"Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos"
οὕτως ἔσται ἐν τῇ συντελείᾳ τοῦ αἰῶνος ἐξελεύσονται οἱ ἄγγελοι καὶ ἀφοριοῦσιν τοὺς πονηροὺς ἐκ μέσου τῶν δικαίων
Pero ahora la Luz de Ormuz (Ahura Mazda) y la Obscuridad del Espíritu de
la Mentira (Ahriman) luchan en cada cosa. Por tanto todos los seres
tienen su parte buena y su parte impura. Así es deber del santo (en
quien predomina la luz), iluminar a los hombres haciendo retroceder la
obscuridad. Pero al fin del mundo, la maldad aparentará su triunfo al
confundir las mentes. Los buenos serán perseguidos y a ellos se habrá de
atribuir todos los defectos que padecen los perversos, simulando éstos
la mayor rectitud. Pero será el momento en que Ormuz enviará a su hijo
Saoshyant para salvar al mundo.(22)
El estará ayudado por los alados espíritus de la Luz que son los
ángeles y los arcángeles, así como lo tenebroso estará auxiliado por las
jerarquías de los demonios. Todo quedará alineado para la batalla final
y entonces, en cataclismo Universal, Ormuz derrotará a Ahriman. Por
imperio de Ormuz surgirá un nuevo mundo puro. Los muertos resucitarán
revestidos de un cuerpo glorioso. Los ángeles y los arcángeles tenderán
el Puente del Juicio por el quel transitarán los justos.(23)
Pero el puente espléndido y firme comenzará a cerrarse al paso del
réprobo.y éste caerá. Las almas de los que murieron en pecado se
reunirán con los que sirvieron a los malos gobernantes, con los que
hablaron falsedades y con los que mantuvieron una mala conciencia. Todas
las almas injustas serán bienvenidas en la Mansión de la Mentira(24) así como las almas de los justos habrán de morar en la Mansión de las Canciones.
“Antes de la creación del hombre solo existían criaturas celestiales, o
bien llamados ángeles, cuando Luzbel se reveló contra dios dando paso a
un cruenta guerra en el cielo todos se dividieron, dejando a su paso
miles de daños, ángeles que optaron por seguir a Luzbel fieles a su
orgullo y otros tantos que cayeron por no querer pelear.
Los ángeles caídos, condenados al exilio por su desobediencia, vagan por el mundo conservando algunas de sus habilidades celestiales, su deber es tratar de mantener la paz, pues el que hayan caído no significa que pueden hacer de las suyas sin que nadie los esté vigilando.
Todo en la creación parte con un ángel, por eso es que los demonios, que en algún momento también fueron ángeles siguen aquí.
Siguiendo con nuestro relato, con la creación del hombre pasaron demasiadas cosas, muchos ángeles se rindieron ante estos nuevos seres, muchos otros los miraron con reticencia, pero un grupo de ángeles caídos osaron ir más allá, Los Grigory, también llamados observadores o vigilantes, se aparearon con las “hijas del hombre”.
-¿Qué es lo que les ocurre? –Preguntó un ofuscado Samyaza.
-No hemos hecho nada malo –Respondió Daniel desde su silla.
No todo quedó ahí, pues el resultado de estas uniones fue maldecido, lo que para los ángeles debía ser la mayor de las alegrías se transformó en la peor de las pesadillas, sus hijos, una nueva raza de gigantes llamados Nefilim no podrían vivir más de 120 años y se les quitó el sentido de la visión; Dejándolos completamente ciegos, lo único que pueden percibir, es la “llama del alma”. Con la creación de hombre el mundo se llenó de nuevos seres, animales, fenómenos, aberraciones, criaturas de la noche.
Cuenta una leyenda, que una bruja ayudó a un hombre a ser inmortal, trayéndolo de vuelta desde las mismísimas garras del infierno, creando así al primer Vampiro de la historia miles de años antes de cristo. Jugar con el equilibrio de la naturaleza no es cosa de niños, y no puedes hacerlo sin pagar las consecuencias, es por esto que la bruja fue desojada de sus poderes y al hombre se le condenó a vivir de noche, sin poder exponerse al sol y para poder sobrevivir debía beber la sangre de otro ser viviente.
Miles de años antes de Cristo, para muchos, un ángel caído tuvo la mala, o buena fortuna, según como lo quieran ver, de cruzarse con un vampiro converto, Anane y Tamiel.
Ninguno de los dos pudo apartar sus ojos del otro, creando un lazo indestructible entre ellos, se amaron, procrearon y se olvidaron de todo y de todos, solo existían ellos; Sus hijos, otra nueva raza, llamada “Los mestizos” recibió el doble de maldiciones, pues ellos cargan con las de los ángeles caídos y los vampiros.
Muchos se les unieron en su lucha por el amor, basándose siempre en que mientras ambos estuviesen bien, todo en su mundo estaría bien.
-¿Qué es lo que te ata a este lugar? -Preguntó Anane sin despegar sus ojos de su amado.
-Simple -Dijo Tamiel tomando las manos de Anane entre las suyas- Eres tú.
Eso era todo lo que Anane necesitaba escuchar para seguir adelante, había encontrado algo demasiado valioso como para dejarlo ir, había encontrado el amor de su vida en una criatura que no tenía por qué haber conocido, pero así fue como ocurrió.
Muchos otros ángeles y muchos otros vampiros se enamoraron, creando nuevos mestizos, destilando amor por todas partes.
Los vampiros originales no existen, no existe ser más poderoso en el planeta que los mestizos, una mezcla rara pero letal y fascinante, aunque en el mundo actual quedan pocos, en su gran mayoría son los lideres de los bandos o clanes de ángeles, vampiros, hombres lobo y otros seres.
