jueves, 1 de marzo de 2012

Los nombres secretos de Dios

Desde al menos tres milenios a esta parte, en el hebreo escrito exclusivamente son plasmadas las consonantes, ya que no hay letras para indicar las vocales.
Por lo cual, si usted quisiera escribir "Hola", encontraría en el papel la palabra "Hl".
¿Cómo sabe que allí se debe leer "Hola" y no "huele", u "ohel", o similar?
Pues, con conocimiento del idioma, con atención al contexto, y por el sentido del texto.
Si leyera "hl, ¿cm sts?" al comienzo de una carta, ¿no sería lógica decodificar "hola, ¿cómo estás?"
Esto fue así en épocas de Avraham, de Moshé, de Ezrá, de Rabbí Akiva, y hasta el siglo VIII de la EC, cuando unos sabios en Israel inventaron un novedoso sistema de codificación de las vocales (llamado nikud), que serían representadas por medio de rayas y puntos en torno a las consonantes.
Sin embargo, no todos los textos en hebreo usan el nikud, algunos por comodidad del escritor, otros por gusto, otros por disposiciones técnicas, y otros más porque está prohibido por la Tradición y la legislación (entre estos últimos se encuentran los rollos de Torá que son los que mantienen la fidelidad del texto escrito por vez primera por Moshé según dictado de Dios, hace unos 3300 años atrás).

Ahora bien, en el siglo octavo ANTES de la Era Común, obviamente que por escrito se ponía Y-H-V-H* para referirse al Eterno.
¿Cómo sería de otra manera, si así está escrito en la Torá, en la revelación de la Palabra de Eterno?
Pero, cuando nuestros antepasados leían esas cuatro letras, o la pronunciaban, decían "Adona-i".
Notará que lo pronunciado no corresponde en absoluto a lo escrito.
Tal como si viéramos escrita el grafema "sdjh" y dijéramos invariablemente "Hola".
¿Se entiende el procedimiento?
Escrito había una palabra, pero se pronunciaba otra.
Sin embargo, ambas refieren a lo mismo, al Eterno que es Uno y Único.

Por otra parte, y tal como dijimos en la introducción, antes del siglo octavo DE LA Era Común, JAMÁS podrían haber escrito Jehová o similares, pues ¡no contaban con signos para las vocales!
Lo ÚNICO que ponían por escrito era lo que se venía escribiendo desde hacía siglos, las cuatro letras del Tetragrámaton Y-H-V-H.
Consonantes y sólo consonantes.
Antes del siglo octavo DE LA Era Común, JAMÁS podrían haber dicho Jehová o similares, pues no existía la mixtura de las letras consonantes Y-H-V-H con los signos vocales E-O-A, ya que ¡aún no se habían inventado signos para las vocales!
Entonces: ¿cómo se podrían confundir con algo que no existía (ni alucinaban que pudiera darse)?

En resumen, para que se produjera el error de mezclar lo escrito con lo leído, debía existir un mecanismo para fundir por escrito las vocales, y eso era imposible antes del siglo VIII EC.
En consecuencia, si alguien afirma que antes del siglo VIII EC aparecía escrito "Jehová", no hace más que mentir desfachatadamente.
Por ejemplo, es como si le dijeran que Faraón se comunicaba por email con sus soldados... un total y enfermizo anacronismo...

En cuanto a suponer motivaciones para continuar con el uso de la voz "Jehová", sabiendo que es un error y una falsedad, no sé a qué se puede deber.
Pero lo que es evidente, es que si hay personas que se auto-denominan "Testigos de Jehová" y sostienen este presunto testimonio, en verdad, ¿qué falsedad están testimoniando?
Una falsedad pagana, muy muy lejana de Dios, que es imperceptible, inaprensible, incluso (tal como comprobamos en este texto) Su Nombre es imposible de pronunciar. ¿Cómo pronunciar Y-H-V-H si no sabemos las vocales que corresponden a esta palabra?
E-O-A, no lo son...

 Jiu El más antiguo y secreto nombre de
Dios. El canto de la palabra HU es una
canción de amor a Dios. Puede cantarse en
voz alta o en silencio, para uno mismo.

