viernes, 9 de marzo de 2012

LAS PALABRAS DE NOSFERATU EN EL LIBRO DE NOD

Sois los Hijos de las Sombras Sois los Hijos e Hijas De la Oscuridad Buscad el lugar más oscuro Y hacedlo vuestro. Alimentaos de los perversos, Alimentaos de los pecadores, Alimentaos de las almas feas, Pues ésta es nuestra dieta, Es el deseo de nuestro Padre, Nuestro alimento preestablecido. Hijos míos, no miréis Vuestro rostro Para maldecidme, Pues conozco la belleza Que yace en el interior, Y jamás existirá Una belleza mayor. 

 MITOS Y LEYENDAS Como ocurre en la mayoría de los clanes vampíricos, la historia de los Nosferatu se remonta a tiempos inmemoriales. Los sucesos de los primeros tiempos aparecen recogidos en mitos y leyendas, algunos de los cuales han demostrado ser falsos con el paso del tiempo, pero otros han permanecido inalterados o han aparecido de forma similar en varios lugares a la vez, llevando a pensar que tal vez en esencia guarden ciertas verdades. En las profundidades de sus refugios, cloacas, pozos, minas y similares, los Nosferatu murmuran, comercian con secretos y transmiten oralmente las historias de su legado. A medida que estas historias han circulado los sucesos se distorsionaron, exageraron o corrompieron, y lo peor de todo es que muchos Nosferatu consideran que las leyendas de su clan son simplemente leyendas. Remontándose a los primeros tiempos de la humanidad, el primer vampiro fue el bíblico Caín, condenado por Dios por haber matado a su hermano Abel. Su castigo fue la inmortalidad y la expulsión del Edén por toda la eternidad, maldito por los cuatro arcángeles de Yahvé. Ya fuese por la voluntad de Dios o por el pacto demoníaco con Lilith, Caín obtuvo los poderes de la sangre y se convirtió en el primer vampiro. Caín creó tres hijos y residió con ellos en la Primera Ciudad, conocida con muchos nombres, aunque el más extendido es Enoch. Los tres hijos de Caín trajeron a varias tribus humanas a la ciudad, para alimentarse de su sangre y protegerse de los peligros de la noche. La más joven de los tres chiquillos de Caín era Zillah, también conocida en algunas fuentes como su esposa; su juventud también había engendrado desconfianza hacia su sire. Sus hermanos Enosh e Irad limitaban sus apetitos al interior de la Primera Ciudad, pero Zillah en ocasiones se aventuraba en el mundo exterior. Varios mortales escaparon de la Primera Ciudad, extendiendo historias de corrupción y muerte. Muchos son los relatos referentes a la Primera Ciudad, su grandeza y decadencia bajo el gobierno de Caín, sus chiquillos y los Trece Antediluvianos, cada uno de los cuales aportó su propia. Sin embargo, algunos de los mitos de los Nosferatu niegan la existencia de la Primera Ciudad, hablando de una época salvaje y prehistórica, en la que Caín y su prole vivían como animales en una caverna. Resulta cuando menos curiosa esta nota discordante, pues ni siquiera los Gangrel desvían sus orígenes de la civilización humana. Desde un punto de vista más científico, algunos vampiros apelan a la esencia y mutabilidad de la sangre, considerando que algunos clanes habrían sido engendrados antes que otros, en un período en el que no existían las primeras ciudades, por lo que desarrollaron sus habilidades y debilidades al margen de la civilización humana. Invocando ésta y otras razones estos eruditos vampiros señalan a los clanes Gangrel, Nosferatu y Tzimisce como los precursores del resto de los clanes. En los primeros días del mundo Nosferatu –o como quiera que se llamara en aquellos tiempos- era uno de los mejores cazadores, tan valeroso que cazaba a las criaturas más peligrosas y a los monstruos que acechaban en la noche. Nosferatu siempre conseguía cazar a sus presas y siempre regresaba con el alimento para alimentar a su gente, que le respetaban, pero no le apreciaban. Parece ser que la frialdad del cazador y su comportamiento distante provocaban cierto temor entre los suyos. Cazaba por el gusto de la caza, por la emoción de perseguir y competir con su presa. Una noche Nosferatu se encontraba cazando cuando se