POR QUIEN VOTARAS ESTAS ELECCIONES?
Ya casi son elecciones en México como de costrumbre el ganado no sabe por quien dar su voto o se le olvida
los años de atraso de uno u otro partido.
Mucha gente votara por Peña Nieto solo por ser bonito fisicamente, siendo esto estupido y sin bases, sin olvidar que 70 años de ese partido han generado un atraso, que estan ligados al narcotrafico por negocios, que no existia libertad de expreción o bien que en resumen es un partido de asesinatos entre ellos sin resolver y crimenes de guerra como el 68.
Por otro lado esta Josefina Vazquez Mota una persona impuesta por el partido sin carrera polica notable, sin experiencia y que no esta apta para ser precidenta, sin contar participo en el fraude de Andres Manuel Lopez Obrador, esta señora sebasa en atraer a las mujeres vendiendo que lla esta con ellas..Igualmente estupido como en el primer caso no?
Y nos queda Andres Manuel, mucha gente le dio la espalda cuando realizo paros por que no gano la precidencia, pero lo ironico es que gente que participo e investigaciones de documentales dicen que si era el legitimo precidente, No dudamos como todo partido tenga sus cosas negras, pero han demostrado en su corto reinado que hacen cosas para los pobres y se preocupan por mejorar la infraestructura del pais.
Siendo imparciales diremos que Lopez Obrador seria el precidente ideal para este Pais pues podria hacer que México suba igual que Lulu da Silba lo hizo con Brazil, la pregunta es si el poder dejara que esto pase? pues a ellos les comviene junto con intereses de grupos economicos que gente del pueblo no abra los ojos, y que sus secretos oscuros nunca sean juzgados.
Veamos mas amplio cada partido...
El PRI:
¿Es cierto que Enrique Peña Nieto mató a su esposa?
En mayo pasado el conductor de noticias de Univisión, Jorge Ramos, le
preguntó en una entrevista a Enrique Peña Nieto sobre las circunstancias
en las que murió su esposa. "¿Cómo murió?" fue la pregunta que le hizo
Ramos.
Peña Nieto respondió de una manera inimaginable: No sólo no supo decir
de qué murió su esposa, sino que sino que además balbuceó, tartamudeó, y
hasta hizo un gesto de frustración con las manos por no saber qué
responder. Peor: lo hizo poniendo una sonrisa.
"Mira, pues en su momento se dio la explicación. Fue algo
intempestivamente (SIC). Ella... llevaba dos años de tener alguna
enfermedad... er, parecida a lo que era... factores, este... (hace
ademán de frustración con las dos manos y sonríe) Se me va el nombre de
la... de la... Eeeh... El nombre de la enfermedad..."
Tuvo que decirle Jorge Ramos "epilepsia" para que Peña Nieto finalmente
dijera, entre balbuceos, "¡Epilepsia! Pero era epilepsia probablemente.
Pero algo... parecido a la epilepsia"
Es una agradable sorpresa saber que al menos una corporación policíaca
funciona en el país, con elementos que aprovechan las opiniones de la
ciudadanía para reflexionar y modificar sus actitudes, tratando de
brindar un mejor servicio. Por ello, desde este espacio saludamos con
respeto a la Policía Bancaria e Industrial del Distrito Federal.
Por
desgracia esas actitudes son excepcionales en el enorme y costoso
aparato gubernamental que padecemos y que nos tiene hundidos en las
terribles condiciones de pobreza, inseguridad, ignorancia y apatía
evidentes en todos los ámbitos de la vida nacional.
Los legisladores,
quienes por fungir como representantes de la voluntad popular debieran
ser ejemplo en la defensa de los intereses sociales, han sido causa
principal del deterioro institucional de las últimas décadas. Como
ejemplo detestable y vergonzoso podemos mencionar al senador del Partido
Acción Nacional (PAN) por el estado de Querétaro, Eduardo Tomás Nava
Bolaños, quien asegura que la crisis por la que atraviesa la producción
del campo mexicano se debe a que los campesinos se la pasan "chismeando
en todo el pueblo", en lugar de trabajar.
El cínico y mentiroso
legislador, que debería aportar sus bien pagados esfuerzos para procurar
un régimen legal en beneficio del campo mexicano porque, además de
cobrar como senador, lo hace por presidir la Comisión de Reforma Agraria
e integrar otras igualmente relacionadas con temas agropecuarios, como
la encargada de revisar el cumplimiento del tratado de aguas entre
México y los Estados Unidos, y las de Agricultura, Ganadería, Recursos
Hidráulicos, sector agropecuario del Tratado de Libre Comercio (TLC),
Reforma Integral del Campo, y Relaciones Exteriores con América Latina y
el Caribe, pide que no se culpe al gobierno de "la flojera de los
campesinos".
Entre la sarta de declaraciones estúpidas, Nava Bolaños
afirmó que más de treinta por ciento de los hombres del campo no siembra
sus parcelas porque pasan la vida "sentados en su casa y la parcela sin
trabajar" pretendiendo ignorar que suman millones los agricultores
nacionales que han tenido que abandonar sus lugares de origen y que
arriesgan su vida en busca de trabajo. Millones de campesinos pobres que
no tienen la suerte de medrar al amparo del presupuesto nacional como
lo hace el senador panista.
Al conocer la opinión de quienes deciden
las modificaciones legales que tanto afectan a la producción del campo
y, por ende, al futuro de los mexicanos, es posible comprender las
causas y razones de nuestra angustiosa situación. Con el falaz argumento
de que "el gobierno federal no va a ir a sembrar ni a cosechar",
Eduardo Nava Bolaños y sus colegas pidieron no hablar de la crisis en el
agro para no ahuyentar a los inversionistas.
Así, estos pretendidos
representantes populares impiden que se diseñe un programa integral de
apoyo al campo mexicano que pudiera revertir la perversa tendencia a la
privatización de las ganancias y a la socialización de los daños.
Es
indispensable conocer la calidad de los funcionarios que nos gobiernan,
la memoria colectiva debe señalarlos cuando pretendan trepar en la
escala de las posiciones políticas o saltar como cirqueros en el
trampolín de los puestos públicos.
De los tres aspirantes a la Presidencia de la República en precampaña, Enrique Peña Nieto, por la alianza PRI-PVEM, cuenta con más seguidores fantasma en la red de Twitter que sus oponentes Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador.
El
precandidato priista tiene decenas de bots, de acuerdo con una muestra
de 196 perfiles analizados por MILENIO que utilizaron el hashtag
#ectivismo. Se descubrió que ninguna de las cuentas interactúa con sus
amigos, solamente se dedican a dar reply a algunas cuentas que son
repetidas por los demás y tienen que ver con Peña Nieto y su movimiento
como @LVidegaray (Luis Videgaray, coordinador de campaña) y @PVEM_Vcz
(Comité Ejecutivo Estatal Veracruz del Partido Verde Ecologista de
México).
¿Realmente Carlos Salinas es aliado de Peña Nieto?
Si uno analiza los últimos movimientos políticos en torno a la
sucesión presidencial, sobretodo en los terrenos que abonan a la
candidatura en ciernes del Partido Revolucionario Institucional, los
movimientos confrontados entre Manlio Fabio Beltrones y Enrique Peña
Nieto en pos de ser nominados a dicho cargo electoral evidencian una
ruptura entre el grupo salinista y el grupo Atlacomulco.
Ya desde julio de este año,
Martin Moreno, en su columna de Excelsior planteaba la ríspida
advertencia de Manlio Fabio a Peña Nieto, cuando este trataba de
acercarlo a su movimiento en pos de la candidatura. Beltrones, según
el escritor, le dijo: “No cuentes con mi apoyo ni como candidato ni
como Presidente” Si hasta entonces, la invocación de la palabra unidad
era la clave para mantener la fortaleza del PRI en el camino de regreso a
Los Pinos, la postura del político sonorense no era pues una apuesta
hacia esa estrategia, sino a la alternativa de su propio proyecto como
viable para también llegar a la candidatura.
Este desafío no puede venir sin la venia de Carlos Salinas de Gortari,
verdadero poder detrás del trono en los últimos veinte años en México, y
hace renacer su lucha contra la nomenklatura, como el mismo ex
presidente mexicano calificó a varios de sus enemigos, algunos de ellos
prominentes miembros del grupo Atlacomulco. En ese contexto, la
propuesta de moda en estos días de un gobierno de coalición suena más a
un intento salinista por prolongar la estancia de sus aliados –los
panistas, los izquierdistas moderados, los tecnócratas de Hacienda- en
la transición del 2012, que a una sana e independiente postura
democrática de Manlio Fabio Beltrones.
Según el periodista Renato Consuegra, ya John Wormack había nombrado a
los miembros de la Nomenklatura que presionaron al presidente Salinas
de Gortari en sus últimos años de gobierno y aún después, durante el
sexenio de Ernesto Zedillo. Esos nombres eran: Ignacio Pichardo Pagaza,
Gustavo Carvajal Moreno, Fernando Gutiérrez Barrios, Alfonso Martínez
Domínguez, Fernando Ortiz Arana, Alfredo del Mazo, Augusto Gómez
Villanueva, Javier García Paniagua y Francisco Labastida Ochoa.
La propuesta del gobierno de coalición propuesta por Beltrones, es un
frente de presión para el futuro presidente de la república que acote
su poder y permita que notables de las actuales esferas de gobierno
sobrevivan a la evidente derrota del actual grupo panista en el poder,
grupo aconsejado y guiado desde hace años por el ex presidente Carlos
Salinas de Gortari. Por otro lado, otro notable salinista, Emilio Gamboa
Patrón, mueve sus piezas al interior del PRI para lograr la destitución
de Humberto Moreira como presidente del CEN de ese partido, y si esto
no es posible, colocar en puestos claves a emisarios suyos de antaño,
como es el caso de Enrique Jackson, metido de último momento como
Secretario Técnico del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. Manlio
Fabio y Emilio Gamboa Patrón se apuntan nuevamente para ser bisagras
del poder en el PRI, como lo fueron en las candidaturas de Francisco
Labastida y Roberto Madrazo, ambas, por cierto, perdidas.
Esta escisión Peña- Salinas pondría fin a una convivencia pacífica
entre miembros de sus equipos tanto en la esfera del concluido sexenio
de Peña Nieto como en el grupo de poder de la Cámara de Diputados, y
podría apuntarse que que son escarceos para negociar posiciones y
permitir a Salinas volver a ser el fiel de la balanza para incrustar a
sus aliados de su modernidad en el gabinete del próximo presidente de
la República, si es que éste es Peña Nieto, quien si llega a Los Pinos
haría válida la profecía de la vidente Francisco Castro Montiel, quien
dijo a Isidro Fabela que de ahí, de Atlacomulco, surgiría un presidente
de la República, después de que seis oriundos de esa población llegaran a
ser gobernadores. Peña Nieto fue el sexto gobernador nacido en ese
poblado mexiquense.