HU es un antiguo y sagrado nombre de
Dios. Puedes cantarlo en casa. Sencillamente,
siéntate o acuéstate en un lugar tranquilo
y canta HU (se pronuncia jiu, alargando la
U). Esta antigua canción permite que la Voz
de Dios entre en ti como amor, Luz o Sonido.
La Luz y el Sonido de Dios son partes
integrales del amor divino, conocidas sólo por
unos cuantos. Estos pilares gemelos del amor
de Dios constituyen el fundamento básico de
las enseñanzas de ECK. 
   De acuerdo, ya vimos la importancia del Tetragrámaton y parte del simbolismo que encierra.
Ahora quisiera empezar a aterrizar algunos conceptos con respecto a su aplicación práctica.
Siendo éste, el nombre principal de la Divinidad Hebrea es evidente de que los cabalistas se
dedicaron con ahínco a estudiarlo y tratar de comprender sus significados ocultos en todas las
formas posibles.
Como ya habíamos mencionado, las letras hebreas tenían asignado tanto un fonema, como un
número, así al sumar las letras YHVH éstas suman veintiséis -10,5,6,5-, sin embargo en varias
fuentes talmúdicas tempranas se menciona que al desplegar en extensión el Tetragrámaton se
encuentra el nombre Divino de setenta y dos letras, conocido como Shem ha-Mephorash . Hay dos
maneras de derivar el número 72 a partir del IHVH, la más simple es recurrir al Tetrakys, el
símbolo atribuido a la divinidad en la escuela pitagórica que consistía en un triángulo equilátero
que se trazaba con diez puntos. Así en la cúspide se colocaba el Yod, en el segundo nivel el
Yod,He; en el tercero el Yod,He,Vav, y en el último nivel el nombre completo Yod,He,Vav,He. Y al
sumar los valores de las diez letras dibujadas la suma daba setenta y dos. El otro método se
encuentra mencionado en el Bahir, un libro clásico cabalista publicado en el Medioevo y atribuido
a la escuela provenzal. Hay que aclarar que tradicionalmente la Cábala se transmitía de maestro
a alumno, de boca a oído; así que el hecho de que no existan textos anteriores no significa que
los conceptos básicos no estuvieran presentes con anterioridad. En el Bahir que es considerado un
Mishdra, es decir un comentario a la Torah se lee en el capítulo 107.
Cuál es el significado de los versículos –Números 6; 24-26- “
24 Jehová te bendiga, y te guarde; 25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti
misericordia; 26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
Este es el nombre explícito del santísimo, aquel que contiene doce letras
Como está escrito YHVE, YHVE, YHVE. Esto nos enseña que el nombre de Dios consiste en tres
grupos, donde cada uno se parece al otro. Las cuatro letras se pueden permutar en 24 formas
diferentes, formando un grupo. Multiplica 24 por tres y obtendrás los 72 nombres benditos.
Bastante esotérico incluso para mí, pero de ese tenor son los libros de Cábala Tradicional. El caso
es que setenta y dos es importante porque los pueblos que desarrollaron la astrología –Caldeos -
tenían una base sexagesimal en su sistema de numeración y dividían la esfera zodiacal en 360
grados, los cuáles se repartían entre los doce signos astrológicos. Cada signo se podía a su vez
dividir en tres decanatos y cada decanato en dos partes de cinco grados. Lo cual daba 72
subdivisiones.
Los místicos judíos eran muy dados a reflexionar profundamente –cavilar; que viene de Cábala- en
la Biblia y notaron que tres versículos consecutivos del Éxodo -19,20,21- estaban formados por
setenta y dos letras, lo que no podía ser de ninguna manera una casualidad. Así que llegaron a la
conclusión de que en esos versículos se encontraban escondidos los nombres de Dios, para
determinar cuáles eran éstos colocaron las letras del primero de izquierda a derecha, la siguiente
de derecha a izquierda y la última como al principio. Así obtuvieron setenta y dos nombres de
tres letras atribuidos a Dios.
Los versículos del Éxodo son los siguientes
19 Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y
asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas, 20 e iba
entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para
aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a
los otros. 21 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por
recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.
