EGIPTO
Y EL GRAN NILO
La
historia de los Nosferatu en las primeras noches de la civilización humana está
asociada a
la
expansión de las grandes civilizaciones de Oriente Medio. El clan encontró
refugio en los
sistemas
de irrigación, pero esto no era una práctica generalizada, al menos en un
principio.
Uno
de los primeros reinos de los Nosferatu se encontraba en Egipto, donde varias
proles
habitaron
bajo el cieno del Nilo. Se rumorea que un Matusalén desconocido construyó su
refugio
bajo
las aguas del río, rodeado por obedientes cocodrilos y reptilianos ghouls. Se
supone que se
ocultaba
de los Nictuku, de modo que posiblemente se tratara del tercero o tercera de la
tríada que
escaparon
de su sire.
Con
el paso del tiempo el refugio del Matusalén se fue alzando sobre las aguas, por
lo que
Abrazó
una prole para protegerlo y sus hijos se alimentaron de la sangre de los
agricultores del
Nilo.
Los Nosferatu egipcios procuraron permanecer apartados de los conflictos entre
los demás
vampiros
de la zona, especialmente los linajes de Set y Osiris, que combatían entre sí,
y vendiendo
secretos
a ambos bandos. El Matusalén que los había Abrazado ambicionaba convertirse en
un
poder
a tener en cuenta y controlar las tierras que bordeaban el río.
Algunos
hijos de este Matusalén viajaron hacia el sur, siguiendo el Nilo. En Darfur,
Kush y
las
tierras de Abisinia los Nosferatu protegieron e instruyeron a los caciques y
ancianos de las tribus
africanas,
desempeñando a menudo el papel de ancestros o espíritus guardianes. Las
historias y
leyendas
sobre los “reyes ocultos” se trasmitieron durante generaciones. Aún hoy en día
gran parte
de
los Guruhi (Nosferatu africanos) remontan su linaje al desconocido Matusalén de
Egipto.
La
unificación del reino egipcio hacia el 3200 a.C. no afectó a los Nosferatu, que
desarrollaron
su cultura y tradiciones respetando la sabiduría de sus antiguos, la
importancia de la
cooperación
y el intercambio de emisarios con otras proles para mantener una comunicación
fluida.
Acompañando
a los comerciantes egipcios los Nosferatu se extendieron por África y se
comunicaron
con otros linajes.
Mientras
los Nosferatu africanos se extendían también se construyeron enormes refugios
en
cavernas
subterráneas, supuestamente mediante el uso de los poderes de los antiguos,
pero poco a
poco
y antes los peligros de la noche, las comunidades se fueron asentando y los
viajes se hicieron
cada
vez menos frecuentes
Mientras
esto ocurría, en Egipto los Nosferatu se infiltraron entre el sacerdocio y los
arquitectos
de los grandes faraones. Algunas historias afirman que fueron ghouls del clan
quienes
ayudaron
al faraón Keops y sus parientes a construir las Grandes Pirámides, aunque la
mayoría de
los
Vástagos tienden a considerarlas como un mito.
La
caída de la influencia Nosferatu en los reinos del Nilo fue acompañada por las
invasiones
de
los asirios en el este y de los kushitas en el sur. Existen referencias a los
“cuatro reyes sombríos
de
Tanis” que supuestamente se aprovecharon de estas invasiones, pero a medida que
la cultura
kushita
y egipcia se entremezclaron la influencia de los Nosferatu sobre la tierra del
Nilo también
llegó
a su fin. Sin embargo, no ocurrió lo mismo con otros reinos africanos.
ASIRIA
Y ORIENTE MEDIO
La
instalación de los pueblos arameos en Oriente Medio entre los siglos XI y X
a.C. fue
acompañada
de varias devastaciones que provocaron una profunda crisis. Sin embargo, desde
comienzo
del siglo IX a.C. se restauró el imperio de los asirios, que reorganizaron un
estado donde
el
poder militar constituyó su principal fundamento. La expansión de los asirios
se produjo a costa
de
los reinos arameos, sometidos mediante una política de terror y de sumisión de
los estados
vecinos.
