martes, 20 de marzo de 2012

LAS SIETE CABEZAS EXPLICADAS

Como he explicado encima, para marcar la Remanifestación de la corriente Draconiana en la forma de la Orden de Apep, usé las Llamadas Enoquianas de los Treinta Aires para lanzar una pregunta a la gran Serpiente. Esta pregunta fue la misma que hizo muchos años antes James Lewis: “¿Qué enseñaré? ¿Cuál es el propósito de la Orden?” Los Trabajo fueron largos, complejos y transformadores al punto de poner patas arriba mi vida de formas que aún no he comunicado a nadie. Pero la principal respuesta que recibí fue la misma que oyó James Lewis en el nacimiento de la Orden de Leviatán: “Enséñales la inmortalidad.” “¿Cómo?” “No muriendo.”
     La primera tarea encargada por los Trabajos de Apep fue establecer un currículum coherente de trabajo a emprender por los Iniciados de la Orden. Este currículum es vaticinado en la progresión a través de los Aires en los Trabajos, en los que Apep muda siete pieles y eleva siete cabezas. El currículum está por lo tanto basado alrededor de las siete cabezas del dragón, elevándose cada cabeza a la consciencia para manifestar un poder Draconiano específico. El simbolismo de las cabezas es discutido al completo aquí. Cuando estaba desarrollando este programa iniciático para la Orden, no estaba interesado en hacer falsas promesas o conducir un grupo de discusión sobre el dragón; yo apuntaba a suministrar claves prácticas y trabajables que en última instancia transformaran las vidas de aquellos que osen usarlas. Con este libro, pongo estas claves en tus manos para que las uses o no como Desees.
     El simbolismo del dragón con siete cabezas es muy antiguo. Probablemente su fuente más famosa es el Apocalipsis Bíblico, pero el simbolismo antecede a ese libro y parece ser de origen Sumerio. En su libro Nightside of de Eden Kenneth Grant discute esto con cierta profundidad y atribuye las características de las siete cabezas como sigue:

1. Un Escorpión.
2. Una Cruz Giratoria, o Rayo.
3. Un Leopardo, o Hiena.
4. Una Serpiente.
5. Un León Furioso.
6. Un Gigante Rebelde.
7. Tifón, Ángel del Viento Funesto.

     No había leído las atribuciones simbólicas de arriba hasta después de haber completado los Trabajos de Apep, aún así lo apropiado del simbolismo es asombroso cuando es comparado junto con los siete poderes que los Trabajos han atribuido a las cabezas, poderes que han sido buscados, desarrollados y finalmente amaestrados por los Iniciados de la Orden.
     Antes de proceder a un análisis de cada cabeza, apuntaría que la lista dada representa las atribuciones “del lado oscuro”, que son más apropiadas al Trabajo de Apofis. Pero es interesante tomarse un momento para comparar y contrastar el simbolismo con el ofrecido por Alesiter Crowley cuando lista las siete cabezas de la Bestia León-Serpiente en su discusión del XIº Atu, Lujuria, en The Book of Thoth. La lista de Crowley hace una interesante comparación, dada su pertenencia al lado ordenado, iluminado, masculino de la realidad, no al hervidero, caótico, femenino lado oscuro. Ambos sets de atribuciones son tabulados a continuación:

CABEZA
LADO OSCURO/APEP
LADO LUMINOSO/ HORUS
Primera
Escorpión
Ángel
Segunda
Cruz Giratoria, Rayo
Santo
Tercera
Leopardo, Hiena
Poeta
Cuarta
Serpiente
Mujer Adúltera
Quinta
León Furioso
Hombre de Valor
Sexta
Gigante Rebelde
Sátiro
Séptima
Tifón, Ángel del Viento Funesto
León-Serpiente

     Mientras que la atención mágica de los Iniciados de Apep estará enfocada más o menos exclusivamente sobre las atribu-ciones del Lado Oscuro como apropiadas para el aspecto oscuro, caótico, femenino de la Serpiente, las atribuciones del Lado Luminoso pueden asistirnos en redondear la identidad e importancia simbólica de cada cabeza.

