domingo, 4 de marzo de 2012

Los pitufos y las grandes conspiraciones

En todo internet ya se habla de la faceta visionaria de Yvan Delporte (* 1928 – † 2007), editor y guionista de Éditions Dupuis y co-creador de los pitufos junto a Peyo.
Pero… ¿Por qué visionario? ¿Por qué poner a un guionista de comics infantiles (con todos los respetos, se entiende) casi al nivel de Julio Verne?
Veamos:
Durante décadas todo el mundo creyó que George A. Romero fue el precursor del subgénero del cine de zombies-infectados-caníbales-agresivos, que estableció un antes y un después en el cine de terror y dinamitó el personaje zombie creado por magia negra (y llevado al cine por Victor Halperin en “White Zombie”, con Bela Lugosi).
FALSO!
Sólo hay que echar un vistazo al álbum “Los pitufos negros” para darse cuenta de que Peyo y Delporte crearon el género, aunque en cómic, nueve años antes (1959) en la primera historia donde los Pitufos eran protagonistas absolutos.
pitufos negros
En ella, los pitufos se enfrentan a una amenaza que puede acabar con su pueblo: La mosca “Bzz”, que tiene más mala leche que la tsé-tsé, transmite una enfermedad que convierte en un pitufo negro y rabioso a todo pitufo a quien pica, y además todo pitufo infectado que muerda a otro pitufo se convertirá a su vez en un pitufo negro.
contagio
pagina
En la historieta vemos prácticamente todos los tópicos que han marcado el género zombie/infectado a lo largo de su historia, a saber, un contagio vírico (pienso sin ir más lejos en 28 días después) de origen desconocido (La noche de los muertos vivientes), el zombie capturado para experimentar con él, iniciativa que saldrá como el culo (El día de los muertos), el zombie pensante capaz de trazar estrategias (La tierra de los muertos vivientes, El regreso de los muertos vivientes) y así tantos otros.
ataque
La admiración que despierta en mí G. A. Romero, aún costándome horrores perdonarle las dos últimas entregas de su saga me impide afirmar que es un farsante, pero no puedo evitar preguntarme ¿Es posible que hubiese leído “los pitufos negros”?
¡Pero esto no termina aquí!
En 1970, Delporte y Peyo lanzaron “El Cosmopitufo” y a día de hoy resulta cuanto menos chocante su argumento, más aún si consideramos que su publicación fue un año después de la llegada del hombre a la luna.
cosmopitufo
Su sinopsis:
El Cosmopitufo es un soñador. Vive con la ilusión de alcanzar las estrellas, volar por el espacio a otro planeta, por lo que decide construir un cohete (a pedales, el muy inocente) que le hará salir de la atmósfera y viajar por el cosmos.
viñeta
cohete
Por supuesto, el Gran Pitufo (no “Papá Pitufo”, no jodamos) sabe de antemano que el invento jamás funcionará, por lo que para no desilusionar al Pitufo Soñador le narcotiza y con ayuda de todos los pitufos transporta el cohete a un paraje desértico y da a beber a toda la tribu un brebaje que les convertirá en unos seres distintos.
El pitufo soñador creerá que que ha viajado a otro planeta, sin darse cuenta de la farsa
droja
llegada
A estas alturas ya habréis adivinado que este argumento es una clarísima premonición de las dudas que recientemente han salido a la luz acerca de si el hombre había o no llegado a la luna.
Quizá Delporte jugase con ventaja al incluir de manera taimada esta duda conspiranóica en una historieta infantil, un medio al que difícilmente la NASA o el gobierno estadounidense prestarían atención, colando el mensaje de manera subliminal en la mente de millones de niños, los cuales años después pondrían en tela de juicio la veracidad de las imágenes que el 20 de julio de 1969 llegaron a todos los hogares del mundo.
Las preguntas son varias:
¿Cuántos habrán caído en la cuenta de que la duda vino inducida por los mismísimos pitufos?
¿Qué resortes psicológicos accionaría Delporte en su guión para penetrar en la mente de los niños y que la conspiración se activase con efecto retroactivo?
¿Calcularía Delporte el momento de su muerte para salir indemne de la conspiración?
¿Es en definitiva, el golpe perfecto contra los delirios de grandeza del ser humano?
Para que luego se ponga en duda el poder del cómic como medio de comunicación…
Fe de erratas: Leyendo la entrada que Ivanchu ha publicado el su Gruñiverso me he dado cuenta de que “los pitufos negros” se publicó en 1963 y no en 1959, que fue en realidad cuando aparecieron las primeras historias cortas de los pitufos antes de “los pitufos negros”, que fue sus primer album largo como personajes principales.


