domingo, 4 de marzo de 2012

LA REBELIÓN DE LOS ANTEDILUVIANOS

Algunos relatos fragmentarios de la Segunda Ciudad hablan de que el sire de Malkav
terminó por odiar a su chiquillo. Tal vez temía su visión o conocía algún secreto especialmente
vergonzoso. Varios versos encontrados en la ciudad de Nínive varios siglos más tarde parecen
indicar que uno de los vampiros de la Segunda Generación había tomado a uno de los Trece
Antediluvianos y lo golpeó y torturó por algo que éste había dicho…o se había negado a decir. La
mala conservación de estos versos sólo dan lugar a la especulación, pero parece que fue este hecho
el detonante de la rebelión de los Trece Antediluvianos contra sus sires.
Sin embargo, este relato no es único. Muchos otros clanes poseen versiones distintas donde
sus fundadores fueron los responsables de la rebelión, induciéndola o permaneciendo apartados de
la misma. La mayoría de estos relatos coinciden en que fue el Antediluviano Brujah el que acaudilló
a sus hermanos contra sus sires, pero es posible que el inductor de la rebelión fuera otro u otros. Sea
como fuere al final de la rebelión los Tres vampiros de la Segunda Generación fueron destruidos o
expulsados de la Segunda Ciudad; las escrituras son bastante confusas sobre el punto de si fueron
exterminados o si alguno de sus chiquillos consiguió diabolizarlos. Los Trece establecieron una
tregua y vivieron en paz, durante un tiempo, hasta que Caín regresó y los maldijo.

LA MALDICIÓN DE LOS LOCOS

El origen de la Maldición de Malkav, como las de los demás clanes, es una incógnita,
aunque según el libro de Nod, después del asesinato de sus tres chiquillos Caín regresó a la Segunda
Ciudad y maldijo a todos los Antediluvianos, aunque algunos clanes se niegan a reconocer que sus
Fundadores fueran maldecidos y consideran que en realidad fueron bendecidos por no participar en
la rebelión. Una vez más las fuentes son diversas, como los fragmentos de un espejo roto, pero fuera
cual fuese el motivo de la maldición, dejó una marca tan indeleble sobre Malkav, que nunca pudo
contar la misma historia a uno de sus chiquillos. Puede que ni siquiera el Libro de Nod contenga la
verdad al respecto.
Los mitos concuerdan en que cuando la sangre de Malkav se alteró por culpa de la
maldición también se transmitió a sus chiquillos, y todos los vampiros del linaje de Malkav
despertaron con la enloquecedora Visión latiendo tras sus ojos. La Visión afectó a su percepción de
la realidad.


“Él (Caín) lo maldijo (a Malkav), cuando difamó su imagen y lo maldijo con locura para
siempre.”
Este fragmento alude a uno de los posibles crímenes que Malkav cometió durante la rebelión
de los Antediluvianos.
“…Caín aprendió muchas cosas bajo la tutela de Lilith, pero ella no le enseñó todo lo que
sabía cuando la abandonó, pese a que ella apeló al primogénito del chiquillo de su chiquillo, y le
contó un secreto que lo dejó desolado, que destruyó su mente y enturbió su sangre.”
La figura de Lilith en general permanece apartada de los chiquillos de Caín después de que
éste la abandonara. No obstante, se cuenta que Caín se había resentido con su maestra, y liderando a
la Tercera Generación, atacó los Jardines de Lilith y mató a sus Hijos, lo que llevó a Lilith a
maldecir a la Tercera Generación. Sólo los Antediluvianos Nosferatu y Toreador se salvaron de esta
maldición, al apiadarse de los Hijos. Que Lilith transmitiera sus secretos a Malkav resulta poco
probable, aunque no imposible.



“…Contemplad al más necio de mis chiquillos,
El que se deleita en la locura.
Que enloquezca de veras, para
Que todos hayan de temer su compañía.”
Este fragmento pertenece al Libro de Nod, y parece indicar que Malkav no estaba
verdaderamente loco antes de la maldición de Caín.


“Entonces (Malkav), lejos de los ojos de sus hermanos, bebió hasta hartarse de la sangre
conjunta de los Tres. Pero era demasiado para sus venas, y su corazón estuvo a punto de estallar.
Sus ojos le fueron abiertos, y la Verdad los inundó…”
En general, el destino de los chiquillos de Caín después de la rebelión de los Antediluvianos
es una incógnita. No se sabe si fueron desterrados, destruidos, o ambas cosas, aunque algunos
clanes creen que uno o varios sobrevivieron. Tal vez este fragmento aluda a la confusión sobre la
identidad del sire de Malkav.


“… (Malkav) sostuvo a su padre entre sus manos,
Manos que podían quebrar la piedra,
Y mordió como un perro el cuello de su padre,
Y (el antiguo) gritó como un millar de chacales,
Como el buitre que muere con una flecha en el pecho.