encontró en el camino de Zillah, la chiquilla de Caín, que a su vez se deleitaba cazando hombres en la ciudad de Enoch. El cazador la estuvo acechando durante un tiempo, atrayéndola a las estepas salvajes y la siguió, y cuando habo alejado al monstruo lo suficiente de la Primera Ciudad, la atacó con su lanza de madera. Pero Zillah no era tan fácil de matar. Con la fuerza de la Sangre rompió la lanza en dos y arañó el rostro de Nosferatu, marcándolo con una cicatriz que nunca sanaría; consumida de furia y en pleno frenesí derribó al osado cazador de un solo golpe. Su cuerpo, su mente y su alma habían sido derrotadas y quedó a merced de Zillah a las puertas de la muerte. Sin embargo, la chiquilla de Caín estaba tan impresionada por el valor de Nosferatu que decidió concederle la Sangre y lo Abrazó. Ya entonces habían comenzado las primeras rencillas entre los vampiros de la Primera Ciudad y Zillah sabía que para hacer frente a sus hermanos mayores necesitaría engendrar hijos valientes que la ayudasen. Contempló a su primer chiquillo con piedad y lo llamó “Nosferatu”. En esta parte la leyenda de Nosferatu ha sufrido varias alteraciones. En algunas versiones el Antediluviano Nosferatu no es un hombre, sino una mujer, aunque este cambio puede haber sido producido por una confusión entre el progenitor del clan y una de sus chiquillas. Asimismo, siguiendo otras fuentes, no es Nosferatu quien descubre a Zillah, sino que es la chiquilla de Caín quien encuentra al cazador en sus correrías y se enamora de él por su belleza. Cuando Nosferatu mata a la presa que había estado siguiendo, Zillah entra en frenesí debido a la visión de la sangre y ataca al cazador por sorpresa. Nosferatu decide hacer frente a Zillah pero no es rival para el poder de la vampira, quien decide salvar la vida del hermoso mortal mediante el Abrazo. Lo que sí está presente en todas las versiones es que el cazador era una persona fría y distante, y que la lucha con Zillah le produce una cicatriz, que será un amargo recuerdo de su derrota y generará un creciente resentimiento hacia su sire. Por último señalar que a pesar de los nombres establecidos para todos los clanes vampíricos a partir de los supuestos apelativos de sus fundadores, los Nosferatu no se encuentran más cerca de conocer el nombre de su progenitor que otros vampiros. El nombre “Nosferatu” es de origen germánico, utilizado por los mortales para denominar a los vampiros de esas tierras. En Grecia, por ejemplo, los Nosferatu se dan a sí mismos el nombre de Kallikanztari, mientras que en África se les conoce como Guruhi, y no cabe duda de que a caballo de las lenguas y culturas humanas el clan, como todos los clanes vampíricos, ha tomado distintos apelativos. En lo que respecta al nombre del progenitor del clan, muchas fuentes asumen que se trata de Absimiliard, un nombre tomado del folklore eslavo y del sire de la bruja Baba Yaga. En Oriente Medio al progenitor se le llama Ninmug, pero tanto éste como el anterior son sin duda apelativos que ocultan el verdadero nombre del Antediluviano. Como mortal Nosferatu había sido un héroe para los hombres, un titán que había triunfado sobre las bestias más feroces de la tierra, y con el poder de la Sangre su fuerza creció todavía más. Disfrutó con su nueva condición y sus poderes vampíricos y no sentía ningún reparo en cazar hombres. De hecho, le encantaba, ya que constituían un desafío mayor que las presas a las que estaba acostumbrado. Fue el primer vampiro en desarrollar las artes de la Ofuscación, utilizando su poder para aparecer por sorpresa en medio de las tribus de los hombres y realizar auténticas carnicerías. Sin embargo, noche tras noche, el recuerdo presente de la cicatriz en su rostro lo consumía y le llenaba de resentimiento hacia su sire. Algunos dicen que era pura vanidad por la cicatriz que había marcado su rostro,, mientras que otros hablan de la vergüenza por su fracaso y la derrota a manos de Zillah. Fuera una causa u otra o puede que ambas, del mismo modo que Zillah odiaba a sus hermanos Enosh e Irad, Nosferatu