OTROS SIMBOLISMOS
La sociedad pitufa es patriarcal, pues las pocas mujeres presentes son bastante prescindibles. Pitufina es vanidosa y superficial, preocupada solo por cosas vanas. Es un estereotipo de rubia tonta y coqueta. Sasset es traviesa y mantiene un vínculo emocional con Gargamel. Ambas son creación del mal, aunque hayan sido regeneradas por la sociedad pitufa. El Pitufo Vanidoso, por su parte, es un pitufo homosexual, totalmente amanerado, pero admitido dentro de la sociedad como un igual.
El Pitufo Robot, creado por Genio, el inventor, representa una especie de gólem sensible admitido dentro de la sociedad comunista (meta última del comunismo, convertir a los individuos en máquinas y viceversa).
Hay un constante uso de la magia y la hechicería, siendo Papá Pitufo un poderoso mago en constante contacto con otros magos importantes. Y que supera por mucho los poderes de Gargamel. El resto de la población pitufa es totalmente ignorante de la magia, salvo por sus rituales animistas (como el llamado “Baile de los Cien Pitufos” que se supone evita la desgracia).
Aunque un simbolismo más pagano ó wiccano se encuentra en Padre Tiempo y Madre Naturaleza, evidentemente una alusión al Dios y la Diosa de la dualidad pagana tradicional. En la serie, se supone que todos los pitufos son directamente creados por Padre Tiempo y Madre Naturaleza excepto las mujeres, creadas por el Mal (Gargamel). Una extrapolación de las más primitivas y elementales creencias y supersticiones totémicas fetichistas.
CONCLUSIÓN
 La serie de los pitufos, creada en forma de historieta por el dibujante belga Peyo, y luego comercializada por la empresa televisiva Hanna-Barbera (que por cierto, se anuncia que pronto saldrá una película en animación digital sobre los pitufos), tiene unos simbolismos evidentemente de contexto marxista y socialista, muy claros y concisos. Acompañados de simbolismos propios de culturas animistas primitivas y machistas. Es un esfuerzo más del Sistema por indoctrinar a los niños y jóvenes desde la más tierna infancia.
Nota; parte de la información recopilada para este artículo se extrajo de

Para complementar este articulo plagiamos vilmente este curioso texto. Por cierto, hay un rumor que dice que el creador de los Pitufos, Pierre Cullimore, fue miembro del KU KLUX KLAN y simpatizante con la causa blanca. Es algo, que evidentemente nosotros no podemos confirmar, pero ahí queda el asunto. Los que elaboraron el texto que sigue, dejan mas que claro que solo son unos progres, por la estupidez de muchos de sus comentarios, pero lo que nos interesa es el fondo del asunto. Resulta gracioso y patético a la vez, que reconozcan que esta serie de dibujos con la que se han educado un par de generaciones, tenga valores positivos, casi entendida esta como una lucha entre el bien (los pitufos) y el mal (Gargamel, el oro y la codicia), pero que sin embargo lo peligroso de la misma según ellos, es precisamente ese "mensaje oculto" de la serie favorable de alguna manera a los ideales arios y NS. Es evidente que lo peligroso de verdad, es ver como la mentalidad sionista ha calado en toda la sociedad, llegando al punto de comparar la defensa de nuestra raza y de nuestros valores, como algo negativo.


LOS PITUFOS: ¿UNA APOLOGÍA DEL NAZISMO?


Estudio acerca de la similitud entre la serie infantil y la ideología nazi.


Voy a tratar de resumir en este breve estudio los motivos que me llevan a pensar que la serie de dibujos animados infantil "Los pitufos" contiene, de manera oculta, elementos fácilmente reconocibles pertenecientes al mundo del nazismo. Para ello dividiré las principales bases argumentales de la serie en varios apartados en los que compararé estas bases con determinados aspectos de la ideología nazi. La conclusión a la que pretenderé llegar es que, si estas similitudes no están hechas intencionadamente, el número de casualidades es muy superior a lo natural.



ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL DE LOS PITUFOS:


Si analizamos la estructura social de los pitufos pronto observaremos que se trata de un pueblo aparte de todo. Es un pueblo que se autoabastece y que satisface sus necesidades simplemente con la ayuda de lo que le da su tierra y su espacio natural. Es un modelo que podríamos calificar de autárquico, no comerciar ni intercambiar nada fuera de sus propias fronteras, ellos se lo guisan, ellos se lo comen. Esto, en su base, es idéntico a ese nacionalismo visceral, a ese Volksgeit alemán que organizó Hitler durante sus primeros años de gobierno y que, más tarde, se transformaría en esa ansia expansionista. Pero volvamos a los pitufos; si seguimos observando su comportamiento social, salta a la vista la uniformidad casi total de esta raza de nuevos individuos. Todos son azules (que no rojos ni de otro color cualquiera, sino azules...), llevan un pantaloncito blanco y un extraño gorro del mismo color. A partir de ahí sólo se diferencian por pequeños rasgos como una flor, un tatuaje, etc. Esto nos recuerda en conjunto a esa estética nazi de uniformidad estricta y rigurosa tantas veces demostrada en desfiles y conmemoraciones. Una uniformidad de la que nadie sale y que constituía una de las principales armas con las que contaba el régimen para dar esa sensación nacionalista de unión y poder.