Existe solo una cosa capaz de matar a un mestizo, una flecha astral, disparada con un arco especial, pero lamentablemente para todos quienes los quieren ver muertos, no hay quien las fabrique, los primeros mestizos se encargaron de borrar todo rastro de ellas.
Viven su vida sin molestar a nadie, buscando su destino y horizonte, nadie los detiene cuando se trata de ellos y los que quieren.
En la década de los 80 los vampiros salieron a la luz revelando su existencia a los humanos, con el consentimiento de los mestizos, de esta forma ellos solo se hacen pasar por simples vampiros sin revelar nunca lo que son en realidad.
Para los humanos la gravedad es lo que los ata a la tierra, pero para los seres sobrenaturales no es así, muchas veces su "gravedad" tiene nombre y apellido.
-Tú me sostienes, tú me guías, sé que nunca me dejaras caer, eres tú, mi gravedad...”[/size]
Los ángeles caídos, condenados al exilio por su desobediencia, vagan por el mundo conservando algunas de sus habilidades celestiales, su deber es tratar de mantener la paz, pues el que hayan caído no significa que pueden hacer de las suyas sin que nadie los esté vigilando.
Todo en la creación parte con un ángel, por eso es que los demonios, que en algún momento también fueron ángeles siguen aquí.
Siguiendo con nuestro relato, con la creación del hombre pasaron demasiadas cosas, muchos ángeles se rindieron ante estos nuevos seres, muchos otros los miraron con reticencia, pero un grupo de ángeles caídos osaron ir más allá, Los Grigory, también llamados observadores o vigilantes, se aparearon con las “hijas del hombre”.
-¿Qué es lo que les ocurre? –Preguntó un ofuscado Samyaza.
-No hemos hecho nada malo –Respondió Daniel desde su silla.
No todo quedó ahí, pues el resultado de estas uniones fue maldecido, lo que para los ángeles debía ser la mayor de las alegrías se transformó en la peor de las pesadillas, sus hijos, una nueva raza de gigantes llamados Nefilim no podrían vivir más de 120 años y se les quitó el sentido de la visión; Dejándolos completamente ciegos, lo único que pueden percibir, es la “llama del alma”. Con la creación de hombre el mundo se llenó de nuevos seres, animales, fenómenos, aberraciones, criaturas de la noche.
Cuenta una leyenda, que una bruja ayudó a un hombre a ser inmortal, trayéndolo de vuelta desde las mismísimas garras del infierno, creando así al primer Vampiro de la historia miles de años antes de cristo. Jugar con el equilibrio de la naturaleza no es cosa de niños, y no puedes hacerlo sin pagar las consecuencias, es por esto que la bruja fue desojada de sus poderes y al hombre se le condenó a vivir de noche, sin poder exponerse al sol y para poder sobrevivir debía beber la sangre de otro ser viviente.
Miles de años antes de Cristo, para muchos, un ángel caído tuvo la mala, o buena fortuna, según como lo quieran ver, de cruzarse con un vampiro converto, Anane y Tamiel.
Ninguno de los dos pudo apartar sus ojos del otro, creando un lazo indestructible entre ellos, se amaron, procrearon y se olvidaron de todo y de todos, solo existían ellos; Sus hijos, otra nueva raza, llamada “Los mestizos” recibió el doble de maldiciones, pues ellos cargan con las de los ángeles caídos y los vampiros.
Muchos se les unieron en su lucha por el amor, basándose siempre en que mientras ambos estuviesen bien, todo en su mundo estaría bien.
-¿Qué es lo que te ata a este lugar? -Preguntó Anane sin despegar sus ojos de su amado.
-Simple -Dijo Tamiel tomando las manos de Anane entre las suyas- Eres tú.
Eso era todo lo que Anane necesitaba escuchar para seguir adelante, había encontrado algo demasiado valioso como para dejarlo ir, había encontrado el amor de su vida en una criatura que no tenía por qué haber conocido, pero así fue como ocurrió.
Muchos otros ángeles y muchos otros vampiros se enamoraron, creando nuevos mestizos, destilando amor por todas partes.
Los vampiros originales no existen, no existe ser más poderoso en el planeta que los mestizos, una mezcla rara pero letal y fascinante, aunque en el mundo actual quedan pocos, en su gran mayoría son los lideres de los bandos o clanes de ángeles, vampiros, hombres lobo y otros seres.
Existe solo una cosa capaz de matar a un mestizo, una flecha astral, disparada con un arco especial, pero lamentablemente para todos quienes los quieren ver muertos, no hay quien las fabrique, los primeros mestizos se encargaron de borrar todo rastro de ellas.
Viven su vida sin molestar a nadie, buscando su destino y horizonte, nadie los detiene cuando se trata de ellos y los que quieren.
En la década de los 80 los vampiros salieron a la luz revelando su existencia a los humanos, con el consentimiento de los mestizos, de esta forma ellos solo se hacen pasar por simples vampiros sin revelar nunca lo que son en realidad.
Para los humanos la gravedad es lo que los ata a la tierra, pero para los seres sobrenaturales no es así, muchas veces su "gravedad" tiene nombre y apellido.
-Tú me sostienes, tú me guías, sé que nunca me dejaras caer, eres tú, mi gravedad...”[/size]
Nadie sabe lo que significa para alguien sobrenatural tratar de vivir
como alguien normal, sin diferencias ni malas caras. Trata de tomar las
riendas de tu vida y hacerle frente, no te niegues a la posibilidad de
conocer a más como tú, puede que esa sea la mejor decisión que vas a
tomar. Eres tú el que decide
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