  20 He aquí yo envío el Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el
lugar que yo he preparado. -->21 Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde;
porque él no perdonará vuestra rebelión: porque mi nombre está en él. -->22 Pero si en verdad
oyeres su voz, é hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo á tus enemigos, y afligiré á los
que te afligieren. -->
Los versículos anteriores también están tomados del éxodo, y en mucho nos recuerdan al
concepto de Santo Ángel Guardián, manejado por la Tradición Mágica Occidental. Llama la
atención la frase “mi nombre está en él”. Como habíamos visto, el nombre más sagrado de Dios
en la Biblia es el tetragrámaton –IHVH- el cuál permite doce permutaciones al transliterar las
letras. En muchas partes del antiguo testamento encontramos indicios de que en el pensamiento
hebreo estaba presente la noción de la astrología como parte de su visión cosmológica. Doce
tribus de Israel, doce piedras en el pectoral del sumo sacerdote, doce varas de mando. La visión
de Ezequiel con sus cuatro santas criaturas que se corresponden con los signos fijos del zodiaco.
En la entrada anterior vimos como 72 es un número importante en astrología pues corresponde a
las subdivisiones que resultan de partir los tres decanatos que existen en cada signo astrológico,
cada signo posee 30 grados, treinta por doce, treinta y seis -una tradición judía asegura que el
mundo se sostiene en los Hasidei Ummot Haolam, los treinta y seis hombres justos-. La razón de
esa partición es porque se dice que cada decanato está regido por un planeta y en los primeros
cinco grados su fuerza está exaltada y en los siguientes en detrimento.
Así pues los cabalistas habían encontrado la forma de derivar 72 nombres divinos a partir de los
versículos de la Éxodo, hay que enfatizar que esta búsqueda afanosa de los nombres de Dios es
parte fundamental del quehacer cabalístico; no olvidemos que Según la Cábala, la potencia divina
reside en el Verbo, en la Palabra, entonces A Dios como existencia, también le corresponde una
serie de nombres de acuerdo a la manera que escoge para manifestarse. La lógica del
pensamiento cabalístico se basa en un principio relativamente simple: si los textos Sagrados son
inspiración directa de Dios, que simplemente usó un redactor humano como amanuense, esa
emanación directa de Dios se plasma en un texto absoluto en el que el azar se reduce a cero.En
la escritura revelada por Dios no puede haber nada que se sea fruto de la casualidad. Una
emanación directa y voluntaria de Dios tiene que participar de su propia perfección. Por lo tanto
, el libro, que es parte de Dios mismo, resulta ser un sistema perfecto, a través del cuál, por
medio de su estudio, el hombre puede remontarse a la comprensión de la obra divina
trascendiendo sus propios límites; el hombre puede elevarse por encima de las limitaciones de su
ser hasta la inteligencia de Dios. El Libro es una escalera para llegar a Dios. El no puede repudiar
un acercamiento del hombre, puesto que le ha legado las claves de su obra en el Libro sagrado.
La comprensión de la obra de Dios implica el conocimiento del mundo y de sus mecanismos.
Conocer es poder. De ese modo la Cábala conduce al poder. El conocimiento absoluto de la
palabra clave, los Nombres secretos de Dios.
El conocimiento del Nombre de una cosa otorga poder sobre ella. EL conocimiento del Nombre
del Creador, del principio máximo, otorga poder sobre su obra, es decir, sobre la creación misma.
Es el poder sin límites. Cuando el portador del nombre lo pronuncia sus ondas vibratorias se
expanden concéntrica mente hacia innumerables centros. Ese sonido emitido, esa enunciación de
la idea de Dios. Es lo que los pitagóricos llamaban la música de las esferas.
Retomando el tema del Shem haMephoresh, lo que en realidad buscaban los cabalistas era una
forma de canalizar la energía que se despliega a lo largo del año zodiacal, la partición en
decanatos –diez grados- del zodiaco ya era una aproximación bastante precisa para diferenciar la
naturaleza de la fuerza, pero el decanato permite una última división para precisar si la energía
es expansiva es decir, si se manifiesta hacia el exterior, ó recesiva, si se concentra en el interior.
Ahora bien, Dios habita el mundo divino –Atziluth-, en las siguientes emanaciones que van desde
lo sutil hasta lo denso; Mundo Briahtico ó Arcangélico, Mundo Yetzirahtico ó Angélico, y Mundo
Assiáhtico ó material, es donde el cabalista puede trabajar a través de las fuerzas que Dios
dispuso para regir al universo, una vez que se ha obtenido el conocimiento del nombre divino, lo
que resta es averiguar a qué fuerzas angélicas hay que acudir para emplear el poder que da el
conocimiento de los nombres divinos.