odiaba a su sire. Cuando Zillah no lo veía se relacionaba con los hermanos de su sire, quienes le enseñaron a usar la fuerza de su vitae, pero nada pudo moderar los impulsos bestiales del cazador. Al mismo tiempo que sus lazos con la humanidad se resentían desarrolló un odio feroz contra los monstruos. Se negó a verse a sí mismo como un monstruo y descargó su ira reprimida sobre sus presas. La cicatriz que marcaba su rostro le llevó a desarrollar sus poderes para ocultarse de la mirada del resto del mundo y de sí mismo. Aunque los Nosferatu y muchos vampiros consideran que fue Nosferatu el artífice de los poderes de la Ofuscación, en general las versiones del Libro de Nod señalan que Caín ya había desarrollado este poder a partir de las enseñanzas de Lilith. De lo que no cabe duda es que aunque Nosferatu haya o no sido el creador de la disciplina, sí se convirtió en uno de los mejores maestros de su manejo. Es sin duda esta disciplina el principal legado del clan Nosferatu. También merece la pena señalar a juzgar por los relatos que el poder de la fuerza sobrenatural o Potencia fue el primero en ser desarrollado por Nosferatu, un conocimiento que sin duda le sería muy útil para someter a sus presas. En cuanto al dominio de los animales, los Nosferatu siempre han utilizado este poder de forma pragmática y funcional, y pocos son los que comulgan con las bestias de igual a igual como ocurre con los Gangrel, salvo aquellos que siguen filosofías como La Senda del Corazón Feral. También resulta interesante el hecho de que Nosferatu se relacionó con los hermanos de sangre de su sire, Enosh e Irad, lo que tal vez sea un indicio de algún tipo de impía alianza. A pesar de su ira y arrogancia Nosferatu no era estúpido y sabía que solo no tenía posibilidad alguna de derrotar a su sire, por lo que durante mucho tiempo guardó sus pensamientos de venganza en lo más profundo de su corazón, y su resentimiento crecía día tras día. En una de sus correrías nocturnas, Nosferatu descubrió que uno de sus hermanos de la Tercera Generación y que comúnmente se cree que era Tzimisce, había encontrado la forma de controlar a su progenie alimentándoles varias veces con su propia sangre. Nosferatu le espió y aprendió la naturaleza del Vínculo de Sangre, tras lo que empezó a vagar por el mundo, como había hecho Zillah, procurando permanecer alejado de Caín y sus descendientes. Utilizando sus dotes como cazador de hombres buscó potenciales candidatos para el Abrazo y los Vinculó por Sangre. La mayoría de sus chiquillos eran seres feroces, sanguinarios y crueles como él. Sin embargo, se dice que uno de sus chiquillos fue Abrazado en un acto de pasión, al descubrir a una hermosa mujer bañándose en un arroyo en medio del bosque. La Abrazó, pero ella huyó de él antes de que pudiera realizar el Vínculo de Sangre. Debía correr endiabladamente rápido para escapar y Nosferatu abandonó la persecución cuando el sol se alzó sobre el horizonte. La Matriarca de los Nosferatu huyó hasta que el océano occidental bloqueó su camino. Nosferatu estaba tan furioso por su pérdida que ordenó al resto de sus chiquillos que cazaran a la mujer y la destruyeran. El Vínculo de Sangre fue creado por Caín debido a sus tratos con una enigmática figura que ha confundido a los eruditos vampíricos y que se conoce sencillamente como “La Anciana”. Esta hechicera enseñó a Caín a dominar a otros mediante el poder de su sangre y obligó al Primer Vampiro a Abrazarla tras haberlo sometido a su vez a un Vínculo de Sangre. Caín consiguió romper el Vínculo años más tarde y destruyó a la bruja, pero el Vínculo de Sangre permanece en la esencia vampírica como su legado. Es muy posible que Caín ocultara la naturaleza del Vínculo de Sangre a sus chiquillos, para evitar que esclavizaran a otros sin su permiso. Se dice que Caín vinculó a Zillah para ganar su amor, pero que posteriormente se arrepintió debido a la naturaleza artificial del lazo de sangre. En cualquier caso, el hecho es que el Vínculo de Sangre fue redescubierto por uno de los Trece, posiblemente