La Cueva del diablo es un antiguo lugar de la ciudad española de Salamanca donde, según cuenta la tradición popular, impartía clase el mismísimo Diablo.
La ciudad de Salamanca, en España, es conocida mundialmente por su tradición univesitaria y por una vida que, desde hace más de ocho siglos gira en torno a su Universidad, la cual fundada en 1218 es una de las instituciones académicas más antiguas del mundo.
El origen de esta leyenda se remonta a los estudiantes de la Universidad de Salamanca durante la Edad Media, en donde se dice que estros mismos estudiantes se juntaban en esta cueva para estudiar, aunque son muchos los que señalan que realmente se congregaban allí para hacer brujería, y según testimonios escritos de la época muchos comentaban que era el propio diablo el que impartía clases a los alumnos en esta cueva, unas clases muy especiales a y por la que a cambio pedía su alma.
Dicha cueva se corresponde con lo que fue la cripta de la iglesia de San Cebrián, un lugar en el que se cuenta cómo el diablo daba clases de artes oscuras a un número reducido de estudiantes. Entre estos se encontraba el ilustre Marqués de Villena que fue encerrado en la cueva como castigo por no cumplir la promesa que se hacía al diablo cuando se entraba en la cueva. Cuenta la leyenda que hizo un pacto con el diablo para recuperar su libertad a cambio de su alma. Pero lo cierto es que el Marqués, transcurrido un tiempo, se pudo escapar cuando el diablo se dejó la puerta abierta de la cueva.
Después de estos sucesos extraños que vinieron sucediendo, Isabel la Católica, durante su reinado en el siglo XV ordenó tapiar preventivamente el acceso con argamasa y piedras (caementis saxisque).
Tras la destrucción de la iglesia que la albergaba a finales del siglo XVI, la cueva sirvió como trastero del palacio del Mayorazgo de Albandea, y posteriormente fue utilizada como trastero de una panadería y carbonería. En el siglo XX, a inicios de los años 90, se excavó concienzudamente la zona, situada en la Cuesta de Carvajal, a la espalda de las catedrales, y los hallazgos realizados fueron expuestos al público en 1993, constituyéndose una zona arqueológica formada por la llamada Torre de Villena (alusiva al marqués), la planta de la iglesia de San Cebrián y la Cueva de Salamanca.
El popular escritor del "Don Quijote de la Mancha", Miguel de Cervantes dio un tratamiento burlesco a la leyenda en su entremés titulado " La cueva de Salamanca". La tradición se trasladó a Hispanoamérica, en varios de cuyos países se denomina salamancas a los antros donde brujas y demonios celebran sus aquelarres.
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