Y bueno, no puedo agotar el tema sin extenderme demasiado, así que prefiero dejar el resto para
la siguiente entrada.
  Dentro las creencias más arraigadas del misticismo hebreo está la noción del lenguaje como
elemento a través del cual la divinidad crea y sostiene al mundo. El Sepher Yetzirah uno de los
libros fundamentales en Cábala es un tratado donde se hace referencia a las veintidós letras del
alfabeto hebreo como los ladrillos que sostienen la creación. Tres letras madres que corresponden
a los elementos fuego, agua y aire; siete letras dobles que se equiparan a la energía de los
planetas de la astrología clásica y doce letras sencillas asignadas a los signos del zodiaco. La
cábala no es un cuerpo de creencias unificado, hay diversas escuelas y tradiciones que la
conforman, unas más místicas que otras. Por ejemplo las veintidós letras hebreas en algunas
corrientes se relacionan a los veintidós poliedros regulares conocidos para de esta forma aportar
la estructura del universo.
Para los cabalistas la palabra está ligada a la cosa en formas que trascienden la asociación
circunstancial, la palabra es la cosa. En uno de los libros apócrifos de la Biblia se relata como
Jesús en su infancia le dio cátedra al maestro que pretendía enseñarle el alfabeto acerca de los
significados ocultos de las letras. En la actualidad Margaret Magnus, una reconocida lingüista
estadounidense, ha realizado estudios extensivos en la lengua inglesa para demostrar que la
manera en que asignamos las letras a las palabras está relacionada con el significado, esta
disciplina se conoce como Fono semántica. Asimismo hemos visto que la numeración asignada a
las letras e incluso la grafía le dan al cabalista elementos para encontrar los significados ocultos y
las leyes que gobiernan el universo, una de los cabalistas que más desarrollo el tema fue Abraham
Abulafia en la España medieval, más o menos por la misma época de la publicación del Zohar.
Aquellos seguidores de Richard Gere recordaran el film Bee Season, donde el actor interpreta a
un profesor de religión estudioso del sistema cabalístico de Abulafia, que descubre que su hija
puede alcanzar estados místicos al deletrear las palabras. Está visión de la Cábala es parcial,
pues esta tradición incluye muchísimos más elementos, sin embargo es pertinente al tema de las
palabras de poder y su uso para modificar a voluntad la realidad interna y externa.
Hay infinidad de palabras para invocar el concurso de la energía del universo en distintas
tradiciones. Recordemos como ejemplo los mantras empleados en Oriente, la explicación de
porque parecen funcionar pasa desde las que ya hemos dado, hasta las más racionalistas que
sugieren que es una forma de enfocar la mente para un propósito, ó de liberar el potencial
inconsciente de la mente. En la corriente Chaos Magick una de las derivaciones modernas de la
Tradición Mágica Occidental se ha llegado a inventar un lenguaje llamado Ouranico Barbarico para
potenciar sus rituales, sus palabras se han diseñado al azar.
  Habíamos visto que desde los primeros textos cabalísticos conocidos se venía hablando del Shem
HaMephoresh como el nombre extendido en 72 partes que se derivaba del Tetragrámaton.