Si ya en una ocasión, el grupo Atlacomulco se opuso a Carlos Salinas
de Gortari de manera firme y contundente, sobretodo al aliarse al
presidente Ernesto Zedillo al inicio de su sexenio, no cabe duda que
ahora, con un precandidato sólidamente posicionado, tratarán de mantener
a raya al ex presidente, porque finalmente el máximo poder presidencial
no debe compartirse más que entre las familias de ese legendario grupo
que durante años mantuvo vigente su unidad hasta este momento que están a
punto de alcanzar el poder total en México. Carlos Salinas logró
aliarse a dos gobiernos panistas incrustando miembros de su corriente
sobretodo en posiciones ligadas a las finanzas nacionales. Su influencia
fue mayor en este sexenio porque su grupo fue determinante para que
Calderón fuera presidente, enarbolando en la mano las famosas banderitas
en la sesión del Congreso de la Unión, donde se dió la toma de posesión
más rápida de la historia. Hoy, Enrique Peña Nieto parece dar a
entender que no necesita de Salinas para nadar en las turbulentas aguas
del próximo gobierno mexicano. De ahí la presión de los compadritos,
Manlio Fabio y Emilio Gamboa, para hacerlo entrar en razón.
“Hay una razón por la cual Calderón omite decir
por qué los desaparecidos durante el priato lo fueron. Y explicarls es
algo muy incómodo para quien está obsesionado con la alianza electoral
con la izquierda, pues resulta que ésta ha tenido un largo compromiso
con la violencia y ha carecido, hasta ahora, de elemental lealtad
democrática.”
En su discurso en la Universidad de Stanford, Felipe Calderón aseguró:
“(Bajo los gobiernos del PRI) cuando los estudiantes como ustedes protestaban, eran masacrados. Muchos oponentes del régimen, simplemente fueron desaparecidos".
Estas afirmaciones falsifican tanto la historia del priato como la
historia de la relación que con la violencia ha tenido la nueva mejor
amiga de Calderón: la izquierda.
Que el régimen priísta fue autoritario, represivo, corrupto y
ejerció un opresivo control sobre los medios de comunicación, son
verdades inobjetables. Pero aún cuando estas afirmaciones son en
general ciertas, deben ver matizadas: si el gobierno priísta de Ernesto
Zedillo hubiera sido autoritario, simplemente no hubiera entregado el
poder a Vicente Fox, electo por la mayoría de los ciudadanos en 2000.
De modo que, como escribió Jaime Sánchez Susarrey el 18 de junio en
Reforma: ni los gobiernos priístas fueron homogéneos ni el régimen
priísta se mantuvo inmutable de principio a fin.
Asimismo, la afirmación de que cada vez que los estudiantes se
manifestaban eran masacrados, como si México hubiera vivido durante 70
años lo que hoy vemos se vive en Siria, es falaz.
Nadie puede atreverse a negar las masacres del 2 de octubre de 1968 y
el 10 de junio de 1971 (o antes la del 30 de diciembre de 1960 en
Chilpancingo, Guerrero). Pero antes de las masacres de Chilpancingo y
Tlatelolco hubo cientos de manifestaciones de estudiantes y de otros
actores sociales, que no fueron masacradas (unas fueron reprimidas
ciertamente, pero otras fueron permitidas).
Después del 10 de junio no hubo más masacres estudiantiles y
simplemente bajo el gobierno de Luis Echeverría cada intento de realizar
mítines o marchas en la ciudad de México era impedido por la policía
(salvo unas pocas excepciones, como las manifestaciones de la Tenencia
Democrática del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la
República Mexicana).
A partir del gobierno de José López Portillo la policía dejó de
impedir las manifestaciones en vía pública. No hubo masacres
estudiantiles bajo los gobiernos de López Portillo, De la Madrid,
Salinas, ni Zedillo, todos ellos priístas.
Las masacres estudiantiles del 2 de octubre y el 10 junio no se
pueden comparar en su magnitud con las masacres en Siria, donde en unas
semanas de protestas ya van, cuando menos, 1,400 manifestantes
asesinados. Sin proponérselo la Fiscalía Especial sobre Movimientos
Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP), creada por el gobierno de
Fox, acabó con los mitos sobre el número de caídos el 2 de octubre: 68,
uno de ellos soldado, no 400 como contó la propaganda izquierdista por
años.
La cifra de víctimas del 10 de junio de 1971 no pudo ser establecida
con precisión, de modo que la FEMOSPP dio por buena la cifra de un
informe hasta hace poco secreto de la Dirección Federal de Seguridad: 40
manifestantes asesinados.
Estas no fueron las únicas masacres bajo los gobiernos priístas, por
supuesto. Para no ir más atrás en la historia, el 7 de julio de 1952 en
el Hemiciclo a Juárez en el Distrito Federal, partidarios del
candidato Miguel Henríquez Guzmán (ex priísta apoyado por una coalición
variopinta y a trasmano por el ex presidente Lázaro Cárdenas), fueron
reprimidos a balazos por policías y militares vestidos de civil. Hay
estimaciones exageradas y no documentadas sobre el número de víctimas,
pero un testigo presencial me aseguró que cuando menos 40 personas
fueron asesinadas y decenas más en el resto del país.
El 30 de diciembre de 1961 el ejército reprimió a estudiantes que
formaban parte de un movimiento que demandaba la autonomía para la
Universidad de Guerrero y dio muerte a una decena de ellos
aproximadamente (se habla de hasta 19 víctimas, pero esta cifra no ha
podido ser documentada), en una acción al aparecer no planeada que se
salió de control.
El 20 de agosto de 1967 en Acapulco chocaron dos facciones de la
Unión Regional de Productores de Copra del Estado de Guerrero, pero la
facción oficialista utilizó armas de fuego y asesinó a 27 de sus
rivales. Los asesinos no fueron castigados, sino encubiertos por el
gobierno estatal.
Pero aún sumadas las víctimas de estas masacres a las de las
masacres estudiantiles, la magnitud de la represión del régimen priísta
está muy por debajo de regímenes como el de Siria o el de Cuba, por
ejemplo.
La dictadura castrista ha sido presentada como el régimen comunista
que tiene las manos limpias de sangre. Y es cierto que la matanza
dentro de la isla no es comparable con los genocidios o democidios bajo
la mayoría de regímenes comunistas, pero los Castro y sus secuaces son
responsables de haber asesinado a cuando menos 10 mil personas en su
país, según ha documentando la organización “Cuba Archive”. Y decimos
que ha documentado pues no se trata de una estimación, sino de una
cifra que se basa en la identificación precisa de cada víctima.
En sus últimos 50 años el régimen priísta no asesinó a 10 mil
personas y ni siquiera se acercó a esa cifra. Pero además, sería erróneo
comparar las cifras absolutas de víctimas mortales de la represión
haciendo abstracción de las diferencias demográficas de los países.
En virtud de que México ha tenido una población 10 veces superior a
la de Cuba, si la matanza castrista hubiera ocurrido aquí, entonces
habrían sido 100 mil las víctimas. Y si el PRI no llegó a 10 mil
víctimas, menos a 100 mil.
Por supuesto que cualquiera que haya sido el número de víctimas de
la represión, se trata de crímenes sin la menor justificación, pues
fueron asesinadas personas desarmadas, que se manifestaban
pacíficamente. Y sin importar cuánto tiempo haya transcurrido desde que
se cometieron estos crímenes, sus autores deben ser llevados ante la
justicia y castigados, sin miramientos ni atenuantes.
Pero una cosa es hacer justicia y muy otra falsificar la historia. Y
si es falsa la afirmación de que toda manifestación era reprimida, no
lo es menos afirmar que “muchos oponentes del régimen, simplemente
fueron desaparecidos". Y la falsedad no estriba en que no haya habido
desaparecidos, pues por supuesto que los hubo y por cientos, sino en
pretender hacer creer que la mera oposición hizo a las víctimas
merecedores de tan extrema forma de represión criminal.
¿Podría Felipe Calderón mencionar algún militante del PAN, el
principal partido de oposición por décadas, que haya sido desaparecido?
No, no podría, porque ninguno lo fue. Incluso tampoco podrían hacerlo
los anteriores líderes del Partido Comunista, salvo en el caso de un
obrero que desapareció hacia 1980 en Querétaro, pero al parecer por
confusión de sus verdugos.
Hay al parecer una razón por la cual Calderón omite la circunstancia
en que los desaparecidos lo fueron: que habían optado por la oposición
armada.
Y explicar esta circunstancia es algo muy incómodo para quien está
obsesionado con la alianza electoral con la izquierda, pues resulta que
ésta ha tenido un largo compromiso con la violencia y ha carecido,
hasta ahora, de elemental lealtad democrática.
La izquierda mexicana ha creado una mitología justificatoria sobre
ese compromiso, aduciendo que actuó en reacción a la represión y que no
había otro camino. Pero no es cierto ni lo uno ni lo otro. La izquierda
no recurrió a la violencia como venganza contra los represores (pues
en realidad victimizó a muchos inocentes no a los verdugos), sino
porque creyó que la violencia la llevaría al poder, inherente a su
proyecto totalitario, el cual buscaba hacer de México algo muy parecido
a la Cuba de los Castro, con el baño de sangre incluido obviamente.
Mientras que Felipe Calderón intenta hacer creer que los
izquierdistas desaparecidos en los años setenta eran pacíficos
opositores al régimen priísta, la falsificación de la historia por parte
de la propia izquierda no llega tan lejos, no es tan orwelliana. La
izquierda mexicana sí admite que una fracción significativa de sus
integrantes optó por la lucha armada y justifica esa decisión hasta
hoy.
La mitología sobre el compromiso de la izquierda con la violencia
dice que en virtud de las masacres del 2 de octubre de 1968 y el 10 de
junio de 1971, no quedó más remedio que la lucha armada como medio de
autodefensa. Pero esta narrativa tienen un pequeño problema: los grupos
subversivos izquierdistas surgieron no después ¡sino antes de las
masacres estudiantiles del 2 de octubre y el 10 de junio!
La primera acción subversiva tuvo lugar el 23 de septiembre de 1965,
cuando una brigada del Grupo Popular Guerrillero, encabezado por
Arturo Gámiz asaltó el cuartel del ejército en Madera, en la sierra de
Chihuahua, con un saldo de 13 muertos: 8 atacantes y 5 soldados.
¿Por qué este grupo realizó este ataque?, ¿acaso el ejército y esos
soldados en particular habían masacrado estudiantes? No. ¿Los soldados
habían masacrado campesinos? No. ¿Los soldados habían asesinado a
integrantes del grupo agresor y les impedían ejercer sus derechos de
asociación y expresión? No.
Este ataque artero no tuvo más propósito que imitar el asalto al
cuartel Moncada protagonizado por Fidel Castro y sus matones el 26 de
julio de 1953, con el cual se inicia la “revolución cubana” según la
mitología castrista. Los terroristas en Chihuahua no tenían otro
propósito que iniciar la revolución que los conduciría al poder, a fin
de implantar el socialismo en México e instaurar la dictadura del
proletariado según el modelo castrista-guevarista.
