que Dios escogió para un propósito lo hizo, pero también el que rechazó. Porque la profecía dice : por cuanto mis escogidos me provocaron a celos con lo que no es Dios, yo también les provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo. De modo que la promesa al rechazarla Israel pasa al resto de las naciones, por cuanto los que creyeron a la palabra del Señor forman parte de este pueblo, el que él escogió, de modo que no hay diferencia entre griego y judío, por cuanto todos fallaron y están destituidos de la gloria de Dios, y los que en él esperan, no por la ley muerta si no más bien por la ley viva, a ellos se les da el distintivo de hijos como por adopción, llegan a ser parte del pueblo de Dios, el Israel no de descendencia en cuanto a la carne, si no por don espiritual.
2. Pero a la descendencia es la promesa, por linaje de David, el que es judío de la tribu de Judá. Pero a Abraham es la promesa en un principio, porque por medio de él serían bendecidas todas las naciones de la tierra, vida eterna del cielo a los hombres, a judíos como a griegos, y esto es promesa y regalo del Señor.
3. Pero por cuanto escogidos, sobremanera probados, y miren, yo soy quien les pongo por delante la prueba, y están siendo probados en la tierra, la que está completamente bajo mi poder, pues tengo millares de servidores a los que envío para que el hombre sea engañado, de manera que no halle el camino para volver a Dios, ni se convierta, ni sea salvo. Como propósito para el Señor pues ninguno que sea inmundo entrará en los cielos, y todo hombre es mentiroso y hacedor de mentiras, asesinos, transgresores. El judío tanto como el griego.
4. Quién de los hombres traspasará el cielo, por alguna de sus doce puertas. He aquí que no conozco ni uno. Porque ninguno es digno, por mucho que sea limpiado. Porque ninguno lo merece, por mucho que se haya esforzado. Porque los hombres son basura inmunda, por mucho que hayan ayunado. Porque de piadosos solo tienen la apariencia, y ninguno ayuda a su prójimo si no es por interés, y ninguno busca a Dios si no por sus regalos, y ninguno cumple la ley. Porque la ley muerta la matan aun más, y de la viva, le buscan para matarle. Porque todos son duros de mente y de corazón, porque los judíos piden señales y los griegos piden sabiduría, pero ninguno mira al cordero que fue degollado, porque para los judíos es vergüenza, y para los griegos es locura o estupidez. Porque lo débil de Dios es más fuerte que cualquier hombre. El cielo está cerrado.
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