Como el león que asesina a su cachorro.
Y (Malkav) absorbió el grito con su aliento,
Y comenzó a llorar.
Lloró durante muchas noches,
Y se lamentó, y se mesó los cabellos como una mujer…”
Algunos clanes como los Assamitas y los Nosferatu afirman que sus progenitores bebieron
la sangre de la Segunda Generación durante el alzamiento contra sus sires, pero ninguno recibió
ninguna maldición en el acto, sino que sus aflicciones provinieron del propio Caín.


“Marid (Malkav) se alzó sobre la roca donde Abraham había ofrecido en sacrificio a Isaac
y ofreció su carne a un espíritu a cambio de poder. Así el espíritu pudo entrar en el mundo de los
vivos y Marid al mundo de los espíritus. Compartir el mismo cuerpo los volvió locos a los dos.”
En el folklore árabe Malkav recibe el nombre de Marid, y el origen de su maldición es muy
diferente, habiendo encontrado la locura debido a su ansia de poder. Algunos textos apócrifos
postulan que en esa misma roca Caín sacrificó a Abel, y allí el propio Malkav sería sacrificado.


Y llegó un día en el que Malkav, vidente
De Caín, dejó de tener visiones.
Sus ojos se oscurecieron y nunca más
Pudo leer el destino.
Ni siquiera su compañero, el noble
Saulot, pudo consolarlo.
La duda lo consumió y abandonó Enoch.
Abandonó a sus hermanos y hermanas.
Abandonó la ciudad de su padre y partió
En busca de Caín.
Durante muchas noches, estuvo solo.
No se alimentaba porque debía saber el
Porqué.
Los días transcurrían sin descanso para él
Porque ya no veía ángeles:
Su duda le cegaba, su existencia era una
Celda.
Le pidió a Él, que le guiara y, como había
Hecho antes Caín,
Sacrificó lo más preciado que tenía: su
Visión.
Así fue como Malkav, ciego, encontró a
Caín.
A la sombra de un sicomoro, Malkav le
Habló a su padre.
Porque Dios ya no hablaba con él.
Aquella noche, Malkav le formuló una
Simple pregunta a Caín,
Una pregunta cuya respuesta necesitaba
Para entender mejor su maldición,
Y Su silencio.
Malkav le preguntó a Caín: “¿por qué?”
“¿Por qué vertiste la sangre de tu hermano
en la arena?”
“¿Por qué te arrojaste a la oscuridad?”
“¿Por qué renunciaste al perdón cuando
se te ofreció?”
“¿Por qué nos condenaste a nosotros, a
nuestros hijos y a los hijos de nuestros
hijos a traicionarnos mutuamente hasta la
Última Noche?”
“¿Por qué estabas ciego para el amor de
Dios y el de tu hermano?”
Y con cada pregunta crecía y se intensificaba
La ira de Caín.
No por la falta de respeto de Malkav o por sus dudas
Acerca de él,
Progenitor de la Raza, Dios y Padre de
Todos ellos.
Sino porque el propio Caín no tenía
Respuesta.
En el rostro de Malkav, Caín vio a Abel y
No pudo hablar.
Ya no lo recordaba:
El amor que lo había condenado a la
Oscuridad;
Las palabras de Dios antes del destierro;
La voz de su hermano;
Lo había olvidado todo.
Sabía que el misterio perduraría hasta el
Fin de los Tiempos,
Y eso lo enfurecía.
Entonces Caín se dirigió a Malkav:
“No lo sé, Vidente, y tú tampoco lo sabrás,
Y al igual que mi hermano me temió, los
Tuyos te temerán,
A tus visiones y a tus hirientes preguntas.
Te condeno al silencio,
Al silencio de la locura para que, como yo,
Te pierdas solo en la duda.”
Así fue como Malkav quedó destinado a
La locura, envuelto en la duda,
Y así aguarda hasta la Gehena para preguntarle
De nuevo a Caín: “¿Por qué?”

Los versos anteriores proceden de un antiguo pergamino sacado a la luz recientemente por el
Príncipe vampiro de Budapest. Ésta y otras versiones afirman que Malkav fue desterrado de la
Segunda Ciudad y maldecido separadamente del resto de sus hermanos. Estos fragmentos
constituyen un reproche póstumo a Caín por haber creado la raza de los vampiros y haber
condenado a su progenie.


LA SANGRE DE LOS LOCOS

Se dice que después de ser maldecido por Caín, con su mente hecha pedazos y los ojos
abiertos a otras dimensiones de la existencia, Malkav devoró a todos sus chiquillos. Los que
vinieron después fueron los primeros Malkavian. Eligió un número para sus nuevos hijos, que
comúnmente se acepta que fueron seis, aunque algunas fuentes señalan ocho, doce, veinte o más.
Todos estos chiquillos fueron elegidos al mismo tiempo, y según es creencia aceptada entre el clan
de los Locos, si uno de sus chiquillos era destruido, Malkav regresaba para devolver el cómputo a
su origen o instaba a uno de sus descendientes a aumentar su poder mediante el canibalismo de
otros vampiros.
De estos primeros Malkavian sólo se tiene conocimiento de cuatro, los otros permanecen
ocultos o bien fueron destruidos con el transcurso de las edades y sustituidos por otros.



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