Los
monarcas asirios eran conscientes de que estaban reconstruyendo una antigua
potencia,
tomando
los nombres de sus antecesores. Esta transmisión se vio facilitada por los
poderes
vampíricos
que unieron su suerte a la del imperio. Se llevaron a cabo campañas de
expansión y
hostilidad
contra los reinos de Babilonia y Media, que serían ocupados brevemente. Esta
política
hostil
tendría consecuencias durante el debilitamiento del Imperio Asirio en el siglo
VII a.C.,
cuando
varios de los reinos tributarios de Asiria recobraron su independencia. La suerte
estaba
echada
y en el año 614 a.C. el rey Ciaxares de Media tomó la ciudad de Asur, y tras un
largo asedio
la
capital del imperio, Nínive, cayó en el 612 a.C. El imperio asirio dejó de
existir y Media y
Babilonia
se repartieron sus antiguas posesiones. Ningún texto de la época se lamentó de
la caída de
Asiria.
Vampiros
de diversos clanes, entre ellos los demoníacos Baali, que prosperaron entre la
destrucción
causada por los asirios, tuvieron influencia dentro del Imperio Asirio, y los
que no
fueron
destruidos durante su caída huyeron en busca de nuevos pueblos que parasitar.
Se tiene
constancia
de que el antiguo Angiwar, el primer chiquillo conocido de la Matriarca,
Abrazado entre
las
tribus germánicas, visitó Nínive, la capital del Imperio Asirio, hacia el 3000
a.C., y luchó contra
la
Matusalén Innana, del clan Malkavian. Posiblemente Angiwar pudo haber creado una
progenie,
aunque
no es seguro, pero sí se sabe con certeza que antiguos vampiros de los clanes
Nosferatu,
Gangrel
y Malkavian permanecieron ocultos en la ciudad de Alepo, luchando entre ellos.
Existe
constancia
de que esta rivalidad permaneció hasta bien entrado el siglo XII d.C., y que
los vampiros
de
esta ciudad mantenían la adoración a los antiguos ídolos asirios, hasta que
tardíamente y por
influencia
de los poderes ocultos bajo la ciudad decidieron adoptar la religión musulmana.
Los
Nosferatu
de Alepo, dirigidos por el antiguo Shutatarra, fueron los primeros en
convertirse a la fe
del
Islam, pero muy posiblemente movidos por oscuros intereses y no por una
verdadera devoción.
Hacia
el 1000 a.C. también existe constancia de la presencia de vampiros del clan
Nosferatu
entre
los pueblos semitas de la costa palestina. La leyenda habla del terrible
Azazel, uno de los
Nictuku,
un supuesto angel caído que enseñó a los hombres la fabricación de armas y al
que los
hebreos
arrojaron por un barranco (así se inició la costumbre del “chivo expiatorio”).
Fue Abrazado
por
Nosferatu, y despechado por el trato recibido por el pueblo de Moisés, sembró
gran destrucción
entre
los antiguos israelitas. Se enfrentó al rey hechicero Salomón y fue derrotado
en torno al siglo
X
a.C. Si la leyenda es cierta podría permanecer encerrado en letargo bajo el
sello de Salomón en
algún
lugar oculto de Oriente Medio.
Entre
los Nosferatu Abrazados en la zona, destaca la figura de Kotar, un antiguo
residente
del
valle de los leprosos de Hinnon, próximo a Jerusalén, que es el primer
Nosferatu Abrazado
entre
los leprosos conocido, una imagen que sería cada vez más frecuente, y que
crearía una prole
en
los siglos venideros. Pero los Nosferatu semitas no sólo tuvieron influencia
entre las
comunidades
de leprosos, sino que también se unieron a las comunidades de ermitaños y
ascetas del
desierto.
El poderoso antiguo Androvikus situó su refugio bajo la fortaleza de Herodium,
que sería
ocupada
por los zelotes judíos durante su rebelión.
CARTAGO
Los
colonos fenicios de la ciudad de Tiro fundaron Cartago en el 814 a.C., en la
costa
septentrional
de África. La situación de la nueva colonia era excelente para el comercio
mediterráneo.