La Primera Cabeza: El Escorpión

     El escorpión es una criatura tan carnal como es posible imaginar. Se arrastra cerca del suelo, el aguijón de su cola ha sido por mucho tiempo establecido como un símbolo para la potencia sexual, puede sobrevivir en los entornos físicos más duros y es extremadamente venenoso. El simbolismo de su aguijón venenoso también conduce a su asociación con el proceso de disolución y el rompimiento de tejidos. Todas estas cualidades lo adecuan perfectamente como representativo de las ordalías y poderes físicos y sexuales. Se ha dicho del escorpión que es una criatura cuya apariencia es un compuesto de su compañera arácnida, la araña, junto con la serpiente (ambas también son criaturas venenosas). La serpiente asimismo se desliza a lo largo del suelo y su vínculo con Apofis es obvio. La araña no es tan terrestre, sin embargo, teje sus telarañas entremedio de los lugares, alerta a toda vibración sobre cada hilo mientras espera a su presa. Este simbolismo de la red tirante es altamente apropiado para el trabajo con los sentidos que será llevado a cabo bajo los auspicios de esta primera cabeza.
     No debería sorprendernos, por lo tanto, que el poder de la primera cabeza sea un poder carnal. Es control sobre el propio cuerpo y (cuando es amaestrado) algún limitado control sobre los cuerpos de otros. Los ejercicios de la primera cabeza empiezan haciéndose con el control de los propios sentidos, que están incialmente un 90% sesgados e inadecuados en la forma en que la mayoría de los seres humanos están acostumbrados a emplearlos. El currículum después conduce dentro de áreas más sutiles de maestría corporal y magia carnal.
     En la lista del Lado Luminoso, la primera cabeza es la de un ángel. El significado original del Griego angelos implica un mensajero; los ángeles de Dios en la Biblia eran mensajeros entre Dios y el Hombre. Esto también está de acuerdo con el trabajo de realzamiento de los sentidos, ya que son mensajeros entre el mundo y el Yo. Con entrenamiento, nuestros sentidos pueden llevar mensajes a nuestra consciencia que ordinariamente habrían sido sólo notados a un nivel subconsciente. Esto confiere una ventaja obvia en una amplia variedad de situaciones.
     Para aquellos que gustan de su simbolismo planetario, las siete cabeza están más o menos alineadas con los siete planetas conforme a su orden ascendente usual sobre el diagrama del Árbol de la Vida Cabalístico. Esto es de esperar, ya que los Sres. Grant y Crowley eran ambos Iniciados de esta escuela simbólica. Estos ordenamientos ciertamente se retrotraen a tiempos muy antiguos, con las raíces de la astrología bien establecidas en Sumeria. Como tal, la primera cabeza estaría asociada con la Luna. Esto se adecua al escorpión, que se arrastra en la noche del desierto después del calor del día. También el mensajero angélico, que atraviesa el plano astral (Lunar) entre el Hombre (Tierra) y Dios (Sol). El simbolismo es de la mente subconsciente, cuyas comunicaciones y contenidos se hacen más abiertos a nuestra consciencia conforme los poderes de nuestros sentidos son mejorados y se les presta atención. Volviéndose más a tono con el mundo físico externo a nosotros mismos, nos abrimos más a los dictados del mundo subconsciente interno.

La Segunda Cabeza: El Rayo

     La cruz giratoria, el rayo, o la esvástica son todos símbolos de los pensamientos giratorios dentro de la mente, del incesante diálogo interno. Es la tarea del Iniciado ganar el control de su mente, aquietar el torrente indisciplinado de los pensamientos desconectados y aprender a enfocarse de una forma nunca antes creída posible.
     Esto es respaldado por el simbolismo del Lado Luminoso de esta cabeza como un santo, un individuo que dedica su vida a la meditación y la reflexión, buscando tener sus pensamientos bajo control.
     El rayo es también simbólico, sin embargo, del repentino flash de iluminación cuando el relámpago desciende de los cielos y golpea la tierra. El terror e imprevisión de los relámpagos es un arma de Set en Su rol como el Dios de las tormentas. Lo que puede ser significativo aquí es que el flash visible del relámpago realmente desciende a lo largo del sendero de un pulso que asciende desde la tierra a los cielos en una fracción de segundo después. Por lo tanto, el Trabajo de esta cabeza está enfocado en el control de la mente y el aquietamiento del incesante parloteo de los pensamientos. Cuando es hecho, la consciencia puede ser enfocada en una simple fuerza concentrada, capaz de enviar el pulso que es respondido por el iluminador flash del relámpago desde más allá. Además, los pensamientos así concentrados y esgrimidos se vuelven un rayo por propio derecho, un martillo giratorio de Voluntad que el Iniciado puede portar.
     La atribución planetaria de la segunda cabeza sería Mercurio, el planeta tradicionalmente asociado con todos los asuntos pertenecientes al intelecto y la comunicación. La comunicación es pertinente, ya que el control de la propia mente proporciona intuiciones que permiten cierto grado de control sobre las mentes de otros. La elevación de las primeras dos cabezas es indicativo de maestría sobre el campo de la Magia Negra Menor. El Trabajo de esta cabeza parece comparativamente simple cuando es expresado sobre papel, pero es una cosa conde-nadamente difícil de lograr.

