Lo que sorprendió a los científicos fue la extraordinaria mezcla de rasgos anatómicos primitivos y modernos. Sus fósiles han sido presentados en lapublicación científica PLoS ONE. Bautizados como ‘hombre del ciervo rojo’(red deer, en inglés) por alimentarse de ese animal son los restos de seres humanos “modernos” que menos se parecen al hombre moderno.
Estos individuos se diferencian de los humanos modernos en sus mandíbulas salientes, grandes molares, cejas prominentes, cráneos gruesos, caras planas y narices anchas. “Estos nuevos fósiles podrían ser de una especie previamente desconocida, una que sobrevivió hasta el final de la Edad de Hielo, hace unos 11.000 años”, explica el profesor Darren Curnoe, de la Universidad de Nueva Gales del Sur. Pero, añade, “también podrían representar una migración muy temprana y desconocida hasta ahora de los humanos modernos fuera de África, una población que pudo no haber contribuido genéticamente a la evolución de la gente que vive en la actualidad”.
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