La acción sigue siendo justificada por la izquierda hasta nuestros
días. Este es un fragmento de los textos apologéticos de la violencia
terrorista, que se usan para la formación ideológica en la Escuela de
Cuadros del PRD:
“La decisión de tomar las armas por este núcleo pro-socialista, fue porque en la sierra de Chihuahua había un latifundismo ganadero de dimensiones descomunales; significativo rezago agrario; inhumana explotación, como el cacicazgo de la familia Ibarra, y un gobierno represivo, autoritario y antipopular.“(…) Por eso, en la proximidad de esta celebración guerrillera, rendimos hoy un sentido homenaje a la Liga Comunista 23 de Septiembre y sus líderes: Arturo Gámiz García, Pablo Gómez Ramírez y Salomón Gaytán Aguirre.” [“A 45 años de la Liga Comunista 23 de Septiembre”].
Aunque el autor de este texto (un tal Guillermo Portugal) es tan
ignorante como para sostener que la Liga Comunista 23 de Septiembre ya
existía en 1965 (¡surgió hasta 8 años después!), lo que hay que
destacar es cómo la izquierda sigue justificando la lucha armada, unas
veces manejando el mito de la autodefensa y otras veces descarándose y
dando a conocer los reales móviles de la guerrilla.
El Grupo Popular Guerrillero ya operaba desde 1964 y en febrero sus
integrantes llevaron la voz cantante en el Segundo Encuentro de la
Sierra “Heraclio Bernal”, celebrado en Torreón de Cañas, Municipio de
Las Nieves, al norte de Durango, (con la asistencia “de cientos de
estudiantes”), el cual resolvió iniciar la lucha armada, con la
siguiente justificación:
“Estamos convencidos de que nuestros enemigos no respetan nada ni a nadie más que al fusil. Estamos convencidos de que no entienden ningún lenguaje más que el de la fuerza. Estamos convencidos de que en sus cabezas no entran razones y de que por las buenas sólo burlas ganamos (...) Estamos convencidos de que ha llegado la hora de hablarle a los poderosos en el único lenguaje que entienden, llegó la hora de que las vanguardias más audaces empuñen el fusil porque es lo único que respetan y escuchan, llegó la hora de ver si en sus cabezas penetran las balas ya que razones nunca les entraron” [Énfasis mío. Tomado del informe de la Fiscalía Especial de Movimientos Sociales y Políticos del Pasado sobre la “guerra sucia”, capítulo 5, página 4].
De modo que la lucha armada no era ni defensiva ni justiciera, sino de pura pedagogía terrorista: la letra con bala entra.
Los movimientos de oposición armada posteriores a las masacres
estudiantiles usaron éstas no como motivo, sino como pretexto para la
violencia y prueba de ello es que: primero, es falso que no hubiera más
camino de expresión política que la violencia; segundo, las acciones
terroristas no tuvieron como blancos a los responsables de las masacres
estudiantiles, sino a personas inocentes o que no habían tenido que
ver con aquellas.
La prueba fehaciente de que aun en condiciones difíciles era posible
la acción política no violenta, es la actividad desarrollada en los
años sesentas y setentas no sólo por el principal partido opositor del
siglo XX que fue el PAN, sino por los grupos de izquierda que no
optaron abiertamente por la guerrilla: el Partido Comunista, las
formaciones maoístas como Línea de Masas y Línea Proletaria, el Partido
Mexicano de los Trabajadores de Heberto Castillo, los cardenistas del
Partido Socialista de los Trabajadores, el Movimiento de Acción Popular
de un grupo de socialdemócratas seguidores de Rafael Galván y los
diferentes grupos troskistas que fundarían el Partido Revolucionario de
los Trabajadores.
Después del 2 de octubre o el 10 de junio, las acciones violentas de
los grupos subversivos ¿se orientaron contra las personas de los
Presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez? ¡No! ¿Contra
los mandos e integrantes del Batallón Olimpia, la Dirección Federal de
Seguridad o Los Halcones? ¡No!
Los terroristas mataron unas 300 personas, de las cuales no se ha
podido demostrar que alguna hubiera participado en aquellas masacres.
Además otras personas inocentes fueron víctimas de no menos de 200
atracos y de al menos 52 secuestros. Doce víctimas de secuestro fueron
asesinadas por los terroristas: Agustín Bautista Cabrera, José Becerra
Luna, Telésfora Vargas de Soto, Miguel Soto, Eugenio Garza Sada (además
de su chofer y un guardaespaldas), Fernando Aranguren Castillo,
Alfredo Rojas Vela, Margarita Saad viuda de Baz, Élfego Coronel Ocampo,
Hermenegildo T. Velasco, Margarita Wurtz de Keller y Hugo Margain
Charles.
El 21 de agosto de 1977 integrantes del Frente Revolucionario Armado
del Pueblo capturaron un camión de pasajeros de la línea Flecha
Amarilla y exigieron, a cambio de no asesinar a sus rehenes, fueran
liberados los hermanos Campaña López, responsables de secuestros y
asesinatos. En La Piedad, Michoacán, cuando la policía intentó rescatar
a los rehenes, los terroristas detonaron las granadas, mataron a 10
pasajeros e hirieron a otros 18.
Decenas de personas inocentes fueron asesinadas en atracos, acciones
de propaganda armada y detonación de explosivos. Entre 1973 y enero de
1976 la Liga Comunista 23 de Septiembre asesinó 95 policías, sólo en
la ciudad de México, cuando los agentes cumplían tareas rutinarias de
vigilancia en las calles. El 12 de octubre de 1974 fueron asesinados en
San Juan de Aragón 11 policías auxiliares que estaban desarmados, lo
cual sabían de antemano los valientes y muy heroicos jóvenes idealistas
de la Liga que los asesinaron.
El gobierno reprimió la subversión con una combinación de medidas
legales y claramente criminales como la tortura, las ejecuciones
extrajudiciales y la desaparición forzada de entre 275 y 372 personas,
de acuerdo con la investigación de la Comisión Nacional de Derechos
Humanos.
No hay excusa para esas atrocidades. Pero si los métodos fueron
criminales, el propósito en modo alguno lo fue. Sea por las razones que
fueran, los gobiernos priístas impidieron que México viviera las
guerras civiles que enfrentaron El Salvador o Colombia, con su decenas
de miles de muertos, y sobre todo que los comunistas tomaran el poder y
sumieran al país en un mar de sangre.
Si el (falso) pretexto para la lucha armada de la
izquierda mexicana fue el de las masacres estudiantiles ¿qué pretexto
quedaba cuando los gobiernos priistas (y luego los panistas) no
cometieron masacres? Ninguno obviamente, pero igual la izquierda
mantuvo su compromiso con la violencia, bajo nuevas condiciones claro.
José López Portillo lanzó una amnistía general a favor de presos de los grupos armados y aquellos que pertenecían a los mismos pero no habían sido detenidos. Con esto, más la reforma política que permitió el registro electoral del Partido Comunista, el gobierno buscaba distender el clima político en el país, según la estrategia ideada por Jesús Reyes Heroles.
La amnistía fue generosa con los terroristas…a costillas de sus víctimas. El olvido penal fue para todos los guerrilleros, incluyendo los que secuestraron y asesinaron personas inocentes. Pero para sus víctimas y los deudos no hubo nada, ni siquiera un intento de resarcimiento o disculpa.
Con la amnistía el gobierno esperaba que cesara por completo la oposición armada, porque ésta militarmente no tenía la menor oportunidad y porque tampoco se acorraló a sus sobrevivientes, precisamente al darles la salida de la amnistía y de la actuación política legal.
Ese objetivo fue alcanzado parcialmente por el gobierno. La gran mayoría de los guerrilleros presos o que permanecían en la clandestinidad dejaron las armas y se auto-criticaron, pero no por sus objetivos totalitarios ni por sus crímenes, sino por errores de estrategia y táctica, como el no haber puesto el énfasis debido en la “lucha de masas” y no haber aprovechado mejor la “legalidad burguesa” (por ejemplo el líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, sigue reivindicando la validez de su militancia en la Liga Comunista 23 de Septiembre). Otros no renunciaron a la lucha armada y sólo se replegaron por consideraciones tácticas para resurgir en los años noventa, en dos expresiones: el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Ejército Popular Revolucionario (EPR).
En 1985, días antes de la elección de diputados federales, fue secuestrado Arnoldo Martínez Verdugo, quien durante más de 20 años había sido máximo dirigente del Partido Comunista y entonces lo era del Partido Socialista Unificado de México (fusión entre el PC y otros grupos de izquierda). Sus plagiarios eran integrantes del Partido de los Pobres que fundó Lucio Cabañas (quien abiertamente en los años setenta había manifestado su simpatía por el Partido Comunista) y el Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo (PROCUP, simiente principal del futuro EPR).
Los terroristas le exigían al PSUM les devolviera el rescate de 50 millones de pesos obtenido por Cabañas como resultado del secuestro del senador Rubén Figueroa en 1974, rescate que el líder guerrillero le “encargó” a sus cuates comunistas. Como Cabañas murió y sus secuaces entraron en desbandada, Martínez Verdugo y demás dirigentes del PC decidieron gastarse el dinero en varios edificios e imprentas (además de algunos trajes de buenos sastres que tanto le gustaban a Arnoldo). Esto demostraba el doble juego que por buen tiempo mantuvo el Partido Comunista (un pie en la legalidad y otro en la subversión).
Pero no sería la última vez en que se pusiera en evidencia el doble juego de la izquierda. Tras el levantamiento del EZLN en Chiapas surgieron los señalamientos contra Samuel Ruiz, el obispo de San Cristóbal y uno de los principales líderes de la izquierdista “teología de la liberación”. Ruiz tuvo que admitir que sabía del EZLN desde el principio y justificó su silencio aduciendo: “No somos delatores”. Pero Ruiz y otros integrantes de su facción eran mucho más que no-delatores: sin ellos no habría habido EZLN. De la misma manera que un motín como el protagonizado en Oaxaca en 2006 se antoja improbable sin una alianza entre el EPR y los no pocos partidarios de la “teología de la liberación” en el estado.
En 1996 hizo su debut el EPR, mediante ataques armados y el asesinato de policías, marinos y civiles inocentes desarmados. El gobierno de Ernesto Zedillo adoptó, entre otras medidas legales y justificadas, la de movilizar contingentes del ejército en zonas de Guerrero y Oaxaca, donde se presumía el grupo terrorista tenía presencia ¿Y que hizo el PRD? Demandó que el ejército se retirara, que el gobierno no actuara contra los agresores y dialogara con los terroristas, cosa que ellos –anticiparon- no les interesaba. Es decir, lo que el PRD buscaba es que los terroristas actuaran sin resistencia, que el gobierno les entregara el poder.
