Malkav y sus chiquillos se convirtieron en una presencia desestabilizadora dentro de la
Segunda Ciudad, y parece que fueron claves en los acontecimientos que llevaron a su caída. No
obstante, varias versiones señalan que Malkav y sus chiquillos fueron desterrados antes de que la
ciudad de los vampiros fuera destruida. La Segunda Ciudad había caído enferma y la inquietud y el
temor habían hecho presa en la población mortal. Nuevamente estalló la guerra y los chiquillos de
los Antediluvianos se alzaron para devorar a sus sires. No está claro si la guerra fue declarada entre
los Antediluvianos, si los mortales se alzaron contra ellos o si una fuerza externa de demonios u
hombres lobo derribó los muros. En cualquier caso, los Trece Antediluvianos se desperdigaron para
crear sus propios dominios y se convirtieron en rivales y enemigos, comenzando el enfrentamiento
oculto conocido como la Yihad.
Mientras esto ocurría, Malkav, bien en su destierro o en su huida, se encontraba cerca de la
ciudad de Petra cuando fue alcanzado. Distintos relatos afirman que algo, tal vez un Antediluviano
resentido, como Set, Toreador o Assam o quizás otro tipo de seres, capturaron a Malkav e
intentaron matarlo. Sin embargo, un relato medieval proporciona una explicación distinta y que
puede ser bastante reveladora:
…Malkav existió en el exilio: ciego a la luz de Dios, condenado por Caín y alejado de su
compañero, Saulot. Malkav se encontraba solo entre los de su raza, pues Caín lo desterró por sus
visiones blasfemas y sus profecías.
Y así transcurrieron los días de Malkav, en la oscuridad, tan sólo acompañado de su locura
y seis discípulos, que engendraron doce, que engendraron veinte, que engendraron treinta y seis.
Son ellos los que transmitieron la palabra de Malkav y su misterio. Fueron los patriarcas y
matriarcas de la familia Malkavian; en conjunto eran Malkav. Pero la historia continúa.
Existieron en la soledad hasta que un día se le apareció un ángel a Malkav con un mensaje.
Durante tres noches hablaron. Durante tres días, Malkav experimentó la luz de Dios por última
vez.
Al cabo de la tercera noche, Malkav regresó con sus discípulos y les reveló que el ángel le
había elegido para traer el perdón de Dios a su raza. Que Dios le había elegido a él, marginado y
loco, porque Caín estaba borracho de orgullo y ciego para la redención. El ángel le mostró a
Malkav el destino de su raza, siete calamidades que tendrían lugar si no se arrepentían.
Malkav habló de redención, de un reinado de diez mil años cuando Dios favoreciera a la
prole de Caín y no a la de Set. Una era en la que todos los Cainitas serían como ángeles; pero sólo
si Caín se arrepentía, dijo Malkav.
A la noche siguiente Malkav había desaparecido y los Seis siguieron sus huellas hasta
Enoch.
Cuando llegaron, vieron a Malkav ante Caín. No como un señor y discípulo, sino como
heraldo y redentor. Malkav no dijo nada y tan sólo deseaba hablar con sus hermanos y hermanas.
Su mensaje iba dirigido a ellos y no a Caín. Fue su silencio el que lo condenó. Caín se abalanzó
sobre él y lo destruyó. Cuando la sangre de Malkav se derramó, estrellada contra una roca, los
cielos se abrieron y comenzó a llover.
Este relato culpa directamente a Caín como responsable de la destrucción de Malkav. Debe
indicarse que después de maldecir a la Tercera Generación Caín había entregado a Saulot la
esperanza de redimir a sus hermanos. Tal vez Malkav sintiera envidia del papel otorgado a su
hermano y quisiera asumirlo para sí.
También aquí se mencionan las señales que serían preludio del tiempo apocalíptico de la
Gehena. Los distintos eruditos no se ponen de acuerdo en su número, aunque se supone que son
siete u ocho. Estas señales habrían sido transmitidas por Saulot, y existe una gran controversia sobre
si anuncian la Gehena o son los signos que provocarán las Noches Finales.