Profundizando más en la sociedad pitufa y en su sistema de gobierno, encontramos que no todos los pitufos van igual vestidos y uniformados. Sólo uno se diferencia, sólo uno se viste de otra forma, sólo uno llama la atención por los colores de su ropa y su barba blanca. Ese pitufo es el líder de la opinión del resto de los pitufos, es el consejero, es el más sabio, es el ejemplo al que todos quieren y deben seguir si quieren que las cosas salgan correctamente, es el que organiza a todo el pueblo y enseña al resto de pitufos lo que debe de hacer para que el pueblo pitufo salga adelante, es el Papá Pitufo. Una especie de führer en el que se identifica el Estado pitufo con su propia persona y que posee un führerprinzit según el cual tiene la autoridad total sobre el resto de los pitufos y nadie puede dudar de él ni de su opinión.
En la sociedad pitufa, cambiando de tema, observamos un curioso, cuando menos, papel de la mujer. Encontramos que en todo el poblado sólo hay una, Pitufina (rubia, como no). Bien, pues esta Pitufina es el paradigma de la mujer florero. Sólo sirve para que liguen con ella y para coquetear, pero nada más.



FUNDAMENTOS Y FINALIDAD DE LA VIDA DE UN PITUFO:



Los pitufos aparte de, como ya hemos dicho en el anterior apartado, tener que autoabastecerse siguiendo las indicaciones de un líder, deben seguir una serie de conductas para ser premiados y tener estima y valor entre el grupo del resto de los pitufos. El pitufo que emplea la fuerza bruta, aquel de complexión atlética, el que actúa como si su cuerpo fuera una máquina al servicio de su raza, el pitufo Fortachón, es el que se lleva todos los méritos. Por el contrario, dentro de los pitufos, aquel que investiga, que intenta saber tanto como Papá Pitufo, que lee libros, que se interesa por conocer una verdad más allá que la del resto de los pitufos, aquel que cultiva su mente, el pitufo Filósofo, es duramente reprimido y no pasa un solo capítulo en el no le echen a patadas del pueblo, casi siempre impulsado por Fortachón.

Pero, aparte de todo esto, hay algo que es común en todos los pitufos y que representa una de las características fundamentales de su existencia: el odio a Gargamel. Lo que intentaré demostrar en este párrafo es la existencia también de elementos antisemitas en la serie. Si analizamos al principal enemigo de los pitufos, Gargamel, pronto descubrimos en su rostro rasgos que han caracterizado a lo largo de la historia al pueblo judío, como puede ser la nariz prominente y algo aguileña. Esto podría ser una mera coincidencia pero, si analizamos su nombre y el de su gato Asrael, encontraremos la terminación "-el", característica de los nombres hebreos, como en Gabriel, Miguel, Ángel, etc. Es más, simplemente cambiando la primera letra del nombre del gato por una "I" lo que aparece es Israel. Pero, aun así, podría tratarse de coincidencias. Sin embargo, lo que nos lleva a eliminar nuestras dudas, es la profesión y los objetivos del siniestro personaje. Gargamel no es otra cosa que un alquimista, y no un alquimista cualquiera, sino uno avaricioso que busca acabar con los pitufos para comérselos o para comerciar con ellos y hacerse rico. Si ahora escuchamos los causas que alegaba Hitler para culpar a los judíos de todos los males no se alejan mucho de lo que acabamos de expresar. Por tanto Gargamel y su gato se convierten ante los ojos de los niños en el paradigma del judío de la Alemania de 1930.