Pero no se trataba sólo de una posición política ante el terrorismo, sino de compromisos más serios con el mismo de militantes perredistas. El 4 de octubre de 1999 fue electo Presidente Municipal de Acapulco el candidato perredista Zeferino Torreblanca y ese mismo día fue asesinado uno de sus principales coordinadores electorales, Marco Antonio López García. Una semana después fue detenido como autor intelectual del atentado el “ex” guerrillero y diputado local electo Juan García Costilla. La procuraduría guerrerense no había resuelto sola el caso, sino con ayuda del CISEN, el cual sabía de la doble militancia de García Costilla en el PRD y en el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), grupo éste que se acababa de desprender del EPR.
Aunque después García Costilla fue liberado por razones políticas y no jurídicas, el incidente marcó el inicio de lo que ha sido una violenta disputa de 12 años de duración por el control del PRD -y desde 2005 por el control del gobierno del estado- entre el ERPI y otra facción perredista “moderada”.
La diputa ha seguido cobrando vidas y llegó al extremo de la narcoguerra. Mientras que el ERPI acusó a Torreblanca de estar al servicio del capo Joaquín Guzmán, el grupo armado se enfrentó con la banda de Rogaciano Alba, ex virrey del sinaloense en la Costa Grande y supuestamente ligado a Torreblanca. Vamos el ERPI tomó partido por la banda de los Beltrán Leyva, ex socios y ahora enemigos mortales de El Chapo.
El hecho es que desde hace mucho tiempo son difusas las fronteras entre los grupos armados clandestinos y las organizaciones legales de izquierda en Guerrero o dicho de otro modo: las estructuras legales sirven como cobertura para la acción subversiva. El mejor ejemplo de ello es Rogelio Ortega Martínez, ex dirigente de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (fundada por el guerrillero Genaro Vázquez), camaleón que un día es candidato de México Posible y otro es perredista y eterno aspirante a rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), pues se ha presentado en tres elecciones.
El 1 de marzo de 2008 la fuerza pública colombiana atacó un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio de Ecuador, dio muerte a 25 terroristas (incluidos 4 mexicanos) y se apoderó de varias computadoras de “Raúl Reyes”, el segundo en la jerarquía de esa organización criminal. Los archivos en las computadoras se revelaron como un tesoro de inteligencia y además su validez fue puesta fuera de toda duda por Interpol.
Pues un año después del ataque el gobierno colombiano dio a conocer una parte de los correos electrónicos de “Raúl Reyes”, los cuales revelan que Rogelio Ortega (en 2002) pidió a los representantes de las FARC en México un préstamo para financiar su campaña a la rectoría de la UAG, cuyo pago garantizaba con el rescate que “su grupo” obtendría por la liberación de una persona que tenía secuestrada. Otros correos revelaron que después Rogelio Ortega y su grupo realizaron varios secuestros en México en sociedad con las FARC. A pesar de la evidencia y de que existe una denuncia penal en su contra desde 2009, la PGR no ha querido tocarlo ni con el pétalo de un citatorio para declarar. El gobierno calderonista hace (o deja de hacer) lo que sea para no molestar a la izquierda…
Y, para decirlo en los jocosos términos de Adolfo Ruiz Cortines, sapos como éste son los que los panistas deberán tragar por montones, si secundan a Felipe Calderón en su aventura de la alianza electoral con la izquierda en 2012.
Pero no sería la primera vez que los panistas tragaran esta clase de sapos y de ello vayan 5 ejemplos representativos:
Sapo número uno: La creación de la FEMOSPP por parte de Vicente Fox con la que buscaba aniquilar al PRI y que sólo sirvió para legitimar la lucha armada de la izquierda. Al menos con relación a la oposición armada y a la respuesta de los gobiernos priistas (“guerra sucia”), a Fox no lo movió ningún afán justiciero. Si lo hubiera tenido, si de lo que se trataba era de castigar crímenes de décadas atrás, no se habría limitado a detener, como lo hizo, a Miguel Nazar, principal responsable de la contra-subversión y hubiera de una vez dejado sin efecto la amnistía para los ex guerrilleros. Por ejemplo, habría hecho detener a José Luis Rhi Sausi, ex integrante de la Liga Comunista 23 de Septiembre, en lugar de que fuera asesor del último secretario de gobernación foxista, Carlos Abascal. Si Fox persiguió a unos y no a otros, el mensaje que la final quedó es: no es malo ser terrorista, lo malo es combatir terroristas…
Sapo número dos: La participación de connotados ex terroristas en el gobierno de Vicente Fox. Además del antes citado, el caso más notorio fue el de Rubén Aguilar, ex vocero del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional de El Salvador en los años ochenta. Todos podemos equivocarnos y nos equivocamos, pero podemos arrepentirnos y rectificar. Pero Aguilar no se arrepiente de su pasado terrorista y eso no le importó a Fox que lo hizo su asesor y vocero…
Sapo número tres: La tolerancia de Fox al motín de Oaxaca en 2006, pese a que sabía lo dirigía el EPR. Fox sabía, gracias la CISEN, que el EPR tenía un papel dirigente en el motín que se prolongó desde junio hasta noviembre de 2006, pero se negó a cumplir la ley, a enviar a la Policía Federal a poner orden, porque veía en el motín una manera de aniquilar al PRI en el estado…
Sapo número cuatro: La negativa del gobierno a investigar y detener a los terroristas responsables de al menos 50 secuestros en el presente sexenio, entre ellos los de Diego Fernández de Cevallos y Eduardo García Valseca. Desde 1987 y hasta la fecha los grupos terroristas han cometido más de 200 secuestros en México y han obtenido por rescates un total de 150 millones de dólares. Sin embargo sólo hay 5 terroristas presos (de la una misma célula del ERPI y detenidos en 2003) por 7 de esos plagios. Eduardo García Valseca secuestrado por 7 meses y sometido al trato más cruel por los terroristas, el 3 de marzo de 2011 se plantó frente a la Casa Blanca para denunciar que el gobierno de Calderón se niega a investigar y a detener a sus plagiarios…
Sapo número cinco: La “sorprendente” incapacidad del gobierno federal para capturar a Julio César Godoy, diputado del PRD y uno de los líderes de la Familia Michoacana (el mismo que ordenó el asesinato de 12 policías federales en julio de 2009). La única razón plausible de esta “incapacidad” es que, por el momento, la detención podría perjudicar la posibilidad de la alianza…
De modo que no veo cómo los panistas van a resistirse a la obsesión de Calderón por el amor carnal con la izquierda. A menos que, claro, ocurriera un milagro, algo así como el resurgimiento del espíritu del anti-estatista Clouthier. Cuando en 1988 Maquío supo que iba en tercer lugar en las preferencias electorales, no se alió con Cuauhtémoc Cárdenas ni declinó a favor de él para derrotar al PRI y llevar a la izquierda al poder ¿o sí?…
José López Portillo lanzó una amnistía general a favor de presos de los grupos armados y aquellos que pertenecían a los mismos pero no habían sido detenidos. Con esto, más la reforma política que permitió el registro electoral del Partido Comunista, el gobierno buscaba distender el clima político en el país, según la estrategia ideada por Jesús Reyes Heroles.
La amnistía fue generosa con los terroristas…a costillas de sus víctimas. El olvido penal fue para todos los guerrilleros, incluyendo los que secuestraron y asesinaron personas inocentes. Pero para sus víctimas y los deudos no hubo nada, ni siquiera un intento de resarcimiento o disculpa.
Con la amnistía el gobierno esperaba que cesara por completo la oposición armada, porque ésta militarmente no tenía la menor oportunidad y porque tampoco se acorraló a sus sobrevivientes, precisamente al darles la salida de la amnistía y de la actuación política legal.
Ese objetivo fue alcanzado parcialmente por el gobierno. La gran mayoría de los guerrilleros presos o que permanecían en la clandestinidad dejaron las armas y se auto-criticaron, pero no por sus objetivos totalitarios ni por sus crímenes, sino por errores de estrategia y táctica, como el no haber puesto el énfasis debido en la “lucha de masas” y no haber aprovechado mejor la “legalidad burguesa” (por ejemplo el líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, sigue reivindicando la validez de su militancia en la Liga Comunista 23 de Septiembre). Otros no renunciaron a la lucha armada y sólo se replegaron por consideraciones tácticas para resurgir en los años noventa, en dos expresiones: el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Ejército Popular Revolucionario (EPR).
En 1985, días antes de la elección de diputados federales, fue secuestrado Arnoldo Martínez Verdugo, quien durante más de 20 años había sido máximo dirigente del Partido Comunista y entonces lo era del Partido Socialista Unificado de México (fusión entre el PC y otros grupos de izquierda). Sus plagiarios eran integrantes del Partido de los Pobres que fundó Lucio Cabañas (quien abiertamente en los años setenta había manifestado su simpatía por el Partido Comunista) y el Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo (PROCUP, simiente principal del futuro EPR).
Los terroristas le exigían al PSUM les devolviera el rescate de 50 millones de pesos obtenido por Cabañas como resultado del secuestro del senador Rubén Figueroa en 1974, rescate que el líder guerrillero le “encargó” a sus cuates comunistas. Como Cabañas murió y sus secuaces entraron en desbandada, Martínez Verdugo y demás dirigentes del PC decidieron gastarse el dinero en varios edificios e imprentas (además de algunos trajes de buenos sastres que tanto le gustaban a Arnoldo). Esto demostraba el doble juego que por buen tiempo mantuvo el Partido Comunista (un pie en la legalidad y otro en la subversión).
Pero no sería la última vez en que se pusiera en evidencia el doble juego de la izquierda. Tras el levantamiento del EZLN en Chiapas surgieron los señalamientos contra Samuel Ruiz, el obispo de San Cristóbal y uno de los principales líderes de la izquierdista “teología de la liberación”. Ruiz tuvo que admitir que sabía del EZLN desde el principio y justificó su silencio aduciendo: “No somos delatores”. Pero Ruiz y otros integrantes de su facción eran mucho más que no-delatores: sin ellos no habría habido EZLN. De la misma manera que un motín como el protagonizado en Oaxaca en 2006 se antoja improbable sin una alianza entre el EPR y los no pocos partidarios de la “teología de la liberación” en el estado.
En 1996 hizo su debut el EPR, mediante ataques armados y el asesinato de policías, marinos y civiles inocentes desarmados. El gobierno de Ernesto Zedillo adoptó, entre otras medidas legales y justificadas, la de movilizar contingentes del ejército en zonas de Guerrero y Oaxaca, donde se presumía el grupo terrorista tenía presencia ¿Y que hizo el PRD? Demandó que el ejército se retirara, que el gobierno no actuara contra los agresores y dialogara con los terroristas, cosa que ellos –anticiparon- no les interesaba. Es decir, lo que el PRD buscaba es que los terroristas actuaran sin resistencia, que el gobierno les entregara el poder.