Asimismo mencionamos los dos métodos conocidos para derivar el número 72 a partir del YHVH, y
de que éste número era importante puesto que era una forma de dividir los 360 grados de la
esfera del zodiaco en la fracción más pequeña en que se podía diferenciar las energías que se
desplegaban a lo largo del año. En otras palabras cada diez grados, ó decanato del zodiaco hay un
planeta que manifiesta su energía matizada a su vez por el signo que atraviesa el sol, pero cada
cinco grados esa misma energía tiene una forma diferente; entonces 5 por 72 = 360. En las
entradas anteriores se puntualizó que en el misticismo hebreo, las letras-sus vibraciones- eran los
ladrillos que aportaban la estructura al universo y que de todas las palabras conocidas, las más
importantes eran los nombres de Dios, puesto que eran la forma de contactar con las
manifestaciones de la divinidad. Que una parte de la Cábala estaba exclusivamente dedicada al
estudio de los libros sagrados y que los nombres explícitos y secretos de Dios estaban contenidos
en ellos. Es de ésta manera que al encontrar que tres versículos consecutivos del Éxodo estaban
compuestos por 72 letras cada uno se supuso que estaban relacionados con las mansiones ó partes
de cinco grados del zodiaco. Al escribir los tres versículos uno sobre el otro, primero de izquierda
a derecha, luego de derecha a izquierda y el tercero de izquierda a derecha se obtenían 72
grupos de tres letras que se reconocían como los nombres de Dios en relación al zodiaco. Por
último se dijo que de acuerdo al pensamiento cabalístico el universo es el resultado de las
emanaciones sucesivas de la divinidad que daban por resultados cuatro mundos, o niveles de
realidad que estaban superpuestos y que para modificar la realidad externa ó interna había que
acudir a todos los niveles como si fuera una escala corporativa. Mundo divino, Arcangélico,
Angélico y Material.
Ahora bien, es en el mundo de Yetzirah, ó Angélico donde se realiza la Magia, donde las ideas se
traducen en imágenes que después cristalizaran en el universo, así pues era menester saber los
nombres de los ángeles de las mansiones del zodiaco. Para determinarlos se tomaron los 72
nombres a los que se les adicionaron dos letras. Aleph-Lamed; y Yod-He. Es decir El, ó Yah. La
primer terminación al referirse a una fuerza expansiva, masculina actúa hacia afuera en la
realidad material. La segunda es femenina, introspectiva y tiene que ver con el desarrollo de la
conciencia, ó realidad interior.
Athanasis Kircher, el jesuita alemán del siglo diecisiete que escribió sobre temas cabalísticos
aborda el tema de la Shem HaMephoresh (Oedipus Ageptiacus), al igual que Cornelio Agrippa
(Filosofía Oculta) y Lenain (La Science Cabalistique), en todos hay unanimidad en señalar a los
cero grados de Aries como el punto al que se le atribuye la regencia del primer ángel del nombre
dividido, sin embargo en la Orden Hermética del Amanecer Dorado (Goldendawn) se decidió que
lo correcto era empezar a partir del Primer grado de Leo y terminar en el último de Cáncer. Aún
peor hay quién considera que hay que atribuir los primeros dieciocho ángeles a los signos de
fuego, los que siguen a los signos de agua, luego los de aire y por último los de tierra, citando
como referencia un párrafo sacado de las Claves de Salomón.
Para delinear la operación me remito a las fuentes más antiguas por varias razones; una forma de