Sin embargo, a pesar de sus heridas, Malkav consiguió sobrevivir. Sus hijos acudieron a la
roca que su sangre había salpicado y la lamieron y la llevaron con ellos. Y de algún modo se gestó
en su interior y en el de todos sus descendientes. La mente rota y fragmentada de Malkav sobrevivió
y echó raíces en las mentes de sus chiquillos, uniendo así a toda su sangre. La historia concluye
afirmando que la carne de Malkav no llegó a ser tocada por el sol, y que sus despojos fueron
enterrados. Los chiquillos de Malkav se dispersaron, extendiendo su locura por todo el mundo.
LA MARCHA DE LOS LOCOS
Muchos eruditos vampíricos asocian la inestabilidad de Oriente Medio al éxodo de los
primeros Malkavian, extendiendo su influencia perturbadora a todas las ciudades en todas las
tierras. Encontraron locos en todos los lugares a los que fueron, pero raramente fundaban colonias
permanentes, sino que infectaban con sus perspectivas distorsionadas todas las sociedades y
religiones que encontraban a su paso. También actuaron en ocasiones como protectores de la
población de locos y enfermos mentales de muchas naciones, y tuvieron éxito en convencer a varias
sociedades de que los locos poseían dones especiales y debían ser honrados.
Algunos Malkavian entraron en los reinos de las Hadas y llegaron a acuerdos con los seres
feéricos, que aunque temían a los vampiros a menudo se sentían atraídos por la presencia caótica de
los Locos.
Otros Malkavian se convirtieron en influyentes líderes místicos y filosóficos, que sembraban
la disensión en las religiones de la época, creando herejías y desviaciones doctrinales. No solían
tener muchos discípulos, pero estaban profundamente comprometidos con los revolucionarios
intelectuales, extendiendo el cambio y el caos por dondequiera que iban.
En otros lugares los Malkavian se convirtieron en mediúms y en portavoces de los muertos,
atravesando con su visión distorsionada la distancia que existía entre la vida y la muerte y sirviendo
como portavoces del más allá. Algunos Malkavian incluso llegaron a realizar pactos estables con
los vampiros del clan Capadocio, interesados en el estudio de la muerte.
Pero por encima de todo los Malkavian eran criaturas de ciudades, que los Locos
consideraban como hervideros y transmisores perfectos para su locura.
MESOPOTAMIA
Los primeros Malkavian residieron en torno a la Tierra de los Dos Ríos, medrando los
fuertes y conformándose los débiles con lo que encontraban. Los chiquillos de Malkav residieron en
este lugar durante bastante tiempo y transmitieron su legado.
Hacia el año 3000 a.C. se tiene constancia de que en la ciudad de Nínive, capital del antiguo
Imperio Asirio, residía Innana, una Matusalén del clan Malkavian. Si era uno de los avatares de la
Novia de la Plaga o una de sus descendientes se desconoce, pero fue uno de los Vástagos más
influyentes de su época, consorte de Marduk, y diosa del amor y la fertilidad. Innana creó una
progenie de sacerdotisas del amor que se extendieron por las principales ciudades mesopotámicas y
extendieron la práctica de la prostitución sagrada. Pero aunque era uno de los principales poderes de
la zona tuvo que compartir su dominio con otros Matusalenes. Su Yihad personal con Angiwar, un
antiguo Nosferatu, es bien conocida, y se prolongaría durante los siglos siguientes.
El dominio de Innana estuvo profundamente vinculado a la prosperidad el Imperio Asirio, y
con la caída de Nínive en el año 612 a.C. gran parte de su poder quedó quebrado, pero Innana
reaparecería en los tiempos sucesivos luchando por sus intereses personales.
Otros pocos Malkavian permanecieron en Mesopotamia, pero la mayoría continuaron su
éxodo hacia otras ciudades al este y al oeste.
GRECIA
Grecia es un lugar que late en el recuerdo de los Malkavian, debido al nacimiento de la
filosofía clásica que inició desde la perspectiva mortal la búsqueda de verdades superiores más allá
de lo perceptible por los sentidos. Sin embargo, los Locos eran pocos y su influencia estaba limitada
por otros clanes.