Pero no se trataba sólo de una posición política ante el terrorismo, sino de compromisos más serios con el mismo de militantes perredistas. El 4 de octubre de 1999 fue electo Presidente Municipal de Acapulco el candidato perredista Zeferino Torreblanca y ese mismo día fue asesinado uno de sus principales coordinadores electorales, Marco Antonio López García. Una semana después fue detenido como autor intelectual del atentado el “ex” guerrillero y diputado local electo Juan García Costilla. La procuraduría guerrerense no había resuelto sola el caso, sino con ayuda del CISEN, el cual sabía de la doble militancia de García Costilla en el PRD y en el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), grupo éste que se acababa de desprender del EPR.
Aunque después García Costilla fue liberado por razones políticas y no jurídicas, el incidente marcó el inicio de lo que ha sido una violenta disputa de 12 años de duración por el control del PRD -y desde 2005 por el control del gobierno del estado- entre el ERPI y otra facción perredista “moderada”.
La diputa ha seguido cobrando vidas y llegó al extremo de la narcoguerra. Mientras que el ERPI acusó a Torreblanca de estar al servicio del capo Joaquín Guzmán, el grupo armado se enfrentó con la banda de Rogaciano Alba, ex virrey del sinaloense en la Costa Grande y supuestamente ligado a Torreblanca. Vamos el ERPI tomó partido por la banda de los Beltrán Leyva, ex socios y ahora enemigos mortales de El Chapo.
El hecho es que desde hace mucho tiempo son difusas las fronteras entre los grupos armados clandestinos y las organizaciones legales de izquierda en Guerrero o dicho de otro modo: las estructuras legales sirven como cobertura para la acción subversiva. El mejor ejemplo de ello es Rogelio Ortega Martínez, ex dirigente de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (fundada por el guerrillero Genaro Vázquez), camaleón que un día es candidato de México Posible y otro es perredista y eterno aspirante a rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), pues se ha presentado en tres elecciones.
El 1 de marzo de 2008 la fuerza pública colombiana atacó un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio de Ecuador, dio muerte a 25 terroristas (incluidos 4 mexicanos) y se apoderó de varias computadoras de “Raúl Reyes”, el segundo en la jerarquía de esa organización criminal. Los archivos en las computadoras se revelaron como un tesoro de inteligencia y además su validez fue puesta fuera de toda duda por Interpol.
Pues un año después del ataque el gobierno colombiano dio a conocer una parte de los correos electrónicos de “Raúl Reyes”, los cuales revelan que Rogelio Ortega (en 2002) pidió a los representantes de las FARC en México un préstamo para financiar su campaña a la rectoría de la UAG, cuyo pago garantizaba con el rescate que “su grupo” obtendría por la liberación de una persona que tenía secuestrada. Otros correos revelaron que después Rogelio Ortega y su grupo realizaron varios secuestros en México en sociedad con las FARC. A pesar de la evidencia y de que existe una denuncia penal en su contra desde 2009, la PGR no ha querido tocarlo ni con el pétalo de un citatorio para declarar. El gobierno calderonista hace (o deja de hacer) lo que sea para no molestar a la izquierda…
Y, para decirlo en los jocosos términos de Adolfo Ruiz Cortines, sapos como éste son los que los panistas deberán tragar por montones, si secundan a Felipe Calderón en su aventura de la alianza electoral con la izquierda en 2012.
Pero no sería la primera vez que los panistas tragaran esta clase de sapos y de ello vayan 5 ejemplos representativos:
Sapo número uno: La creación de la FEMOSPP por parte de Vicente Fox con la que buscaba aniquilar al PRI y que sólo sirvió para legitimar la lucha armada de la izquierda. Al menos con relación a la oposición armada y a la respuesta de los gobiernos priistas (“guerra sucia”), a Fox no lo movió ningún afán justiciero. Si lo hubiera tenido, si de lo que se trataba era de castigar crímenes de décadas atrás, no se habría limitado a detener, como lo hizo, a Miguel Nazar, principal responsable de la contra-subversión y hubiera de una vez dejado sin efecto la amnistía para los ex guerrilleros. Por ejemplo, habría hecho detener a José Luis Rhi Sausi, ex integrante de la Liga Comunista 23 de Septiembre, en lugar de que fuera asesor del último secretario de gobernación foxista, Carlos Abascal. Si Fox persiguió a unos y no a otros, el mensaje que la final quedó es: no es malo ser terrorista, lo malo es combatir terroristas…
Sapo número dos: La participación de connotados ex terroristas en el gobierno de Vicente Fox. Además del antes citado, el caso más notorio fue el de Rubén Aguilar, ex vocero del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional de El Salvador en los años ochenta. Todos podemos equivocarnos y nos equivocamos, pero podemos arrepentirnos y rectificar. Pero Aguilar no se arrepiente de su pasado terrorista y eso no le importó a Fox que lo hizo su asesor y vocero…
Sapo número tres: La tolerancia de Fox al motín de Oaxaca en 2006, pese a que sabía lo dirigía el EPR. Fox sabía, gracias la CISEN, que el EPR tenía un papel dirigente en el motín que se prolongó desde junio hasta noviembre de 2006, pero se negó a cumplir la ley, a enviar a la Policía Federal a poner orden, porque veía en el motín una manera de aniquilar al PRI en el estado…
Sapo número cuatro: La negativa del gobierno a investigar y detener a los terroristas responsables de al menos 50 secuestros en el presente sexenio, entre ellos los de Diego Fernández de Cevallos y Eduardo García Valseca. Desde 1987 y hasta la fecha los grupos terroristas han cometido más de 200 secuestros en México y han obtenido por rescates un total de 150 millones de dólares. Sin embargo sólo hay 5 terroristas presos (de la una misma célula del ERPI y detenidos en 2003) por 7 de esos plagios. Eduardo García Valseca secuestrado por 7 meses y sometido al trato más cruel por los terroristas, el 3 de marzo de 2011 se plantó frente a la Casa Blanca para denunciar que el gobierno de Calderón se niega a investigar y a detener a sus plagiarios…
Sapo número cinco: La “sorprendente” incapacidad del gobierno federal para capturar a Julio César Godoy, diputado del PRD y uno de los líderes de la Familia Michoacana (el mismo que ordenó el asesinato de 12 policías federales en julio de 2009). La única razón plausible de esta “incapacidad” es que, por el momento, la detención podría perjudicar la posibilidad de la alianza…
De modo que no veo cómo los panistas van a resistirse a la obsesión de Calderón por el amor carnal con la izquierda. A menos que, claro, ocurriera un milagro, algo así como el resurgimiento del espíritu del anti-estatista Clouthier. Cuando en 1988 Maquío supo que iba en tercer lugar en las preferencias electorales, no se alió con Cuauhtémoc Cárdenas ni declinó a favor de él para derrotar al PRI y llevar a la izquierda al poder ¿o sí?…
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Historia del PRI, fundada en asesinatos y represiones, recuerda Refugio Chamú
En respuesta a la
declaración del secretario de Organización del PRI, Heriberto Huicochea
Vázquez, quien acusó a los perredistas de montar el reparto de despensas
y de ser mitómanos, el secretario de Relaciones Políticas y Alianzas
del Secretariado Estatal (SE) del PRD, Norberto Refugio Chamú, recordó
que son los priístas a los que se les liga con actos de represión y
homicidios en tiempos electorales y hacía organizaciones sociales, como
fue el caso de la masacre de Aguas Blancas.
En una llamada a la redacción de La Jornada Guerrero,
el perredista rechazó que sea una mentira la acusación que hizo el
pasado sábado de que hombres armados a bordo de dos camionetas buscaban
su domicilio en represalia a la denunciar ante la Fiscalía Especializada
para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) por el caso de los
tráileres y una bodega repleta de despensas.
“Hay que recordarle
al señor que no somos mitómanos, que si tenemos miedo y preocupación es
porque conocemos la historia del PRI, conocemos como se ha manejado a lo
largo de la historia y de lo que son capaces y de hasta donde pueden
llegar”, expresó.
Refugio Chamú sostuvo que tan sólo en Guerrero el tricolor
está ligado a la represión y homicidios, pues dijo que tan sólo deben
recordar los propios piístas a los responsables de los asesinatos de
Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu.
Además de que
el PRI está evidentemente relacionado con el atentado que sufrió su
candidato a diputado por el distrito 1, Nicanor Adame y del homicidio de
su representante electoral en el distrito 3, Alvaro Rosas, caso que no
ha podido ser resuelto por la Procuraduría General de Justicia del
Estado.
“Misteriosamente los atentados y asesinatos se dan cuando
el PRI no tiene oportunidad de espacios. Son los encargados de impulsar
la campaña del miedo y eso no es un secreto, como sucedió en la elección
del 5 de octubre”, recordó.
Por ello, insistió en responsabilizar
a los priístas del uso de dádivas para la compra del voto, como pasó el
pasado viernes que localizaron cuatro tráileres repletos de despensas
que iban a ser guardadas en una bodega de la empresa Construrama, según
el PRD ligada al ex gobernador, Rubén Figueroa.
“Pondremos fin a la pesadilla”, clamó Pedro Joaquín Coldwell.
Pero hay confusión: el presidente del PRI no aclaró si se refería a los
gobiernos del PAN… o a las catástrofes económicas, la pobreza, los
fraudes electorales, las matanzas de estudiantes, los asesinatos de
rivales, saqueos, corrupción, crímenes políticos, gobernadores
presuntamente ligados al narco o censura a medios, que nos recetó el PRI
71 años.
Y no es cuestión de prejuicios o simpatías. Allí están cifras y hechos históricos:
1) La crisis de 1994-96, generada por la irresponsabilidad financiera de Carlos Salinas de Gortari —el vencimiento próximo de tesobonos (documentos cobrables) por 50 mil millones de dólares, fue el detonante (Luis Téllez dixit)—, provocó que un millón de mexicanos perdieran empresas, casas, empleos y bienes.
2) De diciembre de 1994 al cierre de 1996 —24 meses— se generaron 16
millones de pobres adicionales, que se sumaron a la pobreza ya
registrada en México: 650 mil en promedio al mes. Aproximadamente, 22
mil 500 diarios. Cerca de mil pobres cada hora, 16 por minuto.
3) La inflación —aumento de precios que le pegó directo a los bolsillos de millones— fue de 76% en el sexenio de Luis Echeverría; 582% con López Portillo; ¡mil 421% con Miguel de la Madrid!; 38% con Salinas, y 205% con Zedillo.
4) La devaluación del peso frente al dólar fue de 136% con Echeverría; 495% con López Portillo; ¡tres mil 710% con De la Madrid!; 139% con Salinas y de 226% con Zedillo.
5) La deuda externa siempre fue hacia arriba con gobiernos del PRI: LEA: 19 mil 600 millones de dólares; JLP: 58 mil 874; MMH: 81 mil; CSG: 85 mil 435; EZ: 84 mil 600.