La Tercera Cabeza: La Hiena

     La hiena es una carroñera y una burlona, reconocida por su risa. Es una criatura descrita por Kenneth Grant como una “Bestia de Sangre”. Es un animal de carroña, fisgando entre las tumbas. La hiena es una cazadora en la oscuridad, encontrando su sustento en substancias rechazadas por otros.
     El Trabajo de la tercera cabeza involucra el despliegue de la consciencia del Iniciado para encontrar asimismo alimento en cosas desconocidas y desapercibidas por otros, buscando en lugares oscuros aquellas cosas que no se encuentran en la luz. En otras palabras, el Iniciado busca desarrollar facultades de verdadera clarividencia, discerniendo vínculos y conexiones entre objetos, personas y eventos que otros no pueden percibir. Similarmente, el Iniciado elige convertirse, como la hiena, en una “bestia de sangre”, cazando en los lugares oscuros de su mente, buscando establecer control efectivo sobre sus sueños, logrando consistentemente la habilidad de experimentar sueños lúcidos.
     La atribución del poeta del Lado Luminoso a esta cabeza también enfatiza la habilidad de la mente para alcanzar y percibir conexiones que no son aparentes para la mente solamente racional. Cualquier verdadero poeta también es un visionario.
     La atribución planetaria de Venus a esta cabeza se hace eco de sus aspectos emocional e intuitivo.

La Cuarta Cabeza: La Serpiente

     La cabeza central es la de la serpiente. Su estabilidad en el centro es enfatizada ya que es la cabeza que muestra verdaderamente la naturaleza de Apep, también porque en el esquema planetario de las cosas esta cabeza está representada por el Sol, el centro de la fuente de vida del sistema. Es por esta razón que el Sello de la Orden del Ojo de Leviatán debería ser asignado a esta cabeza. El Ojo es elevado en el centro del sistema solar y observa con frío desapego como todo lo demás gira a su alrededor. Pero nunca olvides que Apep se traga al Sol, y por lo tanto este Ojo sólo es un reflejo de ese Ojo mayor que está realmente en el Exterior y brilla tenuemente en la Oscuridad de lo Inmanifiesto. Cuando las siete cabezas se hayan levantado y se les haya otorgado poder dentro del Iniciado, esta cuarta cabeza abrirá su boca y se tragará el Universo. Algo sobre lo que pensar, las Claves están contenidas dentro de los Trabajo de Apep. Piensa en ello mientras te vuelves del revés, te pones boca abajo y de atrás hacia delante.
     Pero el Trabajo de esta cabeza mientras tanto es el cultivo de las cualidades serpentinas de la frialdad y el desapego. Emula al Ojo de Leviatán observando los eventos de lejos y discerniendo sus patrones subyacentes. Esta actitud debe extenderse a los eventos de tu propia vida así como a los sucesos que te rodean. El Iniciado percibe y entiende todo que él ha sido y las formas en las que se ha Remanifestado repetidamente. Haciéndolo así, adquiere una nueva visión de su propio propósito y destino, a lo que Aleister Crowley habría denominado su Verdadera Voluntad. Esto puede/debería extenderse a un entendimiento de la naturaleza de las experiencias de la vida pasada, simbolizadas por la Serpiente mudando su piel y renovándose a sí misma.
     El símbolo del Lado Luminoso de esta cabeza es la mujer adúltera, que muda a sus pasados amantes de la misma manera, tomando lo que desea de ellos y después descartándolos. En el mejor de los casos, Ella es Babalon, la suprema Iniciatrix; en el peor, el Iniciado falla la prueba y es descartado.
     Con esta cabeza, una nueva perspectiva es ganada, en la que el significado y los límites de la propia corriente de vida de uno son transcendidos. El mago pinta su cuadro sobre un lienzo más grande y se vuelve remoto y frío en su actitud, manifestando la Esencia Draconiana. Algo verdaderamente inhumano llega a reinar dentro de la psique.

La Quinta Cabeza: El León Furioso

     Casi paradójicamente, habiendo logrado el frío desapego de la cuarta cabeza, la quinta cabeza es una Remanifestación del Deseo y la pasión furiosa. Esta es furia roja de Set, el descubrimiento de la Autodetermanación y el gozo de tanto la lujuria como de la batalla; el impío triunvirato de la guerra, la soberanía y el erotismo.
     Ambos símbolos de la quinta cabeza son obvios indicadores de su atribución a Marte: el león furioso y el hombre de valor. El león furioso es Sekhmet, el calor destructor del sol del desierto. Hay una furia en esta cabeza que es reflejada en su Trabajo. Habiendo entendido el curso de su destino en la cabeza previa, es inconcebible que el Iniciado permita que cualquier obstáculo permanezca en su camino en pos de ese destino.
     El Trabajo de esta cabeza es reorganizar totalmente la propia vida para que se adecue mejor al logro de ese destino descubierto. Las herramientas suministradas son aquellas ofrecidas por la Mujer Escarlata: Guerra, Erotismo y Soberanía. El Iniciado declara la guerra sobre todas las áreas de su vida que no apoyen completamente su Trabajo; se asegura de que está apropiadamente inspirado y potenciado por el Deseo; arregla los asuntos así que él es su propio dueño y no está conforme en estar a la entera disposición de otros.
     Este es el más duro y largo Trabajo de todas las cabezas, porque demanda sacrificio y cambio real en la vida, a lo que a menudo tememos comprometernos. Pero por estar verdadera-mente asido a la Visión de las anteriores cabezas y estar investido con las cualidades de las primeras tres, esto verdaderamente puede ser logrado. Todo lo que necesita es la genuina Voluntad de llevarlo a cabo; la única cosa que mantiene retrasado al Yo es el yo.

La Sexta Cabeza: El Gigante Rebelde

     Ambos símbolos de esta cabeza representan un espíritu de anarquía. El sátiro de la atribución de Mr. Crowley es Pan, saltando libre en las cimas de las montañas y personificando la fuerza transgresora y evolutiva dentro de la naturaleza. Ahora Pan es salvaje y libre cuando es comparado con las tendencias restrictivas de la sociedad humana, de hecho engendra terror y “pánico” en aquellos que son testigos de su manifestación. Sin embargo, será notado que Pan todavía está atado por las leyes naturales incivilizadas que él encarna, lo cual aunque a menudo crueles y brutales siguen siendo las leyes de la naturaleza sin embargo. Pan representa la última manifestación de la rebelión del Lado Luminoso, dentro todavía de los lazos de la ley cósmica.
     El gigante rebelde, sin embargo, va más allá de esto, porque la rebelión está en su misma esencia: rebelión contra las leyes más fundamentales del tiempo y el espacio. Él es un gigante porque supera al mismo cosmos y no puede ser atado o restringido más tiempo por él. Se ha desplegado para tocar el Exterior. Por lo tanto el Trabajo de esta cabeza yace en la conquista del tiempo y el espacio. Literalmente.
     Por largo tiempo ha habido relatos de Adeptos que podían parar el tiempo, que podían translocar objetos y a sí mismos. En días pasados, los Iniciados de la Orden de Leviatán a menudo bromeaban sobre que era una Orden de Señores del Tiempo. Puede parecer no razonable e irracional, pero quiero que sea así con la Orden de Apep de hecho. Necesitamos descubrir el mecanismo detrás de fenómenos tales como los deslizamientos en el tiempo, la precognición y la experiencia de tener el tiempo congelado para otros mientras continúa para uno mismo. Es una alta orden y los magos tienden a asustarse de cualquier cosa que ponga su magia a prueba, pero estoy seriamente dedicando la Orden a este propósito, el tiempo que sea necesario y por cualquier medio.
     Esta cabeza es atribuida a Júpiter como el planeta representativo del orden cósmico, y representa la usurpación de ese trono.