Los Malkavian se introdujeron en los cultos mistéricos griegos y aportaron su propia y
particular marca. En los Balcanes surgió un culto de adoración a Rea, la diosa de la tierra,
posteriormente asociado a Cibeles, una oscura diosa de la fertilidad que recibía tributos sangrientos
y orgiásticos. Se sabe que en algún momento el culto fue controlado por una Matusalén Malkavian
que adoptó el nombre de Cibeles, y prosperó entre la sangrienta religión, obligando a sus servidores
a ofrecerle sacrificios humanos y ordenando la castración ritual de sus sacerdotes.
Cibeles fue un elemento fundamental en la historia del reino de Macedonia hacia el siglo IV
a.C., mediante su agente y servidora Olimpia, esposa del rey Filipo y madre de Alejandro Magno.
Finalmente Cibeles Abrazó a Olimpia el mismo día que su hijo fue coronado rey de los macedonios
tras el asesinato de su padre en el 336 a.C..
Tiempo después Cibeles fue asesinada, se cree que por una secta de vampiros que habitaban
en torno al antiguo Oráculo de Delfos. Las terribles prácticas sangrientas del culto de Cibeles no
eran bien vistas por otros Vástagos, y en verdad otros Malkavian deseaban destruirla, pues se cree
que en su búsqueda del poder Cibeles había pactado con espíritus demoniacos y decadentes e
incluso con el linaje de los Baali, vampiros que adoraban a las fuerzas infernales. Tras la muerte de
su sire Olimpia huyó, temerosa de correr la misma suerte. Los Baali tomaron el control del culto a
la diosa y una nueva Cibeles tomó el relevo de la anterior, llevando el culto a Roma y participando
en la destrucción de Cartago.
El Matusalén Malkavian conocido como el Dionisíaco, y que según la leyenda venía de la
India, formó parte de los cultos mistéricos de Eleusis, guiando a los griegos mediante sus ritos
orgiásticos para traer a su amada Perséfone del Inframundo…aunque en sus relatos hay muchas
mentiras. Algunos dicen que era un ser de origen divino antes de ser Abrazado. Se sabe con
seguridad que el Dionisíaco tenía numerosos amigos y aliados, entre ellos seres feéricos como el
dios Pan y los sátiros y que su amistad con las hadas fue tal que obtuvo permiso para residir en
Arcadia, el País de las Hadas, donde estableció su corte. Otros de sus aliados eran un culto de
feroces mujeres conocidas como las Furias, que podían adoptar forma de lobo. Numerosos cultos de
magos y hechiceros estuvieron asociados a la figura de Dionisos, y se rumorea que el antiguo
Malkavian consiguió crear su propia versión de la magia de la sangre.
El Dionisíaco participó con otros Vástagos en la destrucción de los Baali que se habían
asentado en la isla de Creta y planeaban despertar a una criatura infernal de poder devastador.
Mediante la alianza combinada del Dionisíaco y de los demás vampiros, el volcán de la isla de
Thera entró en erupción, provocando un terremoto de enormes proporciones que asoló el santuario
de los Baali y terminó con la amenaza.
El Dionisíaco reaparecería en otras épocas, un heraldo de la iluminación de los Locos,
ayudando a muchos neonatos a sobrevivir a los rigores del cambio y buscando dirigir al clan hacia
el siguiente nivel de iluminación, tratando de restaurar la magia en el mundo.
Los Malkavian también actuaron como profetas y oráculos, creando sus propios cultos
adivinatorios, como la Sibila, una sucia mujer que se cubría de tierra y bebía la sangre de sus fieles,
o el Oráculo de Cnossos, donde desde tiempos inmemoriales ha residido un Oráculo Malkavian
protegido por el culto de las Furias.
LOS REINOS SEMITAS
Parece que los pueblos semitas atrajeron la atención del Discípulo Más Amado de Malkav,
pues ya existen testimonios de su presencia en la zona desde época muy temprana. Siguiendo las
fuentes hebreas, un anciano vampiro conocido como Micah entabló amistad con el rey Salomón y
otros magos del reino de Israel, estudiosos de la cábala.