6) Las reservas internacionales —del “no nos volverán a saquear” de López Portillo, a los “errores de diciembre” de Salinas— cerraron en mil 411 millones de dólares con Echeverría; mil 832 con López Portillo; 26 mil 379 con De la Madrid; seis mil 148 con Salinas; 35 mil 585 con Zedillo. (Dato para precisar este rubro: hoy, las reservas son de 148 mil 129 millones de dólares).
7) De hecho, las reservas externas de México se habían desplomado, de
octubre a diciembre de 1994, de 17 mil millones de dólares, a seis mil
millones. ¿Por qué? Por una razón poderosa: si bien la herencia
salinista dejó un fuerte sobreendeudamiento financiero, existía una
mayor crisis que Salinas nunca enfrentó con eficacia:
la descomposición política y el desorden social al final de su gobierno,
que estaban haciendo pedazos la confianza hacia el país.
8) La irresponsabilidad financiera del priista Salinas,
con manejo errado del vencimiento de la deuda en tesobonos, costó “una
pérdida calculada en 70 mil millones de dólares en los valores
bursátiles de las corporaciones mexicanas, una avalancha de quiebras y
casi un millón de despidos (México en la frontera del caos. Andrés Oppenheimer).
Hasta aquí las cifras.
Los hechos:
1) Fraudes electorales confesos y documentados en 1986 en Chihuahua y, en 1988, para despojar a Cuauhtémoc Cárdenas de la Presidencia. Son los emblemáticos de muchos más.
2) En 1968 y en 1971, los gobiernos de Díaz Ordaz y Luis Echeverría, respectivamente, ordenaron matanzas estudiantiles en Tlatelolco y en San Cosme.
3) Durante el gobierno de Salinas, alrededor de 500 perredistas fueron asesinados.
4) Casos de corrupción y crímenes políticos: Raúl Salinas, Óscar Espinoza, Arturo Montiel (emblemáticos entre decenas); Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu.
5) Gobernadores acusados de estar ligados al narco: Tomás Yarrington, Eugenio Hernández, Fidel Herrera, Ismael Hernández Deras.
Por todo esto, bien haría Coldwell en precisar a cuál pesadilla se refiere.
¿Y es el PRI el más indicado para hablar de pesadillas?
La respuesta es no.
ARCHIVOS CONFIDENCIALES
CASSEZ. No nos equivoquemos: la francesa Florence Cassez
es secuestradora certificada. Su defensa ha argumentado irregularidades
en el proceso de detención. Por ello, y por el montaje mediático en
torno a su aprehensión, podría quedar libre. “Se violaron sus derechos
al no recibir asistencia consular efectiva e inmediata”, es el argumento
de un ministro de la SCJN, Arturo Zaldívar. Tiene razón. Pero de eso a que sea inocente del delito de secuestro, hay una diferencia de aquí a París. Florence era novia del jefe de la banda de El Zodiaco, Israel Vallarta. Testigos la reconocen. Seguiremos con el tema.
BARTLETT. Un absurdo histórico está por consumarse: uno de los operadores del fraude electoral de 1988, Manuel Bartlett —otros más fueron De la Madrid, Manuel Camacho y Marcelo Ebrard—,
está por ser senador… ¡por la misma izquierda a la que despojó de su
triunfo hace 24 años! Es una ofensa a los verdaderos izquierdistas del
88. Vaya desmemoria histórica. Sólo en México.
LOS CLOUTHIER. La sentencia marxista se ajusta perfectamente para los dos Clouthier: la historia siempre se repite, primero como tragedia y después como comedia.
LO MALO DE LOS GOBIERNOS DEL “NUEVO” PRI
Los crímenes, como el del 68... |
Y los excesos priístas: que ya ni quien se acuerde |
Conocido por su locuacidad y sus bravatas Humberto Moreira ha inaugurado
un discurso para la venta mercadotécnica de su partido, el PRI, que se
basa en la idea, que dice cada vez que puede y repite como si fuera un
mantra, de que él, Moreira, como la mayoría de los políticos priístas de
hoy, pertenecen a una “nueva generación” de priístas, “una generación
–asegura- que se ha forjado en experiencias locales, que ha sabido lo
que es ser oposición… que hace política diferente, porque quiere un país
y un mundo diferente”.
No es esta la única ocurrencia del señor dirigente del PRI, quien
seguramente curándose en salud y vacunándose contra cualquier suspicacia
histórica también ha dicho: “No es al pasado a lo que nosotros queremos
regresar. Quienes quieren volver al pasado son los conservadores; el
PRI mira hacia adelante, se mide con los desafíos del futuro”. O: “El
PRI es el que puede devolver la paz y la tranquilidad a México”.
Pero ya el colmo resulta lo que declaró hace apenas unos días, quien
sabe si por ignorancia –lo cual sería grave- o de plano –lo que sería
peor- por mero cinismo. “No nos equivoquemos, la democracia mexicana es
obra nuestra”, refiriéndose al priísmo desde luego.
Y yo se que muchos opinadores y hasta historiadores con tarifa, de los
que hay muchos, podrían festejar esta frase escudados en el argumento de
que “ya ni quien se acuerde de lo malos que eran los gobiernos del PRI”
pero la verdad es que el desarrollo democrático del país merece mucho
más que este juego demagógico entre quienes quisieran olvidar nuestro
pasado para aparecer como salvadores y aquellos que pretenden
reinventarlo a la medida de sus intereses para presentarse como héroes y
echarle todas las culpas al pasado como si los errores presentes ni
existieran.
El hecho es que apostándole a la desmemoria pasada y presente se
aprestan unos y otros, priístas y panistas, no solamente a competir
suciamente por la presidencia sino a hacernos creer que no tenemos más
opción. Y al margen de lo malo que han hecho los gobiernos del PAN que
está a la vista, y aún dejando de lado los antecedentes oscuros, los
rasgos negativos y las culpas pasadas del PRI, dejando pues atrás la
historia, hay algo peor que no podemos soslayar. Y es que, más allá de
la propaganda, la pretendida “generación de nuevos priístas” deja mucho
que desear y poco le pide, cuando se hace la comparación, a las
generaciones que les antecedieron.
No hablemos del Viejo PRI pues, hablemos del Nuevo. Dejémonos de
historia, veamos sólo el desempeño de los gobernantes priístas de hoy y
hablemos de “lo que tienen a la vista los jóvenes” pero de lo que está
detrás de la propaganda, de eso que no podemos soslayar a la hora de
decidir quienes nos han de gobernar el año que viene.
Para no ir más lejos, el señor Moreira, un gobernante que en pleno siglo
XXI hizo realidad en su estado, Coahuila, el sueño de los “padres
fundadores” del PRI: gracias a su gestión hoy ese partido lo controla
todo en Coahuila: los medios, las organizaciones sociales, las
instituciones electorales y hasta a los partidos, al grado de que
prácticamente no existe la oposición allá y pudo heredarle la
gubernatura a un hermano, algo que antes que él sólo se había atrevido a
hacer Lázaro Cárdenas en Michoacán, y que desde luego pretenden copiar
también los panistas y nada menos que en Michoacán.
Bueno, pues además de eso Coahuila es la entidad federativa que reportó,
según el INEGI, la mayor baja de negocios el año pasado, o sea bajo el
gobierno del jefe del “nuevo PRI”. Allá se cerraron 8 mil 312 negocios, y
en lo que se refiere a empleo peor, pues al dejar el gobierno el señor
Moreira se registró una desocupación de 7.2%, cuarto porcentaje más alto
a nivel nacional.
Y conviene decir que el Estado de México, la entidad que se nos pretende
vender como “modelo” de los buenos gobiernos del PRI, no se queda
atrás. Ocupó el tercer lugar de ésta “honrosa” lista elaborada por el
INEGI con una pérdida el año pasado de 4 mil 842 empresas.
Abundando en este análisis hay que agregar que si bien en el gobierno de
Moreira (2005-2010) hubo algunos avances, también dejó pendientes en
materias como seguridad y transparencia de programas sociales, además de
un exagerado incremento de la deuda. El reclamo en ese sentido ha sido
que el avance que se tuvo en educación, salud y obra pública fue a costa
de un endeudamiento que podría poner en riesgo la viabilidad financiera
del estado. Empezó con un endeudamiento de aproximadamente 300 millones
de pesos y al terminar lo dejó a niveles de 7,600 millones de pesos.
Estamos hablando que la deuda en 5 años del gobierno de Moreira se
multiplicó por 23.
Además, durante su gestión se dispararon delitos como el robo de
vehículos y el robo a casa-habitación, delitos que hasta antes de su
gobierno estaban más o menos controlados. El informe del gobierno
federal “Sobre el Fenómeno Delictivo en México” refiere que Coahuila,
junto con Durango y Sinaloa son territorios en disputa entre los
cárteles del Pacífico y del Golfo. Y de acuerdo con datos de la Fiscalía
General del Estado, durante el gobierno de Moreira el número de
homicidios en el municipio de Torreón se incrementó, al pasar de 33
muertes violentas en el 2005 a 320 al 2010.
Y a todo esto se agregan las denuncias por corrupción y malos manejos
presentadas por diputados locales contra el ex gobernador. Una, por
haber contratado la deuda pública mediante trámites ilegales presentando
dos acuerdos del Congreso local apócrifos. Otra denuncia que tiene que
ver con la presunta desaparición de 762 millones de pesos de la
Promotora para el Desarrollo Minero de Coahuila, recursos que nunca
llegaron en beneficio de los carboneros de la región. Y otra más que
involucra a su secretario particular Vicente Chaires, que se ha tenido
buen cuidado de callar.
Por lo que se refiere al Estado de México basta decir que ha sido una de
las entidades con mayor desempleo en los últimos 6 años. Sólo el año
pasado obtuvo el récord de la tasa más alta en lo que va del milenio al
alcanzar su máximo histórico: 6.5%.Y junto con esta situación, destaca
el repunte que han tenido los empleos informales, es decir sin
prestaciones ni protección social.
Por si esto fuera poco el territorio mexiquense es hoy el lugar con más
elevado índice de feminicidios, con 10 millones de pobres y muy baja
competitividad económica; se encuentra en los últimos lugares en el
país, es decir que no es un espacio propicio para los negocios. Y en
contraste, es un estado de elevado favoritismo a empresarios, de cobros
excesivos de impuestos y de elevadas alzas de precios a bienes y
servicios gubernamentales. En 6 años el gobierno de Peña Nieto se ha
convertido en ejemplo de enriquecimiento de funcionarios y de amiguismo,
compadrazgo y nepotismo en los cargos públicos, pues al igual que su
correligionario Moreira los familiares de Peña, primos, tíos, etc. han
acaparado los cargos públicos.