el Antediluviano del clan Tzimisce, y también fueron los Tzimisce los primeros vampiros en descubrir el medio para romperlo durante la Edad Media. Los chiquillos de Nosferatu fueron llamados Nictuku, y fueron dominados por él, a excepción de la mujer conocida como la Matriarca. Algunas historias hablan de tres descendientes que escaparon de las garras de Nosferatu, incluyendo a la Matriarca, la Pequeña Abuela (Baba Yaga) y un tercero que aún permanece desconocido. Es muy posible que el tercer chiquillo libre del Vínculo de Sangre sea también una mujer, a semejanza de la tríada pagana de la Doncella, la Madre y la Anciana, si bien este concepto metafísico es parte de una realidad mucho mayor. El modo en que estos otros dos chiquillos de Nosferatu consiguieron deshacerse del Vínculo de Sangre constituye una incógnita, pues resulta dudoso que Nosferatu fuese tan descuidado como para cometer el mismo error tres veces. Es posible que Nosferatu no forzara el Vínculo de Sangre sobre su progenie hasta que decidió seleccionar a los más fuertes y peligrosos. Pero también es necesario tener en cuenta la posibilidad de que Baba Yaga fuera Abrazada en una época posterior a la caída de Nosferatu y su huida de la Primera Ciudad. Después de un tiempo creando chiquillos y de prepararlos para la caza y cómo acechar al resto de las criaturas, comenzó a perfilar sus planes. Percibió que sus chiquillos no eran tan poderosos como él, al igual que él no era tan poderoso como su sire, que a su vez no era tan poderosa como Caín. Pensó que si bebía la sangre de Zillah hasta matarla obtendría parte de su poder y así se vengaría. De modo que finalmente decidió llevar a cabo sus oscuros designios y reunió a sus “mejores” chiquillos, los que eran más fieles, crueles y depravados, y dejó al resto que vagara por el mundo, extendiendo su legado. Tras decir a sus chiquillos que permanecieran ocultos en las proximidades de la Primera Ciudad acudió ante Caín y espió a los demás vampiros. Utilizó sus poderes para mostrar un aspecto realmente destrozado y moribundo y se arrastró ante el Primer Vampiro. Al ver el aspecto de Nosferatu Caín se intranquilizó, pensando en qué podía haber dejado en ese estado a uno de sus descendientes. Preguntó que había sucedido y Nosferatu dijo: “Padre mío, por mucho tiempo viajé por el lejano Sur. Y mientras cazaba me encontré con una criatura a la que no había visto con anterioridad; una bestia mitad lobo y mitad hombre. Y yo me acerqué sin malicia y le hablé con palabras de paz. Pero no les prestó atención, sino que saltó sobre mí y me hizo lo que ahora puedes ver.” Caín consideró que las palabras de Nosferatu eran ciertas y furioso partió en busca del hombre lobo que había osado dañar a su descendiente. Tal vez se tomó cumplida venganza y por ello los Lupinos han sido desde entonces enemigos de los vampiros. Aunque no es probable que Caín fuese tan ingenuo como para caer en una mentira tan burda, en lo que parecen coincidir todos los relatos es que Nosferatu aguardó a que Caín estuviera ausente de la ciudad de Enoch para llevar a cabo sus planes. El motivo de esta ausencia no esta claro, aunque puede que en verdad estuviese guerreando contra los Lupinos o tratando de alcanzar un acuerdo. Desde tiempo inmemorial y hasta donde los vampiros pueden recordar, los Lupinos han sido sus acérrimos enemigos. Algunas fuentes apócrifas sugieren que los vampiros surgieron para defender a la humanidad de las depredaciones de los Lupinos en una época legendaria donde los hombres lobo cazaban y dominaban a la humanidad y evitaban que se multiplicara o construyeran grandes ciudades. En cualquier caso, la enemistad entre vampiros y hombres lobo ha llegado hasta nuestros días. Cuando los Tres chiquillos de Caín y los Trece quedaron solos, Nosferatu se ocultó entre la maleza y cambió su forma, adoptando el aspecto de Zillah. Con esa forma acechó a los otros Doce mientras estaban de caza y los atacó, aunque teniendo cuidado de dejarles escapar. No hace falta decir que el hecho de que uno de los Tres los hubiera