Algunos vampiros creen que Micah era El Más Amado, pero otros rechazan esta idea
afirmando que era el propio Malkav, acompañado por su fiel chiquillo, ya recuperado de las heridas
que había sufrido tras su éxodo de la Segunda Ciudad. Como prueba se cita la presencia de otros
dos Matusalenes Malkavian de la Cuarta Generación, Elimelech el Dos Veces Inmortal, un antiguo
patriarca bíblico que aparece mencionado en el Libro de Ruth, y el profeta Lamdiel, un joven
vidente cegado por el sol y aún así capaz de verlo todo, que hollaba los yermos y las tierras baldías
que lindaban con la ciudad de Jerusalén. La presencia de ambos está atestiguada después de la
llegada de Micah, con lo cual bien podría tratarse del Antediluviano de los Locos.
Malkav tuvo una larga amistad y alianza con los magos israelitas, que permaneció inalterada
durante siglos, ayudándoles a resistir las depredaciones de otros Vástagos, como los Seguidores de
Set, que ambicionaban convertir el reino de Israel en un dominio de su clan. No se sabe si Malkav
acompañó a los israelitas en su destierro a Babilonia durante el siglo VI a.C., pero parece ser que
finalmente decidió instalar su refugio permanente bajo los subterráneos de la ciudad de Jerusalén,
donde crearía un laberinto de locura y El Más Amado guardaría su sueño hasta bien entrada la Edad
Media.
Algunos estudiosos consideran que el interés de Malkav por el pueblo judío estaba dirigido
a su religión monoteísta y a la llegada de su Mesías, pero no se tiene la certeza de que conociera
personalmente a Jesucristo. Sin embargo, ciertos Malkavian afirman que uno de los mayores
engaños del clan consistió en vaciar la tumba de Jesús, haciendo creer a sus discípulos que había
resucitado. El cristianismo también sería objeto de manipulación por parte de los Locos, que
llegarían a crear su propia versión del mismo, con Caín como el Padre, Cristo como el Hijo y
Malkav como el Espíritu Santo. Muchos Locos se convirtieron en los primeros vampiros que
aceptaron las palabras del cristianismo.
Existen algunos pergaminos polvorientos que cuentan que varios Malkavian vieron en Jesús
a Malkav reencarnado, redimido por Dios para salvar a hombres y vampiros. Se dice que algunos
Locos viajaron en la compañía de Jesús, ocultos a la vista y guardando testimonio de sus viajes,
redactando su propia versión de los Evangelios. Entre estos textos apócrifos se cuenta el Libro de
Andreas, donde un Malkavian habla con Jesús y reza con Él para encontrar a Caín y conseguir la
redención de Dios para los Vástagos.
El cristianismo creó una fractura entre los Locos, entre los señores que gobernaban en
Roma, y los predicadores humildes de Malkav reencarnado.
ÁFRICA
Los Malkavian hablan en susurros de seres antiquísimos que expulsaron a su clan del Norte
de África, sombras de anillos cambiantes, cuya identidad continúa siendo una incógnita. En las
ciudades del Norte de África, en el Egipto faraónico, numerosos Locos huyeron balbuceando en la
lengua de las pesadillas. Algo, quizás un Matusalén desconocido, cazó a los Malkavian, hincando
sus colmillos en los cráneos de los locos, como si quisiera devorar su locura. ¿Tal vez el Devorador
estaba experimentando con un nuevo manjar y deseaba acaparar la locura de Malkav para el solo?
El hecho es que los Malkavian huyeron de África, al menos por un tiempo, y regresarían como
conquistadores.
Finalmente este cazador o cazadores simplemente desaparecieron. Y los Malkavian
comenzaron a regresar tras la conquista de Cartago. Y descubrieron que algunos de la familia
habían sobrevivido, ocultándose entre las familias nómadas del desierto, moviéndose
constantemente, pero ni siquiera ellos fueron capaces de dar una visión clara sobre el azote que los
había afligido.
ROMA Y CARTAGO
Los Locos no ignoraron la creciente importancia que fue adquiriendo la ciudad de Roma,
que se convirtió en el germen de un imperio. Para los Malkavian Roma era una mente única, y
constituyó un gran deleite para muchos antiguos que pasearon por sus calles.
Muy pronto los Malkavian se ganaron la confianza de Camilla, el Príncipe de Roma, quien
se hacía adorar como Júpiter. Camilla concedió privilegios a varios Locos, manteniéndolos como
agoreros y consejeros, y otorgándoles licencias y honores. Los Malkavian se convirtieron en un clan
respetado y prosperaron entre la riqueza de Roma y su imperio.
Muy pronto llegó a Roma la noticia de Cartago, un emporio comercial que habían
construido los vampiros del clan Brujah, con la ayuda de otros linajes como los Assamitas y los
Baali. Los relatos sobre los Cainitas cartagineses que caminaban entre los mortales y demoníacos
rituales llegaron a oídos de los vampiros romanos, sobre los que se había apoderado un gran temor y
envidia. Las premoniciones de un inminente conflicto comenzaron a tomar forma.
A los vampiros de Roma llegó la petición de ayuda de Alcias, el príncipe Malkavian de
Siracusa, quien estaba siendo presionado por los Vástagos cartagineses para que se sometiera a su
dominio. Ante la disyuntiva de prestar su auxilio a los vampiros sicilianos e iniciar un conflicto con
los cartagineses el Príncipe de Roma acudió a una antigua profetisa Malkavian llamada Tryphosa.
Camilla creía en los poderes de la sibila, y en verdad sus poderes de visión eran extraordinarios. Así
fueron las palabras de Tryphosa.
“¡Ay de ti, Camilla, si te quedas entre tus muros y no golpeas el avispero que es Cartago!
¡Allí la boca del padre rezuma con la sangre de sus hijos, y las manos de los hijos están manchadas
con la carne de sus madres! ¡Sus dioses de Baal-Hammon, Tanit y Melkart exigen las vidas de los
hijos de Seth, entregados al fuego! ¡Que no quede piedra sobre piedra, pues de lo contrario
exprimirán tal cantidad de sangre que Roma misma perecerá ahogada!”
Si las palabras de Tryphosa procedían realmente de su visión profética o realmente la
antigua Malkavian actuó motivada por sus propios y mezquinos intereses personales no se sabe,
pero sus palabras iniciaron el mayor conflicto entre vampiros desde la caída de la Segunda Ciudad.
Los vampiros de Roma atacaron como si pretendieran poner fin a la propia Gehena, y los
Malkavian los ayudaron como aves carroñeras, siguiendo su rastro. La Matusalén Inanna ofreció su
ayuda a Camilla en el 264 a.C., empujando a los romanos a la guerra. Alcias, el príncipe de
Siracusa, cayó durante los primeros conflictos.
Fueron necesarias tres guerras para quebrar el poder de Cartago. Primero los romanos
atacaron las colonias cartaginesas y obligaron a sus enemigos a retirarse al Norte de África. Durante
un tiempo pareció que el general Aníbal podía cambiar las tornas de la guerra, cuando apareció a las
puertas de Roma con su ejército y asestó golpe devastador a los romanos en la batalla de Cannas.
Pero las peticiones de ayuda de Cartago y el desembarco de los romanos en África lo obligaron a
retirarse. El general romano Escipión lo derrotó en Zama y obligó a los cartagineses a firmar un
duro tratado de paz. Finalmente Roma arrasó Cartago en el 146 a.C., ante los temores del senado
romano de que sus antiguos enemigos pudieran reconstruir su poder y presionados por los Vástagos
romanos que deseaban destruir a sus enemigos vampíricos de una vez por todas.
Si los relatos son ciertos, el Dionisíaco se involucró directamente en el conflicto, acudiendo
a Cartago antes de que finalizara la batalla. Puede que incluso se encontrara en la ciudad antes de
que comenzara la guerra. El antiguo Matusalén utilizó sus poderes para afectar a las mentes de los
Vástagos y mortales de la ciudad, llenándolos de locura y llevándolos a al rebelión. Los defensores
de Cartago enloquecieron y sucumbieron al frenesí, provocando la caída de la ciudad.
Cartago fue quemada hasta los cimientos, y su suelo salado y marcado para evitar que los
vampiros cartagineses que se habían hundido bajo la tierra y los escombros pudieran alzarse de
nuevo. Los Cainitas de Roma obtuvieron sustento de los caídos y de la población esclavizada y
yacieron entre la carroña como buitres cuando los soldados romanos hubieron terminado con su
obra de destrucción.