Y un “problema sustancial” que deja, el cual también lo hermana con
Moreira, es la deuda pública. No se conocen ni siquiera los montos. Lo
que se sabe es que se ha obstaculizado por parte de las oficinas de
información pública el acceso a éstos pero es un hecho que el
endeudamiento se ha incrementado debido a las obras públicas, algunas
necesarias y algunas otras de puro relumbrón. Y sobre todo debido al
ofensivo gasto en la imagen de Peña.
Para colmo, ninguno de estos dos gobiernos, de hecho ninguno de los
gobiernos priístas actuales, se caracteriza por su vocación democrática.
Las elecciones recientes tanto en el Estado de México como en Coahuila y
otros estados así lo prueban. La utilización de dependencias y recursos
públicos fue una constante, como también la compra de votos.
¿Ese es el PRI que quiere regresar al poder? Al menos según las
encuestas tal pareciera que la mayoría de los mexicanos eso es lo que
quiere. ¿Seremos masoquistas, o será como se sugiere en el cable
diplomático 09MEXICO212 filtrado por Wikileaks, que esas encuestas se
compran con dinero público para aparentar lo que quiere el señor Peña?
Otro punto más de controversia.
Matanza
en la Plaza de las Tres Culturas (Tlatelolco)
Méjico, 2 de octubre de 1968. Diez días antes del inicio de
los Juegos Olímpicos, el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz liquida a sangre y fuego
la revuelta estudiantil, entre 300 y 500 jóvenes mueren masacrados por disparos
del Ejército en la Plaza de Tlatelolco, también conocida como Plaza de las Tres
Culturas. Más de 6.000 son detenidos.
Durante los últimos 33 años, los diferentes gobiernos del PRI
mantuvieron la tesis oficial de que fueron los estudiantes quienes iniciaron
los tiroteos con francotiradores colocados en los edificios de la plaza. Esa
versión fue rebatida por muchos de los protagonistas e investigadores, los testimonios
hablaban de lo contrario: de agentes provocadores infiltrados, de gente vestida
de civil con guante blanco en la mano izquierda que iniciaron el fuego indiscriminado.
Las fotografías, proporcionadas por un informante anónimo a
la corresponsal en Madrid de la Revista mejicana «Proceso», constituyen una
prueba inédita e irrefutable de lo que era un secreto a voces: la matanza de
Tlateloco fue un sangriento crimen de Estado. Muestran por primera vez las caras
de los verdugos, y la acción de los hombres del guante blanco del Batallón Olimpia
(siempre negada por el gobierno) así como la perfecta coordinación de éstos
con el Ejército. Según el informante, las fotos fueron tomadas por un fotógrafo
del gobierno lo cual pone de manifiesto la convicción de total impunidad con
que actuaron los verdugos que dejan ser retratados; pero también demuestran
que en los archivos oficiales del Estado mejicano debe existir la documentación
más que suficiente para conocer las responsabilidades y hacer justicia.
Una vez más, la lucha contra la impunidad en un país hispano
puede contribuir no sólo a saldar la deuda pendiente con las víctimas y juzgar
a los responsables de los crímenes de Estado; sino a destapar las tramas de
la sangrienta represión que en Iberoamérica acaba siempre concluyendo en algún
despacho oficial de los EEUU.
Fotos
inéditas de la represión
En la serie de fotografías publicadas en la revista Proceso
y en el diario El Mundo aparece cómo los estudiantes detenidos fueron
torturados por los paramilitares y el Ejército. La secuencia se desarrolla
en los sótanos del Edificio Chihuahua, situado en la plaza y recogen
la detención y tortura de los líderes estudiantiles integrantes
del Comité Nacional de Huelga.
Las
fotografías constituyen una prueba irrefutable de que la matanza
de Tlatelolco fue un crimen de Estado. Los verdugos se dejaron retratar
convencidos de que sus crímenes quedarían impunes
|
Las
pruebas documentales del reportaje gráfico demuestran que en los
archivos oficiales del gobierno han de existir pruebas más que
suficientes para esclarecer los hechos y encausar a los responsables
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La brutañlidad de los paramilitares obliga a poner a algunos detenidos en manos de los sanitarios. Los torturadores se muestran insultantemente alegres y satisfechos de su trabajo |
Los
colocan semidesnudos contra la pared, y luego de frente de tres en tres
para ser fotografiados
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Los
indivíduos que aparecen vestidos de civil, con guante blanco en
la mano izquierda y armas automáticas, son miembros del Batallón
Olimpia, un temido grupo paramilitar dependiente del ministerio de Gobernación
y Defensa. El guante blanco les servía como salvoconducto para
identificarse ante el ejército. Al fondo se agolpan los detenidos
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Se
han detenido en golpear especialmente a uno de ellos. Es un representante
estudiantil que actuó como primer orador del mítin.
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Los
detenidos, golpeados y torturados por los paramilitares, son conducidos
después a manos del ejército en la planta baja del edificio.
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La
brutañlidad de los paramilitares obliga a poner a algunos detenidos
en manos de los sanitarios. Los torturadores se muestran insultantemente
alegres y satisfechos de su trabajo
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Testimonio
de la familia de una de las víctimas:
Romper el silencio
Romper el silencio
Diana Rivera es hermana de una de las víctimas de Tlatelolco,
su hermano Guillermo (Chomy) era un adolescente de 15 años en el momento de
ser abatido y muerto por tres impactos de bala. Asistió al mitin de Tlatelolco
sin pertenecer a ninguna organización.
Ella también se dirigía hacia allí: «Sin embargo, ya no pudimos
entrar a la plaza. Los soldados habían bloqueado la zona y nosotros nos quedamos
atrás de los tanques. Unos jóvenes que huían nos dijeron: ÔEstán matando a todo
mundoÕ. No había necesidad de que nos lo dijeran; nosotros escuchábamos los
disparos y olíamos la pólvora.
Pensamos en ese momento que la represión era más selectiva, que
sólo se disparaba contra los dirigentes. No imaginábamos que el tiroteo fuera
contra el grueso del mitin». Su hermano cayó herido de muerte tras los primeros
disparos, supieron que lo habían trasladado a un hospital militar y que allí
falleció, persiguieron a la ambulancia que transportaba el cadáver: «Aquella
persecución fue una pesadilla, no sabíamos adónde llevaban el cuerpo.
Seguimos a la ambulancia que entró finalmente al edificio del
Servicio Médico Forense. Allí vi una de las cosas más espantosas de mi vida:
las planchas eran insuficientes, por lo que estaban repletas de cadáveres amontonados,
unos encima de otros. Había cuerpos de niños, de niñas, de mujeres embarazadas...
Habría algunos 200 cadáveres de gente masacrada. La misma escena cuya foto vi
después publicada en la revista ¿Por qué?, que dirigía Mario Menéndez. Esa foto
yo la viví. Yo vi esa escena».
Una mentira a cambio del cadáver «Los familiares de las víctimas
estábamos apiñados en el vestíbulo del Médico Forense, en la puerta había muchos
soldados y policías. Era difícil encontrar un espacio para sentarse. Familias
completas llorando; hombres, mujeres, niños. Ahí, en el Médico Forense, nos
dijeron que solamente podíamos sacar el cadáver de mi hermano si testimoniábamos,
en el acta de defunción, que había muerto por otra causa. Teníamos que elegir:
decir una mentira para poder llevarnos el cuerpo, o bien, quedarnos sin él por
insistir en la verdad.
No nos quedó más alternativa que dejar asentado que mi hermano
murió por otras causas, ahorita ya ni recuerdo cuáles. Llevamos el cuerpo a
un pequeño velatorio empezó a llegar gente: amigos, estudiantes de la vocacional
que eran todavía unos niños. Llegó también una delegación del movimiento estudiantil.
Nos ofrecieron 500 pesos que habían juntado en una colecta. No los aceptamos.
Les dijimos que los guardaran para el movimiento.
Ellos hicieron guardia ante el ataúd.» Diana considera que será
imposible investigar los hechos basándose en actas ministeriales o en certificados
de defunción, puesto que en aquel entonces los familiares fueron obligados a
poner otras causas de las muertes. «Más que por las actas, la investigación
tendría que guiarse por testimonios de los familiares de las víctimas. Pero
entre nosotros nunca hubo contacto. No había esa conciencia del derecho que
hay ahora.
Y era tal el miedo a la represión, que los familiares prefirieron
callar. Hoy es difícil imaginar el ambiente de terror que había en aquella época,
cuando uno podía ser fuertemente reprimido por el solo hecho de asistir a una
marcha.» Su esposo Daniel Molina indica que en los días posteriores a la matanza
se vivía «un total estado de sitio», por lo que era imposible que los estudiantes
realizaran reuniones o asambleas. «Todavía después del 2 de octubre a un compañero
lo mataron por hacer una pinta.
Lo mataron por la espalda, en la colonia Obrera. El shock psicológico
que sufrió mucha gente fue tan grande, que muchos prefirieron olvidar los sucesos,
desterrarlos definitivamente de su mente y creer la versión oficial del gobierno.
Muchísima gente tuvo esa reacción. De manera increíble se había esfumado aquella
solidaridad y apoyo al movimiento de los estudiantes.»
Crónica
del 68
Las movilizaciones llegaron a agrupar a más de 180.000 personas,
pese a estar amenazadas por blindados del Ejército. La matanza del 2 de Octubre
de 1968 vino precedida de una escalada de enfrentamientos y se enmarcaba en
un ascenso de luchas y organización del pueblo mejicano; los estudiantes incluyen
en sus reivindicaciones la lucha por las libertades y la denuncia de leyes y
actuaciones represivas que impunemente llevan a cabo las fuerzas policiales.
El movimiento se va organizando y radicalizando ante la brutal
represión. A finales de Julio, unidades del Ejército mejicano, ante la incapacidad
de la policía son utilizadas para reprimir las manifestaciones estudiantiles.
La tropa permanece en estado de alerta. La línea oficial del gobierno acusa
al movimiento de influencias «extranjeras comunistas», pero las movilizaciones
siguen en aumento.
Las manifestaciones congregan a más de 180.000 personas, y junto
a los estudiantes caminan ya trabajadores mejicanos. La CIA y el FBI están en
el punto de mira de las denuncias del movimiento estudiantil, acusan a algunos
profesores y estudiantes de trabajar para ellas. Se forma un Consejo Nacional
de Huelga, se comienza a elaborar una lista de estudiantes desaparecidos que
integra 25 nombres y se celebran marchas de los estudiantes que han de recorrer
las calles junto a los carros blindados; todos los efectivos policiales y varios
batallones del Ejército se han puesto en alerta, pelotones de infantería, ametralladoras...
la embajada de EEUU la custodian dos pelotones y diez carros blindados.
El 18 de Septiembre el Ejército ocupa la Universidad las personas
detenidas en esas fechas suman 1.600 y se sigue empleando a los soldados. La
masacre El 2 de Octubre se convoca un mitin en la Plaza de las Tres Culturas.