ver el zodiaco es como el recorrido que tiene que hacer el alma a través de diversas
encarnaciones por los distintos signos y de acuerdo a las características de cada uno se nota una
progresión en los temas dependiendo de si la acentuación está puesta en aprender a dominar el
mundo material –Aries-, ó el mundo espiritual –Piscis-; si creemos que los ángeles son los
egregores que cristalizan la intención del mago –ver la entrada titulada ¿Qué son los Dioses?- ,
aquellos que han sido empleados por más tiempo son más fáciles de contactar en ese caso la
secuencia de Kirchner tiene la primicia; asimismo el 21 de marzo es el equinoccio vernal que es
el momento que marca la entrada de la primavera en el hemisferio norte y es el tiempo en que
según la Biblia tuvieron lugar los acontecimientos que narra el Exodo, así que en ella se establece
“éste es el primer mes del año” Exodo 12:12
A continuación los nombres de los 72 ángeles, sus atribuciones
VEHUIAH
VOLUNTAD
02
JELIEL
AMOR Y SABIDURÍA
03
SÍTAEL
VOLUNTAD DE CONSTRUIR
04
ELEMIAH
PODER DIVINO PARA CREAR
05
MAHASIAH
CAPACIDAD DE RECTIFICAR
06
LELAHEL
LUZ, ENTENDIMIENTO, CONCIENCIA
07
ACHAIAH
PACIENCIA DOTES DE OBSERVACIÓN
08
CAHETEL
BENDICIÓN DE DIOS
09
HAZIEL
MISERICORDIA DE DIOS
10
ALADIAH
GRACIA DIVINA
11
LAUVIAH
VICTORIA
12
HAHAIAH
REFUGIO, AISLAMIENTO PROTECTOR
13
IEZALEL
FIDELIDAD
14
MEBAEL
VERDAD, LIBERTAD Y JUSTICIA
15
HARIEL
PURIFICACIÓN
16
HEKAMIAH
LEALTAD
17
LAUVIAH
REVELACIÓN INTERNA DE LA VERDAD
18
CALIEL
JUSTICIA
19
LEUVIAH
INTELIGENCIA EXPANSIVA Y FRUCTIFICANTE
20
PAHALIAH
REDENCIÓN DISCERNIMIENTO Y RECTIFICACIÓN
21
NELKHAEL
AFÁN DE APRENDER
22
YEIAYEL
RENOMBRE, ÉXITO Y FORTUNA
23
MELAHEL
CAPACIDAD CURADORA
24
HAEHUIAH
PROTECCIÓN CONTRA LA VENGANZA
25
NITH-HAIAH
SABIDURIA
26
HAAIAH
CIENCIA POLÍTICA
27
YERATHEL
PROPAGACIÓN DE LA LUZ
28
SEHEIAH
LONGEVIDAD
29
REIYEL
LIBERACIÓN
30
OMAEL
MULTIPLICACIÓN
31
LECABEL
TALENTO RESOLUTIVO
32
VASARIAH
JUSTICIA CLEMENTE
33
YEHUIAH
SUBORDINACIÓN
34
LEHAHIAH
OBEDIENCIA
35
CHAVAKIAH
RECONCILIACIÓN
36
MENADEL
TRABAJO
38
HAAMIAH
SENTIDO RITUAL Y CEREMONIAL
39
REHAEL
SUMISIÓN FILIAL
40
IEIAZEL
CONSUELO O REGOCIJO
41
HAHAHEL
SACERDOCIO CONSAGRACIÓN A DIOS
42
MIKAEL
ORDEN POLÍTICO
43
VEULIAH
PROSPERIDAD
44
YLAHIAH
TALENTO MILITAR
45
SEALIAH
MOTOR, VOLUNTAD CONTINUADORA
46
ARIAL
PERCEPCIÓN REVELADORA
47
ASALIAH
CONTEMPLACIÓN
48
MIHAEL
GENERACIÓN, DESEOS FECUNDOS Y CREADORES
49
VEHUEL
ELEVACIÓN O GRANDEZA
50
DANIEL
ELOCUENCIA
51
HAHASIAH
MEDICINA UNIVERSAL O PIEDRA FILOSOFAL
52
IMAMIAH
EXPIACIÓN DE ERRORES
53
NANAEL
COMUNICACIÓN ESPIRITUAL
54
NITHAEL
LEGITIMIDAD SUCESORIA-ÁNGEL DE LA PAREJA
55
MEBAHIAH
LUCIDEZ INTELECTUAL
56
POYEL
SOSTÉN MATERIAL, FORTUNA, TALENTO Y MODESTIA
57
NEMAMIAH
ENTENDIMIENTO, DISCERNIMIENTO
58
YEIALEL
FORTALEZA MENTAL
59
HARAEL
RIQUEZA INTELECTUAL
60
MITZRAEL
REPARACIÓN , CURACIÓN MENTAL
61
UMABEL
AFINIDAD, AMISTAD, ANALOGÍA
62
IAH-HEL
AFÁN DE SABER
63
ANAUEL
PERCEPCIÓN DE LA UNIDAD
64
MEHIEL
VIVIFICACIÓN, MATERIALIZACIÓN DE LOS IMPULSOS
65
DAMABIAH
FUENTE DE SABIDURÍA
66
MANAKEL
CONOCIMIENTOS DEL BIEN Y DEL MAL
67
EYAEL
TRANSUBSTANCIACIÓN
68
HABUHIAH
CURACIÓN, CONSERVACIÓN DE LA SALUD
69
ROCHEL
RESTITUCIÓN
70
JABAMIAH
ALQUIMIA TRANSMUTACIÓN
71
HAIAIEL
ARMAS PARA EL COMBATE, DISCERNIMIENTO Y PROTECCIÓN
72
MUMIAH
FINALIZACIÓN, RENACIMIENTO
  

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