Y puede que así Tryphosa quedara satisfecha.
El general Escipión contempló exhausto y pensativo los rescoldos y las ruinas
ensangrentadas de Cartago y murmuró para sí: “Y algún día, Roma.”
Su observación desmiente en parte la asunción que sostiene que los mortales son ciegos por
naturaleza.
EL IMPERIO ROMANO
Los romanos eran arrogantes y numerosos, extendiendo su influencia en torno al
Mediterráneo. Tras la caída de Cartago, el flujo de riquezas y esclavos exacerbaron la sed de
conquistas de Roma, que se extendió rápidamente hacia el este y el oeste, absorbiendo nuevos
territorios a su imperio, mediante la conquista y las alianzas.
Los Malkavian prosperaron en Roma, debido a la ayuda prestada durante las Guerras
Púnicas. Cuando Camilla reorganizó Roma para dar cabida a los Vástagos que le habían ayudado
durante la guerra. Creó un Triunvirato, formado por los Ventrue, los Lasombra y los Malkavian,
pero otros clanes y poderosos Vástagos que habían aportado su granito de arena, como varios
Matusalenes Toreador, también fueron admitidos en la sociedad vampírica de Roma.
Una de las primeras acciones de los Malkavian romanos tras la caída de Cartago fue
desenmascarar una conspiración del Nosferatu Trajano para hacerse con el poder en Roma. El Loco
Polio Félix Máximo fue instrumental en este descubrimiento, iniciando una Yihad con Trajano que
se prolongaría a lo largo de los siglos.
Se dice que el propio Malkav estuvo presente en Roma durante el reinado de Nerón, y se
dice que fue su presencia y la de su linaje, la que provocó la locura que afectó a los emperadores y a
la élite romana, pero realmente los Locos no necesitaban su poder para incitarlos a sus decadentes
juegos, por lo menos no a gran escala.
Calígula fue la primera señal de alarma sobre el caos que invadía el Imperio. Pero su locura
era ciega y carecía de propósito. Nerón y el fuego que incendió Roma fueron la siguiente señal de la
inevitable decadencia. No existen datos coherentes que confirmen que los emperadores romanos
fuesen influidos o Abrazados por los Malkavian, aunque aún hoy en día existen por los menos dos
Vástagos del clan de los Locos que afirman ser los antiguos emperadores Calígula y Nerón.
Por otra parte, los Matusalenes Malkavian se retiraron nuevamente a las sombras tras la
caída de Cartago. Durante un tiempo Inanna llevó a los romanos a la guerra contra los pueblos
germanos del Rhin, deseosa de deshacerse de su antiguo Angiwar del clan Nosferatu, pero después
de que su refugio fuera arrasado por los bárbaros cayó en letargo en el 110. Por la misma época
varios antiguos Malkavian fueron instrumentales en descubrir y neutralizar una conspiración de los
Nosferatu para hacerse con el poder en Roma.
Pero ante la decadencia y locura que invadía el Imperio, los demás vampiros romanos
acusaron a los Malkavian de ser los responsables. Los vampiros lucharon por mantener el control,
pero sus guerras silenciosas no evitaron la inevitable caída. Los Malkavian se reunieron en Roma
durante el reinado de Cómodo y contemplaron en silencio la anarquía y las guerras civiles que
estallaron por la sucesión. Los Ventrue y Lasombra asistieron esperanzados a la estabilidad creada
por los emperadores Diocleciano y Constantino, que casi restauraron el control sobre el inestable
imperio, pero al final todos los esfuerzos fueron en vano
Un último cónclave Malkavian se reunió en Roma para tratar sobre la caída de la ciudad,
pero los que asistieron fueron asesinados y quemados mientras estaban reunidos. Tal vez sus rivales
vampíricos deseasen vengarse descargando sobre ellos las culpas de los excesos de los emperadores
y los gobernantes…o tal vez hubiera hombres lobo entre los bárbaros que saquearon Roma en 410.
Los recuerdos y relatos son confusos y cualquier logro o secreto que el cónclave pretendiese
discutir desapareció.
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