ALIADOS SUPERIORES EN LA CAUSA DEL PUEBLO PITUFO:



A la hora de enfrentarse con Gargamel y con otros enemigos y para sentar sus ideas y formar su pueblo, los pitufos no están solos. Desde siempre han contado con la ayuda de unos seres superiores y eternos que les han apoyado por confiar en su verdad y en la rectitud de su proyecto. Estos seres, tales como Mamá Naturaleza o el Padre Tiempo, no son seres tangibles, sino que superan a la realidad siendo inherentes a ella. Son como ese Espíritu Alemán que proclamaba Hitler desde sus consignas ultranacionalistas arraigadas en la esencia de lo alemán, como ese Volksgeit eterno y superior que siempre a acompañado al pueblo alemán y que antes he nombrado. Son todas esas tradiciones alemanas intangibles que daban unidad y fuerza al pueblo como tal y que el nazismo de Hitler encauzo hacia sus propias metas dándoles sentido en el contexto de la Alemania de antes de la segunda gran guerra. Por todas estas razones y por otras que no creo conveniente reseñar, puedo considerar que en la serie infantil "Los pitufos" se dan algunos principios de apología del nazismo criticables o, cuando menos, producto de un estudio más serio y profundo para verificar estas tesis a la luz de los hechos. Sin más, espero que esto sirva de orientación para futuras investigaciones.



LOS PITUFOS: ¿TITERES ÁRIOS O INOFENSIVAS CARICATURAS?


La caricatura ”los pitufos” ha estado presente por muchos años, pero nunca nadie miró lo suficientemente cerca para ver algunos de los mensajes subyacentes. La caricatura siempre ha tratado de expresar valores morales fuertes describiendo actos de gentileza y buenas acciones hacia los demás. Las pequeñas criaturas eran lindas y adorables. Estos factores hacen difícil creer que el escritor y creador del programa Peyo, alias Pierre Cullimore, quién murió en 1992 a los 64 años, fuera un nazi y estuviera afiliado al ku klux klan. Observando diferentes aspectos de la caricatura en sí, tal vez no sea tan increíble.

Los pitufos siempre le dan a los niños un mensaje moral al final de cada capítulo. Sin embargo intrincadamente escondido dentro de la historia había un mensaje mas oscuro y profundo. Por ejemplo en un episodio el villano (Gargamel) le dá a un pitufo una moneda esperando que este se quede con ella y se vuelva codicioso. El plán funciona y se altera la pequeña villa de los pitufos. Al final todo se resuelve cuando el pitufo decide compartir la nueva riqueza con todo el resto de pitufos. ¿Acaso es solo una coincidencia que “el villano” tenga un nombre judío y parezca de ascendencia judía? ¿que tenía de horrible el que el pitufo mantuviera su moneda para si mismo? Tenía todo el derecho porqué era suya. Sin embargo debido a la estructura de su sociedad era erróneo que uno tuviera mas que los otros. ¿suena familiar, como socialismo tal vez?.


En retrospectiva algunos aspectos visuales y hasta de las historias muestran la conexión del creador con el ku klux klan. El klan es una organización de supremacistas blancos que creen que la raza blanca es la raza maestra. La organización era liderada por papá pitufo, un líder que llevaba un sombrero rojo puntudo en medio de la comunidad de sombreros blancos. De la misma manera el gran dragón del ku klux klan usa un sombrero rojo. En un episodio, los pitufos sufrían un hechizo maligno. Cuando eran negros, subitamente se volvían malos. También había muchos episodios en los que bailaban alrededor del fuego, igual que en los rituales tradicionales del k.k.k.


Otras influencias “nazis” pueden observarse en los nombres y las apariencias de los personajes. El villano de la historia, Gargamel, era un hombre que se asemejaba a la parodia del hombre judío estereotípico con pelo oscuro y facciones prominentes. Este vivía en una casa vieja y grande desaseada, el mismo se veía sucio. Su nombre proviene de la herencia judeo alemana así como el nombre de su gato Azrael. En mitología judía Azrael es el ángel que separa el alma del cuerpo al momento de la muerte. Entre los pitufos solo hay una chica, con facciones extrañamente arias, que se muestran de manera mas prominente en su largo pelo rubio. En la ideología nazi, este es un gentil caucásico, especialmente uno del tipo nórdico. Hitler tenía la creencia de que los “arios” poseían la imagen ideal para un nazi.



Aunque estas observaciones pueden ser consideradas como mera especulación, no se puede negar la evidencia encontrada en el hogar del autor. En realidad muchos espectadores pueden decidir no creer esto simplemente debido a que se rehusan a admitir que fueron engañados. La verdad que se encuentra escondida en el programa contradice el supuesto objetivo del programa. El programa que se suponía dedicado a enseñar a los niños una buena moralidad y valores como el compartir y amar al vecino, de hecho hacía lo contrario con algunos de los mensajes subyacentes. Para su creador el programa debió haber sido perfecto. Un programa que presentaba puntos de vista considerados buenos y correctos por la sociedad, mezclados de una forma tal para expresar sus opiniones y posiciones de forma sutil. Las ideas fueron ejecutadas con suficiente cuidado para no levantar sospecha y permitir expresarlas hasta el día de su retiro: no fué sino hasta el día en que se retiró que la verdad fue conocida. Tal vez la lección final es la más importante, nunca confiar en las apariencias.

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