La ciudad estaba bien protegida y era fácilmente defendible gracias a la
ciudadelafortaleza
de
Birsa, que albergó una de las flotas más grandes del Mundo Antiguo.
Sin
embargo, Cartago no fue un refugio ideal para los Nosferatu, quien siempre
estuvieron a
la
sombra de otros clanes más poderosos e influyentes, como los Brujah. Las proles
de los
Nosferatu
cartagineses instalaron sus refugios bajo el océano, alzándose del oscuro mar
para
acechar
en las calles por la noche.
Los
Brujah cartagineses gobernaron en un imperio que dominaba el comercio a lo
largo y
ancho
del Mediterráneo. A mediados del siglo III a.C. la competencia entre las dos
grandes
potencias
del Mediterráneo occidental, Roma y Cartago dio como resultado el comienzo de
las
Guerras
Púnicas, que tras una serie de décadas de conflictos y maniobras políticas
concluyeron con
la
quema y destrucción de la ciudad de Cartago en el 146 a.C.
Hacia
el año 121 a.C. el senado romano ordenó la construcción de una colonia en las
cercanías
del emplazamiento de Cartago. Los Brujah se enfurecieron, pero los Nosferatu
cartagineses
no pusieron demasiadas objeciones. Habían conseguido capear el conflicto bajo
las
aguas
y preferían no involucrarse en las luchas políticas de los demás Vástagos.
Elevándose de las
aguas
se beneficiaron de las ventajas que traía la civilización romana en forma de
canales, desagües
y
acueductos. El intento de fundar la primera colonia fracasó, pero una nueva fue
construida por
orden
de Julio César hacia el 29 a.C.
Los
Nosferatu cartagineses colaboraron con los vampiros romanos tras las Guerras
Púnicas,
interesados
en expandir el comercio y comunicarse con los reinos africanos del sur. La
colaboración
se
mantuvo a través de los sucesivos poderes políticos que ocuparon el territorio
(romanos,
vándalos,
bizantinos y finalmente los árabes). Los gobernadores políticos se sucedieron,
pero los
reyes
del mundo subterráneo se mantuvieron.
ROMA
La
Antigua Roma se ajustaba mucho mejor al clan Nosferatu, porque en gran parte
ofrecía
mejores
lugares donde ocultarse. Los romanos desarrollaron los primeros sistemas
elaborados para
manejar
las aguas residuales por su gran afición a los baños públicos, que también se
convirtieron
en
lugares de alimentación para los vampiros.
Las
lluvias torrenciales y la eliminación de desechos fueron los causantes de la
creación de
nuevos
sistemas de desagüe y alcantarillado, que se convertirían en dominio de los
Nosferatu
romanos.
Estos vampiros utilizaron sutilmente su influencia a lo largo de los siglos
para fomentar la
construcción
de canales, desagües y cloacas, facilitando la expansión del clan. Ya durante
el Bajo
Imperio
Romano se construyó la Cloaca Máxima, y los Nosferatu romanos tuvieron la
oportunidad
de
reunirse regularmente sin ser molestados en secciones subterráneas que habrían
de permanecer
inalteradas
durante siglos. Fomentar la construcción de catacumbas y subterráneos, se
convertiría en
uno
de los principales ejes de la política del clan en Occidente, y la caída del
Imperio Romano sería
un
fuerte golpe.
Una
muestra del poder alcanzado por los Nosferatu de Roma fue el intento del
antiguo
Trajano
para tomar el poder de la ciudad. Aunque las circunstancias de su Abrazo se
desconocen, a
juzgar
por su nombre es posible que en vida procediera del mismo lugar o formara parte
del séquito
del
emperador romano. Sin embargo, el golpe de estado de Trajano fracasó, debido a
una alianza
entre
los clanes Ventrue y Malkavian de Roma. Varios seguidores de Trajano fueron
destruidos o
expulsados,
y el antiguo Nosferatu cayó en letargo durante varios siglos.
Otros
antiguos Nosferatu que tuvieron gran influencia dentro de la escena romana
fueron
Thaddeus,
un apocalíptico adorador de dioses paganos y Cassius, un importante actor de la
política
romana,
que posteriormente se uniría al Inconnu.
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