Durante años, siniestras historias han surgido de los bosques y las
tierras bajas de Puerto Rico que hablan de una criatura extraña y letal
que vaga por distintos lugares de la Isla. El mítico animal, de ojos
rojos y brillantes, según las descripciones de los lugareños, se
alimenta de sangre de los animales locales. Con sus garras y dientes
afilados, un cuerpo similar al de un mono y una hilera de púas corriendo
a lo largo de su espalda, el misterioso animal, con vicios de Vampiro,
es llamado por todos como : El Chupacabras.
Abundan las teorías con respecto a la naturaleza de la bestia.
Algunos investigadores y testigos indican que el monstruo es una especie
de murciélago gigante, mientras que otros creen en la teoría de que es
de origen extraterrestre. Una de las últimas ideas instaladas en la
creencia popular, indica que se trataría de un híbrido producto de algún
experimento científico secreto. Un monstruo creado en
un laboratorio de investigación genética, oculto en las profundidades de
El Yunque, que se encuentra en la Sierra de Luquillo, a unos 40
kilómetros al sureste de la ciudad de San Juan.
Aunque las apariciones de la bestia llevan muchos años, el
Chupacabras fue conocido por ese nombre a mediados de la década del 90,
lo cual ha llevado a muchos a suponer erróneamente que los ataques de
éste vampiro son un fenómeno relativamente reciente.
En septiembre de 1959, un documento llamado: “Buscando Comunicaciones
Interestelares”, escrito por físicos de la Universidad de Cornell,
Phillip Morrison y Giuseppe Conconi, hace referencia a la búsqueda de
vida extraterrestre a través de microondas. Aproximadamente, ocho meses
más tarde, un tal Frank Drake decidió poner a prueba las teorías y las
ideas de Morrison y de Conconi por sí mismo.
Lo hizo en el Green Bank National Radio Astronomy Observatory,
ubicado en West Virginia. A pesar de ser un experimento de 150 horas de
duración, dicha empresa no tuvo éxito en la búsqueda de vida alienígena.
Drake, sin embargo, no iba a ser vencido tan fácilmente y en octubre de
1961, celebró la primera conferencia sobre lo que se conoce como la
Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI), en Green Bank. Fue aquí
donde Drake desató su ahora famosa ecuación de Drake; Un método
ciertamente polémico sobre como determinar la escala de civilizaciones
inteligentes que puedan existir en el universo conocido. Desde entonces,
el SETI ha estado a la vanguardia de la investigación en la búsqueda de
vida extraterrestre.
Cuiosamente su inclinación por la vida extraterrestre lo llevó llevó
al Radio Telescopio de Arecibo, que se encuentra en la isla de Puerto
Rico, y con el tiempo se convirtió en el director de aquel lugar.
A mediados de 1960, un guardia del observatorio afirmó haber visto a
un hombre de aspecto siniestro vestido con un manto rojo caminando por
el estrecho sendero alrededor del perímetro de la isla. En la opinión
del guardia, el color rojo parecía ser sangre. Cuarenta ocho horas
después del informe del guardia, Drake, corroboró que una vaca muerta
había sido encontrada en una granja cercana, con toda la sangre drenada
de su cuerpo. Entre el personal del observatorio, se corrió el rumor de
que se trataba de un vampiro.
Esta historia demuestra que Puerto Rico, ha sido el hogar de
“vampiros”, desde antes de que se intalara la “leyenda urbana” del
Chupacabras. Y que éste críptido, puede ser una forma más de una larga
lista de entidades chupadores de sangre , o, tal vez, es una bestia cuya
depredadora acciones se han llevado a cabo durante décadas.
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