atacado los llenó de intranquilidad y durante un tiempo se ocultaron. Nosferatu les siguió y reasumió su forma habitual. Les contó una historia salvaje sobre que los Tres chiquillos de Caín se habían vuelto locos y que ansiaban beber sangre de vampiro. Añadió que los Tres deseaban el amor de Caín para ellos solos y que los Trece debían unirse y matar a sus sires antes de que acabasen con ellos. Sospechas, recelos, miedos y odios surgieron en la reunión de los Trece y la conversación se fue torciendo hacia los objetivos de Nosferatu, quien acusó a Zillah de manipular a Enosh e Irad para eliminar a los Trece. Finalmente Nosferatu organizó a sus hermanos, y se dirigieron a la Primera Ciudad, donde los Tres aguardaban el regreso de Caín. Nosferatu los lideraba y les enseñó el secreto de cómo esconderse. Entonces saltaron sobre los Tres y estalló una gran batalla, que sacudió los cimientos de la ciudad. Mientras sus hermanos se enfrentaban a los Tres Nosferatu ordenó a sus chiquillos, los Nictuku, que atacasen en cuando vio su oportunidad. En el fragor del combate, saltó sobre la espalda de Zillah y le hundió los dientes en el cuello, mientras le desgarraba la cara y bebía su sangre. Zillah tenía mucha sangre, y tardó mucho tiempo en morir. Nosferatu dejó irreconocible la cara de su sire y sintió un enorme poder fluyendo por sus venas. Una vez más Nosferatu utiliza un burdo engaño para ganarse la confianza de sus congéneres, pero posiblemente haya que atribuirlo a una licencia narrativa. Tradicionalmente se ha atribuido al Antediluviano Brujah el liderazgo de la rebelión de los Trece contra sus sires. Los Nosferatu creen firmemente que fue su progenitor quien indujo a sus hermanos a la traición, sacando a relucir los temores y odios que albergaban. Se supone que Nosferatu enseñó el poder de la Ofuscación a sus hermanos, y de esta forma la Disciplina se extendió entre el resto de los clanes, si bien hay que decir que no todos la asumieron. Actualmente sólo los linajes de los Assamitas, Malkavian y Seguidores de Set son conocidos por utilizar este poder con asiduidad, pero su conocimiento también se ha transmitido a otros linajes menores como los Baali o los Samedi. Que Nosferatu estuviera dispuesto a compartir el conocimiento de su poder más preciado es una señal del gran resentimiento que albergaba hacia su sire. No todas las leyendas muestran a Nosferatu como vencedor de la batalla contra Zillah. Algunos fragmentos aseguran que Zillah salió vencedora del combate, dejando a su chiquillo gravemente herido. Los Nictuku huyeron, temiendo el castigo que su sire les inflingiría. Mientras Nosferatu se disponía a beber el resto de la sangre de Zillah y robar su poder, fue derribado por un golpe terrible. Caín había regresado y puso fin a la batalla entre sus descendientes. Contempló el rostro desfigurado de Zillah y la cicatriz del rostro de Nosferatu y comprendió lo que había ocurrido. Entonces dijo: “Por tu vanidad has cometido el mayor crimen de todos. Te sentías orgulloso de tu dominio sobre las bestias: Yo te tomo y te convierto en bestia. Te sentías orgulloso de tu aspecto. Yo te lo arrebato.” Y Caín tocó el rostro de Nosferatu y lo convirtió en una viva imagen de su odio y furia. Fue el primero y más horrible de todo su linaje y ninguno de sus chiquillos sería tan horrible como él. Caín añadió: “Tú has creado chiquillos. Yo los maldigo, y a la totalidad de tu estirpe, hasta el fin de todas las cosas, como he hecho contigo.” Y a lo largo del mundo, los descendientes de Nosferatu cayeron al suelo entre horribles sufrimientos, mientras cambiaban. Incluso la mujer del arroyo que había escapado de Nosferatu cambió. Nosferatu se puso en pie tambaleándose y todos los demás vampiros presentes enmudecieron. Les dio la espalda avergonzado y huyó de la Primera Ciudad hasta la más profunda de las cuevas, para ocultarse de las miradas. Los Nictuku, que estaban Vinculados por Sangre a él, serían sus heraldos y los mensajeros de su cólera sobre mortales y vampiros. Se supone que Nosferatu yace aguardando