Lo que reclaman los estudiantes es democracia: la derogación de un artículo
del Código Penal, el llamado delito de opinión, la libertad de varios presos
políticos, la destitución del jefe de la policía y el diálogo público entre
el Gobierno y los estudiantes. Ya habían sufrido la represión, las detenciones
y denunciaban la existencia de secuestrados y desaparecidos.
La plaza comienza a llenarse, acuden también muchos obreros, niños,
mujeres, que muestran su simpatía hacia las reivindicaciones del movimiento,
pero los carros blindados del Ejército convierten el lugar en una ratonera,
cuando comenzaron los disparos nadie podía escapar de allí. El gobierno intentó
ocultar el número de víctimas, la prensa extranjera habló de 500 muertos. Sus
familiares se vieron obligados a certificar otras causas de defunción para poder
recuperar los cadáveres.
La censura se volvió férrea. Hubo 6.000 detenidos, 2.000 fueron
encarcelados, algunos de ellos durante varios años; sin juicio, o con procesos
amañados y sin garantía alguna de defensa. El gobierno culpó a «elementos nacionales
y extranjeros», los acusó de terroristas y desencadenó una brutal represión
que obligó a muchos a exiliarse o abandonar la universidad y que se extendió
durante los años posteriores.
La
mano del Imperio
La lucha contra la impunidad
no es una batalla del pasado, la mano del Imperio sigue estando detrás de las
agresiones contra la libertad en cada rincón del planeta
La historia de Méjico ha sentido muy de cerca la vecina presencia
de los EEUU. En el siglo XIX, la mitad de su territorio le fue arrebatado tras
sucesivas guerras e invasiones. La intervención norteamericana ha sido constante
y durante varias décadas sus servicios secretos se concentraron en la persecución
y eliminación de líderes y movimiento revolucionarios.
El periódico mejicano Excelsior, publicó hace unos meses las conclusiones
de un informe de la CIA, fechado en 1975, según el cual el presidente mejicano
Gustavo Díaz trabajaba en total sintonía con la CIA desde que ocupó el cargo
de ministro de gobernación. La agencia norteamericana presentaba informes diarios
a Díaz para la eliminación de líderes revolucionarios.
En el reportaje de Excelsior también se da cuenta de la participación
directa de la CIA y el FBI en el clima de terror creado en 1968: «Quien sí intervino
en los sucesos de 1968, además de la CIA fue nada menos que el FBI. En 1968
la actividad terrorista del FBI se intensificó como parte de una ampliación
de las operaciones de contrainteligencia en México y, según memorándum de Hoover
fechado ese año y enviado al agregado jurídico: «es imperativo preservar a toda
costa su cobertura, aunque se tenga que abandonar el plan de intimidación de
líderes subversivos».
El movimiento estudiantil denunció sistemáticamente la intervención
de agentes infiltrados que trabajaban para la CIA; durante esos años fueron
constantes las desapariciones, los secuestros y el ametrallamiento de jóvenes
a la salida de los colegios universitarios desde coches camuflados que actuaban
con total impunidad; a ciencia cierta que muchos de ellos eran del FBI.
Deben conocerse todos los documentos que implican no sólo a los
altos cargos del corrupto régimen del PRI, sino a los responsables últimos de
Washington. La lucha contra la impunidad de los crímenes habidos en toda Iberoamérica
ha de seguir avanzando hasta destapar todas las tramas que EEUU ha extendido
para imponer el terror como método imprescindible en la expansión de su imperio.
Pero nadie debe engañarse, esta no es una batalla del pasado para hacer justicia
con las víctimas; la mano negra del Imperio sigue medrando hoy en cada rincón
del planeta y lo seguirá haciendo hasta que la lucha de los pueblos por la libertad
y la justicia los ponga a buen recaudo.
El asesinato de Luis Colosio apunta al Estado mayor presidencial de Carlos Salinas
Muestra
un noticiario que el segundo disparo recibido por Luis Donaldo Colosio,
candidato del PRI a la presidencia de la República, en México, hace
diez años, le fue disparado en el interior de la camioneta que lo
conduciría al hospital.
Socios
- Luis Donaldo Colosio en una foto oficial por su partido político: PRI Partido Revolucionario Institucional. Detrás la foto del presidente mexicano Carlos Salinas actualmente viviendo fuera del país.
- Foto PRI
Luis Donaldo Colosio Murrieta
recibió un segundo disparo en la camioneta a bordo de la cual fue
trasladado al hospital
después de haber sido herido en la cabeza en Lomas Taurinas, Tijuana.
Esto lo establece una videograbación aportada por la Universidad de
Guadalajara.
La grabación es prueba indiscutible de que Luis D. colosio fue
víctima de un complot en el que estarían involucrados miembros del
Estado Mayor Presidencial que tenían a su cargo la seguridad de Colosio,
encabezados por el general brigadier Domiro Roberto García Reyes. La
grabación fue desvelada por el noticiario Esferas, que se trasmite en la
ciudad de Guadalajara, capital del estado de Jalisco, donde acaba de
tener lugar la III cumbre de la Unión Europea y América Latina.La videograbación fue revelada al público al cumplirse 10 años del crimen del entonces candidato a la Presidencia de la República, y en ella, en cámara lenta, se aprecia el caos que hubo para el traslado de la víctima desde el sitio donde se le dio el primer disparo en la cabeza, hasta la camioneta que usaba en su gira, así como la intromisión en la escena de varios extraños.
En las videograbaciones obtenidas por La Crisis en la página web del noticiario jaliciense, se demuestra que Colosio, ya herido, es subido a la camioneta por la portezuela derecha trasera, y es ahí cuando el conductor de noticiero señala: «Observen al individuo que está atrás de la camioneta; un tipo corta estatura, de lentes, pelón, que luego se le ve por la portezuela trasera izquierda y luego se oye el clarísimo ruido de la detonación y el destello del fogonazo que ésta produce». A continuación el periodista, que pide se pase en cámara lenta la videograbación, va narrando punto por punto los hechos y encerrando con un círculo el destello que produce el fogonazo de la segunda arma utilizada contra el sonorense.
Y para no dejar ningún lugar a dudas, el narrador establece que: «entonces si el balazo no se lo dieron en el sitio del primer atentado, cuando iba cayendo al piso; se lo dispararon en el interior dela camioneta, y con ello se refuerza la teoría del complot en contra del candidato del PRI a la presidencia de la Republica».
Esto concuerda con la primera postura que se dedujo del informe forense de la doctora Patricia Obanel, especializada cardióloga, quien el día de los hechos participó en la autopsia realizada al asesinado y que, al salir del hospital regional de Tijuana, perturbada, declaró que no sólo había sido una herida, sino que tenía más y dejaba entrever que no fue uno el atacante sino varios. Al respecto, el fiscal federal dijo que en su oportunidad fue investigada la versión de la doctora, pero que ésta retiró su declaración argumentando que fue producto de la confusión.
De acuerdo con la investigación realizada por el Fiscal federal Diego Valadez a petición del senador Luis colosio, padre del asesinado, de se reabriera el caso, al señalar por primera vez que su hijo había sido víctima de un clima de profundo deterioro de sus relaciones con (Carlos) Salinas, presidente de la República en el periodo 1988-1994, no se demostró la hipótesis del complot, que al fin, quedó demostrada sin lugar a dudas.
La hipótesis del complot fue respondida las vísperas del décimo aniversario del asesinato del sonorense por el ex presidente Salinas de Gortari, quien aseguró que mantenía una relación muy cordial con Colosio y señaló que en todo caso a quien habría que preguntar es a Ernesto Zedillo, quien sustituyó al asesinado en la candidatura del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y alcanzó la Presidencia de la República, además de que fue el principal beneficiario de la muerte de Colosio.
- En el marco del décimo aniversario luctuoso de Luis Donaldo Colosio Murrieta, el Gobernador del Estado de Nuevo León (México), José Natividad González Parás, develó una placa en el Monumento al ex candidato Presidencial del PRI que se ubica en la avenida principal de Ciudad Solidaridad.
- Foto y texto Estado de Nuevo León (México)
Mientras tanto, en la conferencia de prensa que dio el 16 de febrero pasado, la coordinadora general de Investigaciones de la Fiscalía federal (PGR), Maricela Morales, dijo que la PGR analiza los 178 tomos del expediente del caso Colosio para definir si el Ministerio Público llama o no a declarar a los ex mandatarios y añadió que el caso «no puede reabrirse por capricho». De tal manera, la funcionaria de la fiscalía se alinea con el autoritarismo inaugurado por Vicente Fox, quien se ha manifestado por el cierre del expediente.
La postura oficial señala que sólo hubo un asesino, Mario Aburto, quien cumple una condena de 45 años de prisión. Por ello, Luis Colosio ha pedido que la fiscalía interrogue a Salinas y Zedillo. Además pidió que en esta confrontación participe el ex regente de la ciudad de México y actual diputado del PRD, Manuel Camacho, quien participó de manera determinante en el empeño de entorpecer la campaña de Colosio. Al respecto, Camacho Solís aceptó el careo y pidió que se reabra el caso, para que se aclararen los puntos oscuros.
Esta postura fue apoyada por el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, en declaraciones realizadas el 16 de febrero pasado. Dijo que era necesario abundar en todas las pesquisas para conocer quien se confabuló con quién para cometer el crimen. Camacho es el protector del jefe de la policía de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard, a quien el periodista Héctor González acusó de proteger a 70 mil expendios de droga en la capital mexicana.
Ni Aburto ni Othón Cortés
La recuperación de la libertad de Othón Cortés Vázquez, detenido y acusado por Antonio Lozano, cuando fue fiscal federal, como el segundo que disparó en el crimen de Lomas Taurinas, con lo cual se fortalecería la tesis de complot, que manejó en su momento el subprocurador Pablo Chapa Bezanilla, que sería el puntal para llegar al Estado Mayor Presidencial (EMP), pues dejó abierta la posibilidad de que otro individuo haya hecho el segundo disparo.
Los peritos Alejandro García López e Isaac Manuel Urrutia Hernández emitieron una conclusión luego de analizar el certificado de la autopsia, un sin fin de dictámenes de balística y criminalística, diversas testimoniales, material audiovisual y juicios de colegas suyos: «Única: Que es prácticamente imposible que Mario Aburto Martínez hubiera podido desplazarse a la izquierda y por detrás del licenciado Luis Donaldo Colosio momentos después de que se produjo el primer disparo, por la rapidez con que que se suscitaron los hechos, la cantidad de gente agrupada y compactada en torno del hoy occiso, así como la acción inmediata de sometimiento de que fuera objeto Mario Aburto Martínez».
Pero vendría un conflicto de constitucionalidad. Mario Aburto Martínez ya fue declarado asesino solitario y condenado como tal. Por tanto, para la Fiscalía no puede haber un segundo participante.
Esta tesis del asesino solitario, que resultó la más favorable para que la clase política mexicana consiguiera impunidad cerrando el paso a una investigación más profunda del asesinato, es echada por tierra por la videograbación presentada en Guadalajara, a la que se ha tratado de desestimar.
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