La Séptima Cabeza: Tifón

     La cabeza final es la de Tifón, Set Mismo, el Dios que está contra los Dioses. La meta final del Iniciado es volverse como Set, el Mago Rojo, que saquea y destruye con el fin de crear nuevos juguetes de los escombros.
     El momento en el que esta cabeza se eleva es el momento en el que la humanidad es dejada atrás y la divinidad es lograda (aunque no será mantenida sin Trabajo posterior; no hay logros instantáneos e irrevocables en la Iniciación). Es el más exaltado estado de ser del cual podemos corrientemente concebir, aunque paradójicamente sólo es el principio. Al perseguir el Iniciado este Trabajo de Autodeificación debe construir un fundamento sobre el que sea enteramente Autosuficiente, porque todos los otros apoyos y soportes serán destruidos en este proceso. El Sendero de la Mano Izquierda puede ser relativamente veloz y directo, pero también es peligroso en extremo y la pérdida de la cordura o la vida son ciertamente posibles.
     Una pista para el sostén de uno mismo a través de este clímax crítico en el Trabajo es mostrado en la atribución Horusiana de Aleister Crowley del León-Serpiente a esta cabeza, indicativa del simbolismo central de su filosofía solar-fálica. La tendencia de Autoinmortalización y perpetuación oculta dentro de este simbolismo debe ser comprendido.
     La atribución planetaria es Saturno, porque Set es el señor y dueño del tiempo y es una herramienta para Él, no un hábitat o prisión. Saturno también es tradicionalmente el planeta de la muerte y hay de hecho una muerte a la que ser sometido en este Trabajo: la devastación personal implicada por el éxito en el despertar de esta cabeza no puede ser suficientemente enfatizada. Cuando la séptima cabeza se alza, Apep se tragará el Sol.
     Los Trabajos de Apep condujeron a la conceptualización de las siete cabezas, una redeclaración de las metas de la Orden en un simbolismo apropiado para la Orden, que ahora se convierte en un Trabajo apropiado para la Orden. Estas son las claves que van a ser prácticamente aplicadas. Las primeras cabezas son inevitablemente más fáciles de conceptualizar y entender que las cabezas más esotéricas que vienen después y que deben (en esta fase) ser expresadas de una forma puramente simbólica. Queda asegurado que las siete cabezas tendrán tecnologías pragmáticas y trabajables aplicadas a ellas en los capítulos que siguen.
     Pero ahora, una cuestión para la meditación del lector, que puede demostrarse fructífera e iluminadora: ¿Por qué está la posición del Ojo de Leviatán y su perspectiva (aunque seguramente implícita en todas las cabezas) centrada en la cuarta cabeza en lugar de la séptima como podría quizá ser esperado? Mi propia respuesta a esta cuestión es sólidamente insinuada a través de todo lo que ya ha sido escrito hasta este punto y será completamente discutida posteriormente en el lugar apropiado. Pero tómate un momento y para en tu lectura para considerar tus propias respuestas a las cuestiones planteadas. Nunca te permitas ser mal criado.
     Resumiendo, los poderes y cualidades de las cabezas son como siguen:

1. Control del cuerpo.
2. Control de la mente.
3. Clarividencia y sincronicidad.
4. Destino/viendo el gran cuadro/Remanifestación/el Mago Negro.
5. Deseo: Guerra, Soberanía y Erotismo.
6. Maestría del Espacio-Tiempo.
7. Autodeificación/el Mago Rojo.
     
     En los capítulos que siguen, muchos ejercicios prácticos serán presentados que asistirán al Iniciado para desarrollar los poderes de cada cabeza. Muchos de estos ejercicios, especialmente en las fases tempranas, serán familiares para el lector informado de cualquier número de libros de autoayuda y meditación. Otros serán nuevos. Aconsejaría al lector no escatimar los ejercicios más simples, sin embargo, porque la maestría de estos es la clave para todos ellos. Urgiría incluso a aquellos lectores que se consideren a sí mismos como avezados ocultistas a no ser tentados a tomar atajos. Cada nuevo Trabajo debería ser abordado con respeto y acorde a su verdadera dignidad. Si sientes que un ejercicio está por debajo de ti, entonces nunca lo has hecho apropiadamente.
     Los ejercicios atribuidos a cada una de las cabezas forman una secuencia lógica y progresiva, acercándose mejor a ellos en el orden dado. Sin embargo, las cabezas de Apofis no son verdaderamente secuenciales, sino que son co-existentes y poseen una sola consciencia. No es necesario, o de hecho aconsejable, por lo tanto, imponer restricciones innecesarias. Aunque aconsejaría empezar con los ejercicios de la primera cabeza y ganar un conocimiento trabajado de ellos antes de progresar a la segunda cabeza, no es necesario de ninguna manera establecer la maestría sobre ellos antes de proceder. Establecer un punto de apoyo, una buena familiaridad, eso es suficiente al principio. No hay nada equivocado con empezar ejercicios posteriores mientras estás todavía practicando los anteriores, en la medida en que te marques tu ritmo con sensatez.
     Las cabezas de Apofis no te revelarán todos sus Misterios de una vez e incluso el más simple de los ejercicios todavía será capaz de revelarte nuevos Misterios años más adelante. Las cabezas y los ejercicios debería ser abordados y repetidos como una serie cíclica, una espiral iniciática siempre en expansión, no como la única ventanilla a la iluminación. Este es el Trabajo de toda una vida, al que retornarás una y otra vez, encontrando algo nuevo cada vez.


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Este texto ha sido extraído de un libro muy interesante que te recomiendo que compres para tu biblioteca personal en el siguiente enlace:




Apophis


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