en algún lugar. Se cuenta que Caín lo maldijo de tal modo que incluso en Letargo sufre pesadillas sobre su rostro. Envía sueños y pesadillas a los Nictuku…y odio, odio hacia los Nosferatu, los descendientes de la mujer que escapó de él, porque según la leyenda, en su locura creyó que si destruía a su progenie y los ofrendaba a Caín –como Caín ofrendó a su hermano Abel a Dios- Caín le perdonaría y le quitaría su maldición. Incluso ahora, los Nictuku permanecen ocultos en algún lugar, acechando en la noche y buscando la manera de devorar a todos los Nosferatu. Otros relatos afirman que tras su castigo, Caín desterró a Nosferatu de la Primera Ciudad. A continuación maldijo a los demás Antediluvianos por haberse rebelado contra sus sires con cada una de las debilidades de clan, pero esto no es una creencia universal. Algunos clanes incluso niegan que sus progenitores hayan sido maldecidos. En algunas versiones Nosferatu y sus chiquillos atacaron en solitario a Zillah, pues el resto de los clanes no habían sido creados, sin embargo Nosferatu aparece en los mitos y leyendas de otros clanes. El clan Malkavian habla de un solemne sacrificio que realizaron los Trece Antediluvianos a Caín. El progenitor Nosferatu aparece como una mujer que sacrificó su belleza al Primer Vampiro. El clan Toreador tiene algunas leyendas que los relacionan directamente con Nosferatu, lo que tal vez indique una estrecha relación entre ambos. Una de ellas cuenta que Nosferatu y Arikel, la progenitora del clan de la Rosa, eran amantes. Arikel descubrió la vanidad que ocultaba Nosferatu en su corazón y la amargura que sentía por la cicatriz que marcaba su rostro. Arikel le dijo que lo amaría a pesar de su imperfección, a lo que Nosferatu respondió con cólera y se desfiguró por completo afirmando que si no podía ser el más bello sería el más horrible de todos los seres. Desde entonces comenzó el desprecio entre ambos linajes. En otra versión de la misma leyenda se cuenta que Nosferatu abandonó a Arikel después de ser maldecido, avergonzado de no poder mostrarle todo su amor. Tras una larga disputa ambos decidieron de mutuo acuerdo renunciar al Vínculo de Sangre que mantenían sobre el otro, aunque se dice que el amor que se encontraba en sus corazones se mantuvo a pesar de la ruptura…Otras versiones cuentan que Arikel rechazó a Nosferatu después de que fuera maldecido y que éste juró destruirla. Arikel y Nosferatu también aparecen en los mitos del Ciclo de Lilith. Cuando Caín y los Trece Antediluvianos destruyeron el Jardín de la Madre Oscura, Arikel y Nosferatu fueron los únicos que se compadecieron de los Hijos de Lilith, por lo que serán perdonados cuando ésta se cobre su venganza sobre Caín y sus descendientes. El clan Ventrue afirma que su progenitor ocultó varios tesoros valiosos y que desde entonces el clan Nosferatu habita en las profundidades de la tierra tratando de encontrarlos. Algunos Nosferatu afirman que Set, el dios serpiente, era uno de los Nictuku, pero que su deformidad sólo se manifestó en su interior. Esta leyenda proporciona cierta evidencia al rumor de que Set diabolizó a un miembro de la Tercera Generación para aumentar su poder. De todas formas, es sólo un rumor. ¿Tal vez la cabeza de la extraña bestia con que habitualmente se representa a Set no es un mero símbolo sino una muestra de su deformidad? Entre los Tzimisce circula la leyenda de que fue el progenitor de su clan el causante de la maldición Nosferatu, utilizando su poder para manipular la carne. Lo que sí es cierto es que los poderes alteradores de la carne no provocan efectos permanentes en el cuerpo de los Nosferatu, salvo algunos desafortunados “experimentos” con consecuencias horripilantes. Por último, algunos Nosferatu afirman que la Matriarca o tal vez algún otro descendiente de Nosferatu, habría dado lugar a la leyenda de la Medusa, la doncella que perdió su virginidad e incurrió en la ira de los dioses, convirtiéndose en un terrible monstruo que petrificaba con su mirada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario