domingo, 4 de marzo de 2012

EL DEVORADOR DE NOMBRES

Entre los chiquillos de Malkav se encontraba un monstruo que descubrió el secreto para
comer nombres…engulléndolos por entero y alimentándose de poder. Siempre que devoraba el
nombre de una persona ésta enfermaba y moría, y todo lo que habitaba en esa persona era digerido e
incorporado al Devorador.
Se dice que en vida fue un sabio iluminado y la locura le llevó a razonar que en su nuevo
estado no necesitaba consumir sangre, sino que podía alimentarse de cualquier cosa, adoptando la
esencia de lo que comía. El secreto de cómo realizarlo es desconocido, pero algunos antiguos
rumorean que los vampiros orientales también lo conocen. El Devorador comenzó a devorar
piedras, cielo, colores y nombres, antes de decantarse finalmente por los nombres, creyendo que le
harían sabio otra vez y recuperaría su cordura.
Los Malkavian aseguran que todavía pueden escucharlo en el silencio de la mente cuando
tratan de recordar una palabra, royendo con dientes como cuchillos. Algunos creen que deben
detenerlo, al limitar el mundo a una realidad cada vez más pequeña, pero otros lo defienden,
diciendo que el Devorador protege a los Malkavian del resto de los vampiros y está tratando de
liberar a todas las criaturas vivientes rompiendo la estructura de la realidad de forma que cualquier
nombre pueda ser asociado con cualquier cosa y cualquier cosa pueda estar asociada con cualquier
nombre. Cuantos más nombres sean devorados, más débil se hará la realidad objetiva.

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